EL LUGAR DONDE NOS TOCÓ VIVIR

 
En este artículo William Judge hace una reflexión sobre las razones del entorno en donde vivimos y como lidiar con esa situación.
 
 
AMBIENTE
 
« Para las mentes occidentales, las doctrinas del karma y la reencarnación contienen dificultades que, si bien parecen imaginarias para el estudiante oriental, son para el hombre occidental tan reales como cualquiera de las otras numerosas obstrucciones en el camino de la salvación.
 
En realidad todas las dificultades son más o menos imaginarias porque en la enseñanza esotérica se revela que el mundo entero y todos sus enredos son una ilusión resultante de la noción de un yo separado de los demás. Pero mientras existimos aquí en la materia y mientras exista un universo manifestado, estas ilusiones son reales para aquel hombre que no se ha elevado por encima de ellas para descubrir que no son más que las máscaras detrás de las cuales se esconde la realidad.
 
Durante casi veinte siglos las naciones occidentales han estado construyendo la noción de un yo separado —de meum y tuum— y les resulta difícil aceptar cualquier sistema que vaya en contra de esa noción.
 
A medida que progresan en lo que se denomina “la civilización material” con todos sus deslumbrantes atractivos y anhelos al lujo, su engaño aumenta aún más porque valoran el valor de su doctrina por los resultados que parecen fluir de ella, hasta que finalmente llevan tan lejos estas distorsiones que estas se convierten en un reino del terror.
 
Todo deber para con sus semejantes se encuentra enormemente excluido en la práctica, por ejemplo las hermosas doctrinas de Jesús son enunciadas a la gente diariamente por predicadores a quienes se les paga para decirlas pero no para realizar lo que profesan, y quienes no pueden insistir en la práctica que lógicamente la teoría debería seguir porque entonces las consecuencias serían una pérdida de su posición y privilegios.
 
Entonces cuando en una nación así de materialista surge una mente que pide ayuda para encontrar nuevamente el camino que se ha perdido, inconscientemente esta persona se ve obstaculizada por la educación que ella ha recibido, pero también por la cultura que ha desarrollado su nación a lo largo de estos siglos, debido a que ha heredado tendencias que son difíciles de superar. Este humano lucha con fantasmas que son reales para él, pero meros sueños para el estudiante que ha sido educado bajo otras influencias.
 
Por lo tanto cuando se le dice que se eleve por encima de su cuerpo, que lo conquiste, que domine sus pasiones, su vanidad, su ira y su ambición, él se pregunta:
 
 
¿Qué pasará si siendo oprimido por el ambiente en que nací involuntariamente, fracasaré?
 
 
Luego, cuando se le dice que debe luchar o morir en la lucha, el individuo puede responder que la doctrina del Karma es fría y cruel porque lo hace responsable de las consecuencias que parecen ser el resultado de ese entorno en donde él vive y que él no ha buscado. Entonces se convierte para él en una cuestión de si enderezarse y morir, o seguir nadando con la corriente descuidada en cuanto a su conclusión, pero feliz si tal vez lo lleve a aguas tranquilas cuyas costas son elíseas.
 
O tal vez sea un estudiante de ocultismo cuya ambición ha sido disparada por la perspectiva de querer volverse un adepto, o de obtener poderes sobre la naturaleza, o lo que sea.
 
Al comenzar la lucha, se encuentra poco después acosado por dificultades de las que él está convencido de que son el resultado exclusivo de su entorno. En su corazón, dice que Karma lo ha puesto cruelmente en un lugar donde debe trabajar constantemente para ganarse la vida para sí mismo y para su familia, o tiene una pareja de toda la vida cuya actitud es tal que él está seguro de que si ella estuviera lejos entonces si podría progresar; hasta que por fin pide al cielo que interponga y cambie el entorno tan opuesto a su perfeccionamiento.
 
De hecho, este hombre se ha equivocado peor que el primero. Ha supuesto erróneamente que su entorno era algo que debía ser odiado y rechazado. Sin decírselo claramente a sí mismo, ha alimentado en lo más recóndito de su ser la idea de que él, como Buda, podría en esta vida triunfar sobre todas las fuerzas y poderes implacables que bloquean el camino hacia el Nirvana.
 
Pero debemos recordar que un Buda no aparece todos los días sino que es el florecimiento de las edades, y que cuando llega el momento correspondiente aparece en un solo lugar y en un solo cuerpo, no para trabajar por su propio avance sino por la salvación del mundo.
 
 
¿Qué podemos decir entonces acerca del ambiente y de la influencia que ejerce sobre nosotros?
 
¿Es el ambiente karma o reencarnación?
 
 
La Ley es karma, mientras que la reencarnación es simplemente un incidente, es uno de los medios que utiliza la Ley para llevarnos hacia la verdadera luz. Nosotros giramos constantemente la rueda de los renacimientos en armonía con esta ley, de manera que podemos al final confiar totalmente en el karma.
 
Nuestro entorno tampoco es el karma en sí mismo, porque el karma es el poder sutil que actúa en ese entorno.
 
Usando el término empleado por Max Müller para indicar al Alma Suprema, diremos que existen solamente el Ser y su ambiente. Los filósofos arios llaman a este último Kosams o envolturas. Existe solo este Ser y las múltiples envolturas con las cuales se reviste, empezando desde la más intangible hasta el cuerpo físico, mientras afuera de éstas y común a todos, existe lo que normalmente definimos ambiente, que debería incluir todo lo que no es el Ser.
 
Qué tan poco filosófico es por tanto pelear con nuestro entorno y desear escapar de él, debido a que solo escapamos de un tipo para caer inmediatamente en otro. E incluso si entráramos en la sociedad de los devotos más sabios, todavía llevaríamos el entorno del Ser en nuestros propios cuerpos, que siempre será nuestro enemigo mientras no sepamos qué es en todos sus detalles más pequeños.
 
En cuanto a la persona en particular, es evidente que esa parte del entorno que consiste en las circunstancias de la vida y el entorno personal es solo un incidente, y que el entorno real que hay que comprender y cuidar es aquel en el que el karma mismo es inherente en nosotros.
 
Vemos así que es un error decir (como lo oímos decir a menudo): "Si tuviera una oportunidad justa; si mi entorno fuera más favorable me iría mejor", ya que en realidad no podría estar en ninguna otra circunstancia esa vez, porque si lo fuera no sería él sino otra persona.
 
Debe ser necesario para cada humano pasar por esas pruebas y desventajas idénticas para perfeccionar el Sí mismo; y es sólo porque vemos una parte infinitesimal de la larga serie que surge cualquier confusión o dificultad aparente. Por lo tanto, nuestra lucha no será escapar de nada, sino darnos cuenta de que estos Kosams, o envolturas, son una parte integral de nosotros mismos, los cuales debemos comprender completamente antes de poder cambiar el aborrecido entorno.
 
Esto se hace reconociendo la unidad del espíritu, sabiendo que todo, tanto bueno como malo, es Supremo. Entonces entramos en armonía con el Alma Suprema, con todo el Universo, y a partir de entonces ningún medio ambiente es perjudicial.
 
El primer paso es dejar de considerar el mero ambiente engañoso externo, sabiendo que es el resultado de vidas pasadas, el fruto del karma que hemos generado, y decir con Uddalaka al hablar con su hijo:
 
"Todo este Universo tiene a la Divinidad como vida. Y esa Divinidad es la Verdad. Ella es el alma Universal. ¡Tú eres, oh Svetaketu!"
 
»
 
(Path, febrero de 1887)
 
 
 
 
 
 
 
 
 

4 comentarios:

  1. Gracias Cid por publicar esta perspectiva de Judge. Precisamente hoy esa pregunta, esas dudas sobre mi entorno y lo que me rodea, me atacaban incisivamente mi mente. Tu post llega como una luz en mi camino.

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  2. Como siempre.Gracias! Sigue ayudandonos con todo lo que tengas y puedas! Saludos Alma Divina!

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  3. Cid, una duda (me urge que respondas o al menos me des una referencia donde pueda preguntar, por favor).
    Encontré 5 gatos negros muertos encima de mi techo. Un vecino dice que puede ser hechicería.
    ¿Qué opinas?

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    1. Tal vez, sin embargo me parece muy exagerado debido a que si bien a veces se utiliza algún animal muerto, suele ser uno pero hasta ahora no he sabido que pongan cinco. De cualquier forma no te angusties, ya que la hechicería es más frecuente de lo que te imaginas.

      Simplemente visualiza que una cascada de luz limpia tu aura, y también un círculo de protección como lo indico en este otro capítulo:

      http://esoterismo-guia.blogspot.com/2014/06/como-protegerte-de-energias-negativas.html

      Y si quieres también efectúa el ritual que puse en este otro capítulo:

      http://esoterismo-guia.blogspot.com/2014/07/como-protegerte-de-la-brujeria.html

      Y usualmente con eso es suficiente para anular los maleficios.

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