Sobre
esta región sutil, William Atkinson en su libro “La vida después de la muerte”, mencionó lo siguiente:
« Los
estudiantes de ocultismo, tanto oriental como occidental, encuentran muchas
referencias en las obras de las antiguas autoridades sobre esta serie de planos
de existencia que se encuentran inmediatamente por encima de los del mundo material
y que se denominan vagamente el "Plano Astral".
Pero
también ellos encuentran que las diversas autoridades difieren en su uso del
término. Muchas de las autoridades más antiguas usan el término, como lo
haremos en este libro, para designar la serie completa de planos que se
encuentran entre los planos del mundo material y otros planos de existencia muy
elevados conocidos como los "Planos Espirituales", y cuya naturaleza
misma está más allá de la comprensión de la mente del hombre promedio.
Por
otro lado, algunos de los escritores occidentales modernos sobre el tema usan
el término "plano astral" para indicar simplemente los planos
inferiores y sub-planos de la serie Astral, o sea aquellos planos que se
mezclan con los planos materiales por un lado y los planos astrales superiores
en el otro. Aunque esto ha causado cierta confusión en las mentes de quienes
comienzan el estudio de los planos sobre el material.
En
este libro, como en nuestros volúmenes anteriores, seguimos el ejemplo de las
autoridades antiguas y aplicamos el término como ellos lo hicieron, o sea a
toda la gran serie de planos que se encuentran entre los planos materiales y
los planos espirituales. Consideramos preferible esta manera de proceder porque
es más sencillo y tiende a evitar que el alumno se confunda por muchas
distinciones técnicas.
El
plano astral está compuesto de innumerables planos y sub-planos, y divisiones
de sub-planos, que se elevan en una escala gradualmente ascendente desde
aquellos que tocan y se mezclan con los planos materiales superiores, a
aquellos que tocan y se mezclan en los estratos inferiores ( si se puede usar ese
término) de los grandes planos espirituales. Pero entre estos dos extremos se
encuentra la mayor variedad posible de fenómenos y fases de la existencia.
En
los planos inferiores del Astral se manifiestan las actividades psíquicas que
los hombres conocen como clarividencia, clariaudiencia, telepatía, psicometría,
etc. En otros de los planos inferiores del Astral se encuentran ciertas formas de
"fantasmas" y "espíritus”, y otras apariciones de almas
incorpóreas que ocasionalmente son percibidas y sentidas por el hombre y algunos
de los animales inferiores.
En
algunos de estos planos también los cuerpos astrales de los hombres aún viviendo
en cuerpos de carne viajan y manifiestan actividad, ya sea mientras están
dormidos en sus cuerpos físicos, o en ciertas condiciones de trance, o cuando
el dueño deja deliberadamente el cuerpo físico para proyectar su cuerpo astral
en el plano astral.
Los
colores astrales son auras, que rodean los cuerpos físicos de todos los seres
humanos, y también se manifiestan en ciertos sub-planos del Astral. Algunos
otros sub-planos pueden denominarse "los planos de las fuerzas
psíquicas" por medio de los cuales se realizan diversas formas de
fenómenos psíquicos.
Y
en planos inferiores similares se encuentran las "formas de
pensamiento", "ondas de pensamiento", "nubes de
pensamiento", etc., que emanan de las mentes de los seres humanos, que
viajan afectando los pensamientos y emociones de aquellos que ellos atraen y
que están en sintonía con su propia nota y clave psíquica. Y aquí sólo los señalamos,
pero para información más detallada de estos fenómenos les recomendamos leer otros
volúmenes de esta serie de libros.
Las zonas lúgubres
del astral
Algunos
de los sub-planos inferiores del Astral están lejos de ser lugares saludables o
agradables para visitar, o sobre los cuales poder funcionar para la persona que
no está entrenada en ello. Por lo que el ocultista experimentado los evita lo más
posible, y aconseja a todos los aficionados al ocultismo que eviten estas
regiones psíquicas miasmáticas como lo haría con una región pantanosa y cargada
de fiebre en el plano físico.
Muchas
personas se han causado un gran daño al intentar penetrar estos planos
inferiores sin un conocimiento correcto de la naturaleza de los mismos, y muchos
humanos se han destrozado sus cuerpos y mentes al producir o inducir tontamente
condiciones psíquicas que les hacen funcionar en estos planos psíquicos
inferiores.
El
viejo adagio que nos informa "que los necios se apresuran donde los
ángeles temen pisar", se aplica con toda su fuerza en este caso.
Algunos
de estos sub-planos astrales inferiores están llenos de formas astrales de
seres humanos incorpóreos, cuyos principios superiores todavía están apegados
al cuerpo astral y que se mantienen ligados a la Tierra debido a la atracción
del mundo material. Y en esta región también mora por un tiempo la escoria
misma de la vida humana incorpórea, teniendo todos los atractivos para
sujetarlos a las cosas del mundo material, y nada que los eleve.
Es
lamentable ver a personas que no pensarían durante su vida física en asociarse
con esta clase de hombres nefastos, sin embargo acogen con agrado las
relaciones psíquicas y la comunicación con la misma clase de individuos en el
Astral, aceptándolas como “espíritus benditos” y “almas hermosas”.
Y
el disgusto que sienten muchas personas que manifiestan el "retorno
espiritual" en cierta clase de sesiones, se comprende fácilmente cuando
entendemos el carácter de las entidades que habitan estos planos inferiores. Y
algunos de los estos sinvergüenzas habitantes de los planos astrales inferiores
frecuentemente se hacen pasar por amigos y parientes del investigador, para
gran sorpresa de este último.
La parte superior del
astral
A
medida que los planos ascienden en grado, dejamos atrás esta clase de entidades
y entramos en los reinos donde moran las almas incorpóreas de aquellos con grados
superiores de espiritualidad. La escala de planos y sub-planos asciende cada
vez más alto, hasta que por fin se alcanzan los reinos de los bienaventurados, que
es el lugar de permanencia temporal de aquellos que han alcanzado un alto grado
de desarrollo espiritual, los "mundos celestiales" que las religiones
del raza han tratado de definir de acuerdo a sus credos y tradiciones.
Y
así como en los credos de la raza se ha postulado la existencia de
"infierno" para oponerse a la idea de "cielo", así en el
mundo Astral, como era de esperar, se encuentran ciertos planos inferiores en
los que habitan los almas desencarnadas de personas de naturalezas y tendencias
brutales y en donde se resuelve el resultado inevitable de su vida malvada terrenal.
Pero
estos infiernos del Astral no son eternos, y posteriormente el alma incorpórea puede
trabajar en un mejor ambiente, se le puede dar "otra oportunidad". Por
lo que la concepción católica del "purgatorio" también tiene su
existencia en el Astral, en la forma de ciertos sub-planos en los que, como ha
dicho el fantasma del padre de Hamlet:
- "los crímenes
inmundos cometidos en mis días en la Tierra son quemados y purgados." (Pero
no en el fuego de la materialidad, sino que es suficiente en los fuegos de la
memoria y la imaginación).
En
resumen, en el gran plano astral se encuentran las condiciones que corresponden
a casi, si no es que a todas, las concepciones formadas por la mente del hombre
en relación con las religiones de todos los tiempos y lugares.
Así
que estas concepciones no han surgido por mera casualidad, sino que son el
resultado de la experiencia de algunos de la raza que de alguna manera
establecieron conexión psíquica con algunos de los muchos planos astrales, cada
uno de los cuales, según su propia naturaleza e inclinaciones, informó su
experiencias a sus compañeros, quienes luego las incorporaron en las diversas
religiones del mundo.
Se
recordará que cada raza de seres humanos ha tenido sus tradiciones del
"lugar" de las almas difuntas, la descripción variaba mucho, pero sin
embargo todos coincidían en algunos detalles. Y a medida que avancemos, veremos
cómo se obtuvieron estos informes y cómo se pueden armonizar y comprender los
diferentes informes entre sí.
El
término "Astral" por supuesto significa "de o perteneciente a
las estrellas". Originalmente entró en uso con el ocultismo debido a la
idea común que tenían los hombres de que "el otro lado está en los
cielos"; entre las nubes, o en las regiones de las estrellas.
Incluso
en nuestros días cuando esa idea del cielo como un lugar ha dejado de existir
en la mente de las personas inteligentes, es muy natural que levantemos los
ojos al hablar del "cielo", o señalemos en alto cuando deseamos
indicar la morada de los bienaventurados.
Es
difícil deshacerse de los conceptos habituales de la raza, y aunque sabemos que
no es correcto hablar de un "arriba y un abajo" especial en el
Cosmos, todavía tenemos el viejo hábito de pensamiento heredado de la raza que
nos causa pensar en los reinos superiores del alma como "arriba"
hacia las estrellas. Y de manera similar, el antiguo término "Astral"
ha persistido en la terminología oculta.
Pero
una vez más debemos advertir al estudiante que no confunda la idea del Plano
Astral con la idea de lugar o lugares, ya que no existe tal lugar como el plano
astral. El Plano Astral no está ni arriba ni abajo, ni al norte, ni al sur, ni al
este ni al oeste. No se encuentra en una dirección especial, y sin embargo se
encuentra en todas las direcciones.
Es,
primero, último y siempre, un estado o condición y no un lugar. Es más una fase
o grado de vibración, más que una porción del espacio. Sus dimensiones son las
del tiempo, no las del espacio.
Cuando
usamos las palabras "región", "reino", "más alto o más
bajo", "arriba o abajo", las empleamos meramente en un sentido figurado,
tal como hablamos de "una alta tasa de vibración", o "una vibración
por encima de aquella", etc. Creemos necesario repetir esta precaución,
por la razón de que el estudiante promedio cae en la trampa del error de
conectar la idea de plano con la de un lugar, cuando no debería haber
asociación mental entre esos dos conceptos. »
(Capítulo
4)
OBSERVACIÓN
La explicación que dio
William Atkinson sobre el Astral es muy incompleta y en cierta medida confusa y
errónea, y muestra que él tenía pocos conocimientos sobre esa región sutil, e
incluso en algunos aspectos estaba tremendamente equivocado como lo muestra la
descripción que él hizo del Astral en su otro libro “El Kybalión”, el cual lo publicó solo un año antes que éste (en
1908) y en donde al Astral no lo llama así, sino que lo denomina “El Gran Plano
Mental” y la manera como lo divide es verdaderamente desastrosa (ver link).
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