LOS MISIONEROS BUSCAN DERRUMBAR A LA SOCIEDAD TEOSÓFICA

 


Los misioneros han hecho un gran trabajo humanitario alrededor del mundo, desafortunadamente este ha sido manchado por su gran interés de imponer su iglesia en las demás civilizaciones.

(Lo que es contrario a la palabra de Jesús, ya que el amor al prójimo implica también el respeto a la cultura del prójimo)

Un ejemplo de ello fue el artículo “El Colapso de Kuthoomi” que publicó el 11 de septiembre de 1884  la Revista del Colegio Cristiano de Madrás, conteniendo 15 cartas que hacían ver a Blavatsky como una estafadora fraudulenta y sin conciencia. Hay todavía algunos historiadores que las consideran autenticas, sin embargo existen muy buenos argumentos para considerar que en realidad son falsas:


Interés de los misioneros de derrumbar a la Sociedad Teosófica.

Los misioneros veían con recelo a la Sociedad Teosófica porque esta induce a los orientales a apreciar y comprender sus propias escrituras sagradas, impidiendo así la difusión del cristianismo.


No corresponden al estilo literario de Blavatsky

Las cartas están escritas en inglés y gran parte en francés, pero en un francés burdo, lleno de italianismos, faltas de ortografía y de sintaxis, que no coincide con el estilo de Blavatsky, ya que ella escribía un francés elegante sin faltas de ortografía.


Venganza de los Coulomb

Era una pareja de empleados domésticos del Cuartel General teosófico en Adyar que fueron despedidos al descubrirse su complot para desprestigiar a la Sociedad Teosófica haciendo creer que los fenómenos que ocurrían en el “Relicario” eran falsos (lo explico en detalle en los coulomb).

Según Franz Hartmann, el señor Coulomb le confesó que los misioneros le habían prometido 10’000 Rupias si lo lograba. Si esto no es cierto entonces:

¿Por qué después de ser despedidos fueron alojados por los misioneros cristianos de Madrás?

En su obra Viejas Hojas del Diario (v2, p197) Olcott comenta que Blavatsky le envió un cable diciendo: “Éxito completo. Son forajidos. Tengo las pruebas legales” ya que los Coulomb se habían escapado de Egipto para evitar ser arrestados por bancarrota fraudulenta.

Blavatsky entonces había ido a Europa, cuando regresó a la India el 21 de diciembre de 1884 dio una de sus pocas alocuciones públicas. Ella dijo que “de todas las cartas publicadas, ni una sola fue escrita por ella”
(Viejas Hojas del Diario, v2, p195)

“Casualmente” la señora Coulomb publicó dos días después un panfleto en contra de Blavatsky, intitulado: “Algunos Relatos de mi Asociación con las señora Blavatsky desde 1872 hasta 1884”. ¿Con qué dinero? No necesitó, más “casualmente” el panfleto fue publicado por los propietarios del Madras Christian College Magazine por Elliot Stock, Londres, fechado el 29 de noviembre de 1884.

Además el experto grafólogo Vernon Harrison hace notar que la escritura del señor Coulomb es notablemente similar a la de Blavatsky (ver su investigación)


Un enemigo de Blavatsky las compró y prefirió no usarlas

Elliot Coues fue un afamado erudito que al no poder lograr sus objetivos de control dentro de la Sociedad Teosófica se volvió su enemigo. Sus ataques culminaron con la publicación en uno de los periódicos de mayor circulación en esa época: el New York Sun, de un voluminoso artículo titulado “Historia de un fraude” (20-jul-1890)  donde acusa a Blavatsky de inmoralidad, fraude, plagio y engaño sistemático.

William Judge entabló una demanda de difamación en contra de Coues y el periódico. Coues buscando pruebas para su defensa compró las cartas originales publicadas por los misioneros, pero nunca las presentó. ¿Por qué? La respuesta más lógica es que dándose cuenta de su carácter burdamente fraudulento, prefirió no usarlas.

Aunque Blavatsky murió en 1891 y la demanda oficialmente se cerró, el New York Sun continuó con la investigación y el 26 de septiembre de 1892 voluntariamente se retractó y pidió disculpas en un artículo editorial, repudiando la entrevista de Coues.


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Blavatsky se encontraba en ese entonces en Europa y regresó a la India plenamente convencida de que había que demandar a los Coulomb y a los propietarios de la Revista del Colegio Cristiano en una Corte de Justicia por difamación, insistiéndole a Olcott que como presidente de la Sociedad Teosófica llevara a cabo la demanda. No le importaba personalmente su reputación, pero si esta se destruyese afectaría a la Sociedad Teosófica, ya que ella era su exponente principal. Pero Olcott insistía en no actuar. Entonces Blavatsky dijo que ella haría la demanda sola, a lo cual Olcott amenazó con renunciar a su puesto y que la convención anual que se tendría el 27 de diciembre decidiera entre las dos propuestas, haciendo que Blavatsky desistiera a demandar individualmente.

La convención votó por no demandar ya que muchos dudaban de Blavatsky. El público consideró ese acto como una admisión tácita por parte de los teósofos de que las acusaciones eran ciertas. Toda esta situación hizo que la débil salud de Blavatsky se derrumbara y cayera muy gravemente enferma, al grado que su Maestro (el Mahatma Morya) tuvo que ir personalmente a Adyar (algo muy inusual) para curarla y evitar que muriera.

Los dirigentes de Adyar (en particular Olcott) consideraron que si se alejaban de Blavatsky, las cosas se arreglarían, así es que Blavatsky partió rumbo a Europa el 31 de marzo de 1885. Oficialmente enviada para recobrar su salud, pero como ella lo precisa en una carta, en realidad fue expulsada:

« A pesar de mis protestas, se me sacó precipitadamente de Adyar. Enferma como estaba, y en verdad casi muriéndome, como dijeron los doctores, aún así me opuse, ya que habría batallado por la Teosofía en la India hasta mi último aliento, si hubiese encontrado un apoyo leal. . . » (Collected Writings, Vol. XII, p162)

La prueba es que posteriormente ya no quisieron que regresara. Cuando Blavatsky lo solicitó, el coronel Olcott le respondió “que tan pronto regresara sería enviada a las Islas Andaman como espía rusa”, lo que era falso.

Con el tiempo el asunto se olvidó, pero tuvo graves consecuencias esotéricas. (ver el lado oculto de la Sociedad Teosófica) 


Ver también:
El problema de la Sociedad Teosófica
¿Blavatsky y la Teosofía son racistas? 
El lado oculto de la misa religiosa

3 comentarios:

  1. Saludos
    Cid si el sr Olcott (y los demás que no apoyaron la posición de Blavatsky de demandar) no creía en que ella decía la verdad, por qué entonces no se retiró de la sociedad y del esoterísmo en general, para que seguir trabajando, apoyando y difundiendo algo en lo que no creían más que fuera verídico?

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    1. De hecho fue lo que ella hizo. Blavatsky se retiró a Europa en donde ella abrió su propia Logia y continuó enseñando lo más que pudo hasta su muerte. Y es que esa era su misión, sin importar que la gente le creyera o no.

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  2. Gracias por responder Cid
    Pero me refiero a el sr Olcott y a los demás hipócritas que seguían trabajando en difundir una enseñanza de la cual no creían en la fuente y los medios de transmisión.

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