LA IMPORTANCIA DE SER UN DISCÍPULO ACTIVO

Sobre este asunto, el maestro Pastor mencionó lo siguiente:

« Si ustedes quieren la paz, no solamente deben soñar con la paz, sino que también deben de trabajar por la paz, pero trabajen de una manera constructiva. No piensen:

“Ese horrendo general que acaba de declarar la guerra debe de ser masacrado, debe de ser exterminado."

En vez de eso piensen:

“Ese general tiene problemas emocionales, así que vamos a reagruparnos y le enviaremos luz para que de esta manera el plan de Dios entre en su cabeza."

Y de esa forma el plan de Dios convertirá o destruirá a ese individuo.

Entonces,

¿Por qué pedirles a los Maestros que detengan la guerra cuando ustedes mismos tienen el poder de detenerla?

No digo que ustedes tengan el poder de ir a los campos de batalla y detener con vuestros cuerpos a los tanques, los misiles y las ametralladoras. No estoy hablando de fantasías. Estoy hablando de un poder muy real que ustedes poseen y que es de vibrar juntos y canalizar por medio de vuestra mente, la luz divina hacia un lugar preciso.

Aunque es cierto que para ello primero tienen que aprender a unirse, pero aunque todavía falta mucho para que trabajen de esa manera en grandes grupos, ustedes ya pueden comenzar a hacerlo en pequeños grupos. Así que vuélvanse responsables.

Ustedes desean el bien de la humanidad, ustedes desean que el mundo cambie, ustedes desean que la tierra se vuelva un lugar mejor, pues entonces trabajen para lograr eso. No estén solamente pidiéndoles a los Maestros por un mundo mejor. Ellos ya están muy ocupados con el trabajo que tienen que hacer, y además ellos deben de respetar el libre albedrio que disponen los humanos.

Así que es a ustedes de efectuar ese trabajo de cambio y para eso reúnanse. Ustedes pueden hacer esto, ustedes tienen la capacidad para hacerlo. Los Maestros están esperando que ustedes asuman también vuestra responsabilidad, ellos están esperando que todos ustedes asuman vuestro papel de discípulos.

Los discípulos deben también asumir su función de hacer el bien por el mundo, y no solo de desarrollarse entre ellos mismos y de hablar de temas esotéricos entre personas de buena conciencia. Eso no es suficiente porque durante ese tiempo el mundo sigue agonizando. Así que asuman vuestra responsabilidad como discípulos.

Reúnanse, no sean tímidos, y no se encuentren pequeños, no se digan:

« Pero qué puedo yo hacer si solo soy un pequeño individuo. ¿Cómo podría interferir para incrementar la paz en la Tierra y para evitar que las personas se maten entre ellas, si los poderosos tienen todo el control de este mundo? »

Pero es precisamente por esa falta de confianza en ustedes que justamente ustedes no hacen nada. Ustedes se enorgullecen por las cosas más tontas, como por ejemplo el tamaño de vuestro órgano sexual para los hombres, o el tamaño de vuestros senos para las mujeres, o por los últimos zapatos que se han comprado, o por el número de caballos que tiene el motor de vuestro auto. Pero todo eso es superfluo.

Así que siéntanse orgullosos de ser también discípulos, y esta vez al menos su orgullo será para algo bueno. Díganse:

“Soy un discípulo y por lo tanto asumo mis deberes como discípulo y trabajo por el bien del mundo."

Quiero que trabajen por el bien del mundo y a donde quiera que ustedes vayan, quiero que se repitan eso en vuestro interior y que se vuelvan discípulos activos.

Yo no quiero, como lo he dicho cientos de veces, escuchar que la gente me ama, escuchar que las personas me siguen, y ver a las mismas personas sabiamente venir y sentarse en los mismos lugares y decirme con su pensamiento:

“Viste hermano mayor, te soy fiel."

