Geoffrey
Farthing (1909-2004) es uno de los teósofos contemporáneos que más aprecio por la
gran labor pedagógica que efectuó. Su
libro más conocido es “Deity, Cosmos
& Man” (La Deidad, el Cosmos y el Hombre) en donde hace una síntesis
introductoria de la enseñanza teosófica.
Amablemente
puso su libro online (aquí) y a continuación les voy a traducir
la parte donde habla sobre lo que les acontece a los humanos después de fallecer. Pero para que tengan
una mejor comprensión de sus explicaciones, les recomiendo que primero lean el
capítulo donde resumo el asunto:
- Primera parte: enseñanza introductoria.
- Segunda parte: información más avanzada
- Mi opinión sobre las explicaciones de Geoffrey Farthing.
CAPITULO XIII: MUERTE
Y RENACIMIENTO
PRIMERA PARTE: ENSEÑANZA INTRODUCTORIA
La
Ciencia esotérica enseña que el Cosmos funciona como un TODO. Y ese todo es gobernado por leyes inherentes,
siendo una de ellas: la ley de la alternancia, la cual dicta que todo lo que
hay en el universo, tiene periodos de actividad seguidos por periodos de
descanso.
Y
esto lo podemos percibir porque a un nivel más amplio, todo lo que existe ya
sea visible o invisible (y a cualquiera que sea su escala de existencia) refleja
ese proceso universal, teniendo cada cosa y cada ser: sus días y sus noches,
sus idas y sus venidas.
SOLO aquello que es
el PRINCIPIO ABSOLUTO UNO, que no tienen ni comienzo ni fin, por siempre
perdura.
Otra
ley es la de la correspondencia y esta dice que “así como es arriba es abajo”.
Y así como va y viene el universo objetivo, así lo hace también el hombre
objetivo (es decir el hombre como lo conocemos en la experiencia cotidiana, o
sea viviendo en un cuerpo físico y manifestando todos los atributos de la
personalidad).
Por
consiguiente, para el estudio de los estados después de la muerte, es necesaria
la comprensión de la constitución oculta del hombre.
Recapitulemos
brevemente dicha composición
El
hombre es una unidad de conciencia que funciona a través de siete principios:
Estos
principios pueden clasificarse de diferentes formas. Sin embargo, para
entender los procesos de la muerte y el renacimiento, es conveniente agruparlos
de la siguiente manera:
1. La Triada Superior
La
cual está compuesta por:
- Atma que es el Espíritu Universal
- Buddhi que es el vehículo del Espíritu, y
- Manas que es la mente en su aspecto
superior.
Hay
que remarcar que ni Atma, ni Buddhi son principios humanos individuales, sino
que son universales, y por ello sólo se relacionan con el hombre cuando están
en conjunción con su principio manásico.
Esta
Tríada superior es frecuentemente referida como el Ego superior o la Individualidad
y es inmortal.
2. El Dúo Intermedio
Durante
la encarnación, Manas proyecta una porción de sí mismo en los planos inferiores
del ser, en donde se asocia con Kama (el cuarto principio) que es el cuerpo del
deseo y la emoción, formando así el dúo kama-manásico, el cual es referido
también como: la psique, el ego inferior, o el alma encarnada.
3. La Triada Inferior
Esta
está compuesta por:
- el principio de vida: Prana
- su vehículo que es el cuerpo astral
- y el cuerpo físico
Esta
triada inferior (junto con el dúo intermedio) forman a la personalidad
encarnada.
La
triada inferior está sujeta al nacimiento y a la muerte como la conocemos en la
Tierra. Y el dúo intermedio está potencialmente sujeto a la desintegración
después de la muerte, de ahí la mortalidad de la psique.
(Pero
el dúo intermedio tiene la posibilidad de integrarse a la triada superior y así
volverse inmortal.)
- El Antahkarana es definido como “el puente entre Manas inferior y Manas superior”, y cuando llega a desarrollarse, se convierte en el medio de comunicación entre los dos.
- Los dos principios más elevados (Atma y Buddhi) son a veces referidos como el dúo superior (llamado “la Monada”) ya que ellos forman una sola Unidad.
La
combinación de la Monada con Manas es el Hombre inmortal. Y aunque durante nuestra
vida física nos identifiquemos en su mayor parte con la evanescente
personalidad, la Ciencia esotérica insiste en que nuestro verdadero ser es una
manifestación que perdura, ya que proviene de la Esencia Divina Universal.
Es
importante distinguir aquí entre los estados de conciencia objetiva y los
estados de conciencia subjetiva.
La
experiencia normal de las cosas, la gente y los acontecimientos en el medio
ambiente (o sea la experiencia común de la vida diaria en el mundo físico). Esa
experiencia es objetiva, ya que es la realidad ordinaria compartida con los
demás. Pero en cambio nuestras reacciones internas a esas experiencias externas
son subjetivas y constituyen el mundo privado de cada individuo. Un mundo en el
cual los demás no puede entrar.
Esta
distinción es importante en el estudio de los estados de conciencia después de
la muerte.
