(Ralph
Shirley fue el editor de la revista Occult
Review, y en la publicación de marzo de 1929, vol.49, no.3, p.145-156, él escribió
lo siguiente sobre Blavatsky y la influencia que ella tuvo en el mundo.)
« Hay un camino empinado y espinoso, plagado de peligros de
todo tipo, pero es un camino que conduce hacia el Corazón del Universo, y yo puedo
decirte cómo encontrar a aquellos que te mostrarán la puerta secreta que
conduce solo hacia el conocimiento secreto y se cierra rápidamente detrás del
neófito para siempre.
Porque no hay ningún peligro que el valor
intrépido no pueda vencer. No hay ninguna prueba por la que la
pureza inmaculada no pueda pasar. No hay ninguna dificultad que el intelecto fuerte no pueda
superar. Y para aquellos que ganan esta batalla, hay una recompensa que supera
todo lo que se puedan imaginar, y es el poder bendecir y salvar a la humanidad. Y para
aquellos que fracasan, hay otras vidas en las que el éxito puede llegar. »
Con estas palabras fue el mensaje
que H.P. Blavatsky vino a entregar al mundo y el acertijo psicológico ofrecido
por la compleja personalidad de esta notable mujer que ha desconcertado a
muchos autoproclamados expertos.
Sus defensores y detractores aportan
cada uno de ellos informaciones en apoyo de su propia visión particular,
mientras que para la mente de los demás, Blavatsky permanece tan oculta como
siempre.
Sin embargo, queda el testimonio de
su trabajo que habla por sí solo, y en palabras del Sr. William Kingsland:
« Es difícil incluso ahora hacer una estimación adecuada de la
inmensa revolución en el espíritu humano sobre cientos de miles de personas a los que ella
ha influenciado por medio de sus escritos, ya sea directa o
indirectamente.
Lo que actualmente conocemos como el
movimiento teosófico moderno, aparte de cualquier sociedad particular o
individual que haya sido el descendiente directo de ese movimiento, ahora se
encuentra tan extendido y su literatura es tan enorme, que tarde o temprano los
historiadores tendrán que reconocer a Blavatsky como habiendo modificado
profundamente el pensamiento del mundo occidental en la época actual. »
(The
Real H.P. Blavatsky)
En lo personal considero que no es
tan importante dilucidar el enigma de quién fue Madame Blavatsky, sino que lo
importante es la capacidad de evaluar la misión que ella dijo haber recibido.
Y el hallazgo de ese camino que
conduce al "Corazón del Universo" y la gran recompensa de "poder
bendecir y salvar a la humanidad" son de interés íntimo para cada alma encarnada
en esta Tierra, porque en esta u otras vidas que aún faltan por vivir, el
destino del individuo y el propósito espiritual por el que se recorre el largo
camino de la ignorancia y el sufrimiento, debe por fin cumplirse.
Sin embargo, todo nuevo intento por
resolver el enigma de "la esfinge del siglo XIX" (como se le
denominaba a Blavatsky), todo esfuerzo por dispersar la nube de
tergiversaciones populares que rodean a la mensajera de "los Hermanos
mayores de la humanidad" es bienvenido para el investigador sincero en
busca de la verdad.
Y el señor Kingsland aporta a esta
tarea, la ventaja de haber conocido personalmente a Madame Blavatsky, y en sus
esfuerzos por revelar la gran alma detrás de la desconcertante personalidad de
la mujer que jugó un papel tan vital en el lanzamiento del Movimiento
Teosófico, él exhibe una moderación de sentimiento y un equilibrio de juicio
que se combinan para llevar al lector de mente abierta, hacia la convicción de
que esta pionera tan incomprendida fue en un sentido muy real, una mártir de la
misión que se le encargó en beneficio del mundo occidental.
La moderación que caracteriza a su
trabajo nunca abandona por completo al Sr. Kingsland, ni siquiera en la
amargura de su reproche hacia los detractores de H.P. Blavatsky.
