Franz Hartmann
fue un famoso escritor esoterista que estuvo muy relacionado con el Movimiento
Teosófico.
Durante los 14
meses que él permaneció en la sede central de la Sociedad Teosófica en Adyar (India),
él recibió por lo menos unas diez cartas de los maestros Kuthumi y Morya, y
aunque desafortunadamente no se preservaron todas ellas, se han logrado
recuperar algo del contenido de algunas de esas cartas, y que a continuación
les voy a transcribir.
LA PRIMERA CARTA PARA HARTMANN
DE MORYA
Franz Hartmann relató
que apenas una semana después de su llegada a Adyar (el 4 de diciembre de 1883),
viendo que le gente le mandaba cartas a los maestros, él decidió hacer lo mismo
y le dio al coronel Olcott una breve nota para que la pusiese en el “Relicario”.
La nota decía
lo siguiente:
“¡Venerable Maestro! El que firma le
ofrece sus servicios y deseo que por favor examine mis capacidades mentales
para que si fuese deseable, me dé instrucciones adicionales. Respetuosamente
suyo, Franz Hartmann.”
Y dos semanas después, el 25 de diciembre
de 1883, Hartmann recibió una contestación por parte del maestro Morya y la
cual luego él publicó aunque omitió algunos pasajes porque hacían referencia a
asuntos de carácter muy personal:
Y la contestación del maestro Morya
fue la siguiente:
« ¡Mis bendiciones! Si tuviéramos que
emplear en nuestro servicio a un hombre sin inteligencia, tendríamos que
señalarle como ustedes dicen en el occidente: el capítulo y el versículo, es
decir que tendríamos que darle encargos muy detallados y órdenes bien
definidas. Pero una mente como la tuya, con una historia de tanta experiencia,
puede fácilmente encontrar el camino por sí sola, cuando se le da una
sugerencia respecto a la dirección que conduce a la meta.
Por lo tanto hazte una clara imagen de lo que es un
ser humano. En qué relación él se encuentra en esta vida particular con respecto
a la suma total de sus existencias previas, y considera que su futuro está completamente
dentro de sus propias manos, y ya no tendrás dudas respecto a lo que debes de
hacer.
. . .
Cometiste un
acto de gran imprudencia mientras te encontrabas en San Francisco. (Aquí el maestro dio detalles acerca de ese asunto tan privado y delicado que Hartmann
no quiso revelar al público.)
Yo puse en la
cabeza de Henry Olcott la idea de sugerirte venir aquí. Así que permanece en
Asia por un tiempo. Toma parte en el trabajo de la Sociedad Teosófica. Haz que
se conozcan sin reservas los principios de la filosofía que ella enseña, que
esta hable más fuerte a tu propio corazón. Ayuda a otros, para que así puedas
ser ayudado tu mismo. ... Vive de acuerdo a los Ideales más elevados de la
Humanidad. Piensa y trabaja. En esto se encuentran las condiciones de
satisfacción para ti y para otros. ... M. »
Hartmann
mencionó que él quedó muy perplejo que el maestro Morya supiera lo que él había
hecho en San Francisco porque era algo muy personal que no se lo había contado
a nadie, y tampoco existía nadie que pudiera habérselo dicho al maestro ya que
en San Francisco Hartmann era incluso más desconocido que como lo era
actualmente en Adyar.
Y a continuación les pongo un
facsímil de una porción de esa carta:
La carta y el facsímil fueron posteriormente reproducidos por Boris de Zirkoff en la biografía que él escribió
sobre Franz Hartmann y la cual se publicó en los Collected Writings,
vol. 8, p.449
LA SEGUNDA CARTA CONOCIDA
DE MORYA
Franz Hartmann
relató que la mañana del 5 de febrero de 1884, él subió las escaleras al cuarto
de la señora Blavatsky para tener una conversación con ella respecto a asuntos
de la Sociedad Teosófica, y se le ocurrió preguntarle su opinión con respecto a
un asunto que él había estado pensando.
Ella le aconsejó que le hiciera la pregunta
mentalmente al propio maestro, y que con seguridad él mismo le contestaría.
Unos minutos después entró la trabajadora domestica pidiendo unas pinzas que necesitaba para hacer algo; y recordando que él
tenía unas en el cajón de su escritorio, bajó a su cuarto por ellas.
Hartmann tomó
las pinzas y estaba a punto de cerrar el cajón, cuando vio dentro del cajón un
gran sobre con la bien conocida escritura del maestro y sellado con un sello
que llevaba sus iniciales en caracteres tibetanos.
La carta daba
una respuesta detallada a la pregunta que él había formulado mentalmente, y lo
que más le sorprendió a Hartmann es que esa carta debió de haber sido escrita,
sellada y puesta en el cajón en menos de cuatro minutos, mientras que a él le
llevó ¡cuarenta minutos para copiarla al día siguiente!
Y a
continuación les presento un extracto de esa carta:
« ¡Amigo! Me parece que tú eres el único
ser plenamente racional entre los Pelengs [europeos] que ahora quedan en
el Cuartel General. Por lo tanto, y en vistas a una variedad de emergencias
inesperadas que yo preveo en el futuro, debo pedirte que muestres prácticamente
tu devoción hacia la verdad, aceptando el timón de la causa teosófica.
Si algo sé de
ti, es que estás completamente libre de esos prejuicios y predilecciones que
generalmente obstruyen la calmada y desapasionada búsqueda del principal
objetivo de la Sociedad Teosófica, y que ves con total igualdad a los hombres
como hermanos y que tienes una completa indiferencia hacia los cuentos infantiles
que ellos llaman su religión, ya sea exotérica o esotérica.
Si amablemente
aceptas cuidar de los intereses teosóficos durante la ausencia de Olcott y de
Blavatsky, haré que él te escriba una carta oficial invistiéndote con más poder
oficial que cualquiera otro de los “ayudantes” de manera a darte una asidera
más firme de la vara de autoridad, y de la que tendrías de otra manera compartida
por muchos otros con un título informal.
. . .
Te pido que
hagas lo mejor que puedas con tu autoridad pucca en los intereses de la
Verdad, la Justicia y la Caridad. … M. »
(Esta porción
fue publicada en la revista Occult Review
de enero de 1908, p.24)
LA TERCERA CARTA CONOCIDA
DE MORYA
Blavatsky y el
coronel Olcott para dar el ejemplo habían tomado públicamente el “Panchashila” en Ceilán, el 25 de mayo de
1880, para a través de ese ritual volverse formalmente Budistas, y ellos dos
fueron los dos primeros occidentales que se conozca que lo hayan hecho.
Y cuando el Dr.
Franz Hartmann preguntó al respecto, se le explicó que aquel que se hiciese
Budista le sería más fácil el acceso al sendero del conocimiento esotérico, y
es por ello que el Doctor Hartmann fue el siguiente occidental conocido en
hacerse Budista, el 26 de diciembre de 1883.
Y dos meses después
(el 25 de febrero de 1884) el maestro Morya le escribió en una carta lo
siguiente a Franz Hartmann:
« Déjame darte un consejo. Nunca te ofrezcas como
discípulo, sino que espera hasta que el discipulado descienda hasta ti por si
mismo. Y sobre todo, trata de encontrarte a ti mismo, y el propio sendero del conocimiento
se abrirá ante ti. Y esto lo lograrás con mayor facilidad ya que has hecho un
contacto con el rayo de luz del Bendito cuyo nombre has tomado ahora como
estrella guía [se refiere al Señor Buda]. Recibe de antemano mis bendiciones y
agradecimiento. M. »
(Este texto se publicó
en los Collected Writings, vol. 8,
p.446)
LA CUARTA CARTA CONOCIDA
DE MORYA
En su
autobiografía, el Dr. Hartmann menciona una carta que él recibió el 27 de abril
de 1884 por parte del maestro Morya en la cual el maestro le advertía la
conspiración que estaban llevando a cabo la señora Coulomb y el señor Coulomb
para derrumbar a la Sociedad Teosófica.
Y a continuación les pongo un extracto de esa carta:
« Desde hace algún tiempo,
la señora Coulomb ha abierto una comunicación
con los enemigos de la causa teosófica. Y es por eso que ella anda insinuando la existencia de trampas y trucos.
con los enemigos de la causa teosófica. Y es por eso que ella anda insinuando la existencia de trampas y trucos.
Y para obtener pruebas, ellos (los
Coulomb) están construyendo unas trampas, las cuales les es fácil hacerlo ya
que ellos tienen libre acceso a todos los cuartos de la sede central. Y además
el señor Coulomb es inteligente y astuto, y es un hábil carpintero y obrero. … M. »
(Esta porción
fue publicada en la revista Occult Review
de enero de 1908, p.27)
LA PRIMERA CARTA CONOCIDA PARA HARTMANN
DE KUTHUMI
Y aunque las cosas se deterioraron,
al inicio el maestro Kuthumi trató de ser más compasivo con la señora Coulomb
como lo indica la carta que él le escribió a Franz Hartmann.
