T.H. Martyn fue un importante
miembro de la Sociedad Teosófica en Australia, y ante las incriminaciones que él
recibió por parte de Annie Besant –quien en ese entonces era la presidenta internacional de esa
institución–, él le respondió lo siguiente:
« Con fecha del 4 de marzo de 1922, la señora Besant escribió
una carta circular dirigida a todos los miembros de la Sociedad Teosófica, y como
en algunas partes de esa carta se hacen referencias hacia mi persona, aprovecho
esta oportunidad por invitación del editor de la revista Dawn para responderle parcialmente.
Es lamentable que la señora Besant
tergiversa la actitud de muchos miembros de la Sociedad Teosófica con respecto a
la desaprobación que tienen hacia la Iglesia Católica Liberal; ella hace
parecer que la oposición está motivada por la aversión, incluso por el odio
contra esa iglesia, mientras que en realidad, y apoyado en mi experiencia, la
oposición ha sido hacia la forma en que se quiere incrustar y asociar esa iglesia
con la Sociedad Teosófica, al punto que la señora Besant se ha referido a esa organización
como una "Iglesia Teosófica".
(Nota: la Iglesia Católica Liberal
es una secta que Leadbeater y sus secuaces fundaron para poder satisfacer sus fantasías
eclesiásticas y sus deseos pederastas, ver link.)
Pasaré por alto el ataque que ella
hizo al Dr. Stokes, ubicado en Washington, ya que él mismo sabe defenderse. Al
inició consideré que las críticas que el Dr. Stokes publicó en la revista EO
Library Critic eran bastante extremas, pero ahora que tengo un mayor
conocimiento del asunto puedo asegurar que él ha hecho, y está haciendo, un excelente
trabajo al presentar sin temor a los miembros de la Sociedad Teosófica los
hechos que ellos deberían conocer y que los dirigentes actuales de esa
institución parecen muy ansiosos por ocultar por las razones que a continuación
señalaré.
Lamento la publicación por el Dr.
Stokes de mi carta privada y confidencial hacia la señora Besant, fechada el 20
de mayo de 1921. Mi protesta por medio de un telegrama enviado tan pronto como supe
a través de una fuente privada que la publicación de la carta estaba
contemplada, llegó a Washington después de que el contenido de la carta ya había
sido impreso y distribuido.
Si el Dr. Stokes hubiera recibido a
tiempo mi mensaje estoy seguro de que él no habría publicado mi carta, a pesar
del hecho de que él consideraba que era de vital importancia para la causa que
defiende y que consiste en recuperar la pureza de la Sociedad Teosófica.
Esto me lleva a la carta en sí y a
su contenido. Esta carta la escribí yo mismo a la señora Besant cuando pensé
que ella podría ayudarme a resolver lo que se había convertido en un
rompecabezas sin esperanza. Recibí un reconocimiento pero ninguna respuesta a mi
dificultad. Y permítanme decir aquí y ahora que mi respuesta a estas
perplejidades ha llegado como resultado de eventos posteriores y se debe en
gran medida a la publicidad que se le ha dado hacia mi carta.
Creo que mi problema está bastante
establecido en la carta y se puede resumir así:
En octubre de 1919, cuando salía de
Londres para regresar a Sídney, la señora Besant envió a buscarme y me pidió
que le llevara un mensaje suyo al señor Jinarajadasa. Me dijo que los métodos
habituales de comunicación estaban cerrados para ella y que la involucrarían en
las posibles consecuencias de agravar un delito.
El mensaje en sí era que el señor
Jinarajadasa, quien entonces se encontraba en Sídney, debía decirle al señor
Wedgwood que debía renunciar a la Sociedad Teosófica y a la Escuela Esotérica.
Por cierto, la señora Besant me dijo
que tuvo que tomar esa acción debido a una gran inmoralidad, no solo
sospechada, sino también confirmada. Que en una charla previa a una reunión de la
Escuela Esotérica sobre el tema “magia negra y perversión sexual”, ella se
refirió a este caso en particular. Y que el señor Wedgwood no era un iniciado.
La carta continúa explicando el
efecto de mi mensaje en el señor Jinarajadasa, él no se preocupó por la
inmoralidad pero si por la declaración de que el señor Wedgwood no era un
iniciado. Rápidamente se puso a trabajar a través de la oficina de telegramas y
envió el siguiente mensaje para encontrarse con la señora Besant a su regreso a
la India:
- "Sydney, 17 de
diciembre de 1919, a Besant, Adyar. – Martyn informa que usted dijo que
Wedgwood no es un iniciado, pero Leadbeater afirma que usted estuvo presente en
la iniciación. Estoy muy preocupado por los miembros ya que no debería haber
una divergencia fundamental entre usted y él sobre un asunto tan importante como
éste, desde entonces . . . . y . . . . tomó el segundo . . . . y . . . . primero."
La
Sra. Besant respondió el 22 de diciembre de 1919, diciendo:
- "La declaración
del hermano [Leadbeater] es suficiente, acepta el hecho, cancela el mensaje
enviado."
