(Observación: esta es la segunda parte de la
investigación de David Pratt sobre la evolución de las especies y cuyo inicio
lo pueden encontrar aquí, y le agradezco
inmensamente a Nicolás por haber traducido un artículo tan extenso, pero a la
vez tan interesante de leer.)
ÍNDICE
1. La explicación científica del origen de la
vida
2. La
increíble complejidad de la vida
3. Los
científicos tratan de crear vida (sin éxito)
4. ¿Fue
el surgimiento de la vida un evento inevitable?
5. La explicación teosófica del origen de la vida
1 - EXPLICACIÓN
CIENTÍFICA DEL ORIGEN DE LA VIDA
Muchos
científicos piensan que la vida comenzó con la formación azarosa de las primeras
moléculas auto-replicantes, las cuales se encontraban en una sopa prebiótica
rica en compuestos orgánicos, aminoácidos y nucleótidos. Luego, conducidos por la selección natural,
estas moléculas sencillas evolucionaron en sistemas moleculares auto-reproductores cada vez más eficientes y
complejos hasta que finalmente apareció la primera célula viviente primitiva.
Sin
embargo, los vestigios más antiguos no proveen alguna evidencia de que haya
existido una sopa prebiótica, y también se ha puesto en duda la teoría original
de que la atmósfera inicial de la Tierra era una mezcla favorable de amonio,
metano e hidrógeno (y no contenía oxígeno libre).
En
lugar de ello, ahora se cree generalmente que la atmósfera primitiva de la Tierra debió ser una combinación de
dióxido y monóxido de carbono, más nitrógeno y vapor de agua (la cual incluyó
cantidades significativas de oxígeno libre).
Y
el problema es que tales condiciones atmosféricas habrían obstaculizado la
producción de aminoácidos y otras moléculas necesarias para la vida, o hecho
colapsar cualquier molécula orgánica que se formara (1).
2 - LA INCREÍBLE
COMPLEJIDAD DE LA VIDA
Todas
las formas modernas de vida se componen de genes constituidos por ADN (ácido
desoxirribonucleico), el cual contiene bases nitrogenadas y cuya secuencia
codifica instrucciones para producir proteínas.
Sin embargo, el ADN es incapaz
de manufacturar proteínas por sí mismo, ya que la síntesis proteica requiere
del ARN (ácido ribonucleico) y una secuencia fuertemente integrada de
reacciones que involucran a más de cien proteínas diferentes (incluyendo las enzimas
que son los catalizadores de las reacciones químicas).
Y
esto plantea el “problema del huevo y la gallina” es decir:
¿Qué
vino primero, los ácidos nucleícos o las proteínas?
El ADN tiene la forma
de una hélice doble o espiral que consta de dos hebras enrolladas una alrededor
de la otra.
Cada
una de estas hebras está compuesta por una larga cadena de nucleótidos, que a
su vez consisten en una molécula de azúcar desoxirribosa a la cual se adjunta
un fosfato y una de las cuatro bases nitrogenadas: adenina (A), guanina (G),
citosina (C) y timina (T).
Las
dos hebras de ADN permanecen unidas por lazos de hidrógeno entre pares de
bases, de forma que A sólo se une con T, y C con G.
Los
segmentos de ADN que codifican la síntesis celular de una proteína específica
son llamados genes, los cuales se hallan “empaquetados” dentro de
estructuras similares a filamentos llamados cromosomas.
Cuando
una célula se divide, su ADN es replicado al separarse en dos hebras únicas,
cada una de las cuales sirve como patrón para una nueva hebra.
Diagrama altamente
simplificado de la síntesis proteica (o expresión genética).
Durante
la transcripción, la secuencia
de bases nitrogenadas de una hebra de ADN se reproduce en una molécula llamada
ARN mensajero (ARNm) por una enzima conocida como ARN polimerasa. Y luego el
ARNm migra desde el núcleo de la célula hacia una estructura llamada ribosoma
en el citoplasma, donde tiene lugar la fase de traducción.
Con
la ayuda de las ARN de transferencia (ARNt) y de enzimas específicas, se
elabora una cadena de aminoácidos, y cada uno de ellos se halla especificado
por una secuencia de tres nucleótidos (codones) en el ARNm. y posteriormente, las
cadenas de aminoácidos se condensan en proteínas funcionales.
