Sobre este tema, William Judge
escribió lo siguiente:
«
EL FENÓMENO DE LA PRECIPITACIÓN
La palabra "precipitación"
significa lanzar sobre o dentro, y este término se utiliza en la química para
describir el hecho de que una sustancia que se encuentra retenida o suspendida
en un fluido, deja de estar disuelta dentro de ese fluido y cae sobre el fondo
del receptáculo en el que se encuentra.
Y en el uso de la electricidad
aplicada, esta palabra puede utilizarse para describir la proyección sobre una placa
de metal u otro objeto, de partículas de otro metal mantenidas en suspensión en
el fluido de un baño eléctrico.
Estos dos procedimientos químicos se
hacen todos los días en casi todas las ciudades del mundo, y son tan sencillos
como comunes. Y en la fotografía, el mismo efecto se describe con la palabra
"revelar", que es la aparición en la superficie de la placa de
gelatina sensibilizada por la imagen captada por la cámara.
En la precipitación química, los
átomos se unen y se hacen visibles como una sustancia separada del fluido en el
que se encontraban. Y en la fotografía, la imagen aparece por una alteración de
los átomos que componen toda la superficie de la placa sensibilizada.
Y en ambos casos tenemos la
visibilidad de lo que antes era invisible. Y en el caso de la precipitación, percibimos
que antes de la operación ese polvo ya existía, nada más que se encontraba
invisible dentro del fluido, y al aplicar la precipitación, ese polvo se volvió
visible.
Y de la misma manera como la materia
puede precipitarse a partir de un fluido, también puede extraerse y
precipitarse los diversos metales y sustancias que se encuentran suspendidos en
el aire mismo. Los químicos y otras personas han hecho esto con tanta
frecuencia que no se necesitan exponer pruebas.
Ahora bien, los antiguos y todos los
ocultistas del pasado y del presente siempre han afirmado que partículas de todos
los metales, sustancias, pigmentos y materiales existen en el aire, mantenidos en
suspensión, y esto ha sido admitido por la ciencia moderna. Incluso el oro, la
plata, el hierro y otros metales pueden volatilizarse por medio del calor y
flotar sin ser vistos en el aire, y esto se produce todos los días en las minas
y fábricas del mundo.
Por lo tanto, puede considerarse
establecido más allá de la controversia que, como hecho físico, la
precipitación de sustancias es posible y se realiza todos los días.
Y aquí surge la pregunta:
¿Así como se logra precipitar por medios químicos, es
posible también mediante la fuerza de voluntad y el uso de leyes ocultas precipitar
sobre una superficie de madera, papel, metal, piedra o vidrio, una masa de
sustancia en líneas o letras u otras combinaciones para producir una imagen visible
o un mensaje legible?
Y la respuesta es que para la
ciencia moderna esto aún no es posible, pero para el Adepto esto si es posible,
y lo efectúa cuando se requiere. Y también lo han efectuado los médiums, aunque
estos no lo hacen de manera consciente, sino simplemente como meros agentes o
canales pasivos de las entidades que ellos invocan.
En cambio el Adepto sabe cómo se
puede lograr esta materialización de manera voluntaria, qué materiales se
pueden usar y dónde se pueden obtener esos materiales. Cómo estos materiales se
pueden extraer del aire y qué leyes generales y especiales se deben de tener en
cuenta.
Y que esta operación se puede realizar,
lo sé yo mismo de mi propio conocimiento ya que yo he sido testigo y he visto cómo
la materialización se produce, observando el proceso a medida que avanza, y he
visto el efecto producido sin fallas. Y más adelante relataré una anécdota
sobre esto.
PARTICULARIDADES EN LA PRECIPITACIÓN
DE LAS CARTAS DE LOS MAESTROS
Sobre la precipitación de las cartas
enviadas por los Maestros se ha hablado mucho en la Sociedad Teosófica, pero la
mayoría de las personas han llegado a conclusiones erróneas sobre cómo se
efectúa ese procedimiento.
