¿CUÁLES SON LAS CARACTERÍSTICAS QUE DISTINGUEN A UN INICIADO?

Cuando le hicieron la siguiente pregunta al Maestro Pastor:

Se nos ha dicho que hace dos mil años, un hombre llamado Jesús murió y resucitó, y luego ascendió al cielo. Y desde entonces, a veces se le ha aparecido a algunas personas con signos llenos de luz en su cuerpo glorioso. ¿Cómo explicar quién fue ese Maestro Jesús?

Esto fue lo que el Maestro respondió:

« Para comprender el carácter de Jesús y el papel que desempeñó hace dos mil años, ustedes deben de saber que Jesús fue un alto iniciado en el sentido esotérico del término. Y de hecho, no podría explicarles quién fue Jesús sin enumerar de alguna manera las cualidades que caracterizan al Iniciado, es decir el grado más importante que un aspirante puede alcanzar en su viaje espiritual.

¿Qué significa ser un “Iniciado”?

Algunos podrían pensar que esta es una condición muy especial que solo se le otorga a seres altamente evolucionados, o que este grado de desarrollo espiritual solo puede lograrse a través de una concesión muy especial. ¡Pero esto no es cierto porque todos pueden evolucionar a ese nivel y en cualquier momento!

¿Entonces qué se los impide?

La dificultad radica principalmente en el hecho de que los humanos aún no han desarrollado suficientemente sus habilidades mentales, mientras que sus habilidades emocionales (debido a su cuerpo astral) están demasiado exacerbadas.

La misma conciencia humana, la cual tiende principalmente a proyectarse hacia el mundo exterior, es la confirmación de esto, y la numerosa información transmitida por la radio, la televisión, etc., muestra cómo la humanidad vive en una aprehensión continua de lo que está sucediendo en el mundo circundante.

Pero en cambio el Iniciado es aquel que ha desarrollado todos los niveles de conciencia que existen en él.

Entonces,

¿Qué debe hacer un aspirante para poder evolucionar a ese nivel?

Primero debe de desarrollar la primera de las cualidades, y siento que algunos en la sala murmurarán: « el amor ». Y esto es cierto, pero solo parcialmente, porque en realidad lo que precede, valora e integra al amor, es el discernimiento.

Por lo tanto, si ustedes están interesados en la vida de Jesús, en su naturaleza, y desean seguir su ejemplo, sepan que él encarnó precisamente esa gran cualidad que es el discernimiento.

¿Qué es el discernimiento?

El discernimiento es la capacidad de saber distinguir, percibir o saber qué es lo que realmente es bueno, útil y correcto de lo que solo parece ser tal. Y para adquirir el discernimiento, para tener esa lucidez de las cosas y los eventos, ustedes deben de alcanzar (incluso antes del conocimiento) la moderación en la satisfacción de los placeres y deseos.

Porque si no son templados, entonces todo el conocimiento que podrán obtener, gracias a vuestra inteligencia y a vuestro interés por saber, no se armonizará con vuestro temperamento, con vuestro entusiasmo, con vuestras ideas preconcebidas, y con los aspectos de vuestra personalidad. Y es por eso que la templanza es la primera cualidad que debe buscarse para poder bien discernir.

Cada persona logra sobrevivir porque alcanza cierto equilibrio, pero observen lo que sucede cuando ese equilibrio se rompe: entonces el caos se apodera de la situación. Por lo tanto, ya sea que se trate de un equilibrio en lo político, en lo social o en lo emocional (no importa), lo que importa es el hecho de que cuando un individuo está en equilibrio, debe de ser respetado.

Y para que un Iniciado sea considerado como tal, debe de haber un profundo equilibrio en él; equilibrio que debe existir en su carácter, en su temperamento, en su manera de comprender y evaluar las cosas, etc. Un equilibrio que solo puede venir de la templanza.

Esa es la primera calidad necesaria para que cada nuevo conocimiento se adquiera con conciencia, exactitud y precisión.

Y la segunda cualidad es: la acción.