La
total complejidad de la síntesis proteica es asombrosa como lo pueden constatar
en el siguiente video.
El
ARN es menos complejo y también menos estable que el ADN y emplea el mismo
alfabeto químico, excepto que se sustituye el uracilo por la timina.
Muchos
biólogos creen que en la historia inicial de la Tierra hubo un “ARN global” que
eventualmente se desarrolló para convertirse en el ADN, el ARN y las proteínas
que conocemos hoy en día.
Se
pensaba que esto solucionaría el dilema del "huevo y la gallina",
porque además de ser capaces de almacenar información, ciertas moléculas de ARN
poseen algunas de las propiedades catalíticas de las proteínas, pero esta
teoría no cierra el caso sobre el origen del ARN.
Se
ha comprobado que la síntesis y mantención de constituyentes de ARN,
particularmente la ribosa (un tipo de azúcar) y las bases nitrogenadas, son
extremadamente difíciles o imposibles bajo condiciones prebióticas realistas (2).
Por
lo que se han propuesto varias hipótesis adicionales, como por ejemplo: que la
vida comenzó en fuentes hidrotermales del fondo oceánico, o sobre superficies
de arcilla o pirita de hierro (el "oro de los tontos"), pero ninguna
de esas teorías da una explicación convincente para el origen del código
genético celular y el sistema de procesamiento de la información genética.
Otros
especialistas han sugerido que los primeros organismos vivos podrían haber
traído dicho código a la Tierra desde otros planetas (por ejemplo desde Marte)
o del espacio exterior, pero esto solamente lleva el problema a otra parte del
Universo.
Cada
una de las 60 billones de células del cuerpo humano contiene una hilera de
ADN de dos metros de largo enrollada dentro del núcleo celular (en una pequeña bola de apenas unas 5 milésimas
de milímetro de diámetro). Y aún así la densidad del
almacenamiento de información en el ADN es mucho mayor que nuestros más
avanzados chips de silicona (3).
Además el
ADN puede guardar instrucciones de síntesis proteica tan eficientemente, que
toda la información requerida para un organismo tan complejo como el ser humano
pesa menos que unas billonésimas de gramo.
Y
es por eso que el genetista Michael Denton subraya:
« Para
el incrédulo, es una afrenta a la razón plantear que los programas genéticos de
los organismos superiores fueron compuestos por un proceso puramente “accidental”,
cuando estos procesos consisten en varios miles de millones de bits de
información y son lo equivalentes a la secuencia de letras en una biblioteca de
mil volúmenes. » (4)
(Para dar una analogía, es
como si un programa informático tan largo que se requiriera mil volúmenes de
libros para escribirlo hubiera surgido simplemente por “casualidad”. Pues bien,
eso es lo que afirman los darwinistas.)
Y
es por eso que el físico Paul Davies señala que:
-
"La
generación espontánea de vida por mezclas fortuitas de moléculas es un evento
improbable y absurdo." (5)
(Porque
si en vez de hablar del código genético, habláramos de un programa informático
que por un “azar ciego” fue apareciendo en la Tierra. Nadie con buen entendimiento
se aferraría a esa teoría, ya que la lógica nos diría que es mucho más probable
que en realidad ese programa haya sido elaborado por un ser inteligente.
Pero
como los darwinistas ortodoxos son unos ateístas fanáticos que quieren a toda
costa evitar considerar que hay una inteligencia que diseñó, creó y puso en
marcha la vida, ellos prefieren defender de manera exuberante y desmedida su
teoría de que todo fue producto del azar.
Y
en lo personal, no descarto esa suposición, ya que hay que considerar todas las
posibilidades. Pero los datos científicos, una y otra vez sugieren que la respuesta
más factible es que fue una inteligencia la que creó y guía la vida.)
Por
ejemplo:
Douglas
Axe calculó que la probabilidad de producir una proteína funcional de longitud
modesta (150 aminoácidos) al azar, es sólo de 1 en 1074 (esto es 1
seguido de 74 ceros). Más aún, las cadenas de aminoácidos sólo se pliegan en
una proteína si están unidas por un enlace químico llamado lazo péptico,
con una probabilidad de 1 en 1045.
Además
existen miles de tipos de aminoácidos, pero los organismos vivos contienen sólo
20, y aunque las moléculas de aminoácidos se hallan tanto en formas dextrógiras
como levógiras, sólo las últimas se encuentran en la proteína de los organismos
vivos (y la probabilidad para que esto ocurriera es también de 1 en 1045).
Esto
significa que las posibilidades de producir simplemente una proteína funcional
de longitud modesta por azar a partir de una sopa prebiótica no es mayor a 1 en
10164…!!!!!
Y
si asumimos que una célula mínimamente compleja necesita de al menos 250
proteínas de 150 aminoácidos en promedio, la probabilidad de que una célula
viva aparezca por azar es sólo de 1 en 1041’000…!!!!!!!!!!
Este
es un número tan inimaginablemente pequeño (6) que el
astrofísico Fred Hoyle concluyó que:
« La
probabilidad de que incluso la forma de vida más simple conocida pudiera surgir
por accidente es un sinsentido del más alto orden, y esto es comparable a la
expectativa de que un tornado pasando a través de un basurero, transformara la
chatarra en un Boeing 747 que ya estuviera volando en pleno cielo. » (7)
E
incluso si aparecieran sistemas de protocélulas, estas estarían mucho más
propensas a cometer errores traductivos al sintetizar proteínas, y es difícil
comprender cómo podrían ser viables.
En
palabras del biólogo evolutivo Carl Woese:
« La
célula primitiva se enfrentó con la paradoja de que, con tal de
desarrollar un aparato traductivo más preciso, primero tendría que traducir más
exactamente. »
Y
Denton agrega:
« Parece
contradictorio en extremo que una célula tal pueda experimentar evolución
posterior, mejorándose al “seleccionar” cambios ventajosos que se perderían
inevitablemente en el siguiente ciclo de replicación. ... Por lo tanto, un
sistema traductivo propenso al error llevaría inevitablemente a la
autodestrucción. » (8)
3 - LOS CIENTÍFICOS TRATAN
DE CREAR VIDA
(sin éxito)
Comenzando
con el experimento de Miller-Urey en 1953, los científicos han pasado
incontables horas intentando crear vida en el laboratorio, al pasar chispas
mediante mezclas favorables de gases (ahora considerados como no
representativos de la atmósfera antigua terrestre), pero todo lo que han
logrado es la producción de ciertas moléculas prebióticas orgánicas, tales como
aminoácidos.
Al
grado que esos experimentos han sido descritos como "una historia de
abyecto fallo científico", porque cualquier molécula deseada y producida
invariablemente reaccionaba con subproductos inesperados, resultando en una
"sustancia pegajosa como el alquitrán" (9).
Ninguna
clase de nucleótido se ha producido alguna vez en experimentos de descarga
eléctrica, y en otras instancias los químicos han conseguido diseñar una
molécula de ARN parcialmente auto-replicante, pero sólo al ejercer gran
inventiva y creando condiciones no realistas (10).
Por
lo que la ironía de esto no pasó desapercibida:
« Nos
encontramos en la situación en que el bioquímico, aplicando mucha reflexión,
esmero y actividad resuelta, junto con la utilización de equipos elaborados y
complejos, puede duplicar en su laboratorio sólo algunos de los procesos más
simples que produce una sola célula. Pero aún así ese extraordinariamente diminuto ser vivo
puede lograrlo a un nivel de complejidad mucho más elevado que los científicos.
Y
aún así,
¡Los científicos
materialistas siguen achacando las actividades celulares a la suerte!
» (11)
Existen
dos tipos de células: las procariotas que no contienen núcleo, mientras
que las eucariotas albergan un núcleo y organelos rodeados por una membrana (tales como las mitocondrias).
Se
cree que los organismos procariotas unicelulares aparecieron hace unos 3’800
millones de años, y las células eucariotas hace unos 2’000 millones de años.
Estas últimas comprenden muchos organismos unicelulares (por ejemplo, los
protozoos) y todos los multicelulares (incluyendo plantas, hongos, animales y
humanos).
Una
célula animal típica contiene 10’000 millones de átomos, y es una estructura de
una complejidad que deja sin aliento, ya que si pudiéramos aumentar una célula
miles de millones de veces hasta que tuviera 20 km de diámetro, veríamos un
objeto de riqueza inigualable parecido a una inmensa fábrica automatizada, más
grande que una ciudad y que lleva a cabo casi tantas funciones como todas las
actividades manufactureras humanas en el mundo, y aún así es capaz de replicar
su estructura completa en el espacio de unas pocas horas.
Además,
los experimentos han demostrado que al contrario de moverse en forma azarosa,
las células pueden responder inteligentemente a su entorno inmediato como si
poseyeran un “centro de control” (una centrósfera compuesta de dos centríolos) la cual es "capaz de recolectar e integrar una variedad de señales físicamente
diferentes e imprevistas como la base de decisiones para solucionar
problemas" (12).
La célula
animal típica está compuesta por:
- Nucléolo.
- Núcleo.
- Ribosomas (puntos).
- Vesícula.
- Retículo endoplasmático rugoso.
- Aparato de Golgi.
- Citoesqueleto.
- Retículo endoplasmático liso.
- Mitocondria.
- Vacuola.
- Citosol.
- Lisosoma.
- Centríolo.
- Membrana celular (13).
El
genetista Jacques Monod admitió que el origen del código genético y su
mecanismo traductivo era un “verdadero enigma”, y Francis Crick (co-ganador con
James Watson del Premio Nobel por el descubrimiento de la estructura del ADN)
señaló que el origen de la vida parecía ser “casi un milagro” (14).
El
químico Robert Shapiro ha expresado que tanto el ADN como el ARN son demasiado
complejos para haberse originado espontáneamente, por lo que él espera que aparezca el
descubrimiento de "algún nuevo principio natural" para explicar su
origen (15).
Es
tan complejo el código genético que incluso el viaje en el tiempo (que
permitiría a los ingenieros del futuro sembrar vida en el presente) ha sido
propuesto seriamente por algunos físicos, y en este aspecto, Rodney Brooks
sugirió en la revista Nature que los científicos podrían estar
"perdiendo algo fundamental y actualmente inimaginado" en sus modelos
de biología, y que en la actualidad "cierto aspecto de los sistemas vivos
es invisible para nosotros" (16).
4 - ¿FUE EL
SURGIMIENTO DE LA VIDA UN EVENTO INEVITABLE?
Se
cree que la vida apareció en la Tierra hace unos 3’800 millones de años, y en
sólo un transcurso de 10 ó 20 millones de años de condiciones viables.
Esto
llevó al paleontólogo Stephen J. Gould a considerar que:
« El
origen de la vida en la Tierra fue una necesidad química y virtualmente
inevitable, dados la composición química de los proto-océanos y atmósferas, y
los principios físicos de los sistemas de auto-organización. » (17)
Varios
otros científicos han adoptado la misma idea. Por ejemplo, el Premio Nobel
Christian DeDuve sostuvo que la aparición de la vida y la mente está "escrita
en el tejido del Universo".
Por
su parte, Paul Davis cree que se ponen en acción "leyes de
complejidad" en una nueva manera sobre cierto umbral de diversidad,
permitiendo así que un sistema "se auto-organice y auto-complejice" y
que esto podría dirigir rápidamente a un sistema hacia la vida (18).
Sin
embargo, las "leyes de complejidad" y los "principios
auto-organizantes" son sólo palabras, puesto que las fuerzas y las
operaciones que describen nunca han sido explicados satisfactoriamente en
términos físicos y químicos.
Una
sugerencia es que los químicos simples podrían poseer "propiedades de
auto-ordenamiento" capaces de organizar los constituyentes de las
proteínas, el ADN y el ARN en las disposiciones específicas que ahora poseen.
Pero
como explica Stephen Meyer:
« La
bioquímica y la biología molecular dejan en claro que las fuerzas de atracción
entre los constituyentes en el ADN, el ARN y las proteínas NO explican la
especificidad secuencial de estas grandes biomoléculas transportadoras de
información. » (19)
Por
ejemplo, las afinidades de los enlaces auto-organizantes no explican la
disposición específica de bases nitrogenadas en el ADN porque no existen lazos
químicos entre ellas, ni afinidades diferenciales entre las bases y el
esqueleto de fosfato-azúcar, lo cual significa que cualquier base puede
acoplarse a dicho esqueleto en cualquier lugar y con la misma facilidad (20).
Las
leyes fisicoquímicas describen patrones ordenados y altamente regulares, pero
los procesos similares a esas leyes no pueden generar información funcional que
se caracteriza por la complejidad irregular.
Y es que solo la mente o la
inteligencia es la única causa conocida hasta ahora que sea capaz de producir la
complejidad y el contenido de la información presente en el ADN y el ARN.
Por lo que Hubert
Yockey, teórico de la información, sostuvo que los datos necesarios para iniciar
una vida no podrían haberse desarrollado por accidente y sugirió que la vida
fuera vista considerada un hecho patente, como la materia o la energía (21).
El
astrónomo Erich Jantsch escribió:
« La
vida ya no parece una superestructura
fina sobre una realidad física inerte, sino como un principio inherente a la
dinámica del universo. » (22)
El
físico David Bohm creía que la vida y la consciencia estaban contenidas
profundamente en el orden “implicado” o “generativo” subyacente a nuestro mundo
físico. de esta forma se hallan presentes en varios grados
de desarrollo en toda la materia, incluyendo la “inanimada” (23).
5 - EXPLICACIÓN
TEOSÓFICA DEL ORIGEN DE LA VIDA
También
la tradición teosófica reconoce a la vida y la consciencia como los más grandes
escenarios del universo, y por supuesto, los mayores misterios. Pero en el
lugar de concebir a la materia física "muerta" dando inicio
milagrosamente a la vida y la consciencia cuando alcanza un cierto nivel de
complejidad organizacional. En cambio la "consciencia-vida-sustancia"
es considerada como una esencia unitaria universal
y eterna, manifestándose en infinitos grados de densidad y formas
variadas.
La
enseñanza teosófica afirma que la materia física es una manifestación
condensada de los grados más finos de la consciencia-sustancia que compone los
ámbitos más etéricos (incluyendo los elementos sutiles de la constitución
propia de cada organismo).
Y
de esta manera, la vida está presente en todos los reinos de la Naturaleza,
aunque en diferentes grados de desarrollo.
Los
científicos generalmente consideran a la célula como la "unidad viviente
más pequeña", pero no entienden cómo la materia "muerta" de
repente puede estar viva, o por qué la generación espontánea de vida parece
imposible en nuestros días.
Y
la muerte también es difícil de explicar, pues;
¿Por
qué esa organización molecular repentinamente cesa de funcionar como una entidad
viviente y a veces sin alguna causa evidente?
Después
de todo, es la misma materia "inerte" la que compone a los seres
vivos y a los no vivos, y está claro que falta algo en el panorama científico.
En consecuencia, la
vida no puede reducirse simplemente a procesos fisicoquímicos.
El
advenimiento de los organismos “vivos” representa sin duda algunaun gran avance en
las formas más latentes encontradas en el reino mineral. Y es que se puede decir que un
cristal se “alimenta” y “crece”, pero se nutre de la misma sustancia única de
la que está hecho y se expande por acreción, y no por asimilación de porciones
seleccionadas de una mezcla de fuentes alimenticias y su modificación química
en protoplasma.
Un
cristal puede servir como núcleo para el crecimiento por acreción de un nuevo
mineral, pero esto es muy diferente de la división en los contenidos de la
célula viva para formar una “célula-hermana” replicada (24).
La
Teosofía considera la aparición de las formas de vida celular y molecular
mayores, como siendo uno de los hábitos
de la Naturaleza (“leyes”). Y este evento es recurrente en cada gran ciclo
evolutivo. Pero en vez de que la materia física se organice por sí misma en formas orgánicas, la Teosofía explica que estas actividades
de la materia están ampliamente organizadas y coordinadas desde niveles más profundos de la
existencia.
Y los
variados y extensos niveles de la vida manifestada en en el plano físico surgen desde el nivel de sofisticación
del vehículo a través del cual trabaja la “mónada” o “consciencia animadora”,
ya que esto determina cuánto puede expresarse de su potencial interno.
En
organismos más complejos, las corrientes etéricas de vida (prana o chi) juegan un
importante rol, las que circulan a través del cuerpo astral-modelo ayudando de
esta manera a vitalizar el cuerpo físico y sostienen su campo eléctrico de
vida.
Y
el prana puede ser considerado como una expresión individualizada de jiva,
que es el océano de la vida en el que todos estamos inmersos.
Referencias
- Stephen C. Meyer, Signature in the Cell: DNA and the evidence for intelligent design, New York: HarperOne, 2009, págs. 224-6; Simon Conway Morris, Life’s Solution: Inevitable humans in a lonely universe, New York: Cambridge University Press, 2003, págs. 61-2.