La mayoría de las personas suponen
lo siguiente:
1. Que los mensajes precipitados están en papel de arroz.
2. Que son invariablemente en uno o dos colores de algún tipo
de tiza o carbón.
3. Que en todos los casos las palabras se incorporan dentro de
la fibra del papel por lo que no se pueden borrar.
4. Que en cada caso, las cartas vinieron del Tíbet o de algún
otro lugar distante invisible a través del aire.
5. Que todos estos mensajes son hechos por la mano del Adepto y
están en su caligrafía como éste la usa comúnmente.
Y si bien es cierto que cada uno de
los detalles anteriores puede haber estado presente en algunos de los casos y
que cada uno de estos casos mencionados es posible. No es correcto considerar
que siempre se produce así, ya que los métodos, los medios, las condiciones y los
resultados de la precipitación son tan variados y numerosos como cualquier otra
operación de la naturaleza.
Y algunos de los maestros de este
arte establecen lo siguiente como apropiado para tener en cuenta:
a) una imagen o mensaje precipitado puede estar en cualquier
tipo de papel.
b) puede estar en color negro o cualquier otro pigmento.
c) puede estar en carbón, tiza, tinta, pintura u otro fluido o
sustancia.
d) puede estar en cualquier tipo de superficie o cualquier tipo
de material.
e) puede incorporarse en la fibra del papel, y por lo tanto ser
imborrable, o descansar sobre la superficie y erradicarse fácilmente.
f) puede aparecer por el aire como un mensaje terminado en
papel u otro material, o puede precipitarse de inmediato en el lugar de
recepción en cualquier tipo de sustancia y en cualquier tipo de lugar.
g) no necesariamente tiene que ser la escritura del Adepto, y
puede ser una escritura comprendida por el destinatario y en un idioma desconocido
para el Adepto, o si puede ser la caligrafía del Adepto, o finalmente en un
código conocido por unos pocos y no descifrable por nadie sin su clave.
La mayoría de los mensajes
precipitados o enviados por los Adeptos en la historia de la Sociedad Teosófica
han sido en inglés (que no es la lengua habitual que hablan los Adeptos), pero
se adoptó ese idioma para ser utilizado en el movimiento teosófico debido a un
conocimiento previo de que el movimiento sería durante algún tiempo iniciado en
los países anglófonos.
Algunos otros mensajes han sido
escritos y precipitados en hindi o urdu, algunos en indostaní y algunos en un
código perfectamente ininteligible para todas las personas, excepto algunas.
Y estas afirmaciones las hago sobre
el conocimiento personal fundado en la observación y en la confirmación a
través de una inspección de mensajes y en la deducción lógica hecha a partir de
los hechos y proposiciones filosóficas.
En primer lugar, los Adeptos a los
que se hace referencia [Kuthumi y Morya] (y sin incluir a los que se mantienen
ocultos y que son de nacimiento europeo) son asiáticos y sus idiomas son dos lenguajes
indios diferentes. Por lo tanto, su idioma habitual no es el inglés ni su letra
es la romana.
En
segundo lugar, es un hecho que durante mucho
tiempo se sospechó y para muchos es bien conocido, tanto dentro como fuera de
la Sociedad Teosófica, que la Fraternidad de los Adeptos tiene un código que
emplean para muchas de sus comunicaciones, y que siendo universal, no es su escritura
natal.
Y en
tercer lugar, para enviar a cualquiera un
mensaje precipitado en inglés, no es necesario que el Adepto sepa ese idioma; y
solo es suficiente que la persona que recibe ese mensaje conozca ese idioma, ya
que ella misma va a transcribir los pensamientos recibidos del maestro al
inglés. Pero si el Adepto conoce el lenguaje que se va a utilizar, será más
fácil para él dar un mensaje exactamente como este se forme en su cerebro desde
el inicio.
(Observación: Blavatsky explicó que
el maestro envía el mensaje por medio de sus pensamientos a uno de sus
discípulos quien es el que va a efectuar la precipitación, y el discípulo que
sabe inglés puede transcribir los pensamientos del maestro en ese idioma.)
