Aquí
voy a poner los consejos que Pastor dio a aquellos que le preguntaron cómo
colaborar con los Maestros y la Jerarquía para ayudar a la humanidad. Aunque
los consejos fueron dados en función de la naturaleza de esas personas, también
pueden servirnos si los consideramos en función de nuestra propia naturaleza.
« Preguntas:
-
Soy maestro de primaria y tengo la impresión de participar tan poco en la
construcción del ser divino que representa cada niño, ya que me encuentro
imposibilitado para transmitirles el conocimiento espiritual. ¿Cómo abordar
este problema para no perder el coraje y el entusiasmo?
-
Luego, me interrogo desde hace años sobre la orientación a dar a mi vida, es
decir, el tipo de servicio que puedo dar a la humanidad. ¿Si tuvieras algún
consejo para darme acerca de eso?
-
También hubiera querido saber, si es posible, ¿la naturaleza de los rayos que
me condicionan?
Por
lo visto, tienes mucha hambre
(Risas
del público)
¿Por
cuál pregunta quieres que empiece?
Por
la primera pregunta.
En
realidad mueres de deseo por comenzar por la última.
(Risas
de la audiencia)
(Después
de unos segundos de silencio)
Estos
son tus rayos: cuatro para la personalidad, tres para el alma.
(Lo
que son los rayos lo explico en: los siete rayos: introducción)
En
cuanto para qué tipo de servicio estás de cierta manera hecho, yo diría que primero
tienes todavía muchas cosas que consolidar en ti. Al decir esto, no me refiero
que tengas todavía muchas cosas que aprender y comprender. No. Lo que quiero decir
es que todavía te falta integrar las experiencias y enseñanzas que has
adquirido. Primero tiene que hacerlas madurar en ti, antes de querer hacer algo
con ellas. Veras, un campesino no va considerar recolectar una cosecha, antes
de haberla sembrado. Tú, por tus esfuerzos ya has arado, debes sembrar ahora. Y
sembrar, no como alguien que todavía tiene cosas que aprender, sino como
alguien que tiene cosas que madurar.
¿Cuáles son esas
cosas a madurar?
Muchas
cosas. También tu carácter, debe de ser fortalecido en su convicción. Con esto
no quiero decir que no la tengas hacia la Jerarquía o hacia tu trabajo
espiritual. No es eso, pero eres joven, comprendes. Necesitas adquirir todavía más
madurez. Lo que no significa que no puedas ayudar hasta que te hayas vuelto en
lo que describo. Por supuesto que no. Pero no quieras ir demasiado rápido en tu
ambición de ayudar, porque para nosotros serás verdaderamente útil cuando estés
un poco más maduro.
Es
como la madera, ves. La madera se vuelve realmente útil para el hombre cuando
deja de estar verde y se endurece, igual aquí. Porque el deseo de ayudar a la
humanidad es algo muy hermoso, es algo muy noble, es algo muy útil para
nosotros. Y así muchos discípulos quieren ser comisionados para cumplir misiones
en la Tierra. Pero también se necesita tener la fuerza. La fuerza de
encontrarse con los demás. La fuerza de
soportar a los demás. La fuerza de confrontarte a los otros e incluso a tus
propias dudas. Porque la fuerza no surge en el discípulo sólo porque ha
estudiado y meditado mucho. No. La fuerza surge cuando el individuo tiene
suficientemente la convicción en lo que cree, la convicción en lo que hace.
[Eso
es muy cierto, ahora que he estado esforzándome por servir, es por momentos una
lucha contra la adversidad. Les doy un ejemplo: ahora que mandé a un pueblo
perdido en la sierra uniformes para que los niños pobres pudieran ir a la escuela
(es incoherente pero les exigen uniformes), los vecinos del condominio en el
que vivo fueron a acusarme con el administrador que estaba gastando mucha agua lavando
ropa ajena (la ropa era nueva), que veían gente desconocida con bultos que entraban
y salían de mi departamento, que dejaba dormir amigas de la sirvienta (llegaron
tarde por las cosas, ni modo de correrlas). Tuve que pelearme en la asamblea, pero
me vale gorro. No voy a dejar de ayudar sólo porque los vecinos y
otros me miren feo.
