(Observación:
esta es la octava y última parte de la investigación de David Pratt sobre la evolución
de las especies y cuyo inicio lo pueden encontrar aquí, y le agradezco inmensamente
a Nicolás por haber traducido un artículo tan extenso, pero a la vez tan
interesante de leer.)
ÍNDICE
1.
Darwin versus el diseño inteligente
2. Los ritmos evolutivos
3.
El ser humano es el reservorio de todos los tipos
4.
Evolución astral y física
1 - DARWIN VERSUS
EL DISEÑO INTELIGENTE
Sobre
la evolución Blavatsky comenta:
« Todas
las cosas tienen su principio en el Espíritu, y la evolución comenzó
originalmente desde lo superior y procedió en descenso. En lugar de lo
contrario como se enseña en la teoría darwinista. »
(La
Doctrina Secreta, vol. 2, p. 170)
« No
es contra los descubrimientos zoológicos y antropológicos basados en los
fósiles humanos y animales que todo místico y creyente en un alma divina se
rebela internamente, sino sólo contra las conclusiones gratuitas construidas
sobre teorías preconcebidas y forzosamente calzadas con ciertos prejuicios
materialistas. »
(La
Doctrina Secreta, vol. 1, p. 636-637)
Y
es que el darwinismo está enraizado en la aserción materialista de que el Universo consiste sólo de materia y energía física, que los organismos vivos no
son más que máquinas complejas y que la mente y la consciencia son simplemente
un subproducto del cerebro.
El
darwinismo postula también que un organismo físico puede ser transformado en
otro completamente distinto mediante la acumulación de mutaciones favorables
determinadas por el azar ciego, sin ninguna dirección general, propósito innato
o motivo interno.
En
cambio la Teosofía describe al mundo físico como la cobertura externa de mundos
interiores (astral, mental y espiritual), y de forma similar, todo organismo
físico es animado por “almas” y “cuerpos” sutiles e internos, incluyendo un
cuerpo astral, una mente instintiva o autoconsciente (de muchos grados de
desarrollo) y un ego divino o mónada.
La
evolución implica por lo tanto el despliegue de poderes y capacidades latentes
en respuesta a los impulsos internos y los estímulos externos (y el desarrollo
de formas físicas viables mediante las cuales se pueden expresar dichas
facultades). Y de esta manera el cambio
evolutivo tiene lugar en todos los planos de la realidad, incluyendo cada nivel
de nuestra constitución.
Según
la Teosofía, los órganos se desarrollan y los organismos evolucionan en
respuesta a su impulso y dirección interior. Y tal y como las expresiones
físicas de la creatividad humana y la inventiva existen primero como ideas sutiles
(o formas de pensamiento). Pues bien, de la misma forma también cada órgano u organismo
físico son una expresión de un prototipo etérico preexistente.
En
otras palabras:
“No se puede dar
ninguna forma a algo, sea por la naturaleza o el ser humano, cuyo tipo ideal no
exista ya en el plano subjetivo.”
Y
es por eso que Blavatsky explica que:
« Ni
la forma del humano, ni aquélla de ningún animal, planta o piedra, han sido
alguna vez creadas, y es sólo en la dimensión humana que esto comenzó “siendo”,
es decir, objetivizándose en su materialidad presente o expandiéndose desde
dentro hacia el exterior a partir de la esencia más sublime y supersensorial
para luego manifestarse dentro de su apariencia más densa y física. Y de esta manera, nuestras formas humanas
han existido en la Eternidad como prototipos astrales o etéreos. »
(La
Doctrina Secreta 1:58, 1:282 y 2:660)
Y
también Helena Blavatsky sostiene que es infantil suponer que células ciegas e
indiferentes puedan disponerse en órganos, o que las maravillosas complejidades
del cuerpo humano se produzcan sin “la presencia supervisora de un impulso
cuasi-inteligente” o “inteligencia subconsciente que impregna la materia”. Y esta inteligencia instintiva y directora “finalmente
se puede encontrar como una reflexión de la sabiduría divina y dhyani-chohánica.”
(La
Doctrina Secreta, 2:299 pie de página, y 648-649)
(Nota:
“Dhyani-chohans” que en sanscrito-tibetano significa “Señores de la meditación”
es un término general para designar a los seres divinos cuya consciencia
colectiva componen a una “Mente cósmica”, ya sea la que se ocupa de un planeta,
o de una estrella, o de una galaxia, etc.)
Y
Blavatsky explica también que:
« Asimismo
hay centros de poder creador para cada RAÍZ o especie original, de la hueste de
formas de la vida vegetal y animal. Y esta no es tampoco una “creación especial”,
ni hay “diseño”* alguno, excepto en el
plano de la proyección general, señalado por la Ley Universal.
Pero
hay seguramente “diseñadores”, aunque estos no sean omnipotentes ni
omniscientes en el sentido absoluto del término, ya que ellos son simplemente los
constructores que obran bajo el impulso que les da la Conciencia Cósmica, la
cual es muy incomprendida en nuestro plano y es simplemente la VIDA y LEY UNIVERSAL.
Y
perteneciendo a esta esfera, ellos no tienen por lo tanto, intervención ni
posibilidad de actuar en ninguna otra esfera (por lo menos en el presente ciclo
de actividad).
Estos
constructores obran por ciclos y en una escala de proyección estrictamente
geométrica y matemática, como lo demuestran ampliamente las especies animales
extintas. Y el hecho de que actúan con un fin en los detalles de las vidas
menores (junto a eventos de orden animal, etc.) es suficientemente probado por
la historia natural.
En
la “creación” de especies nuevas que algunas veces se apartan mucho del tronco
padre, según acontece en la gran variedad del género felino (como el lince, el
tigre, el gato, etc.), los “diseñadores” son los que dirigen la nueva
evolución, añadiendo a las especies ciertos apéndices o privándoles de ellos
porque son necesarios o dejan de serlo en el nuevo medio ambiente.
Así,
cuando decimos que la Naturaleza provee a todos los animales y plantas de lo
que necesitan (ya sean grandes o pequeños) hablamos correctamente, porque estos
espíritus terrestres de la Naturaleza son los que forman la Naturaleza integral.
La cual si falla algunas veces en su designio, no se debe considerar ciega, ni
culparse del fracaso, puesto que perteneciendo a una suma diferenciada de
cualidades y atributos, es sólo en virtud de esto que a veces es condicionada e
imperfecta. »
(La
Doctrina Secreta, vol. 2, p. 732)
(* Nota del traductor: originalmente la
traducción española de “design”
estaba consignada como “designio”, constituyendo un cognado falso, pues esa palabra en realidad se refiere
a los conceptos de “plan”, “bosquejo”, “diseño” o “proyección” en su acepción
inglesa.)
¿QUIÉNES SON LOS CONSTRUCTORES?
