LAS EXPERIENCIAS QUE TUVO WILLIAM BROWN EN LA INDIA CON LA SOCIEDAD TEOSÓFICA




William Tournay Brown fue un joven buscador que impresionado por el libro “El Mundo Oculto” de Alfred Sinnett, decidió ir a la India para descubrir más sobre la Teosofía y los Maestros.

Y las experiencias que él tuvo en la India, él las narró en dos panfletos titulados: “Algunas Experiencias que tuve en la India” y “Mi Vida”, pero de los cuales desafortunadamente solo he podido encontrar algunos fragmentos, y estos los he puesto en este otro capítulo en donde relato los encuentros que tuvieron William Brown, Damodar y el Coronel Olcott, con el Maestro Kuthumi, cuando ellos se encontraban en una gira por el norte de la India (ver link).

Y les recomiendo que primero lean ese otro capítulo para que así ustedes tengan una mejor comprensión de la manera como se sucedieron esos eventos.

En cambio aquí lo que voy a hacer es poner varios artículos que posteriormente William Tournay escribió y que se publicaron en diversas revistas, y en donde él da más detalles sobre lo que él vivió y experimentó en la India, y entre paréntesis añadí mis propios comentarios.





PRIMER ARTÍCULO

(Este es el artículo más antiguo que se conozca que haya escrito William Brown, y es una carta que él le mandó al editor de la revista espiritista The Religio-Philosophical Journal de Chicago, para defender a Blavatsky de las acusaciones que le hizo el espiritista Emmette Coleman, quien fue uno de los numerosos enemigos que tuvo Blavatsky.)

« En referencia al artículo del Sr. Emmette Coleman acerca del tema sobre los Mahatmas Teosóficos, puede ser interesante para nuestros compañeros de trabajo, o sea los espiritistas, y en particular para el Sr. Coleman, que ellos estén conscientes de los siguientes hechos:

1. Yo, quien escribe esta carta, junto con el Coronel Olcott quien es el actual Presidente de la Sociedad Teosófica, y Damodar Mavalankar, quien es un discípulo del maestro K.H., fuimos visitados en las ciudades de Lahore y Jammu, en la India, los días 19, 20 y 21 de noviembre de 1883 por el Mahatma Koot Hoomi en su propio cuerpo físico.

2. Sabemos que es un hombre vivo y que él domina sin duda esas facultades que son los poderes espirituales, debido a que estos se encuentran más allá del conocimiento de la ciencia materialista.

3. El maestro tuvo la amabilidad de dejarme recuerdos tangibles de su visita, en la forma de una carta y de un pañuelo de seda.

4. Estos hechos han sido ampliamente registrados en la revista The Theosophist, en el apéndice de la cuarta edición del libro "El Mundo Oculto", en un folleto que yo escribí titulado "Algunas Experiencias en la India", y en un bosquejo autobiográfico que también escribí llamado "Mi Vida".

Nosotros estamos familiarizados con el Sr. Hodgson quien fue enviado por la Sociedad para las Investigaciones Psíquicas de Londres para investigar a la Sociedad Teosófica, y también del informe que él escribió al respecto y que el Sr. Coleman magnifica con las palabras "búsqueda magistral" y "examen exhaustivo".

Pero para beneficio de sus numerosos lectores y para calmar cualquier duda sobre la existencia de los Adeptos indios, a continuación le transcribo en su totalidad, la carta mencionada anteriormente, con la declaración que hago solemnemente de que el original se materializó en mi mano cuando el maestro estaba parado en mi presencia, y cuando yo estaba completamente despierto y dotado de mi conciencia normal.

Y lo que la carta dice fue lo siguiente:

  "Lo que Damodar te dijo en Poonah es cierto. Nosotros nos acercamos cada vez más a una persona a medida que ésta se prepara cada vez más para que se dé ese encuentro. Tú primero nos vistes en visiones; luego en formas astrales, aunque muy a menudo no nos reconociste; luego en cuerpo a una corta distancia de ti. Y ahora me percibes en mi propio cuerpo físico, y tan cerca de ti que eso te permite dar a tus compatriotas, la seguridad con la que tú estás, y desde tu propio conocimiento personal, tan seguro de nuestra existencia. Y sobre lo que suceda, recuerda que serás observado y recompensado en proporción al esmero y trabajo por la causa de la humanidad que tú efectúes, y que los fundadores de la Sociedad Teosófica se han impuesto a sí mismos.  KH."


Sin más por el momento, me despido muy respetuosamente,
y quedo a vuestra disposición.
Wm. T. Brown, FTS
(BL Universidad de Glasgow, Escocia.)
Rochester, N.Y. »

(Esta carta apareció en la publicación del 28 de agosto de 1886, p.3, con el título “Los mahatmas teosóficos”.)








SEGUNDO ARTÍCULO

(En este otro artículo, William Brown relata varias de las experiencias que él tuvo en la India y yo sospecho que este es un extracto de su autobiografía “My Life”.)

« Después de graduarme de la Universidad de Glasgow, visité Londres, donde el nuevo movimiento teosófico estaba llamando mucho la atención. El Sr. Alfred Sinnett había recientemente llegado de la India, y como era el líder del pensamiento teosófico en Londres, yo tuve el deseo y la suerte de conocerlo.

Leí con interés su libro "El Mundo Oculto" en donde se exponen las opiniones de ese teósofo; y me impresionó tanto la razonabilidad de esa nueva filosofía que decidí obtener un conocimiento más profundo sobre el tema, y para ello decidí visitar yo mismo la India.

Armado con cartas de presentación para Madame Blavatsky y el Coronel Olcott (quienes son los líderes del movimiento teosófico en la India) dejé Inglaterra el 25 de agosto de 1883, saliendo en calidad de investigador independiente.

Y ahora puedo decir con toda sinceridad que mi motivo para ir a la India fue promover mis más altos intereses, es decir, aumentar mi conocimiento de las cosas espirituales y promover mi propia salvación; y será interesante para mí poner por escrito el razonamiento por el cual llegué a la conclusión de que el movimiento teosófico es bueno y merece la pena la más seria atención por parte de los pensadores religiosos.


Me dijeron que Madame Blavatsky poseía poderes paranormales, que ella era clarividente y clariaudiente, que varios fenómenos impresionantes ocurrían en su presencia como el tintineo de campanas invisibles o hacer sonar objetos pero sin haberlos tocado, y también que las cartas se materializaban en el aire "de la nada", y que ella estaba en comunicación por métodos ocultos o psíquicos, con los representantes vivos de los antiguos grandes sabios y magos del Oriente.

En cambio del coronel Olcott me dijeron que él no tenía poderes inusuales, pero que era un caballero sincero, que había sido anteriormente espiritista en los Estados Unidos, hasta que Madame Blavatsky lo convirtió a la doctrina teosófica.

De la clarividencia y la clariaudiencia de Madame Blavatsky, yo no tuve dudas que ella pudiera poseerlas, porque me había convencido de que la clarividencia y clariaudiencia son facultades verdaderas; del tintineo de las campanas y de los sonidos de objetos golpeados de forma invisible, así como de la materialización de las cartas, tampoco tuve dudas debido a que la literatura espiritista está repleta de miles de anécdotas similares; en cuanto a su relación con los antiguos grandes sabios y magos del Oriente, ahí si estaba dudoso.


Me hice las siguientes preguntas que a continuación puedo responder:


1) ¿Qué personaje es ella? ¿Ella se sacrifica a sí misma?

Y puedo asegurar que si y mucho, ya que a ella no le importan los placeres mundanos, pero en cambio pasa todo su tiempo promoviendo los intereses de la Sociedad Teosófica, de la cual ella ocupa el cargo de secretaria correspondiente y también edita la revista The Theosophist.


2) ¿Ella gana dinero por esas actividades?

No, por el contrario, Olcott y Blavatsky han gastado miles de libras de sus propios bolsillos (véase el prefacio de "El Mundo Oculto", p.15).


3) ¿Ella se gana el aplauso de la multitud por su trabajo?

No, solamente la estima de sus devotos seguidores.


4) ¿Cobra dinero por los fenómenos ocultos que ella ha efectuado?

Nunca, ni una fracción.


5) ¿En la revista que edita, se aconseja y ordena la pureza de la vida?

Siempre, ya que ella afirma que no puede haber avance en el ocultismo sin esos requerimientos.


6) En resumen, ¿está ella llevando una vida de esmeros en beneficio de sus semejantes en la India?

Yo pienso que sí.



Y se podría seguir la misma línea de investigación con respecto al coronel Olcott, y para darles una indicación de su carácter, no puedo hacer nada mejor que citar algunos pasajes de una carta privada que recibí poco después de mi llegada a Madrás.

Refiriéndose a la controversia de Ilbert Bill, que en ese momento, estaba en su apogeo, el Coronel Olcott dijo lo siguiente:

« Nosotros estamos dedicados a revivir la antigua sabiduría oriental, y por lo tanto tenemos que enfrentar el odio que se muestre hacia todo lo que es indio. Y eso hace que el afecto y el respeto hacia nosotros está creciendo de manera correspondiente entre los nativos.

Como ciudadanos estadounidenses, Madame Blavatsky y yo no sentimos ninguna dificultad para mantenernos libres de las pasiones y prejuicios que nos azotan, y es así como yo voy recorriendo la India, impasible por las cosas que están molestando a los europeos como si éstas no existieran. Pero, ¿podrás hacer tú lo mismo?

¿Está preparado para comer conmigo la comida más sencilla, no esperar ni lujos ni comodidades, a fortificar tu carácter soportando los climas extremos, más el cansancio de los viajes difíciles en todo tipo de transporte, por tierra y mar, para así poder conocer la existencia de los Maestros, pero sin embargo se te niegue el privilegio de ir a ellos, hasta que por años de arduo trabajo hayas purgado la naturaleza baja de tu egoísmo y la suciedad moral acumulada en tu interior, y al trabajar desinteresadamente para la iluminación de la humanidad, te hayas preparado para por fin recibir su compañía sagrada?

Piensa en todo esto, ya que la vocación del filántropo es difícil y pocos codician su corona de espinas, y menos gente aún pueden usarla. Y si sientes que ese continuo esfuerzo pronto te agote y suspires por descansar en tu casa, entonces no vengas, porque te la digo con toda honestidad que yo estoy tan muerto de cansancio que estaré listo para morir en cualquier momento por mi sociedad. »



Desde octubre de 1883 hasta enero de 1885, me relacioné inmediatamente con el movimiento teosófico en la India y me familiaricé con su trabajo. Viajé por todo el territorio, desde Madrás hasta Bombay, y desde Bombay hasta Peshawur. He estado tan al norte como Jammu en el territorio de Cachemira, y tan al sur como Madura y Tuticorin. Y al entrar en contacto con los indios de todos los niveles, adquirí un conocimiento de la vida nativa de la India que pocos europeos han obtenido.

Y como el mejor modo para probar la eficacia del movimiento teosófico es a través del dialogo, hagamos y respondamos algunas preguntas más:


1) ¿Hasta dónde logran promover su primer objetivo que es desarrollar la Hermandad Universal?

Y la respuesta es que puedo afirmar que en esa organización hay hombres y mujeres de todos los niveles sociales y culturas. Hay brahmanes, parsis, budistas, cristianos y mahometanos. Hay materialistas y espiritistas. Un miembro bien conocido es judío. En los Estados Unidos hay miembros en San Francisco, en St. Louis, en Chicago, en Rochester y en Nueva York; y en el resto del mundo hay miembros en Edimburgo, en Londres, en París, en Alemania, en Australia, y en todas las ciudades de la India. Y todos reconocen los grandes principios de la fraternidad y la libertad de pensamiento.


2) ¿Hasta qué punto el movimiento teosófico es un éxito en cuanto a su segundo objeto, a saber, el estudio de las literaturas y las sabidurías antiguas orientales?

Y la respuesta se encuentra en su revista The Theosophist que es una de las publicaciones metafísicas más avanzadas del mundo, y en la cual se encuentran constantes contribuciones a la enseñanza oriental por parte de miembros prominentes.


3) ¿El estudio del sánscrito recibe la debida prominencia?

Hay varias escuelas sánscritas bajo la supervisión de la Sociedad Teosófica.


4) ¿Se puede decir que los miembros de la organización tienen las capacidades intelectuales requeridas?

Hay miembros de las universidades de la India, Alemania, Inglaterra, Escocia y Estados Unidos.


5) ¿Hasta qué punto ha tenido éxito la Sociedad Teosófica con respecto al tercer objetivo, a saber, la exploración de los misterios ocultos de la naturaleza y el desarrollo de los poderes psíquicos latentes en el hombre?

El éxito en esta dirección está indicado por el número de estudiantes en diferentes países que se dedican al autodesarrollo.

Sin embrago, la enseñanza metafísica general de la Sociedad Teosófica es que aunque existen poderes latentes en el hombre aplicables a los planos híper-físicos y sutiles, es más importante el desarrollo espiritual. Y uno encuentra estas ideas inherentes a la filosofía oriental.

Ya sea que el instructor de admiración sea un Arhat budista o un Brahmin Rishi, él es uno de los que ha alcanzado grandes alturas en la ciencia espiritual por la fuerza de su voluntad, y los indios le dirán que la razón por la cual no hay Rishis visibles para el mundo ordinario de hoy en día, es que el mundo se encuentra actualmente en un estado de oscuridad espiritual que ellos denominan "La Kali Yuga" (la era del hierro).



Ahora, con respecto a los "fenómenos" de los que tanto se han hablado en la prensa pública, yo he experimentado varios "fenómenos" cuando Madame Blavatsky estaba a mil millas de distancia.

Por ejemplo, el 19 de noviembre de 1883, yo percibí en la ciudad de Lahore a un hombre que me pareció ser el maestro Kuthumi, y en la mañana del 20 me despertó la presencia de alguien en mi tienda. Una voz me habló y encontré una carta y un pañuelo de seda en mi mano.

Estoy consciente de que la carta y el pañuelo de seda no se colocaron en mi mano de la manera habitual, sino que se crearon "de la nada". Sentí una corriente de "magnetismo" y de repente esos dos objetos se habían materializado.

Me levanté para leer la carta y examinar el pañuelo. Mi visitante ya se había ido. El pañuelo es blanco de la seda más fina, con las iníciales K.H. marcadas en azul. Y la letra también está en azul y el texto es el siguiente:

« Lo que Damodar (un brahmán) te dijo en Poona es cierto. Nosotros nos acercamos cada vez más a una persona mientras ésta se prepara para lo mismo. Primero tú nos viste en visiones, luego en formas astrales, aunque muy a menudo no nos reconocisteis, luego en cuerpo a una corta distancia de ti. Y ahora me percibes en mi propio cuerpo físico tan cerca de ti que te permitirá afirmar a tus compatriotas la certeza de que estás seguro de nuestra existencia. Y sin importar lo que suceda, recuerda que serás observado y recompensado en proporción a tu esfuerzo y trabajo por la causa de la humanidad, causa que los fundadores de la Sociedad Teosófica han asumido desde hace tiempo. El pañuelo te lo dejo como muestra de esta visita. Y Damodar es lo suficientemente competente para contarte sobre el miembro de Rawal Pindi.  K.H. »


¿Quién fue el escritor de esta nota? ¿Fue el coronel Olcott?

No el coronel Olcott es incapaz de imponer, además que él no puede producir la escritura de K.H., que es conocida por al menos un centenar de personas.


¿Fue Damodar?

Damodar no sabía que el día anterior yo había visto a alguien “a poca distancia” de mí, ya que esto no se lo había comunicado a nadie, y además Damodar tampoco es capaz de producir la escritura de Kuthumi.



Nuevamente, en la tarde del 20 de noviembre, apareció en la llanura abierta la misma persona que yo había visto el día 19, y en esta ocasión Damodar y el coronel Olcott estaban a mi lado.

Damodar (que es un chela o discípulo) frente a nuestros ojos se acerco al maestro, conversó con él, y luego regresó informándonos de que efectivamente era Kuthumi y que había recibido instrucciones por parte de él.


¿Había alguien en Lahore lo suficientemente interesado en el movimiento teosófico y en el coronel Olcott, Damodar y yo para tratar de confundirnos?

No que lo supiéramos.


¿Dónde estaba Madame Blavatsky en ese momento?

En Madrás.


¿Dónde estaban los Coulomb que fueron los creadores de ese escándalo absurdo conocido como "El colapso de Koot Hoomi"?

También en Madrás.


Y estas circunstancias tuvieron lugar entre la mañana del 19 y la noche del 21 de noviembre.



También experimenté "fenómenos" cuando Madame Blavatsky estaba cerca. Por ejemplo, al regresar a Madrás, a mediados de diciembre, le escribí una carta a Kuthumi pidiéndole el favor de otra entrevista personal con él. Y esta carta Damodar la colocó en mi presencia dentro del "relicario", que era un armario que servía como una especie de oficina de correos astral y que se encontraba en la sede de la Sociedad Teosófica en Madrás.

Damodar cerró la puerta del relicario y en menos de medio minuto la volvió a abrir y la carta había desaparecido. No había ningún rastro de ella.

¿Había alguien oculto en la pared detrás y quién abrió una puerta oculta desde atrás y extrajo mi carta?


Eso dicen los detractores, pero de ser así, esa persona debe haberse contentado con pasar su vida encerrada allí, porque las cartas a menudo e inesperadamente (como la mía) eran puestas en el relicario a todas horas, en la mañana, a mediodía y en la noche.

Damodar escuchó, o pretendió escuchar una voz de manera clariaudiente, y me informó que su maestro Kuthumi me pedía que fuera paciente.

La noche siguiente (el 17 de diciembre) estaba en presencia de Blavatsky y amigos, incluido un general del ejército, un abogado y un médico, y al dar la vuelta en mi asiento, me encontré detrás en una repisa, la carta que había escrito, y al parecer el sobre no se había abierto y solo el nombre del destinatario había sido cambiado, ya que en vez de estar escrito para "Koot Hoomi Lal Singh" ahora estaba escrito para "W. Brown FTS", o sea mi nombre.

Y al abrir el sobre, encontré mi propia carta, y además una carta de ocho páginas que parecía provenir del maestro Kuthumi.


¿Cómo se compara esta carta con la carta que se materializó en mi mano en Lahore, cuando Blavatsky estaba en el otro extremo de la India?

La escritura es la misma y esto prueba que su autor, pero también el autor de la carta de Lahore, no es ni el Coronel Olcott, ni Damodar, ni los Coulomb, ni Madame Blavatsky, no es otro más que el verdadero K.H., el Iniciado Brahmán.

Y en esta carta él me escribió:


« Te dije a través de Damodar que tengas paciencia para cumplir tu deseo. Debes de entender que esto no se puede cumplir por el momento por varias razones. En primer lugar, sería una gran injusticia para el Sr. Sinnett, quien después de tres años de trabajo dedicado para la Sociedad Teosófica, su lealtad a mí mismo y a la causa teosófica, y quien ha suplicaron por una entrevista personal, ésta le ha sido hasta ahora rechazada por mi superior.

Además hace una semana que me fui de Mysore y actualmente no nos podemos ver porque estoy efectuando varios viajes y al final de mis trayectos iré a China y de allí a casa.

(Es interesante constatar que esta revelación, el maestro Kuthumi también se la informó al Sr. Sinnett, ver link.)

En esta última gira que hiciste con el coronel Olcott, se pudo realizar este encuentro por una serie de afortunadas coincidencias. Pero nosotros pocas veces hacemos estos encuentros, ni siquiera con nuestros propios discípulos, hasta que ellos lleguen a un cierto grado de desarrollo que ya no requiera más el uso y el abuso del poder para comunicarse con ellos.

Y te aseguro que son tan raros estos encuentros que si un oriental, y especialmente un hindú, hubiese tenido un encuentro como el que tu tuviste, él se habría considerado bendecido para toda su vida.

Pero además, tu presente solicitud para un nuevo encuentro se basa más en el miedo que sientes en tener que afirmar con todo tu corazón, aunque tú estés perfectamente convencido por ti mismo, que tuviste un encuentro con los Adeptos del Oriente, y quieres tener más anécdotas para contra, para de esta manera no dejar lugar a dudas en tus compatriotas.


¿Pero puedes proponer alguna prueba que sea una prueba completa y definitiva para todos?

Y la respuesta es no.


¿Y sabes qué resultados se obtendrían si recibieras el permiso para verme de la manera como tú lo sugieres en tu carta, y las consecuencias que tendrían tu informe de ese evento en la prensa inglesa?


Créeme, las consecuencias serían desastrosas para ti, porque todos los malos sentimientos que eso provocaría y sus efectos perversos caerían sobre ti, y eso te retrasaría enormemente en tu propio progreso durante un tiempo considerable, y no se producirá ningún bien.

Si todo lo que viste fue imperfecto en sí mismo, se debió a las causas anteriores. Me viste y me reconociste dos veces aunque fuera a una cierta distancia. Supiste que era yo y no otro. ¿Qué más puedes desear?. . .


Si eres sincero en tus aspiraciones, si tiene la menor chispa de intuición, si tu educación de abogado es lo suficientemente completa como para permitirte poner los hechos en su secuencia adecuada y presentar el caso con tanta fuerza como tu corazón lo cree, entonces tienes suficiente material para apelar a cualquier intelecto capaz de percibir el hilo continuo debajo de la serie de los eventos.

Y solo para el beneficio de tales personas tienes que escribir; no para aquellos que no están dispuestos a separarse de sus prejuicios y preconceptos, para el logro de acceder a la verdad, sin importar de cualquier fuente que pueda venir.

No es nuestro deseo convencer a estos últimos porque ningún hecho o explicación pueden hacer que un ciego vea. Además nuestra existencia se volvería extremadamente dificultosa sino es que imposible, si todas las personas fueran convencidas indiscriminadamente de nuestra existencia.

Puedes decir sinceramente y como un hombre de honor: "He visto y reconocido a un Adepto, y me acerqué a él e incluso lo toqué".

Algo más por el momento es imposible. Así es que joven amigo, estudia y prepárate. . . . Se paciente, conténtate con lo poco que ya has recibido y nunca pida más si esperas obtener ese más alguna vez. . . .

K.H. »




El 2 de agosto de 1884 se recibieron dos cartas con la letra bien conocida de Kuthumi, la primera era para el Dr. Hartmann y el Sr. Lane Fox conjuntamente, y la segunda era solo para el Sr. Lane Fox. Y copias de estas cartas efectuadas por mí en ese momento están en mis manos.

La carta para el Dr. Hartmann y el Sr. Lane Fox se refiere a una disputa que había surgido entre Damodar y yo, y lo que escribió el maestro fue lo siguiente:

« Damodar tiene indudablemente muchos defectos y debilidades como los demás. Pero él está desinteresadamente dedicado a nosotros y a la causa y se ha vuelto extremadamente útil para Upasika (Blavatsky).

Su presencia y asistencia son indispensablemente necesarias en el Cuartel General. Su yo interior no tiene el deseo de dominar, aunque el exterior actúa de vez en cuando por ese exceso de celo que ejerce indiscriminadamente sobre todo su entorno, ya sea pequeño o grande.

Sin embargo, debe recordarse que por inadecuados que sean nuestros "instrumentos" para nuestro propósito total, aún así son los mejores disponibles ya que no son más que las evoluciones de sus tiempos. Y aunque sería más deseable tener mejores "medios" para que actuemos, pero eso solo depende de los simpatizantes por la causa teosófica y de qué tan lejos estén dispuestos a trabajar desinteresadamente para ayudarla en su trabajo superior, y así acelerar el enfoque hacía un día lleno de acontecimientos.

Bendiciones a todos los trabajadores fieles en la Sede.

K.H. »



Y el siguiente pasaje es de la carta al Sr. Lane Fox:

« Sí, tienes razón en tu suposición. Dejamos que cada humano ejerza su propio juicio y gestione sus asuntos como lo considere conveniente. Cada humano es el creador de su propio karma y el maestro de su propio destino. Cada humano tiene que superar sus propias pruebas y sus propias dificultades en este mundo; y estas mismas pruebas y dificultades ayudan a su autodesarrollo al llamar sus energías hacia la acción, y finalmente es él mismo quien determina el curso de su evolución superior. »



Ahora bien, es interesante preguntar:


¿Dónde estaba Madame Blavatsky cuando se recibieron estas cartas?

Y la respuesta es que ella estaba en Europa.


¿Y dónde estaba el coronel Olcott?

Él también estaba en Europa.


¿Y dónde estaban los Coulomb?

Los Coulomb ya habían sido expulsados.


¿Pudo Damodar haberlas escrito?

Damodar no es capaz de admitir que él tiene "fallas y debilidades".


Así es que todas esas acusaciones que se han hecho de que ellos escribieron las cartas de los maestros son falsas.

_ _ _


Permanecí en la India hasta enero de 1885, y junto con otros investigadores recibí la mayor satisfacción. Y de la existencia del Adepto Kuthumi obtuve todas las pruebas deseables, y estoy convencido de la solidez de la enseñanza teosófica.

Solo resta agregar que me fui de la India casi al mismo tiempo que el Sr. Hodgson, el investigador de la English Psychical Research Society. Pienso que el Sr. Hodgson cree sinceramente en el informe que él preparó sobre los fenómenos de la Sociedad Teosófica, pero debido a su incompetencia para tratar sobre temas ocultos y psíquicos (probablemente derivado de un entrenamiento materialista), me temo que va engañar a un muy importante grupo de pensadores. »

(Publicado en The Religio-Philosophical Journal del 29 de enero de 1887, p.2, con el título “Ocultismo en la India”)




(Vemos que al principio, William Brown defendía intensamente a la Sociedad Teosófica y a Blavatsky, pero posteriormente las numerosas difamaciones que se hicieron contra ella terminaron por convencerlo de que Blavatsky era una embustera, y por consiguiente él también comenzó a atacarla, pero aún así él siguió defendiendo a la Teosofía, solo que considerando que Blavatsky se había desviado del sendero.)








TERCER ARTÍCULO

(Esta es una pequeña nota en donde William Brown ya comienza a desligarse de Blavatsky y de “su” Sociedad Teosófica, pero a pesar de ello, él continúa afirmándo ser un teósofo.)

« El Dr. Coues, al basar algunas observaciones sobre un libro, él dice que su "ortodoxia" y "autoridad" son incuestionables, y sugiere que yo debería cambiar mis puntos de vista. Pero que todos los hombres sepan que no reconozco la "ortodoxia" o la "autoridad" de la llamada Sociedad Teosófica, fundada por la persona conocida como Madame Blavatsky, bajo la dirección de "Koot Hoomi" y "Morya" et hoc gemus omne.

Afirmo ser un Teósofo debido a mi conocimiento de la Teosofía, que he adquirido a pesar de la parodia de Blavatsky, y con la que en el pasado, afortunada o desafortunadamente, he sido y de buena fe, un trabajador cercano.

El Teósofo
W.T. Brown, de Glasgow, Escocia.
Actualmente radicando en Boston, Massachusetts. »

(Esta nota se publicó en la revista The Religio-Philosophical Journal del 25 de junio de 1887, p.5, con el título “La Sociedad Teosófica y los comentarios del Sr. Coues”.)








CUARTO ARTÍCULO

(En el siguiente artículo William Brown defiende a Damodar, pero ya repudia abiertamente a Blavatsky.)

« Me complace ver en la publicación del 25 de septiembre, un breve ensayo que el Sr. Emmette Coleman hizo sobre la carta que envié al editor en agosto. El espíritu del Sr. Coleman es a mi juicio, el de una persona racional y un buscador de la verdad, y como yo también estoy ansioso que se muestre la verdad, por el bien de todos debería decir algo más sobre este tema importante.

En primer lugar, permítanme decir que estoy bien calificado para emitir un juicio sobre este asunto, ya que yo estoy familiarizado con todas las partes involucradas.

Habiendo sido atraído por la sabiduría y la belleza de las cartas de Koot Hoomi que se transcribieron en el “Mundo Oculto” y habiendo conocido al Sr. Sinnett en Londres, salí para la India a finales de 1883, con el propósito expreso de probar la verdad de la Filosofía Oculta y de los fenómenos paranormales.

Salí por mi cuenta y en gran medida contra los deseos de mis hermanos y amigos presbiterianos escoceses que deseaban que yo continuara con mi profesión que es la de abogacía. Pero aún así viajé a la India con un espíritu tranquilo e imparcial, ni predispuesto para apoyar a Madame Blavatsky, ni tampoco tener la satisfacción de demostrar que ella es un fraude.

Permanecí en la India durante quince meses: viajé por todo el país y vivía en la Sede Central con Madame Blavatsky y el Coronel Olcott; me hice amigo de Damodar y del resto de los discípulos; comparé notas de vez en cuando con mi compañero investigador, el Dr. Franz Hartmann de Alemania.

También conocí al Sr. Hodgson de la SPR (la Sociedad para las Investigaciones Psíquicas de Londres) cuando él fue a la India para investigar sobre los fenómenos que se producían en la Sociedad Teosófica, y yo intenté ayudarlo en sus investigaciones; y también fui miembro de la Junta de Control que destituyó a los Coulomb de la Sociedad Teosófica por fraude y corrupción.

En cuanto a la filosofía y el desarrollo de la moral, nadie la cuestiona. Es lo mismo ahora que cuando Jesús hizo sus "milagros"; porque las leyes naturales no cambian, sin embargo, por períodos de tiempo, pueden escapar de la percepción humana. Por lo tanto, la tarea que tengo ahora ante mí es deshacerme de las personalidades del caso, si puedo, de tal manera que demuestre que los principios no están afectados y absolver a las personalidades de acusaciones falsas e injustas.

Así es que a continuación menciono los hechos:


En base a su propia confesión y declaración, es un hecho que los Coulomb son unos engañadores fraudulentos. Y ellos fueron expulsados de la Sociedad Teosófica por esa razón.

El Sr. Hodgson de la SPR es un joven de mi edad (28), culto y amable, pero que no estaba preparado para emitir un juicio certero con respecto a los poderes psíquicos y los fenómenos ocultos, por la razón de que él, de antemano no aceptaba la existencia de tales posibilidades.

Es un hombre bien intencionado, como la mayoría del pensamiento materialista, pero que no encontraba otra explicación para el aspecto oculto de la naturaleza que no fuera catalogar a ese acontecimiento como inexistente o fraude.

El coronel Olcott cometió un gran error cuando él invitó a un miembro de una sociedad de principiantes a pronunciarse acerca de las verdades "milagrosas". Y él y la Sociedad Teosófica han tenido una buena causa para darse cuenta de su error de juicio y aprovechar la experiencia obtenida.

Pero tampoco nadie cuestiona la buena fe del coronel Olcott. Mi opinión sobre él es que es un hombre justo, elocuente y honorable.

Sin embargo, se supone que Damodar ha sido cómplice del engaño de Madame Blavatsky. Pero para alguien que conoce a Damodar, como yo, esto es simplemente absurdo. Damodar es vegetariano y casto por completo, y sus escritos muestran la gran sinceridad y seriedad de su propósito. Él tuvo que hacer grandes sacrificios renunciando a su casta y a su herencia para unirse a la Sociedad Teosófica.

¿Y para qué?

Para ninguna recompensa visible, ya que ningún colaborador de la Sociedad Teosófica recibe una fracción de salario, y Damodar trabajó siete horas al día como secretario del registro conjunto. Así que verdaderamente Damodar puede decir que la virtud es su única recompensa y que es algo real para él, hacer el bien por el puro bien.

(Aquí William Brown está equivocado porque no se requería renunciar a su casta para ser miembro de la Sociedad Teosófica, pero en cambio si para volverse un discípulo ya aceptado por los maestros, y el padre de Damodar lo amenazó que si renunciaba a su casta, entonces lo desheredaría.)



Y ahora en lo que respecta a la gran Blavatsky.  ¿Debo defenderla?  No lo haré. Pero defenderé la filosofía que ella enseña.

Hay que comprender que Madame Blavatsky y la Teosófica no son uno y esto es un hecho que muchos tardan en reconocer. Cada uno de nosotros debe lograr su propia salvación, y los Mahatmas son tan responsables ante nosotros por lo que ellos hacen como nosotros mismos. Por lo tanto, si en cualquier momento elegimos dejar el camino recto y estrecho, ellos no tienen poder para impedirnos. El Karma y la responsabilidad propia es el punto central de la filosofía oculta.

Los defectos o virtudes de la señora Blavatsky pueden dejarse a un lado. La evidencia de todas las fuentes sobre los fenómenos que yo mismo he presenciado, y cuando Madame Blavatsky ha estado a miles de kilómetros de distancia, es teosóficamente concluyente.

Recuerdo bien en Adyar en agosto de 1884, cuando Madame Blavatsky y el coronel Olcott estaban en Europa y cuando los Coulomb ya habían sido expulsados. Entonces llegaron unas cartas del maestro Kuthumi para el Dr. Hartmann y el Sr. Lane Fox, a través del relicario que ahora ha sido profanado.

Damodar y yo habíamos tenido una disputa, y como ni él ni yo cedíamos, el maestro evidentemente observó la conmoción psíquica y pensó en interferir. La carta llevó a Damodar a confrontarse a los hechos, para su disgusto, diciéndole que tenía "indudablemente muchos defectos"; pero Kuthumi le pidió a la Junta de Control que recordara que aunque muy imperfectos, Blavatsky y Damodar fueron las mejores evoluciones psíquicas que ellos tenían a su disposición en esa época.

Esta carta, que está escrita con la caligrafía inconfundible de Kuthumi, no fue en ningún sentido escrita por el propio Damodar, ya que su autoestima estaba considerablemente herida por ello.

¿Entonces dónde estaba el engañador fraudulento que falsificaba las cartas ya que todos los posibles candidatos que se habían considerado se encontraban fuera de la Sede Central en esos momentos?

Y este es solo uno de los numerosos ejemplos. Así que pienso que todos los espiritistas estarán de acuerdo conmigo, que cuanto antes llevemos a nuestras mentes y corazones de que la Teosofía no es Blavatsky, sino la Religión de la Sabiduría Antigua, independientemente de las personalidades, eso será lo mejor.

La Sociedad Teosófica tiene la misión de exponer la Teosofía, pero la Teosofía (la Sabiduría divina) sobrevivirá a todas y cada una de las sociedades que surjan y se deterioren a lo largo de los tiempos. »

(Este texto se publicó en la revista The Religio-Philosophical Journal del 16 de octubre de 1886, p.2, con el título “Los mahatmas teosóficos”.)








QUINTO ARTÍCULO

(En el siguiente artículo William Brown ya ataca ferozmente a Blavatsky, pero también muestra una profunda ignorancia hacia ella y los Maestros.)

« Ha llegado el momento en que mi posición debe definirse con respecto a Blavatsky y su Sociedad "Teosófica", y esto en el interés de todos los buscadores sinceros de la verdad, ya sean conocidos en el mundo como espiritistas, teósofos o rosacruces.

En algunos aspectos soy un hombre muy notable. ¡El gran "Koot Hoomi" puso su mano sobre mi cabeza y señaló por escrito que su influencia estaría sobre mí!

Incluso Sinnett nunca ha sido tan privilegiado, y como en la doctrina del Karma se declara que nunca podemos obtener más o menos de lo que merecemos, se deduce que yo debo ser un individuo de logros inusuales para haber merecido tal notificación y la bendición de un gran Adepto del Himalaya.

Si se me solicita que haya sido crédulo, respondo que es para mi crédito. La naturaleza humana no es, en general, tan malvada y despiadada como para justificar la inquietud constante de la sospecha y de la desconfianza; y lo más probable es que si volviera a encontrar personas cuyo lema fuera: "No hay religión más elevada que la verdad", debería volver a creer en ellos y en su profesa filantropía, hasta y a menos que los poderes que se consideran convencidos me engañen de nuevo.

Según el principio de que el mal y el bien son términos relativos, y que el mal es un bien disfrazado, la sociedad y la literatura "teosófica" han sido muy beneficiosas. La literatura de Blavatsky ha ampliado las opiniones de los hombres y los ha preparado para el pensamiento y la acción en los reinos de lo oculto.

Vistos de manera impersonal, los libros "Isis Desvelada" y "Budismo Esotérico" han sido buenos instrumentos de iconoclasia. No necesitamos creer, es cierto, que seremos llamados una y otra vez, por reencarnación, para soportar los lazos de la materia sobre este orbe infinitesimal.

Pero donde Blavatsky ha fallado lamentablemente, culpable y criminalmente, ha sido en lo que respecta a las afirmaciones que ella ha hecho. Sus afirmaciones de estar en comunicación con los "Mahatmas" a pesar que esto no ha sido comprobado.

Por el contrario, ella misma ha demostrado que es una engañadora falsa y sin escrúpulos en el plano terrestre ordinario; y como sabemos que el Bien emplea el bien y el Mal el mal, se deduce que los poderes ocultos detrás de ella no pueden ser de una naturaleza diferente que de la que representa su carácter cotidiano.

(Aquí William Brown piensa que él no tuvo un encuentro con el verdadero maestro Kuthumi, sino que Blavatsky contrató a un impostor para engañarlo a él, a Damodar y al coronel Olcott.

Pero si Brown se hubiera dado la pena de investigar con mayor profundidad, entonces él sabría que ellos tres no fueron los únicos testigos, sino que muchas otras personas también tuvieron encuentros con los Maestros Kuthumi y Morya, y no solamente en la India sino también en Europa y en América; y estas personas no solamente vieron a los maestros, sino que también varios de ellos presenciaron como esos adeptos materializaron objetos y cartas antes sus ojos.

Así que no veo cómo esos “embusteros” pudieron viajar por todas las partes del mundo y efectuar grandes proezas sobrenaturales, si no hubieran sido verdaderos maestros. Y esos testimonios se los he detallado en el blog.)


Difícilmente se puede hacer hincapié en el hecho de que las hazañas de "magia" también pueden ser científicas, en el sentido de ser verdaderas solo que efectuadas desde los planos ocultos, y a pesar de ellos, ser moralmente falsas, y pueden proceder de cualquier otra fuente que no sea la fuente representada.

Cuando el Dr. Richard Hodgson, de la Sociedad de Investigación Psíquica declaró que Madame Blavatsky era un impostora, y cuando en Madrás, en la India, el Sr. y la Sra. Coulomb me revelaron a mí y a los demás las trampillas y los paneles deslizantes, que ellos declararon que habían preparado para la producción de los "fenómenos" bajo las propias instrucciones de Madame Blavatsky; yo sentí y sabía que el asunto no era así de sencillo, ya que había fenómenos psíquicos que ni el Sr. Hodgson ni la Sra. ni el Sr. Coulomb podían explicar de ninguna manera.

Sin embargo la perseverancia suficiente me ha permitido ver que las imposiciones de Madame Blavatsky se extienden incluso lejos en los reinos de lo oculto. Y al igual que el Fausto de Goethe, encuentro que ella se ha vendido, por una consideración temporal, al diablo. Pero esperemos que ella vea el error y la locura de sus actos, y que publique un volumen de "Confesiones" y se convierta en una verdadera ayuda para la humanidad, en lugar de ser, como hasta ahora lo ha sido, en una trampa.

(Aquí William Brown confirma que Blavatsky si producía fenómenos ocultos reales que no pueden ser explicados a través de trucos, pero él concluye que esto se debe porque ella se convirtió en una poderosa hechicera oscura.

Pero dado que el propio Brown también reconoce que Blavatsky se la pasaba trabajando para ayudar a los demás, entonces ella sería la “maga negra” más destanteada del planeta puesto que ella se la pasaba haciendo el bien en vez de hacer el mal.)


Los nombres, "Kuthumi" y "Morya", son los de los antiguos indios Rishis, o maestros espirituales, y la señora Blavatsky los eligió para decir que son los Adeptos con quien ella se comunica. Pero hasta el momento en que los hijos de la India fueron capturados mediante el uso de los venerables nombres, un puñado de indios orientales favorecen a la organización de alguna manera, mientras que los hindúes responsables y educados, han caracterizado sin vacilar a la señora como un fraude soberbio y audaz, hecho que sorprende mucho al visitante de Inglaterra o Estados Unidos ante las protestas de "los fundadores" de que están trabajando desinteresadamente en beneficio de los hijos del "viejo Aryavarta".

Los "ariavartanes" no parecen ver que su salvación no depende de ninguna manera de un par de simpatizantes extranjeros.

El hecho es que el movimiento teosófico debe su origen en ese país directamente a los libros de la Sra. E.H. Britten: "Art Magic" y "Ghostland". Y antes de la publicación de estas valiosas obras, Madame Blavatsky era solo un médium espiritual errante. Pero cuando se publicaron estos trabajos, ella vio lo que parecía su oportunidad, y sus poderes se transformaron instantáneamente en el de los de los grandes Adeptos Orientales.

Ella había estado en ese país muchos años antes, eso está comprobado, bajo diferentes nombres, y su historia de haber vivido en el Tíbet y ser la viuda de un general ruso fallecido es, por decir lo menos, altamente improbable.

(Aquí William Brown ya está muy perdido porque dice puras falsedades, ya que para comenzar, “los hindúes responsables y educados” que atacaron a Blavatsky eran brahmanes ortodoxos que no querían perder sus privilegios. Y en este otro capítulo demuestro que si existen argumentos muy validos para considerar que Blavatsky si vivió en el Tíbet, ver link.

Además la documentación histórica muestra que ella si se casó con el general Nikífor Vasílievich Blavatsky, y de hecho de ahí viene su apellido.

Y la Sra. Britten publicó esos dos libros en 1876, mientras que el resurgimiento del movimiento teosófico se elaboró desde muchos años antes, como lo detallo en este otro capitulo, ver link.

Y todo esto me demuestra que William Brown no investigó con seriedad y es por eso que él se dejó fácilmente engatusar por los enemigos de Blavatsky.)



Sinnett y Olcott han sido engañados por ella, y por consiguiente es innecesario señalar a esos caballeros, pero llega un momento cuando, a menos que se tome una posición justa, un embaucado se convierte en un bribón.

Y en este país [los Estados Unidos] el Dr. Coues es bien conocido que es la encarnación de la vanidad y que él está buscando un lugar de poder que por supuesto, lo eludirá constantemente. Esto ya es demasiado para el movimiento blavatskiano.

En cambio la Teosofía (no el blavatsquismo) es benigna y comprensible. Es la historia del alma: su caída en la materia y su salvación por la regeneración. Y la misma historia ha sido contada en el budismo, en el judaísmo, en el platonismo y en el cristianismo. Un título completo, por lo tanto, es la Teosofía.

Desde la inocencia de la infancia en generación hasta la inofensividad y la sabiduría de la regeneración, este es todo el drama psíquico. Y los detalles de nuestra experiencia en todos los diferentes planos son para nuestra disciplina, y se debe permitir que cada alma siga su luz interior en la plenitud de su libertad.

Las obras de la verdadera Teosofía, que recomendaría cordialmente a los demás, son: "El Camino Perfecto" del Dr. A. Kingsford y Edward Maitland, B.A., Scribner y Welford, Nueva York; "La Luz de Asia", de Edwin Arnold; "Teosofía o la Vida Superior" del Dr. Wyld de Londres; "El Espíritu del Nuevo Testamento" de Susan E. Gay; "El Templo de la Rosa Cruz" de F.B. Dowd; "Cristianismo Esotérico" del Dr. W.F. Evans; "El Misterio de las Edades" y otras obras de Lady Caithness y varios otros.

Y para las publicaciones periódicas teosóficas, nombraría The Religio-Philosophical Journal, The World’s Advance Thought, Light, L’Aurore, The Esoteric, y Die Sphinx»

(Este texto se publicó en la revista The Religio-Philosophical Journal del 23 de julio de 1887, p.2, con el título “Blavatsky y sus seguidores”.)







UNA RESPUESTA AL ATAQUE DE W.T. BROWN
CONTRA MADAME BLAVATSKY

(Yo no fui el único que quedó desconcertado por la falta de seriedad en las acusaciones que hizo William Brown contra Blavatsky, y por ejemplo Bertram Keightley quien fue un teósofo de la Logia de Londres, escribió lo siguiente.)

« Al editor de la revista The Religio-Philosophical Journal,

Permítame algunas palabras en respuesta al artículo que el Sr. W.T. Brown escribió en contra de Madame Blavatsky y que apareció en su número del 23 de julio.

1. La ingenua auto-admiración del escritor y las absurdas alabanzas que él derrama sobre su propia cabeza son en sí mismas una amplia demostración de su completa ignorancia de los principios más importantes de la Teosofía (siendo uno de ellos la humildad), y muestran también que la práctica de estos principios por parte del Sr. Brown es aún más defectuosa que su comprensión intelectual de esos principios; y el tono autosuficiente de sus comentarios seguramente debe de haber hecho sonreír a varios lectores.

2. La insinuación poco caballerosa de que Madame Blavatsky no es la "viuda de un general ruso" está por debajo del desprecio, ya que después de su larga experiencia en la India, el Sr. Brown es consciente de que la identidad y la posición social de Madame Blavatsky se demostró completa y claramente al gobierno indio, debido a que el príncipe Dondoukof Korsakof, quien es el Gobernador general del Cáucaso y uno de sus amigos más antiguos, proporcionó al gobierno indio la prueba completa y satisfactoria de su identidad y estatus.

3. En cuanto a la afirmación de que el movimiento teosófico debe su origen a los libros "Art Magic" y "Ghostland" escritos por la Sra. Emma Hardinge Britten, la suposición es simplemente estúpida en sí misma debido a que cualquiera que conozca estas obras y que haya estudiado, incluso superficialmente, las enseñanzas y la práctica del Ocultismo genuino, simplemente constatará que hay una diferencia abismal. En cambio, una persona inteligente puede reunir suficiente de cada obra moderna como "Isis Desvelada" de Blavatsky, "Paracelso" del Dr. Hartman, "Los Escritos" de Eliphas Levi, "Tratados Masónicos" de Ragon y particularmente su "Fastes Initialigeus", y por último "Luz en el Sendero", para darse cuenta que la acusación que hace el Sr. Brown es ridícula.

4. Y para no absorber más espacio en vuestra revista, no voy a comentar sobre las tonterías que el Sr. Brown expresa en sus referencias al Sr. Hodgson y a Madame Coulomb, y especialmente a los Mahatmas, pero dejaré que vuestros lectores juzguen sobre su verdadero carácter de lo que precede.


BERTRAM KEIGHTLEY F.T.S
Hon. Sec. London Lodge, T.S.

Londres, Inglaterra, 5 de agosto de 1887»

(Esta respuesta se publicó en la revista The Religio-Philosophical Journal del 27 de agosto de 1887, p.6, con el título “Blavatsky y sus seguidores”.)








SEXTO ARTÍCULO

(Vimos en el artículo anterior que aunque William Brown ya despreciaba abiertamente a Blavatsky, él seguía mostrando un gran respeto y aprecio por el coronel Olcott y la Teosofía, pero en este siguiente artículo, él también ya ataca con desprecio a la Teosofía y a Olcott.)


« Recientemente hemos tenido la visita de un representante de ese grupo singular de personas que se han otorgado a sí mismos el nombre de "Teósofos", y que profesan creer en ciertas doctrinas singulares que incluyen bajo el nombre de "Teosofía".

La visita del distinguido místico ha despertado la curiosidad de algunas mentes inquisitivas entre nosotros, y nuestro principal periódico de la ciudad durante días estuvo lleno de críticas hacia las doctrinas que el coronel Olcott vino a anunciar.

(El coronel Olcott visitó Irlanda que es un país muy católico.)

La mayoría de nosotros, quizás, no somos ni mejores ni peores para la visita del Coronel. De hecho, somos tan poco espirituales como éramos antes de su venida. Sin embargo, él ha logrado crear algo como un interés público en sus doctrinas y en sí mismo. Y esta debe ser nuestra excusa para dedicar algunas de nuestras páginas sobre este tema.

Al igual que el espiritismo moderno y sus cultos aliados, la sabiduría del coronel Olcott tiene su hogar en los Estados Unidos y esto es significativo. No es que deseamos ser desagradecidos con el continente de América del Norte, ya que éste nos ha dado, y nos da: maíz y aceite para comer, y algodón para vestir. Pero cuando se nos pide que tomemos sus sublimadas, corrosivas y disfrazadas enseñanzas falsas de alimento psíquico, ahí ya no podemos recibir nuestras importaciones sin protestar. Así es que digo ¡alto!, debemos "dibujar la línea".

(Vemos que William Brown está mostrando un patrón repetitivo: primero se fue a la India donde quedó muy influenciado por los teósofos y por consiguiente los defendía mucho.

Luego se fue a vivir a los Estados Unidos donde fue muy influenciado por los espiritistas quienes lo incitaron a repudiar a los teósofos, y por consiguiente él comenzó a despreciar a los teósofos y a defender a los espiritistas.

Y luego él se fue a vivir a Irlanda donde fue muy influenciado por los católicos quienes lo incitaron a repudiar a los teósofos y a los espiritistas, y ahora él está despreciando a ambos y defendiendo a los católicos.

Y William Brown sigue cometiendo errores, porque si bien es cierto que la Sociedad Teosófica se fundó en los Estados Unidos, es un hecho que su enseñanza es profundamente Oriental.)


A principios de los años setenta surgió en la ciudad de Nueva York un "movimiento" espiritual de un nuevo orden y que abundaba en grandes hazañas, por lo que incluso los espiritistas más experimentados que estaban acostumbrados a escuchar "golpes" y ver "fantasmas" podían encontrar en esta nueva organización, nuevos entretenimientos y emociones.

Había llegado una nueva médium, una Madame General Blavatsky. Dijo que era rusa y lo que era más maravilloso, afirmó ser experta en magia oriental y experta en las hazañas que esos magos del Oriente pueden realizar.

Esta notable mujer, por notable que era, anunció que ella era viuda de un general ruso y que el día de su boda, después de la ceremonia, se había escapado para unirse a los magos tibetanos, por quienes había tenido una larga predilección. Pero ahora había llegado el momento de volver a salir al mundo.

El general había muerto, y de hecho, personas malignas dijeron que nunca había vivido, y Rusia no recibiría a la viuda en San Petersburgo ni le proporcionaría pasaportes gubernamentales. Y por eso ella prefirió ir hacia la tierra de "los valientes y los libres" [los Estados Unidos] por la libertad de vivir y enseñar.

(Aquí William Brown reconoce que él se equivocó cuando en su artículo anterior, él afirmó que en realidad no existía ese general ruso con quien se casó Blavatsky y le hecha la culpa de su equivocación a “personas malignas” que lo mal informaron, y yo sospecho que se está refiriendo a los espiritistas.

Pero Brown no aprende la lección y sigue dejándose mal informar, porque contrario a lo que él ahora afirma, Blavatsky si gozaba de un gran prestigio en Rusia y antes de ir a los Estados Unidos, ella regresó a visitar a su familia y estuvo un tiempo viviendo en su tierra natal, como lo indicó su hermana Vera Petrovna Zhelikhovsky en la biografía que escribió sobre Blavatsky, ver link.)


En el pequeño grupo de espiritistas que vieron en ella, la pobre devota de la "magia", a la sacerdotisa para un culto, no había nadie tan impresionado como un abogado de la ciudad llamado "Coronel" Olcott. Y la sacerdotisa, al encontrar en el coronel un alma para la tradición mística, y cuya ausencia había lamentado en el difunto general, le extendió su patrocinio y lo convirtió en un neófito de los Magos de Tíbet y lo anunció al público como "el Presidente de los Teósofos".

La notoriedad que rodeaba a la viuda del general rechazado pronto brilló en el coronel aceptado. Él era un hombre elegido, a quien los magos del Tíbet le habían sonreído. Y durante un cuarto de siglo, un público discreto había visto en él solo a un abogado bastante inteligente, con un título militar, adquirido con la facilidad con la que ahora los Estados Unidos es tan justamente conocido.

(Aquí William Brown sigue mostrando mucha mala intencionalidad e ignorancia, ya que el ejército estadounidense le otorgó el rango de Coronel a Henri Olcott en reconocimiento por su exitosa lucha contra la corrupción que azotaba a la armada americana y que él efectuó durante varios años, así que no fue nada fácil de obtener ese rango como lo pretende Brown.

Y tampoco fue Blavatsky quien declaró a Olcott como "el Presidente de los Teósofos", sino que Olcott fue elegido presidente por los miembros originales cuando la Sociedad Teosófica se fundó en 1975.)


El coronel, como el general, habían tenido sus problemas domésticos, y mentes más terrenales o menos resueltas podrían haber encontrado en estos un motivo para desconfiar de cualquier mensaje anunciado por una viuda. Pero para la visión espiritual, estos eran pequeños detalles. ¿Qué eran estos para un neófito tibetano?

El coronel ahora tenía una misión, y los magos tibetanos comenzaron a explicar su objetivo: ellos estaban preparados para dar al mundo su conocimiento sagrado en un libro que la señora Blavatsky compondría bajo su inspiración "psíquica".

El "Presidente" Olcott pensó en triunfo mental:

-      "Ahora veremos cómo el religionista y el materialista, el ontólogo y todos los espiritistas reconocerán la (horrible) sabiduría de los Mahatmas de las montañas del Himalaya. ¡Blavatsky asombrará al mundo! Nuestros nombres serán gloriosos hasta la posteridad, y nuestra posición entre nuestros contemporáneos mejorará notablemente."


El libro apareció y la sinopsis de la sabiduría del Himalaya surgió en dos volúmenes en una obra llamada “Isis Develada”. Quizás sea irrelevante comentar que los Magos no revelaron su sabiduría tontamente o, como podríamos decir, gratuitamente. Se contrató a una imprenta, como si se tratara de un escritor de novelas, en lugar de los Magos, quien se dirigiera al público, y había un precio vulgar adjunto.

(Aquí William Brown sigue inventado desprecios falsos, porque para publicar un libro, necesariamente se necesita de una imprenta, y ya se le olvidó a Brown que en su primer artículo, él mismo señaló que Olcott y Blavatsky vivían con poco dinero y que todo el dinero que ellos ganaban lo utilizaban para ayudar.

Y también Brown en su cuarto artículo aseveró que Isis Desvelada es un gran libro para instruirse, pero ahora lo desprecia sin justificación, y esto me muestra que el Sr. Brown se dejaba muy fácilmente manipular, y ahora esta siendo manipulado por los católicos irlandeses quienes desprecian tanto a los teósofos como a los espiritistas.)


Pero por extraño que parezca, el mundo no se derrumbó y adoró esa obra. El religioso dijo que prefería la enseñanza que olía menos a azufre. El materialista dijo que era el resultado de la idiotez o la destreza. El ontólogo no dijo mucho; su crítica se resumió en una sola palabra: "tonterías".

La dama espiritualista prefería seguir comunicándose con sus parientes difuntos, a quienes había conocido una vez, en lugar de confiar en hombres extraños que vivían en las montañas del Tibet. Sin embargo, debe declararse, para crédito de Madame Blavatsky, que se aseguró el favor de cierta clase de creyentes hacia ella, la rusa aficionada por las "malas palabras" y el tabaco.

Y a pesar de la oposición, esa sociedad ya estaba "organizada". Sus principios eran amplios. Ellos "aceptarían" a casi todos. "Todos fueron cariñosamente invitados" y podrían también "traer a sus amigos". Los magos tibetanos no eran traficantes exclusivos. Eran tan libres y abiertos que no se opusieron a ningún solicitante, siempre que la tarifa de iniciación de una libra esterlina, o cinco dólares, se pagara a la "secretaria correspondiente", a Madame B.


El coronel Olcott declaró que sus objetivos eran:

1.   Cultivar el principio de hermandad universal, independientemente de la raza, casta o credo.
2.   Promover el estudio de la literatura oriental.
3.   Desarrollar las facultades psíquicas latentes en el hombre.

¡Hay mucho espacio aquí para la libertad de pensamiento!

Un musulmán, un chino, un estadounidense y un zulú, podrían pararse en la misma plataforma, y con miradas de fraternidad, guiñar un signo teosófico. Solo necesitan acordar hasta veinte chelines; ¡Entonces armonía y dicha!

"Qué encantador, ¿no es así?", pregunta el chino al zulú, "que tú y yo somos ahora teósofos. Teosofía significa, como saben, sabiduría divina. He aquí, creo que Confucio será mi guía al cielo, y tú crees al diablo, y el curandero hará un deber análogo por ti; y sin embargo, por una pequeña tarifa de asqueroso lucro al Coronel y Madame podemos intercambiar signos y respetarnos mutuamente."

¿Qué tan interesante también para el joven filósofo es la "literatura oriental"? ítem del programa del Coronel. ¡Qué reputación se puede construir con un vocabulario de cien palabras! ¡Y la mitología hindú es tan abrumadora! Un "cien millones" es, en el cómputo hindú, pero un poco.

¡Entonces, de nuevo, las "facultades latentes"!  ¿"Por qué es?", pregunta el aspirante oriental, "¿que mis tutores y profesores me han asegurado que no tengo ninguna facultad?  Ya veo, es porque mis facultades están latentes. Bueno, las facultades latentes son facultades, después de todo, y podría tener más de ellas, si yo todo supiera, al igual que mis maestros."

Entonces fue reconfortante saber que había dispositivos fáciles para "desarrollar" estos poderes latentes, y que las almas "desarrolladas" no eran nada infrecuentes. Los espiritistas, que alguna vez ven fantasmas donde las personas sanas solo ven muebles, han desarrollado sus facultades. Los "curanderos mentales" y los "clarividentes" también las tienen desarrolladas.

Los magos tibetanos están tan "desarrollados" que creen en la "reencarnación", las "cadenas planetarias", los "Dhyan Chohans", los "elementales" y todo lo demás, y como consecuencia, en una impersonalidad. Dios. La única razón por la que el profesor Huxley nunca ha visto un "hada irlandesa" es porque nuestro estimado F.R.S. está "subdesarrollado".

Siempre y cuando nuevas rondas de "fenómenos", observados por los "desarrollados", el coronel Olcott y Madame Blavatsky obtuvieran un reconocimiento y publicidad gratuitos; y mientras los espiritistas se unieran al estándar teosófico, el humanitarismo tibetano estaba confinado a la ciudad de Nueva York. Pero cuando el interés comenzó a disminuir, como es habitual en todo lo humano, un amor por la lejana India surgió en el seno de Madame Blavatsky.

"La Hermandad Universal" presenta una excelente excusa para viajar. Los residentes más respetables de Nueva York vieron sin lamentar la partida proyectada de su viuda excéntrica y su discípulo galante en las artes místicas. No había ninguna razón por la cual no debían girar sus pasos hacia el sol naciente y buscar el punto donde su sabiduría superior había tenido su primer comienzo. El coronel y la señora pusieron sus caras hacia el este y viajaron hasta llegar a la tierra de los hindúes.

La escena ahora cambió. Al llegar a Bombay, los teósofos apenas fueron bienvenidos. La notoriedad de Madame Blavatsky la había precedido en parte. Ella había anunciado que era rusa. El gobierno anglo-indio, que no confiaba en su reputada nacionalidad, había designado a oficiales de detectives para vigilar sus entradas y salidas.

Estas atenciones bien intencionadas eran desagradables para Madame, ya sea que deseara comunicarse con los reclusos tibetanos o conversar con el coronel Olcott. Pero después de un tiempo, sin embargo, se retiró la supervisión policial, el Gobierno, convencido de que los Magos o Mahatmas no eran peligrosos para su Imperio, y que el Zar no estaba "desarrollado" lo suficiente como para valorar sus comunicaciones.

Fue en este momento que el Sr. Sinnett se unió al movimiento, un caballero que desde entonces es conocido favorablemente como escritor de algunas obras de ficción. Entre estos se encuentran el Mundo Oculto y el Budismo Esotérico, los cuales, cuando se escribieron, llevaban el sello de la seriedad de su propósito como para desarmar la sospecha y condujeron, como sabemos, a algunas almas sinceras a participar en el estudio infructuoso de la sabiduría superior.

Fue en el año 1884 que los "teósofos" se entristecieron. Ellos se establecieron durante este período a unas siete millas de la ciudad de Madrás en un bungalow, por el cual algunos teósofos habían pagado cuando Blavatsky y Olcott decidieron hacer un viaje a Europa. Dejaron el "relicario", como parece, a cargo de una ama de llaves, llamada Coulomb, quien, mientras sus empleadores estaban en Inglaterra, revelaron al público de Madrás ciertas "trampas" y "paneles deslizantes" conectados con el sagrado mueble.

(Aquí ya se le olvidó a Brown que él mismo en su segundo artículo atestiguó que la señora y el señor Coulomb fueron expulsados porque se descubrió que ellos estaban construyendo esas trampas para culpar a Blavatsky, y que a pesar que ni los Coulomb ni Blavatsky ni Olcott se encontraban en los sis días en la Sede de Adyar, aún así él y los demás miembros siguieron recibiendo las cartas de los maestros de manera parnal.)


Tantas revelaciones relacionadas con el tema hicieron que los Mahatmas o los Magos se retirasen por completo al Tíbet, y desde entonces no se supo más de ellos. Madame aseguró de ese modo en Madrás que su regreso a esa ciudad probablemente daría lugar a investigaciones públicas que ningún teósofo de mente recta podría contemplar sin arrepentirse.

La "Sociedad para la Investigación Psíquica" es una asociación de damas y caballeros bien intencionados, algunos de ellos con reputación de aprender. Debe su existencia a la curiosidad excitada por la Teosofía y otros cultos de este tipo. El profesor Sidgwick de Cambridge, el profesor Barrett de Dublín y otros investigadores psíquicos, quedaron perplejos por las maravillas de la magia tibetana, y decidieron probar, lo mejor que pudieron, las pretensiones de los magos.

Para muchas personas, sus investigaciones concienzudas pueden haber parecido superfluas, un desperdicio de energía útil sobre un tema transparentemente inútil. Pero se merecen cualquier elogio debido a la exposición de un engaño, que engañó a nadie excepto a los completamente fatuos.

En el verano del año fatal de 1884, uno de los "psíquicos", el Dr. Hodgson, de la Universidad de Cambridge, por cuya honestidad y equidad de propósito podemos responder.

(Aquí una vez más Brown se está contradiciendo, porque en su segundo y cuarto artículo, él precisó que Hodgson era muy incompetente para investigar estos fenómenos debido a que ese individuo era un acérrimo materialista que a todo lo catalogaba como fraude.)

El Dr. Hodgson salió de Inglaterra hacia la India, armado con un mandato de su Sociedad, para investigar las maravillas hindúes. Y se le indicó que se familiarizara con los neófitos hindúes, que escuchara a todos los testigos, que examinara en persona el "relicario" de Madrás, el depósito indio del fenómeno tibetano.

Él siguió sus investigaciones según las instrucciones, y obtuvo una variedad de testimonios, más o menos confiables, examinó en persona el "relicario" con sus "paneles deslizantes" y, después de algunos meses, regresó a Inglaterra para dar a conocer el resultado de sus consultas. Informó a su Comité que los neófitos eran mentirosos terribles, y por lo tanto, gente indeseable, que los paneles deslizantes del " relicario " eran innegables, que los magos tibetanos eran embaucadores rusos y yanquis, y que no había logrado ganar una pizca de información científica de valor.

Los teósofos, él declaró, eran de dos clases, engañados y bribones. El informe publicado de la "Sociedad para la Investigación Psíquica", fue un golpe mortal para los Magos de Tíbet. La prensa combinada de Calcuta, Londres y Nueva York declararon que la Teosofía era una impostura, y escribió cosas muy difíciles sobre el relicto del difunto general ruso en referencia a su predicación.

(Varios investigadores han demostrado, y la propia Sociedad para la Investigación Psíquica lo ha admitido, que el informe efectuado por el Dr. Hodgson está muy mal elaborado, ya que deliberadamente él se enfocó en aceptar todas acusaciones que le hicieron a Blavatsky, y al mismo tiempo él omitió todas las pruebas y testimonios que demostraban lo contrario. Así es que más malintencionado no puede ser.)

 

Cuál puede ser la posición mental del coronel Olcott hacia el credo teósofo, se lo dejamos a los expertos en psicología para que lo determinen. Hubo muchas personas que al principio lo acreditaron de buena fe, y que continuaron confiando en él hasta el año 1886.

¿Cuántos creen en él ahora?

No tenemos forma de saberlo, y no creemos que sea importante indagar. Entendemos bien cómo para algunas almas inestables la "Teosofía" puede tener un encanto. Tomemos, por ejemplo, un Bautista o un Metodista de puntos de vista inestables o desconcertados. Estos filósofos apacibles tienen ante sí una elección de dos males: una Escila y un Caribdis: o debe aferrarse a una Iglesia en la que una vida sobrenatural es imposible, y en la que se habla de un "milagro" con un débil sonrisa; o puede dirigirse a los materialistas, quienes dicen no solo que "la Era de los milagros ha pasado, sino que nunca lo fue".

Sin embargo, su Nuevo Testamento le informa, y ​​nuestro Bautista aplica a esto su sincera crítica, que los milagros están esencialmente asociados con el cristianismo; y sin embargo, el "sentido común", en el que confía mucho, le dice que el materialista tiene, desde su punto de vista, mucho a su favor.

Es reacio a renunciar a los anhelos de su mejor naturaleza, y sin embargo, pregunta:

¿No es razonable la negación?

En este punto, el tentador teosófico entra y le dice:

« Nosotros aquí tenemos “milagros”. Aquí debe ser verdad. No somos materialistas. No. Los materialistas son nuestros mayores enemigos. Somos filósofos como Cristo, porque creemos en la “hermandad”. Decimos que los milagros son científicos, y he aquí que podemos (en la oscuridad) realizarlos. ¿Apuntas al conocimiento? Las lenguas orientales le brindan materia para el trabajo de diez vidas humanas. ¡No tenemos credo! ¡Serás libre! ¡Y además, si lo deseas, puedes arrebatar de la naturaleza sus secretos más profundos! Te presentaremos a videntes que poseen un conocimiento horrible; ven, sé nuestro “Glyndon”, y encontraremos “Mejnour”. »


Y para el individualista, también, la Teosofía tiene, puede ser, un encanto. Mira alrededor del mundo y dice dentro de sí mismo:

« ¡Qué lástima que un chino honesto esté destinado al infierno! Piense también en el ferviente musulmán, en el hijo de Brahma y en el noble indio rojo occidental. Seguramente, debe ser nuestro destino común no saber nada de religión. Solo podemos especular. Si yo, un cristiano, muero solo para encontrar que el cielo está lleno de horas, ¡qué tonto me veré cuando Mahoma me tome de la mano! "Sí, en verdad", dice la Teosofía, "es cierto que es difícil llegar a un acuerdo; Todos tenemos la misma razón, aunque diferimos unos de otros. Entonces subamos la colina de la verdad por diferentes caminos. »


Los milagros de mountebanks siempre han sido poderosos, y probablemente siempre lo serán, en algunas de las almas sinceras que están fuera de la influencia de la Iglesia, pero que se esfuerzan por obtener un conocimiento superior en obediencia a ese instinto que parece sobrevivir en el hombre caído, y lo insta a buscar lo sobrenatural.

Para las almas que buscan satisfacer esta hambre con las cáscaras vacías, el creyente contento siempre debe sentir lástima. Y si hay tales almas entre los teósofos, merecen pena.

Numéricamente, los teósofos apenas pueden llamarse formidables. En todo el mundo no son más de quinientos fuertes, aunque por su prospecto se podría suponer que al menos la mitad de la nación hindú pertenecía a la compañía de "La Hermandad Universal".

Aquellos de los teósofos que no viajan, esos doce o trece miembros, por ejemplo, que se agrupan alrededor del "Santuario" de Dublín, están en desventaja en comparación con el Coronel Olcott, que viaja agradablemente de un lugar a otro y "se gana la vida". "

(Aquí Brown una vez más se contradice porque en su segundo artículo él precisó, y esto también lo atestiguaron otras personas, que los viajes que efectuó el Coronel Olcott en sus giras por la India eran tremendamente pesados y agotadores.)


A lo largo de este texto he hablado en nombre de la editorial, pero quisiera agregar algunas palabras como personalidad individual concreta.

Hay pocos libros alcanzables, relacionados con el renacimiento de la sofística egipcia, que no he examinado. He leído toda la literatura que recomiendan los mahatmas tibetanos. El así llamado Hermes Trismegisto no ha tenido a estudiante más atento en este siglo XIX.

He gastado tiempo, trabajo y dinero en viajes a través el mundo en busca de los secretos prometidos por la sabiduría superior. Y la conclusión de mi búsqueda ha sido que todo es "vanidad y aflicción de espíritu", y que solo en las verdades sobrias de la religión divinamente revelada, divinamente custodiada por una Iglesia designada, el alma humana puede satisfacer su sed de conocimiento superior.

Volvemos a lo impersonal nuevamente, para despedirnos del Coronel Olcott y la viuda del general Blavatsky. La señora, entendemos, ha comenzado la publicación de una revista cuyo título es Lucifer. Nos cruzamos devotamente y la dejamos a su ocupación.

(Y no hay necesidad de hacer el signo de cruz, ya que Blavatsky no le puso ese nombre a su revista porque ella fuera satánica, sino para defender a la antigua deidad portadora de la sabiduría que injustamente fue diabolizada por la Iglesia católica, como lo indico en este otro capítulo: ver link.) »

(Este texto fue originalmente publicado en la revista The Lyceum, de Dublin, Irlanda, en noviembre de 1889, p.54-57)








SÉPTIMO ARTÍCULO

(Este es el último artículo que se conozca de William Brown y aquí él acusa a Damodar de ser el responsable de todos los fenómenos paranormales que Brown presenció durante su estancia en la India.)

« Fue en el año 1883 cuando leí el trabajo del Sr. Sinnett, el espiritista, describiendo las maravillas realizadas por los magos tibetanos. Estaba más que impresionado por las hazañas de estos hombres santos. Me sorprendió la solemne garantía del novelista de que ellos podían enviar cartas de Tíbet a Madrás por el aire, y luego a través de paredes sólidas, en un abrir y cerrar de ojos.

Yo me había inclinado hacia lo maravilloso desde la primera infancia, y aquí, por fin, había encontrado hombres santos y mágicos. Así que justo después de leer ese libro, en mi corazón resolví, y en la medida en que unas ochocientas o novecientas libras lo permitieran, tomar lecciones de esa maravillosa ciencia, cultivar el conocimiento aportado por estos maravillosos hombres, y para ello ir a la India y sentarme a sus maravillosos pies.

Se requeriría de un volumen de cierto tamaño para narrar la historia completa de mi conocimiento de esos Magos, un volumen que aún podría ser inducido a escribir para beneficio de los aspirantes a teósofos. Pero por el momento, una breve declaración de algunas experiencias más importantes debe ser suficiente.

El 1 de octubre de 1883 llegué a Madrás y de inmediato busqué el "relicario". El mueble sagrado que tan bien y tan a menudo ha sido descrito por el Dr. Hodgson de Cambridge, y por el sirviente Coulomb, para que pueda contentar a los lectores diciendo que fue una especie de instalación que se encontraba fuera de la sala de estar de Madame Blavatsky.

Ahí a unos tres pies del suelo, había una caja pegada a la pared, con puertas que se abrían al frente: y como la mujer Coulomb, con mucho tacto reveló más tarde que también tenía puertas que se abrían por detrás. Estos últimos eran “paneles deslizantes” que se abrían en la pared que era hueca.

Al otro lado de este muro había una “puerta oculta” lo suficientemente grande como para admitir a un mago tibetano. Sin embargo, los “paneles deslizantes” y la “puerta trampa” fueron a mi llegada, y durante algunos meses a partir de entonces, una parte desconocida del santuario, y se suponía que, excepto por los altamente iniciados, no tenían ninguna existencia.

La caja contenía un pequeño ídolo y otras chucherías, y los neófitos hindúes solían postrarse. Bueno, de hecho, ¡podrían hacerlo! Porque en esa misma caja se lograron las maravillas tibetanas. Las cartas de “Koot Hoomi”, el Mago, entraron en la caja, directamente desde el Tíbet, mediante un rayo expreso, y las cartas puestas en la caja, dirigidas a ese Mago, se enviaron a Tíbet con la misma rapidez.

La teoría de los eminentes “ocultistas” en el acto era que los magos tibetanos hicieron estas hazañas por medio de sus poderes, y por lo tanto mostraban su dominio supremo sobre la materia. Pero la explicación que dieron los Coulomb posteriormente es que fue pura superchería.

Y me inclino ahora a la hipótesis de los Coulomb. Ahora ya me di cuenta completamente y la adopté, aunque hubo un tiempo en que mi corazón se rebeló contra los severos y fríos hechos aducidos para apoyarlo.

(Aquí Brown no menciona que la puerta oculta y los pasadizos estaban solamente a mitad construidos, porque los Coulomb fueron descubiertos antes de que los pudieran terminar.)


Apenas yo había llegado a Madrás cuando el Mago “Koot Hoomi” me tomó de la mano. En ese momento, ni Madame Blavatsky ni el coronel americano no conocían el alcance de mi fortuna limitada. Mis amigos me han sugerido que “Koot Hoomi”, el Mago, concluyó que poseía recursos materiales mucho mayores, suficientes para todos sus propósitos físicos, y él estaba, según ellos, atento en consecuencia.

Creo que aquí la mente del Mago ha sido interpretada correctamente; primero se convirtió en Madame y el Coronel me impresionó muchas veces de que la Sociedad Teosófica ahora debía estar “dotada”, y en segundo lugar, porque cuando les revelé la cantidad de mi fortuna, “Koot Hoomi” nunca volvió a ser la misma persona para mí. Se volvió distante y pensativo, y era reacio a volverse a exhibir.

Pero a mi llegada, “Koot Hoomi” no mostró nada de reserva o frialdad. Encaramado en la cima del lejano Himalaya, sin duda me había visto sofocarme en el calor del Canal de Suez, todo para que pudiera presentar mis respetos a sus pies mágicos.

Me miró, porque condescendió a notarme de manera marcada y a darme una moneda tibetana cuando llegué a Madrás.

(Aquí Brown sigue difamando a Blavatsky y a Olcott de querer enriquecerse a costa de los demás, pero él mismo afirmó en sus primeros artículos, al igual que también lo hicieron muchos otros testigos, que Blavatsky y Olcott vivían de manera muy sencilla y que ellos solo estaban interesados en ayudar y difundir la teosofía.

Y el maestro Kuthumi también le dio una moneda tibetana a Franz Hartmann, pero no era un simple regalo, sino un amuleto de protección, debido a que como el propio Hartmann lo narró, los teósofos que se encontraban viviendo en la sede de Adyar se encontraban siendo acechados por unos magos negros, ver link.

Y me da la impresión que William Brown si terminó siendo manipulado por esos seres oscuros.)


“Koot Hoomi” también envió una carta volando por el espacio desde el Tíbet, y a través del techo del bungalow hasta la caja mística. La carta tenía la forma de un extraño trozo de papel y estaba dirigida a mí mismo. Me instó a sentirme bastante a gusto, ya que él y yo aún podríamos convertirnos en “amigos”. ¡Qué abrumadora amabilidad! El Mago no habló de mí siendo su sirviente, ni siquiera su discípulo; él usó la palabra “amigos”. ¡Mis ojos se llenaron de lágrimas!

¿No fue esto una recompensa por mi cansado y costoso viaje por mar? ¿Podría ser tan bajo como para dudar de la autenticidad de la misiva, o sospechar del poder físico del gran maestro? ¿Y no era el relicto del difunto general ruso, a quien el Sr. Sinnett había descrito como tan aristocrático y virtuoso, parado frente al “relicario” en ese momento?

¿Y si no hubiera visto al amado neófito de “Koot Hoomi”, Damodar, sacar el papel de la caja con sus propias manos sagradas? ¿Y acaso Madame y Damodar no se esforzaron por asegurarme que la escritura era sin lugar a dudas la del mago tibetano, y que pocos fueron realmente los destinatarios de comunicaciones tan exaltadas?


Ahora no haré más que referirme brevemente a mis experiencias posteriores en la magia de nuestro gran Imperio indio. A su debido tiempo decidí viajar en busca de los "maestros" tan al norte como los Himalayas.

El amado neófito Damodar fue mi compañero constante. Y las maravillas que “Koot Hoomi” realizó a través de este santo joven hindú superan con creces la creencia. Lo que debe pensarse, por ejemplo, de que me quitaran la cadena de mi reloj de oro de mi tocador, cuando estábamos en Pune, no lejos de Bombay, y luego apareció en el bolsillo de mi bata (donde nunca la había colocado) cuando estuvimos en la ciudad de Jamnu, en Cachemira.

Lo que se debe pensar de “Koot Hoomi” viniendo a Lahore a mi tienda a altas horas de la noche, mientras que yo estaba dormido, y que me despertó al poner una carta en mis manos y salir corriendo antes de que tuviera tiempo de obtener una luz para mirar en su semblante sagrado.

¿Qué se puede pensar en la llegada de “Koot Hoomi”, en una noche muy oscura, a Lahore, y de pie a una distancia de cincuenta yardas del lugar donde estábamos sentados el Coronel y yo? ¿Su mística vestimenta con turbante hindú y vestido blanco? ¡Con qué asombro contemplé su perfil brumoso — las “condiciones magnéticas”, como me explicó el Coronel, que no eran favorables para su acercamiento más cercano!

¿Qué se debe pensar en todas estas manifestaciones? ¿No fue Damodar testigo de estos maravillosos fenómenos, y no fue el instrumental, o tal vez, como podríamos decir, indispensable para provocarlos?


Pero basta de Lahore y el Himalaya. Regresé a Madrás más pobre, aunque todavía no era un hombre más sabio. Damodar había vuelto antes que yo, y es extraño decir que descubrí que Madame Blavatsky había recibido una revelación, sin duda por medio del místico telégrafo, sobre mis experiencias que había tenido en el Norte.

Al llegar al “relicario” descubrí que las cartas entraban, como antes, en la caja mágica, y que las respuestas podían enviarse a Tíbet por los viejos métodos.

Todo salió bien con la oficina de correos mística hasta que el sirviente Coulomb, de renombre teosófico, nos ofreció una lógica poco poética, pero notable de estas manifestaciones, al revelarme a mí y a uno o dos creyentes verdaderos los secretos del buzón sagrado.

Esta mujer, Blavatsky, me ofreció aún más la desagradable seguridad de que el santo neófito Damodar era el único responsable de las apariciones de “Koot-Hoomi”.

(Y aquí Brown está descaradamente mintiendo porque Blavatsky siempre aseguró que Kuthumi es un ser real, y ya se le olvidó a Brown que él en su quinto artículo pretendió que Blavatsky contrató a un impostor para que se hiciera pasar por el maestro Kuthumi y así engañara a Damodar, a él y al coronel Olcott.

Y todo esto me muestra que el Sr. Brown era muy torpe para mentir porque él no se acordaba de lo que él había escrito antes, y tampoco investigaba antes de hacer sus afirmaciones, provocando con ello que posteriormente los datos históricos lo contradijeran.)


Mi fe se mantuvo en contra de sus argumentos por un tiempo. Esperaba que aún pudiera haber alguna explicación de lo que parecía el mecanismo del engaño. Pero esperé, no necesito decirlo, en vano.

Desde entonces, he hecho todo lo que me han encomendado para restringir las exhibiciones peculiares de la magia tibetana dentro de los límites de Tíbet. He buscado, como ocasión, ofrecerme para desacreditar la “religión de la sabiduría” dondequiera que encontrara a otros caminando en los trabajos en los que me había atrapado. Y tengo la confianza de que de esta manera se ha hecho algo para controlar la propagación de estas enfermedades, así como para evitar el desperdicio del dinero. »

(Como si los católicos no pidieran dinero... )

(Publicado en la revista The Madras Christian College Magazine, de enero de 1890, p.545-7)








OBSERVACIONES

Los artículos que escribió William Tournay Brown nos ayudan a obtener más información histórica sobre los acontecimientos que ocurrieron en la Sociedad Teosófica de Adyar en el siglo XIX.

Pero también son un testimonio del perjuicio que ocasiona no investigar con seriedad, debido a que Brown era un joven que si tenía sinceras y buenas intenciones por adquirir un mayor conocimiento, pero él se dejó fácilmente influenciar por cada nueva organización a la que él adhirió, y la profunda falta de rigor en su investigación hizo que él no supiera discernir y terminara más confundido y trastornado que cuando él comenzó con su búsqueda.

Y es por eso que les digo y se los repito que no acepten o rechacen una enseñanza solamente porque los demás hablen bien o mal al respecto, sino que investiguen profundamente para saber por ustedes mismos si realmente esa enseñanza es buena o mala.

Basen su aprecio o rechazo en función de una averiguación seria y bien estructurada, y no solo en función de la opinión que ustedes reciban de los demás.

Y también no se vayan a los extremos como lo hizo William Brown, quien primero adoró el protestantismo y después lo detestó, y luego adoró la teosofía y después la detestó, y luego adoró el espiritismo y después lo detestó, y luego adoró el catolicismo y ya no supimos más de él. Pero no me extrañaría que también haya terminado por detestar el catolicismo, porque así era Brown: todo o nada.

Pero en realidad cada institución tiene sus cosas buenas y sus cosas malas, y el secreto para avanzar no es aceptar todo o repudiar todo, sino aprender a tomar lo bueno y desechar lo malo de cada enseñanza.











19 comentarios:

  1. Excelente investigación Cid, muchas gracias

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  2. Serapeum o Cid ? Cuáles y cuántos son los libros de yoga y budismo que se han leído? Y cuánto suponen que existen?

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    1. Yo sé poco de yoga y de budismo,y por eso le agradezco mucho a Serapeum que nos comparta sus conocimientos.

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  3. James randi afirma que blavastsky fue una impostora y dio muchos argumentos para desacreditarla, no me sorprende que esté muchacho dejará de creerle a blavastsky

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    1. Sería bueno conocer cuáles son esos argumentos, porque evidentemente son especulativos ya que James Randi no estuvo en contacto con quien criticaba y mucho menos pudo estudiar los fenómenos que producía Blavatsky.

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    2. Pero por favor anónimo pare ya. Que preguntadera con respecto al yoga madre mía se la pasa preguntando lo mismo en diferentes artículos y serapeum no se da cuenta que es el mismo sujeto. Que horrible. Ya van a llenar estos dos individuos en este Blog. El anónimo haciendo las mismas preguntas y el incansable serapeum respondiendo lo mismo aquí y en otros artículos al mismo individuo en que no se cansan? Deberían de intercambiar números y así se comunican por WhatsApp. Ya uno no puede comentar porque lo que uno comenta toca buscarlo en los 100tos de mensajes que estos dos individuos intercambian y es sobre lo mismo el Yoga, nada en contra pero señores ya tranquilos. Este anonimo es ese incansable que pregunta y pregunta y pregunta y quiere todo que se lo digan sin él coger un libro e informarse y el serapeum que ya está exagerando con este tema PARE. El Cid se canso de ese anónimo pero serapeum lo sigue alimentando o mejor dicho le sigue el juego.

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    3. Me impresiona la paciencia que tiene Serapeum, porque a mi ese trol ya hasta me cansé de insultarlo y a pesar de eso aquí sigue fastidiando. Verdaderamente es el individuo más patético que he conocido.

      Y es por eso que ya hasta me da más lastima que asco, porque el pobre tipo ya no sabe qué inventar para seguir comentando, incluso hasta se inventa diálogos para tratar de provocar. Y como de costumbre, no presta atención a lo que escribo, porque Brown (quien si estuvo en contacto con Blavatsky y si fue un testigo) él aseguró que Blavatsky si poseía poderes ocultos y que varios de los fenómenos que ella produjo no podían ser explicados por medio de trucos.

      En cambio en donde él la acusó de impostora fue de haber inventado su relación con los maestros. Pero como lo he demostrado ampliamente en el blog, es mucho más probable que Blavatsky si haya sido una discípula verdadera de los maestros transhimaláyicos.

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    4. Exacto esto ya es verdaderamente una exageración, las mismas preguntas solo formuladas de diferentes maneras, esos debates interminables que pueden abarcar hasta 100 comentarios como en el articulo donde se habla de las experiencias de individuos sobre con Osho, es ya imposible comentar ya que lo que uno comenta se pierde entre tantos comentarios y tocando el mismo tema Yoga, yo le recomiendo encarecidamente a serapeum que abra su Blog en donde él pueda publicar cosas sobre el Yoga y a su anónimo pase el Link para que puedan debatir en ese Blog tanto como quieran, porque esto ya se volvió en algo muy egocéntrico el anónimo preguntando lo mismo y el serapeum con el respeto pero alardeando de lo que sabe del Yoga, no señores enserio ya basta. Aqui habemos usuarios que queremos preguntar y se forma sincera y ordenada pero es imposible ya prácticamente hacerlo,porque todo se pierde en esta comunicación incesante entre ellos dos. El compartir el conocimiento es importante, pero no saber cuando detenerse ya es cuestión de pereza tanto de uno que quiere que todo se lo digan y el egocentrismo del otro en querer responderlo todo. ¿Enserio creen ambos que así avanzan? Pues a mi parecer no y no me creo muy estudioso pero es que esto ya se salió de control entre estos dos. Me gusta serapeum cuando ayuda a Cid a crear algún articulo si, pero hermano mío ¡Basta! Deje que ese anónimo busque las respuestas a sus preguntas por sus propios medios ¿acaso no sabe reconocer cuando es la misma persona preguntando la mismo? Cid sabe reconocerlo, j.j.z sabe reconocerlo y muchos otros tantos y usted no?

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    5. No creo que sea la misma persona que comenta como anónimo, al menos son dos personas diferentes; si bien es cierto que sería bueno que comentara con un nombre para poder saber de antemano con quien se está hablando, pero yo no puedo hacer nada al respecto.

      Y ustedes pueden hacer sus propios comentarios o preguntas, el blog no se los impide, pueden hacerlo en otra entrada, y también si se fijan en la parte final de todos los cientos de comentarios ahí pueden abrir una nueva cadena aparte.

      Por otro lado, el tema del Yoga es apasionante por lo que no es extraño que despierte mucha curiosidad y por lo tanto muchas preguntas. Ese modo de tratar un tema se llamaba dialéctica, y creo que es una buena forma de llegar a la verdad de un asunto. Pero si le parece cansino leer estos comentarios no me imagino si lee la versión original de los sutras buddhistas, cuán rápido se cansaría del Buddha y de sus benditas repeticiones.

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    6. Que respuesta más vacía y carente de que se le responda algo. Usted es un egocéntrico ya me quedo más que claro con esta respuesta dudaba de eso, pero con esto me quedo muy en claro. El día en que usted llegó a este Blog y se le dio protagonismo ese día este Blog bajo mucho de calidad. Solo un ciego no es capaz de ver que es la misma persona así escriba como anónimo. Es realmente nauseabunda su respuesta.

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    7. Serapeum usted debería ya de retirarse definitivamente. Abra su Blog sobre su fascinante Yoga y deje este Blog ya tranquilo

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    8. Es muy interesante lo que explica Serapeum y a mi me ayuda mucho contestándole a los lectores sobre temas que yo no domino, así que por mí, siempre estará bienvenido en este blog, y si él quiere abrir su propio blog, con gusto se lo publicito.

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    9. Gracias por sus palabras, Cid. Por otro lado, no es mi intención abrir un blog, prefiero contribuir con este en la medida que me sea posible.

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    10. Serapeum por favor haga un artículo en este blog, donde explique a detalle todo lo que sabe del budismo, Vipassana, los jhanas etc, y guíe a los usuarios en general , muchas gracias

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    11. Si, ya estuve recopilando información y escribiendo, espero terminarlos esta semana para poder enviárselos a Cid. Saludos.

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    12. Capaz el anónimos que hablo de randi seguro se refiere a que blavastsky uso una forma poco conocida de ilusionismo (almenos en la época) y esto puede llegar a ser cierto ya que generalmente blavastsky hacía materilizaciones estando cerca de muy pocas personas, prácticamente nunca lo hacía cerca de una cantidad grande de personas y muy pocas veces materializaba en el instante basándome en los libros que leí muchas veces blavastsky materializaba en periodos de tiempos distintos como el caso de la señora hume

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    13. Lo que se te olvidó precisar es que fue a petición de la Sra. Hume que Blavatsky materializó un broche que ella había perdido tiempo atrás, y eso yo no he visto que ningún ilusionista sea capaz de hacerlo. Yo aquí en el blog ofrecí diez mil dólares a quien me materialice un juguete que perdí en mi niñez y hasta ahora nadie lo ha conseguido.

      Otro ejemplo de ese tipo de proezas que supera al ilusionismo lo narra Claude Wright quien afirma que ante varios testigos en Londres, Blavatsky materializó un telegrama que Bertram Keightley había recibido en los Estados Unidos pero que en el trayecto lo había perdido.

      Y las materializaciones que efectuó Blavatsky son solamente una de sus facultades ocultas, pero ella tenía otras facultades también. Y hasta ahora todas las personas que convivieron con Blavatsky han aseverado lo mismo: que ella si tenía poderes paranormales que no pueden ser explicados por medio de trucos.

      Y en el blog estoy recopilando los testimonios. Aquí puse el testimonio de William Brown que a pesar que después aborreció a Blavatsky, aún así siguió afirmando que ella tenía poderes innegables. Y también ya puse el testimonio del coronel Olcott, de Violet Tweedale, del Dr. Hübbe-Schleiden, de William Judge, de Vera Zhelihovsky, de Franz Hartmann, de Alfred Sinnett, de la familia Gebhard, de la condesa Constance Wachtmeister y todavía me faltan muchos más testimonios por poner.

      Así que al señor Randi yo lo valoro por querer desenmascarar a los embusteros, pero es evidente que no investigó con seriedad a Blavatsky.

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    14. He leído tu blog y omites muchos detalles, primero por qué hay muchas versiones de la historia de hume pero en la mayoría se da a entender que el broche que perdió hume era un broche genérico que no era tan raro en la zona en la que vivía e incluso en un libro sobre ocultismo se menciona que el broche no lo había perdido realmente si no que lo tenía su hija o su sobrina según varíe la versión con eso sin contar que blavastsky mucho de los objetos no los materializaba en su momento da pie a pensar que si se pudo haber ingeniado para materilizar la gran mayoría de los objetos que hizo aparecer

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    15. Si realmente hubieras investigado este asunto (como pretendes) sabrías que Alfred Sinnett, quien sí fue testigo de esa materialización, precisó que el broche era un medallón antiguo rodeado de perlas y con un cristal situado por delante que le fue regalado a la señora Hume por parte su madre.

      O sea que para nada era un objeto genérico como tú lo afirmas.

      Y también él precisó que no fue mucho tiempo el que pasó antes que ese medallón se materializara, ya que en su libro “El Mundo Oculto” él escribió:

      « Blavatsky le pidió a la señora Hume que hiciese un dibujo aproximado del medallón, y así lo hizo. Entonces Blavatsky cogió una moneda que pendía de la cadena de su reloj, la envolvió en un papel de fumar, y la colocó en su falda y nos dijo que ella esperaba que el medallón aparecería durante la tarde.

      Después de comer, le dijo a la señora Hume que el papel en que había envuelto la moneda se había marchado, y un poco más tarde en el salón, nos manifestó que en estado de clarividencia, ella acababa de ver caer el medallón en medio del parterre.

      Fuimos allí, y se descubrió entre el follaje un papelito formado con las dos hojas de papel de fumar. Se abrió ahí mismo y éste contenía un medallón que respondía exactamente á la descripción dada, y que la señora Hume reconoció ser el que ella había perdido. »
      (Capítulo V)

      Y Alfred Sinnett también precisó que a parte de él, también fueron testigos: su esposa, Alice Jourdou, Fred. R. llogg, P. J. Mailland., R. O. Hume, V. Davíson, M. R. Hume, y Stuart Beatson.




      Y si te hubieras dado la pena de investigar el testimonio que dio Claude Falls Wright, sabrías que en esa ocasión Blavatsky materializó inmediatamente el telegrama, ya que él escribió:

      « En mi presencia y en la de Bertram Keightley, la condesa Wachtmeister, y Kenneth Austin, en Londres, inmediatamente después de la llegada de Bert Keightley, HPB tomó un trozo de papel de cigarrillo y viendo a Bert a la cara, mientras lo regañaba por haber perdido el telegrama, súbitamente dijo con una sonrisa a medias, “Bert, ¿quieres el telegrama?; ¿no quisieras tener el telegrama, Bert?” Y en ese momento ella frotó el trozo de papel entre sus dedos y mientras que hablaba, ¡se transformó en el telegrama perdido!

      En él estaban varias de las mismas marcas del sello acerca de las cuales ha habido tantas disputas. Bert se quedó con el telegrama, pero ella insistió en que lo pasara alrededor al resto de nosotros, y deseaba que lo examináramos detenidamente diciendo, “Miren, esas son las marcas del Maestro, vean, quizás algún día tengan que volverlas a reconocer de nuevo.” Luego ella dijo que podríamos mencionar éste asunto a cualquiera que quisiéramos, excepto a Judge, ya que ella dijo “él no quiere que lo asocien de ninguna manera con los fenómenos”. »
      (The Judge Case, Suplemento 6, p.341)



      Y obviamente no podemos descartar la posibilidad de que los testimonios hayan sido amañados, pero estamos hablando de decenas de testigos situados en tres continentes diferentes y que además atestiguaron desde que Blavatsky era una niña hasta que ella murió asegurando todos ellos que Blavatsky si poseía poderes. Y por lo tanto es muy poco probable que toda esa gente haya sido cómplice.

      Y te informo que ya no te voy a contestar porque estoy convencido que eres el patético anónimo que por más que lo insulto, aquí sigue tratando de fastidiar con sus interminables discusiones estériles. Si al menos te dieras la pena de investigar con seriedad, valdría la pena discutir contigo. Pero no. Lo único que quieres es quitarle el tiempo a la gente porque no tienes otra cosa con qué entretenerte. Pobre tipo enfermo, hasta me das lástima que no seas capaz de hacer otra cosa con tu vida.

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