LOS FENÓMENOS QUE BLAVATSKY HIZO CON UN ANILLO DE ORO




Sobre estos fenómenos, el coronel Olcott en su libro "Las Viejas Hojas de un Diario I" relató lo siguiente:

« Nuestra amable huésped, la señora de Carlos Houghton, quien estaba casada con un notario de Boston muy conocido que vivía en el barrio de Robury, me llevó un día en coche a la ciudad para asistir a una de las sesiones públicas de la señora Thayer.

H.P.B. rehusó venir y la dejamos en el salón hablando con el señor Houghton. El coche debía ir a buscarnos a cierta hora, y habiendo resultado corta la sesión, todos se marcharon, salvo una señora, la señora Houghton y yo.

Para pasar el tiempo le pedí a la señora Thayer que nos concediese una sesión particular, y ella accedió.

Nos colocamos en la mesa; yo tenía las dos manos de la médium con las mías y puse mi pie sobre los suyos; una de las señoras cerró las puertas y aseguró las ventanas; la otra se ocupó de la luz.

Después de haber aguardado algún tiempo en la oscuridad, no se oyó caer plantas, sino el coche que llegaba a la puerta y en el mismo instante algo fresco y húmedo como un copo de nieve cayó dulcemente sobre el dorso de mi mano.

No dije nada hasta que las luces se encendieron y seguí asegurando las manos de la señora Thayer, lo que hice notar a las señoras. La flor caída sobre mi mano era un encantador capullo de rosa musgo doble, medio abierto y cubierto de rocío.

La médium se estremeció como si alguien hubiese hablado detrás de ella, y dijo:
 
-        “Coronel, los espíritus dicen que esto es un regalo para la señora Blavatsky.

Se la di a la señora Houghton, quien al llegar se la entregó a H.P.B., a la que encontramos fumando cigarrillos y conversando aún con nuestro huésped.

La señora Houghton salió para quitarse el sombrero y el abrigo; yo me senté con los otros. H.P.B. tenía la rosa y la olía con ese aire lejano que sus íntimos le conocían cuando iba a producir fenómenos.

El señor Houghton interrumpió su ensueño diciendo:
 
-        “¡Qué hermosa flor!, señora, ¿me permite verla?”

Ella se la alcanzó con el mismo aire soñador y casi maquinalmente.

Él la olió y exclamó:
 
-        “¡Pero qué pesada está! Jamás he visto una flor semejante. Miren, el peso la hace doblarse sobre el tallo."
 
-        “¿Qué dice usted?", exclamé  yo, "nada tiene de rara, o por lo menos nada tenía cuando cayó hace un momento sobre mi mano. Déjeme que la vea.”

La tomé con la mano izquierda y entonces noté que era muy pesada.
 
-        “¡Tenga cuidado, no la rompa!”, gritó H.P.B.

Levanté suavemente el capullo entre el pulgar y el índice de mi mano derecha y la examiné. Nada visible explicaba ese peso anormal. Pero de pronto vi una fina luz amarilla en el interior, y como impulsada por un resorte, una pesada sortija de oro saltó de la flor y cayó al suelo a mis pies.

La rosa se enderezó en seguida y perdió su peso insólito. El señor Houghton y yo, hombres de leyes ambos, impulsados por la prudencia profesional, examinamos cuidadosamente la flor, sin poder descubrir el menor indicio de que los pétalos hubiesen sido separados; estaban tan apretados y entrelazados que no era posible introducir el anillo sin estropear el capullo.

¿Además cómo hubiera podido H.P.B. hacernos esa trampa ante nuestros ojos, en plena claridad de tres luces de gas y sin haber tenido la rosa en su mano derecha más de dos minutos antes de dársela al señor Houghton?

Hay una explicación posible para la Ciencia Oculta: la materia de la rosa y la de la sortija, podían haber sido elevadas a la cuarta dimensión y después traídas de nuevo a la tercera en el momento en que el anillo saltó de la flor.

Esto es ciertamente lo que sucedió, y los físicos que tienen el espíritu amplio, tendrán a bien notar que la materia puede conservar su peso perdiendo su volumen, como lo prueba esta encantadora experiencia.

La sortija pesaba media onza, y aún la llevo puesta hoy. No era una creación, sino un aporte; pertenecía, creo a H.P.B. y tiene el sello del contraste. Era una sortija especial para fenómenos, a juzgar por lo que sucedió un año y medio después.


La Sociedad Teosófica tenía entonces un año, y H.P.B. y yo ocupábamos dos pisos en la misma casa. Una noche, la señora W.H. Mitchell, mi hermana (si alguien desea preguntárselo, ella certificará ciertamente mi relato. Vive en Orange, Nueva Jersey) vino, con su marido a visitarnos, y durante la conversación pidió ver el anillo y me rogó contase su historia.

Lo miró, se lo puso en un dedo mientras yo hablaba, y después se lo dio a H.P.B. en la palma extendida de su mano izquierda.

Pero H.P.B., sin tocarla, cerró sobre la sortija los dedos de mi hermana, le retuvo un momento la mano, y después la soltó diciéndole que la mirase.

Ya no era más un sencillo aro de oro. Encontramos engarzados tres pequeños diamantes formando un triángulo.

¿Cómo se hizo esto?

La hipótesis menos milagrosa es que H.P.B. había hecho poner los diamantes por un joyero y por sugestión nos impidió verlos hasta el momento en que abrió la mano de mi hermana.

Como experiencia hipnótica es una cosa muy comprensible. He visto hacer, y yo mismo he hecho cosas del mismo género.

Puede hacerse invisible, no tan sólo un pequeño diamante, sino un hombre, una sala llena de gente, una casa, un árbol, una roca, un camino, una montaña, cualquier cosa; la sugestión hipnótica parece ofrecer infinitas posibilidades.

De cualquier modo que se explique ese fenómeno, sigue siendo admirable. »
(Capítulo 6)




Posteriormente cuando el diario Sunday Call entrevistó al coronel Olcott, él volvió a mencionar este anillo diciendo lo siguiente:

« Comentaré un evento que ilustrará esa capacidad de materialización que poseen los maestros y sus discípulos avanzados. Yo tengo un anillo de oro que siempre llevo conmigo. Tiene tres pequeños diamantes incrustados en forma de un triángulo isósceles, pero cuando lo obtuve, este anillo no era más que un simple aro de oro.

Entré en posesión de este anillo de una manera muy peculiar. Mucho antes de conocer a Madame Blavatsky, yo estaba en una sesión de espiritismo en Nueva York.

Ahí yo tenía una rosa en mi mano y el médium me dijo que cerrara los dedos con fuerza por unos momentos. Así lo hice, y cuando los volví a abrir encontré este anillo en el centro de la flor. No hace falta decir que he atesorado este anillo y siempre lo usé como un amuleto que el destino me había ofrecido.

Algunos años después, durante la primera gira de Madame Blavatsky por la India, cuando ella dio tantas manifestaciones maravillosas de su poder psíquico, nos encontrábamos en Simla y le conté la historia del anillo a una amiga que nos visitaba, y ella llevada por la curiosidad deslizó el anillo en su dedo y estaba a punto de quitárselo nuevamente, cuando Madame Blavatsky de repente le exclamó:

    -     “No te lo quites, dame tu mano."

Madame Blavatsky tomó la mano de la dama entre las suyas y la apretó con fuerza durante un minuto más o menos. Y cuando ella la soltó, el anillo todavía estaba allí, pero estos tres diamantes habían sido incrustados en él. »
(24 de marzo de 1901)






OBSERVACIONES

El coronel Olcott en su segundo relato se contradijo ya que él dijo que el anillo lo obtuvo antes de conocer a Blavatsky, mientas que en su primer relato él dijo que Blavatsky estaba con él cuando el anillo apareció.

Esto puede deberse por diversos motivos: el periodista no escuchó bien, Olcott no quiso precisar ese punto, o ya se le había olvidado puesto que en 1901 él ya era un hombre viejo y ese evento sucedió 27 años antes.

Pero esa contradicción no la considero relevante, y yo sospecho que los maestros transhimaláyicos estuvieron detrás de esos fenómenos, y ellos los hicieron para impresionar al coronel Olcott para así motivarlo a querer laborar por la causa teosófica.

Unos años después los maestros volvieron a aplicar esa estrategia con los señores Hume y Sinnett en la India.










2 comentarios:

  1. No lo sé, Nick. Parece falso.

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    1. Comprendo tu escepticismo pero Blavarsky precisó que los maestros la ayudaban para producir ese tipo de fenómenos y hay muchas más personas que también atestiguaron las materializaciones que ella realizó:

      https://esoterismo-guia.blogspot.com/2020/10/la-verdad-sobre-helena-blavatsky.html

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