Sobre este asunto, el conocedor en
magia africana, Miad Hoyora Korahon, escribió lo siguiente:
« Tau-Triadelta (Blavatsky) explicó que:
« Muchas de las proezas
efectuadas por la magia se obtienen "psicologizando" a los espectadores,
o sea haciéndoles creer que ellos están viendo y sintiendo algo que piensan que
es verdadero, cuando en realidad no lo es y simplemente han sido hipnotizados por el
mago, aunque las personas permanezcan todo el tiempo en plena posesión de sus
facultades ordinarias.
Y esto es bien conocido en la India
en donde los faquires itinerantes hacen su exhibición. Por ejemplo, ellos ponen
una pequeña carpa y les dicen a los espectadores que elijan cualquier animal
que deseen ver emerger de ella, y los transeúntes nombran en rotación muchos
animales diferentes, y en todos los casos el animal deseado sale por la
abertura de la lona y se aleja lentamente hasta desaparecer en una esquina adyacente;
ya sea un perro, un oso, un tigre, etc.
Y esto se logra hechizando los sentidos de los espectadores, al igual que todas las otras
grandes hazañas indias, como "el truco de la canasta", "el árbol
de mango", "lanzar una cuerda al aire y trepar por ella", etc.
En cambio en la magia africana el
observador ve realmente lo que está sucediendo, debido a que la fuerza empleada
por los brujos africanos no es una acción psicológica sino que es una acción real.
Aunque el precio a pagar es muy caro ya
que el brujo se convierte en el esclavo del espíritu maligno al que se ha
entregado a cambio del poder que ha obtenido. »
Tau-Triadelta tiene razón, pero
también se emplean mucho las ilusiones en la magia africana, y las propias
proezas que Tau-Triadelta relata haber presenciado lo prueban como a
continuación se los demostraré:
Tau-Triadelta relata que había estado
con dos hacedores de lluvia en su choza, y que ellos le estuvieron mostrando
algunos ejemplos de sus habilidades.
« Siguiendo las instrucciones
del anciano, nos dispusimos alrededor de la fogata en los tres puntos de un
triángulo imaginario. Entonces los dos hombres agitaron las manos sobre el
fuego al ritmo de su canto, cuando de repente decenas de tic polangas, las
serpientes más mortíferas de África (sic) salieron lentamente de las brasas
ardientes, y entrelazándose, dieron vueltas en una loca danza sobre sus colas
alrededor del fuego; haciendo todo el tiempo un silbido continuo.
Y al oír la orden, todas las serpientes
saltaron al fuego y desaparecieron. Y después de eso el joven se me acercó, y
arrodillándose abrió la boca de donde salió la cabeza de una serpiente tic
polanga. Entonces la jaló, sacando una serpiente de casi un metro de largo de
su garganta y la arrojó también al fuego. Y en una rápida sucesión, extrajo
siete serpientes de su garganta y las arrojó todas al fuego. »
Ahora bien, hay dos cosas a destacar
en este relato:
A) La "tic-polanga" es el
nombre telugu (?) de la Baboia Russellu
conocida por los anglo-indios también como la serpiente Cowrie debido a sus
marcas, y las mayores autoridades en la materia dicen que solo habita en un
área limitada de Asia (como por ejemplo lo indica Fayrers en su libro "The
Thanotophidia of India"); y
B) No se conocen serpientes cuya
estructura les permita "bailar sobre sus colas".
_ _ _
Por lo tanto, o esos dos magos africanos
obligaron a ciertas entidades (¿tal vez elementales?) a adoptar las formas de
esas serpientes, o lo más probable es que ellos hechizaron los sentidos de Tau-Triadelta
para que creyera que estaba percibiendo a varias tic-polangas bailando sobre
sus colas.
Y en cualquier caso, los magos la
"psicologizaron" haciéndole creer que las serpientes que vio eran
reales, y que eran tic-polongas en África, y que el público las conoce como
"las serpientes más mortíferas de África", cuando en realidad son los
"sumadores" quienes tienen derecho a ese título.
Y a partir de estas explicaciones,
los lectores percibirán que los hechiceros africanos también utilizan la
ilusión o glamour. Y de hecho, en general, ningún ocultista puede leer el
artículo de Tau-Triadelta sin reconocer que el glamour fue la técnica principal
que utilizaron esos dos magos en sus demostraciones.
Y a continuación les mencionaré
otros ejemplos de ilusión que me han contado:
1) Un testigo presencial me dijo que
en 1872 un amigo suyo, propietario de un campo de cañas, buscó la ayuda de un
famoso Obeahman que vivía en la región para evitar que le robaran las cañas.
El testigo se encontró con el
propietario después de que éste regresó de la consulta y le preguntó cómo le
había ido.
Y el propietario sacó dos varillas
de medio metro de largo, diciendo:
- "El Obeahman me dio estas
dos serpientes para que las pusiera en el campo."
Y al arrojar una de las varillas al
piso, de inmediato se convirtió en una serpiente negra, que nuevamente asumió
la forma de un trozo de palo cuando el hombre la recogió.
El propietario las colocó en su
campo y le advirtió a cada uno de los vecinos que no se metieran porque habían
serpientes que cuidaban su cultivo, y muchas personas que intentaron robarle
las cañas fueron perseguidas por una serpiente negra.
Y el hombre que me contó esta
historia me dijo también que el propietario solía poner una taza de leche en el
campo todas las mañanas, y le dijo que era para alimentar a las serpientes, y
que cuando se cosechaba las cañas, las serpientes desaparecían. Y supe de otras
personas que también vieron a esas serpientes.
2) Los acontecimientos de los dos Obeahmen que a continuación voy a narrar ocurrieron también en tiempos recientes, y aunque por un lado,
no evidencian un conocimiento de tan alto grado como el que mostró tener el señor Kongo Brown hace sesenta años atrás, no son
de menor interés para el ocultista y la mayor parte de su veracidad está
garantizada por los testigos presenciales.
Y aunque los dos hombres eran ambos
negros criollos nacidos en las Indias Occidentales, solo comenzaron a
manifestar sus poderes después de haber visitado la Guayana, en donde
tuvieron la oportunidad de reunirse con moros o árabes argelinos.
Uno de ellos se llamaba MB y murió
en 1875, él estuvo a punto de ser carpintero de oficio pero su aspecto se vio
empañado por una enfermedad que le devoró en gran parte la nariz, y esa desfiguración
también le afectó el paladar, provocando con ello que hablara con una voz muy
ronca.
Regresó a su pueblo natal a los 45
años después de una estancia de algunos años en Guayana, y como era de un
temperamento muy irascible y aficionado a las bebidas alcohólicas, pronto adquirió
la reputación de ser muy desagradable y temido. Y esto último parece haber sido
auspiciado por dar pruebas de sus poderes como Obeahman.
Una de las pruebas fue que se le
atribuyó el haber obligado a todo tipo de personas a darle empleo, incluso a
sus enemigos declarados, y sin importar el hecho de que era un trabajador
notoriamente malo. Pero a pesar de ello, en general obtuvo que lo contrataran e
incluso un aumento de salario al ser el capataz de la obra.
El evento que primero le ganó la reputación
de ser un Obeahman peligroso, se produjo cuando un día se encontró en el camino con dos
niñas hermanas que se rieron de él y se burlaron de su falta de
nariz.
Esto provocó un altercado que terminó con
él acercándose hacia las niñas y pasando su mano abierta por el rostro de cada una
de ellas, declarando mientras lo hacía que dentro de tres meses ellas estarían sin nariz como él, y sufrirían de que la gente se rieran de ellas por eso
también.
Y eso que profetizó sucedió debidamente, y una de
las mujeres murió recientemente y una vez me fue señalada en confirmación.
Los siguientes tres "trucos"
que efectuó MB los relata un carpintero que yo empleo y que trabajó con MB con
frecuencia y lo conocía bien:
« Una noche yo estaba caminando
hacia la ciudad y me encontré con MB en el camino. Tenía corriendo delante de
él a un perro grande y muy feo que se me acercó, y como yo tenía algo de miedo a
ser mordido, lo mantuve alejado con mi bastón.
Al ver esto, MB me dijo:
- "¿Por
qué te entrometes con mi perro? ¡Te mostraré algo para enseñarte mejores
modales, muchacho!"
Y luego, señalando la zanja que estaba
a un lado de la carretera, le dijo al perro:
- "Baja allí y persigue a ese
tipo."
El perro saltó a la zanja y al cabo
de un minuto reapareció rodeado por una gran serpiente negra. Y como yo les
tengo mucho miedo a las serpientes, tan pronto como la vi, me puse a correr lo
más rápido que pude. Y después de correr unos metros, miré hacia atrás y vi que
el perro seguía persiguiéndome pero ya no se veía ninguna serpiente.
MB se rió y me dijo:
- "¡Que
esto te sirva de lección! La próxima vez que te metas con mi perro, enviaré a
esa serpiente para que te muerda."
Así que tuve mucho cuidado de no darle esa
oportunidad.
Y en otra ocasión, algunos años después de eso, mi tío estaba haciendo algunas
reparaciones en su casa, y yo y algunos otros hombres estábamos trabajando con
él. A mi tío no le agradaba MB por lo que aunque éste le pidió trabajo, mi tío
se negó a contratarlo.
Y
una mañana, cuando mi tío estaba cortando un trozo de tabla, MB apareció y se
quedó unos minutos mirando a mi tío, y luego le dijo:
- "¡Estás cortando
esa tabla demasiado corta!"
A
lo que mi tío le respondió:
- "No, no lo estoy."
Y
después de terminar de cortar la tabla, la colocó sobre el espacio que debía
cubrir, pero constató que estaba algunos centímetros más corta. Así que agarró
otra tabla, la midió y marcó la longitud con un lápiz. Y cuando
empezó a cortarla, MB le dijo:
- "¡Estás cortando
esa tabla demasiado corta otra vez!"
Mi
tío molesto le contestó:
- "¡Que no, puesto
que la acabo de medir!"
Pero
cuando terminó de cortar la tabla y la colocó sobre el espacio, encontró otra
vez que era dos pulgadas más corta. Así que por tercera vez mi tío tomó una nueva
tabla y esta vez la posicionó sobre ese espacio que iba a ocupar y revisó varias veces las medidas antes de comenzar a cortarla. Y
mientras estaba cortando la tabla, MB le dijo:
- "¡Te estás
volviendo estúpido! esta vez es demasiado largo."
En
ese momento mi tío estaba muy enojado, colocó la tabla sobre el espacio y
encontró que era de dos pulgadas más largo. Luego marcó las dos pulgadas
con precisión y procedió a cortarlas, y mientras lo hacía, MB. se rió de él y
le dijo:
- "¡Ahora la tabla está demasiado
corta otra vez!"
Y
resultó que efectivamente ahora le faltaban dos pulgadas. Luego mi tío y MB se
pelearon y MB se fue. Pero un poco más tarde, cuando mi tío estaba recortando
un tabique con un cincel, MB regresó y le dijo:
- "¡Mira, tu mano
está lastimada!"
Y
la mano izquierda de mi tío tenía un corte muy fuerte, justo en el centro de la
palma, y sangraba profusamente y le dolía mucho y mi tío estaba bastante
alarmado. Y mientras tanto MB se rió de él, pero después de un rato MB fue a
recoger unas hojas verdes con las que vendó la herida, y mientras lo hacía le
dijo a mi tío:
- "Estarás bien
mañana por la mañana."
Y
a la mañana siguiente, no había rastro ni cicatriz de ninguna herida en la mano
de mi tío.
Posteriormente yo y MB estabamos trabajando para un anciano llamado W, y un día los
tres fuimos invitados a un funeral. Yo y MB montábamos caballos, mientras que W
montaba un burro.
En
el camino MB se burló de eso, pero W elogió mucho a su burro diciendo que era un animal muy dócil,
tranquilo y con buenas cualidades de trabajo; pero MB dijo que él estaba seguro que en realidad era un animal malvado y que le haría una mala pasada a W en poco tiempo.
Cuando
llegamos a la casa en donde iba a efectuarse el funeral, encontramos un número
considerable de personas ya reunidas.
La
casa estaba en la cima de un montículo, y una pendiente empinada se alejaba de
la puerta hacia un estanque de patos muy sucio y fangoso. Cuando bajamos de nuestras monturas y
atamos a nuestros animales, MB se acercó al burro de W, agarró una de sus
orejas, sopló y le habló rápidamente en algún idioma extranjero que comenzaba con
palabras como “likitaki, likitaki, likitaki” y terminó diciendo “C'est
bon”. Ante lo cual el burro resopló y sacudió violentamente la cabeza.
Esto
lo repitió tres veces, y cada vez el burro resopló y negó con la cabeza, para
gran diversión de los espectadores, incluido el propio W.
Cuando
terminó el funeral, ingresamos a la casa donde tomamos unas bebidas, y después de un
rato MB se levantó y le dijo a W:
- "Ya es hora de
irnos."
Salimos
y montamos nuestros caballos y W su burro. Comenzamos a avanzar pero el burro
de W no se movía. W lo persuadió y lo instó sin cesar, y luego comenzó a
golpearlo, ante lo cual el burro giró en redondo y comenzó a patear y a mover
las patas como si estuviera loco, mientras W lo agarraba con fuerza.
Pero el burro se precipitó por la orilla hasta el borde del estanque, luego se
detuvo repentinamente y disparó a W hacia el agua fangosa de la que el anciano salió mojado
y cubierto de lodo de la cabeza a los pies.
MB
quien se había estado riendo todo el tiempo, le dijo a W:
- "¡Ahí
lo tienes hombre! ¡Te dije que ese burro te fallaría!"
W
se enfureció mucho y se dirigió hacia MB par atacarlo, quien escapó al galope lo más rápido
que pudo, en medio de los votos de venganza de W contra él y la risa de toda la
gente. »
3)
Un contemporáneo de MB era un hombre llamado D quien también había estado en
Guayana, y también de allí trajo consigo algunos conocimientos del mismo tipo.
Sin embargo, a la manera de los Obeahmen, los dos hombres nunca pudieron
ponerse de acuerdo, y su animosidad culminó cuando MB desafió a D a una pelea
de magia.
Ellos
debían reunirse en un momento y lugar determinados para resolver esa
confrontación, y eso debía hacerse de una manera que ciertamente era muy
clásica a su manera. Cada uno debía hacer aparecer una serpiente, y las
serpientes debían luchar entre ellas, y la que se tragaba a la otra sería la
vencedora.
MB
estaba en el lugar en el momento adecuado, asistido por algunos de sus amigos,
pero D consideró apropiado no ir, y MB estaba muy disgustado y enojado.
Maldijo profundamente a D y le comentó a sus amigos:
- "Si ese cobarde
hubiera venido, yo podría haberlo secado y matado."
Y
mientras decía eso, golpeó una planta que se encontraba seca y las hojas rápidamente
se marchitaron y se secaron.
Y
un amigo de D me informó que varias veces vio a D quitarse un pañuelo de la
cabeza o de la cintura y arrojarlo al suelo, donde de inmediato se transformó
en una serpiente. Y un ejemplo de ello fue el siguiente:
« Una
noche estábamos juntos y escuchamos música en una de las casas. D me dijo:
- "Hay un baile,
vayamos a ver."
Sin
embargo yo me negué porque no conocía a la gente de esa casa, pero D insistió así
que lo seguí, y cuando estábamos cerca, bajamos de nuestras monturas y atamos nuestros caballos, y D
dijo:
- "Observa, te
mostraré algo de diversión."
Fuimos
hacia la puerta abierta y vimos a la gente bailando. Entonces D se quitó el pañuelo de
la cabeza y lo arrojó al centro de la habitación, y tan pronto como el pañuelo tocó
el suelo, se convirtió en una serpiente, una grande de cola amarilla. Y toda la gente
se asustó mucho y salió corriendo gritando por las puertas y saltando por las
ventanas.
Entonces
el dueño de la casa se acercó a D y le suplicó que se llevara su serpiente, lo
que hizo D recogiéndola, y al levantarla volvió a convertirse en el pañuelo que
D volvió a atar alrededor de su cabeza. Consiguió un trago del hombre y luego nos
fuimos de esa casa.
Y en
otra ocasión estaba esgrimiendo con un palo y de repente convirtió su palo en
una serpiente, para gran desconcierto de su antagonista. »
Y
D también podía manipular a los animales. Una vez me contaron que D fue a un pueblo en un burro,
y mientras él se ocupaba de unos asuntos allí, su burro se soltó y se fue al
jardín de una mujer donde comenzó a comer sus verduras.
La
señora al encontrarlo en el jardín, lo llevó a la casa y lo ató allí. Y cuando D buscó
al burro, le informaron que esa señora lo había tomado por infracción. Al ir a
buscarlo a su casa, la señora exigió un dólar, según la costumbre aquí, por la
infracción cometida antes de que se lo entregara.
D
se rió de ella y acercándose al burro, le dio una palmada y le dijo algo en un
idioma extranjero, luego se volvió hacia la señora y dijo:
- "Muy bien estimada dama,
que tenga un buen día", y D se fue.
La
señora desconcertada desató el burro para llevarlo a pastar, pero tan pronto como ella desató la cuerda, el burro se levantó
sobre sus patas traseras, la atacó, la derribó y luego se dirigió hacia su
amo a toda velocidad.
_ _ _
Una cosa acerca de estos dos Obeahmen
y del señor Kongo Brown (que les mencioné en el artículo anterior a éste) parece
colocarlos en un estatuto diferente, y quizás más alto que el que ocupan los
demás practicantes de la magia Obeah. Y es que nunca se supo que ninguno de
ellos vendiera sus servicios, o usara sus poderes con el propósito de hacer
dinero, mientras que con los demás miembros claramente esa es la regla.
Y parece que las serpientes que se
produjeron en todas esas ocasiones fueron siempre serpientes “negras” o “de
cola amarilla”: una especie común aquí donde no hay serpientes venenosas. Se
dice que el "de cola amarilla" es la hembra del "negro", y
pertenecen a la variedad del crotalus.
¿Por qué se elijen
estas serpientes en particular?
No parece haber una razón particular
para ello y quizás se deba porque los pobladores negros las respetan más que a
cualquier otro de los muchos tipos de serpientes que se encuentran en esta
región.
Y la producción de serpientes por parte
de MB y D seguramente se logró con el uso del glamour hipnótico, y en el caso
mencionado al inicio del artículo con las dos varillas, el glamour probablemente se adjuntó
a esas palos por impregnación mesmérica, por lo que se convirtieron de hecho en
"talismanes" en cierto modo.
Y es curioso encontrar en este otro lado del
mundo.las hazañas
clásicas de los antiguos sacerdotes egipcios, tales como convertir varas en
serpientes y que también se tragan entre ellas.
“Lejos en los pliegues de la
oscuridad de Occidente, a manos de los hijos de Cam”. Por lo que no me
sorprendería algún día encontrar a uno de estos Obeahmen haciendo que su vara
tenga hojas, etc., y también porque esas hazañas se pueden realizar mediante el
mismo proceso de "psicologización".
La alucinación que le produjo MB al carpintero en cuanto a la longitud de sus tablas, y el posterior corte
y curado de su mano, es por supuesto casi el mismo proceso de glamour, solo que
llevado un poco más lejos; y la destrucción de las narices de las dos niñas
puede haber sido logrado mediante el uso de "sugestión" más la fuerza
psíquica, lo que terminó por producir que las niñas se infectaran de esa enfermedad.
Y la muerte de la planta verde es
otra exhibición de las mismas fuerzas, y recuerda una operación similar que se efectúa en una
parte de la India poco conocida por los europeos.
En uno de los pequeños
estados tributarios (y muy jangali) de la división de Chutia Nagpur, que se
encuentra cerca del límite hacia Sambalpur, existe una especie de fraternidad
de Ojahs y Dainas que imponen una especie de prueba de poder a aquellos que
aspiran a ser parte de sus miembros, y que consiste en colocar al neófito atado
al pie de un árbol de Sirhul (Shorea
Robusta) que él o ella debe destruir y matar en un tiempo determinado.
Por supuesto, el poder de los “hechizos”
(mantra-sakti) puede producir los mismos efectos, y el hecho que los Obeahmen
no ignoran esa parte del ocultismo, lo demuestran las actuaciones de MB y D con
los burros, así como en otros casos.
Y otro caso de lo mismo ocurrió en
los últimos meses con un nieto de Kongo Brown, quien manipuló a una vaca suya,
que él había atado para pastar en la tierra de otro hombre, de tal manera que
cuando este último la encontró y quiso llevársela por transgresión, la vaca se
voltió hacia él, lo agarró por los cuernos y lo llevó en esa posición incomoda a través de
todo tipo de arbustos y zarzas (por lo que el hombre terminó muy arañado y con
la ropa hecha jirones) directamente al patio de su amo.
Se dice que los negros criollos
españoles de Trinidad y del Principado de España, donde hay muchas serpientes venenosas,
usan un hechizo cuando encuentran una serpiente, que deja a la serpiente perfectamente
impotente para que ellos puedan matarla sin peligro. Y se dice que ese hechizo
particular les ha sido enseñado por los indios del Main. Y de esos indios
también he estado escuchando algunas historias curiosas que quizás puedan ser
la base de un artículo futuro. »
(Theosophist, abril de 1891, p.415-419)
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