BLAVATSKY RELATADA POR CHARLES LEADBEATER

 
El 8 de mayo de cada año se acostumbra dar un discurso en las logias teosóficas hablando sobre Blavatsky, en honor a la fundadora de la Sociedad Teosófica, y el 8 de mayo de 1917, Leadbeater pronunció el siguiente discurso en la Logia de Sídney. (Nota: en morado añadí mis observaciones).
 
 
 
Nuevo cuerpo de HPB
 
Hermanos, sois gente bastante afortunada ya que voy a comenzar este discurso con algo que ciertamente ustedes no esperabais. Mientras me dirigía hacia aquí (en el ferri desde Neutral Bay, cruzando el puerto de Sídney), la propia Blavatsky me dio un mensaje para ustedes.
 
Estoy bastante seguro de que ustedes no esperabais eso, al menos yo no. Hice lo mejor que pude para escribirlo, pero todavía tengo algunas dudas sobre la redacción exacta en algunos lugares.
 
Por supuesto ustedes saben que Madame Blavatsky vive ahora en un cuerpo masculino que ella tomó directamente cuando dejó el otro. Cuando dejó ese viejo cuerpo del que ustedes tienen un retrato muy inadecuado aquí, entonces ella se metió en el cuerpo de un muchacho indio que en ese momento tenía unos catorce años.
 
Ese nuevo cuerpo no le servía muy adecuadamente. Su anterior tampoco. Ella no era como cualquier otra persona, era absolutamente diferente. El Sr. Sinnett que la conoció bien y estaba desesperado por hacer un trabajo práctico con ella, dijo que ella era tan diferente a los otros seres humanos que él estaba bastante seguro de que ella debió haber llegado a este sistema en un cometa de algún otro sistema.
 
Yo sabía perfectamente bien lo que él quería decir. Incluso me compadecí de él en silencio y comprendí muy bien las dificultades.
 
 
Me han dicho que los padres de ese niño se sorprendieron enormemente por el cambio que ha habido en su hijo. El muchacho cayó a un río y su cuerpo se ahogó, y luego cuando lo llevaron a casa y se preparaban para quemar su cadáver, el cuerpo revivió; pero siempre decían que ellos no reconocían a su hijo en lo más mínimo.
 
Este había sido un chico bueno, tranquilo y dócil hasta ese período, pero después de ese tiempo ya no era en absoluto la misma persona gentil y obediente. El niño indio suele ser alguien muy manso porque se ve obligado a hacerlo. Pero después de ese evento ya no era el tipo de persona que podía ser obligada a obedecer. Lejos de ahí.
 
Ella ha sostenido ese cuerpo desde entonces. Hizo un esfuerzo tentativo una vez para ocupar otro solo por unas pocas horas de vez en cuando, pero dejó de intentarlo porque no le funcionó. Descubrió que con todos los cuerpos sería igual, más o menos, y ya se quedó con el de ese muchacho.
 
Su Ego y su vehículo han llegado a algún tipo de comprensión, y ahora se desenvuelven bastante bien (hasta donde puedo ver) de modo que en esta nueva reencarnación ella es un indio con un rostro de aspecto bastante ascético; un rostro muy fuerte, por supuesto, de lo contrario no sería Madame Blavatsky.
 
(Es falso esto que afirma Leadbeater de que Blavatsky ya había reencarnado, debido a que el maestro Kuthumi precisó que ella tenía un trabajo importante que hacer en los planos superiores y que por lo tanto ella no podría regresar pronto.)
 
 
Hasta ahora en su nuevo cuerpo no ha venido entre nosotros ni ha participado directamente en el trabajo de la Sociedad Teosófica, aunque a menudo nos ha dado sus consejos (me complace decirlo) y también nos ha dictado o escrito para nosotros varias enseñanzas sobre diferentes aspectos.
 
Pero en este momento esto es lo que ella tiene que decirles, y hasta donde yo sé, ustedes son las únicas personas en el mundo que están recibiendo un mensaje de ella; por lo que naturalmente pueden sentirse muy honrados.
 
Ella les dice:
 
 
Su mensaje
 
« Los saludo en mi cuerpo actual, ustedes que se reúnen para celebrar mi cumpleaños.
 
El mío fue el rudo trabajo pionero. Me llevé la peor parte de la tormenta. El vuestro es la navegación más suave de la entrada al puerto. Sin embargo ambos eran necesarios y si no fuera por esa limpieza del terreno que hice primero, no se podría actualmente sembrar la semilla con tanta facilidad y tampoco se podría recoger la cosecha.
 
