William Tournay Brown fue un joven escoses
que impresionado por el libro “El Mundo
Oculto” de Alfred Sinnett, decidió ir a la India para descubrir más sobre
la Teosofía y los Maestros.
Y sobre el coronel Olcott, él narró
lo siguiente:
« Armado con cartas de presentación para Madame
Blavatsky y el Coronel Olcott (quienes son los líderes del movimiento teosófico
en la India) dejé Inglaterra el 25 de agosto de 1883, saliendo en calidad de
investigador independiente.
Del coronel Olcott me dijeron que él
no tenía poderes inusuales, pero que era un caballero sincero, que había sido
anteriormente espiritista en los Estados Unidos, hasta que Madame Blavatsky lo
convirtió a la doctrina teosófica.
Para darles una indicación del carácter
del coronel Olcott, no puedo hacer nada mejor que citar algunos pasajes de una
carta de él que recibí poco después de mi llegada a Madrás.
Refiriéndose a la controversia de
Ilbert Bill, que en ese momento, estaba en su apogeo, el coronel Olcott dijo lo
siguiente:
“Nosotros estamos dedicados a revivir la
antigua sabiduría oriental, y por lo tanto tenemos que enfrentar el odio que se
muestre hacia todo lo que es indio. Y eso hace que el afecto y el respeto hacia
nosotros está creciendo de manera correspondiente entre los nativos.
Como ciudadanos estadounidenses, Madame
Blavatsky y yo no sentimos ninguna dificultad para mantenernos libres de las
pasiones y prejuicios que nos azotan, y es así como yo voy recorriendo la
India, impasible por las cosas que están molestando a los europeos como si
éstas no existieran. Pero, ¿podrás hacer tú lo mismo?
¿Está preparado para comer conmigo la comida
más sencilla, no esperar ni lujos ni comodidades, a fortificar tu carácter
soportando los climas extremos, más el cansancio de los viajes difíciles en
todo tipo de transporte, por tierra y mar, para así poder conocer la existencia
de los Maestros, pero sin embargo se te niegue el privilegio de ir a ellos,
hasta que por años de arduo trabajo hayas purgado la naturaleza baja de tu
egoísmo y la suciedad moral acumulada en tu interior, y al trabajar
desinteresadamente para la iluminación de la humanidad, te hayas preparado para
por fin recibir su compañía sagrada?
Piensa en todo esto, ya que la vocación del
filántropo es difícil y pocos codician su corona de espinas, y menos gente aún
pueden usarla. Y si sientes que ese continuo esfuerzo pronto te agote y
suspires por descansar en tu casa, entonces no vengas, porque te la digo con
toda honestidad que yo estoy tan muerto de cansancio que estaré listo para
morir en cualquier momento por mi sociedad.”
Desde octubre de 1883 hasta enero de
1885, me relacioné inmediatamente con el movimiento teosófico en la India y me
familiaricé con su trabajo.
Viajé [acompañando al coronel
Olcott] por todo el territorio indio, desde Madrás hasta Bombay, y desde Bombay
hasta Peshawur. He estado tan al norte como Jammu en el territorio de
Cachemira, y tan al sur como Madura y Tuticorin. Y al entrar en contacto con
los indios de todos los niveles, adquirí un conocimiento de la vida nativa de
la India que pocos europeos han obtenido. »
(Extractos de un
artículo publicado en The Religio-Philosophical Journal
del 29 de enero de 1887, p.2, con el título “Ocultismo en la India”)
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