En
la mayoría de las mitologías antiguas se encuentran aspectos de la enseñanza
esotérica, oculta a través de símbolos y parábolas, detrás de las narraciones.
Vamos a constatarlo aquí con la mitología maya.
¿QUÉ ES EL POPOL VUH?
Es
considerado como uno de los documentos más importantes de Mesoamérica. Revestido
de un atuendo altamente legendario, contiene la cosmogonía, la mitología y la
historia del pueblo maya quiché (quien vivió mayoritariamente en Guatemala). Lamentablemente,
después de la conquista, los monjes quemaron casi todos los textos sagrados de
los nativos para imponerles el catolicismo. Esta circunstancia indujo posteriormente
a un indígena quiché, a escribir de forma anónima, en el idioma quiché pero con
caracteres latinos, una versión adaptada del original para salvaguardar algo
del texto sagrado de su pueblo.
«
Ahora el Popol Vuh (como se le nombra) no puede verse más... El trabajo
original, escrito hace mucho tiempo, existió, pero no se le está permitido ver
al investigador y al pensador actual. … Deberíamos suponer que sería un libro
de pinturas con jeroglíficos que los sacerdotes interpretaban al pueblo para
mantener vivo el conocimiento del origen de su raza y los misterios de su
religión. »
(Popol
Vuh, Delia Goertz y Sylvanus G. Morley, p79-80)
Siendo
muchos los temas que trata, aquí sólo consideraremos la narración sobre la
formación del hombre y sus correspondencias teosóficas.
Ahora
veamos cómo este historiador del tiempo de los mayas narra a su gente cómo el
hombre aparece aquí en la Tierra, cómo fue perfeccionado con la ayuda de los
dioses y cómo finalmente cayó de su grandeza. Se muestra claramente y narrado
en forma amena, la relación íntima entre las acciones de estos dioses y los
destinos de los mortales.
LOS CREADORES
Durante
el prólogo del drama de la creación cuando todo estaba todavía en suspenso y en
silencio, y nada existía hasta ahora que se moviera o produjera sonido alguno,
ya existían los “dioses”, que el Popol Vuh los llama los Creadores, los Hacedores
o los Progenitores. Ellos inauguran sus actividades creativas por el proceso de
la meditación. El libro se refiere a ellos como grandes sabios y grandes
pensadores que conforman la Tierra y sus seres por medio del pensamiento y las
artes de magia. Es después del proceso subjetivo del pensamiento cuando las
cosas objetivas por primera vez aparecen. El Popol Vuh nos cuenta que la
creación fue como una niebla o como una nube de polvo, o sea, altamente sutil.
Esotéricamente
se están refiriendo a los Dhyan Chohans que son las Inteligencias Divinas que crean
y supervisan el Kosmos, siendo éstas, los agentes activos del Espíritu Supremo
que la gente llama Dios.
«
Cada vez que un mundo o sistema de mundos se está desarrollando, allí el Plan
ha sido establecido en la Mente Universal, La fuerza original viene del
Espíritu [Universal] y la base es la materia – la cual es de hecho [al inicio]
invisible [o sea etérea]. … Y para enunciarlo de otro modo. El Plan llega primero
en la Mente Universal, después de lo cual se hace el modelo astral, y cuando se
ha completado ese modelo astral, todo el proceso se repite a fin de condensar
la materia. »
(W.
Judge, El Océano de la Teosófica, 15-16 y 27-28)
LOS PRIMEROS SERES CREADOS
SON LOS ELEMENTALES
Después
viene la creación de los seres y los primeros en aparecer son: “los animales
salvajes pequeños, los guardianes de los bosques, los espíritus de las montañas”
que parecen ser las diferentes clases de seres elementales (los espíritus que
revivifican a la naturaleza) llamados en el Popol Vuh “los hombrecillos del
bosque”. Una nota en el texto añadida aquí por Adrián Recinos nos dice que “los
indígenas en tiempos remotos creían que los bosques estaban poblados de estos
seres pequeños, guardianes, espíritus de los bosques, una especie de duendes
parecidos a los aluxes de los Mayas.” (Popol Vuh, p84)
Esto
coincide con lo que dice el Maestro Kuthumi cuando describe el comienzo de la
vida de un planeta:
«
Nada en la Naturaleza surge a la existencia repentinamente, estando todo sujeto
a la misma ley de evolución gradual. … Se forma un centro en la materia
nebulosa de la condensación del polvo solar diseminado a través del espacio y
ocurren en sucesión una serie de tres evoluciones invisibles al ojo físico; es
decir, evolucionan tres reinos de elementales o fuerzas de la naturaleza. En
otras palabras, se ha formado el alma animal del futuro globo, o como lo
expresaría un Kabalista, se han creado los gnomos, las salamandras y las
ondinas. »
(Las
Cartas Mahatma, 13, p70 y 15, p94)
EL OBJETIVO DE LA
EVOLUCIÓN EN EL PLANETA ES EL HOMBRE
Blavatsky nos enseña en su obra La Doctrina
Secreta que “al comienzo de una ronda, todo en la Naturaleza tiende hacia el Hombre.
