LA MUERTE DE JESÚS CONTADA POR RUDOLF STEINER

En su libro “El Quinto Evangelio”, sobre este tema Rudolf Steiner escribió lo siguiente:

« Entonces aparece ante la conciencia clarividente la imagen de la Cruz de Gólgota con el cuerpo de Jesús entre los dos ladrones. Y luego otra imagen la que se mantiene tanto más firme cuanto más se trata de rehuirla la imagen del descendimiento de la Cruz y de la Sepultura.

Y con ella se presenta otro grandioso signo, escrito en el cosmos, y que debe leerse para entenderlo como un símbolo de lo realmente sucedido dentro de la evolución de la humanidad: al contemplar con la mirada del alma, la imagen del Jesús descendido de la cruz y la de la Sepultura, se experimenta un sacudimiento, producido por un terremoto que tuvo lugar en aquella región.

Es de esperar que a su tiempo la ciencia comprenderá mejor la relación entre este terremoto y el obscurecimiento del sol, pues ya existen, aunque en forma incoherente, ciertas teorías que señalan una relación entre eclipse solar y terremoto e incluso explosiones en minas. Aquel terremoto ocurrió a consecuencia del eclipse solar.

Y ese mismo terremoto sacudió el sepulcro en que se había puesto el cuerpo de Jesús y arrastró la piedra que allí se había colocado; se abrió una hendidura y ella acogió al cuerpo. Un nuevo sacudimiento volvió a cerrar la hendidura sobre el cuerpo. Cuando a la mañana siguiente acudió la gente al sepulcro, éste estaba vacío, porque la tierra había acogido al cuerpo de Jesús; mas la piedra se encontraba al lado de la tumba.

Contemplemos una vez más la sucesión de las imágenes. En la cruz de Gólgota muere Jesús. Cae la obscuridad sobre la tierra. En el sepulcro abierto se pone el cuerpo de Jesús. Un temblor sacude el suelo, y la tierra acoge al cuerpo de Jesús. La hendidura producida por el temblor, vuelve a cerrarse y la piedra es arrastrada a un lado.

Son sucesos que efectivamente ocurrieron y debo describirlos de esta manera. Y por más argumentos en contra que los hombres de la ciencia aporten, la visión clarividente lo ve tal como yo acabo de relatarlo. »

(Capitulo dos)

Y como de costumbre, lo que afirma Rudolf Steiner es profundamente erróneo y enajenado.

Porque para comenzar, está más que demostrado que los eclipses NO provocan terremotos ni explosiones en las minas.

Pero además la explicación que da Rudolf Steiner para justificar la desaparición del cuerpo de Jesús (ya que en los Evangelios se menciona que posteriormente su tumba se encontró vacía) es completamente absurda porque si Rudolf Steiner supiera un poco de geología, entonces sabría que si la tierra se hubiera abierto dentro del sepulcro, eso hubiera provocado el derrumbamiento del sepulcro.

Y su segundo argumento de que el cuerpo de Jesús cayó dentro de la tierra y luego la hendidura se volvió a cerrar sin dejar ningún rastro ya es de plano de la fantasía pura sin el menor discernimiento porque incluso en los raros casos en que eso ha sucedido (que la tierra se abre y luego se vuelve a cerrar) siempre queda un fisura atestiguando del fenómeno que se ha producido.

Pero además el verdadero esoterismo explica que la razón por la que desapareció el cuerpo de Jesús es porque Jesús ya había alcanzado el nivel de desarrollo que le permitió transformar su cuerpo de materia en un cuerpo de luz.

(Y esto lo detallo en este otro capítulo: ¿Murió Jesús en la cruz?)

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Y este es un ejemplo más de lo delirantes que son las “clarividencias” de Rudolf Steiner.