Entre les numerosos artículos que el
esoterista Franz Hartmann escribió, él relató tres historias de
vampirismo que llegaron a su conocimiento, y las cuales a
continuación se las transcribo:
LA PRIMERA
HISTORIA
« En la noche del 31 de diciembre de 1888, el Sr. y la Sra.
Rose (los nombres en esta historia son seudónimos pero los hechos son verídicos)
se fueron a la cama siendo pobres, y a la mañana siguiente se despertaron siendo
ricos.
Y la razón de esto se debió porque un
tío quien era la causa de su pobreza ya que les impedía entrar en posesión
legal de su propiedad legítima, murió durante esa noche; y hay algunos sucesos
de carácter ocultista relacionados con ese evento que serán de interés para
aquellos que deseen encontrar pruebas y demostraciones prácticas sobre las
investigaciones del "lado oculto de la naturaleza".
El Sr. Rose es un joven aunque muy
inteligente profesional de esta ciudad, pero que debido a que se encuentra al
inicio de su carrera tiene un número muy limitado de clientes. Y su joven
esposa es una de las damas más amables a quienes he tenido la suerte de
conocer; una mujer de mentalidad espiritual y más poetisa que economista. Ella
había sido criada en las circunstancias más prósperas debido a que su padre era
muy rico, y ella fue su única hija y por lo tanto la niña consentida en su
lujosa mansión.
Sería una tarea demasiado complicada
contar cómo sucedió que la propiedad que heredó cayó primero en manos de su
tío, un hombre rencoroso y avaro. Pero basta decir que ese hombre a quien
llamaremos Helleborus se las había arreglado con sus intrigas y pleitos para
mantener la propiedad de la señora Rose en sus manos y no darles ni a ella ni a
su esposo ningún apoyo, por lo que más de una vez ellos se vieron obligados a
pedir dinero prestado a sus amigos para no morir de hambre.
Como el "tío Helleborus"
estaba en la última etapa de tisis, la esperanza de la joven pareja era que su
muerte pronto pusiera fin a su calvario y los llevara a la posesión de lo que
por derecho les pertenecía.
El tío Helleborus sin embargo no
parecía dispuesto a morir. Año tras año seguía tosiendo y expectorando; pero
con todo eso sobrevivió a muchos que habían predicho su muerte. Y después de
hacerles hecho una propuesta de arreglo que le hubiera dejado en posesión de
casi toda la propiedad y a cambio les hubiera entregado a la joven pareja solo
una miseria, él se fue a Meran el otoño pasado para evitar el clima frío de
Viena.
Dada su precaria situación, el Sr. y
la Sra. Rose estaban muy inclinados a aceptar el acuerdo, pero concluyeron que primero
debían consultarlo con un amigo suyo que es un eminente abogado, y este
caballero (a quien llamaremos Sr. Tulip ya que todos en Viena conocen su verdadero
nombre) les aconsejó que no lo aceptaran.
Esto enfureció a Helleborus, quien llevado
por una rabia ciega juró que si encontraba la oportunidad de matar a Tulip,
seguramente lo haría.
El Sr. Tulip era un hombre
extraordinariamente fuerte, bien formado y sano; pero a principios de diciembre
pasado poco después de la partida del Sr. Helleborus hacia Merano, su salud de
repente se deterioró. Los médicos no pudieron encontrar la razón de ello y él
se puso cada vez más delgado y más débil, quejándose de una lasitud extrema, y
sintiéndose como una persona que sangraba a diario. Finalmente el 20 de
diciembre pasado toda Viena se sorprendió al saber que el Sr. Tulip había
muerto.
El examen post-mortem mostró que
todos los órganos estaban en un perfecto estado de salud, por lo que los
médicos no encontraron nada mejor que registrar que el Sr. Tulip había
fallecido por marasmo (emaciación)
como la causa de este sorprenden suceso.
Y por extraño que parezca, durante
los últimos días de su enfermedad (si se puede llamar eso así), cuando su mente
se volvía voluble, a menudo el Sr. Tulip imaginaba que un extraño lo estaba afectando,
y la descripción que dio de ese personaje invisible encajaba muy bien con la del
señor Helleborus.
