Sobre
este asunto René Guénon en su libro Teosofismo
escribió lo siguiente:
« Considerando
a Mme. Besant como un simple agente político inglés, concluía poniendo en
guardia a sus compatriotas contra ella, aconsejándoles resistir al máximo y más
que nunca contra toda intrusión extranjera. Y mucho más tarde, he aquí con qué
severidad enérgica fue juzgada la obra de Mme. Besant por patriotas hindúes:
"Mme.
Besant se ha hecho señalar por muchas cosas en su aventurada vida, pero su
papel último es el de ser una enemiga sutil y peligrosa del pueblo hindú, en
medio del cual revolotea como un murciélago en las tinieblas de la noche... al
igual que las sirenas arrastran con sus cantos a los hombres hacia la ruina,
así esta mujer elocuente y dotada atrae a la juventud hindú llevándola a su destrucción
con sus palabras melosas y mendaces. El veneno de su palabra argentina, bebido
por sus oyentes hechizados, es más mortal que el veneno de la serpiente...
Desde el establecimiento del Central-Hindu College, en Benarés, Mme. Besant se
ha hundido más y más en el fango de la hipocresía y de la mendacidad.
Tal
vez la pasión orgullosa de la superioridad imaginaria de su raza ha vencido a
su fervor religioso. Siempre fue inestable e inconstante en su apego a las
ideas y a las causas. Esta cualidad de su mentalidad indujo al señor W. T.
Stead a calificarla: ‘la mujer sin convicción estable’. Como quiera que sea, lo
cierto es que en la actualidad ella está completamente de acuerdo con los
planes de la casta extranjera que gobierna a la India, y deba ser contada entre
los enemigos de la India... ¿Cuál es pues, la función de Mme. Besant entre las
filas de los agentes oficiales? ¿Qué método sigue?
Se
le ha confiado la delicada misión de controlar el sistema religioso hindú en lo
interno. El gobierno no puede tocar nuestra religión directa y abiertamente.
Pero la burocracia extranjera no puede dejar tranquila a una organización tan
vasta y tan influyente, porque teme a toda institución que pueda unificar a la
raza conquistada. Por consiguiente, espías e impostores son enviados para
entrar en esa fortaleza y engañar a sus custodios. Mme. Annie Besant y sus colegas
de Benarés, como el Dr. Richardson y el Sr. Arundale, son imperialistas ingleses
que trabajan con la idea de "controlar” la vida religiosa hindú. Son como
lobos con pieles de corderos, y se les ha de temer y condenar aun más que a los
enemigos brutales y burdos de la India...
Por
esto, ella ha traducido el Bhagavad-Gîtâ y ha fundado el Central Hindu College.
Ahora ha dedicado toda sus energías a la propaganda imperialista de la Gran
Bretaña". Y, por el contrario, aquellos a quienes estos patriotas hindúes
miran como traidores a su causa, no tienen más que elogios para Mme. Besant y
su obra, no aduciremos otra prueba que el caluroso alegato publicado en su
favor, en junio del año 1913 y en oportunidad del proceso de Madrás, por el
Rajput Herald, revista que aparece en Londres, que se proclama:
"Consagrada
al Imperialismo" y en cuya portada campea un mapa de "El Imperio en el
que siempre brilla el sol" (The Empire on which the sun ever shines); he
ahí, en verdad, una amistad bien comprometedora. Además, ¿no sería la misma Mme
Besant la que en enero de 1914 habría de crear en Adyar un nuevo periódico
titulado The Commonwealth, destinado particularmente a la India y que
ostentaría esta divisa: "Por Dios, la Corona y el País" (For God, Crown
aud Country)? Mucho tiempo antes se había vanagloriado de haber obtenido para su
Central Hindu College un retrato autografiado del Rey Eduardo VII mediante la
graciosa intervención de la Princesa de Gales, y ¿no fue ella la que hizo
insertar en los Estatutos de la Co-Masonería Británica, que ésta (comprendidas
las Logias de la India): "exige de sus miembros lealtad para con el
Soberano"?
Se
sabe en qué sentido entienden los ingleses, en materia política, los términos
"lealtad" y "lealismo". Todo esto es lógicamente
concluyente y no deja lugar a dudas, aun cuando no tuviéramos otras informaciones
directas, todas concordantes, que sólo han servido para reforzar nuestra
convicción.´
Podemos
citar también algunos textos que en el mismo orden de ideas son también
edificantes. . . . »
(Capítulo 29)
Aquí
solo les puse el inicio de diecinueve páginas donde René Guénon pretende
demostrar que Annie Besant trabajó para los intereses del Imperio Británico,
pero la historia nos muestra que en realidad fue todo lo contrario ya que el 2 de enero de 1915 la señora Besant comenzó una hoja semanal denominada The
Commonweal en donde ella abordó como lograr el autogobierno de la India.
En 1916 Annie
Besant viajó por toda la India presidiendo reuniones políticas donde popularizó
la Liga del Gobierno Autónomo, por lo que cuando ella regresó a Madrás el
gobierno le envió una notificación pidiéndole un seguro de dos mil rupias por
su periódico New India, pero como ella continuó sus actividades
políticas se le confiscó ese seguro.
Además que también se le prohibió entrar, residir o
permanecer en Berar y las Provincias Centrales. En diciembre la Convención
Anual fue en Lucknow, ciudad en la que se iba a reunir el Congreso Nacional. La
señora Besant persuadió a todos los partidos (ya fuesen hindúes o musulmanes) a
unirse en una petición concertada para pedirle al gobierno británico la
Autonomía.
Al
dejar Benarés el 2 de enero de 1917, la señora Besant visitó Calcuta y cinco
ciudades más en su camino hacia Madrás. En la mayoría de las ciudades fue
llevada en procesión a través de las calles, y habló ya sea de la Autonomía del
Gobierno, o de ideales teosóficos.
El
gobierno británico comenzó a considerar sus actividades políticas como
peligrosas y es por eso que el 7 de junio de 1917, el Gobierno dio la orden de
que la señora Besant no debería residir en la ciudad de Madrás o en el distrito
de Chingleput, el cual incluye Adyar. Se le prohibió que tomara parte en
ninguna reunión, que no diera conferencias, y que no publicara nada, y que
tampoco recibiera ninguna comunicación que no fuese examinada y que no hubiese
pasado por el Magistrado del Distrito.
En
el periódico New India,
el 15 de junio de 1917, ella publicó su protesta diciendo que su agitación era
constitucional y que no había causa alguna para estas acciones represivas por
parte del Gobierno. La señora Besant escogió como residencia Ootacamund,
ocupando la casa de la Sociedad Gulistân.
Este
internamiento levantó una intensa indignación popular no solo en la India sino
en todo el mundo. El señor H. Baillie Weaver, Secretario General de la Sección
Inglesa, presentó una protesta ante el Rey, el Primer Ministro y el Secretario
de Estado para la India. El 3 de julio de 1917 se le informó a la señora Besant
que solo le estaba permitido publicar o republicar literatura teosófica y
religiosa, y los discursos que ella escribiera pero con tal de que éstos fueran
examinados por el Consejo del Gobernador.
Dos
socios de la señora Besant (el señor Arundale y el señor Wadia) recibieron
órdenes similares. El 15 de septiembre los tres fueron incondicionalmente
liberados de su internamiento. Cuando ella llegó a Madrás fue recibida
tumultuosamente y llevada en triunfo todo el camino hasta Adyar. Después de
descansar unos días, el 2 de octubre partió para una gira política por el norte
de la India.
Durante
1918 la señora Besant continuó plenamente interesada en la política de la
India. Estando decepcionada por las propuestas de reforma de Montagu-Chelmsford
ella se lanzó a una gira de conferencias por la India sobre ‘Por que la India
quiere la Autonomía’.
En
1925 Besant estuvo inmersa en la agitación para apoyar la Ley de la Nación
Inda, y animó a los Indos para que defendieran la Ley de Autonomía. El 16 de
enero ella dio tres conferencias a una multitud en Calcuta. El 23 de enero en
Delhi siendo ella Secretaria General de la Convención Nacional trató de unir a
todos los partidos, mahometanos e hindúes.
La
señora Besant llegó a Inglaterra el 21 de julio, llevando consigo la Ley de la
Nación Inda. Ella obtuvo el apoyo del partido Laborista para que fuese
presentada al gobierno.
CONCLUSIÓN
Como ustedes mismos
lo pueden constatar, Annie Besant laboró activamente para la autonomia de la
Inda, y por lo tanto ella no fue una aliada del Imperio Británico como lo
afirmó René Guénon, sino que por el contrario en realidad ella fue una
adversaria del Imperio Británico. Y este es un ejemplo más de como René Guénon distorsionó
la información para hacerle creer a sus lectores lo que él les quería hacer
creer sin importarle que eso fuera una mentira.
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