Nota
preliminar explicativa del editor de
la
revista The OE Library Critic
Ha llegado a mi posesión y sin
restricciones en cuanto a su uso, una copia de una carta escrita el 20 de mayo
de 1921 para la señora Besant por parte del señor T.H. Martyn, quien fue antiguo
Secretario General de la Sección Australiana de la Sociedad Teosófica, también ex
Secretario Correspondiente de la Sección Esotérica en Australia, y un miembro con
treinta años de experiencia que ha hecho más que cualquier otra persona para
construir la Sociedad Teosófica en Australia.
Este es uno de los documentos más
importantes y significativos que ha aparecido hasta ahora relacionado con la
crisis actual que sufre la Sociedad Teosófica, y es bastante evidente que el
señor Martyn se dirige a la señora Besant muy desconcertado por algunos hechos
condenatorios acerca de ciertos miembros de alto rango de la Sociedad
Teosófica.
Parece ser, entre otras cosas, que el
señor Wedgwood, obispo presidente de la Iglesia Católica Liberal, es buscado
por la policía por cargos de pederastia, y que sus colegas, el obispo King y
los sacerdotes Farrar y Clark, de la misma iglesia, son buscados por cargos
similares. Y que Farrar y Clark tuvieron que huir de Inglaterra para escapar
del arresto.
Además aparece que Leadbeater,
maestro confeso de prácticas inmorales con niños, era también buscado en ese
momento por la policía británica, y que mucho más tarde fue un invitado en la
casa del señor Martyn en Sídney (de 1917 a 1919) pero que el señor Leadbeater tuvo
que irse temporalmente y posteriormente se le negó el permiso para regresar
porque se supo que él se habían encontrado con niños desnudos en su cama y que
habían ocurrido otros asuntos de naturaleza comprometedora de los cuales el señor
Martyn “toca meramente el borde”.
Y también se señala que la señora
Besant ordenó que Wedgwood debía abandonar la Sociedad Teosófica y la Sección
Esotérica para proteger el buen nombre de la organización, pero que ella
canceló esa orden cuando Jinarajadasa le informó que Leadbeater había declarado
que Wedgwood era un iniciado.
Se menciona la correspondencia por telegramas
que hubo entre la señora Besant y Jinarajadasa sobre el tema. Y el Sr. Martyn
afirma además que según su propio conocimiento, Leadbeater es un pervertido
sexual y por consiguiente el Sr. Martyn quiere saber cómo los diversos asuntos
mencionados anteriormente deben de reconciliarse con la protección y el
mantenimiento que hace la presidenta de esos individuos nefastos pero que se
consideran ser los líderes y ejemplos espirituales de la Sociedad Teosófica.
La conocida característica de
conservadurismo y moderación del señor Martyn está bien ilustrada en el tono de
la carta que debe ser leída por todos los que estén interesados en mantener la
pureza y el buen nombre de la Sociedad Teosófica.
(OE Library Critic,
vol. 11, No. 10, 21 de diciembre de 1921, p.4)
Carta de TH Martyn a Annie Besant
(Nota del editor: el autor de la
siguiente carta es el Sr. TH Martyn, de Sídney, Australia, quien ha sido
miembro de la Sociedad Teosófica durante treinta años, ha sido recientemente
presidente de la Logia de Sídney, que es la logia de la Sociedad Teosófica más
grande del mundo, y también ha sido Secretario General de la Sociedad Teosófica
de la Sección Australiana, Secretario Correspondiente de la Sección Esotérica
Australiana y estrecho colaborador de la Sra. Besant y el Sr. Leadbeater. Nadie
ha hecho tanto para construir a la Sociedad Teosófica en esa parte del mundo
que el Sr. Martyn.)
« Privado y Confidencial
20 de mayo de
1921.
Estimada Sra. Besant:
El 4 de abril usted me pidió que
cediera la función de Secretario Correspondiente de la Sección Esotérica en
Australia al Sr. Leadbeater, por lo que he cumplido vuestros deseo y ahora él está
a cargo.
Aunque en su circular a los miembros
usted ha dado como razón para este cambio el alto rango oculto del Sr.
Leadbeater, en su carta me indica que también hace ese cambio porque han
surgido asuntos en las que usted y yo estamos en lados opuestos.
Por mucho que no me agrade causarle
problemas, creo que tengo derecho a preguntarle por qué dice eso ya que no
conozco ninguna diferencia hasta ahora. Usted no se ha quejado de nada por mi
labor y de hecho no ha habido correspondencia (excepto sobre asuntos formales)
desde que los dos nos conocimos en Inglaterra, y luego parecía que estábamos
trabajando y pensando en líneas casi idénticas.
Le escribí el 14 de marzo sobre
algunas dificultades del trabajo de la Sociedad Teosófica que hay aquí en
Sídney, pero difícilmente usted habría recibido esa carta para el 4 de abril, o
si ya la había recibido, no puedo ver en esa carta ningún motivo de lo que usted
hace ahora.
¿Es muy justo
de su parte llegar a tales conclusiones que me condenan por haber hecho declaraciones
sobre otras personas, sin darme la oportunidad de exponer mi punto de vista?
Eso no se parece mucho a la Sra.
Besant que me he imaginado durante los últimos treinta años. Sin embargo estoy
bastante contento de haber sido relevado de la función de Secretario
Correspondiente de la Sección Esotérica, ya que no podría haberlo aguantado
mucho más ese puesto sin un sincero intercambio de opiniones en cualquier caso.
Ahora quiero pedirle un pequeño
favor y es intentar ayudarme en la mayor perplejidad de mi vida. Durante
treinta años la he considerado ser mi líder espiritual, el mentor de mi alma, y
estoy agradecido por todo lo que he reunido a través de la ayuda de vuestros
escritos y vuestros consejos. Pero solo en una ocasión, que yo recuerde, he
buscado vuestra opinión personal debido a mis propias dificultades, y eso fue
en nuestra primera entrevista en Londres en septiembre de 1919.
Pensé que en ese entonces usted me
ayudaría en mi perplejidad y comencé a explicárselo, pero usted me interrumpió
y prefirió pasar la conversación hacia otros temas generales. ¿Quiere usted,
querida señora Besant, leer ahora con paciente simpatía lo que tengo que decir (y
lo cual todo es cierto) y luego ver si puede ayudarme a encontrar una solución
a mi problema particular?
Me han enseñado a esforzarme por
buscar la verdad, a pensar en la verdad y a vivir la verdad. Y ahora, después
de largos años de fervoroso esfuerzo, esa intención me persigue. No puedo evitarlo.
Esto es lo que quiero decirle:
En 1906 yo estaba en Londres
luchando por su causa y los procedimientos policiales en contra de Leadbeater
se volvieron seriamente amenazadores. Uno de los muchachos que Leadbeater cuidó
muy desesperado me instó a tratar de evitar que se procediera con ellos y admitió
que la única evidencia que podía dar confirmaba las prácticas inmorales de
Leadbeater. Finalmente el proceso policial no se concretó. Luego me fui a
África poco después y al regresar traté de olvidar lo que implicaba esta
confesión.
En 1914 Leadbeater vino a vivir a mi
casa con mi familia en Sídney. Lo tomé por su propia valoración y la vuestra,
considerándolo como un Arhat (o sea un iniciado muy elevado). Me permití caer
con simpatía bajo su influencia y con mucho gusto hice efectivos todos sus
planes, aunque a medida que pasaba el tiempo ciertamente recibí muchos pequeños
sobresaltos.
Por ejemplo en privado él me explicó
que usted estaba siendo engañada acerca de su trabajo para la independencia de
la India y la creencia de que era un deseo de la Jerarquía que usted apoyara
para el gobierno autónomo. Él no dudó en insinuar que las acciones que usted
estaba efectuando en la India y sus consejos hacia los indios eran desleales al
Imperio Británico.
La Sra. Martyn puede confirmar esto
y muchas otras cosas dichas en privado que nos desconcertaron, aunque siempre
todo lo mencionado por Leadbeater en público fue leal y halagador para usted.
Durante muchos años había seguido concienzudamente
el entrenamiento de la Sección Esotérica, y cuando usted le dio una expresión
concreta a mis experiencias, traté de vivir con un estándar aún más alto, pero
más tarde la forma informal en que se consideraron estas ceremonias nocturnas
después de la primera o segunda ocasión se volvió muy marcada.
Por ejemplo en cierta fecha de julio
de 1917 se nos dijo a cinco de nosotros que habíamos tomado varias iniciaciones,
pero nadie recordaba nada por la mañana, algunos apenas habían dormido
sintiéndose bastante emocionados. No recuerdo en ningún momento que nadie
recordara ninguna experiencia real ni nada de lo que sucedió en ninguna de esas
ocasiones. De todos modos me tomé todo eso muy en serio.
En ese momento (1917), la Sra.
Martyn se había sentido sumamente infeliz porque Leadbeater se encontrara
viviendo en nuestra casa. Ella había visto chicos desnudos en la cama de Leadbeater
y había llegado a conocer otros hechos desagradables. Yo me negué a simpatizar
con sus declaraciones y ella por mi bien mantuvo la paz y yo mantuve las cosas
en orden.
Más tarde (entre 1918 y 1919), la
escarlatina en la casa provocó que Leadbeater y sus muchachos se mudaran
temporalmente, pero posteriormente todas mis persuasiones fueron insuficientes
para inducir a mi esposa a que volviera a aceptarlo. Ella se negó rotundamente,
aunque nuevamente en consideración a mis propios sentimientos ella no me dijo
nada de lo que ella sabía y yo solo lo supe a mi regreso de América (entre 1919
y 1920).
En 1919 fui a los Estados Unidos, el
joven Van Hook estaba en Nueva York y él me habló libremente de la inmoralidad
de Charles Leadbeater y como también Leadbeater fingía percibir por medio de su
clarividencia las vidas pasadas de las personas. En sus reseñas de algunas
cartas enviadas por Raja
[Curuppumullage Jinarajadasa] que le llegaron
desde América, cosas que Van Hook dice sobre las "vidas" que me
atribuye, por cierto.
Ahí está la evidencia de dos chicos que
Leadbeater cuidó (el que conocí en Londres en 1906, de quien puedo darle el
nombre si lo desea, y el joven Van Hook), ambos posteriores a la investigación
de 1906 y también posteriores a las confesiones de todos los niños
estadounidenses y a las admisiones que hizo el propio Leadbeater en la
investigación de 1906.
He reunido estas piezas de evidencia
y le agrego los hechos comprometedores de lo que sucedió en mi casa (y solo
estoy tocando el borde de este asunto en esta carta) y encuentro mirándome a la
cara la conclusión de que Leadbeater es un pervertido sexual; su manía tomando
una forma particular que yo he descubierto —aunque sólo recientemente— es una
forma bien conocida y bastante común en los anales de la criminología sexual.
Hay algunos que conozco que piensan
que Leadbeater puede haber traído viejas debilidades sexuales, pero aún así haber
sido elegido por los Maestros para hacer cierto trabajo para ellos. He
encontrado consuelo en esta posibilidad hasta el momento de mi última
entrevista con usted en Londres.
(Observación de Cid: eso es falso ya
que los maestros exigen a sus agentes directos que sean castos.)
Esto me lleva a 1919 y a mi visita a
Londres. Una semana antes de que usted me llamase y me diera vuestro mensaje en
octubre de 1919, yo visité a la Sra. St. John, ella estaba en un gran problema
porque la policía se encontraba tomando medidas (eso me dijo) contra cuatro miembros
de la Iglesia Católica Liberal: Wedgwood, King, Farrar y Clark.
Ella quería advertir a Wedgwood en
Australia y no sabía cómo hacerlo sin incriminarse a sí misma agravando un
delito. También me dijo que Farrar había salido del país y estaba segura de que
la policía no lo encontraría. King había decidido quedarse en Londres sabiendo
que Farrar estaba fuera del camino, etc. La Sra. St. John me dijo que aunque
Wedgwood parecía estar comprometido, ella misma no creía que él fuera culpable
de los cargos.
Por supuesto mientras yo estaba en
Londres me enteré de las acusaciones de sodomía con niños contra Wedgwood (por
parte del Mayor Adams y otros) y también me habían llegado informes sobre él
desde Sídney, pero lo que me dijo la Sra. St. John fue una completa sorpresa.
Una semana después Graham Pole envió
un mensaje para decirme que usted deseaba verme urgentemente y fui. Luego usted
me dijo que deseaba comunicarse con Wedgwood en Sídney, pero al hacerlo
directamente estaría agravando un delito grave y por eso me dio el mensaje para
Raja ordenándole que Wedgwood debía dejar la Sección Esotérica y la Sociedad
Teosófica. Usted se había comprometido seriamente y consideraba que era su
deber proteger el buen nombre de la Sociedad Teosófica.