Durante la enfermedad del Sr. Tulip,
llegaron noticias de Merano de que el Sr. Helleborus estaba ganando fuerza
rápidamente y se estaba recuperando de su enfermedad de la manera más milagrosa,
pero hubo algunas personas que expresaron serias dudas sobre si esta aparente
recuperación sería duradera.
El día del funeral del Sr. Tulip, un
miembro destacado de la Sociedad Teosófica, ahora viviendo en Austria, le comentó
a la Sra. Rose:
- "Verán que ahora
que el Sr. Tulip está muerto, su vampiro también morirá".
Y el 1 de enero de 1889, el Sr. Rose
soñó que veía al tío Helleborus luciendo perfectamente sano. Expresó su
sorpresa al respecto, cuando una voz, como si viniera de lejos le dijo:
- "¡El tío
Helleborus ha muerto!"
La voz sonó por segunda vez, y esta
vez con mucha más fuerza repitiendo la misma frase; al grado que el señor Rose
se despertó con el sonido de esa voz aún resonando en sus oídos, y le comunicó
a su esposa la feliz noticia de que "el tío Helleborus había fallecido".
Dos horas después llegó un telegrama
de Merano anunciando la desaparición del "tío Helleborus" que había
ocurrido esa misma noche, e invitando al Sr. Rose a asistir al funeral. Se
descubrió que el Sr. Helleborus había comenzado a empeorar rápidamente desde el
día en que murió el Sr. Tulip, y la única explicación racional de este caso la
he encontrado en lo que dijo Paracelso, lo cual corresponde a una forma de
vampirismo energético. »
(Revista Lucifer, mayo
de 1889, p.241-242)
Observación
Este es el caso
más usual de vampirismo, en donde un individuo le chupa su energía de vitalidad
a otra persona por medio de diferentes técnicas.
LA SEGUNDA
HISTORIA
« Se
dice que los casos de verdadero vampirismo son ahora extremadamente raros, al menos
en los países civilizados; pero esta incógnita es difícil de averiguar debido a
que lo que sucede en el interior de las tumbas pocas veces puede investigarse
por medio de la exhumación.
Sin
embargo creo que uno de esos casos ha estado bajo mi observación. Un cierto
abogado de L -----, conocido como un gran sensualista, murió de apoplejía, y
veinte años después se abrió su tumba en el cementerio y se encontró que el
cuerpo no solamente carecía de signos de putrefacción sino que además todavía
exhibía un color más o menos saludable como si aún estuviera vivo.
Y
esa preservación no pudo atribuirse a la condición del suelo porque todos los
cuerpos de las tumbas vecinas en cambio se encontraban descompuestos.
Por
lo tanto, se puede suponer que este tal vez fue un caso genuino de vampirismo,
y que la parte animal astral de ese hombre mantuvo al cuerpo físico en un
estado de vida vegetativa mediante la fuerza nerviosa que él abstraía de los
seres vivos y la infundía en su cuerpo físico a través del cordón astral que
permanecía todavía intacto conectado con el cadáver. »
(The
Occult Review, julio de 1909, p.17)
Observación
Este es un caso muy extraño de
vampirismo en el que los ocultistas explican que después de fallecer y
bajo ciertas circunstancias particulares, el alma de la persona no se separa de
su cuerpo físico, sino que permanece atada a su cuerpo por medio del cordón del
plata.
Y a partir de ese momento ese
individuo se convierte en una especie de espectro astral que puede deambular
por los alrededores e incluso hacerse visible, y que le roba la sangre vital
a las personas vivas para mantener existiendo a
su cuerpo físico en un estado de hibernación.
LA TERCERA
HISTORIA
« El 19 de junio de 1909 apareció en un destacado periódico
de Viena (el Neues Wiener Journal) un
aviso adjunto en el que se decía que el castillo de B___ había sido quemado por
la población, a causa que había una gran mortalidad entre los niños campesinos,
y en general esto se creía que se debía por la invasión de un vampiro que se
suponía era el último Conde de ese castillo, y que después que murió adquirió
esa reputación.
El castillo estaba situado en una
parte salvaje y desolada de los Cárpatos y anteriormente había sido una
fortificación contra los turcos. No estaba habitado debido a que se creía que
estaba habitado por fantasmas, y solo un ala se usaba como vivienda para el
cuidador y su esposa.
Ahora bien, sucedió que cuando leí
el aviso anterior, yo estaba sentado en una cafetería en Viena en compañía de
un viejo amigo mío que es un ocultista experimentado y editor de una revista
muy conocida y que había pasado varios meses en la localidad del castillo.
Y de él obtuve el siguiente relato,
y parece que el vampiro en cuestión probablemente no era el viejo Conde, sino
su hermosa hija, la Condesa Elga, cuyo retrato tomado del cuadro original,
obtuve.
Mi amigo dijo:
« Hace dos años yo vivía en
Hermannstadt, y al estar trabajando en la construcción de un camino a través de
las colinas, a menudo me encontraba cerca de ese antiguo castillo donde conocí
al viejo cuidador y a su esposa que ocupaban una parte del ala de la casa, casi
separada del cuerpo principal de la construcción.
Eran una pareja de ancianos
tranquila y bastante reticente a la hora de dar información o expresar una
opinión sobre los extraños ruidos que a menudo se escuchaban por la noche en
los pasillos desiertos, o de las apariciones que los campesinos valacos
afirmaban haber visto cuando deambulaban por los alrededores del castillo después
del anochecer.
Todo lo que pude deducir fue que el
anciano Conde era viudo y tenía una hermosa hija que un día murió por una caída
de su caballo, y que poco después el anciano murió también de alguna manera
misteriosa, y los cuerpos fueron enterrados en un cementerio solitario
perteneciente a un pueblo vecino.
Poco tiempo después de su muerte se
notó una mortalidad inusual entre los habitantes de la aldea: varios niños e
incluso algunos adultos murieron sin ninguna enfermedad aparente; simplemente
se consumieron y así se inició el rumor de que el viejo Conde se había
convertido en vampiro después de su muerte.
No hay duda de que no era un santo
ya que era un adicto a la bebida y circulaban algunas historias impactantes
sobre su conducta y la de su hija, pero si había algo de verdad en ellos o no,
no estoy en condiciones de decirlo.
Posteriormente la propiedad pasó a
manos de un pariente lejano de la familia, que es un joven oficial de un
regimiento de caballería en Viena. Parece que el heredero disfrutó de su vida
en la capital y no se preocupó mucho por el viejo castillo en el campo; ni
siquiera vino a verlo sino que dio instrucciones por carta al viejo conserje,
diciéndole simplemente que mantuviera las cosas en orden y que se ocupara de
las reparaciones si era necesario. Así el cuidador era realmente el habitante
del castillo y me ofreció su hospitalidad a mí y a mis amigos.
Una noche, mis dos asistentes y yo,
el Dr. E, un joven abogado, y el Sr. W, un hombre de letras, fuimos a
inspeccionar el castillo. Primero fuimos a los establos. No había caballos ya
que los habían vendido, pero lo que atrajo nuestra atención especial fue un carruaje
antiguo de estilo extraño con adornos dorados y con los emblemas de la familia.
Luego inspeccionamos las
habitaciones, pasando por algunos vestíbulos y pasillos lúgubres, como los que
se pueden encontrar en cualquier castillo antiguo. No había nada extraordinario
en los muebles, pero en uno de los pasillos colgaba en un marco un cuadro al
óleo. Era un retrato que representaba a una dama con un gran sombrero y un
abrigo de piel.
Todos nos sorprendimos involuntariamente
al contemplar esta imagen; no tanto por la belleza de la dama, sino por la
extraña expresión de sus ojos, y el Dr. E después de mirar el cuadro por un
corto tiempo, de repente exclamó:
- "¡Qué extraño!
Me da la impresión que el cuadro cierra los ojos y los vuelve a abrir, y ahora
empieza a sonreír."
El Dr. E es una persona muy sensitiva
y más de una vez ha tenido alguna experiencia paranormal en el espiritismo, por
lo que decidimos formar un círculo con el propósito de investigar este fenómeno,
y en consecuencia esa misma noche nos sentamos alrededor de una mesa en una
habitación contigua, formando una cadena magnética con nuestras manos. Pronto
la mesa comenzó a moverse y se deletreó el nombre “Elga”.
Preguntamos quién era esta Elga y se
nos respondió a través del Dr. E en estado de trance:
-
"La dama cuyo retrato han visto."
- "¿Está viva la
señora?" Preguntó el Sr. W.
Esta
pregunta no fue contestada, pero en cambio le respondieron:
- "Si el señor W
lo desea, me apareceré en cuerpo esta noche a las dos en punto."
El Sr. W consintió, y ahora la mesa
parecía dotada de vida y manifestaba un gran afecto por el Sr. W; se levantó
sobre dos patas y se apretó contra su pecho, como si pretendiera abrazarlo.
Preguntamos al castellano a quien
representaba el cuadro, pero para nuestra sorpresa él no lo sabía. Dijo que era
la copia de un cuadro pintado por el célebre artista Hans Markart de Viena, y
que había sido comprado por el viejo Conde porque su aspecto demoníaco le
agradaba mucho.
Salimos del castillo y el Sr. W se
retiró a su habitación en una posada que estaba a media hora de viaje de ese
lugar. Tenía una actitud un tanto escéptica ya que él no creía para nada en los
fantasmas ni el las apariciones espectrales, aunque tampoco estaba dispuesto a
negar su posibilidad. Él no tenía miedo, sino que se encontraba ansioso por ver
qué saldría de su acuerdo, y con el fin de mantenerse despierto se sentó y
comenzó a escribir un artículo para una revista.
Hacia las dos de la madrugada oyó
pasos en las escaleras y se abrió la puerta del vestíbulo, se oyó el susurro de
un vestido de seda y el sonido de los pies de una dama que caminaba de un lado
a otro por el pasillo.
Pueden imaginarse que se sorprendió mucho,
pero animándose se dijo a sí mismo:
- "Si es Elga, dejémosla
pasar."
Entonces se abrió la puerta de su
habitación y entró Elga. Ella estaba vestida de la manera más elegante y
parecía aún más joven y seductora que en su retrato. Había un salón al otro
lado de la mesa donde el Sr. W estaba escribiendo, y allí ella misma se colocó
en silencio. Ella no habló, pero su mirada y gestos no dejaron ninguna duda
respecto a sus intenciones y deseos.
El Sr. W resistió la tentación y se
mantuvo firme. No se sabe si lo hizo por principios, por timidez o por miedo. Pero
sea como fuere siguió escribiendo, mirando de vez en cuando a su visitante y
deseando en silencio que se fuera. Por fin, al cabo de media hora, que le
pareció mucho más larga, la dama se marchó de la misma manera en que llegó.
Esta aventura no dejó tranquilidad
al Sr. W y en consecuencia organizamos varias sesiones más en el antiguo
castillo, donde tuvieron lugar una variedad de fenómenos extraños. Así por
ejemplo en una ocasión la sirvienta estaba a punto de encender un fuego en la
estufa, cuando la puerta del apartamento se abrió y Elga apareció allí.
La sirvienta asustada salió
corriendo de la habitación, rodando por las escaleras aterrorizada con una
lámpara de petróleo en la mano, la cual se rompió y estuvo a punto de incendiar
su ropa. Otro fenómeno es que las lámparas encendidas y las velas se apagaban
cuando se acercaban al cuadro y también se produjeron muchas otras
“manifestaciones” que sería tedioso describir, pero el siguiente incidente no
debe omitirse:
El señor W deseaba en ese momento
obtener el puesto de coeditor de una determinada revista, y pocos días después
de la aventura narrada anteriormente recibió una carta en la que una noble dama
de alto rango le ofrecía su patrocinio para tal objetivo, pero para dárselo le
solicitó al escritor que fuera a cierto lugar esa misma noche donde se
encontraría con un caballero que le daría más detalles.
El señor W fue y se encontró con un
extraño desconocido quien le dijo que la condesa Elga le había pedido que
invitara al señor W a un paseo en carruaje y que ella lo esperaría a medianoche
en cierto cruce entre dos caminos, no lejos del pueblo, y después de decir esto
el extraño desapareció de repente.
Pero esta vez parece que el Sr. W
tenía algunas dudas sobre esa reunión y contrató a un policía como detective
para que fuera a medianoche al lugar designado, a ver qué pasaba.
El policía fue e informó a la mañana
siguiente que no había visto nada más que el conocido y anticuado carruaje del
castillo con dos caballos negros unidos a él parado allí como si esperara a
alguien, y que lo estuvo observando hasta que finalmente el carruaje se alejó.
Cuando se le preguntó al cuidador
del castillo, este juró que el carruaje no había salido esa noche, y de hecho
no podía haber salido ya que no había caballos para jalarlo.
