LA ALQUIMIA EXPLICADA POR FRANZ HARTMANN

“Quae sunt in superis hac inferioribus insunt; Quod monstrat coelum, id terra frequenter habet. Ignis, Aqua et Fluitans, due sunt contraria; Felix talia si jungis, sit tibi scire satis.”

 Tabla de contenido

   1.  ¿Qué es la alquimia?

   2.  La naturaleza superior de la alquimia

   3.  ¿Cómo funciona la alquimia?

   4.  La prima materia

   5.  El espiritus universalis

   6.  El fuego secreto

   7.  Las cuatro reglas de la alquimia

   8.  La práctica de la alquimia

   9.  Axiomata hermética

1.  ¿QUÉ ES LA ALQUIMIA?

La alquimia es esa ciencia oculta que resulta del conocimiento de la Naturaleza, del Hombre y de Dios, y no puede obtenerse un conocimiento perfecto de ninguno de ellos sin el conocimiento de los otros dos debido a que en realidad estos tres son uno y son inseparables.

La alquimia, y no hablo de su aspecto más visible el cual se asemeja un poco a la química, sino que me refiero de su vertiente más profunda, pues bien esta no es meramente una actividad intelectual sino que es una ciencia espiritual, porque lo que pertenece al espíritu solo puede ser conocido a traves de los sentidos del espíritu. Sin embargo también es una ciencia que trata con las cosas materiales, porque el espíritu y la materia no son más que las dos manifestaciones opuestas o "polos" de la vida.

(Nota: es interesante constatar que aquí Franz Hartmann está diciendo lo mismo que dijo el Maestro Pastor sobre la alquimia: que es una ciencia sagrada que a partir de lo material permite conocer lo divino, y eso es algo poco sabido por la gente, lo que me lleva a considerar que el Dr. Hartmann tenía un conocimiento bastante profundo de la alquimia.)

Y la alquimia también es un arte, y dado que todo arte requiere de un artista para que se pueda manifestar, y de igual modo que como sucede con el arte divino, la alquimia en su expresión más elevada solo puede ser practicada por aquellos que poseen el poder divino necesario para ese propósito.

Y es cierto que las manipulaciones externas requeridas para la producción de ciertas preparaciones alquímicas pueden ser enseñadas (como un proceso químico ordinario) a cualquier persona capaz de comprenderlo, pero los resultados que lograría esa persona serían incipientes, porque solo aquel en quien el verdadero poder se ha despertado puede activa la vida en la materia prima, y hacer que crezcan formas visibles del caos de la naturaleza.

La alquimia en sus aspectos más elevados se ocupa de la regeneración divina del hombre y enseña cómo puede crearse a un “dios” a partir de un ser humano, o para expresarlo con mayor claridad, cómo establecer las condiciones necesarias para que se produzca el desarrollo de los poderes divinos en el hombre, de manera que un ser humano pueda convertirse en un ser divino por el poder de Dios (así como una semilla se convierte en una planta con la ayuda de los cuatro elementos y la acción del quinto que es invisible).

Pero mientras que la alquimia en su aspecto más material enseña cómo pueden generarse minerales, metales, plantas, animales y humanos, a partir de sus "semillas" y a través de un desarrollo por largos períodos de tiempo y por medio de la acción adecuada de las leyes de la naturaleza. La alquimia más oculta enseña que ese mismo proceso puede lograrse en un tiempo comparativamente muy corto, cuando estas leyes son guiadas por el conocimiento espiritual del hombre.

Y no tengo la menor duda de que el oro puede producirse por medios alquímicos, pero para eso se requiere que un Alquimista ya tenga desarrollado el poder para que ese experimento sea un éxito. En cambio el que se siente atraído por el poder del oro no obtendrá la posesión del poder espiritual necesario para poder efectuar esa proeza alquímica.

Ahora bien, no es mi objetivo en estas páginas el proporcionar las pruebas al escéptico de que la alquimia es una ciencia real, ni tampoco presentar argumentos al incrédulo para que pueda ser convencido de creer en su posibilidad, porque creer en algo de lo que uno no tiene verdaderos conocimientos sería de poco beneficio. Pero en cambio, aquellos que ya tienen algún conocimiento espiritual de la alquimia (tal vez habiéndola estudiado en una vida anterior) o que tienen una intuición más despierta, ellos pueden recibir algún beneficio de la lectura de esta disertación, ya que esta puede servirles para llevar a la comprensión de su mente lo que ellos ya intuyen espiritualmente.

Como por ejemplo es un error confundir la alquimia con la química, debido a que la química moderna es una ciencia que se ocupa únicamente de las formas externas en las que se manifiesta los elementos de la materia, y por consiguiente la química no puede producir nada nuevo que no exista ya en la creación.

La química puede mezclar, componer y descomponer los elementos en un número ilimitado de veces, y hacer que aparezcan bajo diferentes formas, pero al final no existe un aumento de sustancia, sino solo las combinaciones de las sustancias que ya existían al principio. En cambio la alquimia no mezcla ni compone nada, sino que hace que lo que ya existe en un estado latente se active y aparezca.

La alquimia es por lo tanto, más comparable con la botánica o la agricultura que con la química, y de hecho el crecimiento de una planta, de un árbol o de un animal es un proceso alquímico que se desarrolla en el gran laboratorio alquímico que es la naturaleza, y que es realizado por ese gran Alquimista que es el “poder de Dios” [o sea la jerarquía creadora] y que actúa en la Creación para hacer surgir la vida en donde se requiere.

(Esto también lo señaló el Maestro Pastor en la explicación que dio sobre los siete rayos de la creación, porque allí el Maestro precisó que cuando los científicos aprenderán a controlar estas siete energías primordiales, entonces ellos podrán crear nuevas formas de plantas, nuevas especies de animales, e incluso nuevos tipos de seres humanos. Y es así que de físicos y químicos, los científicos se volverán alquimistas.)

2.  LA NATURALEZA SUPERIOR DE LA ALQUIMIA

Esta fue muy bien expresada por Johannes Trithemius cuando dijo:

« Dios es un fuego esencial que se encuentra oculto en toda la creación, y particularmente en el hombre. Y este fuego genera todas las cosas, las ha generado en el pasado y las generará en el futuro. Y este fuego esencial es la verdadera luz divina en toda la eternidad.

Dios es fuego, pero no hay ningún fuego que pueda arder sin la adición del aire para causar la combustión. Y de la misma forma el Espíritu Santo debe actuar en ti como el “aire” o aliento divino que sopla sobre la llama que es tu alma para que así la luz divina aparezca en tu interior (pues la luz debe de ser alimentada por el fuego). Y esta luz es amor, alegría y dicha dentro de la deidad eterna.

Esta luz es Jesús habiendo emanado desde la eternidad del Padre, y aquel que no tiene esta luz se encuentra cegado por la oscuridad, pero si la luz está en esa persona, entonces es el Cristo quien ilumina su vida, y esta persona descubre entonces que sí existe la vida divina.

Todas las cosas que vemos, son en su interior: fuego y luz, en donde se oculta la esencia del espíritu. Todas las cosas son una trinidad de fuego, luz y aire. En otras palabras, el Espíritu (el Padre) es una luz divina en su esencia más profunda. El Hijo es la luz manifestada. Y el Espíritu Santo es el “aire” que sirve para que la esencia se pueda manifestar.

Y en el ser humano ese fuego reside en el corazón y envía sus rayos a través de todo el cuerpo del hombre, haciendo que este viva; pero ninguna luz puede nace del fuego sin la presencia del espíritu de santidad. »

(Me impresiona mucho el conocimiento que tenía Johannes Trithemius porque dice lo mismo que enseñan los instructores teosóficos, nada más que con el lenguaje místico-religioso de la época medieval, y es probable que esto lo haya aprendido de algún antiguo mensajero de la Hermandad de los Maestros.)

3.  ¿CÓMO FUNCIONA LA ALQUIMIA?

Para expresar lo mencionado por Johannes Trithemius en otras palabras, podríamos decir que todas las cosas surgen del pensamiento y existen en la mente universal (cuyo aspecto más denso es “la luz astral”), y dentro de cada una de ellas está latente la voluntad, por cuya acción se pueden desarrollar y sus poderes desplegar.

Esto tiene lugar en circunstancias favorables mediante la acción lenta e invisible de la voluntad universal que actúa en la naturaleza, pero que también puede lograrse en muy poco tiempo con la ayuda de la voluntad consciente del alquimista.

Pero para que la voluntad de una persona pueda lograr tales maravillas en las sustancias externas, primero su voluntad debe devenir consciente de sí misma en su interior, para que así la luz que brilla desde el centro de su corazón pueda volverse viva y brillante antes de poder actuar sobre esas sustancias exteriores, como lo hace el Alquimista.

Y aquel a quien esta luz del Cristo todavía no lo ha despertado a la vida divina, él se encuentra prácticamente dormido en espíritu, y por consiguiente no puede actuar sobre las cosas espirituales al igual que un hombre no puede actuar con la cosas materiales cuando se encuentra dormido.

Sin embargo este hecho difícilmente será reconocido o comprendido por los críticos racionalistas quienes creen que se encuentran muy despiertos, pero también es por eso que los secretos de la alquimia son para ellos un misterio inexplicable que no pueden abordar, y es por eso que su única manera de lidiar con esos misterios es negándolos o burlándose de ellos.

Pero la realidad es que la alquimia se conoce desde tiempos muy antiguos, y sus misterios no eran ningún secreto para los antiguos iniciados brahmanes y egipcios.

Y algunos rastros de ese conocimiento perduran todavía hasta nuestros días, por ejemplo si ustedes leen la Biblia, pero iluminados con el conocimiento de la cábala, entonces descubrirán que algunos de sus textos describen procesos alquímicos.

Tomemos por ejemplo la letra hebrea Aleph א, la cual en la actualidad solo es una letra, pero en la cábala también representa a las tres llamas ardientes, y en magia significa AOH (El Padre) a partir del cual todos lo demás tiene su origen como lo expliqué anteriormente. El Padre es el Alfa y el Omega, el principio y también el final

Y del mismo modo que el aire hace que el fuego arda y emita una luz, también el Espíritu Santo (sin cuya presencia nada se puede lograr) alimenta el fuego divino en el alma y hace que la luz viva de Cristo se manifieste. Y esto también se indica en las tres primeras letras de la palabra hebrea "escuchar" (חישאדפ) ya que פ significa "Ben" (El Hijo), א significa “AOH” (El Padre) y ד significa "Ruaj" (El Espíritu Santo).

Vemos entonces que la Santísima Trinidad de los católicos ya se encontraba plasmada en la cábala de los antiguos judíos, y su calidad está indicada por la siguiente sílaba חיש que indica la verdadera generación debido a que ש es la letra hebrea que simboliza el fuego, y י es la letra hebrea que simboliza la luz.

Y el sonido también corresponde con ello, ya que la primera se pronuncia como el siseo de la llama, mientras que la última surge suavemente del fuego, así como también en su significado cabalístico nace suave y tiernamente dentro del alma humana, mientras que la כ simboliza el espíritu y el poder de la palabra pronunciada con firmeza.

Así es que como lo pueden constatar, la "Canción de Salomón" en el Antiguo Testamento es una descripción de los procesos de alquimia.

En esta canción, el Subjectum se describe en el Cantar 1,5; el Lilium artis en el Cantar 2,1; la Preparación y Purificación en el Cantar 2,4; el Fuego en el Cantar 2,7 y también en el Cantar 4,16; la Putrefacción en el Cantar 3,1; la Sublimación y la Destilación en el Cantar 3,6; la Coagulación y el Cambio de colores en el Cantar 5,9 a 14; la Fijación en el Cantar 2,12 y también en el Cantar 8,4; la Multiplicación en el Cantar 6,7; la Aumentación y la Proyección en el cantar 8,8; y así etc., etc.

Sin embargo al decirles todo esto, ustedes no deben de considerar que la práctica de la alquimia consista meramente en el ejercicio de la voluntad, o que los productos obtenidos sean meramente imaginarios e intangibles o invisibles para los ojos mortales.

Por el contrario ya que ningún proceso alquímico se puede realizar sin la presencia de materia visible y tangible, debido a que ese proceso es, por así decirlo, una espiritualización de la materia.

Sin embargo no hay transformación de "materia" en "espíritu", como lo creen algunas personas, porque cada uno de los siete principios de la naturaleza eterna es inmutable, y permanece para siempre en su propio centro, en el mismo sentido en que la oscuridad no puede convertirse en luz, aunque en cambio si se puede encender una luz dentro de la oscuridad, y como consecuencia de ello, la oscuridad desaparece.

Pues bien, del mismo modo dentro de cada forma material duerme el espíritu divino, o sea la luz que puede despertarse a la vida y a la actividad, e iluminar el cuerpo y hacer que este viva y crezca.

Pero de las cualidades y de los poderes de esa luz, o incluso de su existencia, la química moderna no tiene conocimiento ni nombres para describirla. Sin embargo estos aspectos se encuentran descritos bajo varios nombres en la Biblia y en los libros religiosos aún más antiguos del Oriente.

