EL ENCUENTRO DE JESÚS CON LOS DEMONIOS (según Rudolf Steiner)





Sobre este asunto Rudolf Steiner en su libro “El Quinto Evangelio” relató lo siguiente (y en morado yo añadí mis observaciones):


« Desde hacía algún tiempo, Jesús había observado que cuando él llegaba a sitios donde había puertas de los esenios, las que no tenían pinturas, él no podía pasar por semejantes puertas sin sufrir amargas experiencias.

Veía esas puertas sin pinturas, pero para él había en ellas imágenes: a ambos lados siempre aparecía lo que en la ciencia espiritual conocemos con los nombres de Arimán y Lucifer.

Y con el tiempo se le había formado en el alma la firme impresión de que la aversión que tienen los esenios hacia las pinturas en las puertas tenía que ver con la atracción mágica de semejantes seres, y que para los esenios tales pinturas eran como trasuntos de Lucifer y Arimán. Esto Jesús lo había advertido varias veces.

(Esto que dice aquí Rudolf Steiner es falso porque cuando las pinturas no representan cosas tenebrosas, no tienen por qué atraer a entidades malignas. Y de hecho las pinturas con imágenes sagradas se utilizan como protecciones debido a que justamente las imágenes que representan se sintonizan con los seres de luz.)

El alma que las experimenta no se inclina a reflexionar mucho sobre estas cosas, porque son demasiado conmovedoras, y pronto llega a sentir que el pensamiento humano no basta para ahondar en ellas, no es capaz de compenetrarlas.

Pero las impresiones no sólo se impregnan en lo profundo del alma, sino que se convierten en una parte de la vida anímica misma. Uno se siente vinculado a la parte del alma en que se acumulan esas experiencias e incluso a las experiencias mismas que nos acompañan por el resto de la vida.

Jesús de Nazaret así pues siguió llevando en el alma esas dos imágenes, la de Lucifer y la de Arimán que él había visto en las puertas de los esenios. Al principio, esto no le había causado otro efecto sino el de darse cuenta de algún vínculo misterioso entre estos seres demoniacos y los esenios.

(Y esto que dice Rudolf Steiner también es falso debido a que los esenios eran una agrupación de personas que llevaban una vida muy santa, por lo que es incoherente que ellos estuvieran asociados con esos demonios.)

Y después de lo experimentado en el alma de Jesús, también resultó difícil entenderse mutuamente, puesto que en su alma vivía algo que él no pudo mencionar al hablar con los esenios, ya que cada vez lo experimentado en las puertas de los esenios, le impedía proseguir.

Pero después de una conversación sumamente importante, en que se había hablado de lo sublime espiritual, al salir por la puerta del edificio principal de los esenios, Jesús dio con las figuras de las cuales él sabía que eran Lucifer y Arimán.

Entonces él vio que los dos huían de la puerta del convento de los esenios; y en su alma surgió una pregunta. No que él mismo la preguntara, sino que con inmensa fuerza elemental surgió en su alma la pregunta:

¿A dónde huyen ellos, a dónde huyen Lucifer y Arimán?

Él sabía que lo sagrado del convento de los esenios los había ahuyentado, pero en su alma quedó impregnada la pregunta:

¿A dónde huyen?

Y esta pregunta no la pudo arrancar de su alma, esta pregunta encendió su alma y con ella vivió de hora en hora, de minuto en minuto, durante las semanas siguientes. Después del diálogo espiritual, al haber pasado por la puerta del edificio principal de los esenios, ardía en su alma la pregunta:

¿A dónde huyen Lucifer y Arimán?


(Y aquí otra vez lo que dice Rudolf Steiner no tiene sentido porque primero afirma que esas entidades malignas se aparecían en las puertas de los esenios debido a que ellos estaban relacionadas con ellas, y ahora dice lo contrario.)

Y posteriormente Rudolf Steiner narró lo siguiente:



Y después Jesús le contó a su madre esto que él había experimentado, y Jesús le nmencionó lo siguiente:

- “Cuando un día salí, después de un íntimo e importante diálogo con los esenios, percibí en la puerta que Lucifer y Arimán huían; y desde entonces sé, mi querida madre, que por su vida y su doctrina oculta, los esenios se protegen a sí mismos de tal manera que de sus puertas deben huir Lucifer y Arimán. Pero con esto los esenios envían a Lucifer y Arimán a los demás, para hacerse afortunados a sí mismos.”