Y la misma ley se aplica a todos los
casos de precipitación efectuados por los “espíritus” a través de los médiums,
aunque estos no saben en absoluto cómo se produce, y en tales casos el
procedimiento se efectúa por las entidades contactadas, las cuales usualmente
solo pueden imitar lo que se encuentra en el cerebro de las personas que
participan a la sesión de espiritismo.
Y teniendo en cuenta estos puntos, ahora
respondamos a las preguntas:
¿Cómo se hace todo eso, cuál es el proceso, cuáles son los
estándares de juicio, de crítica y de prueba al sentido externo, es posible la falsificación,
y de ser así, cómo puede ser prevenida?
LAS CARTAS PRECIPITADAS TAMBIÉN
SE PUEDEN FALSIFICAR
En cuanto a la última pregunta, el
elemento de fe o confianza nunca puede omitirse hasta que uno haya llegado a una
etapa en la que se desarrollen dentro de uno mismo el verdadero estándar para de
esta manera poder juzgar con eficacidad, ya que así como la falsificación se
puede hacer en este plano físico, también se puede efectuar en los otros planos
invisibles.
Las almas dispuestas al mal pueden
obrar con malicia y utilizar a las personas vivas ignorantes de ser sus
instrumentos, como también pueden utilizar a los espíritus de la naturaleza.
Pero esto último proporciona un poco
protección, la cual se encuentra ilustrada en la historia del espiritismo,
donde se reciben muchos mensajes que a primera vista, no tienen sentido, y que
evidentemente son el trabajo de los elementales que simplemente copian lo que
el médium o alguien presente estaba pensando en vano.
Y en esos casos, han llegado algunas
cosas buenas, pero nunca están más allá del mejor pensamiento de las personas
que, viviendo, intentan hablar con los muertos.
Pero regresemos al asunto de las
falsificaciones.
Cualquier forma de mensaje, una vez que
se encuentra escrito en la tierra queda impreso en la luz astral y permanece
allí como un modelo. Y si éste se ha usado mucho, éste queda aún más
profundamente impreso. Por lo tanto, el hecho de que H.P. Blavatsky, que una
vez fue el instrumento para los mensajes provenientes de los Adeptos, ya se
encuentra fallecida, no es una razón por la cual la misma escritura no debería poder
usarse nuevamente.
Y de hecho, se usó tanto en las cartas
enviadas al Sr. Sinnett y en muchas otras cartas de la misma fuente, que su
modelo o matriz se encuentra profundamente impregnado en la luz astral. Porque
sería una locura y una pérdida de tiempo para los Adeptos hacer nuevos modelos
cada vez que alguien muriera. Y por consiguiente ellos naturalmente usarían el
viejo modelo.
No existe una santidad especial en
el modelo particular utilizado por ellos, y cualquier buen clarividente puede
encontrar esa matriz en la luz astral. Y a partir de esto dos hechos se
concluye que:
a) las nuevas comunicaciones no necesitan estar en un nuevo
estilo de escritura,
b) y que existe el riesgo que las personas que buscan mensajes
por medio de los clarividentes o los mezmerizadores
lucidos puedan creer que reciben auténticos mensajes de los Adeptos, cuando en
realidad solo son imitaciones.
Y una salvaguardia contra esto es
que si estos nuevos mensajes no están en concordancia con los antiguos textos que
ya se conocen y que provienen de su primer canal designado, entonces muy
probablemente estos nuevos textos no son genuinos en su fuente, aunque estén
fenomenalmente elaborados.
Por supuesto, para la persona que
tiene el poder interno para ver por sí misma, podrá distinguir los verdaderos
de los falsos con más seguridad. Y esta posición concuerda con la filosofía
oculta, y ha sido declarada por los propios Adeptos, y está respaldada por los
hechos de la investigación psíquica dentro de las filas del espiritismo, de la teosofía
y de la vida humana.