Hay una sustancia visible y una invisible; un agua tangible y otra que está más allá del alcance de la percepción por los sentidos físicos; un fuego visible y un fuego mágico invisible

Y ninguno de estos elementos no puede realizar nada sin el otro, ya que en la práctica de la alquimia, así como en la regeneración del hombre, debe primero hacerse que lo que está arriba penetre en lo que está abajo, para que lo que se encuentra en estados inferiores pueda entrar en un estado superior de existencia.

4.  LA PRIMA MATERIA

Si deseamos conocer la naturaleza, debemos aprender a conocer a Dios, y Dios no puede ser conocido sin un conocimiento del propio yo divino.

La sustancia espiritual de la cual la naturaleza visible externa es una expresión y manifestación imperfecta, se ha denominado "Prima Materia" y es el material para la formación de un nuevo cielo y una nueva tierra.

La prima materia es como un "océano cristalino" si se le compara con nuestro planeta inmensamente material, y es la fuente de todos los elementos: tierra, agua, aire y fuego, es corpórea en su esencia, pero al mismo tiempo incorpórea con relación a nuestras formas físicas.

En ella (como en el "Caos") se encuentran contenidos los "gérmenes" (o la "semillas", o "potencias", utilicen la palabra que ustedes prefieran) de todos los seres o las cosas que alguna vez existieron, y de todas las que existirán en el futuro.

Es el alma de la naturaleza y por medio del fuego mágico puede ser liberada de todas las sustancias y convertirse en corpóreo y visible.

Es una unidad y sin embargo también una trinidad de acuerdo con sus aspectos alquímicos como el azufre, el mercurio y la sal. Y estas tres son cualidades distintas que caracterizan al espíritu de la luz, pero que sin embargo no son nada diferentes de la esencia de la luz, y esta luz es la naturaleza eterna, o el alma del mundo.

Esta materia primordial contiene los poderes que forman a los minerales, a los metales, a los vegetales, a los animales, y todo lo que respira; y todas las formas se encuentran ocultas dentro de sus profundidades, y ella es por lo tanto el verdadero origen de todas las cosas.

La prima materia es el campo de juego y batalla para todas las influencias astrales, y el lugar de nacimiento de los seres que habitan el plano astral, y de aquellos que nacen en el mundo visible (el plano físico).

Es la matriz de la naturaleza eterna de la cual nace todo lo que existe por el poder del espíritu que actúa en su interior. Y por consiguiente de su suelo fértil se producen frutos buenos y malos, plantas sanas y nocivas, animales inofensivos y venenosos, porque Dios no distingue a las personas ni favorece a ningún individuo en particular, ya que cada uno de ellos recibe su parte de vida de acuerdo con su capacidad para recibir, y finalmente cada uno se convierte en aquello que su carater le destina a ser.

5.  EL ESPIRITUS UNIVERSALIS

Sin el cual ningún experimento alquímico tendrá éxito.

Johannes Tritheim, matemático, alquimista y abad, y cuyos escritos son los más sencillos y más comprensibles para leer que los de cualquier otro alquimista, dijo:

« Todas las cosas han sido creadas por el poder de la palabra divina, que es el espíritu o aliento divino que emanó de la fuente divina al inicio. Y este aliento es el espíritu o alma del mundo, y se le denomina "spiritus mundi".

Al principio era como el aire, pero luego se contrajo en una niebla o sustancia nebular y luego se convirtió en "agua" (Akasa). Y esta "agua" era al principio todo espíritu y vida porque estaba impregnada y vivificada por el espíritu. Era oscura en sus profundidades, pero a través de la palabra divina pronunciada con firmeza (el Verbo), la luz se generó en ella, y entonces la oscuridad fue ilumina por la luz, y el "alma del mundo" (la luz astral) tuvo su comienzo.

Esta luz espiritual a la que llamamos la "esencia de la Naturaleza" o alma del mundo, es un cuerpo espiritual que por medio de la Alquimia, puede hacerse tangible y visible, pero como por el momento solo se encuentra en un estado latente e invisible, por eso se le llama "Espíritu".

Y se trata de un fluido universal y vivo difundido por la Totalidad de la Naturaleza, y que impregna a todos los seres. Es la más sutil de todas las sustancias, y también es la más poderosa debido a sus cualidades inherentes que penetra en todos los cuerpos y da vida a todas las formas en las que ella está activa.

Por su acción, libera a las formas de toda imperfección y hace que lo impuro se vuelva puro, lo imperfecto perfecto, y lo mortal se convierta en inmortal al fijarse ella en su interior.

Esta esencia o espíritu emanó inicialmente del centro y está incorporada dentro de la sustancia con la cual está hecho el mundo. Es el fertilizante de la materia y sin su presencia, la hierba no crecería, ni los campos serían verdes; y cuanto más se condensa, se concentra y coagula esta esencia en las formas, más perdurables estas serán.