Porque cuando un aspirante puede discernir, entonces actúa. Y eso significa que cuando siente que es correcto de efectuar una acción determinada, entonces actúa en esa dirección y comienza inmediatamente a moverse.

¿Y cuál es la causa de esa acción?

La causa es una motivación, un empuje que viene de su yo superior. Y en ese punto, podemos decir que él manifiesta la cualidad que generalmente se considera la más importante y que es el amor. Pero no solo el amor, sino más precisamente el amor-sabiduría.

¿Qué se entiende por amor-sabiduría?

El amor cuando es llevado por el discernimiento, es una manifestación de la sabiduría. Y es por esta razón que el amor-sabiduría es una combinación de dos palabras que adquieren un significado único y que incluso pueden determinar un aspecto de la evolución humana. ¡Porque la energía que fluye de las cualidades de Amor-Sabiduría sí existe!

(Lo digo para quienes aún no lo sabían y en el esoterismo se le conoce como el rayo dos.)

¿Por qué los Maestros pusieron estas dos palabras juntas?

Porque son esencialmente uno, debido a que la sabiduría conduce automáticamente al amor.

¿Cómo sucede esto?

Porque a través de la sabiduría y la templanza ustedes pueden distinguir y por lo tanto conocer la naturaleza de todo, lo que produce que una buena acción fluya de una acción correcta, y finalmente una acción correcta no es más que un acto de amor.

Y este conocimiento de la verdad, tan buscado por los hombres, es algo que es posible para todos. Y para adquirirlo, no se necesita trabajar tan duro como la gente se lo imagina, solo tienen que comenzar a trabajar seriamente de la manera correcta y no únicamente con palabras.

El camino espiritual no está hecho de sufrimiento.

Muchos de ustedes imaginan que el camino espiritual está construido de mucho sacrifico y contrición, y que para poder obtener ciertas cosas, ustedes deben renunciar a otras; como por ejemplo para tener ayuda divina, es necesario renunciar al placer humano.

Pero eso no es cierto en absoluto. ¡No es verdad que para obtener el paraíso haya que sufrir!

Lo que pasa es que ustedes están demasiado inmersos en el sufrimiento, y es por esa razón que deben buscar (con discernimiento) alejarse de ese sufrimiento. Sin embargo, a veces están tan acostumbrados al dolor que separarlos de él les causa más sufrimiento.

Entonces, ustedes que aspiran a evolucionar, sepan que no hay nada más simple que convertirse en iniciados e iluminados, pero como todas las cosas simples, también es lo más difícil de lograr.

Y esto se debe porque el hombre tiende a complicarse tremendamente la existencia, y esto lo hace porque aún no tiene esa templanza que le permita observar, discernir y razonar; y al final, hacer actos de amor.

Y ustedes me pueden objetar:

« Lo que nos propones es una filosofía bien conocida: es la actitud de mantener la calma, amar a todos, sonreír ante los problemas y creer que la vida es bella... ¡y ni modo si caen las bombas! »

Y es cierto que la vida es dura. Pero entonces seguramente se preguntarán:

¿Cómo pueden coexistir las buenas intenciones de los aspirantes y la crueldad de la realidad?

¿Cómo es posible que todos los que creen en Dios trabajen para él, y sin embargo los Maestros no puedan cambiar nada en este mundo problemático?

Y la respuesta es porque el mundo es un lugar de evolución.

Ustedes deben de comprender que el mundo es ante todo un lugar de aprendizaje, y por consiguiente no es un lugar que pueda transformarse inmediatamente en un mundo perfecto. Piense en los millones y millones de personas que habitan la Tierra como jóvenes almas que deben de evolucionar y que por lo tanto deben experimentar la diferencia entre el bien y el mal. Y es por ello que durante su estancia en la Tierra esas personas van a manifestar sus cualidades, pero también sus defectos, sus problemas y sus locuras.

El simple hecho de que un ser humano nazca en la Tierra nos muestra que él programó una existencia terrestre para exteriorizar algo de sí mismo en un mundo material, y de esta manera manifestar lo que existe en él del bien y del mal.