Es bien sabido que los médiums han
precipitado mensajes en pizarras, en papel e incluso en la piel humana, los
cuales a su manera y estilo copiaban exactamente la caligrafía de un muerto ya
desaparecido, y también de los vivos. Y en esos casos el modelo de esa
escritura se encontraba en el aura de la persona que asistía a la sesión
espiritista, debido a que la mayoría de los médiums no están lo suficiente desarrollados
como para poder buscar y copiar independientemente modelos astrales que no se
encuentran conectados con alguien presente en la sesión espiritista.
Excluyo todos los casos en que la
mano física o astral del médium escribió el mensaje, porque el primero es un fraude
y el segundo es un truco psicológico. Y en este último caso, el médium que mira
hacia la luz astral ve la copia o el modelo que aparece allí y simplemente hace
un facsímil de lo que él ve, pero que es invisible para los que están
presentes.
Ahora bien, no hay excepción de la
ley a favor de los Adeptos, y las imágenes que ellos hacen o que ordenan hacer
y que quedan en el éter astral permanecen como propiedad de la raza y puede se
utilizado por otras personas. Y además en el caso, de los Adeptos, ya que ellos
tienen un poder de grabado nítido y vívido en la luz astral, por así decirlo,
todas las imágenes creadas por ellos son más profundas y más duraderas que las elaboradas
por los pensamientos y actos ordinarios y débiles de nuestra humanidad en desarrollo.
Así que la mejor regla para aquellos
que piensan que están en comunicación con los Adeptos a través de mensajes
escritos es evitar aquellos que contradicen lo que los propios Adeptos ya han
dicho antes; y también aquellos que contradicen a su sistema de filosofía, y que
como ya ha sucedido, fingen que Blavatsky se equivocó con la enseñanza que ella
aportó.
Todo eso, ya sea con intención o sin
ella, son simplemente bombinans in vacuo, sonidos que no tienen
significado, una confusión entre las palabras, o un conocimiento engañoso y
vano por completo.
Y como sabemos que los Adeptos han precisado
que ellos no tienen ninguna preocupación con el progreso de la ciencia egoísta,
entonces debe ser cierto que los mensajes que han aparecido supuestamente de
ellos, y con el fin de establecer alguna nueva proposición científica, o que no
son para el avance especialmente de la Hermandad, no pueden ser de ellos, pero
son producto de otras mentes. Una mera extensión a través de la oculta ley
natural de las teorías de los hombres débiles.
Y todo esto que les acabo de decir lleva
a la conclusión de que la precipitación de un mensaje no es evidencia por si
misma de que haya sido hecho por uno de nuestros Adeptos pertenecientes a la
Gran Logia Blanca.
¿CÓMO DIFERENCIAR LOS
MENSAJES FALSOS DE LOS MENSAJES VERDADEROS?
Los sentidos externos no pueden
emitir un juicio final seguro sobre la autenticidad de un mensaje precipitado,
solo pueden resolver cuestiones físicas como por ejemplo: de dónde surgió, a
través de quién, la credibilidad de la persona, y si se ha practicado algún
engaño en el plano objetivo.
Por lo que los sentidos internos,
incluyendo la gran facultad de combinación o el poder de la intuición, son los
jueces finales. Y es que lo externo tiene que ver únicamente con la parte
fenomenal, mientras que lo interno tiene que ver con las causas y los actores y
poderes reales.
Las precipitaciones son fenómenos
extraños para la gente común, pero que prueban la existencia de un poder todavía
desconocido por la ciencia que existe en la Naturaleza. Sin embargo, estos no
son manejos de las artes ocultas, sino simplemente la operación de la ley
natural, por muy recóndita y oscura que esta se encuentre en la actualidad. Una
ley tan natural como la combustión de una flama, la caída del agua, o la
descarga de un rayo.