No

Incluso me gustaría que se olviden de mí, pero que en cambio salgan a hacer algo constructivo para la humanidad, y que cada uno de ustedes esté ocupado en alguna parte del mundo haciendo el bien, ayudando a alguien, llevando la luz a donde se necesita, para que así de esa manera se vaya cada vez más destruyendo el arcaísmo que domina actualmente al mundo y de esta forma una nueva era de desarrollo pueda realmente comenzar. Porque sin ustedes, sepan que la nueva era no será.

¡Compréndanlo!

Cómo me gustaría no tener que hablar más, porque eso significaría que todos los discípulos de la Tierra serían fuertes, radiantes, responsables y entonces la humanidad ya no arriesgaría nada más.

Entonces,

¿Cómo hacerlo?

Es simple y como ya se los he dicho varias veces, sean apóstoles y no tengan miedo de decirlo. Reúnanse, ya sea una vez a la semana, o una vez al mes, reúnanse para ayudarse mutuamente con la energía del grupo. Porque también es por eso que muchas personas de buena voluntad terminan por abdicar, debido a que cada uno se queda en su hogar, seguido con un cónyuge quien a menudo es más o menos antagónico con ese esfuerzo y se muestra al margen de esas ideas y de ese ímpetu.

Así que busquen reagruparse. Todas las personas que quieren trabajar para el bien, para irradiar, para ser activos en el establecimiento del plan de Dios, reúnanse al menos por pequeños grupos.

Y no necesitan locales especiales para ello, pueden muy bien reunirse en la casa de uno de ustedes, o en un garaje o en una bodega. Poco importa. La energía no es pretenciosa. Jesús nació en un establo, no lo olviden. Y el bien del mundo vendrá de los más pequeños. El bien del mundo a menudo se prepara en bodegas, graneros y áticos, más que en laboratorios y en las grandes salas presidenciales.

Lo importante es que se reúnan y se conecten con la jerarquía.

Y para eso, siéntense en círculo, tómense de las manos y repitan una oración juntos. El Padre Nuestro es la oración por excelencia, pero si prefieren reciten la Gran Invocación de Alice Bailey.

Y a medida que recitan la oración, levanten la cabeza para engrandecerse y alinear todos vuestros chakras, y eleven vuestros brazos para sentir que están conectándose y elevándose a los planos superiores durante la invocación.

¡Pero cuidado! Esto no tienen que hacerlo de manera exaltada, sino que tienen que hacerlo de manera mental, concreta y serena, porque si tratan de ascender vuestra conciencia de manera emocional, o sea por medio de vuestro plexo solar, y que a medida que recitan la oración en vuestro interior se exclaman:

"Te quiero Dios, te amo, te amo, recíbeme, recíbeme."

En ese caso no va a funcionar, porque el plexo solar no está hecho para ir hacia Dios, el plexo solar está hecho para recibir las energías de la tierra, recibir energías del cielo y sintetizar esas dos energías para distribuir esa síntesis por todo el cuerpo energético y el cuerpo físico.

Ustedes tienen que subir con vuestro chakra del corazón o vuestro chakra del tercer ojo. Todo depende en donde se encuentran más abiertos. Y suben con un enfoque claro y limpio, sintiendo que están construyendo el puente, construyendo la conexión, construyendo la comunión.

Y cuando hayan llegado al final de la invocación, permanezcan suspendidos y disfruten de ese momento de unión durante unos segundo. Y después adopten una postura de meditación y comiencen a irradiar la luz divina por medio de vuestra mente hacia un punto específico del planeta.

¿De qué manera?

Hay instructores que ya les han enseñado cómo hacerlo, pero si lo desean, puedo decirle algunas palabras al respecto. Si por ejemplo desean aumentar la paz en algún país, o mantener la paz, porque a menudo también se trata de evitar un cambio político o de apaciguar un conflicto que se incrementa cada día más y más.

Va a ser muy difícil detener la locura asesina de los hombres, y por lo tanto no se enfoquen en parar lo que ya se ha materializado, pero en cambio trabajen en expandir el espíritu de paz para que así se produzca un cambio en el futuro.

Y para eso, no tienen que imaginar el efecto que va a tener vuestro pensamiento, sino que solo tienen que concentrarse en canalizar la energía divina hacia ese lugar, y los Maestros sabrán qué hacer con esa energía una vez que llegue.

Y es que los Maestros, lo que ellos necesitan absolutamente es un punto final en el plano físico, ellos necesitan de intermediarios, al igual que ustedes necesitan de antenas para transmitir las transmisiones de un punto a otro de la Tierra. Entonces sean discípulos responsables y cumplan ese rol de intermediarios.

Ayuden a la transmisión de la energía divina entre la jerarquía y el mundo terrenal. Y para ello no visualicen que los tanques, soldados o los bombarderos dejan de enfrentarse. Piensen más bien en el mapa geográfico del país y visualicen que una luz blanca y luminosa desciende en ese país trayendo bienestar y paz en el espíritu de sus habitantes. E imaginen que las personas que habitan ese país se transforman por la influencia benéfica de esa energía divina.

Y entonces descubrirán que si son numerosos en hacer esto y lo hacen de manera regular, ustedes cambiarán a ese país.

Y yo les aseguro que ustedes poseen ese poder. Y con ese poder ustedes pueden cambiar al mundo, a pesar de los políticos, a pesar de los generales, a pesar de los poderosos que controlan la sociedad en este momento. A pesar de todos esos individuos, ustedes pueden cambiar al mundo.

Como lo he dicho muchas veces antes, yo no quiero alentarlos a hacer una revolución. Al menos no una revolución física, yo no quiero que ustedes busquen eliminar a todas esas personas como sucedió en la revolución francesa y en tantas otras revoluciones, porque siempre habrá nuevos tiranos que aparecerán mientras que la masa de la población siga siendo inconsciente.

Lo que en cambio si quiero es que ustedes hagan una revolución energética, una revolución vibratoria, una revolución en el plano invisible. Y para hacer esa revolución solo tienen que unirse y enviar la vibración del bien a todas las partes del mundo donde se necesita, y así todas esas personas negativas verán que el mundo cambiará y ellas ya no podrán iniciar más guerras.

Porque la guerra solo es posible debido a que hay gente que está dispuesta a pelear, pero si por medio de vuestras vibraciones positivas ustedes provocan que las masas ya no quieran pelear, entonces en ese caso no importa que aparezca un general tan loco como los precedentes, porque ese individuo ya no podrá comenzar la guerra debido a que nadie lo seguirá. Él quedará solo en el campo de batalla gritando: "¡A la carga!".

Así que envíen la energía del bien a todas partes, eso es lo que ustedes tienen que hacer para incrementar la paz, es en eso en lo que ustedes deben de concentrarse, y no permitan dejarse manipular más, porque cuando uno ve la historia de los hombres, uno se percata que los humanos tienen una inmensa disposición para ser esclavizados.

Así que les pido que tengan la voluntad de ser libres y cambien al mundo, porque el mundo es suyo. El mundo no es de los Maestros o de la jerarquía, ya que Dios se los dio a ustedes, y por lo tanto ustedes son los responsables de vuestro mundo. Así que bautícenlo con la luz del bien, y eso es lo que quiero motivarles a hacer, yo no quiero traerles más enseñanzas porque ya tienen todas las que requieren. Lo que en cambio si quiero hacer es motivarlos para trabajar energéticamente.

Y así ustedes mismos van a poder contribuir a crear la paz en el mundo, y van a poder ayudar a los políticos de buena voluntad para poder romper con el control financiero y pensar solo en el bien de las personas. Y así también van a poder ayudar al mundo científico para que pueda ir más lejos en sus descubrimientos por el beneficio de la humanidad. Y así van a poder incrementar la luz divina en todas las partes donde se necesita.

¡Hagan un trabajo energético como ese!

Es lamentable ver a todas esas personas de buena voluntad que se encuentran sentadas en los bancos de las iglesias y de las escuelas esotéricas, pero como almas ociosas, y que piensan en sus cabezas:

“¿Qué puedo hacer yo por el bien del mundo? Si ahora que regrese a casa todavía tengo que cambiar los pañales de mi bebé y aguantar a mi esposo que me gritó la otra noche”

O si es un hombre:

“Y mi esposa que se la pasa reprochándome y mis hijos no me hacen caso y tengo que lidiar con el mal carácter de mi jefe en mi trabajo."

Todo en su mente está mezclado entre sus deseos de ayudar a la humanidad y los conflictos que tienen en su vida cotidiana, pero sepan que si ustedes colaboran para ayudar a la humanidad y participan activamente en el plan divino, entonces automáticamente vuestra vida diaria comenzará a funcionar mejor. Los niños que eran rebeldes serán más respetuosos, vuestra pareja será más comprensible, y todas las cosas que parecían complicadas se volverán más armoniosas.

¿Por qué?

Porque ese es el regalo de agradecimiento que los Maestros les dan a quienes los ayudan, los Maestros se dicen:

« Ok, quieres ayudarnos pero tu vida familiar, tu vida económica, tu vida profesional te lo impide. No hay problema, arregla todo lo que es de tu responsabilidad arreglar, y nosotros arreglaremos todo lo otro, todo aquello que no es de tu responsabilidad y que viene del exterior. »

Y entonces para que ustedes puedan trabajar mucho mejor en el plan de Dios, los Maestros resolverán todo aquello que a ustedes los obstaculiza y de lo cual ustedes no son responsables por vuestras acciones actuales o por vuestro karma de vuestras acciones anteriores.

Así que no se preocupen por lo que ustedes son o no son actualmente. Entren en las filas de los servidores del mundo, y el Maestro que está allí para ordenar las funciones, sabrá exactamente qué labores les dará para que ustedes sean útiles en el proyecto de mejorar al mundo.

Lo que no significa que todo se les dará y que el dinero aparecerá por encanto y que ustedes ya no tendrán que hacer esfuerzos.

No

Lo que es de vuestra responsabilidad en el plano físico seguirá siendo de vuestra responsabilidad, debido a que es bueno que el humano se pruebe a sí mismo y así vaya aprendiendo a dominar cada vez más su plano físico, ya que no puede volverse un iniciado si no puede primero dominar su plano físico. Es decir que el Maestro no podrá venir y resolver el conflicto que ustedes tienen con vuestra pareja, o con vuestro jefe, o con vuestros hijos, si depende de ustedes resolver ese conflicto, y si es a causa de ustedes que ese conflicto se originó.

Pero en cambio si ese conflicto se debe por razones que no son de vuestra incumbencia, y que ese conflicto los obstaculiza para ser efectivos en vuestra labor de trabajadores de Dios, entonces en ese caso el Maestro sí llega y restaura toda la armonía que debería haber originalmente allí.

Y si la persona tiene el oído interno lo suficientemente desarrollado para escuchar la voz que lo guía, sabrá lo que tiene qué hacer: incluso si tiene que cambiar de profesión, o si tiene que cambiar de pareja, o si tiene que ir a otro lugar. Y automáticamente todos los eventos para poder efectuar esos cambios le llegarán.

Pero esto no significa que los Maestros los van a llevar a ustedes en un carruaje dorado hacia una vida mejor, porque no olviden que cuando ustedes se relacionan con lo invisible, depende de ustedes ser lo suficientemente perceptivos para reconocer lo que proviene del invisible. Y es ahí donde a menudo los humanos cometen el error y donde todos sus miedos hacia el cambio los bloquean y ellos se dicen en su interior:

« No, yo no quiero cambiar de pareja, yo no quiero cambiar de región, yo no quiero cambiar de trabajo. »

Y esa oportunidad que se les abrió en su vida fue sin embargo el dedo del Maestro que les indicaba "ve allí". Pero la persona paralizada por su temor cierra esa posibilidad de un cambio en su vida y durante diez años, veinte o más permanece anclada en el mismo lugar, y se dice a sí misma:

“¿Pero por qué la vida es tan frustrante si yo quiero servir?"

Y la respuesta es porque esa persona no quiso hacer el esfuerzo para cambiar su vida. Así que sean atentos, sean perceptivos, y no se pierdan las citas que el destino les pone en vuestro camino.