Ahora ustedes tienen muchas líneas a lo largo de las cuales puede elegir vuestro trabajo, pero ninguna de ellas hubiera sido posible a menos que la Sociedad Matriz se hubiera establecido primero firmemente. Más de una vez he tenido que sacudir y tamizar a sus miembros antes de que estos estuvieran listos para seguir a donde el Bodhisattva deseaba llevarlos, antes de que hubieran conquistado todos sus prejuicios antiguos, consagrados por el tiempo y llenos de musgo, y estuvieran preparados para abrir sus mentes para comprender el vasto océano de Su amor que todo lo abarca.
 
Ustedes que viven aquí, en la metrópoli del hemisferio sur, tienen una gran oportunidad ante ustedes. Asegúrense de tomarla para que la parte de esta nueva sub-raza no lo decepcione [al Señor Maitreya] cuando venga a despertarlos y dirigirlos.
 
Los miro, como miro a mi propia Sociedad. Tienen mi sincera buena voluntad y la bendición de los Grandes Maestros en todas sus líneas de trabajo. Continúen y prosperen, pero recuerden que solo mediante el olvido total de uno mismo se puede obtener el éxito. »
 
(Este mensaje es espurio, ya que Blavatsky señaló que Maitreya solo llegará hasta el final de la cuarta ronda, y no en el siglo XX como lo pretendía Leadbeater.)
 
 
Hay dos o tres puntos bastante nuevos para mí en su mensaje, y por lo tanto probablemente también para ustedes. Ella habla de lo que algunas personas llaman muerte como su "cumpleaños" en su cuerpo actual. Eso es porque ella pasó directamente de su viejo cuerpo al otro cuerpo.
 
Recuerdo sus últimos días. Ella había estado enferma. Ella había estado sufriendo de influenza pero se estaba recuperando. Claramente estaba mejorando. No había nada que pudiera causar la menor ansiedad a sus amigos, pero de repente murió. Entonces no lo entendimos del todo, pero ahora sabemos que fue porque el muchacho eligió ese momento en particular, o alguien lo eligió por él, para ahogarse.
 
Así que ella tuvo que salir precipitadamente de su antiguo cuerpo para poder tomar ese nuevo, porque si lo hubiera dejado demasiado tiempo entonces hubiera sido imposible tomarlo. Hay ciertas reglas que gobiernan ese tipo de cosas. Ese es un punto.
 
Y el segundo punto es cuando ella dice: "He tenido que sacudir y tamizar mi Sociedad". Por supuesto se refiere a los diferentes problemas por los que ha pasado la Sociedad Teosófica, pero ustedes notarán que ella habla de eso como si ella hubiera premeditado esas cosas.
 
Podemos estar seguros de que ella no habla a la ligera o sin una razón adecuada. Pero nunca antes sospeché de su mano en esas cosas en particular. Supongo que debe haber preparado el complot de los Coulomb, el cual presencié con ella, pero desde luego no lo habría pensado así por la forma en que ella habló de ello.
 
Y también debe de haber sido responsable del asunto de Judge, no responsable en el sentido de que ella provocó que eso sucediera; pero supongo que lo aprovechó para zarandear a los que no eran lo bastante fuertes para soportar lo que tenían delante de ellos.
 
(Blavatsky salió muy lastimada de los ataques de los Coulomb, por lo que dudo mucho que ella los hubiera incitado como lo pretende Leadbeater; y es completamente falso que Blavatsky hubiera querido expulsar a William Judge de la Sociedad Teosófica ya que ella siempre lo defendió, y en realidad esa maniobra fue instigada por Annie Besant y Henry Olcott.)
 
 
Por supuesto que nos hemos ampliado. Por supuesto, nuestras opiniones sobre muchos puntos se han ido modificando con el paso de los años. Debo decir que yo mismo no había pensado en Madame Blavatsky como intencionada, calculadora, participando en todo esto. Pero ahora veo —siempre es el caso— que no tengo por qué sorprenderme en absoluto.
 
Ella me ensanchó, dolorosamente, exactamente de la misma manera: cambió toda la corriente y el estilo de mi vida y mi pensamiento en el corto espacio de seis semanas. Por lo que supongo que ha estado aplicando el mismo plan general a la Sociedad Teosófica en su conjunto.
 
En el caso de la Sociedad (al no ser un todo coherente que simplemente tenía que soportarlo), ella eliminó a algunas de las personas. Esperemos que los que se quedan sean lo suficientemente fuertes para soportar la deshonra que necesariamente se asocia con los nuevos movimientos y causas impopulares en general.
 
(Aquí Leadbeater hace alusión a muchos miembros que renunciaron o fueron expulsados de la Sociedad Teosófica de Adyar por no estar de acuerdo con él y la señora Besant.)
 
 
 
Metrópolis del hemisferio sur
 
Luego noto que ella llama a Sídney “la metrópoli del hemisferio sur”, lo que yo tomo como un cumplido, no inmerecido sin embargo en muchos sentidos. Yo sé, creo conocer todas las ciudades del hemisferio sur por haberlas visitado en esta encarnación, y debo decir que Río de Janeiro es impresionante, pero no tiene la belleza ni el futuro que si tiene Sídney.
 
Ustedes son la Sexta sub-raza, no lo es Sudamérica. Sin embargo creo que a su manera el comentario es claramente un cumplido, y Madame Blavatsky rara vez hace cumplidos, por lo que ustedes pueden llevarse la unción halagadora a sus almas de que si no la merecen, al menos su ciudad posiblemente si lo haga.
 
(Esto lo inventó Leadbeater para exaltar el ego de sus seguidores de Australia.)
 
 
Y también ella habla de nuestra labor para no decepcionarlo [al Señor Maitreya] cuando venga a despertar y dirigir a la Sexta sub-raza. Esa es la primera promesa definitiva que he tenido de que el Instructor del Mundo visitará Australia. Sé que debe hacerlo, debido a las cosas que se han dicho de su viaje por todo el mundo, pero esa es la primera referencia directa a este país.
 
Y también ven que ella les entrega su buena voluntad y las bendiciones de los Grandes Maestros, y termina con una advertencia que a menudo nos dio durante su anterior reencarnación: que debemos olvidarnos de nosotros mismos o no podremos hacer Su obra. Eso es algo nuevo y especial para ustedes.
 
(Aquí Leadbeater manipula a sus oyentes para que sigan apoyándolo en esa farsa que él inventó de la “próxima venida del Señor Maitreya, el Instructor del Mundo”.)
 
 
 
¡Esas acusaciones!
 
Ahora, ¿qué voy a decir sobre ella, en este su cumpleaños en su nuevo cuerpo?
 
Pensé que lo mejor sería hablar de mis recuerdos, porque supongo que entre ustedes casi no hay nadie que la haya visto. Ninguno, supongo, que la conocía del todo bien. Yo tuve ese gran privilegio y por lo tanto creo que es correcto que dé mi testimonio de lo que sé con respecto a ella.
 
Ustedes saben que todavía la atacan a menudo. La gente dice todo tipo de cosas raras y realmente locas sobre ella. La acusan de vida inmoral, de ser una espía rusa, de ser una charlatana, de haber engañado a la gente con toda clase de formas. Pero las personas que hablan de esa manera sobre ella no son las personas que la conocieron, y creo que deberían tenerlo en cuenta si ustedes escuchan a la gente decir: “¿Madame Blavatsky? Por supuesto que ella era una charlatana."
 
Podrían comentarle a esa persona: "¿Usted conoció a Madame Blavatsky?" y le responderán "Oh, no, por supuesto que no". Bueno, pues yo si lo hice y puedo darles pruebas de primera mano. La vi bastante en diferentes momentos y además viajé con ella, y al viajar con una persona en muchos casos se llega a conocer más a esa persona que viviendo a su lado durante veinte años.
 
(Leadbeater solo viajó una vez con Blavatsky y en realidad él la conoció muy poco.)
 
 
 
La historia de los espías rusos
 
Existe la teoría de que ella fue una espía rusa, pero yo estoy muy seguro de que Madame Blavatsky no fue espía de ningún tipo. Por su propia naturaleza ella no estaba preparada para ese tipo de actividades. Ella era tan franca que constantemente decía cosas que deseábamos que no dijera. Ciertamente no podría haber llevado a cabo nada parecido a una conspiración. ¡La última persona del mundo!
 
Ella se habría delatado a sí misma en los primeros diez minutos. Ella nunca traicionó los grandes secretos ocultos, eso es cierto, pero ese es un asunto bastante diferente.
 
Seguramente ella no habría sido una espía y tampoco pudo haber engañado a otros mediante una conspiración muy difundida con muchos aliados, que es lo que le han imputado distintas personas en distintas ocasiones.
 