Todos los impulsos de la dualidad, las fuerzas centrípetas y centrífugas se
dirigen hacia un punto: el Hombre.” (II,p70)
En
forma parecida encontramos que en el Popol Vuh todas las aspiraciones de los
dioses, desde muy al principio de sus actividades demiúrgicas, son dirigidas
hacia el mismo fin. Están muy conscientes de que en su creación no habría
grandeza hasta la aparición en escena del ser humano y todos sus esfuerzos
tienen esa meta. Pero esta última no se obtiene con facilidad; se describen
varios fracasos con las correspondientes desilusiones de los dioses.
LA CREACIÓN DE LOS
ANIMALES
La
primera restricción y frustración les llega cuando, después de haber completado
la creación de los animales, se percatan de que estos últimos están
inconscientes de la existencia de aquellos que les dieron vida. No son capaces
de pronunciar sus nombres o de invocarlos; tampoco hay una base común de
comunicación entre las diferentes especies de animales. Por esta razón los
dioses consideran a los animales únicamente aptos para ser mortales y vivir en
la jungla.
Y
los dioses dicen: ¡Tratemos de nuevo! Ya
se aproxima el alba. Hagamos a aquel que nos nutrirá y sustentará.
« ¿Qué haremos para
que se nos invoque, para que seamos recordados en la tierra? » (Popol Vuh, p86)
Vemos
aquí lo que los dioses tienen en mente. Deseaban la creación de un ser que
pudiera “recordar” aquí en la tierra a los dioses, o sea, que estuviera
consciente de su ascendencia espiritual, además de ser capaz de contribuir por
medio de acciones a la esencia del alma del mundo donde moran los dioses, de
este modo dándoles “nutrición” para confirmar el dicho que dice “los dioses se
alimentan del hombre”. Naturalmente que los animales no fueron capaces de
satisfacer esta exigencia.
Esto
me recuerda que el ángel en el libro La Respuesta del Ángel pone al humano entre el
mundo creado y el mundo creador. Entre los dos mundos existe un abismo que los
separa y la función del hombre es ser el puente para que las energías
respectivas circulen libremente entre los dos mundos y así cada mundo se nutra
del otro.
CREACIÓN DE LOS
HOMBRES DE BARRO
Los
dioses hacen un segundo intento de crear seres inteligentes. Proceden a
conformar al hombre haciendo uso del barro. Pero el resultado es poco
satisfactorio ya que la forma es flácida, se derrite, no puede sostenerse, su
vista es turbia porque no tiene mente. Los Constructores destruyen su propia
creación.
Estas
formas como humanos sin mente y de constitución suave e inestable, nos hacen
pensar en seres todavía con su vestimenta de materia astral con sus
características proteicas. Parecen las criaturas de una evolución pre-humana.
En
esta sección del Popol Vuh se hace una frecuente referencia a la aparición del
alba y las fuerzas creadoras están siempre preocupadas de que el alba las va a
tomar de improviso antes de estar preparadas para ello. Obviamente esta idea
del alba denota el inicio de un nuevo ciclo, para el cual los dioses tienen que
proveer el plan.
CREACIÓN DE LOS
HOMBRES DE MADERA
Las
divinidades superiores ordenan a aquellos que se les confió la hechura del
hombre, hacer otra prueba para conformar un ser inteligente que “invocara,
nutriera y recordara a los dioses”. Dos divinidades invocan al destino para que
les responda si la madera sería un material apropiado para ser utilizada en
esta ocasión. Habiendo obtenido una respuesta afirmativa del destino:
«
En un instante las figuras se hicieron de madera. Se parecían al hombre,
hablaban como el hombre, y poblaron la superficie de la tierra.
Existieron
y se multiplicaron; estas figuras de madera tuvieron hijas, tuvieron hijos;
pero no tuvieron almas ni mente. » (Popol Vuh, p89)
Aunque
podemos considerar a la madera un paso más avanzado con respecto al barro, el
hombre todavía no es “un alma viviente”. Todavía es incompleto y como esas
formas de madera tampoco recordaron a sus Creadores, tuvieron también que ser
destruidas. “Sólo fue una prueba, un intento hacia el hombre”, dice el libro.
Entonces
sigue una escena de destrucción en la cual el cielo y la tierra unen sus
fuerzas y les ponen un fin a estos maniquíes sin alma. Todos son aniquilados
con excepción de algunos descendientes que, el Popol Vuh nos dice:
«
Son los simios que ahora habitan los bosques; estos son todos los que quedan de
ellos porque su carne se hizo únicamente de madera por el Creador y el Hacedor.
Y por lo tanto los simios se parecen al hombre, y es un ejemplo de una
generación de hombres que fueron creados y hechos pero sólo eran figuras de
madera. » (p92)
Lo
cual tiene similitud con lo que nos dice la Doctrina Secreta:
«
El hombre primordial fue hombre únicamente en su forma externa. No tenía alma
ni mente en el tiempo en que se engendró, con una hembra y animal monstruo, el
predecesor de una serie de simios. » (II, p189)
De
esto se puede ver que el Popol Vuh y La Doctrina Secreta concuerdan con la
naturaleza sin alma y sin mente de aquellos que procrearon a los simios. Sea lo
que sea que los Padres, Hacedores y Creadores representen en esta parte del
Popol Vuh, de su fracaso en sus ambiciosos intentos de moldear seres
inteligentes, difícilmente se les puede considerar como superiores en la escala
de los poderes creativos. Tal vez podremos encontrar su igual y un paralelismo
con este episodio del Popol Vuh en la siguiente cita de La Doctrina Secreta:
«
Este intento fue de nuevo un fracaso. Alegoriza la vanidad de la naturaleza
física en su intento de construir sin ayuda un animal perfecto, sin mencionar
el hombre. Ya que los Padres, los Ángeles inferiores, son todos espíritus de la
Naturaleza y los Elementales superiores también poseen su propia inteligencia;
pero esto no es suficiente para construir a un hombre PENSANTE. Se necesitaba
Fuego Viviente, ese fuego que le da a la mente humana su auto percepción y su
auto consciencia o el Manas... Entonces, los primeros creadores fueron los
Pigmaliones del hombre primitivo; fallaron en animar la estatua
intelectualmente. »
(II, p102)
CREACIÓN DE LOS
HOMBRES DE MAÍZ
Ahora
entramos al último acto del drama cuando los dioses finalmente obtienen su
meta: la creación de una humanidad inteligente. Sin embargo, el lector del Popol
Vuh que espera ser informado del procedimiento metafísico que produjo esta obra
maestra de la naturaleza (el hombre auto consciente e inteligente) se queda
desilusionado ya que el modo de operación se nos da más del lado físico que del
metafísico, mas del lado lunar que del solar. No aparece ningún dios solar,
ningún Prometeo maya con el fuego celestial en su carrizo. En cambio es Xmucané,
la Diosa Lunar, quien juega el rol principal de esta parte.
Para
empezar el proceso, los dioses de nuevo se vuelven a reunir para discutir con
qué elemento se deberá construir a los siguiente hombres. Éste es por cuatro
animales: el gato montés, el coyote, un periquito y la urraca. Cuando se ha
obtenido el maíz con su ayuda, Xmucané hace nueve pociones de ello de donde
saldrán la carne y la fuerza de esta nueva humanidad.
Las
nueve pociones de Xmucané traen a la memoria ese episodio de la mitología
Griega en donde Baubo, la matrona, prepara la mezcla de un brebaje para la
diosa Ceres, cuando esta llega a las fronteras de Eleusis deambulando por la
superficie de la tierra en busca de su hija. De acuerdo con Thomas Taylor, las
artes utilizadas por Baubo y la mezcla del brebaje que le ofrece a la diosa
simboliza la vida corpórea, mezclada e impura, hacia donde el alma tiene que
descender. (The Platonist, p404; cf. Isis Develada II, p112)
Parece
ser que el número nueve es un indicativo de tal vida, Ya que la misma autoridad
nos cuenta que durante los Misterios Eleusianos, en donde tuvo lugar el drama
de la caída del alma en la materia, se mostró que en este proceso “pasa a
través de ocho esferas para conectarse con el mundo sublunar y un cuerpo
terrenal en la novena y la mas degradante de su descenso”. Esto tomó lugar en el
noveno día de estos ritos sagrados (Ibidem p400). Blavatsky nos dice
que “Tres por tres, según Pitágoras, es el gran símbolo de lo corpóreo o la
materialización del espíritu, por lo tanto de la materia burda” (revista
Lucifer V, p358).
Todo
esto tiende a demostrar que con las nueve pócimas de Xmucané llega el tiempo
cuando se completa la caída del hombre en la materia; su cuerpo físico está
ahora listo para convertirse en el vehículo para la esencia del alma, el regalo
de los dioses.
Tendremos
que dejar sin verificar si los cuatro animales que muestran el camino al lugar
donde se puede obtener el maíz tienen el mismo significado que los cuatro
animales sagrados de la Biblia, que de acuerdo con La Doctrina Secreta “son en
realidad los símbolos de los cuatro elementos y de los cuatro principios
inferiores del hombre”.
Los
dioses quedan satisfechos con esta última humanidad. Resultaron en seres bien
parecidos e inteligentes, dotados de grandes poderes de percepción. Está dicho
que podían ver cosas a la distancia, en los rincones más alejados de la tierra
sin tenerse que mover de donde estaban. Nos dice el Popol Vuh que su
conocimiento abarcaba todo el mundo y grande era su sabiduría (p168).
Ahora
bien, La Doctrina Secreta nos dice:
«
Su ciencia era innata en ellos. Los Lemuro-Atlanteanos no tenían necesidad de
descubrir y fijar en su memoria aquello que su Principio Informante sabía al
momento de su encarnación. Sólo el tiempo y el continuo crecimiento obtuso de
la materia con la cual se cubrieron los Principios, pudieron, la una, debilitar
la memoria de su conocimiento prenatal, y la otra, embotar y aun extinguir cada
chispa de lo divino y espiritual en ellos. » (II, p285)
CONTACTO ENTRE LOS
HOMBRES Y LOS DIOSES
Pero
antes de llegar a este punto bajo, tenemos la Época de Oro del hombre primitivo
cuando los dioses se rozaban con la gente. Vemos en el Popol Vuh como los
dioses hacen que el ser humano se percate de sus poderes maravillosos y sus
facultades nobles. Como resultado de esta comprensión ellos se vuelven
conscientes de su parentesco con los dioses y surge en su naturaleza un
sentimiento de gratitud profundo hacia aquellos que los moldearon, expresándose
en un ferviente agradecimiento.
Algo
semejante a este sentimiento de parentesco y afinidad con los dioses se da en
La Doctrina Secreta con las siguientes palabras:
«
Cuando los Señores de la Sabiduría, movidos por la ley de la Evolución,
infundieron en el humano la chispa de la consciencia, el primer sentimiento que
despertó a la vida y a la actividad fue un sentido de solidaridad, de unidad
con los creadores espirituales. Así como el primer sentimiento de un hijo es
hacia su madre y nodriza, así fueron las primeras aspiraciones despertadora de
la consciencia en el hombre primitivo hacia aquellos cuyo elemento sentía él en
su interior, y que sin embargo estaban fuera e independientes de él. » (I, p210)
Sin
embargo, en esta condición superior y feliz del hombre prístino pronto
sobreviene un cambio porque los dioses se arrepienten de haber hecho al hombre
su igual en poderes y conocimiento y deciden cambiarlo. El Popol Vuh dice:
«
Entonces el Corazón del Cielo sopló niebla en sus ojos, que obscureció su vista
como cuando se le echa vaho a un espejo. Sus ojos quedaron cubiertos y sólo
pudieron ver lo que les quedaba cerca, sólo eso les era claro. » (p169)
Esta
niebla del Corazón del Cielo con la que ofusca la vista del hombre parece ser
la consecuencia kármica del hombre sucumbiendo a la influencia del mundo de la
materia, manchando al alma con su impureza y resultando en la pérdida del poder
y el conocimiento. Y así llega a su fin la condición feliz del hombre en su
juventud cuando los dioses los nutrían. Este alejamiento de lo divino lo vemos
también en otras religiones, tanto occidentales con la expulsión de Adán y Eva
del Edén, como orientales (ver las yugas del hinduismo).
COMPARACIÓN CON LA
ENSEÑANZA ESOTÉRICA
Es
muy interesante ver como los ciclos del Popol Vuh se corresponden con los
ciclos que los Mahatmas enseñan sobre el desarrollo oculto del ser humano.
Ellos explican que:
Durante
la primera Ronda que corresponde a “la creación de los animales” el hombre era
una abstracción con sus principios apenas formándose en él.
Durante
la segunda Ronda que corresponde a “la creación de los hombres de barro”, su
cuerpo se va condensando, aunque todavía es etéreo y su mental a penas se está desarrollando.
Durante la tercera Ronda que corresponde a “la creación de los hombres de madera”, el hombre por fin llega a tener un cuerpo concreto, aunque en un principio con la forma de un gran simio, para progresivamente convertirse en un ser más racional – aunque todavía sigue siendo más un simio que un hombre.
Es
solo durante la cuarta Ronda que corresponde a “la creación de los hombres de maíz”,
que el hombre se vuelve como lo conocemos. Desarrolla enormemente el intelecto y adquiere la capacidad
de hablar.
Al
final de cada Ronda, la humanidad desaparece del mundo manifestado, entrando en
el Nirvana, para posteriormente reaparecer para un nuevo ciclo evolutivo. Lo que
el Popol Vuh interpreta como “es destruida”.
(Esta
evolución la detallo en rondas: desarrollo del hombre)
OTRAS ANALOGÍAS
Los
siete Ahpú que el Popol Vuh dice fueron producidos del gran Padre y de la gran
Madre, y que tienen un papel muy importante en el escenario de la vida
primordial, porque son los poderes creativos activos, en contraste con la
Deidad Suprema, que se dice es pasiva. Pues bien, el esoterismo dice
exactamente lo mismo, solo que los llama los “Siete Señores Supremos”, quienes son
los primeros seres a ser emanados de la Unidad Divina, al momento de formarse
el Cosmos, y cada uno de ellos está a la cabeza de un Rayo, el cual va impartir un atributo
divino en todos los niveles de la Creación. En el oriente se les conoce como
Nagas y en el catolicismo como Serafines. (Esto lo detallo en Serafines)
Sospecho
que los cinco soles que se han sucedido, corresponden a las cinco Razas Raíces que
también se han sucedido en la cuarta Ronda. (Ver las razas humanas: introducción)
Y
así hay muchos más ejemplos.
CONCLUSIÓN
Como
pueden ver detrás de la mitología se esconde el eco de la Sabiduría Universal, adaptada, como
debemos asumir al folklor y tradiciones de aquella gente. Es probable que los
antiguos sabios mayas hayan tenido grandes conocimientos esotéricos, pero
que desafortunadamente, a medida que su cultura fue decayendo, estos se fueron perdiendo
por la falta de herederos adecuados a esos conocimientos. Y lo que fue en un
tiempo, un sistema de pensamiento de la más alta concepción, ahora se le
interpreta como leyendas, pero eso sucede en todas las culturas, incluso en el
cristianismo (ver el aspecto secreto de la confesión
religiosa)
NOTAS SUPLEMENTARIAS
Al
leer este artículo es imperativo tomar en consideración las enseñanzas
teosóficas con respecto a la naturaleza dual del hombre. En estas enseñanzas,
el hombre considerado físicamente, es sólo un animal superior, mientras que el
hombre interior, o sea el hombre con sus poderes y cualidades mentales, así
como sus características espirituales, es algo muy diferente.
Por
lo tanto los dos procesos de formación o evolución del uno y del otro difieren
considerablemente, y el Popol Vuh trata principalmente del proceso físico. Probablemente
la otra parte del proceso en donde al hombre se le dota con mente y cualidades más
elevadas, se encontraba más detallado en aquel libro que el autor anónimo del
Popol Vuh decía que existía en tiempos pasados.
Mientras
que la luna y las divinidades lunares tuvieron que ver con la formación del
hombre físico, las divinidades solares estuvieron involucradas con el
desarrollo de la mente y las cualidades morales. La leyenda del Prometeo
Griego, que roba el fuego de los dioses para traerlo al hombre en un carrizo,
tiene que ver con lo anterior.
El
hombre físico tuvo que pasar, a través de muchos millones de años, por una gran
variedad de formas, en un principio etéreas y muy simples en su constitución,
pero progresivamente volviéndose más completas y sólidas conforme iba avanzando
en el proceso de diferenciación, hasta que el hombre animal llegó a ese estado
de perfección en donde estuvo listo para recibir la chispa divina de los dioses
solares. Esto pone al hombre en la cúspide de la evolución en este planeta, y
esto es lo que los dioses del Popol Vuh se esforzaron por llevar a cabo y los
llamados fracasos fueron simplemente las etapas preliminares de la evolución.
El
detalle es que al dotar al hombre con poderes mentales, también llegó la auto
consciencia y el libre albedrío, y como consecuencia natural, la
responsabilidad moral del hombre, que no existe en el reino animal. La ley del
Karma o la ley de la compensación moral se afianza ahora con más fuerza a él,
porque ahora el hombre tenía en su poder el ir conscientemente en contra de las
leyes de la naturaleza y por lo tanto tenía que sufrir las consecuencias
kármicas. (Ver ¿Existió el jardín de edén?)
Las
consecuencias fueron muy drásticas. Se dice que todavía tenemos que cargar a
cuestas el karma causado por nosotros cuando estuvimos en cuerpos Atlanteanos. Por
esto el sentido de arrepentimiento de los dioses en el Popol Vuh de haber hecho
al hombre libre y como un dios, porque muchos abusaron de esta libertad y de
sus poderes. El ofuscar (empañar) la vista por los dioses significa la pérdida
de los conocimientos superiores, la intuición, etc., la consecuencia kármica
del abuso y el mal vivir.
(Basado
en un artículo de Franziska M. Roos titulado “Sobre la formación del Hombre en
el Popol Vuh”, editado para introducir comentarios míos. El original lo pueden
leer aquí.)
. COMO DESARROLLAR INTELIGENCIA ESPIRITUAL
ResponderBorrarEN LA CONDUCCION DIARIA
Cada señalización luminosa es un acto de conciencia
Ejemplo:
Ceder el paso a un peatón.
Ceder el paso a un vehículo en su incorporación.
Poner un intermitente
Cada vez que cedes el paso a un peatón
o persona en la conducción estas haciendo un acto de conciencia.
Imagina los que te pierdes en cada trayecto del día.
Trabaja tu inteligencia para desarrollar conciencia.
Atentamente:
Joaquin Gorreta 55 años
Hola Cid Desde Paraguay te saluda Roberto.. Es la segunda vez q te envio un comentario. Voy siguiendo por parte los temas y voy descubriendo cosas interesantes y cuyas preguntas siempre me las he hecho.. En que momento de esos 7 planos del hombre se da esa Chispa Divina¨ para q el hombre adquiera esa inteligencia ?..Ese salto cualitativo como lo llaman los católicos para diferenciarse de los animales..Sabemos que ambos estan formados por materia CONDENSADA,y que en un momento dado se da ese salto con intervención divina..cosa q no ocurre con los otros seres de la creación..Espero tu respuesta . Gracias y adelante con ese afán de iluminarnos un poco con esos conocimientos..
ResponderBorrarHola Roberto,
BorrarPrimero te pido una disculpa de tardar en publicar tus comentarios y en responderte, pero estaba de viaje.
Referente a tu pregunta, la Teosofía menciona que la humanidad tuvo el despertar de la mente durante su tercer gran periodo de desarrollo (conocido en la Teosofía como la tercera Raza-Raíz) y usualmente llamado la civilización lemuriana.
Esto se logró por medio de una jerarquía de seres divinos (Ángeles Solares) conocidos en el Oriente como los MANASAPUTRAS (que literalmente en sanskrito significa: “Los Hijos de la Mente”) y que le confirieron la chispa de la mente a los hombres.
Y es que los seres humanos no evolucionan “nada más así porque sí”. Sino que son guiados y ayudados por seres que se encuentran mucho más avanzados en la evolución cósmica.