¿Y cómo podría exteriorizar eso si no tuviera cuerpo físico y no viviera en un mundo material?

Querer que los humanos que vienen a la Tierra ya sean perfectos, eso equivaldría a querer que los estudiantes que van a la escuela ya estuvieran graduados. Lo cual no tiene sentido porque para eso van a la escuela: para graduarse. Y de la misma manera para eso vienen los humanos a la Tierra: para perfeccionarse.

Entonces, no es al mundo, ni al sistema, ni a la sociedad, a los que ustedes deben esforzarse por mejorar. Sino a los humanos, porque la Tierra, para todos los propósitos prácticos, representan su purgatorio.

Y por supuesto, yo les comprendo que no es agradable vivir cerca de quienes manifiestan su maldad, pero desafortunadamente eso es lo que pasa.

Cuando un ser está encarnado, siempre busca exteriorizar, y por lo tanto verter todo lo que lo oprime o le impide de evolucionar. Y dado que el planeta es un lugar de evolución, entendemos muy bien que ustedes se encontrarán con todo tipo de personas. Sin embargo, no piensen que ustedes irán al Cielo solo porque han experimentado el sufrimiento y la tribulación que hay en la Tierra.

NO

¡Porque sepan que no es llorando que se asciende al paraíso!

Así es que no se preocupen por la tristeza de unos o la crueldad de otros, y tampoco se aflijan por el destino que les tocó vivir. Y dado que estas tristezas no son un territorio que compagine con su alma, ustedes pueden sentirse tentados de escapar, considerando que todo esto no les concierne en absoluto. ¡Pero sería un gran error pensar eso, así es que nunca se aíslen!

En vez de eso traten de ayudar a vuestros compañeros dentro de los límites de vuestras posibilidades.

Y seguramente me preguntarán:

¿Ayudar a nuestros compañeros?  ¿Cómo ayudarlos?

Pues bien, no forzándolos a creer en un Dios o en la Luz, ni tampoco queriéndolos moldear a vuestro gusto, sino liberándolos de lo que les impide progresar, de todas las limitaciones debidas a sus traumas internos y a todos sus complejos.

Porque lo que más se necesita en este momento en el mundo es de un gran exorcismo sobre la humanidad y especialmente sobre la psique de los humanos. Y si ustedes pueden participar en esa purificación, de alguna manera ya está haciendo que el paraíso pueda comenzar a aparecer en el planeta.

Y ahora volvamos con Jesús.

¿Cuál era su objetivo?

Cada una de sus acciones estaba destinada a abrir corazones, mentes y almas hacia una realidad superior, porque él sabía muy bien que el mundo físico es solo un lugar temporal para experimentar y evolucionar.

Y por consiguiente su acción estaba dirigida hacia el alma y no hacia la personalidad, por lo que su acción podría definirse como una forma de iniciación.

Y de hecho, Jesús no tenía la intención de convencer o incluso de convertir a nadie. Simplemente él quería mostrar a los hombres lo que es verdaderamente real más allá de la materia, a saber: el Amor, la Belleza y la Luz.

Y por lo tanto su mensaje debe de ser revisado de una manera más justa y apropiada.

¿Y cuál era el otro aspecto de su naturaleza como un Iniciado?

Fue el sacrificio

Porque cuando por templanza ustedes pueden discernir, cuando vuestras acciones están motivadas por el Amor-Sabiduría, entonces vuestras acciones también comienzan a estar impregnadas de sacrificio para liberar a los otros de su sufrimiento (y por lo tanto de su ignorancia). »

(Conferencia del 14.06.86)

OBSERVACIÓN

Deben saber que el camino iniciático no solo está constituido por una sola iniciación, sino por una serie de iniciaciones cada vez más elevadas, y Jesús alcanzó las más altas.

Entonces, cuando Pastor dice que mañana ustedes ya pueden ser un iniciado, eso no significa que mañana ya van a poder realizar los milagros que realizó Jesús, pero en cambio si podrán entrar en el camino de la iniciación con simplemente seguir los consejos que dio Pastor y que consisten en desarrollar: la templanza, el discernimiento y la acción.