Pero mientras que cuando el Adepto
hace aparecer una llama donde no hay mecha, o un sonido que llega desde donde
no hay superficie visible vibrante, esto el Adepto lo hace con pleno
conocimiento y control de las leyes que él maneja. Mientras que en el caso del médium,
éste utiliza las mismas leyes y las mismas fuerzas, pero de manera inconsciente
y con la ayuda de los cascarones humanos desencarnados que quedan flotando en
el Kama-Loka.
Y aquí los sentidos externos se ocupan
únicamente de los fenómenos externos, pero son incapaces de tocar en lo más
mínimo al funcionamiento invisible que hay detrás. Por lo tanto, solo pueden
decidir si se ha efectuado un fraude físico, pero nada más.
Por lo que si alguien que hasta
ahora se suponía que estaba en comunicación con los Adeptos Blancos se nos
acerca y nos dice: "Aquí hay un mensaje de uno de ellos", entonces si
no tenemos en nosotros mismos un poder interno para decidir si ese mensaje es
genuino o no, el siguiente paso es efectuar todo un análisis al respecto.
Y en el caso de H.P. Blavatsky, en
cuya presencia y a través de quién se decía que los mensajes provenían de los
Adeptos Blancos, era todo el tiempo y a pesar del análisis final, más una
cuestión de fe en aquellos que confesaron tener (y no tener) poder personal
independiente para saber por el uso de sus propios sentidos internos.
Pero el simple discernimiento les
habría ayudado a decidir sobre la autenticidad de los mensajes, ya que como ella
misma lo expresó de la siguiente manera:
- "Si usted cree que ningún Mahatma escribió las teorías
que he dado sobre el hombre y la naturaleza, y si no cree en la enseñanza que
he aportado, entonces debe concluir que yo lo hice todo."
Y esta última conclusión llevaría a
la posición de que sus actos, fenómenos y escritos la colocan en la posición
que usualmente le otorgamos a un Mahatma. En cuanto a las cartas o mensajes de
carácter personal, cada uno tiene y debe decidir por sí mismo si debe seguir o
no los consejos dados.
MENSAJES DE LOS MAESTROS INCRUSTADOS
EN OTRAS CARTAS
Otra clase de casos es donde se
encuentra un mensaje de los Adeptos adentro de una carta cerrada de un
corresponsal, o en el margen, o en otra parte de la hoja. Y ahí, los sentidos
externos deciden si el escritor de la carta insertó el supuesto mensaje o si
alguien más lo hizo, y eso debe decidirse sobre lo que se sabe del carácter de
la persona. Y si se decide que el corresponsal no lo escribió ni nadie más lo
hizo, sino que fue insertado fenomenalmente, entonces se deben usar los
sentidos internos.
Pero si no estamos entrenados,
ciertamente el asunto se convierte también en uno de fe por completo, a menos
que la intuición sea lo suficientemente fuerte como para decidir correctamente
que una persona sabia y poderosa como lo es un Adepto hizo que la escritura
apareciera allí.
Muchos de estos mensajes han sido
recibidos durante la historia del la Sociedad Teosófica. Algunos llegaron de
una manera, otros de otra; un mensaje podría estar en una carta de un miembro
de la Sociedad Teosófica, mientras que otro se encontraba en una carta de un
extraño que ignora por completo sobre estos asuntos.
Y en todos los casos, a menos que el
receptor tenga poderes independientes desarrollados dentro si mismo, ningún
juicio sobre simples fenómenos externos sería seguro.
Es muy difícil encontrar testimonios
de casos como estos, porque primero, son bastante raros, y segundo,
las personas involucradas usualmente no desean ser mencionados, ya que el
asunto transmitido tenía una relación muy personal con ellas.
Aún así se ha sabido que han
aparecido ese tipo de mensajes en los Estados Unidos y en Inglaterra, aunque
tales mensajes generalmente han sido considerados como falsos por los enemigos de
la Sociedad Teosofía.
Pero si bien las precipitaciones
fenomenales por el uso del poder oculto y de una manera desconocida para la
ciencia son posibles y han ocurrido, ese no es el medio más empleado por los
Adeptos Blancos para comunicarse con los favorecidos.