En primer lugar, sé que ella no pudo haber sido así porque yo conocía su naturaleza y sabía que ella era incapaz de llevar a cabo nada sistematizado. No había ningún sistema en ella. Eso es lo que nos hizo tan difícil aprender de ella porque ni siquiera había un sistema en su enseñanza; además ella no se molestaba con los detalles de ningún tipo.
 
(Es cierto que Blavatsky era demasiado franca, pero en cambio ella si detallaba bastante su enseñanza, lo que pasa es que es difícil captarla.)
 
 
Cuando llegué a ella por primera vez, yo era un joven coadjutor que pertenecía al sacerdocio, y como ven que bien podría haber supuesto que tenía prejuicios contra ella, como ciertamente lo eran y son muchos del clero. Sin embargo en cuanto me uní a ella, una de las primeras cosas que hizo conmigo fue entregarme toda su correspondencia.
 
Ella no quiso abrir sus cartas. Ella no las miraba. Como regla general no daría instrucciones sobre cómo responderlas. Simplemente me entregó todo el asunto con la instrucción: “Haz lo que quieras; di lo que elijas; deshacerse de la gente de alguna manera".
 
(Esto es falso, Leadbeater jamás se ocupó de la correspondencia de Blavatsky.)
 
Eso fue bastante insatisfactorio para algunas personas, pero al menos yo me atrevería a afirmar que no es el tipo de cosa que haría un espía o el jefe de una gran conspiración. Ella tenía sus propios medios para conocerme, de lo contrario, no tengo ninguna duda, pero difícilmente fue la acción de una persona como la que han tratado de imaginar.
 
 
 
Fenómenos
 
Ella fue acusada por muchos de fraude con relación a lo que se llamó sus "fenómenos", las pequeñas cosas curiosas que solía hacer, aparentemente con la idea de convencer a la gente de que existen fuerzas fuera del plano físico.
 
Yo la vi hacer muchas de esas cosas. Me pareció que ella no sabía cómo hacerlas de manera efectiva en absoluto. Ella realizó fenómenos con todo tipo de medios ocultos inusuales, pero sabía tan poco sobre el modus operandi que solía hacer que parecieran trucos de magia.
 
No tomó las obvias precauciones que habría tomado un impostor. Constantemente hacía cosas para que pudieran explicarse. Ella realmente hizo las cosas de manera oculta, lo sé porque desde entonces yo mismo aprendí cómo se hacen esas cosas.
 
(Esto también es falso ya que Leadbeater jamás realizó ninguna proeza oculta y su presunta clarividencia resultó ser completamente falsa.)
 
En ese momento no sabía nada, pero posteriormente la situación fue diferente. Las cartas solían recibirse de los Maestros, no escritas directamente por ellos sino bajo su instrucción general por algunos de sus alumnos. Esa era una de las características de ese primer sistema de comunicación.
 
Los Maestros mismos no pocas veces se materializaron y se mostraron entre nosotros. Creo que los he visto a casi todos de esa manera en los primeros días.
 
(En realidad Leadbeater solo intercambió unas pocas cartas con el maestro Kuthumi, pero dado que él fracasó en su aprobación, es una mentira que él haya visto a casi todos los maestros.)
 
 
Ese tiempo ha pasado por completo. Ahora no aceptamos cartas para los Maestros. No se materializan entre nosotros. En cambio ellos se comunican, cuando así lo desean, a través de sus alumnos, y muy raramente, excepto con aquellos que ya son alumnos de los suyos.
 
Rara vez envían mensajes a personas externas. Pero al mismo tiempo creo que es bueno que sepa que los Maestros están tomando en este momento una cantidad sin precedentes de interés directo en nuestro trabajo. Varios de los grandes (y sobre todo el Gran Instructor del Mundo cuya venida esperamos) han condescendido recientemente a dar instrucciones específicas en cuanto a ciertas cosas que quieren que se hagan.
 
Ellos han indicado trabajos que ven abrirse ante nosotros. Esas cosas a las que se refería Madame Blavatsky en lo que ella decía en su mensaje; y el liderazgo de ese Gran Uno, el Instructor del Mundo mismo, ha sido seguido por otros de los Maestros.
 
Muchos de ellos han dado instrucción mucho más detallada durante el último año de lo que habían estado haciendo desde entonces, hace treinta años y más, cuando se movían relativamente libremente entre nosotros.
 