Esta sustancia es la más sutil de todas las cosas, y es incorruptible e inmutable en su esencia, impregnando todo el espacio. El sol y los planetas son simplemente estados condensados ​​de este principio universal, y distribuyen su abundancia desde sus corazones palpitantes, y la envían a las formas de los mundos inferiores y a todos los seres, actuando a través de sus propios centros y siendo dirigidas por los seres superiores en el camino hacia la perfección.

Por lo que las formas en las que este principio viviente se fija se vuelven perfectas y permanentes, de manera tal que no se corroerán ni se deteriorarán, ni se cambiarán al ser expuestas al aire; y tales formas no pueden ser disueltas por el agua, ni destruidas por el fuego, ni devoradas por los elementos de la naturaleza.

Este espíritu se puede obtenerse de la misma manera que es transmitido a la tierra por las estrellas; y esto tiene lugar por medio del agua que sirve de vehículo. No es la Piedra Filosofal, pero esta última puede ser preparada de ella haciendo que lo que es volátil se fije.

Os aconsejo a que prestéis mucha atención al agua que hierve y no permitáis que vuestra mente sea perturbada por las cosas de poca importancia. Haced que hierva lentamente el agua y dejad que se pudra hasta que adquiera el color adecuado, porque dentro del agua de la Vida se encuentra contenido el germen de la sabiduría.

Y mediante el proceso del hervido, el agua se transformará en tierra. Y esta tierra se va a convertir en un fluido puro y cristalino a partir del cual se produce un excelente fuego rojo; pero esta agua y este fuego al crecer juntos y convertirse en una sola esencia, producen la gran Panacea compuesta de docilidad y fuerza: el cordero y el león en uno. »

6.  EL FUEGO SECRETO

En el libro de Madame Blavatsky "La Voz del Silencio", el fuego secreto de los alquimistas se describe como "Kundalini" o el "poder serpentino" en funcionamiento en el cuerpo del asceta.

Y al respecto ella dice:

« Es un ardiente poder eléctrico oculto o fohático que es la gran fuerza prístina que se encuentra a la base de toda materia orgánica e inorgánica. »

Y en otra parte ella añade.

« Es una energía electro-espiritual, un poder creador que cuando se pone en acción puede matar tan fácilmente como puede crear. »

Y este punto es la razón por la que los secretos de la alquimia no son divulgados a los curiosos, y solamente a aquellos que han logrado aprender a controlar a su propia naturaleza humana se les dirá cómo se puede despertar ese poder en ellos.

Y con respecto a este "fuego secreto", los Rosacruces mencionan que:

« Las potencialidades que hay en la naturaleza son despertadas por la acción del fuego secreto, asistido por el fuego elemental.

El fuego secreto es invisible y está contenido dentro de todas las cosas. Es el fuego más potencial y más poderoso, el cual no se puede comparar con el fuego externo visible. Es el fuego con el que Moisés quemó al becerro de oro, y del cual Jeremías se ocultaba, y el cual fue encontrado setenta años más tarde por los conocedores, pero que para entonces se había convertido en un agua espesa. (Ver Macabeos 2:1-2)

Sin la posesión de este fuego mágico, no se puede realizar ningún proceso alquímico, y por lo tanto en los "Símbolos Secretos de los Rosacruces" se recomienda que el estudiante de alquimia busque primero adquirir ese fuego. »

7.  LAS CUATRO REGLAS DE LA ALQUIMIA

Existen cuatro reglas esenciales para el desarrollo del trabajo alquímico:

  1) Sigue la naturaleza

Es inútil buscar la luz del sol a través de la luz de una vela.

   2) Primero saber y luego actuar

Y el verdadero conocimiento existe en el triángulo compuesto por: el ver, el sentir y el comprender.

   3) No utilices procesos vulgares

Utiliza solamente un recipiente, un fuego y un instrumento. La puerta del éxito se encuentra en la unidad de la voluntad, y el propósito se encuentra en la adecuada adaptación de los medios para lograr ese objetivo. Hay muchos caminos que conducen hacia el reino celeste, y aquel que persevera en el camino elegido que ha elegido puede tener éxito, mientras que el que intenta caminar por muchos caminos se retrasará.

   4) Mantener el fuego ardiendo constantemente

Si se permite que los metales fundidos se enfríen antes de haber sido transformados en metales superiores, entonces volverán a endurecerse nuevamente y todo el proceso deberá reiniciarse desde el principio. Por eso usa una lámpara inextinguible, ya que su luz no se apagará a menos que sea expulsada por la fuerza.

