EL RETRATO DEL MAESTRO MORYA QUE DIBUJÓ EL SEÑOR HARRISSE




Monsieur A. Harrisse fue un artista aficionado francés que dibujó en Nueva York el 11 de febrero de 1878 con lápices en blanco y negro el primer retrato que conocemos del Maestro Morya.
 
Blavatsky le fue presentada por un amigo mutuo en Nueva York que no ha sido identificado. En una carta ella escribió:
 
« No podría haber sido presentado por un amigo más bienvenido que nuestro alegre y burlón pequeño francés "BulBul", mi amada “viejecita” A. Harrissee. ... Su presentación no fue necesaria aunque para darme a conocer un nombre que los céfiros de la fama social habían llevado hacía mucho tiempo a las cuatro partes del mundo»
 
(Este es un extracto de una carta de Blavatsky para un corresponsal desconocido. Escrita desde Bombay el 31 de enero de 1882. Esta carta fue transcrita de una fotocopia en Bóveda MSS 2, caja 6 carpeta 45; colección de autógrafos de Fred A. Rosenstock; Colecciones especiales de L. Tom Perry; Manuscritos occidentales y mormones del siglo XIX; 1130. Biblioteca Harold B. Lee; Universidad Brigham Young; Provo, Utah 84602. Descubierta allí por Daniel Caldwell. El original fue vendido por la biblioteca y se desconoce su paradero actual.)
 
 
 
 
Sobre este evento, el coronel Olcott narró en su diario lo siguiente:
 
« El Sr. Harrisse, nuestro amigo francés, era medio artista y una noche cuando la conversación giró en torno a la India y a la valentía de los Rajput, Blavatsky me dijo en susurros que ella trataría que él dibujara un retrato del maestro Morya si yo proporcionaba los materiales.
 
No teniendo esos materiales en la casa, fui a la tienda más cercana a comprar una hoja de papel adecuado y lápices. Entonces el dependiente envolvió el paquete, me lo dio a través del mostrador, tomo la moneda de medio dólar que le di, y me fui de la tienda.
 
Al llegar al departamento desenrollé el envoltorio y al estar terminando de hacerlo, ¡dos monedas de un cuarto de dólar en plata cayeron al piso!
 
Al parecer, el Maestro quería darme su retrato sin que me costara a mí.
 
Luego Blavatsky le pidió a Harrisse que dibujara la cabeza de un jefe hindú tal como él la concebiría. Él dijo que no tenía una idea clara para hacerlo y quería dibujar otra cosa, pero para gratificar mi esfuerzo se puso a dibujar la cabeza de un hindú.
 
Blavatsky me hizo señas para que me mantuviera callado al otro lado de la habitación y ella misma se sentó cerca del artista fumando tranquilamente.
 
De tiempo en tiempo, ella caminaba suavemente por detrás de él para ver el avance del trabajo, pero no habló hasta que el trabajo estuvo terminado, digamos como una hora después.
 
Muy contento y agradecido lo recibí, lo enmarqué y lo colgué en mi pequeña habitación. Pero algo extraño sucedió después de que le dimos una última mirada a la imagen, ya que mientras yo me encontraba frente al artista, y mientras Blavatsky tomaba en sus manos el dibujo y me lo entregaba, de repente apareció en el papel la firma criptográfica de mi Maestro, colocando por así decirlo, su “huella” y mejorando en gran medida el valor de su regalo.
 
Sin embargo, en ese entonces yo no sabía si el esbozo que había dibujado el señor Harrisse se parecía o no al maestro Morya, ya que yo todavía no lo había visto en persona.
 
Y cuando lo hice más tarde, me pareció una verdadera semejanza, y además el maestro me regaló el turbante que el artista aficionado había dibujado en la imagen para cubrirse la cabeza.
 
Aquí hubo un caso genuino de transferencia de pensamiento, la transferencia de la semejanza de una persona ausente a la conciencia cerebral del artista.
 
¿Fue por medio del pensamiento de H.P. Blavatsky?
 
Yo pienso que si»
(Viejas Hojas de un Diario, Vol. I, p.370-372)
 
 
 
 
Jirah Dewey Buck fue uno de los primeros miembros de la Sociedad Teosófica, él trabajó muy de cerca con William Judge y sobre este retrato en su libro “Movimientos del Mundo Moderno él escribió lo siguiente:
 
« Hace casi veinte años [¿1893?] un conocido en Jamestown, Nueva York, me mostró una fotografía de este Maestro, que acompañaba a una de HPB que había obtenido de un fotógrafo en Schenectady, Nueva York, y me dio la dirección del artista.
 
Acto seguido obtuve algunas copias, después de lo cual me informó que tenía el negativo original y que se lo había obtenido a HPB mientras ella estaba como invitada en su casa, alrededor de 1876 o 1877.
 
Compré el negativo, porque no me gustaba ver copias vendidas por el país indiscriminadamente.
 
Más tarde, el Sr. Judge me dijo que él estaba presente en el Lamasería (como llamaban a la residencia de HPB en Nueva York) cuando el artista dibujó este retrato en un trozo de papel de Manila, bajo la mirada telepática de HPB; transmitiendo así a la visión de la artista la imagen de la realidad en su propia mente.
 
Nadie que esté familiarizado con los cuadros [de los maestros Kuthumi y Morya] hechos al óleo por otro artista [Hermann Schmiechen] en Londres de la misma manera muchos años después [en 1884] dejará de notar el parecido»
(Modern World Movements, Chicago, 1913, p.141)
 
 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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