Max
Heindel fue el fundador de la organización “La Fraternidad Rosacruz”, y al
inicio Krumm-Heller le mostró una gran admiración, al grado que hasta utilizó a
Max Heindel como referencia para hablar sobre los Rosacruces.
Y
es así que en su artículo titulado: “Orígenes históricos tradicionales de la
Fraternidad Rosa-Cruz”, Krumm-Heller escribió:
« Max Heindel así se refiere a los
orígenes de la Rosa-Cruz:
"Los
sucesos futuros proyectan su sombra anticipadamente, y cuando los grandes Guías
de la Humanidad ven cierta tendencia hacia el ultra materialismo, que se
repunta ahora en el mundo occidental, ellos toman ciertas medidas para
contrarrestarlo y transmutarlo, en tiempo.
Pero
ellos no desean de ninguna manera matar la ciencia floreciente, como ésta
procuró hacer con la religión, porque ellos ven que el bien, en definitiva
resultará cuando una ciencia avanzada se haya convertido nuevamente en
colaboradora de la religión.
Una
religión espiritual no puede, con todo unirse a una ciencia materialista, como
el aceite no podrá mezclarse con el agua. Por eso ellos tomarán medidas para
espiritualizar la ciencia y tornar científica a la religión.
En
el siglo XIII un gran instructor espiritual que tenía por nombre simbólico el
de Cristián Rozenkreutz, marcó el principio de una nueva época espiritual en el
mundo occidental. Ese ego particular estuvo en continuas existencias físicas,
desde entonces, en uno u otro país europeo.
Tomaba
un nuevo cuerpo, cada vez que sus vehículos perdían su vitalidad o si las
circunstancias imponían que mudase el campo de sus actividades. Aún más, hoy en
día está encarnado, siendo un Iniciado degrado superior potente y activo en los
asuntos del occidente, aunque desconocido para el mundo.
Trabajó
con los alquimistas durante centurias enteras, antes del advenimiento de las
ciencias modernas. Fue el que por un intermediario inspiró las ahora mutiladas
obras de Bacon, Jacob Boehme y otros, de él recibieron la inspiración que
iluminó sus obras tan espiritualmente.
En
las obras del inmortal Goethe y en las del maestro Wagner, encontramos la misma
influencia. Todos los espíritus inquietos que rehúsan alimentarse de la ciencia
o de la religión ortodoxa, y que huyen de la esclavitud y procuran penetrar en
los dominios espirituales sin ambición de gloria o vanidad, sacan sus
inspiraciones de la misma fuente, como lo hizo y lo hace el gran Espíritu que
animó a Cristián Rozenkreutz.
Su
propio nombre es la encarnación de la manera como el hombre actual se
transforma en Divino Superhombre.
Ese
símbolo:
CRISTIAN ROZENKREUTZ
CRISTIANO ROSA-CRUZ
muestra
la finalidad y el objeto de la evolución humana, la senda que deberá recorrer y
los medios por los cuales se alcanzará. La cruz negra, los tallos gemelos
verdes de la planta, los espinos y las rosas rojo oscuro, muestran la solución
del Misterio del Mundo: la evolución pasada la constitución presente y
especialmente el secreto del futuro desenvolvimiento del hombre."
Y
aún todavía Max Heindel se expresa:
"La
Orden de los Rosa-Cruz no es simplemente una Sociedad secreta, es una de esas
escuelas de los Misterios Menores, guardianes de las Sagradas enseñanzas que
tienen un poder espiritual mucho más potente, en la vida del mundo occidental
visible aunque no intervienen en los destinos de la humanidad y mucho menos
para privarla de su libre arbitrio. ...
En
estos últimos siglos, desde el origen de la ciencia moderna, una humanidad más
intelectual puebla la tierra; el cerebro vence completamente al corazón; el
materialismo domina todo el impulso espiritual y la mayoría de la gente
pensante no cree nada que no pueda tocar, gustar y oler. Por tanto, es
necesario que se haga un llamamiento a su intelecto para que el corazón pueda
creer en aquello que el intelecto haya sancionado.
