El capítulo 8 del libro El Kybalión detalla sobre el segundo
principio hermético, que es el principio de correspondencia.
« Como es arriba, es abajo;
como es abajo, es arriba. »
(El Kybalión)
El segundo gran principio hermético, el principio de correspondencia, incorpora la
verdad de que existe una armonía, una concordancia y una correspondencia entre
los diversos planos de manifestación de la vida y del ser. Y esta verdad se
debe porque todo cuanto hay en el Universo emanó de la misma fuente, y las
mismas leyes, principios y características se aplican a cada unidad o
combinación de unidades de actividad, conforme cada una manifiesta sus propios
fenómenos en su propio plano.
Ahora bien, para facilitar la reflexión y el estudio, la filosofía
hermética considera que el Universo puede ser dividido en tres grandes clases
de fenómenos, conocidos como los tres grandes planos, y estos son:
1. El
gran plano físico
2. El gran plano mental
3. El gran plano espiritual
Pero hay que tener en cuenta que estas divisiones son más
o menos artificiales y arbitrarias, porque la verdad es que las tres divisiones
no son más que grados ascendentes en la gran escala de la vida, siendo el punto
más bajo la materia indiferenciada, y el más elevado el Espíritu.
Y además los diferentes planos se solapan unos con otros,
de manera que no puede establecerse una división firme y nítida entre la parte
superior del plano físico y la parte inferior del plano mental, o entre la
parte superior del plano mental y la parte inferior del plano espiritual.
(Esto es falso ya que los maestros
explicaron que entre cada plano de existencia si existe una frontera, que
aunque delgada, separa nítidamente las substancias que constituyen a esos
planos; y para ilustrárselos, observen la frontera que separa el mar del cielo:
es una fina línea, pero que muestra claramente la diferencia que existe entre
el estado acuoso y el estado gaseoso. Pues bien, lo mismo sucede entre los
diferentes planos.)
Estos tres grandes planos (el físico, el mental y el espiritual)
pueden ser considerados como los tres grandes grupos de grados de manifestación
de la vida. Y aunque el propósito de este libro no es de entrar en explicaciones
extendidas sobre estos planos, daremos una descripción general de ellos.
Para comenzar podemos considerar la pregunta tan a menudo
formulada por el neófito, quien desea saber lo que significa realmente la
palabra «plano», término que es usado muy libremente, pero que apenas ha sido
explicado en muchas obras de ocultismo.
La pregunta generalmente se formula de la siguiente
manera:
¿Es un plano un lugar que tiene dimensiones, o es meramente una condición o
un estado?
Y nosotros contestamos:
« No, no es un lugar, ni una dimensión ordinaria del
espacio; y sin embargo es más que un estado o condición. Puede ser considerado
como un estado o condición, y sin embargo el estado o condición es un grado de
dimensión, en una escala que está sujeto a medición. »
Esto que acabamos de decir parecerá algo paradójico, pero
a continuación esclareceremos el asunto.
Una dimensión, como sabéis, es “una medida en una línea
recta, relacionada con una medida de base”, etc. Las dimensiones ordinarias del
espacio son longitud, anchura y altura; o quizás longitud, anchura, altura,
grosor o circunferencia.
Pero existe otra dimensión de las “cosas creadas” o “medida
en línea recta” conocida por los ocultistas y también por los hombres de
ciencia, aunque estos últimos todavía no le han puesto el nombre de dimensión.
Y esta nueva dimensión, que por el momento es la base de muchas especulaciones,
se designa con el nombre de “Cuarta Dimensión”, y es la norma usada para determinar
los grados o planos.
Esta cuarta dimensión puede ser denominada «la dimensión
de la vibración» y esto ya es un hecho bien conocido por la ciencia moderna,
así como por los hermetistas quienes han incorporado esta verdad en su tercer
principio hermético, en donde afirman que “todo está en movimiento, todo vibra,
nada está en reposo”.
Desde la más elevada manifestación, hasta la más inferior,
todos los seres y todas las cosas vibran. Y no solamente vibran en diferentes
grados de movimiento, sino que también vibran en diferentes direcciones y de
diferentes maneras. Y los grados de la tasa de
vibraciones constituyen los grados de medición en la escala de vibraciones; en
otras palabras, los grados de la cuarta dimensión.
Pues bien, todos estos grados forman lo que los
ocultistas llaman «planos», y cuanto más elevado es el grado de frecuencia de
vibración, tanto más elevado es el plano y tanto más elevada es la
manifestación de la vida que vive en ese plano.
De manera que aunque un plano no es “un lugar”, ni tampoco
es “un estado o condición”, posee sin embargo cualidades comunes a ambos. Y algo
más comentaremos al respecto en el siguiente capítulo en donde detallaremos el
principio hermético de vibración y también abordaremos el tema de la escala de las
vibraciones
No obstante se recordará de nuevo que los tres grandes
planos no son divisiones reales de los fenómenos del Universo, sino meramente
medios arbitrarios usados por los hermetistas para ayudar al pensamiento y al
estudio de los diversos grados y formas de la actividad y de la vida universal.
El átomo de materia, la unidad de fuerza, la mente del
hombre y el ser del arcángel, no son más que grados de una sola y misma escala,
y todos son fundamentalmente los mismos, siendo la diferencia sólo cuestión de
grados y de intensidad vibratoria., pero todos son creaciones del TODO, y todos
tienen su existencia dentro de la mente infinita del TODO.
Los hermetistas subdividen cada uno de los tres grandes
planos en siete planos menores, y cada uno de estos planos menores a su vez se
subdividen en siete sub-planos, siendo todas las divisiones más o menos
arbitrarias, solapándose unas con otras, y siendo adoptadas de esa manera solamente
para la conveniencia del estudio y pensamiento científico.
(Como se los indiqué arriba, esto es falso porque
si hay razones que llevan hacia esas divisiones, y es que aunque la energía es
la misma en todos los planos, las diferencias en la frecuencia vibratoria van
generando diferentes condiciones.