Para que vean que ustedes están entrando en otra era del trabajo de la Sociedad Teosófica, durante cuarenta años se ha abierto un camino intelectualmente, y por supuesto ellos seguirán intentándolo. Pero también se están abriendo nuevas líneas, y los Maestros nos han permitido en gran medida seguir nuestro propio camino.
 
A su manera durante los últimos treinta años de esos cuarenta, ahora nuevamente ellos están dando instrucciones más directas. Ese es un hecho muy significativo, al menos para mí, que recuerdo esa época antigua y que he pasado por todo el período intermedio al que han llegado la mayoría de ustedes.
 
(Los maestros en realidad se alejaron de la Sociedad Teosófica de Adyar cuando esta expulsó a Blavatsky, y aquí Leadbeater inventa todo este rollo para poder pretextar que él es el intermediario entre los maestros y los teósofos, para de esta forma poder seguir manipulándolos.)
 
 
 
Los Maestros Dirigiendo
 
Volvemos en diferentes condiciones a esa posición anterior y los felicito por ello, pero significará un trabajo mucho más arduo. Significará el bullicio del teósofo tranquilo y relajado de una manera a la que él no está acostumbrado desde hace muchos años; porque recuerdo aquella época, cuando ni cinco minutos antes sabíamos lo que iba a suceder, excepto que sería algo que no nos esperábamos.
 
No nos hará ningún daño el estar un poco animados, pero en estas nuevas condiciones ustedes tendrán que trabajar. Así que será mejor que comprendan que el trabajo va a estar a la orden del día.
 
Habrá mucho más por hacer de lo que se ha hecho en el pasado. Madame Blavatsky parece reconocer que si ella se va a interesar activamente en ese trabajo, nadie la recibirá más afectuosamente que yo mismo y nuestra gran presidenta (la Sra. Besant) que es especialmente su alumna y ella habla siempre con el mayor amor y reverencia de su maestra.
 
(Públicamente Leadbeater y Besant hablaban bien de Blavatsky, pero en su correspondencia privada se descubre que en realidad ellos la repudiaban.)
 
 
 
Reacciones
 
Ahora, suponiendo que ustedes hubieran conocido a Madame Blavatsky, como yo lo hice en 1884, me pregunto qué impresión habrían tenido de ella.
 
Bueno, les aseguro que o les hubiera agradado intensamente o les hubiera desagradado inmensamente. Creo que no habrían sido indiferentes. No creo haber visto nunca a nadie que fuera indiferente a Madame Blavatsky.
 
Algunos la amaban con una gran devoción. Yo hice lo mismo, así como el presidente Olcott, el Sr. Mead, los Oakley, todas estas personas la amaban inmensamente. Mientras que otras personas la odiaban con la misma fuerza. Pero ella no era de las que fomentaba la tibieza de los sentimientos; de una manera o la otra la gente tenía que encontrarse en su presencia, y expresarse también más o menos.
 
(Es falso que Leadbeater apreciara a Blavatsky, y la prueba es que cuando ella fue a vivir a Londres, él pudo haberla visitado numerosas veces, pero nunca lo hizo.)
 
Creo que sobre todo les habría impresionado el tremendo poder que irradiaba de ella. Ustedes habrían sentido que esos ojos azul pálido estaban mirando directamente a través de ustedes, perforando agujeros en la parte posterior de vuestra cabeza, una especie de sensación que por supuesto, a algunas personas no les gustaba.
 
Depende más bien de lo que estén tratando de ocultar, y creo que la mayoría de la gente sintió que en su presencia, esconderse era algo muy infructuoso.
 
 
 
Aristocrática
 
Ella era tan polifacética que cualquier intento de describirla está condenado al fracaso. Ella era de noble cuna. A veces solía hacer un desfile especial de ser violentamente anti-aristocrática en sus formas y modales; aunque más bien se esforzaba por escandalizar a las personas que pensaba que eran muy correctas y mojigatas. Pero al mismo tiempo nadie podía actuar como una gran dama mejor que Madame Blavatsky cuando ella así lo decidía.
 
La he visto tomar el papel que era el suyo: el de una noble rusa, y no podría haberse hecho mejor. Entonces ella era regia como una reina en su gesto, sus modales y su discurso. Pero en otras ocasiones se iba mucho más hacia el extremo opuesto.
 
Ella fue la conversadora más brillante que he conocido, y miren que he escuchado hablar a Gladstone y a varios otros que se supone que sobresalen de esa manera, pero nunca escuché a nadie que pudiera ser tan ingenioso y mostrar tanta extravagancia y conocimientos como Madame Blavatsky.
 
Ella siempre parecía saber, tener un fondo de información sobre todo tipo de cosas inusuales. Parece haber leído de manera voluminosa, enciclopédica, y sin embargo, sé que a veces se apoderó de los pasajes que necesitaba de los libros sin tener que trabajar con el relleno intermedio.
 
La he conocido por hacer eso en ciertas ocasiones. No sé si fue de esa manera que adquirió todos sus conocimientos, pero ciertamente ese poder que ella tenía lo vimos mucho en diferentes momentos.
 
 
 
Logros
 
Evidentemente había sido una mujer del mundo muy consumada antes de adoptar esa extraña vida suya, casi de yogui. Ella sabía tocar el piano de la manera más brillante, pero nunca lo hacía. La pillé haciéndolo a bordo del barco en la sala de música, cuando todas las demás personas estaban cenando, pero normalmente ella decía que no podía tocar en absoluto, que no hacía ese tipo de cosas.
 
Ella era una persona maravillosamente multifacética y nos entrenó de una manera que a ustedes no les hubiera gustado en absoluto, pero que fue efectiva. A todos nos dijeron mucho sobre la cultura del carácter, cómo podemos construirla lentamente. Espero que la mayoría de ustedes lo estén intentando. Cambiamos nuestros personajes pero poco a poco, muy paulatinamente.
 
Pero en cambio ella tenía la facultad de cambiar el carácter de sus alumnos muy rápidamente. Como les digo, ella me dio la vuelta en seis semanas. No me gustó en absoluto y me sentí muy miserable durante el proceso, pero debo admitir que fue muy eficiente. La cosa estaba realmente hecha. No fue ningún tipo de cambio externo o superficial. Fue un cambio de carácter absolutamente fundamental, claro, pero, oh, Dios mío, dolió.
 
(Esto lo está inventado Leadbeater porque en realidad él nunca fue alumno de Blavatsky.)
 
 
 
Temperamental
 
Por supuesto, uno está preparado para defender mucho esa causa y está agradecido después de que se hace, pero debo decir que el agradecimiento no es el sentimiento predominante en ese momento. Solo varios de nosotros habíamos decidido que ella hiciera o dijera lo que ella decidiera. Teníamos la intención de apoyarla y aprender lo que tenía que enseñarnos. Ella no podía rechazarnos, por mucho que lo intentara. Nosotros nos negamos rotundamente a ofendernos.
 
Estoy obligado a decir que si cualquier otra dama en cualquier otro lugar se hubiera comportado de la misma manera, entonces hubiéramos inclinado cortésmente y nos hubiéramos retirarnos de su presencia para no volver. Pero en el caso de Blavatsky sabíamos que tenía algo que darnos, y al menos muy pronto yo comprendí que ella no hacía nada sin un propósito.
 
A veces aparentemente se enfurecía salvajemente por nada en particular, y la persona crítica promedio se enfadaba y le respondía:
 
    -    "¡Dios mío! ¿Cómo puede una maestra espiritual perder los estribos así?"
 
Ese individuo adoptaba la actitud de criticar a la instructora y ese era el final de su conexión con ella por lo general. No llegaba más lejos, naturalmente. Pero si en lugar de ponerse a criticar, uno se tomaba la molestia de intentar comprender, de repente se descubría que había una razón en todo eso y que cada cosa en particular se hizo con algún propósito.
 
No lo sé si siempre fue así pero sé que lo fue en muchos casos, porque he podido ver el propósito. Me atrevería a decir que hubo muchos otros en los que no lo vi.
 
(Aquí Leadbeater sigue mintiendo de haber sido discípulo de Blavatsky e indirectamente les indica a sus seguidores que no lo deben de criticar porque él sabe lo que está haciendo.)
 
 
 
Tensión nerviosa
 
Ella tenía un cuerpo terrible. Supongo que apenas una hora estuvo libre de un gran dolor. Solía amortiguar sus nervios con el tabaco. Fumaba cigarrillos constantemente, no muy buen ejemplo para dar, quizás a los jóvenes que la rodeaban, pero una vez cuando se mostró comunicativa (si hubo ocasiones, pero muy raras) yo le comenté:
 
-      "Señora, ¿es necesario en el camino oculto fumar tanto?"
 
