Peregrino es un
estimado lector que nos envió la siguiente consideración acerca de lo divino.
DIOS
NO EXISTE
Es tiempo de dejar ese pensamiento
antiguo y supersticioso en donde se acepta la existencia de un “Dios” piadoso
sobre los cielos que bendice a algunos y maldice a otros. A todo “Dios” que
ustedes recen, no será mas que una entidad egregórica, una forma de pensamiento
artificial creada por el poder creador del ser humano, alimentándose de
ustedes, parasitándolos y oscureciendo sus mentes.
(Observación de Cid: también existen
los seres divinos imperfectos que se hacen pasar por dioses, ver link)
La religión y sus Dioses, cuando
dejan de ser alegorías misteriosas, se convierten en aquella carroña que
parasita el alma de la humanidad.
La Clave Teosofía dice al respecto:
« ¿Como
explicáis que el hombre esté dotado de Espíritu y Alma? ¿De donde proceden?
Respuesta del teósofo: proceden del
Alma Universal, no se los da un Dios personal. ¿De dónde proviene el elemento húmedo
en la medusa? Del océano que la rodea, en el que vive y respira, y al que
vuelve cuando se disuelve. »
(Sección 5, p.75)
Como pueden ver, se rechaza la idea
de un Dios personal, y en cambio se acepta y se conoce la existencia de un
principio omnipresente en todo lo que existe, y de lo que surge todo, y a lo
que todo vuelve; El extracto dice que la divinidad es el océano en el cual el
pez se mueve, vive y tiene su ser.
Y esto tiene correspondencia con las
palabras del apóstol Pablo, el cual dice:
« Porque
en él vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de vuestros propios poetas
también han dicho: Porque linaje suyo somos. »
(Hechos 17:28)
Me veo venir que me digan lo
siguiente
"Alto, alto, alto… ¿Predicas que
Dios no existe, que los Dioses de las religiones son parásitos y que las
religiones son herramientas de control social, y sin embargo citas la Biblia,
como es eso?”
Buena observación hacen, eso
demuestra que son lectores atentos; Menciono ese extracto de la Biblia, del
libro de “Hechos de los Apóstoles” para demostrar dos cosas:
1- Existe una “Verdad Esotérica”,
“Ciencia Esotérica” o “Conocimiento Oculto”, como quieran llamarle, el cual es el
trasfondo de TODAS las religiones.
2- Y parte de esa “Verdad Esotérica”
está revelada en la Teosofía.
Pero regresando a La Clave de Teosofía, en otra parte en
el mismo capítulo se añade:
« ¿Dota
Dios al hombre de alma humana racional y de Espíritu Inmortal?
Respuesta del Teósofo: dada la forma
que dais a la pregunta, algo he de objetar. Puesto que NO CREEMOS EN UN DIOS
PERSONAL, ¿como creeremos que dote al hombre de cosa alguna? »
(Ibid)
Como pueden
ver, Dios como concepto de Dios Personal, no existe.
Ahora continuemos con el siguiente
extracto también de La Clave de la Teosofía:
« Teósofo:
se me ocurre un argumento concluyente que en mi presencia expuso el famoso
predicador Buddhista Megattivate a un misionero cristiano, un hombre nada ignorante
e idóneo en la discusión pública. El misionero había retado al Buddhista a que
adujera razones en contra del Dios de los cristianos, y el misionero salió mal
librado de la discusión
Preguntante: ¿Cómo sucedió?
Teósofo: El Buddhista empezó por
preguntar al misionero si su Dios había dado a Moisés las tablas de la ley para
que la cumpliesen los hombres, quedando él en libertad de violarla. El
misionero rechazó indignado tal suposición.
“Pues bien”, dijo su oponente, “decís
que Dios no admite excepción de la ley y que no puede nacer alma alguna sin su
voluntad. Dios prohíbe el adulterio y sin embargo afirmáis que crea a cada recién
nacido y le dota de alma.
¿Hemos de admitir, pues, que son
obra de Dios los millones de criaturas nacidas del crimen (violación) y el
adulterio? ¿Que Dios prohíbe y castiga la violación de sus leyes y no obstante
crea a cada momento almas para esas criaturas?
(Nota de Peregrino para que no se
entreveren: Dios prohíbe la violación y el adulterio, sin embargo crea las
almas de los niños frutos de esas prácticas.)
Lógicamente Dios es cómplice del
crimen, puesto que sin su ayuda no nacerían los hijos de la lujuria. ¿Que
justicia es esa que castiga no sólo a los padres culpables, sino a la inocente
criatura por lo que hizo ese mismo Dios a quién sin embargo absolvéis de culpa?”
El misionero miró el reloj, y echó
de ver que ya era demasiado tarde para continuar con la discusión. »
(Sección 5, p.76-77)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario