¿ES INMORTAL EL CONDE DE SAINT-GERMAIN?

Si buscan en Internet, a menudo van a encontrar artículos en los que se dice que el conde de Saint-Germain es un ser inmortal que vivió desde la época de Jesús e incluso desde tiempos aún más antiguos. Y en este capítulo les voy a detallar de dónde proviene esa leyenda.

Esta fábula de que el Conde de Saint-Germain era mucho más viejo de lo que él aparentaba, la inició el mismo conde, pero no porque él lo haya afirmado, sino porque la manera como él relataba la historia de Francia, daba la impresión de que él había vivido en aquellos tiempos anteriores.

Y esto lo señaló Madame du Hausset quien estuvo presente en una conversación que el conde tuvo con Madame de Pompadour, y la cual transcribió en sus Memorias:

« A la marquesa de Pompadour le gustaba la manera tan particular en que el conde de Saint-Germain contaba la historia y le interrogaba seguido al respecto:

 – "¿Cómo era François 1er? Es un rey que me hubiera haber conocido", le preguntó Madame de Pompadour al conde.

 – "Era muy amable", dijo el conde, y luego describió a François 1er como si lo hubiese personalmente conocido, "es una lástima que fuese tan ardiente, le habría dado buenos consejos que le hubieran salvado de sus desgracias, pero él no los habría seguido, pues hay una fatalidad para los príncipes que cierran sus oídos, sobre todo en los momentos críticos."

 – "Y el Grand oficial de la Corona", preguntó Madame de Pompadour, "¿Qué dice usted de él."

 – "No puedo decir ni demasiado bien ni demasiado mal sobre el comandante de la armada", respondió el conde.

 – "¿Fue muy hermosa la corte de François 1er?"

 – "Muy hermosa, pero la de sus nietos la supera infinitamente, y en la época de Marie-Stuart y Marguerite de Valois, era una tierra de los encantamientos, el templo de los placeres; las dos reinas eran poetas, ellas escribían versos y era un placer escucharlas."

Madame de Pompadour le dijo riendo al conde:

 – "Parece como si usted hubiera vivido en aquella época."

A lo que el conde le respondió:

 – "Tengo muy buena memoria y he estudiado mucho la historia de Francia. A veces incluso me divierto, no diciéndole a la gente, sino haciéndoles creer que viví en esos tiempos más antiguos." »

(Hausset, p.142-143)

Y ustedes ya saben lo que pasa con ese tipo de historias, la gente ya sea inconsciente o conscientemente se pone a participar en ellas, y es así como varios miembros de la corte de Francia aseguraron haber conocido al conde de Saint-Germain hace muchos años atrás, creando de esa manera el rumor de que el conde de Saint-Germain, aunque tenía la apariencia de un hombre en la flor de la vida, en realidad era un hombre con más de cien años.

Y Madame du Hausset también transcribió en sus Memorias una conversación que Madame de Pompadour tuvo con el conde de Saint-Germain sobre ese asunto:

« El rumor de la edad longeva del conde de Saint-Germain había llegado hasta los oídos de Madame de Pompadour, quien le preguntó sobre este punto al conde diciéndole:

 – "Pero al fin y al cabo usted no dice su edad y hay quienes afirman que usted es mucho más anciano de lo que parece, por ejemplo la condesa de Gergy, quien fue, creo hace cincuenta años embajadora en Venecia, ella afirmó haberlo conocido allá y que usted se veía igual que como se ve actualmente."

A lo que el conde le respondió:

 – "Es cierto que hace mucho tiempo conocí a la condesa de Gergy."

 – "Pero según ella, ¡usted tendría ya más de cien años!"

 – "Eso no es imposible", respondió el conde riendo, "pero estoy de acuerdo en que es aún más posible que esa señora a quien respeto mucho, esté divagando."

 – "Ella dice que usted le dio un elixir milagroso que durante mucho tiempo la mantuvo muy joven haciéndola parecer como si tuviera veinte años de menos. ¿Por qué no le da al rey también un poco de esa poción?"

 – "¡Ah Señora!", dijo el conde con una expresión de temor, "estaría loco si me atreviera a darle al rey una droga desconocida." »

(Hausset, pág.143)

La condesa de Gergy era una señora ya muy mayor, y lo más probable es que como lo precisó el conde, ella ya estuviera un poco descarrilada de la cabeza.

Y de manera similar, otro aristócrata afirmó que "personas dignas de fe habían asegurado que el músico Rameau habría conocido personalmente al conde de Saint-Germain en Venecia en 1710 y que el conde se veía en ese entonces, o sea hace cincuenta años, idéntico a como se ve ahora".

Y esto seguramente también es falso, porque si bien es cierto que Rameau hizo un viaje a Italia, fue en 1701 y no en 1710, y aunque él partió con la intención de visitar la península italiana, en realidad no fue más allá de Milán.

Y la documentación histórica muestra que lo más probable es que el conde de Saint-Germain haya nacido a finales del siglo XVII, o sea que él tendría cerca de 60 años cuando se involucró con la corte de Francia, pero el conde no rechazó esa leyenda que se había creado sobre su edad, porque era una forma de mantener el interés sobre él, y así interesar y divertir a Madame de Pompadour y también al Rey Luis XV.

Y así como en la actualidad el pueblo se interesa por lo que sucede con los famosos, de la misma manera la población en el siglo XVIII se interesaba sobre lo que sucedía con la realeza.

Y entre los habitantes de París, varios pícaros se aprovecharon de esta historia para hacerse pasar por el inmortal Conde Saint-Germain, y un ejemplo de ello lo señaló el historiador Paul Chacornac en la biografía que él escribió sobre Saint- Germain:

« Un pantomimo conocido como Milord Gor fue el principal protagonista de esta farsa. Primero fue llevado por bromistas a los salones del Marais bajo el nombre de Monsieur de Saint-Germain, para así satisfacer la curiosidad de las damas y los espectadores de ese distrito de París, en donde era más fácil engañar a la gente que en la zona del Palais-Royal.

Y fue en ese lugar donde nuestro falso conde se permitió dar rienda suelta a su imaginación, al principio con un poco de vacilación, pero viendo que se le creía todo lo que él decía y además con admiración, fue retrocediendo cada vez más, siglo tras siglo, hasta llegar a la época de Jesucristo de quien habló con gran familiaridad como si hubiera sido su amigo, ya que sobre él, Milord Gor dijo:

 – "Lo conocí muy personalmente y él era el mejor hombre del mundo, pero demasiado soñador; a menudo le advertí que terminaría mal."

Y luego nuestro actor indicó los trámites que él hizo para tratar de salvarlo intercediendo con Poncios Pilatos, y cuya casa supuestamente frecuentaba a diario, pero todo fue en vano. Y también mencionó que había conocido a la Santísima Virgen, e incluso a Santa Ana, su anciana madre, y sobre ella él comentó:

 – "Le hice un gran servicio después de su muerte, ya que sin mí esfuerzo ella nunca habría sido canonizada, pero para su suerte resulta que yo estuve en el Concilio de Nicea, y como conocía muy bien a varios de los obispos, les estuve repitiendo continuamente lo maravillosa que había sido esa mujer, hasta que los convencí que la santificaran." »

(Chacornac, p.76-77)

Y la prensa amarillista que siempre está en busca de este tipo de noticias que elevan las ventas, retomó esas historias e incluso las incrementó aún más con nuevas fantasías, y así por ejemplo C. Cantú en la herejía de la Revolución escribió:

« Se dice que el conde de Saint-Germain conoció al rey David, y que también asistió a las bodas de Caná, y que cazó con Carlomagno y que también bebió con Lutero. »

(Le Clère, París, 1870, p.45)

Y estas historias fantasiosas, pero repetidas en París con bastante seriedad, contribuyeron a crear otra leyenda aún más grande que aseguraba que el conde de Saint-Germain poseía un brebaje alquímico que lo rejuvenecía y lo volvía inmortal.

Sin embargo la documentación histórica indica que en realidad el conde de Saint-Germain murió en 1784 en Eckernförd. Pero como el conde de Saint-Germain seguía siendo una figura muy enigmática que continuaba atrayendo el interés del público, varios individuos escribieron historias contando aún más sobre su supuesta inmortalidad, y también mencionaron que el conde se le había aparecido a diferentes personas, incluso mucho después de su fallecimiento oficial, lo cual siguió alimentando e incrementando aún más esa leyenda de la inmortalidad del conde de Saint-Germain.

Pero de todos esos testimonios que se han relatado:

• O fueron otras personas a las que confundieron con el verdadero conde de Saint-Germain, debido a que había otras personas que también se llamaban Saint-Germain.
• O fueron otros embusteros como Milord Gor que se hicieron pasar por el conde de Saint-Germain.
• O simplemente fueron historias inventadas por sus autores para entretener a la gente.

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Y es desconcertante constatar que todavía hoy en día hay algunos metafísicos que siguen afirmando que esa historia es verdadera y que el conde de Saint Germain era un inmortal hasta que finalmente fue ascendido volviendose así un "maestro ascendido" (y mostrando con ello la profunda ignorancia que tienen esos individuos).

Y más teniendo en cuenta que los grandes maestros han explicado que la inmortalidad física es algo imposible de lograr, y así por ejemplo el maestro Morya especificó en una carta que:

« Los más grandes adeptos pueden prolongar la vida [gracias al poder que ellos han desarrollado y el conocimiento oculto que ellos han adquirido, pero debido al desgaste energético que es algo no se puede evitar], ni siquiera ellos, los más grandes adeptos pueden evitar la muerte, ni siquiera para ellos mismos. »

(CM 134, p.463)

Sin embargo, los maestros también explicaron que la muerte no es algo grave, ya que la conciencia sigue existiendo, y que con la reencarnación la persona vuelve a descender a la Tierra.

El problema es que actualmente los humanos todavía no tienen el nivel de desarrollo suficiente para acordarse de sus vidas pasadas, pero cuando ellos hayan evolucionado aún más, entonces la muerte se volverá simplemente un cambio de la envoltura física, así como ustedes cambian de vestimenta.