8.  LA PRÁCTICA DE LA ALQUIMIA

Hay cinco cosas que deben tenerse muy en cuenta en la práctica de la alquimia:

   1) Reconocer la verdadera Prima Materia.

Esta se encuentra en todas partes, pero si no la encuentras en tu propia casa, no lo encontrarás en ninguna parte. Es una sustancia viva que solo puede ser descubierta en lugares habitados por el hombre. Es la única sustancia a partir de la cual se puede preparar la Piedra Filosofal, y sin esta sustancia no se puede hacer plata ni oro auténticos.

En treinta libras de mercurio ordinario generalmente no hay más de una libra de la sustancia verdadera; y cien libras de azufre ordinario por lo general solo suelen contener no más de una libra de aquello que es útil.

Solo se puede encontrar sobre la tierra, pero no debajo de ella. Está ante los ojos de todo el mundo ya que nadie puede vivir sin ella, y todo el mundo inconscientemente la usa. Los pobres suelen poseer más de ella que los ricos. Los ignorantes la tienen en alta estima, pero los eruditos a menudo la malgastan. Los niños juegan con ella en la calle y sin embargo es invisible. Puede percibirse por el sentimiento, pero no puede verse con el ojo físico.

   2) Y para la preparación de la Prima Materia

Utiliza únicamente la sangre de color rosa del León Rojo y el gluten blanco puro del Águila.

Que tu Voluntad sea fuerte pero sin ira, y que tus pensamientos estén limpios de aquello que infecta los estratos inferiores de la atmósfera terrestre. Deja que el fuego de la Voluntad divina penetre profundamente en tu alma y eleve tu mente hacia las regiones superiores del pensamiento.

   3) Para obtener el Fuego Sagrado

No es creado por el hombre y no puede ser comprado, pero si es entregado a cambio de nada a aquellos que son merecedores de él.

   4) Luego sigue la multiplicación y el aumento

Para lo cual el peso y la medida son necesarios. Así es que pesa todas las cosas con la balanza de la justicia y mídelas con la regla de la razón.

   5) Y la quinta es la aplicación

Es decir la proyección sobre los metales, y esto se logrará con la asistencia de la naturaleza y sin ayuda artificial.

9. AXIOMATA HERMÉTICA

Y para terminar, a continuación les doy una pequeña explicación de los principales axiomas que se utilizan en la alquimia:

1. Lo que pueda lograrse con un método simple no debe intentarse con uno complicado.

Hay una sola Verdad, cuya existencia no requiere pruebas, porque ella misma es prueba suficiente para aquellos que son capaces de verla. ¿Por qué deberíamos entrar en la complejidad para buscar lo que es simple? Los sabios dicen: "Ignis et Azoth tibi suficiente". El cuerpo ya está en tu posesión. Todo lo que necesitas es el fuego y el aire.

2. Ninguna sustancia puede llegar a ser perfecta sin un esfuerzo prologado.

Grande es el error de quienes imaginan que la Piedra Filosofal puede endurecerse sin ser disuelta primero; así es que sin largos esfuerzos su tiempo y trabajo estarán desperdiciados.

3. La naturaleza debe ser ayudada por el arte siempre que se encuentre falta de poder.

El arte puede ser la asistente de la naturaleza pero no puede suplantarla. El arte sin naturaleza siempre es antinatural. La naturaleza sin arte no siempre es perfecta.

4. La naturaleza no puede ser enmendada excepto por sí misma.

La naturaleza de un árbol no se puede cambiar recortando las ramas o agregando adornos; solo se puede mejorar mejorando el suelo sobre el que crece o mediante injerto.

5. La naturaleza disfruta, comprende y supera a la naturaleza.

No hay otro conocimiento real que el conocimiento del ser. Y cada ser solo puede darse verdaderamente cuenta de su propia existencia, pero no la de ningún elemento que le sea completamente ajeno.

6. El que no conoce el movimiento no conoce la naturaleza.

La naturaleza es producto del movimiento, y cuando en el movimiento eterno cese, toda la naturaleza dejaría de existir. Y el quien no conoce los movimientos que tienen lugar en su cuerpo es un extraño en su propia casa.

7. Todo lo que produce el mismo efecto que produce un compuesto es similar a este último.

El Uno es mayor que el resto de los números, ya que a partir de él puede evolucionar una variedad infinita de magnitudes matemáticas, y ningún cambio es posible sin la presencia omnipresente del Uno, cuyas cualidades se manifiestan en todas sus manifestaciones.

8. Nadie puede pasar de un extremo a otro, excepto a través de un medio.

Un animal no puede volverse divino antes de primero volverse humano. Y lo que es antinatural debe volverse natural antes de que su naturaleza pueda volverse espiritual.

9. Los metales no pueden transformarse en otros metales sin haberse reducido primero a materia prima.

La voluntad propia, opuesta a lo divino, debe cesar antes de que la Voluntad divina pueda entrar en el corazón. Debemos volvernos poco sofisticados, como los niños, antes de que la palabra de sabiduría pueda hablar en nuestra mente.

10. Lo inmaduro debe ser asistido por lo maduro.

Así se induce la fermentación. Y la ley de la inducción rige en todos los departamentos de la naturaleza.

11. En la Calcinación, el Corpus no se reduce, sino que se aumenta en cantidad.

El verdadero ascetismo consiste en renunciar a lo que uno no quiere después de haber recibido algo mejor.

12. En la Alquimia nada puede dar frutos sin haber sido mortificado primero.

La luz no puede brillar a través de la materia a menos que la materia se haya refinado lo suficiente como para permitir el paso de los rayos.

13. Lo que mata produce vida; lo que causa la muerte también causa resurrección; lo que destruye crea.

Nada sale de la nada. La creación de una nueva forma está condicionada por la destrucción (aunque sería más correcto decir transformación) de la antigua.

14. Todo lo que contenga una semilla puede aumentarse, pero no sin la ayuda de la naturaleza.

Es solo a través de la semilla que la fruta que lleva más semillas llega a existir.

15. Cada cosa se multiplica y aumenta por medio de un principio masculino y femenino.

La materia no produce nada a menos que sea penetrada por el poder. La naturaleza no crea nada a menos que esté impregnada por el Espíritu. El pensamiento sigue siendo improductivo a menos que se vuelva activo por la Voluntad.

16. La virtud de cada semilla es unirse con cada cosa que pertenece a su propio reino.

Cada cosa en la naturaleza es atraída por su propia naturaleza representada en otras cosas. Los colores y los sonidos de una naturaleza similar forman unidades armoniosas, las sustancias que están relacionadas entre sí se pueden combinar, los animales del mismo género se asocian entre ellos, y los poderes espirituales se unen con sus propios gérmenes afines.

17. Una matriz pura da a luz a un fruto puro.

Solo en el santuario más interno del alma se revelará el misterio del espíritu.

18. El fuego y el calor solo pueden ser producidos por el movimiento.

El estancamiento es la muerte. La piedra arrojada al agua forma círculos que irradian progresivamente y que son producidos por el movimiento. El alma que no puede ser movida no puede elevarse y se petrifica.

19. Todo el método se inicia y finaliza con UN solo método: LA HERVIDA.

El gran Arcano es un espíritu celestial, que desciende del sol, la luna y las estrellas, y se lleva a la perfección en el objeto saturnino por ebullición continua hasta que alcanza el estado de sublimación y el poder necesario para transformar los metales básicos en oro. Esta operación es realizada por el fuego hermético. La separación de lo sutil de lo denso debe hacerse con cuidado, agregando continuamente agua; cuanto más terrenales son los materiales, más deben diluirse y hacerse mover. Continúa este proceso hasta que el alma separada se reúna con el cuerpo.

20. Todo el proceso se lleva a cabo a través de nada más que agua.

Es la misma Agua sobre la que se movió el Espíritu de Dios al principio, cuando las tinieblas estaban sobre la faz de lo profundo.

21. Cada cosa viene y sale de aquello en lo que se resolverá de nuevo.

Lo terrenal viene de la tierra; lo que pertenece a las estrellas se obtiene de las estrellas; lo que es espiritual viene del Espíritu, y vuelve a Dios.

22. Donde los verdaderos principios están ausentes, los resultados serán imperfectos.

Las meras imitaciones no pueden producir resultados genuinos. El amor, la sabiduría y el poder meramente imaginarios solo pueden ser efectivos en el ámbito de las ilusiones.

23. El arte comienza donde la naturaleza deja de actuar.

El arte logra por medio de la naturaleza aquello que la naturaleza no puede lograr si el arte no lo ayuda.

24. El arte hermético no se alcanza por una gran variedad de métodos, el Lapis es el único.

Hay una sola verdad eterna e inmutable. Puede aparecer bajo muchos aspectos diferentes; pero en ese caso no es la verdad la que cambia: somos nosotros quienes cambiamos nuestros modos de concebirla.

25. La sustancia de la cual se prepara el Arcanum debe ser pura, indestructible e incombustible.

Debe ser pura de elementos burdamente materiales, indestructible por la duda, e incapaz de ser quemada en el fuego de la pasión.

26. No busques la semilla de la Piedra Filosofal en los Elementos.

Sólo en el centro de la fruta se encuentra esa semilla.

27. La sustancia de la piedra filosofal es mercurial.

Los sabios lo buscan en el mercurio; El tonto busca crearlo a partir de su propio cerebro vacío.

28. La semilla de los metales está en los metales, y los metales nacen de sí mismos.

El crecimiento de los metales es muy lento; pero puede ser acelerado por la adición de la paciencia.

29. Usa solo metales perfectos.

El mercurio crudo, como suele encontrarse en los países europeos, es perfectamente inútil para este trabajo. La sabiduría mundana es necedad a los ojos del Señor.

30. Lo que es duro y grueso debe hacerse sutil y delgado por calcinación.

Este es un proceso muy doloroso y tedioso, porque es necesario eliminar incluso la raíz del mal, y esto hace que el corazón sangre y que la naturaleza torturada grite.

31. La base de este arte es reducir la Corpora a Argentum Vivum.

Este es el Solutio Sulphuris Sapientium en Mercurio. Una ciencia sin vida es una ciencia muerta; Un intelecto sin espiritualidad es solo una luz falsa y prestada.

32. En la solución el solvente y el disuelto deben permanecer juntos.

Fuego y agua deben ser hechos para combinar. El pensamiento y el amor deben permanecer para siempre unidos.

33. Si la semilla no es tratada por el calor y la humedad, será inútil.

La frialdad se contrae y la sequedad endurece el corazón, pero el fuego del amor divino lo expande, y el agua del pensamiento disuelve el residuo.

34. La tierra no produce fruto a menos que se humedezca repetidamente.

Ninguna revelación tiene lugar en la oscuridad excepto a través de la luz.

35. La humectación tiene lugar por el agua, con la que tiene la afinidad más cercana.

El cuerpo mismo es un producto del pensamiento y, por lo tanto, tiene la afinidad más cercana con la mente.

36. Todo lo que se seca naturalmente tiende a atraer la humedad que requiere para completarse en su constitución.

El Uno, de donde se producen todas las cosas, es perfecto; y por lo tanto, todas las cosas contienen dentro de sí la tendencia y la posibilidad de perfección.

37. Una semilla es inútil e impotente a menos que se ponga en su matriz apropiada.

Un alma no puede desarrollarse y progresar sin un cuerpo apropiado, porque es el cuerpo físico el que proporciona el material para su desarrollo.

38. El calor activo produce en lo que es negrura húmeda; en lo que es seco, blancura; y en lo que es blanco, un color amarillo.

Primero viene la mortificación, luego la calcinación, y luego el brillo dorado producido por la luz del fuego sagrado que ilumina al alma purificada.

39. El fuego debe ser moderado, ininterrumpido, lento, igual, húmedo, cálido, blanco, ligero, envolvente, cerrado, penetrante, vivo, inagotable y el que utiliza la naturaleza.

Es el fuego que desciende del cielo para bendecir a toda la humanidad.

40. Todas las operaciones deben llevarse a cabo en un solo barco y sin retirarlo del fuego.

La sustancia utilizada para la preparación de la Piedra Filosofal debe recogerse solo en un lugar y no dispersarse en muchos lugares. Si el oro una vez perdió su brillo, es difícil restaurarlo.

41. La embarcación debe estar bien cerrada, de modo que el agua no pueda salir de ella, o que el aire se escape; debería estar herméticamente sellado, porque si el espíritu encontrara un lugar para escapar, el poder se perdería; y además, debe estar bien cerrado, para que nada extraño e impuro pueda entrar y mezclarse con él.

Siempre se debe colocar en la puerta del laboratorio un centinela con una espada de fuego para examinar a todos los visitantes y rechazar a aquellos que no son dignos de ser admitidos.

42. No abra el recipiente hasta que se haya completado la humectación.

Si el recipiente se abre prematuramente, la mayor parte del trabajo se pierde.

43. Cuanto más se cuida y nutre el Lapis, más aumentará.

La sabiduría divina es inagotable; la limitación existe solo en la capacidad del formulario para recibirla.

(Nota: esta es una traducción que hice del capítulo 8 del libro “En el Pórtico del Templo de la Sabiduría” y el texto original en inglés lo pueden leer aquí.)