A partir de entonces, la señora
Besant nunca me preguntó qué mensaje había entregado, pero inmediatamente en
cartas al señor Leadbeater en Sídney y comunicaciones a la Escuela Esotérica
comentó lo que ella asumió que era mi mensaje.
Ella se refirió a ello como
extremadamente exagerado, etc. No sé hasta el día de hoy qué le presentó el
señor Jinarajadasa como mensaje, pero ciertamente me sorprendió que alguien en
la posición de la señora Besant hiciera reflexiones críticas sobre el mensajero
[o sea el Sr. Martyn] quien simplemente la complació en su petición
Cuando la señora Besant me dijo que
el señor Wedgwood no era un iniciado, ella no sabía que el señor Leadbeater había
declarado en 1917 que si lo era. Y si lo hubiera sabido, creo que debería
habérselo dicho. En ese momento yo era muy ingenuo y supuse que ella estaba
familiarizada con todos estos asuntos "ocultos".
En una de sus cartas he visto una
declaración de la señora Besant en donde ella dice que le pregunté si el señor
Wedgwood era un iniciado. Pero la memoria de la señora Besant falla porque yo
no le pregunté eso, sino que su declaración sobre ese tema surgió cuando mostró
pesar por el hecho de que el señor Leadbeater (a quien calificó de ser un alto
iniciado) ocupaba una posición inferior en la Iglesia Católica Liberal a la del
señor Wedgwood, quien no era un iniciado.
Este pequeño malentendido entre la señora
Besant y el señor Leadbeater sin duda parecerá poco importante para algunos de
mis lectores, pero para mí fue vital. Como se explicó en mi carta a la señora
Besant, yo nunca podría estar satisfecho con aceptar las declaraciones sin
fundamento del señor Leadbeater sobre temas que no podía verificar, mientras
que en cambio ella los acepta muy bien.
Me desilusionó enormemente encontrar
esta "divergencia fundamental", como la describió pulcramente el señor
Jinarajadasa, entre los dos "ocultistas" [Besant y Leadbeater] y tuve
que concluir por las razones expuestas en mi carta, que la señora Besant
dependía de lo que le decía el señor Leadbeater y estaba satisfecha de aceptar
cualquier cosa que él le informara sin cuestionarlo.
La razón por la que yo no pude seguir
haciendo eso en parte se debe por una acumulación de incidentes desagradables
relacionados con el señor Leadbeater que llegaron a mi conocimiento y los
cuales menciono en mi carta
Para volver ahora a la circular de
la Sra. Besant, ella hace la siguiente declaración:
- "La carta
publicada por el Sr. Martyn contiene una serie de acusaciones infames contra
varias personas que yo sé que son incapaces de la conducta imputada, y no creo en
ninguna de esas acusaciones. No las discuto; ninguna persona decente las
mencionaría excepto en un tribunal de justicia, o en preparación para una
acción legal, y si los persecutores de esta inmundicia tienen alguna
justificación para hacer tales acusaciones, deben de inmediato poner su información
en manos de la policía."
La señora Besant ignora el hecho de
que ella misma hizo las "acusaciones infames" que se relacionaron con
el señor Wedgwood, pero pasando por alto ese lapsus de su parte, puedo precisar
que en mi propia carta le señalo a la señora Besant que una semana antes de que
ella misma enviara a buscarme, yo visité a una cierta dama que vive en Londres
y que esta dama me dijo que la policía amenazaba con procesar a dos obispos de la
Iglesia Católica Liberal [por sus actividades pederastas] y el señor Wedgwood
era uno de ellos, y también iban a interrogar a algunos sacerdotes. Que ella había
conseguido sacar a uno de estos últimos fuera del país, cuyo testimonio era el más
temido, etc., etc.
Supongo que estas son las acusaciones
infames a las que se refiere la señora Besant, pero yo no las hice, simplemente
le informé de lo que me dijo la dama de Londres.
Y se notará que la señora Besant
declara azarosamente que ella sabe que los individuos nombrados son incapaces de
la conducta imputada. Pero lamentablemente la señora Besant está nuevamente mintiendo
porque el 28 de febrero de este año, solo cuatro días antes de la fecha de su
carta circular, uno de los sacerdotes nombrados hizo una confesión escrita, de
la cual una copia certificada se encuentra actualmente en mi posesión, y en esa
confesión él afirma:
- "La imputación
contra mí, así como contra Wedgwood, ____ y ____, en la carta del Sr. Martyn,
es completamente cierta."
Y como resultado de esta confesión,
el señor Wedgwood ha tenido que renunciar a la Iglesia Católica Liberal y a la Sociedad
Teosófica. Así que ese castillo de naipes se derrumba ante la total confusión
de sus "ocultistas" [Leadbeater y Besant] que quieren hacerle creer a
la gente que un pervertido sexual [Wedgwood] es un iniciado y el agente elegido
por la Gran Logia de los Maestros para actuar como su canal para transmitir la
Gracia Divina de la Sucesión Apostólica y un nuevo sistema sacerdotal a la
Sociedad Teosófica.
