LEADBEATER
QUIERE VOLVERSE DISCÍPULO DEL MAESTRO
Al
igual que muchas otras personas que habían ingresado a la Sociedad Teosófica,
Leadbeater anhelaba volverse un discípulo (“chela”) de los Mahatmas, quienes
generalmente, por el intermediario de Blavatsky les respondían por cartas a los
postulantes, advirtiéndoles de las dificultades y pruebas que tenían que pasar
para ser aceptados. (Ver ¿Qué es el relicario del cuarto oculto?)
En
ese entonces Leadbeater estaba muy interesado en el espiritismo y había “estado
en contacto con la mayoría de los médiums más destacados de aquella época”. Desconociendo
las ilusiones y limitaciones del espiritismo, le escribió una primera carta al
Mahatma Kuthumi pensando que el “espíritu” Ernesto (controlado por el médium William
Eglinton) se la mandaría al Maestro como se lo había prometido durante una
sesión espiritista. Aunque los “espíritus” no tienen esa capacidad de
transmitir cartas, el Mahatma la percibió y le respondió:
«
La primavera última (el 3 de Marzo de 1884) me dirigió una carta que confió a
“Ernesto”. Aunque este mensaje no me llegó jamás, y era poco probable dada la
naturaleza del intermediario [un elementario],
su contenido no se me ha escapado. Sin responder en el momento mismo, le he
transmitido una advertencia [de los peligros del espiritismo] por medio de Upasika
[Blavatsky quien le había alertado meses atrás].
En
su carta me decía que, desde la lectura de Buddhismo
Esotérico [libro escrito por Sinnett] y de Isis Desvelada [libro escrito por Blavatsky] su “único y gran deseo es el de
ingresar como chela bajo mi dirección, a fin de adelantar en el conocimiento de
la verdad”.
“El
Sr. Sinnett” añade, “me da a entender que es casi imposible el llegar a chela
sin ir a la India”. Usted esperaba emprender ese viaje años más tarde, aunque
lazos de agradecimiento lo retenían en su nación [Inglaterra], etc.
Ahora
contesto a lo que precede como también a sus otras preguntas:
(1)
No es necesario pasar en la India los siete años de prueba. Un chela puede
pasarlos en cualquier país.
(2)
No depende de mi propia voluntad el aceptar a nadie como chela. Esta aceptación
debe ser el resultado del mérito individual y de esfuerzos persistentes para
alcanzar el fin. Fuerce a aquel de los Maestros que haya escogido; haga buenas
obras en su nombre y por amor a la humanidad; sea puro y siga resueltamente el
sendero de la justicia (tal como lo definen nuestras reglas); sea honrado y
altruista; olvídese de usted mismo y trabaje por el bien de los demás y así
habrá forzado a ese Maestro a aceptarlo.
He
ahí lo necesario para los candidatos en los períodos en que su Sociedad
progresa en paz. Pero es necesario aún algo más, cuando la Teosofía, la Causa
de la Verdad, puesta entre la vida y la muerte, comparece ante el tribunal de
la opinión pública, quien es de todos los tribunales, el más frívolamente
cruel, el más alertado y el más injusto.
Es
necesario también considerar el Karma colectivo de la casta [eclesiástica] de
la que usted forma parte [Leadbeater era un cura anglicano]. Hecho innegable:
la causa teosófica que tiene actualmente en el corazón está en este momento
siendo expuesta a las tenebrosas intrigas, a la despreciable conspiración del
clero y sus misioneros cristianos contra la Sociedad Teosófica. No retroceden
ante nada para deshonrar a sus Fundadores [publicaron cartas falsas para hacer
pasar a Blavatsky como una embustera].
¿Está pronto para
expiar sus pecados?
En
ese caso, vaya a pasar algunos meses a Adyar [en la India, donde se encontraba
el cuartel general de la Sociedad Teosófica]. Una ausencia de algunos meses no romperá, ni
debilitará siquiera “los lazos de agradecimiento” si su decisión es explicada a
su pariente de modo plausible. Para abreviar los años probatorios hay que
dedicar a la Teosofía ciertos sacrificios.
Empujada
por manos hostiles hasta el mismo borde de un precipicio, la Sociedad tiene
necesidad de todo hombre y de toda mujer, dedicados a la causa de la Verdad.
Para recoger los frutos de las acciones meritorias, es necesario obrar noblemente
y no limitarse a proclamar la necesidad. Como para el “verdadero hombre” de
Carlyle*, la
dificultad, la abnegación, el martirio y la muerte son las seducciones que
arrastran hacia las horas de prueba al corazón del verdadero chela.
( * Me
imagino que el Maestro se refiere a la frase célebre del escritor inglés Thomas
Carlyle: “El verdadero hombre siente su superioridad al reverenciar lo que
realmente le supera. El corazón no abriga sentimiento más noble ni bendito.”)
Usted
me pregunta:
-
“¿Qué reglas debería observar durante este
estado de probación, y cuándo puedo esperar que empiece?”
Le
contesto: su porvenir está en sus propias manos, como ya lo he indicado más arriba,
y cada día puede tejer su trama. Si le exigiera que haga tal o cual cosa, en
vez de limitarme a un simple consejo, sería responsable de todo efecto que
viniera de sus actos y su mérito sería sólo secundario.
Reflexione,
verá que esto es cierto. Por lo tanto, confíe su destino a la Justicia sin
temer jamás que su respuesta no sea absolutamente verdadera. El estado de discípulo
es a la vez educativo y probatorio, sólo de él depende que este estado termine en
el Adeptado o en el fracaso.
