Rao Sahib Soobiah Chetty fue uno de los primeros miembros que se unió a
la Sociedad Teosófica cuando esta se instaló en la India. Y tanto él como su
hermano Narasimhalu Chetty, ellos conocieron al Maestro Morya incluso antes de la fundación de la Sociedad Teosófica, cuando el
Mahatma visitó la ciudad de Madras en 1874.
Y sobre este encuentro, Soobiah Chetty relató lo siguiente:
« HPB y el Coronel Olcott llegaron a Madras el 19 de
diciembre de 1882, y unos días después de su llegada, un domingo por la mañana,
Madame Blavatsky estaba desempacando sus cosas, siendo asistida por "los muchachos",
o sea por: Damodar Mavalankar, Narasimhulu Chetty, Subbiah Chetty, y Krishnaswami conocido
como "Bhavaji".
Entre los artículos que los jóvenes desempacaron
se encontraban dos retratos; y Narasimhulu y Subbiah los estaban examinando
atentamente ya que reconocieron en uno de ellos a un saddhu (un hombre santo) que ellos habían conocido algunos años antes.
Y al darse cuenta de lo que estaban
haciendo, Blavatsky se abalanzó sobre ellos y les prohibió que tocaran esos
retratos, diciendo que eran las imágenes de los Maestros, pero los dos hermanos
le respondieron que ellos ya habían visto a una de las personas que se encontraban en esos retratos.
Blavatsky declaró que eso no podía
ser cierto, pero ellos insistieron que ya habían visto al Maestro Morya en
1874, cuando él había visitado la ciudad de Madrás, y que ellos
eran dos de las cuatro personas que lo habían visto en ese entonces.
Blavatsky les pidió que describieran
ese encuentro y ellos narraron que una mañana temprano un saddhu entró en su
casa sin previo aviso. Era un hombre sorprendentemente alto, vestido con un
largo vestido blanco y un turbante blanco, con su cabello negro cayendo sobre sus
hombros y barba negra, y él se paró delante de la puerta.
Entonces de las tres personas
presentes, una salió de la habitación y las otras dos, Narasimhulu y Subbiah,
se acercaron a él. El hombre santo hizo ciertas señales que los dos hermanos no
entendieron pero recordaron vívidamente.
Él les pidió una pieza y cuando ellos
fueron a la caja de dinero encontraron que contenía exactamente una pieza, la
cual se la dieron. Entonces el saddhu agradeció, se volteó y salió de la casa, mientras que
los dos hermanos lo siguieron pero de repente y para su gran asombro él desapareció.
No pudieron encontrar rastros de él
en la calle. Y esta desaparición repentina y misteriosa los impresionó
tanto que ellos siempre recordaron en detalle esa visita.
Y Blavatsky agregó a esa información
de que el Maestro Morya se dirigía a Rameshvaram, que es uno de los grandes
lugares de peregrinación en la India, y que ese encuentro es un incidente hasta
ahora inédito. »
(Publicado por primera vez en Adyar
Notes and News, del 25 de octubre de 1928, p.2)
Y
también Soobiah Chetty relató
en otro artículo dos encuentros más que él tuvo posteriormente con los Maestros:
« En
1883, Madame Blavatsky pasó el verano con el general y la señora Morgan en su
casa de descanso en Ootacamund. Ella me invitó o más bien dicho, me indicó que fuera
allí, y obedecí su solicitud con gusto.
Me
alegré de aprovechar la oportunidad que me dieron de tener el raro privilegio
de vivir por algún tiempo bajo el mismo techo que H.P.B. y bajo su influencia.
El intenso deseo de Madame Blavatsky era atraer la atención de los hombres de
posición hacia la Teosofía, y para lograr ese propósito, ella trabajó duro y
finalmente tuvo éxito.
Un
día, mientras discutíamos sobre cómo se podía asegurar ese objetivo, se sintió
una influencia muy fuerte. Y esto se debió a la aparición del Maestro Morya en
la sala.
Él
se materializó en parte, y pude ver una forma nebulosa, y aunque nebulosa, vi claramente
su brazo entregándole algo a Blavatsky.
Y
mi suposición de que él había venido allí para dar instrucciones sobre cómo se
podía obtener ese objetivo deseado fue correcta, ya que madame Blavatsky me lo confirmó
después.
Y
también durante ese mismo año el maestro Kuthumi se apareció en mi casa en
Mylapore, temprano a la mañana siguiente cuando conocí a Madame Blavatsky.