Se me ocurrió asociar eso con una
charla que usted había dado el domingo anterior en la Sección Esotérica sobre
la magia negra y el exceso sexual, y le pregunté si se refería al caso de
Wedgwood en esa charla y usted me dijo que si, y que Krishna que a veces era
muy intuitivo en un comentario le había sugerido esa explicación.
Ahora veo que esto fue mucho más
allá de dar a entender que Wedgwood se había mal comprometido a sí mismo; un
buen hombre puede hacer eso y ser inocente del mal. Para mí significaba que
según vuestra propia evidencia y la de Krishna, Wedgwood era culpable de
depravación sexual.
Entonces surgió el asunto de la
iniciación de Wedgwood. Usted me dijo que no era un iniciado, lo cual me
pareció acertado ya que ¿cómo un pervertido sexual podría serlo?
Su declaración me llevó a
preguntarme hasta qué punto usted confirmó o no todas las muchas otras afirmaciones
que hizo Leadbeater sobre varias otras personas que según él son discípulos,
iniciados, etc. En mis notas (escritas inmediatamente después de que la dejé) aparecen
que le pregunté qué era yo y qué debía hacer con respecto a los otros y a su
respuesta.
Después de mi entrevista con usted,
me fui de Londres inmediatamente a Australia vía América, y durante un par de
meses estuve ocupado reajustando mis propias ideas lo mejor que pude sobre las
cosas que habían pasado. Encontré consuelo en cierta ayuda que creía que me
había dado mi Maestro (M). Comprendí que tenía que hacer todo lo posible para
apoyarla en esta difícil crisis.
Para mí usted había cometido un error
al aceptar de manera ciega todas las palabras de Leadbeater. Fue fácil para mí concluir
esto en vista de lo que le estoy diciendo ahora ya que sería imposible aceptar
la infalibilidad de Leadbeater en todas las cosas.
En Estados Unidos, después de dejarle,
ciertas personas vinieron a verme y me dijeron que habían escuchado que la
verdad sobre Wedgwood finalmente había salido a la luz y me explicaron que él había
admitido en Londres su problema ante uno de ellos (o ambos, no estoy seguro) y
que se hicieron grandes esfuerzos para ayudarlo a superarlo; pero que aunque
las cosas fueron bien durante un tiempo, más tarde él volvió a caer en sus
malos hábitos.
Puedo darle nombres si los quiere.
Cuando llegué a Sídney, Raja aceptó el mensaje con evidente desgana, y un poco
tontamente repetí fragmentos de su conversación además de sus instrucciones.
El punto central con Raja se
convirtió en su negación de la iniciación de Wedgwood y pronto vi que el
colapso de Wedgwood implicaba para él nada menos que el colapso de Leadbeater
como Arhat, de la autoridad divina de la Iglesia Católica Liberal, y de toda
confianza en la autenticidad de las iniciaciones, discipulados, etc., en los
que se supone que han participado un gran número de personas.
Desde el punto de vista de Raja,
esto no debe permitirse a ningún costo por el bien de la paz mental de los
miembros de la Sociedad Teosófica y de la causa en general, y él simplemente se
convirtió en un político puro y simple que tramaba para mantener lo que para mí
era, según la evidencia disponible, un falsedad. Él no mostró ningún deseo de descubrir
la verdad y seguirla. Puede que haya sido un poco injusto en esta conclusión
porque después descubrí que Raja es un eco de Leadbeater y que toma su
ocultismo directamente y sin cuestionar de lo que Leadbeater dice.
Luego siguió el telegrama que le
envió Raja en el que le explicaba en qué consistía vuestra declaración de que
Wedgwood no era un iniciado. Raja no hizo ninguna referencia en su mensaje a la
inmoralidad; eso aparentemente no era importante para él, y usted respondió
aceptando la declaración de Leadbeater sobre la iniciación de Wedgwood
proclamada como decisiva y por consiguiente canceló sus instrucciones de
expulsar a Wedgwood.
Repetiré los telegramas para aclarar
este punto.
Mensaje de Raja a usted:
“Sydney, 17 de diciembre de 1919. a Besant,
Adyar.
Martyn informa que usted dijo que Wedgwood no
era un iniciado. Leadbeater afirma que usted estuvo presente en la iniciación.
Los miembros más ansiosos deben saber que no debería haber una divergencia
fundamental entre usted y él sobre un asunto oculto tan importante desde
entonces. . . . y . . . . tomó el segundo. . . . y . . . . primero. ¿Quiere
decir que dado que no tiene ningún recuerdo no puede afirmar sobre la
iniciación de Wedgwood, pero no desea que se le cite diciendo que es un
iniciado positivamente?”
Respuesta
de usted a Raja:
"22 de diciembre de 20. Bombay.
La declaración del hermano [Leadbeater] es
suficiente para aceptar el hecho, cancela el mensaje enviado."
Antes de que se enviara el telegrama
de Raja, yo había entrevistado a Leadbeater porque quería escuchar todo lo que
pudiera. Le hablé de las pruebas que se me presentaron en los Estados Unidos acerca
de la confesión de Wedgwood, y Leadbeater dijo:
- "Bueno, será mejor que nos
deshagamos de él entonces".
Desde entonces he recordado a menudo
este incidente. Si Leadbeater sabía que Wedgwood era inocente ya que era un
iniciado, ¿entonces por qué dijo eso?
Le estoy diciendo la verdad, sin
exagerar, y si esta o cualquier otra declaración le es negada por otros
involucrados (como bien podría ser) eso no puede afectar mi conocimiento de este
asunto asegurándole que es la verdad.
Usted me contestó en 1913 en Adyar
sobre el Triángulo. Hasta donde yo sé, Leadbeater nunca ha hecho referencia
alguna a esto en público o en privado. También usted me dijo entonces que sabía
que Leadbeater era un iniciado muy elevado. Vuestra declaración entonces (siempre
recordada por mí) ha hecho mucho para mantenerme constante cuando han sucedido
cosas en mi casa que no pude entender.
Leadbeater ha afirmado con
frecuencia que usted cortó permanentemente vuestra comunicación con los
Maestros cuando asumió el trabajo en la India. Raja lo ha confirmado hasta
cierto punto, pero en nuestra convención durante la pasada Semana Santa,
Leadbeater declaró que usted y él intercambiaban notas por medio del plano
físico cuando algo sucedía en los otros planos que afectaban el trabajo.
Él declaró entonces que cuando se
dieron las instrucciones sobre cómo iniciar la iglesia, le enviaste un mensaje
y él a usted, las comunicaciones se cruzaron entre sí o para usar sus palabras
precisas:
“Yo le envié a ella (Annie Besant)
esa comunicación original sobre las Tres Actividades, pero al mismo tiempo
anotó los puntos y ella me los envió. No se hizo en mi recuerdo en absoluto,
sino en una combinación cuidadosa de los dos."
(Convenio Número T. en A. mayo de
1921, p.56)
Aquí hay una contradicción de la
otra afirmación, de que usted había roto la línea de comunicación supra física,
y los hechos reales –si se conocen– podrían hacer las cosas un poco más fáciles
de entender.
Tal como están las cosas, me he
visto obligado por la mera presión de las circunstancias, a ciertas
conclusiones, particularmente en vista de que usted repudia vuestro propio
juicio y el de Krishna sobre Wedgwood, simplemente porque Leadbeater declaró
que Wedgwood fue iniciado en julio de 1917. Y constato:
1. Que Leadbeater no
siempre es confiable.
2. Que usted ha estado
confiando en Leadbeater como único intermediario entre la Jerarquía y usted
misma durante muchos años.
3. Que Leadbeater no la
ha mantenido completamente informada sobre lo que está haciendo la Jerarquía.
4. Que para usted la
palabra de Leadbeater es definitiva y su videncia es infalible.
Esta última es la misma actitud de
Raja, pero yo no puedo aceptar eso dado los acontecimientos que le he citado. Siempre
he mantenido mi fe en usted considerándola como independientemente consciente de
todo lo que los Maestros hicieron en conexión con la Sección Esotérica, etc.
Como muchos de los miembros mayores
he sabido sobre usted durante bastante tiempo. En el pasado le recuerdo que usted
consideró al brahmán Chakravarti como un Maestro en carne y hueso, y luego tuvo
que repudiarlo cuando ciertos hechos indicaron que se encontraba equivocada en
eso.
Naturalmente uno debe dejar un vacío
en la conciencia para que se cometan errores de este tipo y ese error que
cometió no ha cambiado mi actitud hacia usted, ni mi aprecio por los
espléndidos esfuerzos que ha prodigado a la causa a la que sirve, pero de todos
modos ese incidente tiene relación con el caso de Leadbeater.
¿Me dirá dónde
me he equivocado, desde vuestro punto de vista?
Con la menor dificultad puedo
considerar la solución ya mencionada de que la irregularidad sexual es una
cuestión de personalidad y no impide que una persona sea utilizada por los
Maestros, ni siquiera como su único agente. Esa explicación dejaría espacio
para la aceptación tanto de Leadbeater como de Wedgwood.
La orden que supuestamente recibió con
respecto a fundar la Iglesia Católica Liberal debería considerar seriamente si
la recibió de forma independiente, pero en realidad nunca me he resistido a eso
de ninguna manera. En cambio contra lo que si he luchado es contra la invasión
de la Sociedad Teosófica por una multitud de sacerdotes de esa iglesia designados
para ocupar cargos como "Padre". etc. para el desconcierto de la
gente dentro y fuera de nuestro movimiento, que le recuerdo es no sectario.
Puedo ver que una “Orden” podría
haberse dado genuinamente, lo que no necesariamente implicaría esa forma tonta de
llevarla a cabo. Realmente quiero mantener una mente abierta sobre este y todos
los otros temas (así como un intelecto entusiasta y una percepción espiritual
revelada) y estoy seguro de que usted puede ayudarme si lo desea. ¿Quiere?
No quiero tener que pensar que
Leadbeater y Wedgwood son unos monstruos que ocultan sus prácticas ilícitas
bajo el manto de intereses humanitarios y actúan con el ingenio y la astucia que
a veces se encuentran en tales casos. Sin embargo ese es el punto de vista de
mucha gente. Lo último que quiero es tener que unirme a tales críticos y con
gusto atraparé cualquier gota que ofrezca una explicación razonable de los
hechos en otras líneas.
Finalmente, por favor, querida amiga,
no sea tan injusta conmigo como para creer que quiero crear problemas entre
usted y Leadbeater, usted insinuó algo así en su charla sobre el discípulo. No
tengo rencor contra Leadbeater, ni contra Wedgwood, ni contra Raja, ni contra
ninguna de las personas mencionadas en esta carta, sino que por el contrario
quiero creer en todos ellos si los hechos me lo permiten.
Se nos ha dicho una y otra vez que
el ocultismo es de sentido común y que Buda enseñó a sus discípulos a no creer
nada solamente porque él lo dijo. Mis dificultades resumidas parecen surgir debido
a que se me pide que ponga todas las pruebas y todas las razones a un lado y
que crea lo contrario solo porque alguien lo dice. Así que le pido en vuestra
sabiduría que me muestre la manera de salir de este enredo y le estaré
eternamente agradecido. No es fácil volver a la senda formada por treinta años
de pensar y trabajar.
Agradeciéndole de antemano,
Sinceramente suyo. »
(OE Library Critic,
vol. 11, No. 11, 4 de enero de 1922, p.4-8)
OBSERVACIONES
Si el señor Martyn se hubiera dado
la pena de estudiar la verdadera teosofía, entonces él se habría dado cuenta
que Leadbeater era un profundo charlatán y que Annie Besant se había dejado
completamente manipular por ese individuo.
Y la prueba es que Annie Besant no
solo no escuchó los cuestionamientos que hizo el Sr. Martyn, sino que además ella
lo destituyó de su puesto como Secretario de la Sección Esotérica en Australia para
poner a Leadbeater en su lugar.
Lo que demuestra lo fanatizada que estaba
Annie Besant, ya que ella repudiaba a cualquier persona que dijera la menor
cosa negativa sobre Leadbeater, sin importarle que esa persona hubiera hecho
más que cualquier otro miembro para expandir la Sociedad Teosófica en Australia,
hubiera arduamente trabajado para esa organización durante 30 años y hubiera
llevado a cabo una profunda investigación con testigos y pruebas.
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