EL TERCER OJO DESCRITO POR CHARLES LEADBEATER

En su libro “Los Chakras”, Charles Leadbeater sobre el tercer ojo escribió lo siguiente:

« La vivificación del chakra frontal capacita al hombre físico para ver lugares y personas distantes o astrales.

En las primeras fases de desenvolvimiento sólo hay vislumbres de paisajes y nubes de color, pero su plena actividad confiere clarividencia.

El despertamiento del chakra frontal está relacionado con la facultad de la visión microscópica, es decir, de ver aumentados los objetos físicos invisibles a simple vista corporal.

Del centro del chakra frontal se proyecta un tenue y flexible tubo de materia etérea, semejante a una sierpe microscópica con una especie de ojo en su extremo. Es el órgano peculiar de esta modalidad de clarividencia, y el ojo en que termina puede dilatarse o contraerse para alterar la potencia aumentativa según el tamaño del objeto que se examina.

Esto es lo que significan los libros antiguos al hablar de la virtud que puede tener un hombre de hacerse grande o pequeño a voluntad. Para examinar un átomo, el clarividente emplea un órgano de visión de tamaño adecuado al del átomo.

La sierpe proyectada del chakra frontal tuvo su símbolo en el tocado de los reyes de Egipto, en quienes, como en los sumos sacerdotes de aquel país, se suponía la clarividencia entre otras ocultas facultades. »

(Sección: “Despertar de los chakras etéreos”)

Pero desafortunadamente prácticamente todo lo que dijo aquí Leadbeater es falso como a continuación se los voy a demostrar:

Porque para comenzar es falso que el tercer ojo se componga de “un tenue y flexible tubo de materia etérea que se proyecta del chakra frontal” como lo afirma Leadbeater porque en realidad los poderes del tercer ojo son mentales y espirituales, y por consiguiente el tercer ojo no necesita de dispositivos etéricos.

Y también es falso que en el extremo se encuentre “una especie de ojo que se dilata o se contrae para poder alterar la potencia aumentativa según el tamaño del objeto que se examina”, porque ese tipo de mecanismo funciona para los instrumentos materiales, pero no para los instrumentos espirituales.

Y aquí vemos las limitaciones que tenía Leadbeater en su conocimiento debido a que él se basó en los instrumentos mecánicos que se conocían en su época (como por ejemplo los microscopios ópticos y también los telescopios) para pretender explicar cómo funciona el tercer ojo. Pero la verdadera enseñanza esotérica muestra que la explicación que dio Leadbeater solamente fue una charlatanería más inventada por ese individuo.

Y es que Leadbeater pretendía ser un gran clarividente y que por medio de su tercer ojo él había logrado investigar los átomos con mucho detenimiento, al grado que hasta publicó en 1908 un libro junto con Annie Besant en donde recopiló sus descubrimientos, y el cual se titula: “Química Oculta”.

Pero para infortunio de Leadbeater, los descubrimientos que posteriormente hizo la ciencia mostraron que su libro se encontraba tan lleno de mentiras que la propia editorial de Adyar dejó de imprimir ese libro para no exponer más al ridículo a sus autores.

Y también es falso que la plena actividad del tercer ojo confiera clarividencia porque en realidad la clarividencia solo es una facultad subalterna que posee el tercer ojo.

Y cuando se desarrolla plenamente el tercer ojo, la facultad que se activa no es la clarividencia sino la capacidad de descubrir lo verdadero en todos sus aspectos y por consiguiente en ese momento el tercer ojo permite una comprensión profunda de aquello que se observa.

Y todo esto que les acabo de mencionar el Maestro Pastor lo detalló en este otro capítulo:

¿Cuál es la verdadera función del tercer ojo?

Y también es falso que la serpiente que aparece enfrente de la corona de los antiguos iniciados egipcios simbolice el tercer ojo como lo asegura Leadbeater porque en realidad la serpiente era el símbolo de sabiduría e iniciación, como lo precisó Blavatsky:

« En Egipto, la serpiente en un aspecto era Hermes-Thoth y representaba la "sabiduría divina creativa".  La Serpiente y el Dragón fueron nombres dados a los Sabios, los adeptos iniciados de los antiguos tiempos. »

(DS I, p.404)

Y cuando ese ornamento se volvió exclusividad de los faraones, tampoco simbolizó el tercer ojo ya que en ese entonces fue la representación de la diosa protectora Uadyet.

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Y este es un ejemplo más de a que punto la enseñanza de Leadbeater está plagada de falsedades y errores.