Dije anteriormente que ahora ya tengo
mis respuestas a las dudas que expresé en mi carta y no es necesario que tenga
que asumir que la Gran Logia requiera de la ayuda de pervertidos de un tipo especialmente
degradado para hacer su trabajo. Puedo aceptar lo que parece ser la única
alternativa de la señora Besant, es decir que el señor Leadbeater es un vidente
engañado, si es que es un vidente, y que no se necesita o se debe prestar
atención a sus declaraciones sobre el nivel espiritual que le asigna a sus
aliados.
Debo confesar que me cuesta creer
que él sepa quiénes son y quiénes no son iniciados, en el verdadero sentido de
la palabra. Puede que sea clarividente o no. Ciertamente no es veraz y no es un
amigo real de la Sociedad Teosófica, como aquellos que han leído sus comentarios
en el Boletín de la Escuela Esotérica para el mes en curso (mayo) y conocen los
hechos sobre lo que él ha comentado, veremos.
Y otro factor para convencerme de lo
incorrecto en que están las cosas actualmente en la Sociedad Teosófica, es la
manera persistente en la que los dirigentes niegan los hechos, tergiversan y
distorsionan las verdades y se rebajan a todo tipo de acciones cuestionables
para reforzar sus afirmaciones de que ellos tienen altos cargos espirituales.
Parecen constituirse como una
especie de manipulación oculta y hacer afirmaciones que no soportan ninguna investigación
seria.
La señora Besant concluye
diciéndoles a los miembros de la Escuela Esotérica que ellos no pueden seguir perteneciendo
a esa escuela si se van a la Liga de Lealtad de la Sociedad Teosófica.
(Nota: la Liga de Lealtad de la
Sociedad Teosófica –“TS Loyalty League” en inglés–fue una sección de la Sociedad
Teosófica que se fundó en Australia y que buscaba regresar a las enseñanzas
originales. Annie Besant la repudió y esa sección se volvió una organización independiente.)
Muchos de mis viejos amigos de la Escuela
Esotérica me han preguntado qué creo que deberían hacer. Yo les digo que elijan
la Liga de Lealtad de la Sociedad Teosófica. Creo que está haciendo el trabajo
de los maestros y ayudando a enderezar los lugares torcidos.
La Sociedad Teosófica no puede
continuar así como lo ha estado haciendo si no quiere convertirse en un pozo
negro —un escondite— donde se protege a los moralmente ineptos e impuros, como
tampoco puede seguir siendo pura si va a ser invadida por todo tipo de sectas
fantasiosas [como la Iglesia Católica Liberal].
La Liga de Lealtad de la Sociedad
Teosófica ya ha realizado una útil limpieza de primavera, y la posteridad
debería estar agradecida por ello, ciertamente es sólo una fase temporal y su
trabajo se desvanecerá, mientras que la Escuela Esotérica parece ser una
institución permanente.
Ningún miembro sincero podría ahora
describirla como una escuela de ocultismo genuina. Como tal está decaída. Por
otro lado, hay más de una sospecha de que esa escuela está siendo utilizada con
fines personales de quienes la controlan.
Así que:
¿No ha llegado
el momento en que necesitamos comenzar de nuevo para satisfacer las necesidades
de aquellos que aspiran al desarrollo personal?
Rezo para que los maestros nos
envíen una nueva escuela de esoterismo, una donde haya pureza, libertad mental
y no sea necesario camuflar o esconder cosas. Si la Escuela Esotérica de Adyar ya
no nos quiere, pues comencemos de nuevo donde podamos vivir en el aire puro de
la verdad y alejarnos de esta tensión malsana de creer en la fantasía.
Después de todo, no hay religión, no
hay ocultismo, no hay "líder" superior a la VERDAD, y la Verdad nunca
se contamina con manipulaciones y falta de sinceridad.
En conclusión, no olvido la apasionada
afirmación con la que la señora Besant concluye su artículo en la revista The Theosophist, de marzo de 1922, sobre
"¿A quiénes servirán?" Sus palabras son emocionantes, incluso si
tienen sabor a una sobrecarga nerviosa:
- "A aquellos que
saben algo de Ocultismo, les digo que soy la sirvienta de la Jerarquía,
obedeciendo Su Voluntad y haciendo Su trabajo como HPB [Blavatsky] me ordenó
declarar. O soy Su Agente, o soy una mentirosa y una blasfema. Tomenlo como
quieran."
Hay dos formas de leer estas
palabras. Una implica que la señora Besant es la agente de los maestros. Pero si
eso es así, entonces ¿por qué ceder su función al señor Leadbeater?
La otra forma de leerlo es que lo
mismo es cierto no solo de la señora Besant, sino de cada alma simple que busca
hacer el trabajo de los Hermanos Mayores en cualquier aspecto del servicio
humano, y de esa manera, por mi parte, yo elijo serlo.
TH MARTYN »
(Este texto primero se publicó en la revista Dawn, y luego en la
revista E.O. Library Critic del 19
de julio de 1922, Vol. 11, No. 25, p.5-8)
OBSERVACIÓN
Cualquiera que
estudie la teosofía original se da cuenta que Leadbeater fue un inmenso
charlatán y que Annie Besant se dejo completamente manipular por ese embustero.
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