Bueno,
habiendo dado estas nociones preliminares, comencemos concretamente con la
explicación de lo que les sucede a los humanos después de morir.
La
explicación teosófica de los procesos de la muerte y de los estados post-mortem
está derivada en gran medida de las enseñanzas dadas por los Maestros Kuthumi y
Morya en su correspondencia con el periodista inglés Alfred Sinnett. Algunas de esas informaciones son reiteradas
en el libro “La Clave de la Teosofía”
en donde Blavatsky hace un resumen de lo que ella había recibido sobre el tema
de los mismos Maestros.
En
ningún otro lado es posible encontrar semejante enseñanza detallada. Ella es
única tanto por la información que da acerca del proceso de morir como por lo
que pasa después de esto.
(Bueno
de hecho sí la encuentran, nada más que deformada y codificada detrás de muchos
símbolos y parábolas en varias mitologías de la antigüedad. Y esto es
uno de los aspectos que me hace suponer que dicha enseñanza es genuina y que la
Fraternidad de los Maestros de Shambala ha estado enseñando dicha enseñanza a
los sabios de diferentes épocas.)
También
esa enseñanza muestra como la comprensión de todo lo que involucra a la muerte,
depende de un adecuado entendimiento de la constitución del hombre y de los
procesos de la vida cósmica total (de la cual el hombre es un reflejo en pequeño).
En
términos generales, las condiciones y las experiencias de los estados después
de la muerte, están íntimamente relacionadas con la vida que se acaba de vivir
(tal como siempre se ha enseñando en las religiones). Y los factores que
determinarán lo que sucederá después de morir, son determinados en gran medida
por la manera como la persona vivió su vida en la Tierra:
-
Los
objetivos, los motivos y los intereses dominantes que tuvo durante su vida terrenal.
-
También
la forma como haya utilizado sus talentos y oportunidades.
-
Cómo
encaró las dificultades que haya encontrado.
-
Las
relaciones que tuvo con sus semejantes.
-
Y
también factores más físicos como lo largo que fue su vida y la manera en que
haya muerto.
(En
otras palabras: la vida que tuviste en la Tierra y la manera como la encaraste
van a determinar las experiencias que vas a tener durante tu estancia en el Más
Allá. Y es por ello que en el esoterismo se dice que el plano físico es “la esfera de las causas”,
mientras que los estados por los que pasan los humanos después de la muerte es
“la esfera de las consecuencias”.)
De
acuerdo a las explicaciones dadas por los Mahatmas, la muerte del cuerpo físico
es sólo el comienzo de un largo y complicado proceso, ya que dado que el humano
es un ser complejo, el abandono de sus vestiduras inferiores debe de ser también
complejo.
Al momento de
fallecer uno ve toda su vida pasar
En
los últimos momentos de su vida, antes de que el cerebro cese de funcionar, la
persona muriente vuelve a ver en detalle la vida que acaba de terminar. Todo
incidente, es por así decirlo echado fuera del cerebro que está expirando y
cada uno de esos eventos es visto bajo su propia perspectiva. Y de acuerdo al
tipo de persona que haya sido, ella pondrá más atención a ciertos eventos que
a otros.
Este
es el momento de la verdad, cuando la persona se ve a sí misma como realmente
es y no como había tratado de imaginarse que era. Y sus últimos pensamientos al
ver pasar frente a ella su propio pasado, arrojarán su influencia sobre la
siguiente personalidad que el alma asumirá cuando llegue de nuevo el momento de
reencarnar.
¡No deben de
perturbarse esos momentos de concentración privada, dada la crucial importancia
que tienen para su futuro!
Los humanos se la
pasan durmiendo y soñando durante su estancia en el Más Allá.
Al
terminar esta revisión de la vida que tuvo la persona cae en un estado de
inconsciencia.
Sin
importar cualquiera que haya sido el tipo de muerte, la conciencia se apaga
“como la llama de una vela cuando el pabilo se acaba”.
Desintegración
progresiva de los cuerpos inferiores
La
vida se retira gradualmente de los vehículos inferiores. Primeramente de los de
la tríada inferior, y luego de una manera mucho más lenta del dúo intermedio. Y
a medida que la vida se va de ellos, estos cuerpos que ya llegaron al final de
su servicio, se desintegran y sus componentes regresan al depósito general de
la materia viva para posteriormente volver a ser utilizados.
Las experiencias
cercanas a la muerte (E.C.M.)
El
repaso de la vida se menciona frecuentemente entre las personas que han experimentado
una experiencia cercana a la muerte, las cuales son gente que ha sido considerada clínicamente muerta,
pero que después se recobró y relató las experiencias que tuvo durante ese
periodo en que estuvo sin vida.
Y
esas personas seguido mencionan que antes, durante y después de esa revisión
de la vida, ellas sintieron una presencia impresionante,
íntima y poderosa.
Esta
puede simplemente experimentarse como una luz muy luminosa y cálida, o como un
ser divino que viene a su encuentro. Pero en términos teosóficos, esto es la
percepción del Ego Divino, el cual brilla dentro de la conciencia encarnada al
final de la vida.