Él dice:
« Ella sacrificó la última onza de su vida para poder revelar
al mundo, algún atisbo de esa Sabiduría Ancestral que está más allá de todo
precio y que conduce al Corazón del Universo y a la liberación, y al objetivo
final de todo esfuerzo humano.
Que se critiquen sus enseñanzas por
todos los medios – eso es justo y legítimo – pero aún así recuerden que ella no
era más que un instrumento muy imperfecto, y que mucha información se le
prohibió revelar debido a que este mundo todavía es muy egoísta y por
consiguiente todavía no está listo para recibir revelaciones que puedan
utilizarse para construir armas todavía más destructivas.
Así es que critiquen sus enseñanzas
por todos los medios, pero que solo el que esté libre de pecado le arroje más
piedras. »
De hecho, los humanos tienen una
gran facilidad para juzgar a los otros; olvidándose de sus propios defectos.
Sin embargo, criticar el trabajo de Blavatsky es en realidad criticar a la
mujer, ya que los dos están inseparablemente entrelazados. "Ella explicó
la Teosofía, y la Teosofía la explica a ella". Nada podría ser más cierto,
y la propia Blavatsky no habría pedido un criterio de juicio más elevado.
« La Teosofía (continúa
el Sr. Kingsland) explica no sólo el motivo y el incentivo de la obra y la misión
de su vida, sino que también explica mucho de su carácter y muchos incidentes
de su vida, que sin el conocimiento de sus enseñanzas, no son simplemente comprensibles,
pero aún así están sujetos a duras críticas y juicios por parte de aquellos que
no pueden ver más allá que la superficie de las cosas. »
Hoy, treinta y cinco años después de
su muerte, el Movimiento Teosófico que inauguró Madame Blavatsky está
representado por numerosas sociedades independientes, y a menudo mutuamente
hostiles entre ellas, esparcidas por todo el mundo, pero que llevan real o
implícitamente la designación de “Teosófico”.
Que las divergencias tienen sus
raíces en su mayor parte por las afirmaciones de individuos particulares que se
dijeron ser los sucesores directos de HPB, hay pocas dudas.
Es un hecho, sin embargo, y no sin
importancia, que con el paso de los años, el interés por Madame Blavatsky y su
obra se fortalece cada vez más, y esto a pesar de los ataques que aparecen de
manera tan prominente por parte de diferentes organizaciones.
En ningún momento más que en el
presente sus obras han tenido mayor demanda, mientras que la popularidad de las
más conocidas que son La Doctrina Secreta
y La Voz del Silencio muestran un
aumento proporcional.
Por cierto, los editores de esta
revista están en condiciones de poder dar testimonio gratificante con relación al creciente interés por Mme. Blavatsky, ya que la acogida otorgada a la
primera edición del estudio sobre ella efectuado por el Sr. G. Baseden Butt es
prueba de ello.
Sus
dos trabajos más trascendentales
Se puede hacer referencia aquí con
ventaja a un punto digno de mención con relación a la Doctrina Secreta;
es decir, la declaración del sabio tibetano, el difunto Lama Kazi Dawa-Samdup,
ex inspector jefe del estado mayor del Plenipotenciario Tibetano del Gobierno
de la India.
Según lo registrado por el Sr. W.Y.
Evans Wentz, MA, D.Litt., B.Sc. (el hábil editor del Libro tibetano de los muertos) él dice:
« El difunto Lama Kazi Dawa-Samdup opinó que a pesar de las
críticas adversas dirigidas contra las obras de HPB, hay evidencia interna
adecuada en ellas del conocimiento íntimo de su autor con las enseñanzas
lamaístas superiores en las que ella afirmaba haber sido iniciada. »
Pero aunque enciclopédico y
monumental como indudablemente es la Doctrina
Secreta, sin embargo, el núcleo del mensaje de Madame Blavatsky se
encuentra en el pequeño tratado tan conocido con el título: La Voz del Silencio, el cual ella dedicó a
"Los Pocos".
Porque el camino secreto, cuya
existencia ella proclamó, no es para los pasos de la multitud, y menos especialmente en
esta etapa de la evolución de la humanidad.