Respondiendo
a ese desesperado llamamiento, las Enseñanzas
Misteriosas Rosa-Cruz procuran establecer contacto, relacionando los
factores científicos con las verdades espirituales."
Y
más adelante al referirse a las siete rosas, Max Heindel así se manifiesta:
"Las
siete rosas indican de que hay aún todavía siete Grandes Jerarquías Creadoras
en actividad para el desenvolvimiento de los seres de la Tierra y como todas
esas varias clases de la menor a la mayor, no son sino parte del Único Gran
Todo, que llamamos Dios, todo el emblema es un símbolo de Dios en
manifestación." »
Aquí
Krumm-Heller transcribió lo que Max Heindel había escrito en su libro “El Concepto Rosacruz del Cosmos”
(capítulo 19) y las siete rosas de las que hablan se refieren al símbolo “rosacruz”
que Max Heindel inventó para su organización, y en donde a la cruz le puso un
collar de siete rosas:
Y
Krumm-Heller en su artículo, después de mencionar a Max Heindel, terminó
diciendo:
« Así, ¿por qué no ligamos el símbolo
Rosa-Cruz de "las siete rosas sobre la cruz" a los siete centros de
fuerza o chakras a través de los cuales fluye la vida espiritual, vivificando
la vitalidad de nuestro cuerpo y desenvolviendo esos centros de fuerza, para
hacerlos florecer siempre y cada vez más, en la proporción en que vamos
progresando en la senda de la Evolución? »
Vemos pues que efectivamente Krumm-Heller valoraba mucho a Max Heindel y se basaba en él para hablar sobre el Rosacrucianismo ya que lo consideraba toda una referencia.
_ _ _
Pero
posteriormente Krumm-Heller cambió de actitud y se volvió muy critico hacia Max
Heindel, ya que en su libro “Logos
Mantram Magia”, él escribió:
« Andrea que es el autor de muchas de
estas cosas, supo escribir un simbolismo muy hermoso, y se reiría en su tumba
al saber que los Heindelianos [o sea los seguidores de Max heindel] han tomado todo a la letra. La ignorancia es
atrevida.
Un
autor alemán que ha estudiado las obras Rosa-Cruz a fondo y que es un verdadero
iniciado dice: “Las sociedades actuales de California no tienen ninguna
conexión con los misterios o magisterio Rosa-Cruz antiguos y usan
arbitrariamente el nombre Rosa-Cruz." »
El
autor alemán al que se refiere Krumm-Heller es Rudolf Steiner quien estaba muy
molesto con Max Heindel porque éste le plagió toda su enseñanza.
Y
es triste constatar que Krumm-Heller creyera que Rudolf Steiner era un
verdadero iniciado, cuando mi investigación me ha demostrado que en realidad Rudolf
Steiner fue un inmenso charlatán.
Y
si Krumm-Heller se hubiera dado la pena de estudiar la teosofía con más
seriedad, él se habría percatado que tanto Max Heindel como Rudolf Steiner eran
unos embusteros que se hacían pasar por “maestros rosacruces”, y entonces él no
hubiera cometido el error de aceptar las mentiras que dijeron esos dos
individuos.
~ * ~
Y esto es una prueba
más que Arnold Krumm-Heller se dejó fácilmente embaucar por varios charlatanes.
A Rudolf no lo conocí fuera del blog, menos mal. Menudo personaje. Hay algo que he notado y es que el “maestro” de la FRA de Costa Rica, tenía poco discernimiento ya que tenía a Krumm como un Dios y un guía que a pesar de haber muerto y no ser ningún mahatma, les sigue guiando desde los planos superiores( lo cual es falso, una estupidez) y más viendo lo que dijo Krumm Heller y su falta de discernimiento y seriedad.
ResponderBorrarQué pena cid, hay mucha gente en Costa Rica que estudia a Krumm Heller y lo tienen como un verdadero maestro.
Al pobre Cid le vence su fanatismo teosófico
ResponderBorrar¿Cuál fanatismo teosófico? ¡Si también recomiendo estudiar a otros instructores que no son teosóficos! Y si afirmo que Max Heindel y Arnold Krumm-Heller fueron charlatanes es porque lo he demostrado.
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