Comprendiendo
mal nuestro sistema, muchos discípulos esperan muy a menudo recibir órdenes,
perdiendo así un tiempo precioso que deberían consagrar a esfuerzos personales.
Nuestra
causa tiene necesidad de misioneros, de devotos, de agentes y hasta puede ser
que de mártires. Pero ella no le puede imponer estos papeles a nadie. Así que elija.
Tome en sus manos su propio destino y que pueda la memoria de nuestro Señor, el
Tathâgata, ayudarlo a tomar la mejor decisión. [Se refiere a Buddha, no olviden
que el Mahatma Kuthumi, aunque de origen hindú, pertenece a la tradición de los
Adeptos trans-Himalayicos] »
(Cartas
de los Maestros de Sabiduría, Primera Serie, carta No 7)
LEADBEATER RECIBE UN
SEGUNDO MENSAJE DEL MAESTRO
Leadbeater
viviá a 75 km de Londres. El 30 de octubre de 1884 había ido a Londres para
despedirse de Blavatsky quien en dos días partía a la India para lidiar con la
crisis que había estallado allá (ver los misioneros buscan derrumbar a la Sociedad Teosófica).
Ella le informó que el Maestro le había respondido. Al día siguiente regresó a
su hogar y encontró la carta. Muy emocionado y habiendo decidido hacer el
viaje, pero no sabiendo cómo decírselo al Maestro, regresó a Londres para que
Blavatsky se lo transmitiera. Ella se encontraba en la casa de los Cooper-Oakley
junto a la chimenea de la sala, cuando en la palma de su mano se materializó
una nota del Maestro dirigida a Leadbeater.
«
Súbitamente, adelantó su mano derecha hacia el fuego de una manera muy
peculiar, dejando la palma de la mano hacia arriba. Miró allí con sorpresa,
como me sorprendí yo, pues estaba parado muy cerca de ella, reclinado con un
codo sobre la repisa, y varios más vimos nítidamente una especie de blanquizca
forma de neblina en la palma de su mano y luego condensarse en un pliego de papel
doblado, que ella me alcanzó al punto, diciéndome: “Ahí está la respuesta para
Ud.” Por supuesto, todos los que estaban en la pieza se arremolinaron a mi
alrededor, pero ella me envió afuera para que la leyera. »
(Leadbeater,
Cómo la Teosofía vino a Mí, cap. V, “Mi primer fenómeno”)
La
nota decía:
«
Ya que su intuición lo llevó en la dirección correcta y lo hizo comprender que
era mi deseo que debe ir a Adyar inmediatamente, no diré nada más. Cuanto más
pronto vaya a Adyar, mejor será. No pierda inútilmente ni un solo día.
Embárquese el 5 [de noviembre], si es posible. Reúnase con Upasika [Blavatsky] en
Alejandría; que todos ignoren su partida y pueda la bendición de nuestro Señor y
mi pobre bendición preservarlo de todo mal en su nueva vida.
Saludos
para usted mi nuevo chela [en probación].
K.H.
No muestre mi nota a
nadie. »
(Cartas
de los Maestros de Sabiduría, Primera Serie, carta No 8)
LEADBEATER VIAJA A LA
INDIA
Poco
después Leadbeater se embarcó, alcanzando a Blavatsky en Egipto en donde ella
junto con su comitiva lo estaba esperando, para viajar en el mismo barco a la
India. Llegaron primero a Sri Lanka el 17 de diciembre de 1884, para
encontrarse con el coronel Olcott quien presidía la Sociedad Teosófica. Ahí en
la ciudad de Colombo, Leadbeater, animado por Blavatsky, tomó públicamente los
Tres Refugios del budismo.
Nota:
Adyar es un gran suburbio de la ciudad de Chennai (o Madrás)
TERCER MENSAJE DEL
MAHATMA KUTHUMI
La
crisis provocada por los misioneros hizo que los dirigentes de Adyar expulsaran
en marzo de 1885 a Blavatsky de la India quien se exilió en Europa. Al inicio
de su estancia en Sri Lanka, en 1886, Leadbeater no sabiendo como comunicarse
con el Maestro Kuthumi y éste último no habiéndole escrito ninguna nueva carta,
decidió enviarle su carta a Blavatsky para que ella se la transmitiera al
Maestro. Después de varios meses, recibió una carta de ella fechada el 23 de
junio de 1886, enviada desde Elberfeld, Alemania, en donde aparece superpuesto
sobre la escritura de Blavatsky el siguiente mensaje:
«
Tenga valor. Yo estoy contento con usted. Sea reservado. Tenga fe en sus
mejores intuiciones. El hombrecito ha fracasado; él recogerá su recompensa.
Mientras tanto, SILENCIO.
K.H. »
En
lo personal tengo cierta duda que este último mensaje haya sido realmente enviado por
el Mahatma Kuthumi, debido a que al principio de la carta, Blavatsky le
responde referente a la carta que Leadbeater quiso transmitir al Maestro:
«
Si el Mahatma K.H. la hubiera aceptado o deseaba leer la carta, podía haberla
retirado de mi caja, pero al haber quedado allí donde la dejé, eso demuestra
que él la rehúsa. . .así que te la regreso tal como la recibí. »
(Cartas
de los Maestros de Sabiduría, Primera Serie, carta No 50)
Lo
cual me parece contradictorio, sin embargo lo menciono para poner toda la información y ser ecuánime.
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también:
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