Y sobre esta carta, Hartmann señaló
que:
« Recibí una carta del Maestro Kuthumi el 22 de marzo de
1884. La carta se encontraba dentro de un sobre con caracteres tibetanos, y
junto con Damodar observamos como una mano astral (probablemente de un
discípulo del Maestro Kuthumi) le entregó el sobre a Damodar quien a
continuación me lo dio a mí. »
(Nota publicada en el suplemento de la
revista Theosophist de julio de 1884,
p.99)
Y
posteriormente en el informé que Franz Hartmann escribió, él dio más detalles
sobre ese acontecimiento:
« Las declaraciones bajo juramento hechas por varios
miembros demostraron que los Coulomb eran culpables de mala conducta agraviada,
de mentir acerca de la Sociedad Teosófica, de difamar a sus dirigentes, de
malgastar los fondos de la Sociedad Teosófica, etc.
Por lo que llegamos la junta
directiva a la conclusión de acusarlos formalmente, y cuando empecé a preparar
los cargos, de repente en mi habitación apareció el cuerpo astral de un Chela
quien le entregó una carta a Damodar.
Y el contenido de esa carta fue como
arrojar agua fría al fuego que habíamos encendido para calmar la situación en
la que nos encontrábamos. La carta estaba escrita con la conocida caligrafía
del Maestro Kuthumi, y se encontraba dentro de un sobre chino dirigido para mí,
y el Chela que se loe había entregado el sobre a Damodar fue reconocido por el
propio Damodar.
Por lo que ya no podía haber ninguna
duda acerca de la autenticidad de esa carta y no había nada que hacer más que
obedecer. Y por consiguiente obedecí (aunque de mala gana), y se concluyó un armisticio
con los Coulomb a quienes se nos pidió que los tratáramos con mayor
consideración.
A la señora Coulomb se le devolvió
algo de los privilegios que gozaba, y todos nosotros tratamos de hacerla
recapacitar por medio de la persuasión y la gentileza. »
(Extracto
del informe de las observaciones realizadas por Franz Hartmann durante su
estancia de nueve meses en la sede de la Sociedad Teosófica en Adyar, Madras,
India. Impreso en la prensa escocesa por Graves, Cookson, and Co., 1884, p.33)
Y
a continuación les transcribo el contenido de esa carta:
« Mientras
alguien no haya desenvuelto un perfecto sentido de justicia, debe preferir
errar por piedad que cometer el menor acto de injusticia.
La
señora Coulomb sin saberlo es una médium, y como tal ella es irresponsable por
muchas de las cosas que ella pueda decir o hacer, y por otro lado ella es
amable y caritativa. Y por lo tanto ustedes deben de ver cómo actuar con ella
para volverla una buena amiga.
Ella
tiene sus propias debilidades, pero sus defectos se pueden minimizar ejerciendo sobre su mente una influencia
moral. Y
su naturaleza mediúmnica es una ayuda
en esa dirección, si esta fuese aprovechada adecuadamente.
Por consiguiente es mi deseo que
ella continúe a cargo de los asuntos domésticos de la sede central, pero
obviamente con la Junta de Control ejerciendo una supervisión adecuada y
consultándola sobre los gastos que se requieren, pero también cuidando para que
no se efectúen gastos innecesarios.
Muchas reformas son necesarias y
pueden ser mejor realizadas con la ayuda que con el antagonismo de la señora
Coulomb.
Damodar te habría dicho esto, pero
su mente fue entorpecida a propósito (sin que él lo supiese) para poner a
prueba tu intuición.
Muéstrale esta carta a la señora
Coulomb de manera que ella pueda cooperar con ustedes. K.H. »
Y a continuación les muestro un
facsímil de esa carta:
El texto fue primeramente publicado
en el libro “Las Cartas de los Maestros
de Sabiduría”, segunda serie, (carta Nº73), editado en 1926 por The
Theosophical Press, Chicago.
Y el facsímile fue primeramente
publicado en el libro “¿Quién escribió
las Cartas Mahatma?” de William Loftus Hare and Harold Edward Hare, el cual fue
editado en 1936 por Williams & Norgate, London.
OTRA CARTA
DE KUTHUMI
William
Tournay Brown fue un joven escocés que se interesó por la Teosofía, y es por
eso que él se fue a vivir por un tiempo a la Sede Central de la sociedad
Teosófica ubicada en Adyar, India. Y en un artículo que él escribió menciona
otra carta que recibió Franz Hartmann por parte del maestro Kuthumi:
« El 2 de agosto de 1884 se recibieron
dos cartas con la letra bien conocida de Kuthumi, la primera era para el Dr.
