En
su libro “Curación Esotérica” Alice
Biley escribió lo siguiente:
« Las
causas fundamentales de las enfermedades
Este
es el problema por el cual toda la ciencia médica ha luchado para encontrar una
solución en el transcurso de las épocas, y consiste en hallar las causas
fundamentales de las enfermedades.
En
nuestra época actual mecanicista hemos deambulado demasiado sobre la superficie
de las cosas, alejándonos del punto de vista parcialmente veraz, mantenido en siglos
pretéritos, de que las enfermedades se hallan detrás de los “malos humores”
gestados, y proliferan en la vida subjetiva interna del paciente.
Pero
por la evolución del conocimiento obtenido, hemos llegado ahora a la superficie
de las cosas (obsérvese que no empleo la palabra “superficial”) y ha llegado el
momento en que el conocimiento pueda volver a entrar en el reino de lo
subjetivo y transmutarse en sabiduría.
En
la actualidad alborea el reconocimiento, en las mejores mentalidades de la
profesión médica y afines, de que en las actitudes subjetivas e ignotas de la
mente y de la naturaleza emocional, y en la vida de inhibidas o excesivas
expresiones sexuales, deben buscarse las causas de todas las enfermedades.
Sin
embargo, antes de comenzar con este estudio yo quisiera decirles que aunque yo
conociera la ultísima causa de las enfermedades, para ustedes resultaría
incomprensible.
La
causa se halla muy atrás, en la historia del legendario pasado de nuestro
planeta, en el curso (ocultamente interpretado) de la vida planetaria, y tiene
sus raíces en lo que se denomina generalmente “mal cósmico”.
Esta
frase no tiene ningún sentido para ustedes, pero describe simbólicamente un
estado de conciencia, de ciertos “Dioses imperfectos”. Dada la premisa inicial
de que la Deidad misma está trabajando para lograr una perfección, más allá de
nuestra comprensión, se puede inferir de que existe para los Dioses mismos y
para DIOS (como la VIDA del sistema solar) ciertas limitaciones y zonas o
estados de conciencia que todavía esperan ser dominados.
Y
estas limitaciones y relativas imperfecciones pueden causar efectos definidos
sobre sus cuerpos de manifestación que son los planetas y las estrellas. »
(Primera
parte)
Y
como de costumbre, lo que dice Alice Bailey está plagado de mentiras, ya que
ella asegura que las causas de todas las enfermedades se encuentran en “las actitudes
subjetivas e ignotas de la mente y de la naturaleza emocional, y en la vida de inhibidas
o excesivas expresiones sexuales”.
O
sea que en resumen, para Alice Bailey la causa de todas las enfermedades se
debe a nuestro subconsciente y por llevar una vida sexual liberal.
Pero
eso es falso porque el subconsciente solo es el depósito de nuestra vida
consciente, y si bien es cierto que hay enfermedades que se originan por los
desequilibrios que tenemos ahí dentro. Estos son solo una muy pequeña parte de
todas las enfermedades.
Aquí
se nota que Alice Bailey se leyó a Freud, pero ella lo generalizó de una manera
tremente errónea.
Y
tampoco una vida sexual más inhibida engendra las enfermedades. Lo que pasa es
que Alice Bailey tenía una mentalidad muy puritana, y como típica dogmática,
ella veía en la liberación sexual la fuente de todos los males.
Luego,
más abajo en su relato, Alice Bailey asegura que la causa original de las
enfermedades se debe porque el Creador de nuestro planeta (o sea el Logos
planetario) es un “Dios imperfecto” y por eso él se deja afectar por el “Mal
cósmico”.
Y
aquí una vez más todo lo que ella dice es falso, porque para comenzar los Dioses imperfectos no son Logos, sino
entidades que alcanzaron un gran desarrollo evolutivo, lo cual les permitió acceder
a cierto grado de divinidad, pero ese desarrollo no fue lo suficientemente
grande para que ellos pudieran convertirse en Seres divinos perfectos.
Mientras
que un Logos es una conciencia muchísimo más elevada e inmensa que los seres
divinos, ya que un Logos es el Creador de una parte del Universo y tiene bajo
su mando a toda una jerarquía de seres divinos.
O
sea que nada que ver los Dioses imperfectos con los Logos, y detallo más al
respecto en estos dos capítulos:
Y
además Alice Bailey cree que en el Universo existe el “Mal cósmico”, que según
ella sería el origen de los males que se manifiestan en la Tierra, pero como lo
detallé en el capítulo anterior a este. Todos los grandes instructores de
esoterismo que conozco aseguran que en realidad no existe ese Mal cósmico y que eso es solamente una
superstición inventada por la religión.
Que
en el Universo lo que existe son las Leyes Cósmicas, y entre las que se incluye
la Ley de Causa y Efecto, y que por consiguiente todos los males que sufren la
humanidad son generados por los propios humanos y por nadie más. A causa de
todos los desequilibrios, acciones y vibraciones negativas que ellos mismos
producen.
Y
esto incluye a las enfermedades como lo explicó el Maestro Pastor en este otro
capítulo:
CONCLUSIÓN
Así es que como
ustedes mismos lo pueden constatar, este es otro ejemplo más de a qué punto lo
que enseña Alice Bailey se encuentra seguido opuesto a lo que verdaderamente
enseñaron los Maestros de Sabiduría.
Incluso Pastor aclaro que el bien y el mal NO Existen como una realidad divina y esto es aclarado tambien por los àngeles en el libro La Respuesta del Àngel donde explican en pocas palabras que El mal es solo El bien pero que este NO esta en armonia. Las palabras exactas NO las recuerdo pero es en ese sentido.
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