Ellos tienen discípulos con quienes
la comunicación ya está establecida y se lleva a cabo generalmente a través del
oído interno y el ojo interno, pero a veces también simplemente a través del
correo prosaico. Y en todos estos casos, nadie más está involucrado y nadie más
tiene derecho a formular preguntas.
El discípulo se reserva sus
comunicaciones para guiar su propia acción, a menos que se le ordene decírselo
a otro. Y difundir una gran cantidad de comunicaciones escritas entre aquellos
que están dispuestos a aceptarlas sin saber cómo juzgar sería la locura más
pura, solo producto de la superstición y de la credulidad ciega.
Este no es el objetivo de los
Adeptos ni el método que ellos persiguen. Y esta digresión que he efectuado del
tema principal será disculpada, pero era necesaria porque el tema de la
precipitación atrae de manera muy prominente.
Y debo precisar que ninguna cantidad
de precipitaciones, sin importar la duda y el fraude en cuanto al tiempo, el
lugar y el método externo que se haya utilizado, tendría el más mínimo efecto
en mi mente o acción, a menos que mi propia intuición y sentidos internos lo
confirmaran y mostraran ser de una fuente que debería llamar mi atención y
concurrencia.
Entonces,
¿Cómo se realiza la precipitación de las cartas y cuál es el
proceso?
¿CÓMO SE EFECTÚA LA PRECIPITACIÓN?
Esta pregunta plantea toda la
filosofía ofrecida en la Doctrina Secreta, porque si se niega el postulado del
carácter metafísico del Cosmos, si no se admite el poder supremo de la mente
disciplinada, si la existencia de un mundo interno y real es rechazada, si la
necesidad y el poder de la facultad de creación de imágenes no se permiten. Entonces
esa precipitación será considerada como algo que es imposible, pero les aseguro
que si es posible.
El poder sobre la mente, la materia,
el espacio y el tiempo depende de varios aspectos y situaciones. Y para la
precipitación de las cartas se necesita: una imaginación elevada a su límite
más alto, un deseo combinado con voluntad que no vacile, y un conocimiento de
la química oculta de la Naturaleza. Todo esto debe estar presente o no habrá
resultado.
La imaginación es el poder que forma
una imagen en el éter. Y esta facultad está limitada por cualquier falta de
entrenamiento mental y es aumentada por un buen desarrollo mental.
En las personas comunes, la
imaginación solo causa una pequeña impresión en el éter. Pero en cambio, este
poder cuando está bien entrenado, forma una matriz en el éter en la cual cada
línea, palabra, letra, oración, color u otra marca se crean firmemente.
Entonces la voluntad bien entrenada
debe usarse para extraer del éter la materia que se utilizará, y luego, de
acuerdo con las leyes de dicha operación, la materia depositada se acumula en
masas dentro de los límites de la matriz y se convierte en su acumulación
visible en la superficie seleccionada.
Y finalmente la voluntad tiene que
cortar la masa de materia de su atracción de donde provino. Y esta es toda la
operación.
Y aquí seguramente los lectores
escépticos van a reírse de la explicación que acabo de dar, y son libres de
hacerlo ya que no hay nada en la ciencia que corresponda con lo que acabo de
decir, y muchas de las posiciones establecidas son contrarias a varias
opiniones recibidas.
Pero en la Naturaleza hay un gran
número de efectos producidos que son todavía totalmente desconocidos por la ciencia,
y a la Naturaleza no le importa si se ríen de ella.
¿Pero cómo es posible inyectar tal precipitación en una
carta cerrada?
(Se preguntarán algunos.)
Y la respuesta es que el éter lo
penetra todo, y el sobre o cualquier otro objeto de material no es una barrera
para el éter. Por lo tanto en el éter se lleva el material a depositar, y como
toda la operación se realiza desde el otro lado de la naturaleza visible (desde
el plano invisible) hasta que finalmente se materializa el depósito, entonces las
obstrucciones físicas no hacen la más mínima diferencia.
