N.P.
Subramania Iyar fue un miembro de la Sociedad Teosófica de Adyar y este texto
es parte de una ponencia que se pronunció el 12 de agosto de 1931 en
Adyar para la celebración del centenario del nacimiento de Blavatsky.
«
En 1884 estaba estudiando en el
Christian College de Madrás y fue el Sr. W.T. Brown quien me admitió en la
Sociedad Teosófica tres o cuatro meses antes del problema de los Coulomb, cuando
apareció una serie de artículos en contra de Madame Blavatsky en la revista del
Christian College.
Algunos de nosotros, los
estudiantes, nos unimos para formar una asociación. Yo estaba a la cabeza de la
asociación y estaba a punto de ser despedido por el Dr. Miller, el director del
Christian College.
El coronel regresó de Europa unas
semanas antes que Blavatsky. Yo me manifesté a favor de él y eso me convirtió
en un estudiante indeseado. Cuando HPB regresó, con el Sr. Leadbeater, el Sr. y
la Sra. Cooper-Oakley, la conocí y la acompañamos en procesión al Colegio de
Pachcheappa
Allí le presenté un apoyo avalado
por 300 firmas que obtuve de los tres Colegios de Madrás. Damodar le mencionó
esto a HPB y luego ella envió a buscarme. Y así fue como me trajeron a ella.
Siendo estudiante, usaba una gorra
roja; ella me llamó Red Cap Devil. Más tarde, como el término era demasiado
largo, lo abrevió a simplemente Red Cap. Los Dugpas del Tíbet llevan gorras
rojas y los Gelugpas llevan gorras amarillas.
Yo era su chico de los recados, recorrí
la ciudad e hice compras para ella. Un día nos reunimos todos en una pequeña
fiesta familiar, porque ella quería que todos los que trabajaban en la Sede se
reunieran allí por las tardes. Ella solía solicitar que Bhawani y yo le
masajeáramos las piernas.
Ella solía decir:
- "Mi buen muchacho, mesmeriza
mi pierna".
En una ocasión, ella me pidió que
durmiera en su sofá en la habitación que el coronel le había construido.
Le respondí:
- "Bueno".
Y ella me contestó:
- “Muy bien, ¡pero ten
cuidado de no voltear de lado a lado y de no roncar!”
¿Qué iba a hacer yo? Me mantuve
despierto toda la noche y a las 5 de la mañana me fui.
En otra ocasión ella quiso una copia
en particular de The Madras Mail, pero Damodar lo había
tirado a la basura, por lo que ella me dijo que lo buscara.
Mientras tanto el coronel había subido
las escaleras y estaba hablando con ella. Cuando encontré el documento, se lo
llevé, y cuando entré en la habitación ellos estaban hablando muy seriamente y ella me
exclamó:
- "Red Cap, ¿qué haces
aquí?"
- "Señora, quería este
papel".
- "Sal".
Bajé las escaleras y me senté
reflexionando sobre ello.
El coronel luego me dijo:
- “Mi querido amigo, te
acostumbrarás”.
Un día ella me pidió que hiciera unas
compras en George Town y cuando regresé le pedí a Babula (su sirviente) que le
dijera a Madame Blavatsky que ya estaba de vuelta.
Cuando Babula regresó me dijo:
- "Subramania, debes subir
las escaleras".
Pero ella me había confundido con el
Honorable S. Subramania Aiyyar, quien era miembro del Consejo Legislativo de
Madrás, y siempre ella tenía a mano un vestido negro formal para ponérselo si venía
un visitante distinguido, por lo que ella se había puesto ese vestido. Pero cuando
me vio, ella exclamó:
- “¡Qué! ¡Tú! ¡Deshonroso!"
Y después de eso, fui el deshonroso.
Hubo tantos incidentes divertidos.
Yo era demasiado joven para comprender su grandeza, pero su amabilidad maternal
era tal que ella no estaba en paz por la noche hasta que nos veía que estábamos
bien cada uno de nosotros allí. »
(Theosophist, octubre
de 1931, p. 52-54)
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