LOS MAESTROS DESCRITOS POR CHARLES LEADBEATER


El principal lugar donde Charles Leadbeater describió a los maestros fue en el capítulo dos de su libro “Los Maestros y el Sendero”, y lo que él dijo al respecto fue lo siguiente:
 
 
EL CUERPO FÍSICO DE LOS MAESTROS
 
Vamos ahora a considerar el aspecto personal de los Maestros, diremos que lo modifica algún tanto el Rayo o tipo al que cada cual pertenece. El primer Rayo domina en las más eminentes características y quienes nacen bajo su influencia son los reyes y gobernantes del mundo interno y espiritual, y en consecuencia del mundo físico. Todo el que posea en sumo grado las cualidades que los capaciten para dominar a los hombres y conducirlos sin violencia por el camino que le plazca, pertenece probablemente al primer Rayo o se dirige hacia este Rayo.
 
(No sabemos cuáles rayos tienen los maestros, y las asociaciones que Leadbeater hizo él las inventó.)
 
 
 
El Señor Vaivasvata
 
Así es la regia presencia del Señor Vaivasvata, el manú y gobernador de la quinta raza raíz, el adepto de mayor estatura, pues mide dos metros de alto y está muy bien proporcionado. Es el hombre representativo y el prototipo de nuestra raza, pues de él descienden todos los individuos de esta raza. El rostro del Manú refleja extraordinario poderío; su nariz es aguileña, su barba castaña, espesa y ondulante, sus ojos también son castaños y en su cabeza ostenta una magnífica cabellera que le da un aspecto de leonina majestad.
 
Dice nuestra Presidente del Señor Vaivasvata: “es alto, de regia majestad, de mirada penetrante como la del águila, brillante y viva con reflejos de oro.”
 
Hoy día vive en los Himalayas, no lejos de la casa de su hermano mayor el Señor Maitreya.
 
(El Señor Vaivasvata no existe, es un personaje inventado por Leadfbeater.)
 
 
 
El Maestro Morya
 
Parecida figura es la del maestro Morya, lugarteniente y sucesor del Señor Vaivasvata, y futuro Manú de la sexta raza raíz (esto es falso). Es de la regia estirpe Rajput; usa barba partida, casi negra, y sobre los hombros le cae la cabellera. Sus ojos son negros, de escudriñante y poderosa mirada (esto es cierto). Es unos cuantos milímetros más bajo de estatura que el señor Vaivasvata, tiene aire marcial y habla en cortas y concisas frases, como si estuviera acostumbrado a que instantáneamente se le obedeciese. Su presencia da la impresión de una fortaleza y poderío irresistibles con imperiosa dignidad que mueve a profundísima reverencia. (esto es invento)
 
La señora Blavatsky me refirió varias veces cómo había  encontrado al maestro Morya en el Hyde Park de Londres cuando el año 1851 vino él con otros príncipes indos a visitar la primera Exposición universal.
 
(Dudo mucho que Blavatsky se lo hubiera contado porque ella no mostró simpatía por Leadbeater y sospecho que en realidad Leadbeater lo leyó en el libro “Reminiscencias” de la Condesa Constance Wachtmeister en donde ella relató ese encuentro.)
 
Inconscientemente, pues sólo tenía yo entonces cuatro años, lo vi también en aquella ocasión. Recuerdo que me llevaron a ver una fastuosa procesión cívica, en la que además de otras maravillas, cabalgaban unos personajes indos lujosamente trajeados. Eran habilísimos jinetes que a mi parecer montaban los más hermosos corceles del mundo y no es extraño que en ellos se fijaran deleitosamente mis infantiles ojos, y que fueran para mí lo más atractivo de aquella mágica exhibición. Al pasar los jinetes por donde yo estaba de la mano de mi padre, uno de los más arrogantes me echó con sus negros ojos una penetrante mirada que me estremeció y al propio tiempo me llenó de indescriptible gozo y entusiasmo. Pasó con sus compañeros y no lo volví a ver, pero el recuerdo de aquella refulgente mirada quedó estampado en mi infantil memoria.
 
Por supuesto que a la sazón no sabía yo quién fuese, y nunca lo hubiera podido identificar a no ser por una benévola observación que me hizo muchos años después. Hablando un día en su presencia de los primeros días de la Sociedad Teosófica, acerté a decir que tuve el placer de verle por vez primera en materializada forma cuando en cierta ocasión fue al aposento de la señora Blavatsky, en Adyar, para infundirle fortaleza y darle algunas instrucciones. Pero él, que conversaba con otros adeptos, volviese de pronto hacia mí y amablemente me dijo:
 
-         “Esa no fue la primera vez. ¿No recuerdas que cuando eras todavía muy niño fuiste a ver la cabalgata de caballeros indos, y no notaste que ya entonces te dirigí la mirada?”
 