Olvidé el epíteto poco halagador que me dio; pero la respuesta fue:
 
-      "¿No ves que tengo este cuerpo viejo? Debo mantenerlo en marcha de alguna manera porque de lo contrario se pondría histérico. Tengo que mantenerlo unido. Quiero terminar ciertos libros, quiero hacer cierto trabajo, así que hago estas cosas".
 
Entonces yo tenía una teoría (aunque no estoy seguro de eso) de que cuando se desahogaba con una violenta rabieta que parecía de mal genio, ella estaba aliviando la tensión nerviosa.
 
Funciona hacer eso para aliviar una tensión nerviosa y es mucho más fácil que mantener todas esas emociones en el interior como sabemos que deberíamos. Nuestra cepa no es tan grande, pero puedo imaginar que cuando una cepa es cien veces mayor, quizás sea la forma más fácil de aliviar la presión. Y un día hice un descubrimiento que me abrió los ojos.
 
Si en medio de una de esas tremendas diatribas (generalmente porque el café estaba frío o alguna bagatela así) de repente nos hacíamos alguna pregunta filosófica o metafísica profunda, se cortaba todo como con un cuchillo, y ella era absolutamente una siendo razonable una vez más, y procedió a responder la pregunta.
 
Por supuesto, comenzamos a pensar en preguntas y a prepararlas, y así nos ahorramos una cierta cantidad de humillaciones y problemas.
 
(Es cierto que Blavatsky era una fumadora compulsiva, pero me inclino más a considerar que esto se debía porque ella era muy adicta, ya que desde joven ella había tomado ese mal hábito, y no tanto para aliviar su tención nerviosa como lo afirma Leadbeater.)
 
 
 
¡Una impostora!
 
Por lo que yo vi, ella nunca se sintió incapaz de no poder responder a una pregunta. Bueno, en una ocasión, aunque si respondió, pero no dio mucha respuesta.
 
Ella estaba sentada escribiendo, y cierta dama estadounidense estaba sentada en el suelo (era una forma de hacerlo) y apoyada en su rodilla. De repente después de un período de lectura por parte de la dama y una laboriosa escritura por parte de Madame Blavatsky, la dama le preguntó:
 
    -    "Oh, HPB, ¿por qué se manifestó Parabrahman?"
 
A lo que Madame Blavatsky se volvió hacia ella y le respondió:
 
    -    “¡Dios mío! pregúntale a Parabrahman; ¡Yo no sé!"
 
Ella no parece haber estado preparada para esa pregunta, pero en general las preguntas que le hacían las respondió muy bien.
 
Aprendí una lección de ella de esa manera, y he intentado a mi débil manera copiar su método. Incluso cuando la pregunta no fuera prometedora, ella se las ingeniaba para darle un pequeño giro para así sacar algo útil de esas preguntas que la gente le hacía.
 
Vio directamente a las personas, y si se burlaban un poco, un poco, no exactamente impertinentes, sino más bien tendiendo hacia ese estado de ánimo. A veces las despreciaba de las formas más desagradables al hacer preguntas desafortunadas o sacar fragmentos de su historia privada.
 
A algunas personas no les gustó eso. Ella odiaba a la gente que posaba. Solía pinchar burbujas de ese tipo, y al orgulloso que lastimaba nunca la perdonaba, por supuesto; pero otras personas lo disfrutaron perversamente.
 
 
 
Una trabajadora incansable
 
Ella fue una trabajadora infatigable. Se levantaba a las seis de la mañana. En Inglaterra hace más frío que aquí y en algunas de las mañanas del invierno uno no tiene ganas de salir de la cama a las seis. Pero eso no habría importado si no fuera que ella seguía trabajado hasta las dos de la madrugada.
 
Muchas y muchas veces sus secretarios recogían un montón de cartas a las tres de la mañana para llevarlas al correo temprano, y ella estaba otra vez activa a las seis de la mañana. Nunca hubo una trabajadora como ella, tan constantemente bajo estrés.
 
Ahora creo que la razón fue que nunca supo por cuánto tiempo podría depender de ese desafortunado cuerpo y por eso ella quería asegurarse de hacer la mayor cantidad de cosas posibles.
 
Sé que tomó ese cuerpo intencionalmente, sabiendo muy bien lo que estaba haciendo, lo tomó de nuevo cuando estaba desgastado, enfermo y sufriendo hasta el último grado; porque yo estuve presente en la India cuando su Maestro llegó en un cuerpo físico materializado y pasó por la antesala donde Damodar, la Sra. Cooper-Oakley y yo estábamos, hacia la habitación interior donde se suponía que Madame Blavatsky estaba al borde de la muerte.
 