(Y esto tampoco tiene sentido porque los esenios predicaban la bondad, y por consiguiente es incoherente que ellos, para protegerse, aventaran los demonios hacia las otras poblaciones, porque eso iría en contra de sus principios de rectitud.)

Y sobre este relato Rudolf Steiner terminó narrando:



Y la Crónica del Akasha y el Quinto Evangelio nos indican que el Cristo posteriormente entró dentro del cuerpo de Jesús, y esto se debió ante todo porque el Cristo fue atraído por lo que, debido a las impresiones conservadas en la memoria, firmemente se había grabado en el cuerpo astral.

En cierto modo, el Cristo se decía a sí mismo:

- “Este es el cuerpo que había visto del que Arimán y Lucifer huyeron, y que había sentido que los esenios, en su aspirar, empujan hacia los demás a Arimán y Lucifer.”

Y hacia estos dos, el Cristo se sintió atraído, pues son ellos con quienes los hombres deben luchar. A la soledad, para luchar con Arimán y Lucifer, fue atraído el Cristo, que por primera vez vivió en un cuerpo humano»
(Capítulos 4 y 5)




OBSERVACIONES

Anteriormente Rudolf Steiner aseveró que Lucifer y Arimán habían huido porque no soportaban lo sagrado del convento de los esenios. Pero luego Rudolf Steiner dice que Lucifer y Arimán huyeron porque en realidad no soportaron estar cerca de Jesús, y es por eso que el Cristo eligió a Jesús para entrar en su cuerpo, porque los demonios le tenían miedo a Jesús.

Pero al inicio de su narración, Rudolf Steiner precisó que cada vez que Jesús pasaba por una puerta de los esenios, Lucifer y Arimán se le aparecían a Jesús y lo agobiaban terriblemente.

Y dos veces Rudolf Steiner vuelve a contradecirse todavía más, porque él afirma que en realidad Lucifer y Arimán no huyeron por todo lo que él antes aseveró, sino porque los esenios aventaron esos demonios hacia las otras personas.


~ * ~


Y este es un ejemplo de las incoherencias que seguido encuentro en las enseñanzas de Rudolf Steiner y que me hacen considerar muy seriamente que su “clarividencia” en realidad consist en puros inventos de su imaginación, la cual era muy febril pero muy poco discerniente.






4 comentarios:

  1. Sr Cid el mundo entero le ha dado importancia a la vida de Jesús y lo ha idealizado al punto que se crearon muchas religiones basadas en el Cristianismo, según tu conocimiento de esoterismo quisiera que me dijeras si Jesús es tan importante para el mundo porque veo que las religiones manipulan a su antojo con el cuento de que Jesucristo se sacrifico por nosotros.

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    1. El esoterismo explica que cíclicamente, cuando la flama de la espiritualidad se está apagando, la jerarquía divina manda a la Tierra a un Mesías (o sea a un “Iniciado ungido con el espíritu de Dios”) para volver a guiar a los humanos hacia el sendero evolutivo.

      Y Jesús es importante en ese sentido, ya que él ha sido el último Mesías que ha venido, pero hay que tener en cuenta que anteriormente ya habían venido otros Mesías: Buda, Krishna, etc. En cambio Jesús no es la deidad (“el Hijo de Dios”) en que lo quieren transformar los cristianos dogmáticos.

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  2. Todos los Mesias de sexo masculino la flama espiritual es machista o que pasa? Yo creo que las mujeres al poder dar vida(parir un ser humano) están mas avanzadas que los hombres pero bueno...la otra vez lei

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    1. La jerarquía se adapta a la mentalidad que tienen los humanos, y con esto me refiero que también existen mujeres iniciadas muy avanzadas, pero ellas no efectúan esa labor de ser Mesías porque si ya difícilmente los hombres escuchan a los Mesías hombres, ya te imaginarás que va a ser todavía mucho más difícil que presten atención a las Mesías mujeres.

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