¿Y el amor en todo esto?

Bueno, el amor es precisamente tener la fuerza para continuar, es precisamente tener la alegría de hacer ese trabajo. Pero les reitero que la colaboración debe de ser clara, lúcida, discerniente. Nosotros no queremos de esos devotos que se exclaman mientras se golpean el pecho:

“Señor, envíame entre los lobos para que así yo pueda mostrarles el camino hacia lo Divino."

Pero que tan pronto como los acercamos incluso con un caniche, ellos ya están completamente asustados de ser mordidos.

(Risas en la sala)

¿Por qué?

Porque ese sentimiento proviene, como se los dije antes, del plexo solar, o sea que está basado únicamente en la emocionalidad y en el sentimentalismo, en lugar de ser una realidad enracinada en el chakra del corazón, o en el tercer ojo, o en el chakra de la corona.

Y es que a partir del momento en que vuestro impulso los responsabiliza suficientemente para que éste se ancle en uno de esos tres chakras, nosotros si podemos confiar en ustedes, porque sabemos que a pesar de las dificultades, ustedes lo harán porque vuestra determinación es muy fuerte. Y que incluso si se sienten pequeños, aún así el compromiso y el deber lo llevarán a superarse para hacerlo de todas maneras.

Entonces tengan el sentido del deber. ¡Qué importa si ene stos momentos ustedes son pequeños!  Cuando la energía pasa a través de ustedes, la energía los hace crecer. Y ustedes al ayudar a los demás, se inician a ustedes mismos. Entonces no se digan:

"Yo no puedo."

Sino díganse:

"Yo sí puedo, y mañana podré aún más."

Y es con esa visión que deben abordar las cosas.

“Mañana siempre podré más y pasado mañana aún más."

El avance de la luz no es retenido por nada excepto por ustedes mismos y vuestro miedo que se encuentra resonando en vuestro cuerpo astral y que continuamente les dice:

“No eres esto, no eres aquello."

Mientras que vuestra alma les envía el mantra:

SO HAM

Que significa:

“Eres un ser divino."

Pero el cuerpo astral debajo sigue respondiendo:

"Que no, que no eres eso."

¡Así que no es de extrañar que la conciencia humana esté en conflicto cosntante!

Y es por eso que los discípulos un día se sienten capaces de todo y al día siguiente se sienten capaces de nada. Todo depende de si están escuchando a su alma o a su cuerpo astral.

Así que elijan con que plano ustedes quieren vivir, y si quieren vivir con el plano astral, pues adelante, es su derecho, pero luego no se quejen si vuestro alimento cotidiano es: depresión, ansiedad, complejos y traumas.

¿Ese es el alimento vibratorio que ustedes quieren tener?

Una ración de depresión, dos cucharadas de angustia y un buen cucharón de trauma.

(Risas en la sala)

Ríanse, pero esa es la mezcla que los hombres se hacen cada día. Ese es el elixir de su desdicha que se crean todas las semanas. Y luego se preguntan por qué sufren tanto por tener una úlcera en el estómago, o por qué caen todo el tiempo en depresión, o por qué el cuerpo los aflije con un ataque al corazón.

¡Entonces hagan un elixir de vida y no de destrucción!

Y en el elixir de la vida solo tiene un ingrediente, y ese ingrediente es el de la energía divina.

Así que pasen a la acción, y es bueno también que piensen que todavía sus capacidades son pequeñas, porque tampoco queremos de personas megalómanas que sientan que pueden lograr todo de la noche a la mañana.

Nosotros no queremos de fantasiosos que se creen ser las nuevas elites espirituales y los nuevos profetas. No. Queremos gente lúcida que a pesar de sus limitaciones sepan que pueden seguir adelante.

Entonces una vez más se los suplico, reúnanse y si no pueden ni siquiera agruparse en un pequeño grupo, aún así conéctese de manera individual con la jerarquía y canalicen la energía divina hacia donde tanto se necesita. »

(Conferencia del 19.09.87)