Pero esto no es todo, porque al día
siguiente me encontré a un amigo que es un gran escéptico e incrédulo de los
fantasmas, al punto que siempre solía reírse de esas cosas. Sin embargo ahora parecía
muy serio y me dijo:
« Anoche me pasó algo muy extraño, aproximadamente a la una
de la madrugada volví de una visita tardía y al pasar por casualidad por el
cementerio del pueblo, vi un carruaje con adornos dorados en la entrada. Me
pregunté por qué esto ocurriría a una hora tan inusual y como tenía curiosidad
por ver qué pasaría, esperé.
Entonces dos damas elegantemente
vestidas salieron del carruaje. Una de ellas era joven y bonita, pero me lanzó
una mirada diabólica y desdeñosa cuando ambas pasaron y entraron al cementerio.
Y allí fueron recibidas por un hombre bien vestido, quien saludó a las damas y
habló con la más joven diciendo:
- "¿Por qué señorita Elga
ha vuelto tan pronto?"
Entonces me invadió un sentimiento muy
extraño por lo que comencé a asustarme mucho y corrí a casa. »
Este asunto no ha sido explicado;
pero ciertos experimentos que hicimos posteriormente con la imagen de Elga
revelaron algunos hechos curiosos.
Por ejemplo mirar la imagen durante
un tiempo me provocó una sensación muy desagradable en la región del plexo
solar. Empezó a no gustarme el retrato y propuse destruirlo. Celebramos una
sesión en la habitación contigua. La mesa manifestaba una gran aversión a mi
presencia y a través del médium se nos informó que yo debía abandonar el círculo
y también que la imagen no debía destruirse.
Ordené que trajeran una Biblia y
leyeran el comienzo del primer capítulo de San Juan, tras lo cual el mencionado
Sr. E (el médium) y otro hombre presente afirmaron que vieron la imagen
distorsionando su rostro. Giré el marco y pinché el dorso del cuadro con mi
cortaplumas en diferentes lugares, y el Sr. E, al igual que el otro hombre,
sintieron todos los pinchazos, aunque se habían retirado al pasillo.
Hice el signo del pentagrama sobre
la imagen y nuevamente los dos caballeros afirmaron que la imagen distorsionaba
horriblemente su rostro.
Poco después nos llamaron y
abandonamos ese país, y de Elga no volví a saber ya nada. »
~ * ~
Hasta aquí llega el relato de mi
amigo el editor y hay varios puntos en él que requieren una explicación. Quizás
los investigadores de la Sociedad para la Investigación Psíquica lo encuentren
investigando las leyes de la naturaleza que gobiernan al plano astral, a menos
que prefieran tomar la ruta más fácil proclamando que toda esta historia solo
es una patraña y un fraude. »
(The
Occult Review, septiembre de 1909, p.144-149)
Observación
Este relato me
recuerda a la segunda historia en donde el espectro astral deambula en la
región donde se localiza su tumba y vampiriza a la gente para evitar que su
cadáver se desintegre, pero además aquí la persona fallecida muestra una gran
maniobrabilidad, tal vez debido a que era una practicante de ocultismo o
incluso de magia negra, pero no sabría decirles qué tan genuina o inventada sea
esta historia.
Cid le quería hacer una pregunta que no tiene nada que ver con el tema.
ResponderBorrarSi una persona quiere usar el contenido de tu Blog en un formato pdf solo para fines educativos y no comerciales de que forma puede una persona hacer los créditos? Tienes algunos parámetros? Si es así puedes brindarmelos? También quería contactar al auto del siguiente Blog
https://sabiduria-eterna.blogspot.com/p/presentacion.html?m=1
Pero al parecer descomtinuo la opción de enviar formulario y se me hace dificil contactarlo para hacer la misma consulta.
Gracias
En la columna de la derecha él indica las condiciones en las que acepta que utilicen sus artículos, y en resumen tienes que indicar que lo tomaste de su blog y poner el link del artículo. Y comprendo su actitud ya que es muy laborioso elaborar un blog, pero como yo soy la antítesis de los derechos de autor, en mi caso puedes tomar todo lo que quieras de mi blog y no necesitas mencionarme.
BorrarMuchas gracias entonces prefiero usar el contenido de tu Blog porque me parece bastante tedioso que por un pequeño fragmento que en verdad se encuentra en los libros de Blavatsky tenga que copiar también el Link de ese contenido. Ya que prácticamente sería contradecirse a sí mismo en un tema de su Blog que trata sobre la impersonalidadad de la LUT y el contenido teosofico. Comprendo cómo tú dices que crear un Blog es en verdad bastante tedioso, pero también creo que el contenido que se expone ahí no es completamente de su autoria, sino contenido que se toma de la Logia Unida de Teósofos, él simplemente lo traduce y da sus comentarios. Yo tomo simplente el estrato de algún libro de teosofia más nunca la explicación de ninguno, lo explico bajo mi propia comprensión.
BorrarPero muchas gracias por permitirme usar su contenido.
Hola Dante, hubo algunos problemas técnicos con la página de contacto, pero ahora ya está operativa.
BorrarAprovecho de clarificar algunas confusiones. Cito:
01. "...me parece bastante tedioso que por un pequeño fragmento que en verdad se encuentra en los libros de Blavatsky tenga que copiar también el Link de ese contenido. Ya que prácticamente sería contradecirse a sí mismo en un tema de su Blog que trata sobre la impersonalidadad de la LUT y el contenido teosofico".
A ver, en el blog jamás se insinúa ni publicita que el contenido sea "exclusivo" del administrador, pues siempre se otorgan las fuentes originales en los artículos, y de este modo tu observación no es válida. Por lo demás, en este sentido no existe contradicción con las políticas de anonimato en la Logia Unida, si vuelves a leer bien el texto que aborda ese tema.
02. "(...) él simplemente lo traduce [el contenido] y da sus comentarios. Yo tomo simplente el estrato de algún libro de teosofia más nunca la explicación de ninguno, lo explico bajo mi propia comprensión".
Si fuera como dices, entonces tampoco tendríamos el interés de muchos estudiantes hispanohablantes inscritos en el Curso Teosófico ofrecido por la Logia, y en el cual los miembros con más conocimientos precisamente explican la Teosofía de modo más asequible para los recién llegados, y reitero, siempre aludiendo a los libros y autores originales. Nos parece perfecto y aplaudible si quieres entender las enseñanzas de modo individual y sin apoyarte en nadie, pero es inmoral no citar el trabajo original de explicación que hace otra persona, y que puede ser tan válido como el tuyo. Incluso en la lista de artículos de mi blog menciono los sitios originales, y de nuevo, tampoco veo problemas en hacerlo de ese modo.
Ahora bien, si no estás de acuerdo con ello, puedes hacer entonces tus propias traducciones, con todo el trabajo que implica refinar las ideas más difíciles, tomar decisiones idiomáticas sobre la marcha, consultar con otras personas de más experiencia, abordar el genio de los idiomas implicados, reducir errores lingüísticos, etc. En consecuencia, también rechazo tu presuposición de que "simplemente es traducir y dar comentarios", salvo que éstos últimos sean del administrador y no de la fuente genuina, como también se explicita en el blog.
Por último, y respetando totalmente la postura de Cid en el tema, soy de la idea de que si bien el auténtico conocimiento espiritual es gratuito, no significa por obligación que no exista un mínimo de consideración por quienes lo hacemos más accesible y sin llamar la atención a nosotros mismos. Pareciera ser que, según el "incuestionable criterio" del "sagrado materialismo" de nuestro tiempo, el trabajo se respeta sólo cuando se hace por dinero, pero cuando aparece el altruismo, no falta quien se aprovecha de eso para hacerlo pasar por "propio", y no deseo ser cómplice kármico por omisión moral. En este aspecto y como preguntaste por cómo citar apropiadamente, te sugiero consultes reglas académicas sobre los modos de señalar fuentes primarias y secundarias.
Saludos.
Esto se lo voy a responder privadamente para no iniciar un debate innecesario aquí.
Borrar(Actualización: Dante y quien suscribe acabamos de conversar por interno y llegamos a acuerdos constructivos. Destaco especialmente la hidalguía, sinceridad y buena disposición de mi interlocutor para establecer un diálogo claro y fructífero. Agradecemos sinceramente a Cid Kyrtam por brindar el espacio y su carácter paciente, demostrando así que es posible el aprendizaje mutuo).
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