Hartmann y el Sr. Lane Fox conjuntamente, y la segunda era solo para el Sr.
Lane Fox. Y copias de estas cartas efectuadas por mí en ese momento están en
mis manos.
La carta para el Dr. Hartmann y el
Sr. Lane Fox se refiere a una disputa que había surgido entre Damodar y yo, y
lo que escribió el maestro fue lo siguiente:
« Damodar tiene indudablemente
muchos defectos y debilidades como los demás. Pero él está desinteresadamente
dedicado a nosotros y a la causa y se ha vuelto extremadamente útil para
Upasika (Blavatsky).
Su presencia y asistencia son
indispensablemente necesarias en el Cuartel General. Su yo interior no tiene el
deseo de dominar, aunque el exterior actúa de vez en cuando por ese exceso de
celo que ejerce indiscriminadamente sobre todo su entorno, ya sea pequeño o
grande.
Sin embargo, debe recordarse que por
inadecuados que sean nuestros "instrumentos" para nuestro propósito
total, aún así son los mejores disponibles ya que no son más que las
evoluciones de sus tiempos. Y aunque sería más deseable tener mejores
"medios" para que actuemos, pero eso solo depende de los
simpatizantes por la causa teosófica y de qué tan lejos estén dispuestos a
trabajar desinteresadamente para ayudarla en su trabajo superior, y así
acelerar el enfoque hacía un día lleno de acontecimientos.
Bendiciones a todos los trabajadores
fieles en la Sede.
K.H. »
Y el siguiente pasaje es de la carta
al Sr. Lane Fox:
« Sí, tienes razón en tu suposición.
Dejamos que cada humano ejerza su propio juicio y gestione sus asuntos como lo
considere conveniente. Cada humano es el creador de su propio karma y el maestro
de su propio destino. Cada humano tiene que superar sus propias pruebas y sus
propias dificultades en este mundo; y estas mismas pruebas y dificultades
ayudan a su autodesarrollo al llamar sus energías hacia la acción, y finalmente
es él mismo quien determina el curso de su evolución superior. »
Ahora bien, es interesante
preguntar:
¿Dónde estaba Madame Blavatsky cuando se recibieron estas
cartas?
Y la respuesta es que ella estaba en Europa.
¿Y dónde estaba el coronel Olcott?
Él también estaba en Europa.
¿Y dónde estaban los Coulomb?
Los Coulomb ya habían sido
expulsados.
¿Pudo Damodar haberlas escrito?
Damodar no es capaz de admitir que él tiene "fallas y
debilidades".
Así es que todas esas acusaciones
que se han hecho de que ellos escribieron las cartas de los maestros son falsas.
_ _ _
Permanecí en la India hasta enero de
1885, y junto con otros investigadores recibí la mayor satisfacción. Y de la
existencia del Adepto Kuthumi obtuve todas las pruebas deseables, y estoy
convencido de la solidez de la enseñanza teosófica.
Solo resta agregar que me fui de la
India casi al mismo tiempo que el Sr. Hodgson, el investigador de la English
Psychical Research Society. Pienso que el Sr. Hodgson cree sinceramente en el
informe que él preparó sobre los fenómenos de la Sociedad Teosófica, pero debido
a su incompetencia para tratar sobre temas ocultos y psíquicos (probablemente
derivado de un entrenamiento materialista), me temo que va engañar a un muy
importante grupo de pensadores. »
(Publicado en The Religio-Philosophical Journal del 29 de enero de 1887, p.2, con el título “Ocultismo en
la India”)
Cual es el conocimiento o secreto oculto que más te gustaría conocer CID?
ResponderBorrarNo he pensado en eso.
Borrar¿cid es verdad que Li Ching-Yuen pudo vivir tantos años? Dinastía Qing, 3 de mayo de 1677 - Sichuán, República de China, 6 de mayo de 1933) fue un herbolario chino, maestro de artes marciales y asesor táctico chino, conocido por su supuesta longevidad extrema. Afirmó haber nacido en 1736, mientras que los registros sugieren el 3 de mayo de 1677. Las presuntas hipótesis de vida de 197 años o 256 años respectivamente superan con creces la confirmación de vida humana más larga de 122 años y 164 días de la mujer francesa, Jeanne Calment. Su verdadera fecha de nacimiento nunca fue determinada, (pero afirman que nació el 3 de mayo de 1677) y sus afirmaciones han sido descartadas por los gerontólogos como un mito.
ResponderBorrarLos Maestros dicen que con los conocimientos ocultos y disciplinas muy estrictas se puede prolongar la vida física, pero no sabría decirte si ese fue el caso de Li Ching-Yuen.
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