CONSIDERACIONES SOBRE LA MAGIA DADAS POR WILLIAM JUDGE



En este artículo William Judge habla acerca de los dos senderos que existen en el ocultismo y de hasta qué punto es mejor no involucrarse en la magia mientras que no hayamos previamente eliminado nuestros defectos.
 
« Hoy el tema del ocultismo es muy comentado y parece estar en continuo ascenso, y por lo tanto deberemos aceptar lo inevitable que es abordar ese tema. Toda cosa tiene su momento y todo opera siguiendo sucesiones cíclicas alternadas y siempre distintas. Hasta nuestros pensamientos se conforman a esta ley universal.
 
La vida, las enseñanzas y el hado de Pitágoras, están envueltos en el misterio, sin embargo la suerte de las escuelas que estableció y los seguidores que le sucedieron son hechos históricos, como por ejemplo la matanza de los Magos, uno de los actos más abominables efectuado en el nombre de la magia y sin duda por individuos que se consideraban erróneamente magos.
 
Pero en este breve artículo no tenemos la intención de definir la magia o explicar la ciencia oculta como tal, sino que queremos sugerir algunas consideraciones que actualmente son de vital importancia para aquellos que creen que la magia es solamente una elucubración, y también para los que están convencidos de su realidad y la quieren abordar.
 
 
 
Dos senderos
 
En las publicaciones y conversaciones que tratan sobre este tema se emplean con frecuencia las expresiones de “magia negra” y “magia blanca” y a los que siguen estos estudios se les suele llamar seguidores del “sendero izquierdo” o del “sendero derecho”.
 
Sin embargo se debe comprender que hasta cierto punto todos los estudiantes de magia y ocultismo prosiguen juntos el mismo camino hasta que alcanzan un nivel en donde el camino común se separa y la tremenda voz del silencio, oída sólo en los lugares más recónditos del alma individual, expresa su severo mandamiento:
 
    -   “Elige tú en este día a quién servirás.”
 
Por lo tanto en lugar de hablar de magia blanca y de magia negra se podría más bien hablar de motivos luminosos u oscuros.
 
 
El estudiante de ocultismo está acelerando el destino que hasta cierto punto se encuentra en sus manos, ya que él está constantemente trabajando en uno de esos dos motivos. El luminoso lo va paulatinamente liberando cada vez más de la materia, mientras que el oscuro lo va enredando cada vez más dentro del karma que lo envolverá como un vestido sin costura.
 
Y si al principio el estudiante encuentra difícil liberarse de sus cadenas, tengan presente que a cada paso que hace estas se convierten en algo cada vez más tiránico y muy a menudo, antes de alcanzar la zona donde los caminos se dividen, la batalla ya está perdida o ganada, y por lo tanto la decisión tomada allí es sólo formal y tal decisión una vez tomada es irrevocable o casi, así que no se admite ninguna excepción.
 
El ser humano vive en dos mundos: el natural y el espiritual y como en el primero afecta a sus asociados (quienes a su turno lo influencian a él), no se imagina entonces que se encuentra solo en el plano espiritual. Pero esto sería un error fatal para el individuo que se dedicara superficialmente a la magia o para el estudiante de ocultismo, ya que en el mundo el bien buscará al bien y el mal buscará al mal, y cada uno será inconscientemente atraído hacia su propio semejante.
 
Sin embargo cuando el ser humano encara su destino totalmente consciente de los problemas involucrados (como debe de hacer antes de que alcance la decisión final) se dará cuenta de estas influencias ocultas y reconocerá a sus compañeros.
 
Y en el caso de recorrer el sendero izquierdo descubre que sus compañeros son magos negros inhumanos y despiadados; y la misma ley de atracción que lo ha conducido por ese oscuro camino revela su rostro, y por lo tanto el esclavo por afinidad con el mal se encuentra en la presencia de sus instructores y de los espíritus malévolos que siempre lo incitaron a reírse de las penas de sus compañeros humanos, pisoteando cada tierna simpatía y cada impulso bondadoso. Y ahora hacen que los infiernos inconmensurables dentro de su propia alma resuenen con su risa hacia él, el pobre tonto engañado cuyo vil orgullo y ambición han sofocado y finalmente borrado su humanidad.
 
Y después de decirles esto, ahora comprenderán porque en verdad están ciegos quienes no pueden comprender la razón por la cual los depositarios de la sabiduría arcana dudan en darla al mundo. Pero cuando por medio de los varios ciclos llegue el momento adecuado, los Maestros presentarán la única doctrina que tiene la capacidad de  salvar y beatificar al mundo, y que es: la Hermandad Universal con todo lo que tal concepto implica.
 
Hay quienes ya hayan entrado en el camino de la izquierda, y tratar de trabajar con ellos es en vano porque ahora como en la antigüedad "por sus obras los conoceréis" ya que el egoísmo, el orgullo y la ambición por el poder son los signos que los caracterizan, y aunque pueden ocultarse detrás del disfraz de la hipocresía, eso no engañará a quien sabe discernirlos.
 
Pero desafortunadamente estos individuos si pueden engañar y llevar hasta la ruina a los ignorantes, a los curiosos, y a los incautos; y es para prevenir a todas estas personas que se escriben estas líneas. Y lo peor de todo es que a estas pobres almas engañadas se les hace creer que no existe tal peligro, y esta creencia es reforzada por los llamados científicos que ridiculizan todo salvo el puro materialismo y además se les considera como autoridades en la materia.
 
Sin embargo, a pesar del escepticismo, estas pobres almas revolotean como polillas alrededor de la llama hasta que son atraídas dentro del vórtice. Por eso es mucho mejor que la persona orgullosa, egoísta y oportunista coma, beba, sea feliz y deje el ocultismo en paz, ya que estas tendencias si no se erradican rápidamente, darán frutos que se convertirán en cosechas cuyo resultado será la verdadera muerte, no la muerte física sino la muerte de su alma.
 
Y el propósito de la Teosofía es erradicar estas malas tendencias del hombre, de modo que ya sea en los planos ordinarios de la vida diaria o en los reinos ocultos superiores, la luz divina sea manifestada y atraiga a todos los humanos hacia lo bueno.
 
"La inhumanidad del hombre hacia el hombre
hace llorar a miles de personas."
 
Dijo el poeta Robert Burns con mucha razón, y es por este motivo que los mensajeros de lo Divino de cada época han predicado la doctrina de la caridad y de la hermandad entre los humanos, porque no reconocer la caridad implica negar al Cristo.
 
La Sociedad Teosófica no es la responsable de haber revelado a la generación actual la existencia del mundo sutil, puesto que el espiritismo moderno ya lo había hecho. Pero tampoco podemos atribuir tal responsabilidad a los espiritistas, ya que estas fuerzas invisibles se han estado manifestando en las últimas décadas y millones de personas se han convencido de la realidad del universo invisible, aunque algunas contra su voluntad.
 
Estos fenómenos ya son muy conocidos y por lo tanto es inútil recriminarlos o tratar de ocultarlos, y es por eso que en vez de negarlos lo que hay que hacer  es responsabilizar a las personas del uso que quieran hacer de esas actividades que involucran al mundo sutil, y que mientras esas personas avanzan a través de su evolución, influirán (que lo desee o no) sobre todos los que ellas contactarán.
 
Cosechamos lo que sembramos. Paso a paso el ciclo se cerrará y ambos (el mal y el bien) volverán como pan echado al agua. Esta es una ley de la vida.
 
Pero no imaginéis que los que entran en el sendero izquierdo sean almas débiles y vacilantes. En la tradición cristiana Lucifer fue el príncipe de la luz, admitido en los concilios del Supremo, pero cayó a causa de su orgullo, arrastrando en su caída a todos los adoradores del orgullo maligno. Y esta no es una simple fábula sino una terrible tragedia que acontece en niveles superiores de la existencia y la cual también se repite en el corazón humano.
 
Y sólo la infinita piedad puede medir la intensidad de tal caída, y sólo el amor eterno puede poner fin a tan insoportable sufrimiento, y todo esto sucederá sólo al término del ciclo, cuando la iniquidad será equilibrada por su respectivo dolor.
 
Así que tomen conciencia que el ocultismo y la magia no son juego de niños, como muchos lo aprenderán sufriendo y como numerosos visitantes de las logias negras ya lo han aprendido en el pasado. Por lo que les aseguro que es mejor que nuestros niños jueguen con dinamita que las personas sin principios, incautas, egoístas e ignorantes, jueguen con la magia.
 
El poder oculto lleva consigo una responsabilidad desconocida e ilimitada, así que todos los que están interesados en esas actividades tengan presente esto y busquen en sus corazones antes de dar el primer paso en cualquier fórmula mágica ya que el motivo lo determina todo.
 
Y si en los secretos concilios del alma donde ningún ojo puede penetrar y ningún pensamiento engañar a la chispa divina, estamos preparados a renunciar a todo motivo personal para trabajar únicamente para el bienestar de la humanidad, entonces ahí si que el buscador encare su destino, siga a su guía y no tema por ningún mal. Pero en el caso contrario, sería mejor que se colgara una piedra al cuello y se lanzara en las profundidades del mar»
(Path, Marzo 1887)
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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