Observen el agua, cuando es sólida genera
un ambiente polar, cuando es acuosa genera un ambiente marino, cuando es
gaseosa genera un ambiente airoso; y en cada uno de esos ambientes existen diferentes
seres, diferentes características, diferentes condiciones. Pues bien lo mismo
sucede con los planos.)
El Gran Plano Físico
El gran plano físico, con sus siete planos menores, es la
división que comprende todos los fenómenos del Universo que se refieren a las
cosas, fuerzas y manifestaciones físicas. Lo que incluye todas las formas de lo
que conocemos como materia, y todas las formas de eso que llamamos energía o
fuerza.
Pero se debe recordar que la filosofía hermética no
reconoce la materia como una cosa en sí misma, o como si tuviera una existencia
separada de la mente del TODO. La proposición hermética dice que la materia es
una forma de energía, o sea energía de una frecuencia vibratoria baja de cierta
clase. Y por ello los herméticos clasifican la materia también con el título de
energía, y le adjudican tres de los siete planos menores del gran plano físico.
Y estos siete planos físicos menores son como sigue:
1. El plano de materia (A)
2. El plano de materia (B)
3. El plano de materia (C)
4. El plano de sustancia etérea
5. El plano de energía (A)
6. El plano de energía (B)
7. El plano de energía (C)
1. El plano de materia (A) comprende las formas de
materia en sus formas sólidas, líquidas y gaseosas, tal como se reconocen
generalmente en los libros de texto sobre física.
2. El plano de materia (B) comprende ciertas formas de
materia más elevadas y sutiles cuya existencia la ciencia recién comienza a
conocer, tales como los fenómenos de la materia radiante en sus fases de
radium, etc., y que pertenecen a la subdivisión más inferior de este plano
menor.
3. El plano de materia (C) comprende las formas de la
materia más sutil y tenue, cuya existencia no es sospechada por los científicos
ordinarios.
4. El plano de sustancia etérea compone eso que la
ciencia denomina «éter», que es una sustancia de extrema tenuidad y prodigiosa
elasticidad que compenetra todo el espacio universal, y sirve como un medio
para la transmisión de las ondas de energía tales como: la luz, el calor, la
electricidad, etc.
Esta sustancia etérea forma un vínculo conector entre la
materia y la energía; y participa en la naturaleza de cada una de ellas. Las
enseñanzas herméticas sin embargo instruyen que este plano tiene siete
subdivisiones (como las tienen todos los planos menores), y que de hecho hay
siete éteres, en vez de solo uno.
5. El siguiente por encima del plano de sustancia etérea
es el plano de energía (A), el cual comprende las formas ordinarias de energía
conocidas por la ciencia, siendo sus siete sub-planos respectivamente: calor,
luz, magnetismo, electricidad y atracción (incluyendo gravitación, cohesión,
afinidad química, etc.) y varias otras formas de energía indicadas por los
experimentos científicos, pero que aún no son nombradas o clasificadas.
6. El plano de energía (B) comprende siete sub-planos de
formas superiores de energía, las cuales todavía no han sido descubiertas por
la ciencia, pero que han sido llamadas «las fuerzas más finas de la naturaleza»
y que son puestas en operación en las manifestaciones de ciertas formas de
fenómenos mentales, y por las que tales fenómenos se vuelven posibles.
7. El plano de energía (C) comprende siete sub-planos de
energía tan elevadamente organizada que tiene muchas de las características de
la «vida», pero que no es reconocida por las mentes de los hombres en el plano
ordinario de desarrollo, estando disponible sólo para el uso de seres del plano
espiritual.
Tal energía es inconcebible para el hombre ordinario, y por
ello la puede considerar casi como «un poder divino», y los seres que la
emplean son para el hombre ordinario como «dioses», aun comparándolos con el
tipo humano más elevado que conozcamos.
El Gran Plano Mental
El gran plano mental comprende esas formas de «cosas
vivientes» conocidas por la gente en la vida ordinaria, así como otras formas
no tan bien conocidas excepto por los ocultistas.
La clasificación de los siete planos mentales menores es
más o menos satisfactoria pero también parecerá arbitraria, a no ser que vaya
acompañada por explicaciones que son ajenas al propósito de esta obra. Sin
embargo podemos mencionar un poco sobre esos planos mentales menores, y estos son
como sigue:
1. El plano de mente mineral
2. El plano de mente elemental (A)
3. El plano de mente vegetal
4. El plano de mente elemental (B)
5. El plano de mente animal
6. El plano de mente elemental (C)
7. El plano de mente humana
1. El plano de mente mineral comprende los estados o
condiciones de las unidades o entidades, o grupos y combinaciones de las
mismas, que animan las formas conocidas como: minerales, substancias químicas,
etc.
Estas entidades no deben de ser confundidas con las
moléculas, átomos y corpúsculos, siendo estos los cuerpos o formas materiales
de estas entidades, igual que el cuerpo de un hombre no es más que su forma
material pero no es él mismo.
Y a esas entidades se las puede llamar en cierto sentido
«almas», y son seres vivientes de escaso grado de desarrollo, vida y mente;
justo un poco más que las unidades de «energía viviente» que comprenden las
subdivisiones superiores del plano físico más elevado.
El hombre corriente no suele atribuir mente, alma o vida
al reino mineral, pero todos los ocultistas reconocen la existencia de la misma,
y la ciencia moderna se está encaminando rápidamente hacia ese punto de vista.
(Aquí lo que dice el autor del Kybalión en
parte es falso porque el mineral tiene esos aspectos, pero en un estado
latente, y es solo con los siguientes reinos que esos aspectos comienzan a
desarrollarse progresivamente cada vez más.
Para darles una analogía, es como si él dijera que una semilla
tiene raíces, hojas, etc. Y eso no es cierto, pero en cambio si es cierto que una semilla tiene la capacidad para desarrollar todo eso.