Y de hecho, si bien hay un desarrollo en conjunto, en cada Raza-Raíz se desarrolla y perfecciona más particularmente uno de sus siete principios del hombre.
Yo sospecho que se hace en este orden:
En la 1ra Raza-Raíz se desarrolla más precisamente el cuerpo energético, porque sin energía nada puede funcionar.
En la 2da Raza-Raíz se desarrolla más precisamente el cuerpo astral, porque es la matriz del físico.
En la 3ra Raza-Raíz (la Lemuriana) se desarrolla más precisamente el cuerpo físico, que contiene el poder divino en un estado dormido (la energía que contiene la materia).
En la 4ta Raza-Raíz (la Atlante) se desarrolla más precisamente el cuerpo kamico, que se necesita para poder adquirir la auto-consciencia.
En la 5ta Raza-Raíz (la actual) se desarrolla más precisamente el mental, que se necesita para que el ser humano adquiera la sabiduría y se vuelva una individualidad (indispensable para encender su materia).
En la 6ta Raza-Raíz (la que sigue) se desarrolla más precisamente el alma, en donde los humanos en su mayoría alcanzan la plena iluminación y se liberan de las ataduras de la materia.
En la 7ta Raza-Raíz (la última) se desarrolla más precisamente la unión de los seis principios inferiores con el Espíritu. Los seres humanos han encendido su materia, sublimado su cuaternario inferior y se han vuelto seres luminosos plenamente divinos.
Aquí te hago un resumen muy sintetizado para que te hagas una idea del proceso evolutivo del hombre en esta cuarta ronda.
Espero posteriormente detallarlo en un capítulo, pero necesito recopilar más información al respecto.
Te mando un gran saludo.
Como puedo hacer para suscribirme a todos los comentarios que vayen entrando segun los diferentes temas..?
ResponderBorrarEn la columna de la derecha puse el link para suscribirse a los comentarios. Está arriba de las “Entradas más populares”.
BorrarCid, Cordial Saludo!!! Me podrías explicar en que momento se dieron los dinosaurios, fue anterior a todo? la información científica es confusa, vi en nat geo que hay evidencia de humanos al tiempo de lo Dinosaurios. Te Agradezco en lo que me puedas colaborar, Saludos.
ResponderBorrarTodavía no he estudiado ese asunto para poderte dar una respuesta de cuando surgieron los dinosaurios porque no sé qué tan fiables sean los medios que utilizan los científicos para datar los fósiles y por el momento todavía no he encontrado información al respecto en la enseñanza esotérica.
BorrarSobre los humanos, creo que William Judge mencionó que los hombres se encontraban todavía en su forma astral en la época de los dinosaurios, pero necesito verificarlo.
"Los siete Ahpú que el Popol Vuh dice fueron producidos del gran Padre y de la gran Madre, y que tienen un papel muy importante en el escenario de la vida primordial, porque son los poderes creativos activos, en contraste con la Deidad Suprema, que se dice es pasiva. Pues bien, el esoterismo dice exactamente lo mismo, solo que los llama los “Siete Señores Supremos”, quienes son los primeros seres a ser emanados de la Unidad Divina, al momento de formarse el Cosmos, y cada uno de ellos está a la cabeza de un Rayo, el cual va impartir un atributo divino en todos los niveles de la Creación. En el oriente se les conoce como Nagas y en el catolicismo como Serafines. (Esto lo detallo en Serafines)"
ResponderBorrarque acaso los "señores supremos"(nagas,serafines,etc) eran los cosmocratores planetarios que se proyectaron a nuestro planeta para crear la vida o son las 7 fuerzas/energias primordiales?
son lo mismo pero a distinto nivel?
cuantos de esos seres/energias hay(10,345,etc,etc)?
Podría ser que se refieran a los mismos seres, ya que el conocimiento oculto ha sido transmitido a los sabios de diferentes civilizaciones a lo largo de la historia.
Borrar¿Y cuántos de esos seres hay?
Innumerables ya que para cada creación en el universo (planeta, sistema solar, galaxia, etc.) se necesitan la intervención de las siete fuerzas primordiales, las cuales son dirigidas por siete seres.
Entonces a nivel oculto, el universo está estructurado en una jerarquía septenaria.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
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