Recordé inmediatamente y respondí:
 
-         “¡Oh! Maestro. ¿Erais vos? Debí haberos reconocido.”
 
No mencioné este incidente entre las ocasiones que tuve de tratar a un Maestro en cuerpo físico, porque no sabía que el jinete de la mirada fuese Maestro, y porque nadie hubiera hecho caso del testimonio de un chiquillo.
 
(Todo esto es falso porque Leadbeater nació en 1854, o sea tres años después de que el Maestro Morya estuviera en Londres.)
 
 
 
El Señor Chakshusha
 
Otro regio personaje es el Señor Chakshusha, el manú de la cuarta raíz, de nacionalidad china y nobilísima estirpe. Tiene los pómulos salientes del tipo mongol y su rostro parece primorosamente esculpido en marfil viejo. Viste de ordinario magníficas túnicas de tisú de oro, y por lo general no nos relacionamos con él en nuestra usual labor excepto cuando en tal o cual ocasión tratamos con un discípulo perteneciente a la cuarta raíz.
 
(El Señor Chakshusha no existe, es un personaje inventado por Leadbeater.)
 
 
 
El Señor Maitreya
 
La personalidad de nuestro Señor el Bodisatva, el Instructor del mundo, y la de su principal lugarteniente el maestro Kuthumi denotan la influencia de su omni-abarcante amor. El señor Maitreya lleva en la actualidad un cuerpo de la sub-raza celta, aunque cuando aparezca en el mundo para enseñar a su pueblo, como muy pronto tratará de hacerlo, asumirá el cuerpo preparado para él por uno de sus discípulos.
 
Hermosísimo es su rostro de rasgos firmes y sin embargo suavísimos, con abundosa cabellera que cual lluvia de oro le cae sobre los hombros. Su barba es puntiaguda, como se le representa en antiguas pinturas, y sus ojos son de un maravilloso color violado, parecen dos flores gemelas, dos luceros, dos profundos y santos orificios llenos de las aguas de sempiterna paz. Su sonrisa es de inefable dulzura y le rodea un deslumbrante nimbo de esplendente luz matizada con el admirable reflejo rosado que siempre brilla en el Señor de Amor.
 
Nos lo podemos imaginar sentado en su vasto salón frontal de su casa en los Himalayas. Se abren en el salón varias ventanas que dan a los jardines y terrazas y a lo lejos se divisan las onduladas planicies de la India. O bien cabe imaginárnoslo vestido de flotante túnica blanca con amplia cenefa de oro, paseando por el jardín para gozar del fresco a la caída de la tarde entre las hermosas flores que embalsaman el aire con su exquisita fragancia.
 
Admirable sobre toda medida y descripción es nuestro bendito Señor el Cristo porque de Él fluye el amor que conforta a millones de almas, y su voz es la voz que habla, como jamás lo hizo hombre alguno, las docentes palabras que dan paz a los ángeles y a los hombres. Dentro de pocos años, los que andan por los tenebrosos caminos del mundo oirán la voz y sentirán la influencia del amor de Cristo. ¡Ojalá podamos disponernos a recibirle cuando advenga y tributarle adecuado recibimiento y fiel servicio!
 
(El Señor Maitreya no existe, es un personaje inventado por Leadbeater.)
 
 
 
El Maestro Kuthumi
 
El maestro Kuthumi lleva el cuerpo de un brahmán de Cachemira y es de complexión tan airosa como la de los ingleses de tipo medio. Tiene flotante cabellera y ojos azules llenos de júbilo y amor. La barba y el cabello son castaños, tornasolados de rubio y oro cuando los hiere un rayo de sol. Difícil es de describir su rostro, porque la sonrisa altera su expresión. La nariz está elegantemente configurada y los ojos son rasgados y de un admirable y límpido azul. (esto es cierto)
 
También es instructor y sacerdote y de aquí a muchos siglos sucederá al Señor Cristo en su altísimo cargo, y será el Instructor del mundo y el Bodisatva de la sexta raza raíz. (esto es falso)
 
 
 
El Mahachoján
 
El Mahachoján es el tipo de estadista, del hábil organizador, aunque también posee algunas características militares. Lleva cuerpo indo, alto y delgado, de perfil elegante y rostro lampiño, severo, con robusto y cuadrado mentón. Los ojos profundos, de mirada penetrante, y habla con brusquedad de soldado. Generalmente usa el traje indo con turbante.
 