Otra
experiencia común que mencionan esas personas es la de sentir que si rebasan
cierta frontera, ya no podrán regresar, Y algunos siente como si estuviesen en
un túnel o en un valle oscuro que tendrían que atravesar para poder alcanzar la
luz que se encuentra al final.
Quizás
el alcanzar dicha luz habría sido el momento de la muerte, a la cual no se
llegó en esos casos.
Después de la muerte,
la parte buena de la persona se separa de su parte mala
El
Maestro Kuthumi dice:
« Cuando
el humano muere, su cuerpo físico muere, y posteriormente su cuerpo astral y su
cuerpo energético también fallecen. La triada inferior desaparece y de ahí en
adelante es una lucha “a muerte” entre su naturaleza superior y su naturaleza
inferior.
Si
gana la superior, Buddhi habiendo atraído hacía él la quintaescencia de lo
elevado de la persona; sus afectos más nobles, sus aspiraciones buenas (aunque
estas sean terrenales) y las partes más espiritualizadas de su mente, entonces
sigue a su divino primogénito (Atma) al estado de gestación. Mientras que lo malo de la persona queda en el
Kama-Loka como un desecho que lentamente se va a ir desintegrando. »
(Carta
Mahatma 16, p.103)
La
etapa que sigue después de la pérdida de la conciencia, es descrita por el
Maestro Kuthumi como una lucha “a muerte”. Pero considero que el término no es
adecuado, ya que parece connotar una experiencia agudamente dolorosa y
consciente, cuando la explicación general que dieron los Maestros indica que
más bien es una separación automática de los elementos egoicos, y la cual que
se lleva a cabo de manera inconsciente.
(El
propio Kuthumi puso la palabra entre comillas y yo supongo que fue para
considerar esa lucha de manera simbólica y no de manera literal.
Concuerdo
que el término no fue el más adecuado, pero el propio Maestro Kuthumi explicó
que tenía que escribir sus cartas a toda prisa y con numerosas interrupciones
debido a que sólo podía escribirle a Sinnett en sus momentos libres, los cuales
eran pocos y muy dispersados.)
Como
se mencionó anteriormente, Manas es dual durante la encarnación, permaneciendo
asociado en parte a su naturaleza superior que es la Monada, y en parte
permaneciendo asociado con su aspecto inferior que es Kama. Y estos dos
explican los términos de “Manas superior” y de “Manas inferior”. Y la lucha del
hombre es entre estas dos tendencias.
(Y como
lo explicó Geoffrey Farthing más arriba, lo que sucede después de morir es en
gran medida la consecuencia de lo que se hizo durante la vida en la Tierra, y
esa lucha entre tu naturaleza baja y tu naturaleza elevada se efectúa a lo
largo de tu vida física. Mientras que en tu vida en el Más Allá, simplemente se
procede a la separación para que la parte elevada ascienda al mundo divino y la
parte baja se quede en el Kama-Loka.)
La parte buena de la
persona asciende al mundo divino
Cuando
no hay circunstancias fuera de lo normal, el estado de gestación continúa hasta
que la conciencia regresa momentáneamente.
Luego
se procede a una segunda revisión de la vida que la persona tuvo en la Tierra,
seguido por el gradual surgimiento a un estado de inmensa felicidad, con una
visión de ambientes conocidos y de familiares y personas queridas. Sin embargo,
esas experiencias son completamente subjetivas (como si fueran un intenso
sueño) pero para el ser que las experimenta, tienen tanta realidad (o más) que
si las experimentara en la vida física. Y a ese estado se le conoce como
Devachan.
Devachan
es una palabra sánscrita que significa: “la morada de los dioses” y es definido
como:
« Un
estado intermedio entre dos reencarnaciones, al cual entran los humanos después
de haberse separado de su naturaleza baja. »
(Glosario
teosófico)
Y
en otra definición se subraya la naturaleza de Devachan como un estado y no
como un lugar, siendo descrito como:
« Es
un estado de beatitud mental. Filosóficamente es una condición mental análoga
al sueño, pero mucho más vivida y real. Y es el estado en el que se encuentran
la mayoría de los humanos después de la muerte. »
(La
Clave de la Teosofía, p.100)
El
humano que se encuentra en esa condición, es referido como un devachani (o un devachante)
y tiene a su alrededor todo aquello que amó durante su vida, pero en
circunstancias idealizadas. Y de esta forma puede experimentar el cumplimiento
de sus anhelos más preciados y de sus ambiciones dignas (o sea todo aquello que
ha sido noble y bueno de las aspiraciones que tuvo durante su vida en la Tierra).
Ese
estado es de completa felicidad sin que haya nada que lo perturbe. Y es su recompensa por haber descendido a la Tierra y haber sido una buena persona, y
también sirve de descanso y de recuperación para los humanos.
Pero
a pesar de su intenso realismo, es un estado de ilusión creado por uno mismo, ya
que allí nuestros amigos y el ambiente donde vivimos no son realidades
objetivas, sino subjetivas.