Otro
ejemplo, en el blog no dejo los comentarios abiertos porque a cada rato hay “anónimos”
que se la pasan criticando destructivamente. A mí me vale, pero no quiero que
un lector que todavía no tiene mucho conocimiento y experiencia repudie la
enseñanza, sólo porque un tarado pone “son puras pendejadas lo que escribes”. También me estoy echando de enemigos a varios farsantes y sectas pero era de esperarse.
Esto
para mostrarles que si no se tiene una convicción ya firme, esa adversidad va a
desanimarlos, porque no crean que van a recibir porras celestiales entusiasmándolos
a seguir. Los seres de luz brillan por su ausencia, y no es que no ayuden, pero
su ayuda es invisible, lo que puede desmoronar a muchos a sentir que luchan solos.
Entonces se tiene que tener una voluntad muy firme para no dejarse derrumbar ante
el egoísmo de los demás, la negatividad que prepondera en el ambiente y los obstáculos que surjan.]
Ahora
bien, no digo que tú no tengas esa convicción. Para nada. Incluso tienes la
tendencia a querer convencerte demasiado a ti mismo [lo que puede tornarse en fanatismo si
no hay discernimiento]. Pero te digo que todas esas cosas que has
adquirido deben primero madurar en ti para que se vuelvan verdaderamente tu propia
naturaleza. Por ahora estas cosas son un poco, no fuera de ti, sino todavía
frescas, comprendes. Se requiere por lo tanto que se conviertan en tu propia
naturaleza. Porque es necesario que puedas incluso confrontarte contra tus
propias dudas, porque cuando tendrás una misión que cumplir, eso no significará
que ya habrás todo comprendido, incluso acerca de tu misión. Y a veces serás
invadido por enormes dudas. [Incluso Jesús las tuvo]. Y si no tienes la fuerza,
vas a abandonar todo. Por lo tanto, primero tienes que madurar tu ser.
[Ahora,
tampoco tienen que pasársela eternamente preparándose, porque entonces nunca
van a hacer nada. Por ejemplo, yo si me esperara a comprender bien toda la
enseñanza, nunca la escribiría, así que a medida que la voy estudiando, la voy
publicando. Y si no puedo responder a muchas preguntas, pues ni modo. Hay que
buscar un equilibrio entre preparación y acción.]
De
todas maneras, ya estás trabajando en las cosas que te gustaría que te dijera
que trabajaras y fueras más lejos con ellas, y el desanimo que percibo en ti,
ahora que te dije que primero tienes que madurar, no es correcto, porque eso no
significa que debas detener lo que ya as comenzado. No. ¡Continua! Tú lo que
más debes hacer es tener discursos con la gente, ya que eres muy apto para
hablar con las personas. No que tengas un verbo cautivador. No es en un aspecto
mágico que sitúo tu talento, sino que tienes una percepción de las cosas que te
da los medios de adaptar la enseñanza al nivel que lo requieren los otros. Esta
es otra de las razones por la que debes primero de integrar bien en tu ser lo
que has adquirido, para que justamente puedas adaptar ese adquirido a la
persona que se encuentre en frente de ti, en vez de simplemente repetir lo
aprendido.
También
vehiculas una energía que hace que la gente se sienta cómoda, y sobre todo se
ponga a la escucha. Es una especie de vibración ligera que sale de ti y que
genera la relajación a tu alrededor. Y en esa relajación la comunicación y el
dialogo son posibles. Así es que la labor que mejor te conviene, si quieres
colaborar con nosotros para ayudar a la humanidad, es a través de conferencias,
eventos y contacto con la gente.
Ahora,
ya que comenzamos a la inversa, vamos a tu primera pregunta. (Esta la detallo
en ¿cómo ser divino durante el trabajo?) »
(Conferencia
del 27-06-85)
(Luego
pondré más)
Ver
también: