Charles
Carleton Massey fue un abogado inglés, muy interesado en el espiritismo. Fue
uno de los fundadores de la Sociedad Teosófica en 1875 en Nueva York. Luego se
desempeñó en 1878 como fundador y primer presidente de la Sociedad Teosófica
Británica, la primera Rama fuera de los Estados Unidos. Y también fue uno de
los fundadores de la Sociedad para la Investigación Psíquica en 1882.
El
Sr. Massey presenció dos fenómenos paranormales efectuados por los Maestros
transhimaláyicos.
Teletransportación
de un guante
Cuando
Blavatsky junto con el coronel Olcott partieron de Nueva York el 19 de
diciembre de 1878 para instalarse en la India, ellos hicieron una escala de unos
días en Londres.
Ahí
Blavatsky se encontró entre otras personas con el Sr. Massey quien le pidió a
Blavatsky que ayudara a su padre a mejorar su vista, la cual se le había agravado.
Ella accedió pero como ya tenía que partir hacia la India, ella iba a efectuar
esa transmisión energética desde la distancia y para mejor lograrlo ella
necesitaba de una conexión.
Es
por eso que Blavatsky le pidió al Sr. Massey que le diera algo que estuviera impregnado
del magnetismo de su padre que sirviera de vínculo. El Sr. Massey le dio a
Blavatsky un par de guantes que utilizaba su padre.
Blavatsky
y Olcott zarparon de Inglaterra el 19 de enero de 1879 y llegaron a Bombay el 16
de febrero de 1879. Y al día siguiente Blavatsky le envió de manera fenoménica
al Sr. Massey hasta Londres uno de los guantes de su padre, y el otro guante se
lo envió de manera ordinaria.
La
historiadora Josephine Ransom en su libro “Una
Breve Historia de la Sociedad Teosófica” describió este acontecimiento de
la siguiente manera:
« Antes de que HPB
saliera de Londres en 1879, Massey le pidió que curara a su padre, cuya vista
se encontraba gravemente afectada. Para establecer contacto ella se llevó
consigo un par de guantes del Sr. Massey (padre).
Después
de su llegada a Bombay, HPB, por medios ocultos, envió un guante a Londres, el
17 de febrero.
Siguiendo
el consejo de una dama médium de que fuera a su casa el 17, Massey esperó en
una habitación oscura, y en ese momento un paquete liviano lo golpeó en su
rostro.
El
guante restante se envió por correo para que lo compararan.
Este
incidente llegó a los periódicos y molestó a Massey, quien se quejó de que tal
publicidad le costó su práctica. »
(1938, p.112)
Este
evento fue mencionado por el periódico The
Bombay Gazette quien el 31 de marzo de 1879 publicó el siguiente artículo:
«
Taumaturgia teosófica - Un inicio de esa historia
Durante
varios años, en los periódicos norteamericanos han proliferado historias
extrañas sobre las maravillas de la taumaturgia obrada por la Sra. Blavatsky,
miembro del grupo teosófico que se encuentra actualmente en Bombay.
Si
son creíbles, se inferiría que en nuestros días ha surgido un Simón el Mago con
enaguas. Algunas de ellas parecen inverosímiles, como por ejemplo, la que Madame
Blavatsky hace que la música flote por el aire sin que se produzca ninguna
causa comprensible, o la duplicación instantánea de documentos y prendas de
vestir, la aparición y desaparición de inscripciones en letras doradas en
textos orientales sobre los muebles, su propia invisibilidad, la producción de
pinturas y escritos sobre papel con sólo colocar la palma de la mano sobre el
mismo.
Sin
embargo todos estos fenómenos y muchos otros igualmente extraños han sido
atestiguados por numerosos testigos oculares, no teósofos ni siquiera conocidos
de antemano.
De
uno de sus cuadros mágicos –el retrato de un yogui indio–, Thomas LeClear, un
eminente pintor americano, y William R. O'Donovan, un escultor igualmente
distinguido, afirmaron en una revista de Londres que ningún artista vivo podría
en su opinión, igualarlo en vigor, amplitud y singularidad, mientras que ambos
eran incapaces de decidir sobre la naturaleza de la sustancia colorante
empleada y la forma de su aplicación.
Desde
su llegada aquí, la dama ha sido muy cautelosa a la hora de exhibir sus poderes,
pero hemos oído dos ejemplos. Estos dos, sin embargo, son lo suficientemente
fuertes como para provocar asombro.