(Para
dar una analogía, es como si ustedes se crearan su propia Matrix en donde van a
vivir todo lo que quieran, pero toda esa experiencia va a efectuarse en vuestro
interior y no interactuando con el exterior.
En cambio los Maestros no tienen Devachan, porque ellos han trascendido esa etapa y gracias a la evolución que han adquirido, ellos se mantienen despiertos cuando se encuentran en el mundo divino.)
Con
relación a la posibilidad de que los humanos que se encuentran en el estado de
Devachan pudieran retornar a la Tierra (antes de que vuelvan a reencarnar), la
respuesta de los Maestros es categóricamente negativa, ya que habiéndose
desintegrado los vehículos necesarios para la existencia en los planos
inferiores, ningún retorno es posible en consecuencia.
Además
el humano que se encuentra sumergido dentro de su sueño devachanico, no puede
tener conocimiento de lo que sucede en la Tierra. Aunque a nivel Egóico, él
podrá en ocasiones comunicarse con otros Egos, incluyendo a aquellos que aún
estén viviendo en el plano físico. Pero para que esas personas vivas logren tales
comunicaciones en su conciencia despierta, dependerá que tengan un gran
desarrollo espiritual, sensibilidad y también cuando las condiciones lo permitan.
Blavatsky
menciona que cuando eso ocurre (generalmente es en un sueño) y la conciencia de
esas personas puede ser impresionada de tal manera, que ellas tengan la
sensación de haber estado en contacto con su familiar difunto y estar
confortadas por ello.
(Los
humanos que ya se encuentran en el estado devachanico, ya no se pueden
comunicar ni descender al mundo terrestre. En cambio sí lo pueden hacer las
almas en pena que deambulan en el astral, los magos negros desencarnados y los elementarios
que quedan en el Kama-Loka cuando son vivificados por la energía que les envían
los médiums durante las sesiones espiritistas.)
Regreso a la Tierra
El
Devachan dura mucho, pero como todos los otros estados y procesos, esta fase de
la experiencia después de la muerte también un día llega a su fin. Y así como
comenzó gradualmente, así termina también gradualmente. Y al final una vez más
sobreviene la inconsciencia, pero esta vez para dar paso a una nueva reencarnación,
la cual en los casos normales se efectúa sólo después de muchos años.
(Los
Maestros dicen que en promedio el Devachan dura 1’500 años.)
Cuando
termina el Devachan se vuelven a formar los principios inferiores (en parte
usando el material descartado por los principios de la vida anterior).Y cuando
el nuevo nacimiento es inminente, el Ego tiene una visión previa de la
tendencia principal de la vida que va a tener y también de lo que deberá
lograr. Luego cae de nuevo en inconsciencia hasta que despierta en el plano físico
como un niño recién nacido.
Las
circunstancias en que va a nacer el nuevo niño, el tipo de ambiente que
acompañan el regreso, y los acontecimientos que es probable encontrar. Todo eso
es determinado en gran medida por Karma. Ya que esos eventos predestinados son
el balance acumulativo no sólo de la encarnación antecedente, sino de todas las
vidas previas.
¿Qué sucede cuando la
persona muere antes de tiempo?
Cuando
una encarnación es truncada prematuramente (ya sea por enfermedad, accidente, guerra
o suicidio) el ciclo normal de experiencias entre la muerte y el renacimiento,
variará de manera correspondiente.
Por
ejemplo, en el caso de fallecimiento en los primeros años de la niñez, aquellas
fases descritas como la revisión de la vida, la lucha y el periodo de gestación
serán cortos, dado que habrá poca experiencia para ser asimilada. Y cuando la
muerte ocurre en la infancia, a veces los principios sutiles del niño no se
dispersan, sino que se integran a otro nuevo cuerpo en donde esa joven alma
vuele a nacer.
En
cambio, cuando un adulto joven muere repentinamente (un solado por ejemplo) usualmente
no se dará cuenta por un tiempo de que está muerto. Generalmente se percatará hasta
el momento de la desintegración de los principios inferiores, la cual llega
normalmente de manera gradual. Y entonces caerá en la inconsciencia, comenzando
el proceso normal de la muerte.
(Estos
son los casos de las almas en pena que permanecen errando en el astral hasta
que termine lo que habría sido su ciclo normal de vida en la Tierra.)
Y
durante ese tiempo y mientras que la persona permanezca despierta es posible
alguna comunicación real con esa alma desencarnada, pero sólo a través de un
médium. Pero una vez que el proceso normal de la muerte comienza a tomar su
curso y que el Ego se va al Kama-Loka, ya no es posible tal comunicación y de
aquí en adelante, sólo puede ser contactado el cascarón desechado que permanece
en el Kama-Loka.
El
suicido presenta un panorama diferente, ya que a diferencia del soldado, el
suicida es responsable de su propia muerte. Se dice que retiene un grado de
conciencia. Podrá sufrir remordimiento, permaneciendo en un estado de desdicha
hasta el tiempo en que su vida hubiese acabado de manera normal, aunque su
estado mental dependerá de los motivos que lo hayan llevado a terminar con su
vida física.
(Aquí
no estoy de acuerdo con Geoffrey Farthing, ya que pocos suicidas son realmente
responsables de su suicidio, debido a que la mayoría de ellos se encuentran en
una profunda depresión que los hace actuar en un estado de semi-locura y por
consiguiente no se les responsabilizará karmicamente. Pero sí es cierto que ese
estado de tremenda desdicha les va a hacer crear un mundo interno de enorme
sufrimiento durante su permanencia en el plano astral. De ahí que hay que
enviarles luz para sacarlos de su tormento.)
También
sufren aquellos que mueren con alguna pasión que los domine de una manera
anormalmente fuerte, tal como un deseo incontrolado por la satisfacción física
de comida, bebida, sexo o posesiones materiales, o también una apremiante
ambición aún insatisfecha.
Pero
fuera del sufrimiento que un individuo se acarrea así mismo por su apego a las
satisfacciones físicas, no existe una experiencia que corresponda al infierno
tradicional. Y tampoco existe un castigo durante la muerte por el mal comportamiento
del individuo cuando se encontraba en el plano físico, ya que Karma hace
justicia esencialmente en la Tierra.
_ _ _
En
la segunda parte se presentará alguna información adicional, incluyendo los aspectos
más técnicos del tema.
En
la enseñanza esotérica, la muerte es vista como un alivio y liberación de las
preocupaciones y sufrimientos de la vida en la Tierra, y un final también de
sus gozos que son inevitablemente temporales. Y cuando llega el tiempo de
partir, es bienvenido por mucha gente, ya que es el largo sueño “que remienda
la deshilachada manga de la preocupación, el bálsamo de las mentes heridas, la
segunda vía de la Gran Naturaleza” que nos prepara para otra venida a la
Tierra.
(En
resumen, a nivel oculto la muerte es un momento de bienestar porque nos permite
disfrutar de un periodo de dicha y descanso, para luego volver a seguir
evolucionando en la Tierra, con todo el cansancio y dolor que seguido conlleva.
Pero
curiosamente, para poder tener una buena estadía en el Más Allá, se requiere de
haber trabajado activamente durante tu vida física: desarrollándote espiritualmente,
aprendiendo mucho, experimentando la vida intensamente, generando karma
positivo, etc.)
SEGUNDA PARTE: INFORMACIÓN MÁS AVANZADA
Las
fuentes principales de información en la primera parte fueron “Las Cartas Mahatma” y “La Clave de la Teosofía” en donde la
señora Blavatsky delinea las instrucciones que ella recibió de los Maestros. Y
puede encontrarse material adicional en “La
Doctrina Secreta” y en los “Escritos
Coleccionables de HPB” (Collected Writings).
(Y
también añadiría las explicaciones que dio William Judge, quien al igual que
Blavatsky, también era discípulo del Maestro Morya, y cuyos escritos me
sirvieron mucho para esclarecer varios asuntos.)
En
sus libros y artículos, la señora Blavatsky hace varias veces referencia al
origen de su conocimiento esotérico. Por ejemplo, en La Clave de la Teosofía, cuando se le hace la pregunta de si
alguien pude seguir en detalle el proceso de la retribución karmica, ella
contesta:
« Ciertamente
“aquellos que saben” pueden hacer esto por medio del ejercicio de poderes que
están latentes de igual modo en todos los hombres. [Nada más que en los humanos esos poderes
están nacientes y dormidos, mientras que en los Maestros esos poderes ya están
plenamente desarrollados y despiertos.] »
(La
Clave de la Teosofía, p.215)
Y
más adelante en la misma obra, cuando le preguntaron si tales Maestros saben
realmente más de lo que nosotros sabemos acerca de lo que sucede después de
morir, ella respondió:
« En
verdad que ellos saben más, ya que por medio del entrenamiento de esas
facultades espirituales que todos nosotros poseemos, pero que sólo ellos han por
el momento desarrollado a la perfección, ellos han podido estudiar esos
diferentes planos y estados de existencia.
Por
largas edades, una tras otra generación de Adeptos ha estudiado los misterios del
ser, de la vida, de la muerte y del renacimiento. Y todos han enseñado a su vez
algunos de los hechos aprendidos así. »
(La
Clave de la Teosofía, p.217)
Detalles sobre el
Kama-Loka
En
el estudio de los procesos de muerte, no debemos de olvidar que los siete
principios del hombre pueden reagruparse en tres partes que son:
-
una
triada superior,
-
un
dúo intermedio y
-
una
triada inferior.
Cuando
el hombre muere, la triada inferior progresivamente se desintegra y el ser
interior cae en inconsciencia.
« [Por
regla general, el humano al momento de fallecer] pierde todo recuerdo, es
momentáneamente “mentalmente aniquilado”, él duerme su sueño akashico en el
Kama-Loka. Y este estado dura desde unas cuantas horas (rara vez menos), días,
semanas, meses y algunas veces hasta años. Todo esto de acuerdo a la entidad, a
su rango mental al momento de morir, al carácter de su muerte, etc. »
(Carta Mahatma
24B, p.187)
Kama-Loka
es la región subjetiva e invisible (a la visón física) en donde permanece el
kama-rupa (la parte baja de la personalidad) hasta agotarse las causas
pasionales y mentales que la crearon.