Y para aclarar mejor esto, es
necesario volver por un momento al caso de las precipitaciones efectuadas a
través de los médiums. Aquí la matriz no necesita de una imaginación entrenada
para fabricar el mensaje, ni de una voluntad entrenada para sostenerla.
Simplemente resulta que en la luz
astral, las impresiones se fijan y permanecen inmóviles; y estas son utilizadas
por los elementales y otras fuerzas que laboran en ese trabajo, y ahí no hay
voluntad perturbadora que pueda interferir, ya que el trabajo se efectúa de
manera inconsciente y automática.
En el aura de la persona hay miles
de impresiones que permanecen inmóviles porque toda la atención se ha retirado.
Y cuanto más viejos o más simples sean, más firmemente existen. Y estos
constituyen también una matriz a través de la cual trabajan los espíritus de la
naturaleza.
PRECIPITACIÓN EFECTUADA POR BLAVATSKY
Y para terminar con este artículo
correctamente, les mencionaré el incidente enunciado al inicio. Fue con Blavatsky,
yo estaba sentado en su habitación junto a ella, y la distancia entre nosotros
era de unos cuatro pies.
En mi mano sostenía un libro que
ella nunca había tenido en su poder y que yo acababa de tomar del correo. El
libro estaba libre de todas las marcas, su portada estaba nueva y limpia, y nadie
lo había tocado desde que dejó la librería. Examiné sus páginas y comencé a
leerlo.
A cabo de unos cinco minutos, sentí una
corriente muy poderosa de lo que se asemejaba a electricidad, y la cual subió y
bajó por mi costado sobre la piel.
Entonces la miré y ella me estaba
mirando y dijo:
- "¿Qué lees?"
Había olvidado el título, ya que era
uno que nunca había visto antes, así que volví a la página del título. Y allí,
en la parte superior, en el margen donde no había estado antes, se encontraba
una frase de dos líneas escritas con tinta, y la tinta estaba húmeda, y era la
escritura de Blavatsky quien había permanecido todo este tiempo sentada delante
de mí.
Ella no había tocado el libro, pero
por su conocimiento de la ley oculta y de la química oculta, y por medio de su
imaginación y voluntad entrenada, ella había proyectado de la botella de tinta que
se encontraba ante ella, la tinta para hacer la oración, y por supuesto estaba
en su propia letra, ya que esa era la forma más fácil para hacerlo.
Y mi propio sistema físico se
utilizó para hacer el trabajo, y fue en el instante en que sentí esa corriente eléctrica
pasar por mi cuerpo, que la precipitación se realizó. Y esto debe de explicarse
de la manera como lo he esbozado, o debe descartarse como una mentira o una
ilusión mía.
Pero eso último yo no lo puedo
aceptar, porque yo sé que realmente sucedió, y además sé que el consejo en esa
oración fue bueno. Lo seguí y el resultado ha sido benéfico.
Y varias otras veces también he
visto a Blavatsky precipitar en diferentes superficies, y ella siempre dijo que
eso era una prueba que ella podía efectuar la precipitación, y que los magos
blancos y negros pueden hacer lo mismo. »
(Revista
Path, de octubre y noviembre de 1893)
(Observación: y en otro artículo William
Judge detalló más de cómo los maestros envían y materializan sus cartas, y lo
que dijo al respeto lo pueden leer aquí.)
Cid la venganza es buena o mala?
ResponderBorrarLos maestros dicen que lo preferible es dejar que karma imparta la justicia.
BorrarY PERDONAR?
BorrarEs todavía mejor, lo que no significa que la persona que hizo daño ya no vaya a ser castigada, puesto que todavía tiene que lidiar con su karma, pero al perdonar tú te liberas de esa cadena kármica que se creó entre esa persona y tú, y el karma en agradecimiento te va a recompensar con algo bueno para tu vida.
BorrarAhora entiendo por qué los ángeles en el libro la Respuesta del Ángel se irritaban cuando Lili y Gitta hacían preguntas que ellas mismas eran capaces de responder.
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