Y
posteriormente cuando estuve en la sede central de la Sociedad Teosófica en
Adyar y le conté a Blavatsky lo sucedido, ella me dijo que ese mismo Maestro se le había
aparecido a ella casi al mismo tiempo y que él le había regalado las rosas amarillas
que ella me mostró.
Y
permítanme decir que las rosas amarillas eran muy raras en ese tiempo, y de hecho, imposibles
de obtener en Madrás. »
(Revista
The
Theosophist, mayo de 1924, p.244-245)
Y asociado con lo anterior, en
julio de 1883, Soobiah Chetty recibió una nota escrita en tamil por parte del maestro Kuthumi en donde le decía lo siguiente:
« Más
vale que vengas. Dale las gracias a tu padre. Él ha hecho lo que pudo y no pudo
hacer más.
K.H.
»
Y
este texto fue publicado por primera vez en el libro “Las Cartas de los Maestros de la Sabiduría” primera serie, carta
35, pág. 98. Y el editor, Jinarajadasa, escribió la siguiente explicación:
« Transcrito
del original en Adyar. Esta breve nota el maestro la introdujo en una carta que
Blavatsky le había enviado al señor Soobiah Chetty, el 17 de julio de 1883,
desde Ootacamund, Nilgiri Hills, invitándole para que fuera a visitarla
en ese lugar donde ella se encontraba en ese momento.
La
parte principal de la nota se refiere al Sr. G. Muttuswamy Chetty, un juez del
Tribunal de Pequeñas Causas de Madrás, y padre del Sr. G. Soobiah Chetty.
El
señor Muttuswamy Chetty recibió en tamil una carta, publicada en Amritsar, del maestro
Kuthumi, y cuya traducción, según me informan, fue la siguiente:
- "El nuevo periódico
dirigido por el Sr. Sinnett será una salvación para la India. Deben trabajar
para lograrlo. Koot Hoomi."
Y
al recibir esta nota, el Sr. Muttuswamy Chetty intentó recaudar entre sus amigos
el capital requerido para la creación del periódico The Phoenix (ver Carta 14) pero
desafortunadamente no tuvo éxito. »
(Cartas de los Maestros de la Sabiduría,
p.122)
Todavía como carne, pero cada vez menos, y en algún punto siento que las futuras generaciones nos van a mirar como los últimos carnívoros. No falta tanto para que este hábito sea visto como el del cigarrillo o el ponerle mucha sal a la comida.
ResponderBorrarMuchas veces pienso que Blavatsky era un poco celosa con los Mahatmas. Hahahhaha me da mucha risa. Ya que ella se sorprendió que Chetty haya tenido un encuentro con los Mahatmas mucho antes de fundarse la sociedad Teosófica. Cid tengo una duda. Muchas personas fueron puestas a prueba y muchas fallaron. En si lo que falló fue la personalidad, aclaró me refiero a la personalidad cuando está manifestada en el plano físico, más el hombre interno puede en un futuro tener de nuevo esa oportunidad de volverse a encontrar con los mahatmas? O esa oportunidad ya no se le presentara nunca más? Que sabes al respecto. Yo creo sinceramente en la primera hipótesis, porque se me hace difícil que porque ese individuo falló en una prueba en solo una vida en sus demás reencarnaciones no se le vuelva a presentar dicha oportunidad. Ya que escudriñando en las conferencias de Pastor y en las enseñanzas dadas por Los Angeles ya que muchas cosas concuerdan lo que me hace considerar las enseñanzas de los mahatmas, las de pastor y la de los ángeles en muchos aspectos genuinas, ellos consideran sin decirlo en palabras propias que el fallar en una prueba en una vida, que al superarla solo acerca a la persona más a la meta y es la de la iluminación, al fallar no significa que las puertas se le cierran, ya que Pastor precisa que el ser humano es tan divino y tan solar como las entidades divinas que habitan en el sol y por tal razón es un derecho dar las oportunidades que sean necesarias. Es mi opinión, pero me gustaría saber que piensas al respecto.
ResponderBorrarConcuerdo contigo que a pesar de los fracasos, las oportunidades se vuelven a dar; como un niño que cae hasta que por fin aprende a caminar (y algunos lo logran rápidamente mientras que otros requieren de muchas más caídas). Y esa coincidencia que hay entre las enseñanzas más elevadas que he encontrado es uno de los aspectos que me hacen considerar que muy probablemente si son genuinas.
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