(Aquí otra vez Leadbeater está mintiendo porque en el momento en que Blavatsky estuvo a punto de morir y fue salvada por el maestro Morya —5 de marzo de 1885— Leadbeater se encontraba en Birmania.)
 
El Maestro le preguntó si se quedaría con ese cuerpo o si lo dejaría en ese momento. Y ella eligió conservarlo a costa de un tremendo sufrimiento, pero fue después de eso cuando escribió La Doctrina Secreta.
 
Así que como lo puede ver, le debemos mucho por el sufrimiento que ella soportó, y soportó realmente en nuestro nombre porque le habría resultado mucho más fácil tomar su libertad que tanto se había ganado.
 
 
 
Las cartas de los Mahatma
 
A menudo se la acusaba de fraude con respecto a esas cartas de los Maestros. Se suponía que ella podría haberlos escrito. La Sociedad de Investigación Psíquica puso esas cartas ante algunos de los grandes expertos en escritura a mano. La principal experta en Inglaterra decidió que podría haberlos escrito; la experta principal de Estados Unidos decidió que no era posible que los hubiera escrito. Ahí tienes las dos opiniones.
 
Yo sé, de hecho, que ella no las escribió, porque yo mismo he recibido esas cartas en la India cuando ella estaba a siete mil millas de distancia en Inglaterra. Y he visto materializarse una de esas cartas en un salón, y también he visto materializarse otra de esas cartas en un tren. Así que sé que Madame Blavatsky no las escribió.
 
En cuanto a los fenómenos, ahora sé bastante bien cómo se hicieron. No hubo engaño al respecto de ninguna manera; sólo un poco de conocimiento bastante elemental de las fuerzas ocultas.
 
Entonces, cuando escuchen que alguien dice que ella era en muchos sentidos un fraude o una charlatana, ustedes pueden decir en respuesta que ustedes mismos han escuchado un testimonio directo de alguien que la conocía bien e íntimamente, y que les afirma que seguramente ella no era ninguna de esas cosas; que ella era una gran maestra que trabajaba con terribles dificultades y que quienes más la conocieron la amaban enormemente.
 
Sobre todo, quizás, su gran presidenta la amaba, y la ama todavía, y donde ella ama y reverencia, seguramente ustedes no se equivocarán si coloca también su amor y reverencia. Si la Sra. Besant sabe que Madame Blavatsky ha sido genuina, creo que la mayoría de los que conocemos a la Sra. Besant estaríamos dispuestos a calificar su opinión muy por encima de la de los diversos forasteros que no conocieron a Madame Blavatsky.
 
(Aquí Leadbeater sigue siendo un hipócrita porque si realmente él y Besant hubieran valorado a Blavatsky como tanto lo pretenden, entonces ellos no habrían despreciado la obra de Blavatsky como si lo hicieron.)
 
 
 
La recordaremos
 
Así que démosle las gracias cada año en este día. Recordémosla con amor y con reverencia, dándonos cuenta de lo que ella misma ha dicho hasta cierto punto en su mensaje, que si no fuera por ella y el sufrimiento que soportó para enseñar, y el arduo trabajo pionero que hizo, no deberíamos poder hacer lo que estamos haciendo hoy, sea tan poco o mucho.
 
En su nombre y en su memoria sigamos adelante e intentemos continuar con su trabajo. No se diga que ella, la gran pionera, no fue seguida noble y fielmente. Recordemos a ella, y con ella recordemos a su gran colega, el coronel Olcott, quien manejaba la parte administrativa de los asuntos, mientras ella impartía la docencia.
 
Recordémoslos siempre con el honor que les corresponde, y estoy seguro de que ambos nos dirían que la mejor forma de mantener encendida la memoria es continuar con la obra de los Maestros, a la que ellos dedicaron su vida.
 
 
(En este discurso Leadbeater muestra una vez más su inmensa falsedad, inventado reencarnaciones, mensajes y todo tipo de mentiras para poder seguir engatusando a sus seguidores.)
 
 
_ _ _
 
 
Este discurso se publicó por primera vez en la revista Theosophy in Australia de septiembre de 1917, pág. 144-150.
 
Posteriormente se publicó en la revista The Messenger de diciembre de 1917, pág. 601-603 y enero de 1918, pág. 636-639.
 
Y más tarde fue publicado en la revista The Theosophist de mayo de 1938, p. 131-140
 
 
 
 
 
 
 
 
 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario