TÉCNICAS ASOMBROSAS DE SANACIÓN PROBADAS POR FRANZ HARTMANN

Nota: hay que precisar que Franz Hartmann no era para nada un hombre ingenuo a quien fuera fácil de engatusar, sino que por el contrario él era un esoterista cauto y experimentado, pero además también él era un medico muy reputado que se había graduado de la Universidad de Múnich y había sido muy solicitado en todos los lugares a donde había viajado.

Pero aún así él experimentó varios métodos de curación que lo impresionaron mucho y que a continuación se los transcribo:

1 - CURACIÓN ESPIRITUAL A DISTANCIA

« Cuando yo era un niño fui vacunado pero la consecuencia de ello en mi caso fue tal que hubiera preferido tener la viruela diez veces. Y esto debido a que mi sangre fue envenenada por lo que durante treinta años sufrí de un eczema que me hizo la vida casi imposible.

En vano consulté a los médicos y especialistas más conocidos de Europa y América. Tragué imprudentemente todo tipo de medicamentos que me recetaron, y me sometí a todo tipo de tratamiento con la esperanza de que esto pusiera fin a mi calvario.

El asunto finalmente se volvió tan malo que me fue imposible dormir una hora sin tomar primero grandes dosis de cloral y luego inhalar los vapores de cloroformo.

Fue solo después de mediados de diciembre de 1875, cuando estaba en Texas y ya pensando en el suicidio, que por casualidad escuché de un Dr. Newton que se vivía en Nueva Orleans y que realizaba curas increíbles al tratar a sus pacientes a distancia sin administrar medicamentos. Por lo que le escribí, pero pasaron los días sin que recibiera una respuesta y no pensé más en ello.

El primer día de enero de 1876, me llamaron a una granja que se situaba unas cuarenta millas de mi consultorio para realizar una operación quirúrgica. Y después de un fuerte recorrido a caballo, llegué allá al anochecer, y después de atender al paciente decidí quedarme en esa granja durante la noche debido a que ya era demasiado tarde para regresar.

Después de la cena, me senté en el porche pensando en la noche de insomnio que ahora me esperaba; cuando de repente sentí algo como una descarga eléctrica que recorrió mi cuerpo, e inmediatamente pensé en el Dr. Newton. Entonces miré mi reloj y eran las 8.20 p.m.

Pues bien, esa noche fue la primera noche en muchos años que dormí profundamente, y desde entonces he estado perfectamente bien. Y unos días después de ese suceso, recibí una carta del Dr. Newton enviada desde San Francisco a causa que mientras tanto él se había mudado a esa ciudad.

Y en esta carta él decía:

-      “Le envío en este momento una descarga eléctrica que lo curará y no es necesario ningún tratamiento adicional."

La carta fue fechada en un momento que corresponde exactamente con 8.20 p.m. si se toma en cuenta la diferencia de horario entre Texas y California.

Y pienso que en este caso actuaron no solo las vibraciones meramente mentales, sino también las espirituales (“mágicas”), y que una persona en posesión consciente de tal poder espiritual podría curarse a sí misma y a otras personas por un esfuerzo de voluntad.

Pero también estoy seguro de que son muy pocas las personas que poseen tal poder en la actualidad, y todos esos individuos que en sus anuncios pretenden curar a distancia por una cierta cantidad de dinero en realidad no tienen tales poderes, pero que si por acaso algún paciente de ellos se cura, esto será más debido a la autosugestión del propio paciente y a la fe que puso en ese sanador (aunque ese tipo sea un impostor).

Sin embargo, este no fue el caso conmigo, ya que no pensé más en el Dr. Newton y no tenía fe en curarme en absoluto, pero aún así el “milagro” sucedió. »

(Revista Occult Review de marzo de 1907, vol. 5, p.138-140)

2 - CURACIÓN MENTAL POR MEDIO DEL

CUERPO ASTRAL

« En el año 1888 estuve en el estado de Nueva York, habiendo recibido una invitación para visitar la sede de la organización "Ciencia Cristiana" cura mental la cual se había establecido allí, y fui para estudiar sus métodos.

Entre los “curanderos” se encontraban dos señoritas con las cuales pronto me puse a platicar. Les dije que yo consideraba que sus curas por acción mental se debían meramente a la fe del paciente, porque incluso en la Biblia se menciona que cuando Jesús realizaba una cura, él nunca dijo: "te curé", sino que dijo: "tu fe te ha curado".

A lo cual estas damas se opusieron y me respondieron que a menudo ellas curaban a los pacientes, pero sin que ellos supieran que habían sido tratados, y como yo estaba sufriendo ese día de un dolor de muelas, pensé que iba a intentar el experimento y se les conté mi malestar, pero precisando que si me tratarían para sanar eso, deberían hacerlo más tarde sin decírmelo, y que de todos modos yo no creía en ello.

Poco después de esa conversación, fui con una de ellas a escuchar una conferencia, mientras que la otra señorita se despidió. Y ahora es esencial para mi propósito describir la apariencia que tenía la señorita que se fue.

Ella era una jovencita muy bonita, delgada y pequeña, con cabello oscuro y rizos. Estaba vestida de blanco y tenía una banda roja alrededor de su cintura.

No pensé más en ella y me puse a escuchar atentamente la conferencia, mientras que su compañera estaba sentada a mi lado.

Pero de repente me sobrevino una extraña sensación y comencé a verme yo mismo como si fuera la señorita que se había ido. Yo era en ese momento una chica joven, delgada y delicada, con cabello negro y rizos, con un vestido blanco y con una banda roja alrededor de la cintura.

Y no solo me vi a mí mismo de esa manera, sino que también tuve los sentimientos que probablemente tendría una señorita como ella, porque comencé a pensar en mi apariencia y si mi cabello se encontraba bien peinado y si sería probable que me admiraran, etc.

Debo precisar que mirándome a mí mismo con mis propios ojos físicos, veía que no había cambiado y en lo más profundo de mi conciencia también sabía quién era yo, pero esa señorita, por así decirlo, había tomado posesión de mi yo astral, y astralmente yo era ella. Y en eso estaba indagando cuando me percaté que mi dolor de muelas se había ido.

Después de la conferencia ella apareció y me dijo que durante la conferencia ella había permanecido en su habitación y había concentrado sus pensamientos sobre mí, y puedo agregar que tal vez como consecuencia de esa intensa amalgama que hubo entre ella y yo, nos volvimos muy buenos amigos.

Ahora bien, una explicación sobre este caso me parece innecesaria debido a que la anécdota me sirve esencialmente para demostrar que el cuerpo físico es solamente la “casa” en donde reside la mente (que constituye el ser interior), y que si ese ser interior es sacado de su casa por algo que atrae su atención externa, entonces su lugar puede ser ocupado por el espíritu de otra persona y tal vez incluso por los espíritus de los muertos.

Y me parece que con el propósito de investigar los misterios de la vida interior, nosotros deberíamos buscar la solución de tales enigmas más bien dentro de nuestra propia vida interior, que buscar especular sobre fenómenos externos. Y esta también fue la opinión de esa señorita porque ella escribió en mi cuaderno los siguientes versos:

¿Por qué buscar ociosamente en las cosas externas?

Cuando la respuesta la trae el silencio interior.

Y así la mente dejando de ser perturbada,

se le enseña lo último de la verdad.

»

(Revista Occult Review de marzo de 1907, vol. 5, p.140-141)

3 - CURACIONES "MILAGROSAS" EFECTUADAS

POR MÍ

« En estos casos he elegido utilizar la palabra “milagrosas” porque ese término derivado de la palabra latina mirare no significa para mi que se trate de algo sobrenatural o contrario a las leyes de la naturaleza, sino simplemente que es algo asombroso, porque se encuentra fuera de la línea común de la experiencia, y por consiguiente sus efectos sorprendentes de los cuales no conocemos las causas, pueden en cierto sentido considerarse "milagrosos".

Y entre mis experiencias con respecto a los fenómenos ocultos, ninguna ha sido más sorprendente e incomprensible para mí que ciertas curas que yo he realizado (y preciso que no por mi propia voluntad) si no aparentemente por algún poder desconocido que actuó a través de mí.

Y por ejemplo yo no reclamo ningún poder oculto, pero habiendo observado durante mi estancia en la India que las picaduras de escorpión se curaban empleando signos mágicos, intenté por curiosidad utilizar el mismo método para curar ciertas dolencias como es el dolor de muelas, las inflamaciones locales, etc. Y para mi sorpresa, el alivio a menudo fue instantáneo y permanente en esos pacientes.

Y de esta manera gané (y sin desearlo) una reputación de poder realizar curas “milagrosas”, por lo cual varias veces se me pidió que ayudara incluso en casos graves y de los cuales puedo mencionar los siguientes:

Primer caso

Un día mientras me encontraba alojado en un pueblo situado en uno de los lagos italianos, un amigo mío quien vivía en un pueblo vecino a una hora de distancia, vino a verme todo preocupado y me pidió que visitara a su cuñada para averiguar qué le estaba pasando.

Él me dijo que había estado muy enferma durante varios días y que todos los médicos del vecindario se habían reunido y habían realizado una consulta y ellos habían concluido que el caso ya no tenía remedio.

Así es que fui allá y encontré a la dama en un estado de inconsciencia, aparentemente a punto de morir.

Por supuesto que no podía hacer nada, pero solo para satisfacer a mi amigo, hice el signo del pentágono con la punta de mi dedo sobre su cuello, diciéndome que si eso no servía de nada, tampoco le haría daño.

Luego regresé a mi casa por la tarde, y no tenía ninguna duda de que la señora moriría. Y a la mañana siguiente pensé en ella esperando pronto recibir la noticia de su muerte. Pero como no me llegaba ese aviso, comencé a impacientarme por saber si ella aún vivía. Así es que a las diez de la mañana decidí volver a ese pueblo en donde ella residía.

Y dando la vuelta a la esquina hacia su casa, esperaba encontrar un crespón en la puerta como era la costumbre cuando alguien fallecía, pero no había ninguno.

La puerta de la casa estaba abierta por lo que entré, subí las escaleras y llamé. Y alguien en voz alta me respondió:

"¡Entra!"

Así es que entré, y allí estaba la señora vestida y en perfectas condiciones al grado que se estaba probando un sombrero frente al espejo, y esa tarde ella caminó a pie por un buen rato en mi compañía.

Y este no podría haber sido un caso de hipnotismo o de sugerencia, porque el paciente estaba inconsciente cuando yo lo vi. Y tampoco fue una curación por medio del magnetismo porque yo no ejercía ninguna voluntad cuando dibuje el símbolo. Y tampoco fue una cura por medio de la fe porque yo mismo no tenía fe en ello.

Segundo caso

En esa ocasión un señor vino a verme desde Suecia y había viajado hasta Italia donde, como se los mencioné, en ese entonces yo habitaba, con el propósito de ponerse dos meses bajo mi tratamiento para que yo lo curara de un problema de la espina vertebral que él había sufrido durante años, y por el cual él no podía doblar la espalda.

Le dije que había abandonado la práctica de la medicina desde hace mucho tiempo y que no podía hacer nada para ayudarlo, pero por curiosidad accedí a examinar su columna vertebral para ver qué es lo que le pasaba.

Y así lo hice y encontré un punto de irritación sobre el cual me vino la idea de hacer el signo del pentágono.

Pues sorprendentemente después de eso el paciente de inmediato se levantó y ya no sintiendo ningún dolor al grado que se dobló en todas direcciones y se declaró perfectamente bien.

Y en lugar de permanecer dos meses como él pensaba inicialmente, él se fue a la mañana siguiente para regresar a Suecia. Y esto sucedió hace ya varios años, y ese señor parece todavía estar en buen estado de salud desde entonces.

Tercer caso

Hace cuatro años estuve en una gira de conferencias, y al ver que no se encontraba un amigo muy estimado, pregunté dónde estaba.

Entonces me dijeron que él se estaba muriendo en un hospital y que no se esperaba que sobreviviera la noche siguiente. Y esto debido a que se le había realizado una operación quirúrgica en el hueso del muslo, pero ahora era imposible detener el sangrado a causa que mi amigo pertenecía a un grupo peculiar de humanos que los médicos llaman "sangrantes", y si lo hubieran sabido antes, no lo habrían operado.

A la mañana siguiente, su esposa vino a verme y me dijo que mi amigo todavía estaba vivo y ella me rogó que la acompañara a verlo. Fui con ella al hospital, pero el médico a cargo se negó a admitirnos y dijo que sería inútil ver al paciente, ya que seguramente moriría en una o dos horas, y que una visita solo le causaría emoción, lo cual sería perjudicial para él.

Sin embargo, su esposa insistió y la monja a cargo de los pacientes nos admitió después de que el médico se había ido.

Entonces encontré a mi amigo pálido como una sábana, con sangre todavía emanando a través de los vendajes en su pierna. Él me agradeció por haber venido a verlo y expresó que estaba preparado para morir y dijo que sabía que no había esperanza de recuperación.

Le dije que aún así probaría un truco que me habían enseñado, y le dije que él no necesitaba creer en eso, y que yo mismo no creía en eso, pero que no podía hacerle daño. Y luego hice la señal del Pentágono sobre los vendajes.

Pues bien, la hemorragia se detuvo de inmediato y en menos de una semana mi amigo salió del hospital para sorpresa de los médicos.

Cuarto caso

Un día mientras conducía por un carril estrecho en compañía de la Princesa R., la rama de un árbol que sobresalía golpeó a la princesa en la cara, produciendo una hinchazón.

Pero pasé mi mano sobre ella, haciendo una cierta señal, y la hinchazón desapareció y el dolor que ocasionaba también se fue.

~ * ~

Y podría continuar la enumeración de tales casos, pero lo anterior será suficiente para demostrar que la aplicación de ciertos signos mágicos a veces surte un gran efecto.

Sin embargo, puedo añadir que el logro de estas curaciones no depende de mi propia voluntad ni de mi deseo, sino que solo tienen éxito cuando siento un impulso interior para probar esto como una cura, y a menos que surja ese impulso, nunca lo intento.

Mi explicación es que existe dentro de mi organismo algún poder por el cual se puede hacer una acción en el cuerpo astral del paciente, y a través de eso también en su forma física (como lo hizo la señorita que les mencioné en el segundo caso conmigo); pero no puedo decir si hay una inteligencia de la cual proviene ese impulso o si esa inteligencia pertenece a mi ser interior.

Sin embargo, estoy bastante seguro de que tales tratamientos solo pueden hacerse de forma gratuita, y que si el poder se empleara con cualquier motivo egoísta, pronto este se perdería. »

(Revista Occult Review de junio de 1907, vol. 5, p.331-333)

OBSERVACIONES

Personalmente pienso que estas historias han de ser ciertas porque mi investigación me ha mostrado que Franz Hartmann era un hombre serio y por consiguiente veo muy improbable que él inventara esas anécdotas solo para atraer la atención.

Desafortunadamente Franz Hartmann no detalló mucho sobre los signos mágicos que se emplean en la India para curar las picaduras de escorpión, ya que solo mencionó que con su dedo él dibujaba el signo del pentágono en el paciente. Y yo me imagino que ese método funcionará de una manera similar a los signos del Reiki.

Ahora bien,

¿Por qué a veces esas técnicas asombrosas funcionan y a veces no?

Es complicado responder a ello porque son muchos los factores que intervienen, pero principalmente yo sospecho que es un asunto de karma.

Y es por eso que yo les recomiendo mucho que si ustedes sufren de algún padecimiento; y obviamente a parte de investigar cómo poderlo solucionar por medio de las técnicas que encuentren a vuestro alcance incluyendo las que les ofrece la ciencia, pero también considerando las que les ofrecen las medicinas alternativas, y siendo muy cuidadosos de no ser embaucados por los charlatanes; pero que también ustedes deben de trabajar en generar karma positivo.

Porque si ese problema que tienen se debe por algún karma negativo (producto de acciones incorrectas que ustedes efectuaron ya sea en esta vida o en las anteriores), nada lo va a solucionar más que asumirlo para que así se vaya consumiendo y desapareciendo. Pero ustedes al generar también karma positivo, van a acelerar la eliminación de ese karma negativo.

Y si ese problema no se debe por un karma negativo, aún así es bueno generar karma positivo porque de esa manera ustedes están presionando cada vez más a la vida y a los seres divinos para que ellos les ayuden a solucionar vuestro problema.

Pero también es muy importante que ustedes sepan que el karma positivo (y también la fe) a veces no son suficientes para lograr producir el milagro, y las razones de ello el Maestro Pastor las explicó en este otro capítulo:

¿Por qué los milagros no siempre suceden?