Existen
“diseñadores” de muchos grados, pero no debe pensarse en ninguno de ellos como
dioses omniscientes, omnipotentes o autoconscientes que pueden “crear” lo que
ellos quieran, debido a que su trabajo en nuestro plano físico es predominantemente
instintivo y automático, reflejando las necesidades kármicas de las entidades
en evolución y los ciclos más amplios de actividad planetaria.
Y
es por eso que Blavatsky dice que:
« [La
naturaleza] es un conglomerado de fuerzas manipuladas por seres
semi-inteligentes (elementales) guiados por altos espíritus planetarios (los Dhyani-chohanes),
cuyo agregado colectivo forman (...) la MENTE del Universo y su LEY
inmutable. »
(La
Doctrina Secreta, vol. 1, p. 277-278)
Y
tal y como muchos de nuestros propios procesos corporales como la respiración, la
circulación sanguínea, la digestión, el crecimiento y la curación son regulados
por nuestra voluntad automática que es el sistema nervioso autónomo, el cual en
un sentido es una reflexión del yo consciente.
Pues
bien, también las operaciones regulares o “similares a la ley” de la naturaleza
pueden ser consideradas como procesos automáticos e instintivos de la voluntad
y consciencia de seres superiores en nuestro plano.
Por
lo que de esta forma, las “leyes” naturales son más parecidas a “hábitos”, y
como lo explica Gottfried de Purucker, estas “normas” son una expresión de las
acciones de lo que los antiguos llamaban “dioses” que exotéricamente y a menudo
eran antropomorfizados, pero esotéricamente el término denota los “principios
formadores” de la naturaleza, es decir, las entidades “sin forma” o las “energías
naturales conscientes y semiconscientes”.
(Occult Glossary, TUP, 2a
edición, 1996, p. 53-54)
O
sea que en resumen, la Teosofía afirma que bajo la dirección de la Mente divina
que dirige al Universo, los seres divinos que están encargados de gestionar la
evolución de la Tierra, ellos diseñan las formas de vida que se van a
manifestar en el planeta y estás son construidas por los espíritus de la
naturaleza. Y obviamente el entorno también influye en las modificaciones de
los rasgos que se van dando en las especies. Pero la Teosofía rechaza la idea que
evolución es producto del azar y afirma que hay seres inteligentes que dirigen
el proceso.
Al
igual que muchas religiones mundiales, la Teosofía también habla de jerarquías
de poderes creativos en diferentes grados que proveen los impulsos internos
para los trabajos y procesos externos del mundo físico. Y esos escalafones
incluyen a “arquitectos” y “constructores” y a las fuerzas semiconscientes de
la naturaleza o elementales en los rangos inferiores.
El
concepto general es que, en cualquier sistema de un mundo jerárquico
determinado, las formas más evolucionadas de consciencia guían e informan a las
menos progresadas.
Pero contrario a las religiones, la
Teosofía niega la existencia del diseño en el sentido de una “creación
especial” por un creador sobrenatural. En cambio postula un anteproyecto
evolutivo general (o plan básico) resultado de eras evolutivas pasadas (el cual
se encuentra almacenado en los planos más sutiles: astral y akáshico) y es puesto
en vigor por una serie de agentes no físicos.
Y
cada ciclo evolutivo se construye sobre aquél que se hallaba anteriormente y
utiliza patrones y prototipos preexistentes, los cuales son modificados y
adaptados según dicte la necesidad, significando con ello que nada tiene que
ser creado completamente desde cero y ciertamente tampoco a partir del “vacío”.
2 - LOS RITMOS
EVOLUTIVOS
De
acuerdo a la Teosofía, la Tierra es la reincorporación de un planeta anterior y
las diferentes clases o reinos de mónadas que se forman y evolucionan en
nuestro globo prosiguen un viaje evolutivo que no tiene comienzo ni tendrá
fines absolutos.
En
cada gran ciclo de evolución (que incluye muchos millones de años) las mónadas
se reencarnan en cada reino progresivamente, desde los sub-minerales (los elementales)
hasta en los reinos superiores a los humanos (los dhyani-chohánicos).
La
Teosofía postula que la Tierra actual y sus formas de vida se originaron hace
unos 2 mil millones de años en una condición altamente etérica. Y gradualmente se fueron materializando
y condensando durante el “arco descendiente” de la evolución
planetaria, el cual perduró hasta mediados del periodo de vida terrestre (hace
unos 4.5 millones de años). Y a partir de ese entonces se dio comienzo al “arco ascendente” en donde las formas de vida van a progresivamente entamar el proceso inverso de eterealización o espiritualización (1).
Y se
afirma también que el globo donde vivimos es el más material de los 12 que componen la
cadena planetaria terrestre; mientras que las otras esferas están situadas en planos más
etéricos y espirituales (por lo que no las podemos observar).
Los
diferentes reinos u ondas de vida monádicas realizan siete rondas a través de
todos los globos en sucesión durante las manifestaciones de una cadena
planetaria y permanecen muchos millones de años en cada una de esas
manifestaciones. Y durante estos
periodos las mónadas adoptan formas físicas viables y pasan mediante diferentes
fases de desarrollo.
En
cualquiera de esos globos y en cualquier momento, un reino es el predominante y
el grueso de sus mónadas se reencarna en ese globo.
Y
cuando una onda de vida abandona una esfera, deja atrás a sus representantes
más avanzados (a menudo referidos por el término sánscrito de shishtas, que quiere decir “remanentes”),
y al volver a ese globo en la ronda siguiente, dicho efluvio “reactiva” estas
semillas etéricas de vida que entonces se materializan y diferencian en una
variedad de reservorios apropiados para la evolución de ese reino en
particular.
(Observación: el tema que está tratando David Pratt puede ser dificil de entender para quienes no lo han estudiado todavía, y es por ello que les recomiendo que primero lean la sección "Rondas, Cadenas y Globos" en donde esclarezco este asunto.)