1)
El primero fue la sustitución instantánea de un nombre, bordado en hilo, en un
fino pañuelo, por otro que ya estaba allí. La hazaña se llevó a cabo ante la
propia mirada de un magistrado auxiliar y del recaudador de la NWP que había
sido compañero de viaje con el grupo teosófico en el viaje de ida.
De
hecho, él sostuvo una esquina del pañuelo mientras se hacía el cambio, y además
había una sala llena de caballeros nativos como espectadores.
2)
El segundo hecho fue aún más milagroso. Antes de salir de Londres, un abogado
inglés, presidente de la Sociedad Teosófica Británica e hijo de un diputado
liberal, cuyo nombre es bien conocido en toda la India, le pidió a Madame Blavatsky
que aliviara la vista de su padre, ahora gravemente dañada.
Ella
dijo que lo intentaría al llegar a la India, pero que como era necesario
establecer una corriente eléctrica y magnética entre ella y el paciente, debía
llevar alguna prenda de vestir u otro objeto que hubiera estado en contacto
cercano y frecuentemente con su persona. Le dieron un par de guantes que ella metió
en un sobre y llevó intactos a la India.
El
17 de este mes, al día siguiente de su llegada, los sacó de su caja y en
presencia del coronel Olcott, le manifestó su intención de enviar uno de ellos
a su amigo de Londres. Dejó los dos guantes sobre la mesa del salón y cerró la
puerta con llave.
Esa
fue la última vez que el coronel Olcott vio los guantes, según nos informa.
Pero con el último correo terrestre llegó la secuela de este fenómeno: una
carta del abogado, fechada en Londres el 18 de febrero, que dice que al llegar
a su despacho en el Temple el día anterior, el 17, él encontró un telegrama de
cierta dama de buena educación y la más alta respetabilidad, que es lo que se
denomina una poderosa "médium", pero que está por encima de toda
sospecha de engaño, y que le decía que estuviera en su casa a las 6 de la
tarde, ya que su "espíritu" familiar tenía un mensaje para él de
Madame Blavatsky.
Llegó
puntual a la cita y fue recibido por la dama y su esposo, quienes lo hicieron
pasar a una habitación oscura. Dejaremos que el propio abogado nos describa lo
que sucedió:
"A
decir verdad", comenta, "no esperaba mucho, pero el 'espíritu' llegó
justo a tiempo para la cita, llenando el aire de un dulce perfume y comenzando
la entrevista (que no duró ni un minuto) arrojándome algo ligero y suave a la
cara, y acertó bien a pesar de la oscuridad. De ahí salió el perfume antes
mencionado.
En
cuanto lo toqué supe lo que pasaba sin que nadie me lo dijera. ¡El guante! ¡El
guante! Y un mensaje diciendo: ‘Para usted desde Bombay’. Cuando los periódicos
ya nos habían informado que su barco había llegado el domingo, hace dos días.
¿Qué puedo decir?
¿Qué pienso?
La
conocida firma en el interior de la piel curtida del guante en la conocida
escritura azul y los símbolos menos conocidos y menos descifrables que hay
encima.
(Nota
de Cid: esto indica que el mensaje habría sido escrito por el maestro Kuthumi.)
Los
testigos de este caso son irreprochables y realmente no sabemos qué decir de
este nuevo servicio de correo trans-atmosférico.
El
guante restante, o lo que pretende serlo, ha sido gentilmente entregado a un
caballero de Bombay para que disponga de él como quiera y será enviado a
Londres para compararlo con su compañero, cuyo vuelo a través del espacio hace
alarde del personaje Puck, de que ‘pondría
un cinturón alrededor de la Tierra en veinte minutos’, parece algo más que
una licencia poética." »
(p.3)
Posteriormente
ese mismo periódico publicó un segundo artículo sobre este asunto, el 31 de
mayo de 1879:
«
Taumaturgia Teosófica
Nuestros
lectores recordarán sin duda el artículo sobre la "Taumaturgia
Teosófica", que apareció en el Bombay Gazette del 31 de marzo. Hoy tenemos
la continuación en forma de carta del abogado inglés que recibió el guante. La
moderación de su tono al hablar del valor del asunto como prueba de una fuerza
oculta en la naturaleza es altamente encomiable.
Independientemente
de lo que pensemos o no respecto a la "magia", es al menos un
consuelo saber que los testigos de este caso son tan dignos de confianza.
Lamentamos
que la publicación del artículo en cuestión haya causado dolor, especialmente
porque estamos completamente convencidos de que su autor ignoraba por completo
que estaba cometiendo alguna indiscreción al proporcionarnos los hechos.
"Al
editor del Bombay Gazette.
Señor,
Habiendo
leído un relato publicado en su periódico el 31 de marzo pasado, relativo a la
transmisión instantánea de un guante de Bombay a Londres por HP Blavatsky, y
recibido por mí a través de la mediumnidad de una dama de esta última ciudad,
me permito manifestar que las circunstancias, hasta donde puedo asegurar, están
correctamente expuestas en ese relato.
Sin
embargo, deseo añadir que mi padre, al que se alude, no participó en el
experimento, pues no tenía fe en los poderes que yo deseaba invocar para su
vista (que no está seriamente "deteriorada").
Es
evidente que toda la fuerza de la evidencia depende de la improbabilidad, por
mucho que se la estime, de que haya existido una conspiración previa entre
Madame Blavatsky y la otra dama con el propósito de llevar a cabo una impostura
estúpida y vergonzosa.
Suponiendo
esto, no había, por supuesto, nada que impidiera que los guantes se emparejaran
en Londres antes de la partida de Madame Blavatsky, que se desgastaran los
nuevos hasta que se parecieran a los originales en apariencia de uso, y que uno
de estos últimos, con los caracteres inscritos, se dejara en manos de la médium
en Londres, con un acuerdo previo sobre la hora y la forma de su presentación.
El anuncio telegráfico de la llegada del barco a Bombay, por supuesto, haría
que esta parte del plan imaginado fuera perfectamente fácil.
Sin
embargo habiendo dicho esto, por respeto profesional al valor de la evidencia,
deseo manifestar enfáticamente que mi íntimo conocimiento de ambas damas y mis
experiencias previas con los extraordinarios poderes de Madame Blavatsky me
permiten rechazar estas suposiciones sugeridas sin vacilación.
Pero
en la medida en que el público en general no tiene este conocimiento y
experiencia de las partes, considero que la publicación de estos hechos ha sido
desaconsejada, como ya he explicado en periódicos ingleses que los han
comentado en el tono que podría haberse esperado.
Adjunto
mi nombre y dirección para su propia satisfacción, y le ruego que siga siendo,
señor, su obediente servidor.
El
destinatario del guante en Londres.
Temple,
Londres, 6 de mayo." »
(p.2)
Materialización
de una carta
El
segundo fenómeno implicó la transmisión de una carta para el Sr. Massey por
parte del Adepto Hilarión.
Observaciones
Seguramente
la médium a la que se refieren es la señora Mary Hollis Billing quien hospedó a
Blavatsky en su casa cuando Blavatsky se quedó unos días en Londres, y la gente
escéptica puede considerar que hubo complicidad entre estas dos damas para efectuar
ese fenómeno paranormal.
Pero
para los que hemos estudiado más profundamente el esoterismo consideramos que
si es posible que esa teletrasportación haya sido real, ya que ese fenómeno
seguido se ha producido en el espiritismo, y los Maestros también lo efectuaron
en varias ocasiones con otros objetos y otros testigos.
Numerosos
ejemplos les pongo en este otro artículo (luego lo publico).
Así
que veo muy poco probable que todas esas personas hayan sido cómplices de Blavatsky,
además que posteriormente el maestro Kuthumi le reveló al Sr, Sinnett en una
carta que le envió en julio de 1883 que ellos (los Maestros transhimaláyicos)
si habían sido quienes habían efectuado esos fenómenos:
« Aunque tú no me pides
tratar este asunto, sin embargo diré dos palabras más acerca de la dificultad
del Sr. Massey respecto a la carta de nuestro Hermano Hilarión, quien entonces
se encontraba en Escocia y que le fue enviada a Massey dando un rodeo a través de
“Ski”.
.
. .
Si
el Sr. Massey hubiera declarado a los espiritistas ingleses que él estaba en
comunicación con los Hermanos por medios ocultos, él habría dicho la pura
verdad. Porque no sólo una, sino dos veces él tuvo esa relación oculta: una vez
con el guante de su padre, enviado por Morya a través de "Ski", y
otra vez con la nota en cuestión, para cuya entrega se empleó la misma agencia
práctica.
Puedes
ver que el suyo es un ejemplo más de la facilidad con la que incluso un
intelecto superior [el Sr. Massey] puede engañarse a sí mismo en asuntos de
ocultismo, por la mâya [ilusión]
engendrada por él mismo. »
(CM 81, p.385)
En
esa carta el maestro Kuthumi está haciendo referencia al espíritu guía de la
Sra. Billing que se denominaba "Ski", y que el Sr. Massey desconfiaba
de la naturaleza de "Ski".
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