La
señora Blavatsky hace un enunciado similar con relación a los restos kama-manasicos
del difunto que quedan en el Kama-Loka y al periodo de inconsciencia.
Cuando
le comentaron:
-
“Dado
que los procesos y estados concernientes al Kama-Loka presentan algunas
dificultades de comprensión, podría ayudarnos con un material explicativo adicional.”
A
lo que ella contestó:
« Por
supuesto. De acuerdo a la enseñanza Oriental, el estado del cascarón que deja
el difunto en el Kama-Loka, no es lo que nosotros, hombres vivos,
reconoceríamos como un estado “consciente”. Se asemeja más bien al estado de
una persona que se encuentra aturdida y deslumbrada por un golpe violento que
le acaban de propiciar, y eso hace que haya “perdido el sentido”
momentáneamente.
Es
por ello que esas entidades que yacen en el Kama-Loka, como regla general, no
tengan la posibilidad de reconocer a sus antiguos amigos y familiares (excepto
por medio de una vida y conciencia vicarias, despertadas por el contacto de los
médiums). Por lo tanto, un caso semejante al que me mencionas es
imposible. »
(Collected
Writings, v. IX, p.164)
El
caso al que se refiere, había sido plantado por su correspondiente, el cual
decía que el encuentro entre entidades en el Kama-Loka debería de ser más
decepcionante si uno de ellos sólo hubiese progresado a un estado en el que
sólo dejara un “cascarón” tras de sí.
El
pasaje citado continúa y la señora Blavatsky afirma que aquellos que amamos
estarán con nosotros en el Devachan, agregando a manera de énfasis que:
« Sin
embargo el proceso de desprendimiento del cuarto principio (Kama) y la parte mala del
quinto principio (Manas) se efectúa de manera inconsciente en todos los seres
humanos normales. Y es solamente en casos muy excepcionales que hay un ligero
regreso a la conciencia en el Kama-Loka, y este es el caso de las
personalidades muy materiales y sin espiritualidad. »
(Collected
Writing, v. IX, p.164)
Y
el Maestro Kuthumi añade:
« Este
cuarto principio con la parte baja del quinto, permanecen en asociación como un
cascarón vacío (la expresión es totalmente correcta) para vagar en la parte
sutil de la atmosfera de la Tierra, habiendo perdido la mitad de la memoria
personal y con los instintos bestiales plenamente activos durante todavía un
cierto periodo. En pocas palabras ese es un elementario que los médiums
utilizan como su “ángel guía” durante las sesiones espiritistas. »
(Carta
Mahatma 16, p.113)
¿Por qué se efectúa
ese proceso así?
El
Maestro Kuthumi responde:
« [Porque
la Monada] siendo un elemento puramente cósmico y espiritual, ella no podrá
tener una existencia consciente en el Devachan, si no asimilara algo de los
atributos mentales del quinto principio y sus recuerdos. (Pero dado que en el
mundo divino sólo pueden existir las vibraciones elevadas, es por ello que no
hay cabida para todo lo que es bajo de la personalidad desencarnada.) »
(Carta
Mahatma 16, p.103)
Detalles sobre el
Devachan
Es
solamente después de la separación en el Kama-Loka y el periodo de gestación
subsecuente que la conciencia comienza a entrar en el Devachan. Y
es en ese momento que tiene lugar la segunda revisión de la vida que se tuvo en
la Tierra.
Al
respeto el Maestro Kuthumi menciona:
« Lenta
y gradualmente hacia el final del periodo de gestación, la parte buena de la
persona va entrando en el estado de Devachan. Este estado es determinado y
producido por la vida que tuvo la persona en la Tierra y su entrada en el
Devachan no es precipitada, sino gradual y por
suaves etapas sucesivas.
Con
el primer albor de ese estado aparece aquella vida terrestre (o más bien dicho es vivida
una vez más por el Ego) desde su primer día de conciencia hasta el último.
Desde el acontecimiento más importante hasta el más insignificante. Y todos
ellos son puestos en orden ante los ojos espirituales del Ego.
Sólo
que a diferencia de lo que sucede en la Tierra, solamente van a permanecen los
acontecimiento que son elegidos por el devachani, el cual se inclinará más por
ciertos eventos, y los cuales quedarán permanentes durante su estancia en el
Devachan. »
(Carta
Mahatma 24B, p.187)
¿Quién va al
Devachan?
Cuando
el señor Sinnett le preguntó a Kuthumi si el Devachan es sólo alcanzado por los
pocos humanos que son muy buenos o también por los muchos que no son muy malos.
El
Maestro le respondió:
« ¿Quién
va al Devachan? Las personas desde
luego, pero beatificadas y purificadas (ya sin su parte oscura). Y ellas renacen en el Devachan tan inocentes y
puras como un bebé recién nacido en la Tierra. Y el hecho de que hayan renacido
en el Devachan demuestra la preponderancia del bien sobre el mal en su antigua
personalidad.