Fig. 8.1. Cronología
de las eras geológicas según la Ciencia y la Teosofía
Cronología
según la ciencia (años AP)
|
Cronología
según la teosofía (años AP)
|
|
Eón
Fanerozoico
|
||
Era
Cenozoica
|
||
Periodo
Cuaternario:
|
||
Holoceno
|
11.700
|
|
Pleistoceno
|
2.588.000
|
1.090.000
|
Periodo
Terciario:
|
||
Plioceno
|
5.333.000
|
1.870.000
|
Mioceno
|
23.030.000
|
3.670.000
|
Oligoceno
|
33.900.000
|
5.280.000
|
Eoceno
|
56.000.000
|
7.130.000
|
Paleoceno
|
66.000.000
|
7.870.000
|
Era
Mesozoica
|
||
Cretácico
|
145.000.000
|
16.000.000
|
Jurásico
|
201.300.000
|
28.000.000
|
Triásico
|
252.170.000
|
44.000.000
|
Era
Paleozoica
|
||
Pérmico
|
298.900.000
|
74.000.000
|
Carbonífero
|
358.900.000
|
110.000.000
|
Devónico
|
419.200.000
|
148.000.000
|
Silúrico
|
443.400.000
|
179.000.000
|
Ordovícico
|
485.400.000
|
214.000.000
|
Cámbrico
|
541.000.000
|
250.000.000
|
Eón
Proterozoico
|
||
(Laurentino)
|
640.000.000
|
320.000.000
(Comienzo de la 4a Ronda)
|
Tardío
|
1.000.000.000
|
|
Medio
|
1.600.000.000
|
720.000.000
(Probable comienzo de la 3a Ronda
|
Temprano
|
2.500.000.000
|
|
Eón
Arcaico
|
||
Neoarcaico
|
2.800.000.000
|
1.300.000.000
(Probable comienzo de la 2a Ronda)
|
Mesoarcaico
|
3.200.000.000
|
|
Paleoarcaico
|
3.600.000.000
|
|
Eoarcaico
|
4.000.000.000
|
|
Eón
Hadeico
|
4.600.000.000
|
2.170.000.000
(Comienzo de la 1era Ronda)
|
La Teosofía explica que los periodos científicos son
demasiado largos al incorporar un factor de entre 2 y 9, debido a las falsas
aserciones en las que está basada la datación radiométrica (2).
La
cuarta ronda de nuestro planeta comenzó a fines del Precámbrico, hace unos 320
millones de años atrás (la cifra científica correspondiente es de 640 millones
de años).
La
aparición de los primeros fósiles de metazoos (animales multicelulares) indica
que surgieron hace unos 600 millones de años. Y su repentina proliferación hace
unos 530 millones de años (en la espectacular “explosión cámbrica”) resultó de
la reactivación de los tipos astrales raíces por las mónadas que llegaron a nuestro
globo desde el globo precedente.
Los
científicos creen que los metazoos simples se originaron mucho antes en el
Precámbrico y que eventualmente aparecerán fósiles más antiguos y primitivos. Sin
embargo se ha encontrado evidencia controversial de que una flora terrestre y
fauna de insectos avanzados pueden haber existido durante el Cámbrico o incluso
el Precámbrico, pero los científicos ortodoxos lo rechazan puesto que no encaja
con sus postulados (3).
La
Teosofía indica que las formas de vida etéricas existieron en rondas más
remotas, pero ya que estas criaturas invertebradas a lo más habrían dejado sólo
una huella fosilizada, y considerando que los científicos no esperan encontrar
grandes fósiles que daten de dicho periodo, esto reduce ostensiblemente la
posibilidad de que se reconozca tal evidencia por lo que realmente es.
En
la explosión cámbrica entraron en escena muchos de los filos animales o diseños
anatómicos básicos presentes en el registro fósil reconocido (y los cuales parecieron
"salir de la nada"), y también muchos otros filos evolucionaron
durante este tiempo, pero que desde entonces se han extinguido.
Ninguna
nueva clase de animales ha aparecido desde el Paleozoico intermedio, y tampoco
surgió ningún orden nuevo desde las radiaciones de mamíferos y aves a comienzos
del Terciario siguiendo a la muerte de los dinosaurios.
La
tendencia general ha sido hacia un número en aumento de especies basadas en
planes básicos corporales cada vez menores. Por ejemplo: hoy existen unas tres
millones de especies de insectos vivos, pero sólo tres diseños de artrópodos
básicos comparados con los más de 20 que hubo en el Cámbrico medio.
Desde
el comienzo de la cuarta ronda hasta mediados del ciclo de vida planetario
(hace unos 4.5 millones de años), la tendencia evolutiva fue de descenso en la
materia, resultando con ello en una profusión de nuevas especies que desarrollaron los
diseños fundamentales activados al comienzo de la ronda y en una variedad de
direcciones especializadas.
Sin
embargo, el punto medio del ciclo marcó el comienzo del "arco
ascendente" hacia el espíritu, y en adelante más y más mónadas animales
tenderán a pasar a un reposo nirvánico inferior pues no serán capaces de
evolucionar suficientemente a lo largo de líneas más psicológicas y
espirituales.
Los
tipos de organismos que emergieron durante la explosión cámbrica testifican la
elevada creatividad que hubo en esa época. Y es que fue un periodo de asombrosa experimentación,
cuando los elementos de diferentes planes corporales básicos podían mezclarse
en un organismo, pero hoy eso ya no es posible pues existe un plan corporal de
vertebrados completamente diferente, y otro plan de angiospermas y de moluscos,
etc.
La
variabilidad limitada de plantas y animales con las que actualmente los
criadores tienen que lidiar es otro síntoma del potencial creativo menor que
prevalece ahora que el arco descendiente ha terminado.
El
desarrollo de la vida en la Tierra ha estado lejos de ser estable y lineal. En
lugar de ello, la aparición y
diversificación de nuevas reservas y la extinción de las ya existentes tienden
a suceder bastante rápida y abruptamente.
Y
como sostiene Gottfried de Purucker, a veces el desarrollo evolutivo pasa por
fases de mayor rapidez e intensidad:
« Enseñamos
la doctrina general de un crecimiento evolutivo lento y firme desde dentro
hacia el exterior (...) También señalamos que este proceso transformacional
fijo consiste en producir, mediante lo que podemos llamar autoexpresión, los
poderes intrínsecos, nativos, latentes y durmientes o facultades inherentes que
animan a la entidad que evoluciona. Y además que esta formación en algunos
intervalos cíclicos está marcada por importantes incrementos de intensidad
evolutiva, seguidos por periodos de inactividad o descanso, e incluso
ocasionalmente por retrogresión aparente, pero no real. »
(G. de Purucker, H.P. Blavatsky: The mystery, San Diego, CA: Point Loma Publications, 1974, p.73-74.)
(G. de Purucker, H.P. Blavatsky: The mystery, San Diego, CA: Point Loma Publications, 1974, p.73-74.)
CONCLUSIÓN
Desde
un punto de vista teosófico, nada aparece de ninguna parte sin ninguna razón o
propósito. Cuando se requiere un nuevo tipo de vehículo físico para el
desarrollo de una mónada, un prototipo viable es otorgado por los patrones de
ciclos evolutivos previos almacenados en el campo de la memoria de la Tierra.
Asimismo,
las especies animales o vegetales que sean incapaces de adaptarse
suficientemente a condiciones medioambientales cambiantes, o no suministren más
vehículos viables para la experiencia evolutiva de las mónadas reencarnantes en
ese reino, finalmente se extinguen y su lugar es ocupado por formas más
apropiadas.
Y
este proceso puede ser acelerado por cambios medioambientales y desastres
naturales, incluyendo erupciones volcánicas, terremotos e impactos de cometas,
pero estos son solamente mecanismos que subyacen en causas más profundas.
Referencias
- Ver "Evolution in the fourth round", http://davidpratt.info.
- Ver "Geochronology: theosophy and science, Geological timescale", http://davidpratt.info.
- Ver Michael A. Cremo, Human Devolution, Los Angeles, CA: Bhaktivedanta Book Publishing, 2003, págs. 43-54; Richard L. Thompson, Mechanistic and Nonmechanistic Science, Los Angeles, CA: Bhaktivedanta Book Trust, 1981, págs. 191-2.
3 - EL SER HUMANO ES EL
RESERVORIO DE TODOS LOS TIPOS
La primera raza-raíz de la humanidad en la cuarta ronda comenzó a desarrollarse a mediados del Paleozoico, y estas formas protohumanas eran seres altos, ovoides, semi-astrales y sin autoconsciencia que no se reproducían sexualmente, sino por fisión (como hacen hoy las células).
Durante
los siguientes millones de años se materializaron con lentitud, declinaron en
tamaño y asumieron la forma humana actual.
Paralelamente,
se afirma que la reproducción sexual en el reino humano se originó en la
segunda mitad de la tercera raza-raíz (conocida como la raza lemuriana) hace
unos 18.5 millones de años, y en la escala de tiempo teosófica esto ocurrió a
fines del Jurásico de la Era Mesozoica, o “edad de los reptiles”.
La
segunda raza-raíz (en su etapa terminal) y tercera raza-raíz (en su etapa inicial) se reproducían por gemación,
el cual es un método asexual todavía
utilizado por algunos organismos unicelulares (por ejemplo, bacterias,
levaduras y protozoos) y en ciertos animales multicelulares (hidras, medusas y
ascidias).
Esto
procedía de la siguiente manera: en ciertos periodos muchas células vitales
dejaban el cuerpo paternal, y mientras que muchas perecían, otras se desarrollaban
exitosamente para devenir en otros seres. Si se originaban desde la porción del
cuerpo paternal que fue el asiento de los órganos reproductores podían
reproducir otro humano, pero si emanaban desde alguna otra parte del cuerpo y
el ambiente era favorable, a menudo daban origen a las primeras formas
mamíferas, las cuales entonces procedieron a su crecimiento y especialización a
lo largo de caminos individuales.
Y
sobre este asunto Gottfried de Purucker explica:
« Cada
célula vital o germen reproductivo es en sí mismo un almacén o repertorio de
tipos inexpresados, y si no existe inhibición natural, barrera física o
impedimento para su expresión, el tipo que tiene el mayor impulso para la
manifestación será el dominante, y así crece en una entidad representativa que
sería el comienzo de una nueva reserva de criaturas. »
(The Esoteric Tradition, TUP, 2a
edición, 1973, p.320)
Actualmente,
los varios millones de células que componen nuestros cuerpos están tan
firmemente agrupados en el tipo dominante de la entidad humana interior que las
tendencias inherentes de las células han llegado a ser.
Pero en
aquellas épocas remotas (y antes que el despertar de la inteligencia
autoconsciente adquiriera fuerza en la última tercera raza-raíz), el predominio
de la esencia mental o fluido de vida era mucho más débil sobre las células y
los átomos de vida que componían sus cuerpos primitivos y más etéricos, y
cuando alguna de las células se liberaba de ese control, seguía instintivamente
el camino de la autoexpresión según su fase de desarrollo.
Y una
razón adicional de por qué las células se desarrollaron a lo largo de senderos
propios fue porque todas las entidades se encontraban en el arco descendiente (que
es el periodo de evolución de la materia y la involución del espíritu) y de
esta forma todas las reservas de los “humanos” inferiores se hallaban bajo el
impulso natural de evolucionar hacia nuevas formas corporales.
LOS MAMÍFEROS
Las
primeras criaturas pertenecientes a la clase mamífera aparecen en el registro
fósil del Mesozoico inicial y supuestamente evolucionaron de los terápsidos,
reptiles parecidos a mamíferos que se originaron en el Carbonífero del
Paleozoico, pero no existe rastro fósil continuo que conduzca de reptiles a
mamíferos.
Éstos
últimos comenzaron a aparecer en números más grandes durante el Cretácico y en
el Jurásico, hacia el final de la tercera raza-raíz, y experimentaron una
enorme radiación y diversificación a comienzos del Terciario, o periodo atlante
prístino, siguiendo a las últimas extinciones cretácicas.
De
esta forma, según la Teosofía los orígenes de los mamíferos pueden trazarse a
prototipos astrales que datan de la segunda raza-raíz tardía e inicios de la
tercera, a fines del Paleozoico y comienzos del Mezosoico (1),
cuando los humanos eran andróginos y todavía no habían sido separados en dos
sexos ni se habían convertido en mamíferos.
Los
cuerpos animales se hicieron completamente físicos antes que los de la
humanidad astral, y de esta forma se separaron en macho y hembra desde el
estado andrógino precedente y con anterioridad al reservorio humano.
Y hay que notar que entre
los vertebrados, los machos y las hembras poseen los órganos reproductivos
rudimentarios del otro sexo, y esto apunta a la existencia de antiguos “mamíferos”
hermafroditas, o más bien mamíferos ancestrales (2).
Todas
las reservas de vida situadas por debajo del nivel de los mamíferos (invertebrados, peces,
anfibios, reptiles y aves) se derivaron del reservorio humano primitivo en la anterior ronda planetaria (la tercera), hace cientos de millones de años en
el Precámbrico, y mucho antes que la Tierra alcanzara su grado actual de densidad
física.
Así,
en lo que concierne a nuestra cuarta ronda actual, sólo los mamíferos pueden
ser vinculados a prototipos otorgados por el ser humano. Mientras que los "anfibios, aves,
reptiles, peces, etc., son los resultantes de la tercera ronda; y las formas
fósiles astrales se almacenaron en la envoltura áurica de la Tierra y se
proyectaron en la objetividad física subsecuente cuando se generó la deposición de las
primeras rocas laurentinas" (3). Y esto es antes del
comienzo de la cuarta ronda.
Y
es curioso constatar que las primeras fases de desarrollo por las que pasan los
embriones mamíferos, incluyendo los humanos, son muy similares.
A
este respecto, Blavatsky escribe:
« Cuando
se tiene en cuenta que todas las formas que ahora pueblan la Tierra son tantas
variantes de tipos básicos originalmente provistos por el HUMANO de la tercera
y cuarta ronda, se desestabiliza el argumento evolucionista que insiste en la “unidad
del plan estructural” que caracteriza a todos los vertebrados.
Los
tipos básicos referidos eran muy pocos en número comparados con la multitud de
organismos a los cuales finalmente dieron origen, pero una unidad general de
tipo ha sido preservada a lo largo de las eras.
.
. .
El
tipo humano es el repertorio de todas las formas orgánicas potenciales, y el
punto central desde donde estas últimas irradian (...) [Los mamíferos son] post-humanos, y en
consecuencia, es fácil explicar el parecido general entre sus fases
embrionarias y aquéllas del ser humano, quien necesariamente abarca en sí mismo
y sintetiza en su desarrollo los rasgos del grupo que él originó. »
(La
Doctrina Secreta, vol. 2, p. 683-684)
Y es que es curioso constatar como el
embrión humano parece adquirir formas parecidas a plantas, peces y reptiles
durante su desarrollo (4). Y bajo este aspecto, debería notarse
que en las rondas más antiguas (cuando la Tierra y sus habitantes eran aún muy
etéricos) las mónadas después se manifestaron en una forma humana completa,
pasando relativamente rápido a través de los reinos inferiores y recapitulando
las fases de desarrollo por las cuales transcurrieron durante las encarnaciones
previas en la Tierra.
(O sea que al inicio de cada ronda se vuelve a repetir rápidamente por las fases de desarrollo que ya se habían logrado en las rondas anteriores. Un poco como en la escuela en donde al inicio de una nueva clase, se repasa rápidamente lo que ya se había estudiado en los años anteriores.)
Además que
como ya se indicó, los grupos animales inferiores a los mamíferos se originaron
del “hombre” en las rondas iniciales. No obstante, el término “hombre” aquí se
refiere a las formas etéricas protohumanas que no mostraban parecido alguno con
los humanos autoconscientes de hoy.
Referencias
- A.L. Conger (editor), The Dialogues of G. de Purucker, TUP, 1948, 3:181-2; The Esoteric Tradition, pág. 324.
- H.P. Blavatsky, La Doctrina Secreta, TUP, 1977 (1888), 2:184; ver "Sex and sexuality" secciones 2 y 5, http://davidpratt.info.
- La Doctrina Secreta, 2:684.
- La Doctrina Secreta, 1:184, 2:187-9, 258-9.
4 - EVOLUCIÓN ASTRAL
Y FÍSICA
Según la doctrina darwinista: de la descendencia común, todas las especies que han
vivido alguna vez en la Tierra provienen directamente de otras, pero la Teosofía niega que
esto sea cierto:
« Ningún
ocultista puede aceptar la propuesta irracional de que todas las formas ahora
existentes (desde la amiba sin estructura hasta el ser humano) son todas
descendientes lineales directas de organismos que vivieron hace millones y
millones de años antes del nacimiento del humano, durante las épocas
presilúricas [el Precámbrico en la terminología moderna] ya sea en el mar o en la tierra.
Para
los innumerables tipos de vida no hay necesidad de representar a los miembros
de una serie progresiva, pues estos constituyen “los productos de divergencias
evolutivas variadas y diferentes, teniendo lugar en una dirección o en otra”.
En
un sentido, la “unidad del tipo común” a todos los reinos humanos y animales no
es (...) una prueba de la consanguinidad [o sea de la ancestralidad común] de
todas las formas orgánicas, sino un testimonio de la unidad esencial del “plan
básico” que la naturaleza ha seguido al moldear sus criaturas. »
(La
Doctrina Secreta, vol. 2, p. 258-260 y 737)
La
insistencia de Darwin en el cambio evolutivo gradual fue cuestionada por muchos
de sus contemporáneos, como por ejemplo por George Mivart:
« Encontramos
una ausencia importante (e inexplicable en términos darwinistas) de formas
transicionales minuciosamente gradadas. Debido a que todos los grupos más
marcados aparecen de una sola vez en escena. Y todas estas
dificultades serían evitadas si admitiéramos que nuevas formas de vida animal
en todos los grados de complejidad aparecen de tiempo en tiempo con relativa
brusquedad que evolucionan de acuerdo a las leyes dependientes tanto de las
condiciones circundantes como de las interiores. »
(On the Genesis of Species, London: Macmillan, 2a edición,
1871, págs. 161-2;
citado en La Doctrina Secreta, 2:697)
Y
es que aunque se han descubierto varios fósiles "transicionales", la
Teosofía rechaza la hipótesis de que son vínculos en una secuencia más o menos
continua de transformaciones corporales como pretenden todavía muchos
darwinistas (1).
Esto debido a que todavía existen grandes brechas en el
registro fósil. Por
ejemplo: entre invertebrados e vertebrados, y entre las varias clases de
vertebrados. Lo que apunta a la existencia de prototipos y procesos evolutivos
etéricos.
Blavatsky
afirma que los factores físicos que influencian la evolución (y en los cuales
está enraizado el darwinismo) sólo entran en juego después de "la materialización de los primeros tipos raíces animales fuera del astral" (2).
Pero no es posible ningún cambio subsecuente y significativo en la forma física
a menos que hayan sido preparados en el nivel astral o formativo.
Estas
transformaciones pueden permanecer latentes e inexpresadas hasta que las circunstancias
externas sean apropiadas para su manifestación, resultando así en grandes y
súbitas variaciones, o en la aparición de una nueva especie (3), lo
cual estaría acompañado de mutaciones genéticas de gran alcance, pero guiadas y
coordinadas desde dentro en vez de ser azarosas como lo pretenden los darwinistas.
Y
puede ser el caso que, en el pasado, los individuos de una especie hayan dado
nacimiento a descendientes que pertenecían a un género o familia distintos. Pero una "descendencia con modificación" parece una idea menos probable
para el origen de nuevos órdenes, clases, filos y reinos.
Como
dice Blavatsky:
« El
abismo reconocido entre los sistemas de reproducción de los ovíparos
vertebrados y los mamíferos constituye el calvario para aquéllos que, junto a
los evolucionistas, buscan relacionar todas las formas orgánicas existentes en
una línea de descendencia continua. »
(La
Doctrina Secreta, vol. 2, p. 735)
LAS ESPECIES PROYECTADAS DEL ASTRAL
Nuevos
géneros, familias y órdenes de criaturas han continuado apareciendo desde
mediados de la tercera raza-raíz, cuando la materia perdía su naturaleza
previamente plástica y etérea y comenzaba a asumir su densidad actual. Y si nuevas familias u órdenes de mamíferos no
son descendientes modificados o grupos pertenecientes a otras familias y
órdenes, entonces pueden concebirse varios escenarios alternativos (involucrando incluso la “generación
espontánea”).
Y esto teosóficamente se explica porque en
algún punto, una nueva especie que astralmente haya tomado forma (basado en los
diseños de especies previas, pero no descendiente de ellas en términos físicos)
podría manifestarse abruptamente como una materialización concreta.
Esto
sería análogo a la concreción de formas humanas completas que ocasionalmente
fueron reportadas en sesiones de espiritismo, y uno de los casos más famosos
durante el apogeo de dicho movimiento en el siglo XIX fue la materialización de
una mujer aparentemente de carne y hueso conocida como Katie King por la médium
Florence Cook (4).
Blavatsky
citaba a Katie como ilustración del modo en que la raza lemuriana etérica asumió
una forma física completa (5), sólo que el el caso de la raza lemuriana, el proceso tomó
millones de años en lugar de un minuto o dos como sucedió en el caso de las sesiones
mediúmnicas.
Y
el reino animal también experimentó un proceso parecido de materialización gradual y se
hizo completamente físico antes que los humanos de la tercera raza. Sin embargo,
una vez que los reinos humano y animal adquirieron una fase totalmente
material, cualquier proyección o precipitación de formas etéricas en la
visibilidad física debe de haber ocurrido súbitamente.
Alternativamente,
sólo las semillas o los huevos de miembros de las nuevas especies podrían ser
precipitados en algún medioambiente viable donde puedan desarrollarse, y dichas
criaturas no tendrían padres a menos que tales hábitats incluyeran cuerpos de
otras criaturas, pero si por ejemplo un reptil depositara un huevo del que
saliera un ave (como una vez sugirió Otto Schindewolf).
¡Sin duda debe haber
dejado bastante perplejos a los padres!
En conclusión, la
razón de por qué generalmente faltan formas transicionales en el registro fósil
es porque nunca existieron tales seres físicos.
Según
el darwinismo, se esperaría que el mayor de algún subfilo fuese más parecido al
más bajo de otro subfilo superior. Sin embargo, usualmente son los
representantes inferiores (o más antiguos) de cada filo quienes se asemejan
más en los rasgos primitivos.
Y la Teosofía explica que la razón de por qué todas las estirpes mamíferas y premamíferas se
aproximan en tipo y carácter cuanto más las trazamos hacia el pasado es porque estas emanaron de una fuente común (y en este caso del “hombre” prehumano etérico).
Todos
los reservorios animales tienden a divergir desde el “almacén” humano primitivo
y desarrollan especializaciones de órganos y funciones particulares tales como
alas, trompas, garras, cuernos o branquias.
Los
animales tienen poca capacidad de avanzar constantemente a lo largo de líneas psicológicas,
pero hubo muchas oportunidades para ellos de desarrollar variaciones
fisiológicas. Por ejemplo, los monos y simios antropoides poseen una anatomía
mucho más especializada que los humanos, demostrando que son producto de un
desarrollo posterior en lugar de constituir nuestros ancestros, ya que según la
Teosofía, ellos se originaron de una cruza humana-animal (6).
Gottfried de
Purucker escribe:
« La
raza humana, la más primitiva de todas, retuvo su comparativa simplicidad de
estructura y función corporales, porque esto no solamente concernía a la
experimentación y adaptación a lo largo de líneas físicas. Y una vez que se había construido para sí
misma un vehículo viable, abandonó esa línea de evolución como un camino
distinto de evolución para su propio bien, con el objeto de traer a la
expresión externa los factores psicológicos, intelectuales y por supuesto
espirituales, mucho más importantes y los cuales se encontraban encerrados en su interior. »
(Man in Evolution, p. 132)
(Man in Evolution, p. 132)
****************************
De
acuerdo a un antiguo axioma cabalístico: “la piedra se convierte en una planta,
la planta en un animal; el animal en un hombre, y el hombre en un dios”.
Pero esto
no significa que una forma mineral evoluciona a una forma vegetal, y luego a otra
forma animal, y después a una forma humana (que es lo que afirma las doctrinas darwinistas). Sino que significa que
una mónada experimenta innumerables encarnaciones en cada reino a la vez al
comenzar con los tres ámbitos elementales y siguiendo luego en los dominios:
mineral, vegetal, animal y humano, para finalizar en los tres niveles superiores espirituales (los Dhyani-chohanes).
Comenzamos
cada gran ciclo planetario como chispas divinas no autoconscientes, y si
corremos la carrera exitosamente, la completaremos como seres divinos autoconscientes (y habiendo logrado relativa perfección para el sistema planetario en cuestión).
Pero
ningún estado de consciencia puede durar para siempre, ya que luego de un
periodo de reposo nirvánico comienza otra etapa de actividad que implica fases
similares de desarrollo evolutivo, y de este modo siempre hay nuevas esferas de
experiencia en las cuales podemos convertirnos en maestros autoconscientes de
la vida.
Referencias
- G. de Purucker, Man in Evolution, TUP, 2a edición, 1977, págs. 72-3.
- La Doctrina Secreta, 2:648-9.
- Man in Evolution, pág. 134.
- Ver "Los visitantes de la penumbra", sección 2, http://esoterismo-guia.blogspot.com.
- La Doctrina Secreta, 2:737.
- Ver "Human origins: the ape-ancestry myth", http://davidpratt.info.
No se pero cuando estaba en la escuela tenia dudas sobre la
ResponderBorrarevolución del hombre planteada por el darwinismo.
Pero esta explicación me convence mas.
buen trabajo cid sigue aumentado el contenido del blog.
Interesante tema, si los animales digamos que son los descendientes del humano, y los mamíferos son los animales que han aparecido en esta cuarta ronda. Y si los reptiles y peces son de la tercera ronda, estos también descienden del humano, entonces ¿como sería el humano de la tercera ronda?, ¿sería una especie de reptil antropomorfo?, ¿el mito de los reptilianos vendría de ahí?.
ResponderBorrarNo sabría decirte. Sorry.
BorrarHola Cid.
ResponderBorrarMuchas veces me pasa que leyendo -la doctrina secreta- de Blavatsky y leyendo las cartas de los Mahatmas (enviadas a Sinnet) me encuentro (o al menos me lo parece) con diferentes conceptos filosóficos, incluso algunos parecieran ser diametralmente opuestos. Por ejemplo, al comienzo del post, Cid, cita a la doctrina secreta:
« Todas las cosas tienen su principio en el Espíritu, y la evolución comenzó originalmente desde lo superior y procedió en descenso. En lugar de lo contrario como se enseña en la teoría darwinista. »
(La Doctrina Secreta, vol. 2, p. 170)
« No es contra los descubrimientos zoológicos y antropológicos basados en los fósiles humanos y animales que todo místico y creyente en un alma divina se rebela internamente, sino sólo contra las conclusiones gratuitas construidas sobre teorías preconcebidas y forzosamente calzadas con ciertos prejuicios materialistas. »
(La Doctrina Secreta, vol. 1, p. 636-637)
Al leer las cartas de los Mahatmas se plantea algo completamente diferente, incluso de una filosofía materialista. Cito de la carta N| 10:
“La idea de Dios no es una idea innata sino una idea adquirida, y nosotros sólo tenemos una
cosa en común con las teologías:
revelamos el infinito. Pero, mientras que nosotros atribuimos a todos los fenómenos que
proceden del espacio infinito e ilimitado, duración y movimiento, y unas causas materiales,
naturales, sensibles y conocidas (al menos para nosotros), los teístas les atribuyen causas
espirituales, sobrenaturales e ininteligibles y desconocidas.”
“(La Mente Universal). Cada nueva idea debería apoyarse en unas cuantas reflexiones y
argumentaciones; por ejemplo, nosotros estamos seguros de que se nos va a censurar por las siguientes contradicciones aparentes. (1) Negamos la existencia de un Dios consciente y
pensante, basándonos en que tal Dios o bien debe estar condicionado, limitado y sujeto a
cambio, y por lo tanto no infinito, o bien (2) si nos lo presentan como un ser eterno, inmutable e independiente, sin ninguna partícula de materia en él, entonces contestamos que eso no es un ser sino un principio inmutable y ciego, una ley. Y, sin embargo, ellos dirán que nosotros creemos en Dhyans o Planetarios ("espíritus" también) y les dotamos de una mente universal, y esto debe ser explicado.
Nuestras razones pueden resumirse brevemente como sigue:
(1) Negamos la absurda proposición de que pueda haber, incluso en un universo ilimitado y
eterno, dos existencias infinitas, eternas y omnipresentes.
(2) Sabemos que la materia es eterna, es decir, que no ha tenido principio, (a) porque la
materia es la Naturaleza en sí, (b) porque lo que no se puede aniquilar y es indestructible,
existe necesariamente —y, por lo tanto, no podría empezar a ser, ni puede dejar de ser; (c)
porque las experiencias acumuladas de incontables edades y las de la ciencia exacta, nos
demuestran que la materia (o la naturaleza) actúa en virtud de su propia energía peculiar, de la cual ni un solo átomo está nunca en estado de reposo absoluto, y por lo tanto, tiene que haber existido siempre, es decir, sus componentes deben haber cambiado constantemente de forma, de combinaciones y de cualidades, pero sus principios o sus elementos son absolutamente indestructibles.
(continua...)
Continuación:
ResponderBorrarEntonces, ¿en qué creemos realmente? Pues creemos en el tan ridiculizado flogisto (véase el artículo: "¿Qué es la fuerza y qué es la materia?", Theosophist de septiembre), y en lo que algunos filósofos congénitos llamarían nisus, el movimiento o esfuerzo incesante, aunque perfectamente imperceptible (para los sentidos ordinarios) que un cuerpo ejerce sobre otro —las pulsaciones de la materia inerte— su vida. Los cuerpos de los espíritus Planetarios están formados de aquello a lo que Priestiey y otros llamaron flogisto y para lo cual nosotros tenemos otro nombre —esta esencia en su séptimo estado más elevado forma aquella materia de la cual se componen los organismos de los más puros y elevados Dhyans, y en su forma más inferior o más densa (tan impalpable sin embargo que la ciencia lo llama energía y fuerza) sirviendo como protección a los Planetarios de primer grado o grado inferior. En otras palabras, nosotros creemos sólo en la MATERIA, en la materia como naturaleza visible y en la invisibilidad de la materia como el Proteo invisible, omnipresente y omnipotente, con su incesante movimiento, que es su vida, y que la naturaleza saca de sí misma, puesto que ella es el gran todo fuera del cual nada puede existir.”
“La existencia de la materia es, pues, una realidad; la existencia del movimiento es otra realidad; su existencia por sí misma y su eternidad o indestructibilidad es una tercera realidad. Y la idea del espíritu puro como un Ser o una Existencia, désele el nombre que se quiera, es una quimera, un enorme absurdo.”
Afirma que solo creen en la materia, sin embargo, Blavastky habla de materialismo e incluso del Espíritu, con “E” mayúscula. Cosa que en las cartas también se menciona:
“Ni nuestra filosofía ni nosotros mismos creemos en Dios y menos que nada en uno cuyo
pronombre necesita de una "E" 20 mayúscula. Nuestra filosofía entra dentro de la definición de Hobbes. Es, preeminentemente, la ciencia de los efectos por medio de sus causas y la ciencia de las causas por medio de sus efectos…”
(Carta N| 10)
Esto deja ver una brecha entre ambas doctrinas, tal vez sea solo en apariencia, o tal vez hay algo que no concuerda del todo entre lo que decían los maestros en sus cartas y lo que enseñaba Blavatsky (que según tengo entendido la doctrina secreta le fue dictada por los mismos maestros).
Según su conocimiento, Cid, ¿usted puede ver lo mismo? ¿o con un manejo más profundo de la enseñanza esotérica, lo que veo es una diferencia externa y no en el fundamento de la doctrina?
PD: Gracias por su trabajo, el blog es muy bueno e iluminador. Saludos.
Hola Sergio,
BorrarEse problema de las contradicciones también seguido las encuentro.
En algunas ocasiones, sí se debe porque se están diciendo cosas contrarias. Pero la mayoría de las veces se debe porque no se utilizan las palabras con rigurosidad.
Y en otros casos (como el que señalas aquí arriba) se debe porque las palabras a nivel esotérico tienen un sentido diferente del sentido que usualmente se utiliza a nivel profano.
Por ejemplo, en la vida cotidiana, el Espíritu divino es sinónimo de Dios. Pero en la teosofía el ESPÍRITU no tiene nada que ver con el Dios que profesan las religiones, ya que los maestros afirman que “el dios creador” de las religiones es solamente un personaje inventado, debido a que son las LEYES INMUTABLES las que se encuentran detrás de la Creación. Y el ESPÍRITU es el aspecto más elevado de esa Creación.
La materia es otro ejemplo de esa ambigüedad con la que se utilizan las palabras, porque por ejemplo: Pastor menciona que existe una materia que está realmente muerta y la cual va a existir durante todo el ciclo de vida del Universo.
Y esa materia muerta sirve para que las energías que se condensan y se transforman temporalmente en materia puedan anclarse en el plano físico.
Entonces cuando Kuthumi habla sobre la materia. ¿A qué materia se está refiriendo?
¿A “la materia muerta” o a “la materia viva”?
Y esto es un aspecto que me molesta de los instructores: que no sean más rigurosos y den todos los detalles necesarios para poder tener una mejor comprensión de lo que están diciendo.
Puede ser que se refiera a Mulaprakriti en el glosario teosófico la define así:
Borrar“Literalmente: “raíz de la Naturaleza (prakriti) o de la Materia”. – La raíz Parabrahmica, el abstracto principio deifico femenino: la substancia indiferenciada, Âkâza. [La materia cósmica indiferenciada, materia primordial, esencia o raíz de la materia, eterna causa material y substancia inmanifestada de todo ser; o sea la masa inmensa de materia informe, caótica o indiferenciada, de la cual surgen todas las formas o manifestaciones materiales del universo visible o manifestado, de igual modo que de la informe masa de barro salen todas las figuras y vasijas que fabrica el alfarero. – Los alquimistas occidentales le dan el nombre de “Tierra de Adan”, y los vedantinos, Parabrahman, si bien, en rigor, “el Mûlâprakriti es solo el velo echado sobre Parabrahman”. (Vease: Doctr. Secret., I, 39, nota)].”
Aunque puede que se refiera a Mulaprakriti, de todas maneras, es un concepto bastante místico, o un tanto incomprensible para el lego (me incluyo).
Saludos, Cid.
Vaya tema, la evolución. Existen teorías de los estudiosos del fenómeno extraterrestre, dicen que los annunaki(Una raza a la cual se le consideraba como los dioses de la antigüedad) vinieron a la tierra en busca de esclavos, utilizando la ingeniería genética para diseñar una raza nueva a partir de los primates. De esto también se quiere explicar el Rh negativo y el porque no es compatible con el positivo si somos de la “misma especie".
ResponderBorrarSaludos Cid
Esa teoría, el primero en promoverla fue el escritor Zacarias Sitchin, y tengo muchas objeciones al respecto, porque si eres una raza extraterrestre que tiene una tecnología tan descomunalmente avanzada que te permite viajar a otras estrellas,
BorrarPara que vas a querer ir hasta el sistema solar para sacar los minerales que tiene un pequeño planeta rocoso, cuando hay tantos asteroides en tu sistema estelar que tienen eso mismos minerales en mayores cantidades y sin el problema de la gravedad ni el problema de la distancia que en cambio sí tiene la Tierra…???
Para qué vas a complicarte en crear una raza de esclavos vivientes, cuando puedes crear maquinas que son mucho más eficientes y que no necesitan ser continuamente alimentadas, ni tampoco dormir ocho horas al día…?????
Y como esas razas tan primitivas pudieron vencer a seres que poseían una tecnología tan avanzada…??????
Si los estudiosos del fenómeno extraterrestre reflexionarán más en vez de solo querer vender libros, se darían cuenta que muchas de sus teorías son incoherentes.
Cuando dice esclavos, creo que no se refiere al sentido típico de la palabra, si no que esos seres nos chupan la energía, para mantenernos bajos de ánimo y así poder alimentarse, ya que se alimentan de eso, que conste que tampoco me creo esa teoría, pero hay que considerarlo todo.
ResponderBorrarEn la teosría original, los annunaki esclavizaron a los hoambres para poder extraer el oro bajo la Tierra...
BorrarLa segunda teoría que mencionas corresponde a lo que hace la mayoría de la fauna astral hostil. Pero ahí regresamos a lo mismo: una civilización tan avanzada tecnológicamente no necesita venir a chuparle la enegía a los humanos, ya que ellos disponen de otros medios mucho más eficientes para obtener energía.
Por ejemplo, simplemente la toman del sol y la transforman en lo que ellos quieran.
si las formas se originan en el astral mental y espiritual, ¿será posible visualizar un aspecto físico a tener en la próxima encarnación?
ResponderBorrarSí, nada más que su concretización dependerá de:
Borrar- qué tanto poder tengas,
- que tanto tiempo y esfuerzo le dediques,
- y qué tan factible sea.
Por ejemplo. No es lo mismo querer tener ojos azules que querer tener un ojo en la nuca.
Hola Cid
ResponderBorrarEn alguna parte de blog, comentaste que en algún tiempo recurriste con un "psíquico" (no recuerdo el termino correcto) por que pasabas por algunas dificultades(provocadas por alguien tal vez) y eso te fue de utilidad.
Puedes, de ser posible, comentarnos más sobre esa experiencia.
Recibe un cordial saludo...
En este capítulo hablo más sobre esa experiencia:
Borrar• ¿CÓMO PROTEGERTE DE LA BRUJERÍA?
http://esoterismo-guia.blogspot.com/2014/07/como-protegerte-de-la-brujeria.html
es lindo encontrar teorias...explicadas, bien exprimidas al punto de cuestionarse si venimos de una gran explosion, de un conjunto de organismos o somos fruto de algun pensamiento esoterico de algun extraño ser de un planeta que desconocemos. Cid, genial info, se la comparto a mis compas de la gran hermandad blanca. es bueno poder compartir pensamientos y opiniones, te sigo vale?
ResponderBorrarMira Cid, han traducido al castellano el libro Fundamentals of the Esoteric Philosophy de G. de Purucker: http://www.theosociety.org/pasadena/fund-sp/Fundamentos-GdP.pdf
ResponderBorrarUn saludo.
Gracias por la información
Borrar¿Como es que todavía existen animales de la tercera ronda (peces, reptiles, actualmente? ¿No se supone que al final de cada ronda toda la vida desaparece?. En teoría los únicos animales que deberían existir ahora son los mamíferos, que son consecuencia directa de los humanos de esta cuarta ronda.
ResponderBorrarEl proceso se repite con cada nueva ronda, pero cada vez va más lejos.
BorrarNo sé si es exactamente así pero para ilustrártelo: imagina que en la segunda ronda la especie animal más avanzada que se logró fueron los peces.
Y en la tercera ronda la especie animal más avanzada que se logró fueron los reptiles.
Y en la cuarta ronda la especie animal más avanzada que se logró fueron los mamíferos.
Y en la quinta ronda la especie animal más avanzada que se va a lograr, todavía no la conocemos pero va a ser superior a los mamíferos.
Y así en cada ronda se va avanzando más al grado que el Maestro Kuthumi precisa que:
« Durante la séptima ronda los animales se habrán convertido en seres inteligentes. » (CM23B p.177)
Y nosotros para entonces nos habremos convertido en “seres divinos humanos”.
Curioso, entonces digamos que si cada especie animal es como un descendiente del ser humano, y los mamíferos son descendientes del humano mamífero de ahora, ¿se podría decir que el humano de la tercera ronda era una especie de reptiloide?, ¿y el de la segunda una especie de pez?.
ResponderBorrarTal vez pudiera ser, pero es tan poca la información que dieron los instructores teosóficos sobre este asunto que no sabría decirte. Por el momento yo solo he estudiado lo que dijeron los Maestros al respecto en las Cartas Mahatma, y cuando tenga el tiempo pienso estudiar lo que dijo Blavatsky en la Doctrina Secreta que es de donde David Pratt sacó su información.
BorrarLo que dicen los Maestros de cómo eran los hombres en la 1ra, 2da y 3ra rondas lo puse aquí:
http://esoterismo-guia.blogspot.com/2011/05/rondas-hombre-evolucion.html
Pero te darás cuanta que dijeron muy poco y que queda mucho por descubrir porque si el hombre pasó por tantas faces tan diferentes durante esta 4ta ronda, algo parecido también le debió de haber sucedido en las rondas anteriores.