¿POR QUÉ LOS MILAGROS NO SIEMPRE SUCEDEN?

Este misterio el Maestro Pastor lo respondió diciendo lo siguiente:

Muchos milagros no suceden porque el milagro solo puede realizarse en la medida en que la intención sea pura, total, absoluta y verdadera.

Y ustedes no pueden tratar de imitar esa intención desplegando esfuerzos de concentración, o esfuerzos de fe religiosa, porque aunque lograran acercarse a ella, pero que en su intención haya algo de orgullo, de egoísmo, de despotismo, de avaricia, etc. Entonces por mucha voluntad que le pongan, esa intención no podría producir ningún milagro.

Y es por eso que en esas condiciones los milagros no se concretizan. Y no los puedes realizar con las demás personas, y las otras personas tampoco los pueden realizar con ustedes, ya que para que este doble milagro ocurra (el milagro de quien lo da y el milagro de quien lo recibe) se necesita que las dos personas estén con la misma actitud absoluta y perfecta.

Es decir que haya honestidad en el corazón, transparencia y apertura.

Y estas palabras no parecen pertenecer a un esoterismo muy avanzado, ¿no es así?

Y sin embargo estas son las actitudes claves para que los milagros se realicen.

Son las famosas palabras de poder...

¡Cuán a menudo nos hostigan solicitándonos las palabras del poder!

Después de la lista de todos los deseos personales que la gente quiere que les cumplamos, lo segundo que más nos solicitan es que les transmitamos las palabras de poder. Y nos cansan los oídos en cada meditación, en cada luna llena, en cada equinoccio, en cada solsticio, con peticiones como la siguiente:

« Queridos Maestros,

    Yo que soy su devoto discípulo y que los amo mucho, les ruego que me transmitan las palabras del poder. »

Y como no escuchan nada, algunos agregan:

« Al menos denme la primera sílaba de una de ellas. »

(Risas en la sala)

Y nosotros quisiéramos responderles:

« ¡Ya párenle con esos delirios! »

Y seguramente para algunos les parecerá que es un poco grosero responder eso. Y es cierto. ¿Pero por qué deberíamos ser decentes?  ¿Quién nos impide actuar como los demás hombres? ¡Y es que escuchamos tantas boberías que terminamos por responder la verdad!

Porque les aseguro que no respondemos eso con la intensión de ser groseros, sino simplemente porque esa es la única respuesta válida, debido a que no existen realmente las palabras de poder, o más bien dicho: no existen en la manera como ustedes se las imaginan.

La gente piensa que las palabras de poder son como varitas mágicas sonoras y que una vez que las obtienen pueden hacer lo que quieran con ellas.

En su interior se dicen:

« Yo que finalmente conozco la palabra de poder, ahora tengo el poder en mi boca, y entonces la pronuncio esa palabra para activar ese poder y con mi mente dirijo ese poder para que así cumpla con mi voluntad. »

¡Pero no!

De esa manera no funciona el asunto

¡Es toda una alucinación la que te estás creando en tu imaginación si piensas que las palabras de poder funcionan así!

Las palabras de poder son simplemente, por así decirlo, "el número de teléfono que utilizas para contactarte con la Divinidad", y además ni siquiera necesitas conocerlas o invocarlas, porque ellas salen de ti cuando es necesario, ni siquiera te piden tu opinión.

¿De verdad quieres saber lo qué es una palabra de poder?

No te preocupes, por supuesto que puedo contarte sobre ello, ya que no se trata de dar una fórmula mágica.

Pues bien, una palabra poder es una palabra que te da acceso a lo que algunos llaman el Espíritu Santo, lo que otros llaman la Shakti, lo que otros llaman Fohat, lo que otros llaman la Energía Universal, etc.

Una palabra de poder es simplemente un medio para acceder a la Conciencia Divina, y por consiguiente NO se trata de que pronuncies esa palabra como si le silbaras a un perro para que viniera y te obedeciera.

¡Para nada!

La Conciencia Divina es algo que es inmensamente mucho más poderoso y mucho más sabio que tú y que dirige al Universo entero.

Y una vez que tú la invocas, eres TÚ quien se convierte en su instrumento y no ella quien se convierte en el tuyo. Y para lograr que la Conciencia Cósmica opere a través de ti, tienes que entregarte completamente en ese momento a ella y entonces la Conciencia Divina se establece en ti.

Y desde tu presencia (la cual le sirve como si fueras un periscopio) ella decide de manifestarse y de efectuar el milagro, o de no hacerlo.

Y es por eso que Jesús dijo cuando realizó los milagros en donde curó a los enfermos:

« No fui yo quien te curó, sino fue tu fe. »

¿Por qué dijo eso?

Es perturbador encontrar esta frase en la Biblia y sobretodo salir de la boca de un ser tan elevado como lo fue Jesús. Un ser que parecía ser capaz de efectuar milagros a su voluntad. Un ser que les permitió ver a los ciegos, un ser que les regresó la movilidad a los paralíticos, un ser que les restauró la salud a los leprosos, etc.

Es desconcertante que Jesús dijera esta frase porque es casi una confesión de impotencia, ya que él está asegurando de que no fue él quien realizó esos milagros sino que fue la fe de las personas que estaban enfermas.

Y efectivamente la fe, en esos casos, fue lo que les permitió a esas personas enfermas tener la autenticidad y la apertura de espíritu requerida para que de esta manera la Conciencia Divina pudiera entrar en ellas y así realizar el milagro.

Y ahora seguramente algunos de ustedes me van a objetar:

« Pero aún así hay tantas personas auténticas que durante su agonía logran desarrollar la verdadera fe. Y sin embargo, la curación no se les envía, el milagro no se realiza.

¿Cómo resuelves esta incógnita? »

Y mi respuesta es que no hay nada que resolver porque en realidad no hay ninguna incógnita en ese asunto.

Lo que pasa es que si bien es cierto que la Conciencia Cósmica es omnipresente y pasa a través de ustedes como las ondas cósmicas que atraviesan el universo.

Al mismo tiempo también es cierto que la Conciencia Cósmica es una MAESTRA, y algunas veces realiza el milagro y otras veces no lo hace. Y generalmente cuando no lo hace (a pesar de que la persona muestra una gran fe) es porque la persona no entendió lo que tenía que entender.

Lo que significa que la fe, la apertura, es lo que permite a la Conciencia Cósmica poder entrar dentro de ti. Pero una vez que la Conciencia Cósmica se encuentra adentro, la segunda condición para que ella pueda efectuar el milagro es que haya habido una evolución real en la conciencia de la persona.

Evolución que es llevada a cabo por la comprensión del problema que la mortifica. Y si no hay este discernimiento, entonces la Conciencia Divina no puede operar y el milagro no se puede realizar.

Ahora bien, les pido que no malinterpreten esa situación, porque si la Conciencia Divina no actúa, no es porque fuera una juez insensible que se dijera a sí misma:

« Este no entendió lo que tenía que entender, así que lo dejamos sufrir. »

Como si no le importara el sufrimiento humano, como si no tuviera nada que ver con el dolor de los hombres, como si no sintiera ese sufrimiento.

¡Pero eso no es así!

No se imaginen esas cosas porque son horribles y están erróneas.

La Conciencia Cósmica sabe muy bien lo qué es el sufrimiento humano porque ella los atraviesa y los está sintiendo, y ella sabe muy bien por lo que ustedes están pasando. Sin embargo ella no puede ir contra ustedes.

Así es

Al aferrarse a vuestra propia falta de entendimiento, y por lo tanto a vuestro propio límite, son ustedes mismos quienes están impidiendo que se realice el milagro porque a ese límite le están concediendo una parte de ustedes mismos, y en esas condiciones la Conciencia Cósmica no puede efectuar el milagro.

¡Es imposible!

Y seguramente habrá alguien que me dirá lo siguiente:

« Pero si la Conciencia Cósmica es tan poderosa, ella podría hacer una excepción a la regla. »

Pero si dices eso, es porque piensas que las reglas del universo se desarrollaron por simple decisión de Dios.

¡Pero eso no es así!

No imaginen las leyes cósmicas como si Dios las hubiera simplemente pensado y concebido, porque si fueran solo pensamientos divinos, entonces las leyes cósmicas podrían transformarse y modificarse. Y por consiguiente podríamos asegurarnos de que los milagros fueran constantemente posibles en la Tierra.

Pero las leyes cósmicas no han sido elaboradas como lo hacen los hombres con sus leyes, porque en realidad las leyes cósmicas son resonancias, una con la otra, y una después de la otra.

Exactamente como cuando construyen una casa en donde primero ponen los cimientos, luego la planta baja, luego el primer piso, luego el segundo piso, y luego el techo.

Y de la misma manera las leyes del universo se elaboran, en donde las unas surgen después de las otras, y unas en resonancia con las otras, como las etapas de construcción de un edificio.

Y si por ejemplo, quisieras construir el segundo piso o poner el techo, pero sin haber hecho previamente lo anterior, no funcionaría tu construcción.

Y de la misma manera funcionan las leyes del universo en donde una activa la siguiente, porque la primera es la fuente, el impulso y la energía creativa de la segunda.

Pero si en cierta etapa, hay un obstáculo, ese impulso se detiene y por lo tanto, no puede haber el milagro.

Y es por eso que cuando se trata de hacer milagros, primero tienes que despejar el interior de la persona (como a veces la fe logra hacerlo) para permitir la circulación de las energías y que haya esta reacción en cadena: una acción que crea otra, que se corresponde con la otra, que provoca un efecto el cual provoca otro efecto, y de efecto en efecto, terminas encontrándote milagrosamente reparado.

Pero esto solo se pudo hacer porque permitiste que se efectuara la reacción en cadena de las leyes que hay en ti. Porque de lo contrario, si hay un obstáculo que detiene ese proceso de reacción en cadena, el milagro no se puede concretiza, ya que el proceso queda detenido a mitad del camino.

(Conferencia del 28.05.94)

OBSERVACIONES

Vemos por lo tanto que si ustedes quieren aumentar las posibilidades de que el milagro se realice, no solamente deben de incrementar vuestra fe (para que así la Conciencia Divina pueda entrar en vuestro interior), sino que también tienen que comprender la razón existencial por la cual les está sucediendo eso (para que así la Conciencia Divina pueda operar en vuestro interior).

¿Y cómo se logran estas dos cosas?

(Seguramente muchos de ustedes se han de preguntar.)

Pues bien, enfocándose en ello.

Como lo explicó Pastor, la fe no tiene que ver con el fervor religioso del creyente que piensa que mientras más implore, más los santos le van a hacer caso.

NO

La fe tiene que ver con que la intención sea verdaderamente pura, total y absoluta. Por lo tanto obsérvense con honestidad y si sienten que detrás de vuestra petición hay algo de egoísmo, de avaricia, de despotismo, etc. Entonces trabajen en ello para purificar vuestra intención.

Y para desarrollar la comprensión es el mismo procedimiento.

Obsérvense y busquen comprender ¿por qué les sucedió eso? ¿Qué es lo que la vida les quiere enseñar con esa experiencia?

Y si no logran percibir la respuesta, no se desesperen. Simplemente cierren los ojos y declaren en su interior:

« Quiero verdaderamente comprender por qué me esta sucediendo esto, por favor seres de luz ayúdenme a comprender la razón de esta situación. »

Y si actúan con toda sinceridad, poniendo vuestra voluntad en ello, y son perseverantes, después de un tiempo la respuesta les llegará, ya sea por un destello, o por un sueño, o por un evento, o por algún otro medio, lo importante es que ustedes se mantengan receptivos y tranquilos.

Y también otros aspectos que aquí no mencionó Pastor pero que he visto que son importantes para lograr que los milagros se realicen son los siguientes:

UNO. Muchas veces nosotros mismos en el fondo de nosotros no queremos que se concretice ese milagro porque tenemos miedo de los cambios que va a provocar y por eso inconscientemente preferimos permanecer en la mala situación en la que nos encontramos aunque esta no lastime.

Y DOS. Algo que he descubierto que ayuda mucho para que los milagros se materialicen es generar karma positivo, porque muchas veces tenemos todo listo para que se efectúe el milagro, excepto el hecho de que tenemos un karma negativo que saldar al respecto.

Y cuando te pones a generar karma positivo, no solamente vas limpiándote de ese karma negativo, sino que además vas creando una presión cada vez mayor para que se te cumpla tu petición.