Y
durante ese periodo el karma malo se hace a un lado para posteriormente volver
a seguir a ese humano en su futura reencarnación terrestre. Sólo el karma positivo
de sus buenas acciones, palabras y pensamientos acompaña a la persona en el
Devachan.
“Malo”
es un término relativo para nosotros – como se ha dicho antes más de una vez –
y la Ley de Retribución es la única ley que nunca se equivoca. Malvado, pero
exageradamente malvado tuvo que haber sido un individuo, para que no tenga
derecho ni siquiera a un momento en el Devachan. De aquí que todos aquello que
no hayan caído en el fango del pecado y de la bestialidad irredimibles, todos
ellos van al Devachan.
Los
humanos tendrán que pagar posteriormente por sus actos negativos. Pero mientras
tanto son recompensados recibiendo los efectos de las buenas causas producidas
por ellos durante su estancia en la Tierra. »
(Carta
Mahatma 16, p.100)
Los errores de los
espiritistas
En
el capitulo IX de La Clave de la Teosofía,
la señora Blavatsky explica que no es posible reconciliar el tipo de
comunicación que los espiritistas pretenden que existe entre las almas difuntas
y los vivos.
¿Cómo es la
experiencia devachanica?
En
ese mismo capítulo, la señora Blavatsky también señala que el estado de
Devachan es de una “inmensa felicidad” y en su carta el Maestro Kuthumi añade que:
« El
Devachan es un estado (por así decirlo) de intenso egoísmo, durante el cual,
los humanos cosechan el premio de todo lo bueno que hicieron en la Tierra. El
devachani está completamente sumergido en la dicha de todo aquello que lo hace
más feliz. Y ningún dolor, ninguna pena, ni siquiera la menor sombra llegan a
ennegrecer el brillante horizonte de su completa felicidad. Ya que el Devachan
es un estado de “Maya” perpetua. »
(Carta
Mahatma 16, p.101)
¿Cuánto dura el ciclo
post-mortem?
Al
respecto el Maestro Kuthumi responde:
« Se
le llama en el budismo “Bardo” al periodo entre la muerte y el renacimiento y
puede durar desde unos cuantos años hasta un kalpa.
El
Bardo está dividido en tres periodos:
1.
Cuando
el Ego liberado de su cuerpo físico entra en el Kama-Loka
2.
Cuando
entra en su estado de gestación
3.
Y
cuando entra en el estado de Devachan.
- El primer periodo puede durar de unos minutos hasta una cantidad de años.
- El segundo periodo es muy largo, proporcional al vigor espiritual del Ego, y
- El tercer periodo dura en proporción al buen Karma. Pueden ser años, décadas, siglos y milenios, y frecuentemente multiplicados por algo más.
Ya
que todo efecto debe de ser proporcional a su causa. Y como la duración de la
existencia encarnada del hombre solo guarda una pequeña proporción respecto a
sus periodos de existencia internatal en el ciclo manvantárico, así también los
buenos pensamientos, palabras y obras de cualquiera de estas vidas sobre la
Tierra, son también causativas de efectos, cuyo desarrollo y agotamiento
requerirá de mucho más tiempo del que ocupó la evolución de las causas terrestres. »
(Carta
Mahatma 16, p.105 y 106)
El
capítulo IX de La Clave de la Teosofía
introduce una cantidad de cuestiones en relación a los premios y castigos; y
podría parecer que si después de la muerte sobreviene una condición de
inconsciencia, entonces no sería posible sentir el castigo. Pero la señora Blavatsky explica que: “el castigo
karmico solamente alcanza al Ego en su
siguiente reencarnación”.
(Bueno
los Maestros explican que también existe un estado de tremendo sufrimiento, el
cual es lo opuesto al Devachan, y a dónde van los humanos más abyectos antes de
volver a reencarnar, pero ahí también las experiencias van a ser subjetivas,
aunque la persona las sentirá muy reales.)
Algunos
pensarán que el sufrimiento que experimentan esos individuos es un sufrimiento
ciego, dado que ellos nos se acuerdan de sus malas acciones que hicieron
durante su vida en la Tierra, pero a lo anterior, Blavatsky responde:
« No
totalmente, ya que en el solemne momento de la muerte, todo humano (incluso
cuando la muerte es repentina) ve reunido frente a él, la totalidad de su vida
y en sus más minúsculos detalles.
Por
un corto instante el ego personal se hace uno con el Ego superior omnisciente. Y ese instante es suficiente para mostrarle a la persona toda la cadena de
causas que han estado trabajando durante su vida.
La
persona se ve como realmente es y no con la imagen engañosa que se ha creado de
sí misma y con los adornos de la adulación. Ella mira su vida como un
espectador mira una película y siente y sabe que fue justo todo lo que le
sucedió y tuvo que pasar. »
(La
Clave de la Teosofía, p.162)
Detalles sobre el
proceso del regreso a la Tierra
Y
de manera similar al momento de renacer, el Ego tiene “una visión prospectiva
de la vida que le aguarda y en ese momento se da cuenta de todas las causas que
lo han conducido a ella”.
Aquí
nos encontramos con el inicio del proceso de vuelta a la encarnación, siendo
esta, el proceso inverso de la muerte, ya que esta vez se vuelven a formar los
principios inferiores.
El
proceso de retorno a la vida física es examinado en un artículo de Blavatsky en
donde Karma, Tanha (que es la sed por experimentar la vida en la Tierra) y las
Skandhas son descritos como “la poderosa trinidad en uno y la causa de nuestro
renacimiento”. Y después de un relato de las experiencias que tiene el hombre
al momento de morir, Blavatsky se refiere a la futura encarnación diciendo que:
« Los
vicios, los defectos y especialmente las pasiones de la vida precedente se
convierten a través de ciertas leyes de afinidad y de trasferencia, en gérmenes
de las potencialidades futuras del “alma animal” en el humano (Kama), y en consecuencia de su
dependiente (el doble astral): en un nacimiento subsecuente.
Es
solamente la personalidad la que cambia, ya que el principio reencarnante real,
el Ego, siempre permanece el mismo y su Karma y sus Skandhas son las que guían
las idiosincrasias y los rasgos morales predominantes de la antigua
personalidad, para que estas características reaparezcan en la nueva
personalidad.
Estos
rasgos y pasiones persiguen y se agarran de los aún plásticos, tercer y cuarto principios
del niño, y a menos que el Ego luche y los conquiste, ellos se desarrollarán
aún más conduciendo al hombre adulto a su decadencia, ya que ellos son los
instrumentos de la ley de retribución karmica. Y es así como nuestras buenas y
malas acciones “son los únicos instrumentos con los que pintamos nuestra
apariencia al morir”, dado que la persona que nace en la nueva reencarnación es
invariablemente la creación de la persona que fue en su reencarnación anterior. »
(Collected
Writings, v.X, p.176)
Blavatsky
dio información adicional acerca de los procesos involucrados en el regreso a
la vida física en la Tierra, en sus instrucciones a los miembros de su Sección
Esotérica en Londres. Y los cuales los encuentran en los Escritos
Coleccionables de HPB: vol. XII, pag. 515.
¿Cuándo comenzó a existir la muerte?
Un
pasaje interesante de La Doctrina Secreta
nos dice que fue hasta el final de la Tercera Raza Raíz.
« Antes
no había habido muerte regular, sino sólo una transformación, dado que los
hombres todavía no tenían personalidad. Ellos tenían “monadas-alientos” del Aliento Universal, y eran tan impersonales como la fuente de la que procedían. Los humanos
de esa época todavía no tenían cuerpos físicos, tenían sólo sombras de cuerpo
(o sea cuerpos astrales), los cuales eran inmaculados y por ello sin Karma.
Por
lo tanto, no había Kama-Loka, menos aun Nirvana o incluso Devachan para esas
almas de hombres que no tenían aún Egos personales, debido a que no podía haber
periodos intermedios entre las encarnaciones.
Y
es que como el ave Fénix, los hombres de esas épocas resucitaban en un nuevo cuerpo
a partir del viejo. Y con cada nueva generación los humanos se hicieron cada
vez más sólidos y más físicamente perfectos, de acuerdo con la ley evolutiva
que es la ley de la Naturaleza.
La
muerte llegó con el organismo físico completo, y con él, la decadencia moral. »
(La
Doctrina Secreta II, p.610)
CONCLUSIÓN
La
explicación de los procesos de la muerte tal como es dada por los maestros
transhimalayicos, nos muestra como el hombre encaja en el gran esquema
universal del devenir eterno y esto en correspondencia a la ley cíclica y evolutiva.
La
única tragedia al morir, es para aquellos que se quedan atrás y cuando en su
aflicción personal ven a la muerte como un incidente aislado, en vez de
considerarlo como un evento más de una larga serie de vidas alternadas con periodos de descanso.
Un
día quizás todos seremos capaces de ver a la muerte en el vasto panorama de
causas y efectos a través de nuestras muchas vidas.
Podremos
entonces ver como los acontecimientos que hemos experimentado nos han conducido
a lazos duraderos de amor y deber. Y también entonces podremos ver el largo
viaje de la Vida Egoíca al pasar a través de muchas vidas personales, hasta su
perfección y liberación finales, cuando el ciclo de nacimientos y muertes que
parecía interminable, cesará finalmente.
MI OPINIÓN SOBRE EL TEXTO DE GEOFFREY FARTHING
Contrario
a la mayoría de los teósofos, Geoffrey Farthing da una explicación
relativamente clara, lo cual se agradece (aunque siento que le faltó estructurar e ilustrar más su análisis)
y me gustó mucho que diera primero una explicación básica para ir introduciendo a las
personas, y luego siguiera con explicaciones más avanzadas. Y siguiendo su buen
ejemplo, es lo que trato de hacer también.