(El Maha-Chohan que describe Leadbeater es un personaje inventado por él, y el maestro Kuthumi especificó que el verdadero Maha-Chohan es el Señor Buda.)
 
 
 
El Maestro Rakoczi
 
Mucho se le parece al Mahachoján el maestro conocido con el nombre de conde de San Germán. Aunque no muy alto, es gallardo, de porte marcial, con la grave dignidad y exquisita cortesía de un magnate del siglo XVIII, que denota su pertenencia a una antigua y noble familia.
 
Sus ojos son rasgados y castaños, rebosantes de ternura y jovialidad, con destellos de energía, y su majestuoso aspecto impele a la obediencia. La color del rostro es aceitunada; el cabello recortado con raya en medio, peinado hacia atrás, y barba corta en punta. Suele llevar un uniforme de paño oscuro con vueltas de dorado encaje y capa encarnada de corte militar que acrecienta su marcial continente. Reside de ordinario en un castillo de la Europa oriental, secular propiedad de su familia.
 
(El maestro Rakoczi no existe, es un personaje inventado por Leadbeater quien pretendió que en su anterior reencarnación había sido el conde de Saint-Germain.)
 
 
 
El Maestro Serapis
 
El maestro Serapis es alto, de hermosa complexión (esto es verdadero) y nacionalidad griega, aunque toda su labor se concentra en Egipto, relacionada con la Logia egipcia. Es de distinguidas facciones de tipo ascético, algo parecidas a las del cardenal Newman. (esto es falso)
 
 
 
El Maestro Veneciano
 
Acaso el adepto llamado el Veneciano es el más gallardo y hermoso de toda la Fraternidad. Mide 1.98 metros de estatura y su abundante barba y rubia cabellera se parecen a las del Manú. Tiene los ojos azules. Aunque nacido en Venecia, su familia es indudablemente de sangre goda, pues su tipo pertenece a esta sub-raza.
 
(El maestro Veneciano no existe, es un personaje inventado por Leadbeater.)
 
 
 
El Maestro Hilarión
 
El maestro Hilarión es griego, de antiguo tipo heleno, excepto en lo ligeramente aguileño de la nariz, su ancha y hundida frente se parece a la del Hermes de Praxiteles. También es de hermosa presencia y del más juvenil continente que la mayoría de los adeptos. (esto es cierto)
 
 
 
El Maestro Jesús
 
El que en un tiempo fue el discípulo Jesús lleva ahora cuerpo sirio con la atezada epidermis, los negros ojos y la negra barba de los árabes. Viste de ordinario túnica blanca con turbante. Es el Maestro de los devocionales y tiene por tónica de su personalidad una intensa pureza y una tan profunda devoción que no conoce obstáculos. Vive con los drusos del monte Líbano. (esto es falso.)
 
 
 
El Maestro Júpiter
 
Dos de los excelsos seres con quienes nos hemos relacionado, difieren levemente del que con toda reverencia pudiéramos llamar tipo usual del cuerpo físico del adepto. A uno de ellos lo cita varias veces en sus escritos el coronel Olcott y se le da el nombre de Júpiter en mi obra titulada: “El Hombre; de dónde y cómo vino”.
 
Es de más baja estatura que la mayoría de los miembros de la Fraternidad, y según se me alcanza, el único cuyo cabello tiene toques grises. Se mantiene erguido y anda con gallardo aire marcial. Es propietario rural y cuando junto con el Swami T. Subba Row fui a visitarlo, lo vi varias veces tratar de negocios con quienes parecían ser capataces que le rendían cuentas y recibían instrucciones.
 
(El maestro Júpiter no existe, es un personaje inventado por Leadbeater.)
 
 
 
El Maestro Djwal Khul
 
El otro es el maestro Djwal Khul, quien todavía llevaba el mismo cuerpo de cuando logró el adeptado hace pocos años. Por  este motivo no le ha sido posible hacer de este cuerpo una perfecta reproducción del augoeides. Su rostro tiene rasgos distintamente tibetanos, con salientes pómulos, y es de aspecto un tanto avejentado.
 
(Djwal Khul no es tibetano sino indio.)
 
 
 
 
 
 
OBSERVACIONES
 
Aquí solo me limité a señalar lo que es cierto y lo que es falso, pero en los artículos donde les hablo sobre los maestros, ahí les detallo las razones por las que esas afirmaciones que hizo Leadbeater son falsas y se los demuestro. Y como ustedes mismos lo pueden constatar, prácticamente todo lo que él dijo acerca de los maestros es mentira, lo que demuestra la profunda charlatanería e hipocresía que tenía ese individuo.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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