LOS SIETE PRINCIPIOS HERMÉTICOS ENSEÑADOS POR EL KYBALIÓN


El capítulo 2 del libro El Kybalión enumera “los siete principios herméticos”.
 
 
« Los principios de la verdad son siete, y aquel que los comprende realmente posee la llave mágica ante la cual todas las puertas del templo se abren de repente»
(El Kybalión)
 
Los siete principios herméticos sobre los cuales está basada toda la filosofía hermética, son los siguientes:
 
       1. El principio de mentalismo
       2. El principio de correspondencia
       3. El principio de vibración
       4. El principio de polaridad
       5. El principio de ritmo
       6. El principio de causa y efecto
       7. El principio de género
 
Estos siete principios serán detallados y profundizados a medida que procedamos con estas lecciones. Sin embargo, puede darse en este capítulo una corta explicación de cada uno de ellos.
 
 
 
1. El principio de mentalismo
 
« El TODO es MENTE; el Universo es Mental»
(El Kybalión)
 
Este principio incorpora la verdad de que todo es mente y explica que el TODO (que es la realidad sustancial que subyace a todas las manifestaciones y apariencias externas que conocemos bajo los términos de “el universo material”, “el fenómeno de la vida”, “la materia”, “la energía”, o sea en resumen, todo lo que es evidente a nuestros sentidos materiales) es ESPÍRITU, y que en sí mismo es INCOGNOSCIBLE e INDEFINIBLE, pero que puede ser considerado y concebido como UNA MENTE UNIVERSAL, INFINITA Y VIVIENTE.
 
(Aquí el autor del Kybalión confunde al Espíritu de Dios, con la Mente de Dios, con la Totalidad de Dios.)
 
Y este axioma explica también que todo el Universo fenomenal es simplemente una creación mental del TODO, sujeto a las leyes de las cosas creadas, y que el Universo, como conjunto, y en sus partes o unidades, tiene su existencia en la mente del TODO, y en cuya mente “vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser”.
 
(Esto también es falso porque si bien el Universo se originó en “la mente de Dios”, claramente el Universo es físico y no mental, ya que está constituido por materia física y no por substancia mental, y por lo tanto el Universo que percibimos tiene su existencia en el “cuerpo físico de Dios” y no en la “mente de Dios”.)
 
Este primer principio hermético, al establecer la naturaleza mental del Universo, explica fácilmente todos los variados fenómenos mentales y psíquicos que ocupan una porción tan grande de la atención pública, y que sin tal explicación son incomprensibles y desafían el tratamiento científico.
 
Y una comprensión de este gran principio hermético de mentalismo capacita al individuo para captar fácilmente las leyes del Universo mental, y para aplicar las mismas a su bienestar y avance.
 
El estudiante hermético está capacitado para aplicar inteligentemente las grandes leyes mentales, en vez de usarlas de una manera fortuita; y con la llave maestra en su posesión, el estudiante puede abrir las muchas puertas del templo mental y psíquico del conocimiento, y entrar al mismo libre e inteligentemente.
 
Este principio explica la verdadera naturaleza de “energía”, “poder” y “materia”, y por qué y cómo están todos éstos aspectos subordinados a la maestría de la mente. Por lo que uno de los viejos maestros herméticos escribió hace mucho tiempo:
 
« El que capta la verdad de la naturaleza mental del Universo está bien avanzado en el sendero hacia la maestría»
 
Y estas palabras son tan verdaderas hoy como en el tiempo en que fueron escritas por primera vez, ya que sin esta llave maestra, la maestría es imposible, y el estudiante llama en vano a las muchas puertas del templo.
 
 
Nota
 
Al enunciar este primer principio, el autor del Kybalión busca que sus lectores trasciendan la visión materialista que se tenía a inicios del siglo XX en donde se consideraba que el Universo solo era algo físico, pero él lo hace de una manera incorrecta porque el Universo tampoco es solamente mental, ni tampoco es únicamente controlado por el mental, como él pretende; ya que en realidad el Universo es ante todo energía, y la energía toma diferentes formas y características conforme se va densificando.
 
Por lo tanto, el Universo es mente, pero también es emoción, y también es vida, y también es materia, y es muchos otros estados que los humanos todavía no conocemos.
 
La mente solo es una pequeñísima porción del TODO, y los maestros explicaron que la mente solamente tiene influencia en los cinco planos más densos de la existencia, pero que en cambio la mente no interviene en los 338 planos superiores que también forman parte del TODO, y en donde se manifiestan otros tipos de expresiones de la existencia que actualmente rebasan nuestra comprensión.
 
 
 
 
 
 
2. El principio de correspondencia
 
« Como es arriba, es abajo; como es abajo, es arriba»
(El Kybalión)
 
Este principio incorpora la verdad de que hay siempre una correspondencia entre las leyes y fenómenos de los diversos planos de existencia y la vida. El viejo axioma hermético lo ponía en estas palabras: «Como es arriba, es abajo; como es abajo, es arriba.» Y la captación de este principio da uno de los medios de solucionar muchas oscuras paradojas y secretos escondidos de la Naturaleza.
 
Hay planos más allá de nuestro conocimiento, pero cuando les aplicamos el principio de correspondencia somos capaces de entender mucho más que de otro modo nos habría sido incognoscible.
 
Este principio es de aplicación y manifestación universal en los diversos planos del Universo material, mental y espiritual; y es una ley universal. Los antiguos hermetistas consideraban este principio como uno de los más importantes instrumentos mentales que el hombre dispone para atisbar a un lado los obstáculos que le ocultan lo desconocido a la vista. Y su uso incluso permite rasgar el velo de Isis hasta el punto de poder ver un vislumbre de la cara de la diosa.
 
Porque al igual que un conocimiento de los principios de la geometría capacita al hombre para medir soles distantes y sus movimientos, mientras está sentado en su observatorio, de la misma manera un conocimiento del principio de correspondencia capacita al hombre para razonar inteligentemente desde lo conocido hacia lo desconocido, ya que estudiando a la mónada se entiende al arcángel.
 
 
Nota
 
Concuerdo con este segundo principio, pero el autor del Kybalión se quedó muy corto en su explicación porque él solamente señaló la correspondencia que existe entre los diferentes planos de existencia, pero en realidad no solo hay correspondencia entre los planos, sino que también hay correspondencia entre las diferentes escalas del Universo, y también hay correspondencia entre los diferentes reinos, y de hecho hay correspondencia entre todo lo que existe en el Universo, como por ejemplo, también hay correspondencia con las notas musicales, con los colores, con los chakras, con los ciclos, etc.
 
Hay correspondencia con todo, y esto se debe porque la misma estructura septenaria se manifiesta en todos los aspectos de la Creación.
 
 
 
 
 
 
3. El principio de vibración
 
« Nada descansa; todo se mueve; todo vibra»
(El Kybalión)
 
Este principio incorpora la verdad de que todo está en movimiento, todo vibra, nada está en reposo. Y esto es un hecho que la ciencia moderna refrenda, y que cada nuevo descubrimiento científico tiende a verificar. Y sin embargo este principio hermético fue enunciado hace miles de años por los maestros del antiguo Egipto.
 
Este principio explica que las diferencias que existen entre las diferentes manifestaciones de materia, energía, mente e incluso espíritu, resultan mayormente de frecuencias de vibración variables. Desde el TODO (que es el Espíritu puro) hasta bajando a la forma más grosera de la materia, todo está en vibración, y cuanta más alta es la vibración, más alta es la posición en la escala.
 
La vibración del Espíritu se encuentra en un rango de intensidad y rapidez tan infinitas que está prácticamente en reposo (igual que una rueda moviéndose rápidamente parece inmóvil). Y en el otro extremo de la escala, hay formas groseras de materia cuyas vibraciones son tan bajas como para parecer en reposo. Y entre estos dos polos hay millones y millones de grados variables de vibración.
 
Desde el corpúsculo y el electrón, el átomo y la molécula, hasta los mundos y universos, todo está vibrando. Y esto también es verdad en los planos de energía y fuerza (que no son sino grados diversos de vibración), y también en los planos mentales (cuyos estados dependen de vibraciones), e incluso en los planos espirituales.
 
Y un entendimiento de este principio con las fórmulas apropiadas, capacita a los estudiantes hermetistas a controlar sus propias vibraciones mentales, así como las de los demás. Y los maestros también aplican en diversos modos este principio a la conquista de los fenómenos naturales.
 
Y es por eso que uno de los viejos sabios dijo:

« Aquel que entiende el principio de vibración, ha agarrado el cetro del poder»
 
 
Nota
 
Concuerdo con este tercer principio, pero el autor del Kybalión confunde la vibración con la rotación, y es que un ser puede encontrarse muy quieto pero aún así estar vibrando muy elevadamente (como por ejemplo un maestro meditando); y por el contrario un objeto puede estar girando muy rápidamente pero aun así estar vibrando muy mínimamente (como por ejemplo un asteroide rotando).
 
 
 
 
 
 
4. El principio de polaridad
 
« Todo es dual; todo tiene dos polos; todo tiene su par de opuestos; semejante y desemejante son lo mismo; los opuestos son idénticos en naturaleza, pero diferentes en grado: los extremos se encuentran; todas las verdades no son sino medias verdades; todas las paradojas pueden ser reconciliadas»
(El Kybalión)
 
Este principio incorpora la verdad de que “todo es dual”, “todo tiene dos polos”, “todo tiene su par de opuestos”, todos los cuales son viejos axiomas herméticos.
 
Y también explica las viejas paradojas que han dejado perplejos a tantísimos individuos y que han sido establecidas como sigue: “tesis y antítesis son idénticas en naturaleza, pero diferentes en grado”, “los opuestos son lo mismo, difiriendo sólo en grado”, “los pares de opuestos pueden ser reconciliados”, “los extremos se encuentran”, “todo es y no es al mismo tiempo”, “todas las verdades no son sino medias verdades”, “toda verdad es medio falsa”, “hay dos lados para todo”, etc.
 
Este principio explica que en todo hay dos polos o aspectos opuestos, y que los “opuestos” son realmente sólo los dos extremos de la misma cosa, con muchos grados variables entre ellos. Y para ilustrar esto, consideremos el calor y el frío, que aunque “opuestos”, son realmente la misma cosa, consistiendo la diferencia meramente en grados de la misma cosa.
 
¡Mirad a vuestro termómetro y ved si podéis descubrir dónde termina el “calor” y dónde comienza el “frío”!
 
No hay tal cosa como el “calor absoluto” o el “frío absoluto” — los dos términos “calor” y “frío” indican simplemente grados variables de la misma cosa, y esa misma cosa que se manifiesta como calor y frío es meramente una forma, una variedad y una frecuencia de vibración. Así que calor y frío son simplemente los dos polos de eso que llamamos “temperatura”, y los fenómenos que le acompañan en consecuencia son manifestaciones del principio de polaridad.
 
Y el mismo principio se manifiesta también en el caso de la luz y la oscuridad, que son la misma cosa, consistiendo la diferencia simplemente en los grados variables entre los dos polos de ese fenómeno.
 
¿Dónde cesa la oscuridad y dónde comienza la luz? ¿Cuál es la diferencia entre grande y pequeño? ¿Entre duro y blando? ¿Entre negro y blanco? ¿Entre agudo y romo? ¿Entre bulla y calma? ¿Entre alto y bajo? ¿Entre positivo y negativo?
 
El principio de polaridad explica estas paradojas y ningún otro principio puede suplantarlo. Y este mismo principio opera en el plano mental. Tomemos un ejemplo radical y extremo: el del amor y el odio, aparentemente son dos estados mentales totalmente diferentes, y sin embargo hay grados de odio y grados de amor, y un punto medio en el que usamos los términos de “gusto” y “disgusto” que se solapan tan gradualmente, que a veces no atinamos a saber si gustamos o disgustamos, o ninguna de ambas cosas.
 
Y todos son simplemente grados de la misma cosa, como ustedes mismos veréis si tan sólo queréis pensar en ello por un momento. Y más que esto (y lo siguiente es considerado de gran importancia por los hermetistas) es posible cambiar las vibraciones de odio a las vibraciones de amor, en la propia mente de uno y en las mentes de las otras personas.
 
Muchos de vosotros que leéis estas líneas, habéis tenido experiencias personales de la rápida transición involuntaria del amor al odio, y también en sentido opuesto, del odio al amor, tanto en vuestro propio caso como en el de otros. Y realicéis por lo tanto la posibilidad de que esto se consiga por el uso de la voluntad, por medio de las fórmulas herméticas.
 
Por consiguiente bien y mal no son sino los polos de la misma cosa, y el hermetista entiende el arte de transmutar el mal en bien, por medio de una aplicación del principio de polaridad. Y así el «arte de polarización» se convierte en una fase de la «alquimia mental» conocida y practicada por los maestros herméticos antiguos y modernos.
 
Y un entendimiento de este principio les capacitará a cambiar vuestra propia polaridad, así como la de los demás, si queréis dedicar el tiempo y el estudio necesarios para amaestrar este arte.
 
 
Nota
 
Aquí el autor del Kybalión confunde la polaridad con la ausencia de una energía, ya que no es lo mismo dos polos opuestos, como pueden ser por ejemplo: una carga positiva y una carga negativa, o lo masculino y lo femenino, etc., en donde si hay dos polaridades que se contraponen; pero que es algo diferente al calor y el frío, o la luz y la oscuridad, etc., en donde hay ausencia de una energía.
 
¿Cuál es la diferencia?
 
Pues bien, que cuando aparece el calor, el frio desaparece; y de igual manera cuando aparece la luz, la oscuridad desaparece. En cambio cuando un hombre aparece, la mujer no desaparece porque ahí estamos hablando de dos entidades que tienen su propia existencia.
 
Y esta diferencia entres esas dos nociones si es importante porque cuando se trata de una verdadera polaridad, en esos casos hay que buscar el equilibrio entre esos dos polos (y no aferrarse al polo positivo como lo asegura el autor del Kybalión). En cambio cuando se trata de una ausencia de energía, hay que aprender a vivir cada vez más en mayores grados de esa energía.
 
 
 
 
 
 
5. El principio de ritmo
 
« Todo fluye, fuera y dentro; todo tiene sus mareas; todas las cosas suben y bajan; la oscilación del péndulo se manifiesta en todo; la medida de la oscilación hacia la derecha es la medida de la oscilación hacia la izquierda; el ritmo compensa»
(El Kybalión)
 
Este principio incorpora la verdad de que en todo hay manifestada una moción medida, a un lado y otro; un flujo y un reflujo; un vaivén hacia atrás y hacia adelante; una mengua y una crecida como una marea; una pleamar y una bajamar; y esto sucede entre los dos polos que existen de acuerdo con el principio de polaridad descrito hace un momento.
 
Hay siempre una acción y una reacción; un avance y un retroceso; una elevación y un hundimiento. Esto es así en los asuntos del universo, soles, mundos, hombres, animales, mente, energía y materia. Esta ley está manifiesta en la creación y destrucción de mundos; en la elevación y caída de las naciones; en la vida de todas las cosas; y finalmente en los estados mentales del hombre (y es con este último que los hermetistas encuentran el entendimiento de este principio sumamente importante).
 
Los hermetistas han captado este principio, encontrando su aplicación universal, y han descubierto también ciertos medios de superar sus efectos en ellos mismos por el uso de las fórmulas y métodos apropiados. Ellos aplican la ley mental de la neutralización, y aunque no pueden anular el principio o hacerle cesar su operación, si han aprendido cómo escapar a sus efectos sobre ellos mismos hasta un cierto grado dependiendo de la maestría que tengan de ese principio.
 
Han aprendido cómo usarlo en vez de ser usados por él, y en este método y en otros similares, consiste el arte de los hermetistas. El maestro de las enseñanzas herméticas se polariza en el punto en el que desea reposar, y neutraliza entonces la oscilación rítmica del péndulo que tendería a conducirle hacia el otro polo.
 
Todos los individuos que han alcanzado cualquier grado de auto-maestría hacen esto hasta un cierto grado, más o menos inconscientemente, pero el maestro hace esto conscientemente y con el uso de su voluntad, y de esta manera alcanza un grado de aplomo y firmeza mental casi imposible de creer por parte de las masas que son balanceadas hacia atrás y hacia adelante como un péndulo.
 
Este principio y el de polaridad han sido estudiados estrechamente por los hermetistas, y los métodos de contrarrestarlos, neutralizarlos y usarlos forman una parte importante de la alquimia mental hermética.
 
 
Nota
 
Aquí el autor del Kybalión hizo mucho revoltijo con los conceptos, porque el ritmo no es necesariamente un movimiento oscilatorio como él pretende, ya que por ejemplo, si ustedes amarran un pequeño pedazo de papel con un listón a la rama de un árbol, ustedes van a constatar que el papel va a estar oscilando pero sin un ritmo determinado debido a que se va a mover de manera aleatoria en función del viento.
 
En cambio en el movimiento de un péndulo si hay un ritmo, pero no es porque el péndulo esté oscilando, sino porque ese movimiento oscilatorio tiene una cadencia repetitiva.
 
Y el ritmo tampoco es acción y reacción (como también lo afirma el autor del Kybalión) porque por ejemplo, si con un martillo ustedes golpean un vidrio, el vidrio se va a romper. ¿Pero dónde esta el ritmo en eso? No hay ritmo en esa acción porque una vez efectuada la reacción, el vidrio simplemente queda destruido.
 
Y tampoco la alternancia a fuerza tiene que tener un ritmo, porque por ejemplo, si las mareas se mueven de forma rítmica, eso se debe porque la Luna orbita de manera estable alrededor de la Tierra, pero si la Luna orbitara de forma inestable, entonces las mareas no tendrían un ritmo establecido.
 
¿Entonces qué es el ritmo?
 
El ritmo es simplemente una serie de eventos que se repiten de una cierta forma y de manera periódica durante un determinado intervalo de tiempo. Por ejemplo cuando ustedes escuchan una canción, ustedes perciben que la melodía tiene una cierta cadencia, y esa cadencia que se repite es lo que le da el ritmo a esa canción.
 
Entonces el ritmo es una peculiaridad que tiende a manifestarse en una sucesión de acontecimientos, pero el ritmo no es un principio universal, ya que hay muchas series de acontecimientos que se efectúan de manera variable, irregular, discontinua, aleatoria e incluso caótica, y que por lo tanto no tienen ritmo.
 
 
 
 
 
 
6. El principio de causa y efecto
 
« Toda causa tiene su efecto; todo efecto tiene su causa; todo sucede de acuerdo con la ley. La suerte no es sino un nombre para la ley que no es reconocida; hay muchos planos de causación, pero nada se escapa a la ley»
(El Kybalión)
 
Este principio incorpora el hecho de que hay una causa para todo efecto, y un efecto a partir de toda causa. Y también explica que todo sucede de acuerdo con la ley, que nada nunca “meramente sucede”; que no hay tal cosa como el azar; que hay diversos planos de causa y efecto (aunque los planos superiores dominen a los inferiores) pero a pesar de eso nada se escapa nunca enteramente a la ley.
 
Los hermetistas entienden el arte y los métodos para elevarse por encima del plano ordinario de causa y efecto, hasta un cierto grado, y elevándose mentalmente a un plano superior, ellos se vuelven las causas en vez de los efectos.
 
Las masas de gente se dejan ser manipuladas, obedientes al entorno, a las voluntades y deseos de otros más fuertes que ellos, a la herencia, a la sugestión, y a otras causas externas que las mueven de un lado para otro como peones en el tablero de ajedrez de la vida.
 
Pero en cambio los maestros, elevándose al plano superior, dominan sus humores, caracteres, cualidades, poderes, así como el entorno que los rodea, y de esa manera ellos se convierten en movedores en vez de ser peones.
 
Ellos concurren a jugar el juego de la vida, en vez de ser jugados y movidos de un lado para otro por las voluntades de los otros y del entorno. Y usan este principio en vez de ser sus herramientas. Sin embargo los maestros siguen obedeciendo a la causación de los planos superiores, pero la ayudan a regir en su propio plano. Y en esta afirmación está condensado todo un tesoro de conocimiento hermético, así que cáptelo el que pueda.
 
 
Nota
 
Concuerdo en general con lo que al autor del Kybalión dijo acerca de este principio, pero no estoy de acuerdo cuando él asegura que el azar no existe, porque el hecho que un resultado sea aleatorio, no significa que no tenga una causa, sino que esa causa no esta predeterminada.
 
 
 
 
 
 
7. El principio de género
 
« El género está en todo; todo tiene sus principios masculino y femenino: el género se manifiesta en todos los planos»
(El Kybalión)
 
Este principio incorpora la verdad de que hay un género manifestado en todo lo que existe y que los principios masculino y femenino están siempre en funcionamiento. Y esto es verdadero no sólo en el plano físico, sino también en los planos mentales e incluso espirituales.
 
Sobre el plano físico, el principio se manifiesta como SEXO, mientras que sobre los planos superiores toma formas más ligeras, pero el principio es siempre el mismo.
 
Ninguna creación física, mental o espiritual, es posible sin este principio. Y un entendimiento de sus leyes arrojará luz sobre muchos temas que han dejado perplejas a las mentes de los hombres.
 
El principio de género trabaja siempre en la dirección de la generación y la creación. Toda cosa y toda persona contienen los dos elementos o principios, o este gran principio, dentro de sí, de él o de ella. Toda cosa macho tiene también el elemento hembra, y toda hembra contiene también el elemento macho.
 
Por lo que si queréis entender la filosofía de la creación, la generación y la regeneración mentales y espirituales, debéis entender y estudiar este principio hermético, ya que contiene la solución de muchos misterios de la vida.
 
Pero os advertimos que este principio nada tiene que ver con las perniciosas y degradantes teorías, enseñanzas y prácticas, que se anuncian con llamativos títulos, pero que no son más que una prostitución del gran principio natural de genero. Tales teorías y prácticas no son más que la resurrección de las antiguas doctrinas fálicas, que sólo pueden producir la ruina de la mente, del alma y del cuerpo.
 
Y la filosofía hermética siempre ha alzado su verbo de protesta contra esas repugnantes enseñanzas, la filosofía hermética siempre ha hecho sonar la nota de advertencia contra esas enseñanzas degradadas que tienden hacia la lujuria, la licenciosidad y la perversión de los principios de la Naturaleza.
 
Por lo que si ustedes buscáis tales enseñanzas, debéis ir a otra parte por ellas, ya que el hermetismo no contiene nada para vosotros a lo largo de esas líneas. Pero para el quien es puro, todas las cosas son puras, mientras que para quien es vil, todas las cosas son viles.
 
 
Nota
 
Aquí el autor del Kybalión está muy equivocado porque los maestros explicaron que los seres que habitan en los planos sutiles (y también los humanos cuando desencarnan) son asexuales. Así que no existe el género en los otros planos de existencia.
 
Pero tampoco el género permea todo el plano físico (como lo pretende el autor del Kybalión) ya que por ejemplo: no existen átomos machos que se unan con átomos hembras para procrear átomos bebés. Ni tampoco existen cuerpos celestes machos y cuerpos celestes hembras.
 
Por lo tanto el género solo es una de las formas que tienen los seres orgánicos para procrear, y preciso “una” porque también existen otras maneras de reproducirse como por ejemplo lo son: la gemación, la fragmentación, la bipartición, la esporulación, la partenogénesis, etc.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
OBSERVACIONES
 
El autor del Kybalión puso en su libro estos siete principios como si se trataran de “Las Siete Grandes Leyes Universales reveladas por el Hermetismo”, pero eso no es cierto, y en realidad se nota que él mismo elaboró esa lista en base a sus propias suposiciones, pero infortunadamente mostró tener poco conocimiento en asuntos esotéricos debido a que varios de esos principios que enunció no son universales, y en cambio si le faltó mencionar a otros principios que si son universales y que además son muy importantes.
 
 
1) El primer principio que menciona (el principio de mentalismo) como se los indiqué arriba, no es un principio universal ya que la mente solo es una pequeñísima porción del TODO, y por consiguiente lo que en realidad debió de haber puesto en vez de mente, es la conciencia, ya que todo lo que existe está dotado de conciencia, solo que esta se encuentra en una infinidad de grados y de formas.
 
 
2) El segundo principio que menciona (el principio de correspondencia), ahí no tengo nada que decir en contra, pero yo pondría ese principio más abajo porque hay otros principios que son más fundamentales debido a que explican la esencia misma de la Creación, mientras que el principio de correspondencia explica como se interrelaciona la Creación en sus diferentes aspectos.
 
 
3) El tercer principio que menciona (el principio de vibración), estoy de acuerdo que todo vibra, pero dado que se requiere solo mencionar los siete principios más importantes, yo uniría este principio con un principio más grande que es el principio de movimiento.
 
Y es que todo se mueve, desde lo más pequeño hasta lo más inmenso, pero resulta que existen tres principales tipos de movimientos:
 
 A) Existe un movimiento interno al cual se le conoce como “vibración”.
 B) Existe un movimiento externo al cual se le conoce como “desplazamiento”.
 C) Y existe un tercer tipo de movimiento más trascendental al cual se le conoce como “involución y evolución”, y este movimiento implica que todo lo que existe se encuentra ya sea:
     -   en el arco ascendente dirigiéndose hacia el Espíritu Supremo, o
     -   en el arco descendente dirigiéndose hacia la materia.


Entonces en vez de haber solo señalado el principio de vibración, el autor del Kybalión debió de haber ido más lejos y por consiguiente debió de haber hablado del principio de movimiento.
 
 
4) El cuarto principio que menciona (el principio de polaridad) no es un principio universal ya que no todo lo que existe tiene una polaridad (comenzando por el propio Dios quien es unidad y no dualidad), y en realidad la polaridad es una característica que frecuentemente toma la energía para poder crear.
 
 
5) El quinto principio que menciona (el principio de ritmo), como se los indiqué arriba, tampoco es un principio universal, y el autor del Kybalión debió de haber aumentado su percepción y haber considerado el principio de periodicidad que dice que todo en el Universo se desarrolla a través de ciclos (y seguido esos ciclos adquieren un ritmo, pero no necesariamente).
 
 
6) El sexto principio que menciona (el principio de causa y efecto), no tengo nada en contra que decir al respecto. Pero en cambio.
 
 
7) El séptimo principio que menciona (el principio de género), ahí si estoy muy en desacuerdo porque como se los mostré arriba, el género solo es una forma de reproducción física y el verdadero principio universal es el principio de creación que dice que todo es creado por otra entidad.
 
 
8) Y al autor del Kybalión se le olvidó enunciar el principio más fundamental de la enseñanza esotérica que es el principio de unidad y el cual dice que todo es uno, ya que todo está formado a partir de la misma energía divina.
 
Como lo precisó Blavatsky:
 
« La unidad radical de la esencia fundamental de cada parte constitutiva de los componentes de la Creación; desde un átomo hasta una galaxia, y desde el ser material más bajo, hasta el ser celestial más elevado, y ya sea que se aplique a los mundos físico, mental o espiritual. Todo es Uno, y esta es la Ley fundamental de la Ciencia Oculta»
(Doctrina Secreta I, p.120)
 
 
 
 
 
 
 
CONCLUSIÓN
 
Entonces una lista más correcta de los Siete Principios Universales que rigen al Cosmos sería la siguiente:
 
              1. El principio de unidad
              2. El principio de conciencia
              3. El principio de movimiento
              4. El principio de creación
              5. El principio de causa y efecto
              6. El principio de correspondencia
              7. El principio de periodicidad
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

4 comentarios:

  1. muy interesante explicacion,ya que por un tiempo crei que este libro era mas cercano a una verdad universal,pero atendiendo a tus explicaciones veo la luz que me hacia falta para poder entender mas sobre estas verdades.gracias.

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  2. Muchas gracias Cid por compartir este conocimiento, para muchos, incluyendome, este libro es la entrada al mundo esotérico, y que mejor que enderezar los conceptos

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  3. Deberías hacer un libro un poco más extenso sobre este tema, como si fuera una crítica oficial al kybalion, que es un libro muy, pero muy en boga.

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    1. En este link, en la sección Hermetismo, pueden ver todos los capítulos que he escrito sobre El Kybalion:

      https://esoterismo-guia.blogspot.com/p/indice-tematico-abc.html

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