El capítulo 5 del libro El
Kybalión busca elucidar sobre cómo se formó el Universo.
«
El Universo es una creación mental y está sostenido en la mente del TODO. »
(El Kybalión)
¡EL
TODO es el ESPÍRITU! ¿Pero qué es el Espíritu?
Desafortunadamente esta pregunta no
puede ser contestada, puesto que definirla sería prácticamente definir al TODO,
el cual no puede explicarse.
Espíritu
es simplemente el nombre que los hombres le dan a la más elevada concepción de
la infinita Mente Viviente, y significa “la Esencia Real”, significa Mente
Viviente, tan superior a todo cuanto entendemos por mente y vida, como estas
últimas lo son para la energía y la materia.
El
Espíritu trasciende nuestra comprensión, y usamos el término meramente con el
fin de que podamos pensar y hablar del TODO, y para nuestro entendimiento
podemos pensar en el Espíritu como de una Mente Infinita Viviente, teniendo en
cuenta, al mismo tiempo, que no podemos comprenderlo del todo.
O hacemos esto, o nos
vemos obligados a dejar de pensar en este asunto.
Procedamos
ahora a una consideración sobre la naturaleza del Universo, como un todo y en
sus partes.
¿Qué es el Universo?
Hemos
visto que no puede haber nada fuera del TODO. Entonces, ¿el Universo es el TODO?
No,
no puede serlo, porque el Universo parece estar constituido de muchos, y está
cambiando constantemente, y de todas maneras no se ajusta a las ideas que
estamos compelidos a aceptar concernientes al TODO, como se estableció en
nuestra última lección.
Entonces
si el Universo no es el TODO, ha de ser nada (tal es la inevitable conclusión
de la mente al primer pensamiento). Pero esto no satisfacería la pregunta, pues
estamos persuadidos de la existencia del Universo.
(En realidad el Universo es una parte del TODO, pero esto no lo
comprendió el autor del Kybalión.)
Entonces
si el Universo no es ni el TODO ni es nada,
¿Qué puede ser?
Examinemos
esta cuestión.
Si
el Universo existe, o parece existir, debe proceder de algún modo a partir del
TODO, debe ser una creación del TODO. Pero puesto que algo nunca puede venir a
partir de nada, ¿a partir de qué el TODO pudo haberlo creado?
Algunos
filósofos han respondido a esta cuestión diciendo que el TODO creó al Universo
a partir de sí mismo (esto es, a partir del ser y sustancia del TODO). Pero
esto no servirá, pues no puede sustraerse
del TODO, ni puede éste ser dividido, como hemos visto, y entonces
de nuevo si esto fuera
así, no se apercibiría cada
partícula en el Universo de que fuese el TODO.
El
TODO no podría perder su conocimiento de sí mismo, ni convertirse realmente en
un átomo, o una fuerza ciega, o una cosa viviente vil.
Y
algunos hombres, en verdad, realizando que el TODO es en verdad todo, y
reconociendo también que ellos, los hombres, existían, han saltado a la
conclusión de que ellos y el TODO eran idénticos, y han llenado el aire con
gritos de «YO SOY DIOS», para diversión de la multitud y lamento de los sabios.
La
exclamación de un corpúsculo subatómico que dijera: «¡Yo soy el hombre!» sería
modesto en comparación.
¿Pero qué es en
verdad el Universo, si no es el TODO, ni tampoco ha sido creado por el TODO habiéndose
separado en fragmentos?
¿Qué otra cosa puede
ser, de qué otra cosa puede estar hecho?
Ésta
es la gran cuestión. Examinémosla cuidadosamente y encontraremos que el principio
de correspondencia (ver el capítulo 1) viene aquí en nuestra ayuda. El viejo
axioma hermético, «Como es arriba, es abajo» puede ser puesto en servicio en
este punto.
Así
que tratemos de conseguir un vislumbre de cómo funcionan los planos superiores
examinando aquéllos de nuestro propio plano. El principio de correspondencia
debe aplicarse a éste asunto, así como a otros
problemas.
Veamos
en su propio plano de existencia,
¿Cómo crea el hombre?
Pues
bien, primero puede crear haciendo algo a partir de materiales externos. Pero
esto no nos serviría, pues no hay materiales fuera del TODO con los que ÉL pueda
crear.
Entonces
en segundo lugar, el hombre procrea o reproduce su especie por el proceso de
engendramiento, que es la auto-multiplicación conseguida transfiriendo una
porción de su sustancia a su retoño. Pero esto no bastará, porque el TODO no
puede transferir o sustraer una porción de sí mismo, ni puede reproducirse o
multiplicarse, ya que para comenzar, habría una separación, y en segundo lugar,
una multiplicación o adición al TODO, siendo ambos pensamientos un absurdo.
(No veo porque el TODO no podría incrementarse aún más, ya que
si él obtiene la capacidad de aumentar la substancia que lo constituye,
seguiría siendo el TODO, pero simplemente con un mayor volumen.)
¿Existe un tercer
modo en que el hombre crea?
¡Sí, lo hay; él crea
mentalmente!
Y
al hacerlo así no utiliza ningunos materiales externos ni se reproduce a sí
mismo, y sin embargo su espíritu compenetra la creación mental.
Entonces
siguiendo el principio de correspondencia, estamos justificados en considerar
que el TODO crea el Universo MENTALMENTE, de una manera semejante al proceso
por el que el hombre crea imágenes mentales. Y aquí es donde el dictamen de la
razón concuerda con el dictamen de los iluminados, como se muestra a través de
sus enseñanzas y escritos.
¡Tales son las
enseñanzas de los sabios, tal fue la enseñanza de Hermes!
El
TODO no puede crear en ningún otro modo excepto mentalmente, sin usar materiales
externos (y menos cuando no hay ningún material para usar), o reproduciéndose a
sí mismo (que es también imposible).
(No veo por qué el TODO no podría reproducirse, puesto que eso
forma parte del principio de Creación que dice que toda entidad crea a otra
entidad.)
No
hay escape de esta conclusión de la razón, que como hemos dicho, coincide con
las más elevadas enseñanzas de los iluminados.
Igual
que tú, estudiante, puedes crear un universo propio en tu mentalidad, así el
TODO crea universos en su propia
mentalidad. Pero tu universo es la creación mental de una mente finita,
mientras que los Universos del TODO son la creación de una Mente infinita. Los
dos universos son similares en tipo, pero inconmensurablemente diferentes en
grado.
¿Cómo se crea el
Universo?
Ahora
examinaremos más de cerca el proceso de creación y manifestación, conforme
procedamos. Pero éste es el punto a fijar en vuestras mentes en esta etapa:
EL UNIVERSO Y TODO LO QUE CONTIENE
ES UNA CREACIÓN MENTAL DEL TODO.
Por
lo que ciertamente, en verdad:
¡TODO ES MENTE!
«
El TODO crea en su mente infinita
innumerables universos, que existen por eones de tiempo; y sin embargo para el TODO, la creación, desarrollo, declinación y muerte
de un millón de Universos es como el tiempo del parpadeo de un ojo. »
(El Kybalión)
(Esto es incorrecto ya que el Universo es el cuerpo físico de
Dios y por lo tanto la existencia del Universo corresponde a una “encarnación”
de Dios.
Y si en vez de un universo, suponemos que existen múltiples
universos, simplemente sería incrementar la escala y considerar a todos esos
universos como el cuerpo físico de un Dios aún mayor.)
«
La mente infinita del TODO es la
matriz de los universos. »
(El Kybalión)
(Esto también es incorrecto, porque si bien la mente divina es la
que diseña el Universo, en cambio es el astral la matriz del Universo.)
El
principio de género (ver capítulo uno y otros que seguirán) está manifestado en
todos los planos de la vida material, mental y espiritual. Pero como hemos
dicho antes, la palabra género no significa “sexo”, ya que el sexo es meramente
una manifestación material del género.
(Esto también es falso ya que el género solo se manifiesta en el
plano físico.)
«Género»
significa “relativo a la generación o creación”. Y donde quiera que algo se
genera o crea, sobre cualquier plano, el principio de género debe estar
manifestado, y esto es verdad incluso en la creación de los universos.
Ahora
bien, no saltéis a la conclusión de que estamos enseñando que hay un Dios o Creador,
macho y hembra. Esa idea es meramente una distorsión de las antiguas enseñanzas
sobre el tema. La verdadera enseñanza es que
el TODO, en sí mismo, está por encima del género, como está por encima
de toda otra Ley, incluyendo las del tiempo y el espacio.
ÉL
es la LEY de donde proceden las Leyes, y ÉL no está sujeto a ellas. Pero cuando
el TODO se manifiesta sobre el plano de generación o creación, entonces actúa
de acuerdo a la ley y el principio, pues se está moviendo sobre un plano
inferior de existencia. Y consecuentemente manifiesta el principio de género en
sus aspectos masculino y femenino, sobre el plano mental, desde luego.
Esta
idea puede parecerles alarmante a algunos de vosotros que la oís por primera
vez, pero todos la habéis realmente aceptado pasivamente en vuestras
concepciones de cada día. Por ejemplo, cuando habláis de la paternidad de Dios,
y la maternidad de la Naturaleza; el Padre Divino y la Madre Universal, y
habéis, por lo tanto reconocido instintivamente el principio de género en el Universo.
¿No es así?
Pero
la enseñanza hermética no implica una dualidad real ya que el TODO es UNO; los
dos aspectos siendo meramente aspectos de manifestación. La enseñanza es que el
principio masculino manifestado por el TODO permanece, en cierta manera, aparte
de la creación mental real del Universo.
Él
proyecta su voluntad hacia el principio femenino (que puede ser llamado Naturaleza)
con el cual comienza el verdadero trabajo de la evolución del Universo, desde
simples “centros de actividad” hasta el hombre, y después continuamente aún más
arriba, todo de acuerdo con leyes de la Naturaleza bien establecidas y firmemente
forzosas.
Si
preferís las viejas figuras de pensamiento, podéis pensar en el principio
masculino como DIOS, el Padre divino, y en el principio femenino como la Naturaleza,
la Madre universal, de cuya matriz han nacido todas las cosas.
Esto
es más que una mera figura poética del habla; es una idea del proceso real de
la creación del Universo. Pero recordad siempre que el TODO no es sino Uno, y
que en la mente infinita del TODO, el Universo es generado, creado y existe.
Puede
ayudaros a obtener la idea apropiada, si queréis aplicar la ley de
correspondencia a vosotros mismos y a vuestra propia mente. Sabéis que la parte
de vosotros que llamáis «yo», en un sentido se halla aparte y es
testigo de la creación de imágenes mentales en vuestra propia mente.
Mientras
que la parte de vuestra mente en la que se lleva a cabo la generación mental
puede ser llamada el «mí», en
distinción al «yo» que se halla
aparte y presencia y examina los pensamientos, ideas e imágenes del «mí».
Recordad
«como es arriba, es abajo» y los fenómenos de un plano pueden ser empleados
para solucionar la comprensión de lo que sucede en los planos más altos o más bajos.
¿No es acaso
maravilloso que vosotros, los hijos, sintáis una reverencia instintiva por el
TODO?
Es
ese sentimiento al que llamamos “religión” y es ese respeto y reverencia por el
PADRE MENTE.
Y
de la misma manera,
¿No es acaso
maravilloso que cuando consideráis las obras y maravillas de la Naturaleza os
sintáis conmovidos hasta lo más profundo de vuestro ser?
Pues
bien, es la MADRE MENTE a la que estáis comprimiéndoos, como un bebé se
comprime en el pecho de su madre.
Así
que no cometáis el error de suponer que el pequeño mundo que veis alrededor
vuestro, o sea la Tierra (que es un mero grano de polvo en el Universo) es el Universo
mismo. Hay millones de millones de tales mundos, y mayores. Y hay millones de
millones de tales universos en existencia dentro de la Mente infinita del TODO.
E
incluso en nuestro propio pequeño sistema solar hay regiones y planos de vida
mucho más elevados que los nuestros, y ahí habitan seres con los cuales,
nosotros simples mortales ligados a la Tierra somos como las legamosas formas
de vida que habitan sobre el lecho del océano cuando esos seres los comparamos
con nosotros.
Hay
seres con poderes y atributos superiores
a lo que el hombre haya soñado nunca que poseyeran los dioses. Y sin embargo
estos seres fueron una vez como vosotros,
y aun inferiores, y vosotros
seréis igual que ellos, y aun superiores, con el tiempo,
pues tal es el
destino del hombre tal como es referido por los iluminados.
Y
la muerte no es real, incluso en el sentido relativo —no es sino el nacimiento
a una nueva vida— e iréis adelante, y adelante, y adelante, a planos de vida
superiores y más altos todavía, por eones sobre eones de tiempo.
El
Universo es vuestro hogar, y exploraréis sus más alejados escondrijos antes del
fin del tiempo. Estáis habitando en la mente infinita del TODO, y vuestras
posibilidades y oportunidades son infinitas, tanto en tiempo como en espacio. Y
al final del gran ciclo de eones, cuando el TODO atraiga de vuelta hacia sí
todas sus creaciones, ustedes iréis contentos, pues entonces seréis capaces de
conocer toda la verdad de ser uno con el TODO.
Tal
es el dictamen de los iluminados, o sea de aquellos que han avanzado mucho a lo
largo del Sendero.
Y
mientras tanto, permanezcan calmados y serenos, porque estáis a salvo y
protegidos por el poder infinito del PADRE-MADRE MENTE.
«
Dentro de la mente del Padre-Madre, los niños mortales están
en su hogar. »
(El Kybalión)
«
No hay nadie que no tenga padre y madre en el Universo. »
(El Kybalión)
OBSERVACIONES
En
este capítulo el autor del Kybalión hizo todo un barullo (con varios errores en
su explicación) para querer convencer a los lectores que el Universo es una creación mental creada por la mente de Dios.
Lo cual es solamente una verdad a medias, y a
continuación les voy a explicar la razón por la que no es completamente cierta
esa afirmación.
Primero él comienza diciendo que el ESPÍRITU es sinónimo
del TODO, lo cual es falso, y para que me lo comprendan mejor hagamos una
analogía con el ser humano.
Los
maestros explicaron que el humano es una conciencia que dispone de siete
principios, los cuales son:
Y
esto implica que el ser humano en su totalidad está conformado por esos siete
principios, mientras que su espíritu divino es solamente su principio más
elevado.
Y
dado que los humanos fuimos creados a imagen de Dios, eso significa que el TODO
(o sea el Dios creador en su totalidad) está compuesto también por siete inconmensurables
e inmensos principios que lo conforman, mientras que en cambio el Espíritu
Divino es solamente el principio más elevado de esos siete principios.
Nota: aquí puse los mismos nombres para ilustrar la correspondencia que existe entre los siete principios del hombre con los siete principios de Dios, pero en realidad los principios de Dios son muchísimo más gigantezcos y complejos que los principios del hombre. Y así por ejemplo, los siete principios de un ser humano se desenvuelven apenas en una pequeña porción de un sub-plano que pertenece al principio más denso de Dios.
Y
esto les indica que el resto de la explicación que dio el autor del Kybalión va
a ser erronea porque él está utilizando desde el inicio definiciones
incorrectas.
Luego
el autor del Kybalión pregunta:
¿Qué es el Universo?
Y
él responde que el Universo debe ser una creación del TODO. Lo cual no es
correcto, porque los maestros explicaron que es el Espíritu Divino quien va a
crear a los otros principios, aunque sería más completo decir que es una
creación en cascada y que el principio superior ayuda a la elaboración del
principio inferior.
Y
el Universo es el principio más denso de esos siete principios que componen al
TODO, y con esto quiero decir que el Universo de materia que percibimos es “el
cuerpo físico” de DIOS.
Luego
el autor del Kybalión se pregunta:
¿Cómo fue creado el
Universo?
Y
él contesta que algunos filósofos han respondido a esa cuestión diciendo que
Dios creó al Universo a partir de sí mismo. Pero el autor del Kybalión refuta
esa respuesta diciendo que no se puede sustraerse del TODO, ni tampoco el TODO se
puede dividir.
Pero el detalle es que el Universo no se
encuentra separado del TODO sino que como lo vimos arriba, forma parte del
TODO.
Y
luego para rechazar aún más esta idea, el autor del Kybalión añadió:
«
El TODO (aquí entiéndase el Dios Creador) no podría perder su conocimiento de
sí mismo, ni convertirse en un átomo, o una fuerza ciega, o una cosa viviente
vil. »
Y
esto me muestra que el autor del Kybalión no era un iniciado, ni tampoco era un
hermetista, ni tampoco sabía mucho de esoterismo, porque eso es justamente lo
que enseñaron los maestros !!!
Ellos
explicaron que como al inicio no había nada con que poder crear, entonces una
porción de las chispas divinas que componen al Espíritu Divino se tuvieron que
densificar para transformase en todas las substancias, partículas y energías
que componen a los otros seis principios que constituyen a la Creación.
Y
el problema es que al hacer eso, mientras más descienden esas chispas divinas,
más su conciencia cae en la inconsciencia. Y es así que la chispa divina que se
transformó en un átomo de la materia, esa chispa es de la misma naturaleza que
la chispa divina que sigue permaneciendo arriba formando parte del Espíritu
Divino.
La
diferencia es que la chispa que descendió se encuentra completamente dormida,
mientras que la chispa que permanece arriba se encuentra plenamente despierta.
Y
lo que los hombres llaman evolución es simplemente el proceso que va a permitir
llevar a esas chispas divinas que descendieron a la materia, de vuelta hacia el
Espíritu Divino.
Y
como seguramente ustedes se han de preguntar para qué sirve hacer todo ese recorrido,
sepan que eso le permite a Dios regenerarse, y esto lo explico más
detalladamente en este otro capitulo (ver link).
Pero
como ya me esto saliendo mucho del tema, regresemos con lo que estaba abordando
aquí el autor del Kybalión.
Entonces,
habiendo rechazado la respuesta que les mencioné arriba (que si es correcta),
el autor del Kybalión concluyó que el Universo es una creación mental creada
por la mente del Dios Creador.
Pero
como se los señalé arriba, eso es solamente una verdad a medias. Y para que me
lo comprendan mejor, imaginen a una empresa de automóviles.
Pues
bien, si hiciéramos una correlación con lo que dijo el autor del Kybalión, eso
significaría que el departamento de diseño creó el nuevo coche que esa empresa
ha fabricado.
Lo
cual en parte es cierto, pero solo en parte porque no fueron solamente los diseñadores
quienes lo elaboraron, ya que ellos solamente iniciaron ese proyecto. Pero
después hubo que conseguir los materiales, la electricidad, los trabajadores,
las maquinas, y todo lo que se requiere para poder construir ese coche.
Y
lo mismo sucede aquí con el Universo.
La
jerarquía divina que se encuentra en el plano mental y la cual se puede decir
que constituye “la Mente de Dios”, así como nuestras neuronas constituyen a nuestro
cerebro, fueron los que diseñaron el Universo.
Pero
también se requirieron de otras jerarquías divinas que construyeron las
energías, que construyeron a los elementales, que construyeron a la materia, y que
construyeron todo lo demás que se requiere para poder crear el Universo que
conocemos.
Entonces
no es nada más que Dios visualizó el Universo, y como por arte de magia este
apareció, sino que la mentalización divina fue apenas una primera parte de todo
un proceso muy complicado y laborioso que llevó a que finalmente el Universo
apareciera y tuviera una existencia.
Entonces
cuando el autor del Kybalión asegura que el Universo es una creación mental, mi
contestación es:
“Estoy en parte de
acuerdo, pero esa respuesta es muy incompleta.”
Y
luego el autor del Kybalión añadió que como el Universo es una creación de la
mente de Dios, entonces el Universo es mental.
Pero
eso es incorrecto, porque si bien es cierto que la primera etapa en la
elaboración del Universo se hizo a nivel mental, el resto del proceso se hizo
con los planos inferiores (plano astral, plano pránico, etc.) para finalmente
terminar por construir un universo físico.
Y
es evidente que el Universo es físico y no mental, ya que está compuesto de
materia física y no de substancia mental.
Y
finalmente el autor del Kybalión termina diciendo que el Universo fue creado
por el PADRE-MENTE y la MADRE-MENTE, lo cual es una respuesta muy estólida, y
no dudo que hayan participado energías que se podrían definir como “masculinas”
y “femeninas” ya que el juego de las polaridades es una clave importante en la
elaboración de la Creación. Pero para que vean a qué punto esa respuesta es estulta,
retomemos el ejemplo de la empresa de autos e imaginemos que un periodista
preguntara:
¿Cómo se creó el
auto?
Y
que el encargado le respondiera:
“Fue papa-mente y
mama-mente quienes lo crearon.”
Pues
bien, ese periodista consideraría que esa respuesta es verdaderamente muy
estúpida, porque en realidad fueron múltiples equipos de trabajadores quienes
elaboraron ese vehículo, y de la misma manera fueron innombrables jerarquías
divinas las que se ocuparon de crear al Universo.
_ _ _
Entonces
esas respuestas que dio el autor del Kybalión dejan mucho que desear sobre sus
conocimientos en ocultismo, y muestran que aunque sus explicaciones tienen algo
de interesante, desafortunadamente también están muy distorsionadas en
comparación a lo que enseñaron los verdaderos iniciados en Hermetismo.
Me he encontrado con tantos autores y tantas explicaciones en lo que llevo leyendo de este tema y pensaba que este era uno de los mejores libros pero vaya, que decepción. Hay que investigar mucho antes de empezar con un libro de estos.
ResponderBorrarSi, es verdad. Yo también pensaba que era de los mejores libros. Aunque eso del universo solo mental nunca me cerró del todo.
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