HISTORIAS DE VAMPIROS CONTADAS POR FRANZ HARTMANN

 
 
Entre les numerosos artículos que el esoterista Franz Hartmann escribió, él relató tres historias de vampirismo que llegaron a su conocimiento, y las cuales a continuación se las transcribo:
 
 
 
LA PRIMERA HISTORIA
 
« En la noche del 31 de diciembre de 1888, el Sr. y la Sra. Rose (los nombres en esta historia son seudónimos pero los hechos son verídicos) se fueron a la cama siendo pobres, y a la mañana siguiente se despertaron siendo ricos.
 
Y la razón de esto se debió porque un tío quien era la causa de su pobreza ya que les impedía entrar en posesión legal de su propiedad legítima, murió durante esa noche; y hay algunos sucesos de carácter ocultista relacionados con ese evento que serán de interés para aquellos que deseen encontrar pruebas y demostraciones prácticas sobre las investigaciones del "lado oculto de la naturaleza".
 
El Sr. Rose es un joven aunque muy inteligente profesional de esta ciudad, pero que debido a que se encuentra al inicio de su carrera tiene un número muy limitado de clientes. Y su joven esposa es una de las damas más amables a quienes he tenido la suerte de conocer; una mujer de mentalidad espiritual y más poetisa que economista. Ella había sido criada en las circunstancias más prósperas debido a que su padre era muy rico, y ella fue su única hija y por lo tanto la niña consentida en su lujosa mansión.
 
Sería una tarea demasiado complicada contar cómo sucedió que la propiedad que heredó cayó primero en manos de su tío, un hombre rencoroso y avaro. Pero basta decir que ese hombre a quien llamaremos Helleborus se las había arreglado con sus intrigas y pleitos para mantener la propiedad de la señora Rose en sus manos y no darles ni a ella ni a su esposo ningún apoyo, por lo que más de una vez ellos se vieron obligados a pedir dinero prestado a sus amigos para no morir de hambre.
 
Como el "tío Helleborus" estaba en la última etapa de tisis, la esperanza de la joven pareja era que su muerte pronto pusiera fin a su calvario y los llevara a la posesión de lo que por derecho les pertenecía.
 
El tío Helleborus sin embargo no parecía dispuesto a morir. Año tras año seguía tosiendo y expectorando; pero con todo eso sobrevivió a muchos que habían predicho su muerte. Y después de hacerles hecho una propuesta de arreglo que le hubiera dejado en posesión de casi toda la propiedad y a cambio les hubiera entregado a la joven pareja solo una miseria, él se fue a Meran el otoño pasado para evitar el clima frío de Viena.
 
Dada su precaria situación, el Sr. y la Sra. Rose estaban muy inclinados a aceptar el acuerdo, pero concluyeron que primero debían consultarlo con un amigo suyo que es un eminente abogado, y este caballero (a quien llamaremos Sr. Tulip ya que todos en Viena conocen su verdadero nombre) les aconsejó que no lo aceptaran.
 
Esto enfureció a Helleborus, quien llevado por una rabia ciega juró que si encontraba la oportunidad de matar a Tulip, seguramente lo haría.
 
El Sr. Tulip era un hombre extraordinariamente fuerte, bien formado y sano; pero a principios de diciembre pasado poco después de la partida del Sr. Helleborus hacia Merano, su salud de repente se deterioró. Los médicos no pudieron encontrar la razón de ello y él se puso cada vez más delgado y más débil, quejándose de una lasitud extrema, y sintiéndose como una persona que sangraba a diario. Finalmente el 20 de diciembre pasado toda Viena se sorprendió al saber que el Sr. Tulip había muerto.
 
El examen post-mortem mostró que todos los órganos estaban en un perfecto estado de salud, por lo que los médicos no encontraron nada mejor que registrar que el Sr. Tulip había fallecido por marasmo (emaciación) como la causa de este sorprenden suceso.
 
Y por extraño que parezca, durante los últimos días de su enfermedad (si se puede llamar eso así), cuando su mente se volvía voluble, a menudo el Sr. Tulip imaginaba que un extraño lo estaba afectando, y la descripción que dio de ese personaje invisible encajaba muy bien con la del señor Helleborus.
 
Durante la enfermedad del Sr. Tulip, llegaron noticias de Merano de que el Sr. Helleborus estaba ganando fuerza rápidamente y se estaba recuperando de su enfermedad de la manera más milagrosa, pero hubo algunas personas que expresaron serias dudas sobre si esta aparente recuperación sería duradera.
 
El día del funeral del Sr. Tulip, un miembro destacado de la Sociedad Teosófica, ahora viviendo en Austria, le comentó a la Sra. Rose:
 
-      "Verán que ahora que el Sr. Tulip está muerto, su vampiro también morirá".
 
Y el 1 de enero de 1889, el Sr. Rose soñó que veía al tío Helleborus luciendo perfectamente sano. Expresó su sorpresa al respecto, cuando una voz, como si viniera de lejos le dijo:
 
-      "¡El tío Helleborus ha muerto!"
 
La voz sonó por segunda vez, y esta vez con mucha más fuerza repitiendo la misma frase; al grado que el señor Rose se despertó con el sonido de esa voz aún resonando en sus oídos, y le comunicó a su esposa la feliz noticia de que "el tío Helleborus había fallecido".
 
Dos horas después llegó un telegrama de Merano anunciando la desaparición del "tío Helleborus" que había ocurrido esa misma noche, e invitando al Sr. Rose a asistir al funeral. Se descubrió que el Sr. Helleborus había comenzado a empeorar rápidamente desde el día en que murió el Sr. Tulip, y la única explicación racional de este caso la he encontrado en lo que dijo Paracelso, lo cual corresponde a una forma de vampirismo energético. »
(Revista Lucifer, mayo de 1889, p.241-242)
 
 
 
Observación
 
Este es el caso más usual de vampirismo, en donde un individuo le chupa su energía de vitalidad a otra persona por medio de diferentes técnicas.
 
 
 
 
 
 
 
LA SEGUNDA HISTORIA
 
« Se dice que los casos de verdadero vampirismo son ahora extremadamente raros, al menos en los países civilizados; pero esta incógnita es difícil de averiguar debido a que lo que sucede en el interior de las tumbas pocas veces puede investigarse por medio de la exhumación.
 
Sin embargo creo que uno de esos casos ha estado bajo mi observación. Un cierto abogado de L -----, conocido como un gran sensualista, murió de apoplejía, y veinte años después se abrió su tumba en el cementerio y se encontró que el cuerpo no solamente carecía de signos de putrefacción sino que además todavía exhibía un color más o menos saludable como si aún estuviera vivo.
 
Y esa preservación no pudo atribuirse a la condición del suelo porque todos los cuerpos de las tumbas vecinas en cambio se encontraban descompuestos.
 
Por lo tanto, se puede suponer que este tal vez fue un caso genuino de vampirismo, y que la parte animal astral de ese hombre mantuvo al cuerpo físico en un estado de vida vegetativa mediante la fuerza nerviosa que él abstraía de los seres vivos y la infundía en su cuerpo físico a través del cordón astral que permanecía todavía intacto conectado con el cadáver»
(The Occult Review, julio de 1909, p.17)
 
 
 
Observación
 
Este es un caso muy extraño de vampirismo en el que los ocultistas explican que después de fallecer y bajo ciertas circunstancias particulares, el alma de la persona no se separa de su cuerpo físico, sino que permanece atada a su cuerpo por medio del cordón del plata.
 
Y a partir de ese momento ese individuo se convierte en una especie de espectro astral que puede deambular por los alrededores e incluso hacerse visible, y que le roba la sangre vital a las personas vivas para mantener existiendo a su cuerpo físico en un estado de hibernación.
 
 
 
 
 
 
 
LA TERCERA HISTORIA
 
« El 19 de junio de 1909 apareció en un destacado periódico de Viena (el Neues Wiener Journal) un aviso adjunto en el que se decía que el castillo de B___ había sido quemado por la población, a causa que había una gran mortalidad entre los niños campesinos, y en general esto se creía que se debía por la invasión de un vampiro que se suponía era el último Conde de ese castillo, y que después que murió adquirió esa reputación.
 
El castillo estaba situado en una parte salvaje y desolada de los Cárpatos y anteriormente había sido una fortificación contra los turcos. No estaba habitado debido a que se creía que estaba habitado por fantasmas, y solo un ala se usaba como vivienda para el cuidador y su esposa.
 
Ahora bien, sucedió que cuando leí el aviso anterior, yo estaba sentado en una cafetería en Viena en compañía de un viejo amigo mío que es un ocultista experimentado y editor de una revista muy conocida y que había pasado varios meses en la localidad del castillo.
 
Y de él obtuve el siguiente relato, y parece que el vampiro en cuestión probablemente no era el viejo Conde, sino su hermosa hija, la Condesa Elga, cuyo retrato tomado del cuadro original, obtuve.
 
Mi amigo dijo:
 
« Hace dos años yo vivía en Hermannstadt, y al estar trabajando en la construcción de un camino a través de las colinas, a menudo me encontraba cerca de ese antiguo castillo donde conocí al viejo cuidador y a su esposa que ocupaban una parte del ala de la casa, casi separada del cuerpo principal de la construcción.
 
Eran una pareja de ancianos tranquila y bastante reticente a la hora de dar información o expresar una opinión sobre los extraños ruidos que a menudo se escuchaban por la noche en los pasillos desiertos, o de las apariciones que los campesinos valacos afirmaban haber visto cuando deambulaban por los alrededores del castillo después del anochecer.
 
Todo lo que pude deducir fue que el anciano Conde era viudo y tenía una hermosa hija que un día murió por una caída de su caballo, y que poco después el anciano murió también de alguna manera misteriosa, y los cuerpos fueron enterrados en un cementerio solitario perteneciente a un pueblo vecino.
 
Poco tiempo después de su muerte se notó una mortalidad inusual entre los habitantes de la aldea: varios niños e incluso algunos adultos murieron sin ninguna enfermedad aparente; simplemente se consumieron y así se inició el rumor de que el viejo Conde se había convertido en vampiro después de su muerte.
 
No hay duda de que no era un santo ya que era un adicto a la bebida y circulaban algunas historias impactantes sobre su conducta y la de su hija, pero si había algo de verdad en ellos o no, no estoy en condiciones de decirlo.
 
Posteriormente la propiedad pasó a manos de un pariente lejano de la familia, que es un joven oficial de un regimiento de caballería en Viena. Parece que el heredero disfrutó de su vida en la capital y no se preocupó mucho por el viejo castillo en el campo; ni siquiera vino a verlo sino que dio instrucciones por carta al viejo conserje, diciéndole simplemente que mantuviera las cosas en orden y que se ocupara de las reparaciones si era necesario. Así el cuidador era realmente el habitante del castillo y me ofreció su hospitalidad a mí y a mis amigos.
 
Una noche, mis dos asistentes y yo, el Dr. E, un joven abogado, y el Sr. W, un hombre de letras, fuimos a inspeccionar el castillo. Primero fuimos a los establos. No había caballos ya que los habían vendido, pero lo que atrajo nuestra atención especial fue un carruaje antiguo de estilo extraño con adornos dorados y con los emblemas de la familia.
 
Luego inspeccionamos las habitaciones, pasando por algunos vestíbulos y pasillos lúgubres, como los que se pueden encontrar en cualquier castillo antiguo. No había nada extraordinario en los muebles, pero en uno de los pasillos colgaba en un marco un cuadro al óleo. Era un retrato que representaba a una dama con un gran sombrero y un abrigo de piel.
 
Todos nos sorprendimos involuntariamente al contemplar esta imagen; no tanto por la belleza de la dama, sino por la extraña expresión de sus ojos, y el Dr. E después de mirar el cuadro por un corto tiempo, de repente exclamó:
 
-      "¡Qué extraño! Me da la impresión que el cuadro cierra los ojos y los vuelve a abrir, y ahora empieza a sonreír."
 
El Dr. E es una persona muy sensitiva y más de una vez ha tenido alguna experiencia paranormal en el espiritismo, por lo que decidimos formar un círculo con el propósito de investigar este fenómeno, y en consecuencia esa misma noche nos sentamos alrededor de una mesa en una habitación contigua, formando una cadena magnética con nuestras manos. Pronto la mesa comenzó a moverse y se deletreó el nombre “Elga”.
 
Preguntamos quién era esta Elga y se nos respondió a través del Dr. E en estado de trance:
 
-      "La dama cuyo retrato han visto."
 
-      "¿Está viva la señora?" Preguntó el Sr. W.
 
Esta pregunta no fue contestada, pero en cambio le respondieron:
 
-      "Si el señor W lo desea, me apareceré en cuerpo esta noche a las dos en punto."
 
El Sr. W consintió, y ahora la mesa parecía dotada de vida y manifestaba un gran afecto por el Sr. W; se levantó sobre dos patas y se apretó contra su pecho, como si pretendiera abrazarlo.
 
Preguntamos al castellano a quien representaba el cuadro, pero para nuestra sorpresa él no lo sabía. Dijo que era la copia de un cuadro pintado por el célebre artista Hans Markart de Viena, y que había sido comprado por el viejo Conde porque su aspecto demoníaco le agradaba mucho.
 
Salimos del castillo y el Sr. W se retiró a su habitación en una posada que estaba a media hora de viaje de ese lugar. Tenía una actitud un tanto escéptica ya que él no creía para nada en los fantasmas ni el las apariciones espectrales, aunque tampoco estaba dispuesto a negar su posibilidad. Él no tenía miedo, sino que se encontraba ansioso por ver qué saldría de su acuerdo, y con el fin de mantenerse despierto se sentó y comenzó a escribir un artículo para una revista.
 
Hacia las dos de la madrugada oyó pasos en las escaleras y se abrió la puerta del vestíbulo, se oyó el susurro de un vestido de seda y el sonido de los pies de una dama que caminaba de un lado a otro por el pasillo.
 
Pueden imaginarse que se sorprendió mucho, pero animándose se dijo a sí mismo:
 
-      "Si es Elga, dejémosla pasar."
 
Entonces se abrió la puerta de su habitación y entró Elga. Ella estaba vestida de la manera más elegante y parecía aún más joven y seductora que en su retrato. Había un salón al otro lado de la mesa donde el Sr. W estaba escribiendo, y allí ella misma se colocó en silencio. Ella no habló, pero su mirada y gestos no dejaron ninguna duda respecto a sus intenciones y deseos.
 
El Sr. W resistió la tentación y se mantuvo firme. No se sabe si lo hizo por principios, por timidez o por miedo. Pero sea como fuere siguió escribiendo, mirando de vez en cuando a su visitante y deseando en silencio que se fuera. Por fin, al cabo de media hora, que le pareció mucho más larga, la dama se marchó de la misma manera en que llegó.
 
Esta aventura no dejó tranquilidad al Sr. W y en consecuencia organizamos varias sesiones más en el antiguo castillo, donde tuvieron lugar una variedad de fenómenos extraños. Así por ejemplo en una ocasión la sirvienta estaba a punto de encender un fuego en la estufa, cuando la puerta del apartamento se abrió y Elga apareció allí.
 
La sirvienta asustada salió corriendo de la habitación, rodando por las escaleras aterrorizada con una lámpara de petróleo en la mano, la cual se rompió y estuvo a punto de incendiar su ropa. Otro fenómeno es que las lámparas encendidas y las velas se apagaban cuando se acercaban al cuadro y también se produjeron muchas otras “manifestaciones” que sería tedioso describir, pero el siguiente incidente no debe omitirse:
 
El señor W deseaba en ese momento obtener el puesto de coeditor de una determinada revista, y pocos días después de la aventura narrada anteriormente recibió una carta en la que una noble dama de alto rango le ofrecía su patrocinio para tal objetivo, pero para dárselo le solicitó al escritor que fuera a cierto lugar esa misma noche donde se encontraría con un caballero que le daría más detalles.
 
El señor W fue y se encontró con un extraño desconocido quien le dijo que la condesa Elga le había pedido que invitara al señor W a un paseo en carruaje y que ella lo esperaría a medianoche en cierto cruce entre dos caminos, no lejos del pueblo, y después de decir esto el extraño desapareció de repente.
 
Pero esta vez parece que el Sr. W tenía algunas dudas sobre esa reunión y contrató a un policía como detective para que fuera a medianoche al lugar designado, a ver qué pasaba.
 
El policía fue e informó a la mañana siguiente que no había visto nada más que el conocido y anticuado carruaje del castillo con dos caballos negros unidos a él parado allí como si esperara a alguien, y que lo estuvo observando hasta que finalmente el carruaje se alejó.
 
Cuando se le preguntó al cuidador del castillo, este juró que el carruaje no había salido esa noche, y de hecho no podía haber salido ya que no había caballos para jalarlo.
 
Pero esto no es todo, porque al día siguiente me encontré a un amigo que es un gran escéptico e incrédulo de los fantasmas, al punto que siempre solía reírse de esas cosas. Sin embargo ahora parecía muy serio y me dijo:
 
« Anoche me pasó algo muy extraño, aproximadamente a la una de la madrugada volví de una visita tardía y al pasar por casualidad por el cementerio del pueblo, vi un carruaje con adornos dorados en la entrada. Me pregunté por qué esto ocurriría a una hora tan inusual y como tenía curiosidad por ver qué pasaría, esperé.
 
Entonces dos damas elegantemente vestidas salieron del carruaje. Una de ellas era joven y bonita, pero me lanzó una mirada diabólica y desdeñosa cuando ambas pasaron y entraron al cementerio. Y allí fueron recibidas por un hombre bien vestido, quien saludó a las damas y habló con la más joven diciendo:
 
    -   "¿Por qué señorita Elga ha vuelto tan pronto?"
 
Entonces me invadió un sentimiento muy extraño por lo que comencé a asustarme mucho y corrí a casa. »
 
 
Este asunto no ha sido explicado; pero ciertos experimentos que hicimos posteriormente con la imagen de Elga revelaron algunos hechos curiosos.
 
Por ejemplo mirar la imagen durante un tiempo me provocó una sensación muy desagradable en la región del plexo solar. Empezó a no gustarme el retrato y propuse destruirlo. Celebramos una sesión en la habitación contigua. La mesa manifestaba una gran aversión a mi presencia y a través del médium se nos informó que yo debía abandonar el círculo y también que la imagen no debía destruirse.
 
Ordené que trajeran una Biblia y leyeran el comienzo del primer capítulo de San Juan, tras lo cual el mencionado Sr. E (el médium) y otro hombre presente afirmaron que vieron la imagen distorsionando su rostro. Giré el marco y pinché el dorso del cuadro con mi cortaplumas en diferentes lugares, y el Sr. E, al igual que el otro hombre, sintieron todos los pinchazos, aunque se habían retirado al pasillo.
 
Hice el signo del pentagrama sobre la imagen y nuevamente los dos caballeros afirmaron que la imagen distorsionaba horriblemente su rostro.
 
Poco después nos llamaron y abandonamos ese país, y de Elga no volví a saber ya nada. »
 
~ * ~
 
Hasta aquí llega el relato de mi amigo el editor y hay varios puntos en él que requieren una explicación. Quizás los investigadores de la Sociedad para la Investigación Psíquica lo encuentren investigando las leyes de la naturaleza que gobiernan al plano astral, a menos que prefieran tomar la ruta más fácil proclamando que toda esta historia solo es una patraña y un fraude. »
(The Occult Review, septiembre de 1909, p.144-149)
 
 
 
Observación
 
Este relato me recuerda a la segunda historia en donde el espectro astral deambula en la región donde se localiza su tumba y vampiriza a la gente para evitar que su cadáver se desintegre, pero además aquí la persona fallecida muestra una gran maniobrabilidad, tal vez debido a que era una practicante de ocultismo o incluso de magia negra, pero no sabría decirles qué tan genuina o inventada sea esta historia.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

6 comentarios:

  1. Cid le quería hacer una pregunta que no tiene nada que ver con el tema.

    Si una persona quiere usar el contenido de tu Blog en un formato pdf solo para fines educativos y no comerciales de que forma puede una persona hacer los créditos? Tienes algunos parámetros? Si es así puedes brindarmelos? También quería contactar al auto del siguiente Blog

    https://sabiduria-eterna.blogspot.com/p/presentacion.html?m=1

    Pero al parecer descomtinuo la opción de enviar formulario y se me hace dificil contactarlo para hacer la misma consulta.

    Gracias

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. En la columna de la derecha él indica las condiciones en las que acepta que utilicen sus artículos, y en resumen tienes que indicar que lo tomaste de su blog y poner el link del artículo. Y comprendo su actitud ya que es muy laborioso elaborar un blog, pero como yo soy la antítesis de los derechos de autor, en mi caso puedes tomar todo lo que quieras de mi blog y no necesitas mencionarme.

      Borrar
    2. Muchas gracias entonces prefiero usar el contenido de tu Blog porque me parece bastante tedioso que por un pequeño fragmento que en verdad se encuentra en los libros de Blavatsky tenga que copiar también el Link de ese contenido. Ya que prácticamente sería contradecirse a sí mismo en un tema de su Blog que trata sobre la impersonalidadad de la LUT y el contenido teosofico. Comprendo cómo tú dices que crear un Blog es en verdad bastante tedioso, pero también creo que el contenido que se expone ahí no es completamente de su autoria, sino contenido que se toma de la Logia Unida de Teósofos, él simplemente lo traduce y da sus comentarios. Yo tomo simplente el estrato de algún libro de teosofia más nunca la explicación de ninguno, lo explico bajo mi propia comprensión.

      Pero muchas gracias por permitirme usar su contenido.

      Borrar
    3. Hola Dante, hubo algunos problemas técnicos con la página de contacto, pero ahora ya está operativa.

      Aprovecho de clarificar algunas confusiones. Cito:

      01. "...me parece bastante tedioso que por un pequeño fragmento que en verdad se encuentra en los libros de Blavatsky tenga que copiar también el Link de ese contenido. Ya que prácticamente sería contradecirse a sí mismo en un tema de su Blog que trata sobre la impersonalidadad de la LUT y el contenido teosofico".

      A ver, en el blog jamás se insinúa ni publicita que el contenido sea "exclusivo" del administrador, pues siempre se otorgan las fuentes originales en los artículos, y de este modo tu observación no es válida. Por lo demás, en este sentido no existe contradicción con las políticas de anonimato en la Logia Unida, si vuelves a leer bien el texto que aborda ese tema.

      02. "(...) él simplemente lo traduce [el contenido] y da sus comentarios. Yo tomo simplente el estrato de algún libro de teosofia más nunca la explicación de ninguno, lo explico bajo mi propia comprensión".

      Si fuera como dices, entonces tampoco tendríamos el interés de muchos estudiantes hispanohablantes inscritos en el Curso Teosófico ofrecido por la Logia, y en el cual los miembros con más conocimientos precisamente explican la Teosofía de modo más asequible para los recién llegados, y reitero, siempre aludiendo a los libros y autores originales. Nos parece perfecto y aplaudible si quieres entender las enseñanzas de modo individual y sin apoyarte en nadie, pero es inmoral no citar el trabajo original de explicación que hace otra persona, y que puede ser tan válido como el tuyo. Incluso en la lista de artículos de mi blog menciono los sitios originales, y de nuevo, tampoco veo problemas en hacerlo de ese modo.

      Ahora bien, si no estás de acuerdo con ello, puedes hacer entonces tus propias traducciones, con todo el trabajo que implica refinar las ideas más difíciles, tomar decisiones idiomáticas sobre la marcha, consultar con otras personas de más experiencia, abordar el genio de los idiomas implicados, reducir errores lingüísticos, etc. En consecuencia, también rechazo tu presuposición de que "simplemente es traducir y dar comentarios", salvo que éstos últimos sean del administrador y no de la fuente genuina, como también se explicita en el blog.

      Por último, y respetando totalmente la postura de Cid en el tema, soy de la idea de que si bien el auténtico conocimiento espiritual es gratuito, no significa por obligación que no exista un mínimo de consideración por quienes lo hacemos más accesible y sin llamar la atención a nosotros mismos. Pareciera ser que, según el "incuestionable criterio" del "sagrado materialismo" de nuestro tiempo, el trabajo se respeta sólo cuando se hace por dinero, pero cuando aparece el altruismo, no falta quien se aprovecha de eso para hacerlo pasar por "propio", y no deseo ser cómplice kármico por omisión moral. En este aspecto y como preguntaste por cómo citar apropiadamente, te sugiero consultes reglas académicas sobre los modos de señalar fuentes primarias y secundarias.

      Saludos.

      Borrar
    4. Esto se lo voy a responder privadamente para no iniciar un debate innecesario aquí.

      Borrar
  2. (Actualización: Dante y quien suscribe acabamos de conversar por interno y llegamos a acuerdos constructivos. Destaco especialmente la hidalguía, sinceridad y buena disposición de mi interlocutor para establecer un diálogo claro y fructífero. Agradecemos sinceramente a Cid Kyrtam por brindar el espacio y su carácter paciente, demostrando así que es posible el aprendizaje mutuo).

    ResponderBorrar