- Signature in the Cell, pág. 301.
- Ibid., pág. 97.
- Michael Denton, Evolution: A theory in crisis, Bethesda, MA: Adler & Adler, 1986, pág. 351.
- Paul Davies, The Cosmic Blueprint, London: Unwin, 1989, pág. 118.
- Signature in the Cell, pp. 210-3.
- Citado en Alexander Mebane, Darwin’s Creation-Myth, Venice, FL: P&D Printing, 1994, pág. 35.
- Evolution: A theory in crisis, págs. 266-7.
- Life’s Solution, págs. 37, 44.
- Signature in the Cell, págs. 302, 313-4, 334-5.
- Corona Trew y E. Lester Smith (editores), This Dynamic Universe, Wheaton, IL: Theosophical Publishing House, 1983, pág. 132.
- Guenter Albrecht-Buehler, "Cell intelligence", basic.northwestern.edu. Ver Rudi Jansma, "Cosmic mind in the microcosm", Sunrise, abril/mayo 2004, págs. 118-26.
- en.wikipedia.org.
- Citado en Evolution: A theory in crisis, pág. 268.
- Darwin’s Creation-Myth, págs. 35-6.
- Rodney Brooks, "The relationship between matter and life", Nature, vol. 409, 2001, págs. 409-11.
- Stephen Jay Gould, Wonderful Life: The Burgess Shale and the nature of history, New York: Norton, 1989, págs. 289, 309.
- David P. Woetzel, "The spontaneous generation hypothesis", Creation Research Society Quarterly, vol. 38, nro. 2, 2001, págs. 75-8.
- Michael J. Behe, William A. Dembski y Stephen C. Meyer, Science and Evidence for Design in the Universe, San Francisco, CA: Ignatius Press, 2000, pág. 87.
- Signature in the Cell, págs. 240-9.
- "The spontaneous generation hypothesis".
- Citado en Anna F. Lemkow, The Wholeness Principle: Dynamics of unity within science, religion & society, Wheaton, IL: Quest, 1990, pág. 137.
- David Bohm y F. David Peat, Science, Order & Creativity, London: Routledge, 1989, págs. 200-1.
- This Dynamic Universe, pág. 131.
esta sección debería llamarse "el materialismo bajo fuego" (jejeje)
ResponderBorrarLos elementos que componen entonces a una piedra que son los mismos o parecidos a los de los humanos hacen que la piedra tenga vida. PARECE QE ESTO NO LO PERCIBIMOS FACILMENTE, pues la piedra piensa como piedra?
ResponderBorrarLos minerales también tienen vida pero es una vida sumamente rudimentaria en donde la conciencia se encuentra prácticamente dormida.
BorrarYo supe de un caso de un maestro de yoga llamado Nassim Haramein y el explicaba como utilizando la meditación y otras técnicas había podido hacer una regresión hasta el momento de su concepción y cambiar su adn para evitar una malformación genética en su nariz; también leyendo por internet leí que se podía cambiar el rostro del hijo aun en el vientre de la madre si viajabas al astral y manipulabas su rostro.¿cual es el punto de vista del esoterismo o solo es un misterio?.
ResponderBorrarEn teoría sería factible pero en la práctica lo veo muy dificil.
BorrarSaludos, que hermoso blog, felicitaciones, mis más sinceros afectos y bendiciones a los creadores del mismo, que la fortuna y la felicidad los acompañe siempre en este plano y en la eternidad venidera. Desde mis experiencias psicodélicas y espirituales, mi vida ha venido girando entorno al encuentro de la verdad, y lo que más ha resonado en mi ser han sido las enseñanzas de la teosofía; de igual manera he tenido contacto con la ciencia y el arte (soy ingeniero agrónomo y músico) y esta sabiduría ha sido una fragancia magnífica en mi existencia. No podría estar más de acuerdo con lo aquí expresado, el absurdo del cual se mofan los materialistas ante la posibilidad de una gran arquitectura en el multiverso, y la infinitud de planos que nos circundan no es más que el reflejo de su propia ignorancia ante la profunda complejidad que nos atañen. De nuevo les envío mi humilde y fraternal saludo a ustedes que son mis hermanos de enseñanzas y sabiduría, los amo.
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