Pues bien, con los minerales sucede lo mismo.)
Las moléculas, átomos y corpúsculos tienen sus “amores y odios”, “gustos y disgustos”, “atracciones y repulsiones”,
“afinidades y no-afinidades”, etc., y algunas de las más atrevidas mentes
científicas han expresado la opinión de que el deseo y la
voluntad, las emociones y los sentimientos de los átomos difieren sólo en grado
con el de los hombres.
No tenemos espacio aquí para discutir el asunto, pero todos
los ocultistas saben que esto es un hecho, y otros se refieren a los
descubrimientos científicos más recientes para que se vea su corroboración. Y este
plano tiene las siete subdivisiones habituales.
2. El plano de mente elemental (A) comprende el estado o
condición y grado de desarrollo mental y vital de una clase de entidades
desconocidas para el hombre común, pero que el ocultista si conoce.
Estas entidades son invisibles a los sentidos ordinarios
del hombre, pero no obstante existen y desempeñan su papel en el Universo. Y su
grado de inteligencia está entre el de las entidades minerales y químicas por una parte, y el de las entidades del reino
vegetal por otra parte. Y hay siete subdivisiones en este plano también.
3. El plano de la mente vegetal y sus siete subdivisiones
comprende los estados o condiciones de las entidades que incorporan el mundo
vegetal, y cuyos fenómenos mentales y vitales son bastante bien conocidos por
la personas medianamente inteligentes, debido a que se han publicado durante la
última década muchas nuevas e interesantes obras científicas concernientes a
“la mente y vida de las plantas”.
Y es que deben de saber que las plantas tienen vida,
mente y alma, tanto como los animales, el hombre y el superhombre.
4. El plano de mente elemental (B) y sus siete
subdivisiones comprende los estados y condiciones de una forma de elementales o
entidades invisibles que también hacen su obra en el Universo, y cuya mente y
vitalidad forma parte de la escala entre el plano de mente vegetal y el plano
de mente animal, y dichas entidades elementales participan en ambos reinos.
5. El plano de mente animal y sus siete subdivisiones
comprende los estados y condiciones de las entidades, seres o almas, que animan
los cuerpos vivientes de los animales y que ya son muy familiares para nosotros,
por lo que no es necesario entrar en detalles concernientes a este reino o
plano de vida, ya que el mundo animal nos es tan familiar como el nuestro
propio.
6. El plano de mente elemental (C) y sus siete
subdivisiones comprende las entidades o seres invisibles que participan en la
naturaleza de la vida animal y humana, en determinado grado y con ciertas
combinaciones. Y estas entidades son las formas más elevadas entre los
elementales y son semi-humanas en inteligencia.
7. El plano de mente humana y sus siete subdivisiones
comprende esas manifestaciones de la vida y mentalidad que son comunes al
hombre en sus varios grados y divisiones.
Y en este punto debemos indicar el hecho de que el hombre
común actual ocupa la cuarta subdivisión del plano de la mente humana, y sólo
los más inteligentes han cruzado los límites de la quinta subdivisión.
Le ha tomado millones de años a la raza para alcanzar
este nivel, y le tomará muchos años más a la raza para llegar a la sexta y la
séptima subdivisiones, y más allá. Pero debemos recordar que ha habido razas
anteriores a las nuestras que han pasado por esas etapas y después más allá de
ellas también.
Nuestra propia raza es la quinta (con los rezagados de la
cuarta) que ha puesto el pie sobre el sendero. Y también hay unas pocas almas
avanzadas de nuestra propia raza que han sobrepasado a las masas y que ya han
llegado a la sexta y hasta la séptima subdivisión, estando algunas pocas aún
más lejos todavía. El hombre de la sexta subdivisión será el superhombre, y el
de la séptima subdivisión será el ultra hombre.
(Aquí percibo que el autor del Kybalión
leyó un poco de teosofía, pero también él hace un tremendo revoltijo con los
conceptos de “rondas” y “razas raíces”. Y esto me muestra que no estudió con
atención y cuidado, y el resultado es un revoltijo mal estructurado.)
Al considerar los siete planos mentales menores, nos
hemos referido a los tres planos elementales de un modo muy breve, porque no
deseamos entrar en esta obra en detalle sobre ese tema, debido a que ese asunto
no pertenece a esta parte de la filosofía hermética que estamos abordando aquí.
Pero podemos añadir unas pocas palabras más para daros una idea un poco más clara de las
relaciones que tienen esas entidades con los demás reinos que ya ustedes
conocen.
Los planos elementales guardan la misma relación en
mentalidad y vitalidad con los planos mineral, vegetal, animal y humano, que
las teclas negras de un piano guardan con las teclas blancas. Las teclas
blancas bastan para producir música, pero hay ciertas escalas, melodías y
armonías en las que las teclas negras también desempeñan su papel, y en esos
casos es necesaria su presencia para esos acordes.
Y los elementales son también necesarios como « eslabones
de conexión» de la condición del alma, estados de entidad, etc., entre los
varios otros planos, alcanzándose en ellos ciertas formas de desarrollo. Y este
último hecho proporciona al lector que puede "leer entre líneas" una
nueva luz sobre los procesos de evolución, y una nueva clave para la puerta
secreta de los "saltos de la vida" entre reino y reino.
Los grandes reinos de los elementales son plenamente conocidos por todos
los ocultistas, y los textos esotéricos están llenos de menciones sobre ellos.
Por ejemplo, los lectores de "Zanoni" de Bulwer y cuentos similares
reconocerán las entidades que habitan esos planos de vida.
(Aquí el autor del Kybalión está muy
equivocado porque los maestros han explicado que los elementales son esenciales
para la vida, al grado que sin ellos simplemente los otros reinos no podrían
existir.
Y el
escritor Edward Bulwer Lytton en su obra "Zanoni" no habla de elementales
sino del morador del umbral que es una entidad muy diferente a lo que son los
elementales.)
El Gran Plano Espiritual
Pasamos ahora del gran plano mental al gran plano
espiritual, ¿pero qué es lo que podríamos decir? ¿Cómo podríamos explicar esos
elevados estados del ser, de la vida y de la mentalidad a mentes que todavía son
incapaces de comprender las subdivisiones más elevadas del plano de la mente
humana?
Esa tarea es imposible, por lo que sólo podemos hablar en
los términos más generales. ¿Cómo podría describirse la luz a un hombre que ha
nacido ciego? ¿Cómo podría explicarle lo que es el azúcar a quien nunca ha
probado algo dulce? ¿Cómo hablar de las melodías armoniosas a un sordo?
Todo lo que podemos decir es que los siete planos menores
del gran plano espiritual (teniendo cada plano menor sus siete subdivisiones) comprenden
seres tan superiores al hombre actual como este último es superior al gusano y a
otras formas aún más inferiores.
La vida de esos seres trasciende tanto a la nuestra a tal
grado que no podemos pensar ni siquiera en sus detalles. Y sus mentes son tan
elevadas, que para ellos, nuestra forma de pensar es muy rudimentaria, y
nuestros procesos mentales les parecen procesos muy materiales.
Y la materia de la que están compuestas sus formas es de
los planos más elevados, y algunos dicen
que incluso están envueltos de pura
energía.
Entonces,
¿Qué puede decirse de tales seres?
Pues bien, se puede decir también que en los siete planos
menores del gran plano espiritual existen seres a los que se les conoce como
ángeles, arcángeles y semi-dioses. Y en los planos menores inferiores viven
aquellos a quienes damos el nombre de maestros y adeptos.
Por encima de ellos están las grandes jerarquías de las
huestes angélicas, inconcebibles para el hombre; y por encima de ellas están
los que sin irreverencia alguna podríamos llamar «dioses», pues su grado de
elevación en la escala de la vibración es tan alto, y su poder e inteligencia son
tan grandes, que sobrepasan a todas las concepciones que el hombre se ha
formado sobre la Deidad.
Estos seres están más allá incluso de los más elevados
vuelos de la imaginación humana, siendo la palabra «divinidad» la única
aplicable hacia ellos. Y muchos de estos seres, así como la hueste angélica, se
toman el más grande interés en los asuntos del Universo y desempeñan un papel importantísimo
en sus procesos.
Esas divinidades invisibles y auxiliares angelicales
extienden su influencia libre y poderosamente en el proceso de evolución y
progreso cósmico. Y su intervención y asistencia ocasionales en los asuntos
humanos han dado origen a muchas leyendas, creencias, religiones y tradiciones
de las razas pasadas y presentes.
Ellos han superpuesto su conocimiento y poder sobre el
mundo, una y otra vez, pero desde luego todo bajo la ley del TODO.
Sin embargo, aún esos elevadísimos seres existen
meramente como creaciones de la mente del TODO y están sujetos a los procesos
cósmicos y a las leyes universales. Y por consiguiente ellos son todavía
mortales.
Podemos llamarlos «dioses» si queremos, pero no son más
que los Hermanos Mayores de la raza; las almas avanzadas que han sobrepasado a sus compañeras y que han
renunciado temporalmente al éxtasis de la absorción en el TODO, para así poder
ayudar a la raza en su ascendente viaje por el sendero. Pero ellos también pertenecen
al Universo y están sujetos a sus condiciones — ellos son mortales y su plano
es inferior al del Espíritu Absoluto.
Sólo los hermetistas más avanzados son capaces de captar
las enseñanzas ocultas concernientes al estado de existencia y los poderes
manifestados en los planos espirituales. Los fenómenos que se producen ahí son
tan superiores a los fenómenos que se producen en los planos mentales, que
resultaría con seguridad una confusión de ideas a partir de un intento por
describirlos.
Por lo que solamente aquellos cuyas mentes han sido
cuidadosamente entrenadas a lo largo de las líneas de la filosofía hermética durante años enteros, y los que han traído consigo de
encarnaciones anteriores, el conocimiento adquirido previamente, pueden
comprender adecuadamente lo que significan las enseñanzas referentes a los
planos espirituales.
Y mucha de esa enseñanza es guardada celosamente por los hermetistas como siendo
demasiado sagrada, importante, e incluso peligrosa como para ser divulgada hacia el público en general.
Y el estudiante inteligente comprenderá lo que esto
significa si dijéramos que el significado de la palabra «Espíritu» tal como lo
usan los herméticos, es sinónimo de poder viviente, de fuerza animada, de
esencia interna, de esencia de vida, etc. Significado que no debe de confundirse
con lo que generalmente se atribuye a ese término en cuestión como: religioso,
eclesiástico, espiritual, etéreo, santo, etc.
El ocultista emplea la palabra Espíritu en el sentido de
«principio animador», lo que lleva consigo la idea de poder, de energía viviente,
de fuerza mística, etc. Y el ocultista sabe muy bien que lo que él conoce como
poder espiritual puede ser empleado con fines buenos o malos (de acuerdo con el
principio de polaridad).
Y esto es un hecho que ha sido reconocido por la mayoría
de las religiones en sus concepciones de Satanás, Belcebú, el Diablo, Lucifer,
Ángeles caídos, etc. Y por esta razón el conocimiento referente a esos planos
ha sido mantenido oculto en el Santuario de los santuarios de todas las
fraternidades esotéricas y órdenes ocultas. Ha sido guardado en la más secreta cámara
del Templo.
Pero, y esto si podemos decirlo, los que han alcanzado
grandes poderes espirituales y los han empleado para el mal se han creado un terrible
destino, y la oscilación del péndulo del ritmo inevitablemente dará la
vuelta y los llevará hacia el más lejano extremo de la existencia material, desde cuyo punto tendrán que volver nuevamente a hacer el mismo camino a
lo largo de las múltiples espirales del sendero, pero siempre tendrán como
castigo el recuerdo vibrante de las cumbres desde donde cayeron debido a su mal
obrar.
Las leyendas sobre los ángeles caídos tienen una base
real, como saben todos los ocultistas. La lucha interesada por el poder en los
planos espirituales inevitablemente produce que el alma egoísta pierda su
equilibrio espiritual y caiga tan abajo como había ascendido. Pero aun a estas
almas se les presenta la oportunidad de volver sobre sus pasos, y ellas hacen
la jornada de vuelta pagando la tremenda penalidad, de acuerdo con la
invariable ley.
Para Concluir
Recordemos que de acuerdo con el principio de correspondencia
que incorpora la verdad de que «Como es arriba, es abajo; como es abajo, es
arriba», todos los siete principios herméticos están en plena operación en los
diversos planos, físicos, mentales y espirituales.
- El principio de la sustancia mental se aplicadesde luego a todos los planos, porque todos están en la mente del TODO.
- El principio de correspondencia se manifiesta en todos los planos, porque existe analogía, acuerdo, correspondencia y concordancia entre los varios planos.
- El principio de vibración se manifiesta también en todos los planos, pues las diferencias que los dividen son consecuencia de la vibración, como ya hemos explicado.
- El principio de polaridad se manifiesta en cada plano, siendo los extremos o polos aparentemente opuestos y contradictorios.
- El principio del ritmo se manifiesta en cada plano, como flujo y reflujo, ascenso y descenso, ingreso y egreso.
- El principio de causa y efecto se manifiesta en cada plano, teniendo todo efecto su causa y toda causa su efecto.
- Y el principio de género se manifiesta en cada plano, estando siempre expresada la energía creadora y operando mediante los aspectos masculino y femenino.
(Esto es falso ya que los maestros explicaron que el género
no existe en los planos sutiles, debido a que el género es solo una forma de
procreación que se efectúa en el plano físico.
La sustancia mental solo es una parte del TODO y por
consiguiente no se aplica a todos los planos.
Y tampoco se aplica a todos los planos la polaridad, ya
que mientras más se asciende, más se manifiesta la unidad.
Y el ritmo ni siquiera se aplica completamente en el
plano físico, debido a que solo es una sucesión repetitiva de eventos que en
algunas ocasiones si se manifiesta y en otras ocasiones no.
Y esto muestra que el autor del Kybalión dijo muchas
falsedades en sus aseveraciones.)
_ _ _
«Como es arriba, es abajo; como es abajo, es arriba». Los milenarios
axiomas herméticos encierran los grandes principios de los fenómenos universales.
Y conforme vayamos considerando los restantes principios, veremos cada vez más
claramente la verdad que encierra este gran principio de correspondencia en su
naturaleza universal.
OBSERVACIONES
Este capítulo es un verdadero bodrio en donde el autor
del Kybalión, en vez de explicar con más profundidad lo que es el principio de
correspondencia, se puso a detallar la clasificación que él se inventó sobre los
diferentes planos de existencia, y la cual está llena de errores y mentiras
como a continuación se los voy a demostrar.
Pero primero quisiera esclarecerles lo que son los planos
porque la explicación que dio el autor del Kybalión es verdaderamente muy confusa,
así que les quiero dar una explicación más explicita.
Los maestros explicaron que un plano es otro mundo de
existencia, pero ellos los llamaron planos y no mundos para que no los confundamos
con el concepto que se tiene actualmente de los “mundos paralelos”.
Y es que usualmente las teorías que aceptan la existencia
de mundos paralelos (como por ejemplo lo hace la teoría del multiverso) consideran
que existen otros mundos que cohabitan de manera paralela con el nuestro. Pero el
detalle es que los defensores de esas teorías colocan a esos otros mundos
también en el plano físico, solo que en otros universos.
Mientras que los maestros explicaron que los planos de
existencia de los que ellos hablan no se encuentran en otros universos, sino
que forman parte de nuestro propio universo, solamente que esos planos se encuentran
en otras “dimensiones”.
Y pongo la palabra dimensiones entre comillas porque no
estoy hablando de otras dimensiones espacio-temporales (como por ejemplo lo considera
la teoría de cuerdas) sino que estoy hablando de otras dimensiones en el
sentido de otros niveles vibratorios de existencia.
Y para que me lo comprendan mejor, vamos a hacer una analogía
con los inmuebles.
Imaginen que nuestro universo es una casa. Pues bien la
teoría del multiverso postula que habría otras casas aparte de la nuestra. Así
es que imaginen una comunidad con muchas casas.
Esto sería una representación de los universos múltiples.
Pero en cambio lo que explicaron los maestros es que
nuestro universo (y probablemente también los otros universos en caso de que si
existan) se asemejan más a un edificio que a una casa, en donde cada piso es
conformado por un plano de existencia diferente.
La planta baja está constituida por el plano físico, y es
el único plano que actualmente conocemos porque es el único que podemos
percibir con nuestros sentidos. Pero existe otro plano de existencia en el primer
piso que es el plano astral, y existe otro plano de existencia en el segundo
piso que es el plano energético, y existe otro plano de existencia en el tercer
piso que es el plano emocional, y existe otro plano de existencia en el cuarto
piso que es el plano mental, y así sucesivamente.
Y cada plano de existencia tiene sus seres que lo
habitan, y sus propiedades que lo caracterizan. Y todos estos planos están
conformados por la misma energía, nada más que esta energía vibra en diferentes
escalas, y son esas diferencias las que les dan esas diferentes características
a cada plano.
Y esto es solamente una explicación muy breve para que ustedes tengan una
idea más clara de lo que son los planos de existencia, pero en el blog detallo
mucho más al respecto para aquellos que estén interesados en saber más sobre
este tema.
El Gran Plano Físico
Ahora bien, lo primero que constato al leer las
descripciones que dio el autor del Kybalión sobre los planos de existencia, es
que él se basó en sus propias elucubraciones y en las falsedades que escribieron
varios charlatanes, y a las pruebas me remito ya que:
1. El autor del Kybalión dijo que el plano de materia (A)
está compuesto por la materia en sus formas sólidas, líquidas y gaseosas.
Pero ahí él se olvidó de mencionar la forma
incandescente, y esto me indica que él se inspiró en la clasificación que
inventó un embustero llamado Charles Leadbeater, quien para poder incorporar
los cuatro diferentes tipos de éteres que supuestamente había descubierto por
medio de su clarividencia, eliminó el estado de incandescencia.
Los siete sub-planos del plano físico según Leadbeater |
Primer éter Segundo éter Tercer éter Cuarto éter Gaseoso Liquido Sólido |
Pero hacer eso es una profunda absurdez debido a que
tanto la ciencia como el ocultismo reconocen la existencia de cuatro elementos en
la naturaleza que son: tierra, agua, aire y fuego.
2. Luego el autor del Kybalión dijo que el plano de
materia (B) está compuesto por la materia radiante en sus fases de radio, etc., y que pertenecen a la subdivisión más inferior de este plano
menor.
Pero si bien es cierto que en 1879 el físico William Crookes descubrió
el plasma, que es un estado de la materia superior al incandescente, y al cual él
denominó “materia radiante”. Aquí el autor del Kybalión comete el enorme
error de confundir “un estado de la materia” con “un elemento de la materia”.
Porque el radio no es un estado de la materia que se
encuentre por arriba de los cuatro estados conocidos (los cuales como vimos
son: sólido, líquido, gaseoso e incandescente). Sino que el radio es un
elemento químico que forma parte de la tabla periódica. Y con esto me refiero
que dependiendo de la temperatura en la que se encuentre el radio, éste puede
estar en un estado sólido, líquido, etc.
Lo que en cambio si caracteriza al radio es que es extremadamente
radioactivo, pero la radiación tampoco es un estado de la materia, sino que es
un proceso físico en donde los átomos de un elemento radiactivo se transforman
en un elemento más estable emanando con ello energía. Y con esto quiero decir
que el radio va a seguir emitiendo radiación sin importar que se encuentre en un
estado sólido, líquido, etc.
Así que el radio y otros elementos radioactivos no pertenecen a la subdivisión más inferior de la materia radiante, como lo
pretende el autor del Kybalión, ya que los materiales radioactivos son simplemente
otros elementos de la materia, pero que tienen la particularidad de
emitir radiaciones.
3. Luego él dice que el plano de materia (C) está compuesto
por una materia más sutil y tenue, pero no precisó cuál es.
4. Luego él asevera que el cuarto plano está constituido
por la sustancia etérea, la cual la ciencia denomina «éter» y que sirve para la
transmisión de las ondas de energía tales como: la luz, el calor, la
electricidad, etc.
Y aquí otra vez el autor del Kybalión comete un enorme
error porque si bien es cierto que desde el siglo XVII, los científicos habían
estado teorizando sobre la hipotética existencia de un fluido invisible al que
llamaron “éter” y el cual ellos consideraban que llenaba todo el espacio y
constituía el medio transmisor de todas las manifestaciones de la energía.
El resultado negativo que dio el experimento de
Michelson-Morley en 1887, les hizo considerar que el éter no existía, y la
teoría de la relatividad publicada en 1905 por Albert Einstein terminó por convencer
a la comunidad científica de desechar completamente esa teoría del éter.
Y esto muestra lo poco que se informaba el autor del
Kybalión porque para cuando él publicó su libro en 1908, ya habían pasado tres años que
los científicos habían rechazado la existencia del éter.
5. Luego dijo que el plano de energía (A) está compuesto
por las formas ordinarias de energía conocidas por la ciencia, y que son: calor,
luz, magnetismo, electricidad y atracción (incluyendo gravitación, cohesión,
afinidad química, etc.)
Y aquí yo sospecho que el autor del Kybalión se basó en
lo que enseñó Rudolf Steiner quien fue otro embustero que retomó la mentira que
había inventado Leadbeater sobre la existencia de los cuatro diferentes tipos
de éteres, y le añadió aún más falsedades al asunto ya que él aseguró que:
- Al primer tipo de éter se le llama “éter de vida” porque es el que constituye la vida y es la substancia etérica más sutil.
- Al segundo tipo de éter se le llama “éter químico” porque es el éter que produce la unión de los átomos y es el que conforma la segunda substancia etérica.
- Al tercer tipo de éter se le llama “éter luminoso” porque es el éter que produce la luz y es el que compone a la tercera substancia etérica.
- Y al cuarto tipo de éter se le llama “éter caluroso” porque es el éter portador del calor y es la substancia etérica más densa.
Pero esto que afirmó Rudolf Steiner, y que el autor del
Kybalión a su manera retomó, es falso porque el calor se transmite a través de
todos los estados de la materia (sólido, liquido, etc.) solo que a diferentes
intensidades.
Además los científicos descubrieron que la luz se
transmite por medio de partículas elementales a las que ellos llamaron fotones
y que no tienen nada que ver con los éteres que inventó Leadbeater.
Y los científicos también descubrieron que lo que
mantiene unido a los átomos son las fuerzas intermoleculares, y las cuales
tampoco tienen nada que ver con los éteres inventados por Leadbeater.
Y de la misma manera el autor del Kybalión se equivocó con
las demás fuerzas y energías que él mencionó.
6. Luego él dijo que el plano de energía (B) está
compuesto por las fuerzas más finas de la naturaleza y que son puestas en
operación por cierto fenómenos mentales, pero no especificó más al respecto.
7. Y finalmente él dijo que el plano de energía (C) está
compuesto por una energía tan elevadamente organizada que tiene muchas de las
características de la «vida».
Y esto acentúa mi sospecha que el autor del Kybalión le
copió a Rudolf Steiner (o a alguno de sus seguidores) porque si se fijan
arriba, Steiner afirmó que “el éter más sutil es el que constituye la vida”.
Pero una vez más eso es falso porque tanto la teosofía
como las enseñanzas orientales explicaron que la energía portadora de la vida (y
a la cual denominan “prana”) es una energía que pertenece a otro plano de
existencia.
_ _ _
Y todo esto me ayuda a evidenciarles que el “gran plano físico” es verdaderamente
un desastre, pero para infortunio de su autor resulta que su “gran plano mental”
es todavía peor como a continuación se los voy a demostrar.
El Gran Plano Mental
Porque a pesar de todas las equivocaciones que cometió el
autor del Kybalión en la descripción que hizo de su “gran plano físico”, al
menos ahí si captó que se trataba de grados vibratoriamente cada vez más
elevados de la materia y de la energía, independientemente de los seres que
utilizaran esa materia y esa energía.
Pero en cambio para describir su “gran plano mental”, yo no
sé que le pasó al autor del Kybalión que ahí cambió completamente su percepción
y esta vez estableció la graduación en función de los diferentes reinos que hay
en el planeta, ya que él describió los siete planos menores del gran plano
mental de la siguiente manera:
1. El plano de mente mineral
2. El plano de mente elemental (A)
3. El plano de mente vegetal
4. El plano de mente elemental (B)
5. El plano de mente animal
6. El plano de mente elemental (C)
7. El plano de mente humana
¡Pero hacer esto es completamente aberrante!
Y para que comprendan por qué es aberrante, dividan el
gran plano físico de la misma manera, lo cual les daría:
1. El plano de materia mineral
2. El plano de materia elemental (A)
3. El plano de materia vegetal
4. El plano de materia elemental (B)
5. El plano de materia animal
6. El plano de materia elemental (C)
7. El plano de materia humana
¿Ven dónde esta la incongruencia?
Sería como si ustedes estuvieran dividiendo la materia en
función de cada reino que habita la Tierra, pero eso no tiene ningún sentido
porque todos los reinos ocupan la misma materia y solo cambia la manera como cada
reino utiliza esa materia para construir sus cuerpos:
- Los minerales se crean cuerpos rocosos muy básicos.
- Las plantas se crean cuerpo vegetales más elaborados.
- Los animales se crean cuerpos bestiales aún más avanzados.
- Y las personas se crean cuerpos humanos todavía más desarrollados.
(Nota: los elementales no se crean cuerpos físicos porque
ellos todavía no han llegado a ese estado de la evolución.)
Pero a lo que voy es que todos los seres toman la misma
materia y solo varía la capacidad de construir con ella. Por lo que entonces no
tiene ningún sentido clasificar la materia entre cada reino de la vida que hay
en la Tierra. En vez de clasificar la materia como se hizo arriba, entre sus
diferentes estados: sólido, líquido, gaseoso, etc.
Y no tiene sentido porque los diferentes reinos utilizan
la misma materia para crearse sus respectivos cuerpos físicos.
O sea que el cuerpo de un mineral está constituido por el
mismo tipo de materia que está constituido el cuerpo de un vegetal, o el cuerpo
de un animal, o el cuerpo de un humano. Y solo varía el desarrollo que tiene
cada uno de esos cuerpos, pero la materia es completamente la misma. La materia
de un humano es la misma que la materia de un animal o un vegetal, etc.
¿Ahora ven por qué es tan absurdo clasificar de esa manera a la substancia
física?
Pero resulta que eso es justamente lo que hizo el autor del Kybalión con la
substancia mental.
Y en ese caso resulta la misma aberración porque los diferentes
reinos de la vida utilizan la misma substancia mental y solo varía el
desarrollo que tienen en la capacidad de utilizar esa substancia.
Y es por eso que les digo que la descripción que él hizo
de su “gran plano mental” es todavía más desastrosa, porque ahí los errores
comienzan desde la estructura inicial.
El Gran Plano Espiritual
En cuanto al gran plano espiritual, ahí no les puedo
decir mucho porque los maestros prácticamente no han revelado nada al respecto.
Pero lo que si me doy cuenta es que el autor del Kybalión hizo su descripción basándose
en sus creencias cristianas en donde:
Abajo en la tierra están los humanos, en medio en el cielo está la jerarquía
angelical y en la parte de arriba están los dioses, que en el Cristianismo son:
Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo
Y el autor del Kybalión habla de los dioses como si se
trataran de seres con forma, ya que él dice que son “los Hermanos Mayores de la
raza humana”.
Pero eso es una visión muy simplista de la Divinidad, ya
que los hermanos mayores de la raza humana son en realidad los maestros, o sea
humanos que se han adelantado mucho en la evolución.
En cambio a los seres celestiales yo ya no los llamaría
“hermanos mayores” porque para que lleguemos a su nivel estamos hablando de
miles de millones de años. O sea que aunque efectivamente si son nuestros hermanos
en un sentido muy amplio de la palabra, la diferencia de desarrollo que existe
entre ellos y nosotros es tan descomunal, que sería lo mismo que llamar
hermanos a los minerales.
Y los dioses están a un nivel todavía más elevado, y es
por eso que yo prefiero mejor hablar de Conciencias Cósmicas en vez de hablar
de dioses, porque la palabra “dioses” está muy tergiversada.
Entonces imaginen una Conciencia Cósmica que no tiene
forma, que es pura esencia, pero que abarca a todo un sistema solar con sus planetas,
o a toda una galaxia con sus miles de millones de estrellas, o incluso a todo
el Universo con sus cientos de miles de millones de galaxias.
A esa Conciencia Cósmica para nada yo la llamaría
“Hermano Mayor” porque ya está mucho más allá de nuestra comprensión.
Y también el autor del Kybalión hace una descripción de
los ángeles caídos tal como lo interpreta el cristianismo, pero el asunto es mucho
más complicado como lo detalló el maestro Kuthumi en este otro capítulo (ver link).
_ _ _
Entonces la visión tergiversada y religiosa que tiene el autor del Kybalión
sobre el mundo divino, me muestra que él no era un verdadero iniciado en
ocultismo (como si lo pretendió ser).
¿Y LA CORRESPONDENCIA DÓNDE ESTÁ?
El autor del Kybalión trató de expresar esta
correspondencia señalando que existe una estructura septenaria que se repite en
los diferentes planos de existencia, pero lo hizo de una manera muy burda ya
que seguido se le olvidó.
Por ejemplo, comienza diciendo que el Universo puede ser
dividido en tres grandes planos (el físico, el mental y el espiritual), y ahí
uno se pregunta: si la estructura es septenaria, ¿Por qué el Universo se divide
solo en tres y no en siete grandes planos?
Y la respuesta es porque el autor del Kybalión se equivocó,
ya que en realidad el Universo si se divide en siete grandes planos.
Un segundo ejemplo es cuando él dice que “el plano de
materia (A) comprende la materia en sus formas sólidas, líquidas y gaseosas,
tal como se reconocen generalmente en los libros de texto sobre física”.
Y una vez más uno se pregunta: si la estructura es
septenaria, ¿Por qué el plano de materia (A) se divide solamente en tres
estados y no en siete?
Y la respuesta es porque una vez más el autor del
Kybalión se equivocó, ya que en realidad la materia si se divide en siete
estados.
Y un tercer ejemplo es cuando él dice que “el plano de
energía (A) se subdivide en siete sub-planos que son: calor, luz, magnetismo,
electricidad y atracción (incluyendo gravitación, cohesión, afinidad química,
etc.) y varias otras formas de energía indicadas por los experimentos
científicos, pero que aún no son nombradas o clasificadas.”
Pero ahí el autor del Kybalión está dando más de siete divisiones
porque pregúntenle a cualquier físico y él les dirá que no es lo mismo la
fuerza de gravitación que atrae a los cuerpos celestes que la fuerza de
cohesión que mantiene unidos a los átomos, y además el autor del Kybalión hace
un tremendo revoltijo entre fuerzas, energías y ondas.
O sea que de verdad está muy pésima su explicación.
Entonces para que tengan una mejor comprensión de cómo
funciona el principio de correspondencia, les voy a dar una pequeña explicación
resumida utilizando la enseñanza teosófica ya que ahí se visualiza mucho mejor
este asunto.
Los instructores teosóficos explicaron que el plano
físico se divide en siete estados principales de la materia, que son:
ESTADOS DE LA MATERIA |
ELEMENTO AL QUE SE LE ASOCIA
|
TATTVAS (EN SANSKRITO)
|
aún desconocido en occidente
|
materia primordial o suprema (aether)
|
adi
|
aún desconocido en occidente
|
materia “sin padres” auto-existente
|
anupadaka o aupapaduka
|
etéreo
|
éter
|
akasha o alaya
|
incandescente
|
fuego
|
taijasa o tejas
|
gaseoso
|
aire
|
vayu
|
liquido
|
agua
|
apas
|
solido
|
tierra
|
prithivi
|
(Observación: el éter mencionado aquí no es el que teorizaron
los científicos ni el éter que inventó Leadbeater, sino que es un quinto estado
de la materia que todavía no ha sido descubierto por la ciencia, pero que el
ocultismo afirma que si existe y que tiene la característica de volver
permeable a la materia.)
Pero resulta que el plano físico solo es el plano más
denso de los siete planos de existencia que constituyen al planeta.
Y estos siete planos son solamente el plano más denso de
los siete enormes planos de existencia que constituyen al sistema solar.
Y estos siete enormes planos del sistema solar a su vez son
solamente el plano más denso de los siete mega-inmensos planos de existencia
que constituyen al Universo.
Y como ustedes mismos lo pueden constatar, la estructura
septenaria se repite en las diferentes escalas del Universo, pero no solo se
manifiesta en el microcosmos y en el macrocosmos, sino que también esa
estructura septenaria se manifiesta en todos los aspectos de la Creación.
Por ejemplo en la constitución oculta de los humanos
Y también en la evolución cósmica que efectúan los humanos a través de
las siete rondas, ya que en cada una de esas rondas se perfecciona uno de sus
siete principios.
Y también en la evolución que efectúan los humanos al interior de cada
una de esas rondas a través de las siete razas raíces.
Y esta estructura
septenaria también la encuentran:
-
en los rayos de la creación,
-
en los planetas sagrados,
-
en los chakras,
-
en los colores,
-
en las notas musicales,
-
en la estructura oculta de los diferentes
reinos de la naturaleza (el reino mineral, el reino vegetal, el reino animal),
etc.
¡ESTA ESTRUCTURA SEPTENARIA LA ENCUENTRAN EN TODAS PARTES!
Y es por eso que hay una correspondencia con todo
lo que existe, porque todo lo que existe en el Universo está elaborado en base
a la misma estructura septenaria. Y es por eso que el principio de correspondencia
en su texto más amplio dice:
« Como es arriba, es abajo; como es en los grande, es en
lo pequeño; como es en lo interno, es en lo externo. »
CONCLUSIÓN
El autor del Kybalión tuvo el mérito de querer explicar el principio de
correspondencia, pero la gran cantidad de errores y mentiras que
escribió muestran que ese individuo estaba muy confundido y perdido en este y
en otros temas del esoterismo.
Estas leyes como las describe hermes (todo es mente, como es arriba es abajo, causa y efecto etc), pueden ser perfectamente aforismos, tal cual como hizo pantanjali para que el estudiante trate de comprender el real objetivo del yoga (unión)
ResponderBorrarImaginate cid aún no somos capaces de comprender el karma en toda su manifestación en los demás planos
Ni menos aún como afectan a las jerarquias que nos llevan ventaja en evolución como los dhyan chohans
Todo esto es muchísimo más profundo de lo que aparenta ser.
Abrazo.