El Sr. Kingsland considera La Voz del Silencio como el toque final del trabajo de Blavatsky, y al respecto él dice:
« En sus aspectos místicos, apunta a un logro trascendental
que sólo puede atraer a aquellos cuya intuición y visión místicas sobrepasa con
creces las esperanzas, los temores y las limitaciones comunes de la mente o el
intelecto formal.
Ese libro señala que el objetivo de esta
búsqueda es el hallazgo de Sí mismo, y en el hallazgo de ese Sí mismo, o sea en
el hallazgo de la realidad Una que subyace a todo este mundo fenoménico, y que
es el vano esfuerzo del metafísico cuando solo trabaja con la mente formal, el
humano obtiene su libertad.
Esto, por supuesto, es el objetivo
subyacente de todo misticismo, aunque a veces se expresa en términos simbólicos
como el hallazgo de Dios. »
Es un boceto de ese camino al que
ella dirigiría los pasos de “Los Pocos”, ya que siempre en las filas de la
humanidad ordinaria, se pueden encontrar a unos pocos que a pesar de no poseer
dotes de intelecto sobresalientes, tienen aún las calificaciones especiales que
hacen la posibilidad de encontrar y recorrer el sendero que lleva hacia esa libertad y que es lo único que
verdaderamente vale la pena en la vida.
Kingsland comenta:
« El intelecto por sí solo es un obstáculo y un obstáculo más
que una calificación. »
¿Cuál
es el verdadero ocultismo?
En la colección de las Cartas de Mahatma
dirigidas al Sr. Sinnett se encuentra una carta escrita en julio de 1884, de la cual
se cita lo siguiente:
« Se te dijo que el camino hacia la ciencia oculta debe
recorrerse laboriosamente y cruzarse ante el peligro de la vida; que cada nuevo
paso en ese camino que conduce hacia la meta final está rodeado de trampas y
espinas; y que el peregrino que se adentra en él tiene primero que
enfrentarse y conquistar las mil y una furias que vigilan sus puertas y entrada
adamantinas.
Las furias de la duda, el
escepticismo, el desprecio, el ridículo, la envidia y finalmente, la tentación
(especialmente este última) son los obstáculos a vencer; y quien quiera ver más
allá, primero tendrá que destruir ese muro existente entre él y la verdad. Y para ello debe poseer
un corazón y un alma revestidos de acero, y una determinación inquebrantable de
hierro, pero al mismo tiempo debe ser abierto, gentil, humilde y haber excluido
de su corazón toda pasión humana que conduzca hacia el mal. ¿Eres todo eso? ¿Has
comenzado algún esfuerzo que te conduzca hacia ello? »
Y nuevamente, en la página 341 de la
misma colección de cartas, el Mahatma KH le escribe al Sr. Sinnett diciéndole:
« Nada nos atrae hacia un extraño excepto su espiritualidad en
evolución. Porque puede que sea un Bacon o un Aristóteles en conocimiento, pero si
su capacidad se limita a Manas (la mente) su energía será solo como el peso de una pluma por nosotros.
La energía suprema reside en Buddhi (el alma espiritual); latente cuando está casado solo con Atman (el espíritu divino) y activo e irresistible cuando es galvanizado
por la esencia de Manas, y cuando nada de la escoria de este último se mezcla
con esa esencia pura para abrumarla por su naturaleza finita.
Manas, puro y
simple, es de un grado inferior y de la tierra terrenal; y es por eso que sus hombres
más grandes cuentan como nulos en la arena donde la grandeza se mide por el estándar
del desarrollo espiritual. »
Y esto inevitablemente nos recuerda
la enseñanza impartida al aspirante a través del libro Luz en el Sendero, inspirada por un maestro europeo (Hilarion):
« Los que pidan, tendrán pero aunque el hombre común
pregunta constantemente, su voz no se escucha porque pide con la mente
solamente; y la voz de la mente sólo se escucha en ese plano en el que actúa la
mente. »
Estas indicaciones específicas de la
naturaleza del verdadero ocultismo brindan un comentario oportuno sobre la
carta publicada en el presente número de esta revista, de un corresponsal con
el seudónimo de "Heimdallr".
Él cita respectivamente la definición del misticismo
y el ocultismo dadas por Edward Maitland con el fin de limitar el
alcance del último término al plano astral únicamente.
La distinción no radica tanto en la
meta como en el punto de partida. La línea de enfoque para el ocultista es por
el camino de la ciencia oculta, y para el místico por el camino de la religión.
Quizás uno podría aventurarse a asegurar que el verdadero ocultismo tiene el mismo objetivo que tiene la
religión, solo que lo hace por medio de la ciencia oculta, pero siempre que estos
términos se utilicen en su connotación más amplia y no se limiten a su uso
convencional. Es la naturaleza misma de las cosas que el mensaje del ocultista
y el místico debe expresarse en términos similares ya que la meta de
ambos caminos, es el Uno, el Ser o Dios,
Por lo que es imposible considerar que
solo hay un camino. Que solo hay un objetivo, eso puede ser admitido sin reservas, pero sin una exageración indebida se podría ir más allá y sostener que hay
tantos caminos como individuos; porque no hay dos almas iguales en la manifestación.
La cabeza y el corazón se mezclan en proporciones variables.
Y es por eso que el maestro Hilarión
también dijo:
« Cada humano es para sí mismo absolutamente el camino, la
verdad y la vida. »
Contra el uso del término
"misticismo", el Sr. Kingsland objeta que se asocia con tanta
frecuencia con "emocionalismo vago y malsano"; mientras que el
ocultismo apunta hacia el desarrollo de las facultades espirituales latentes en
el hombre “a través de un entrenamiento definido e intensivo, en el cual se logra
gradualmente el conocimiento de las leyes más profundas y superiores de la
Naturaleza y de nuestro propio ser”.
Y es por eso que él escribió:
« El ocultista es aquel que asciende constantemente la
montaña; asegurándose de pisar a cada paso y adaptándose a sí mismo a medida
que asciende a las condiciones cambiantes y la atmósfera enrarecida de las alturas
que alcanza y sobrepasa. »
Diferencias
con el espiritismo
El hecho de que la preocupación del
verdadero ocultista no sea únicamente con el plano astral, está en la raíz de
las diferencias que existen entre éste y el espiritista. El ocultista está de
acuerdo con el espiritista al admitir la validez de los fenómenos que se
presentan en las sesiones espiritistas.
Y juntos puede permitirse sonreír
ante las acrobacias de los periódicos iniciadas con el fin de aumentar la
circulación y en las que el espiritismo es puesto “a prueba”. ¡En juicio, por cierto! Ya que los fenómenos
que se producen en las salas de las sesiones espiritistas (cuando son verdaderos) han sido conocidos
como reales desde los albores de la historia.
Pero es en la interpretación de los
fenómenos en donde las dos partes se confrontan, debido a que mientras que el
espiritista está dispuesto a admitir que una personalidad incorpórea o incluso
a veces encarnada puede manifestarse a través del trance de un médium.
En cambio el
ocultista sostiene que la preponderancia de tales mensajes son el
resultado de las actividades de los caparazones astrales que persisten durante
un período de tiempo después de la muerte, mientras que la individualidad ya se ha
ido, y estas formas astrales están siendo animadas por inteligencias sub-humanas
que reproducen los automatismos característicos de la personalidad que una vez
vivió.
Incluso en el caso de una
individualidad altamente desarrollada, no es factible que se manifieste
eficientemente en sus aspectos superiores a través de un sistema nervioso
extraño, cuyo legítimo dueño se encuentra en un estado de trance.
Sin embargo el espiritismo superior
nunca fue cuestionado por Blavatsky o sus Maestros, y a este respecto encontramos al
Maestro KH escribiendo en la colección de las Cartas de los Mahatmas lo
siguiente:
« No es contra el verdadero Espiritismo que nos oponemos, sino
sólo contra la mediumnidad indiscriminada y las manifestaciones físicas,
especialmente las materializaciones y las posesiones en trance. »
Y el fundamento de la comunicación
directa con personalidades incorpóreas en el plano astral se explica
gráficamente con el siguiente párrafo, extraído de una carta de la misma fuente
que la anterior:
« Muchas de las comunicaciones espirituales subjetivas, la
mayoría de ellas cuando los sensitivos son de mente pura, si son reales. ... El
espíritu del humano sensible que se odiliza, por así decirlo, con el aura del espíritu
que se encuentra en el Devachán, se convierte durante unos minutos en la
personalidad que ese humano fue, y escribe con la caligrafía de este último, en
su lenguaje y en sus pensamientos como lo fueron durante su vida.
Los dos
espíritus temporalmente se mezclan en uno, y la preponderancia del uno sobre el otro durante
tales fenómenos determina la preponderancia de la personalidad en las características
exhibidas. ... Lo que ustedes llaman "compenetración" es de hecho,
una identidad de vibración molecular entre la parte astral del médium encarnado
y la parte astral de la personalidad desencarnada. »
Hay algunos libros notables que consisten
en registros obtenidos por esa relación espiritual superior mencionada
anteriormente, y el señor Kingsland pone como ejemplo el caso de una obra
anónima que ha gozado y sigue gozando de gran popularidad y que se llama: “Cristo en ti”.
Y uno recuerda también instintivamente
registros como “Los Guiones de Cleofás”, las comunicaciones
dadas a través de “El Eros”, los
mensajes de “El Daoud”, y “Las Cartas de un muerto viviente” de Elsa
Barker , por mencionar sólo algunos textos.
Por lo tanto no es tanto en la relación
consciente con las personalidades desencarnadas que reside el peligro en la
"mediumnidad indiscriminada" a la que se refiere el maestro Kuthumi.
Y nada se puede perder, y mucho se
puede ganar con una tranquila investigación científica y una clasificación de
los fenómenos del trance, ya sean manifestaciones de orden físico o psíquico.
Una investigación tan metódica y
sana, afortunadamente, es característica de la investigación psíquica, de modo
que para citar nuevamente al Sr. Kingsland:
« Hoy podemos hacer una amplia distinción entre espiritismo y la
investigación psíquica. El último incluye los fenómenos del primero, pero no
necesariamente acepta la hipótesis de la comunidad espiritista como una
explicación satisfactoria; y tampoco impone dentro de la investigación de los fenómenos, a
ningún elemento religioso.
La investigación psíquica ha
revelado muchos factores relacionados con el subconsciente, con la telepatía,
la clarividencia, etc., que introducen elementos en muchas de las llamadas
comunicaciones espirituales que a muchos investigadores les parecen descartar
por completo su validez como tales.
Sin embargo, es cierto que muchos de
estos investigadores científicos y materialistas han estirado la teoría del
subconsciente hasta el límite, en su esfuerzo por evitar la hipótesis del
espíritu. Pero por otro lado, hay que decir que la credulidad con la que
muchos, si no la mayoría de los espiritistas, aceptan tales comunicaciones
sobre su propia hipótesis y les atribuyen una importancia exagerada como si lo
que viene del “otro lado” debe necesariamente ser aceptado, ese mero hecho
repele la mente científica y racional. »
Conclusión
La misión de Madame Blavatsky fue
señalar un camino secreto, pero solo secreto porque la atención de la humanidad se
encuentra actualmente más fijada en los asuntos materiales que en los espirituales. Y ella esbozó la
naturaleza de la meta y que es una apoteosis de la humanidad proclamada por todos los
grandes maestros espirituales del mundo.
Y también preconizó que no hay religión
más alta que la verdad y cada nuevo hecho de la Naturaleza, ya sea en los
reinos materiales o más sutiles, cada nuevo examen y clasificación de los
acontecimiento, contribuye al establecimiento de esa verdad.
Entonces que se busque la verdad
dondequiera que se encuentre, porque como dice el sabio: "la verdad os hará libres".
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