EL TESTIMONIO DE LILIANA SOBRE NUEVA ACRÓPOLIS


Liliana es una mujer francesa que estuvo cinco años en Nueva Acrópolis y en el siguiente texto ella relata la experiencia que tuvo con esa organización.
 
 
A lo largo de varios años (en algún momento entre 2010 y 2020) he estado compartiendo lo que muchos de los miembros de Nueva Acrópolis sinceramente pensaban (algunos todavía creen) que era un hermoso “Ideal” por el cual cualquier sacrificio vale la pena. Yo he sido Fuerza Viva, parte de la Brigada de Mujeres en uno de los centros franceses de Nueva Acrópolis.
 
Este testimonio no es en contra de los miembros de Nueva Acrópolis sino a favor de ellos, así como para todo público interesado en conocer más sobre esa organización. Podría escribir un libro completo (algún día lo haré) pero aquí resumiré brevemente solo algunos puntos significativos.
 
Como muchas otras personas, he conocido a Nueva Acrópolis a través de sus actividades culturales públicas (para el tercer ciclo, según supe más adelante) y justo después he accedido a seguir su curso de filosofía. Yo era nueva en la ciudad, buscaba redes sociales significativas y este curso ha sido de alguna manera intelectualmente provocativo para mí como persona con formación científica.
 
En ese momento no tenía ningún interés en el esoterismo y solo tenía conocimientos históricos y políticos básicos, por lo demás me iba bien en mi vida desde todos los puntos de vista.
 
Éramos 15 para empezar el curso de primer ciclo y al final éramos solo tres, los “estudiantes” se iban sin despedirse, lo cual se me hacía raro. Bueno, algunas discusiones fueron bastante incómodas, los entrenadores eran farisaicos y a menudo nos hacían sentir culpables (incluso para actividades básicas de ocio como salir con amigos después del trabajo).
 
También, poco a poco, surgió la idea de que Nueva Acrópolis es una “escuela de filosofía” única con misión civilizadora (para un mundo nuevo y mejor), se nos sugirió que los que se quedan son de alguna manera espiritualmente superiores a los demás… “no es casualidad que estés aquí” nos decían, lo que reforzaba nuestro apego y dedicación a la causa.
 
De los tres alumnos que terminaron el primer ciclo, yo fui la única que decidió continuar, convencida de que puedo aportar mi aporte a un mundo mejor, pero también por curiosidad. ¿Que sigue? – una vocecita interna me empujaba a continuar, sentía que el camino por el que avanzaba no era uno común.
 
Después de un ligero ritual me convertí en miembro del segundo círculo y pronto noté que todo parecía más serio, incluso rígido. Apenas se nos permitía hacer preguntas durante el curso, en realidad se toleraba hacer preguntas pero se consideraba una especie de debilidad (más tarde llamada Kama-Manas, una especie de mente calculadora inferior, no espiritual).
 
Nos explicaron por primera vez que Jorge Angel Livraga (conocido como JAL por los discípulos) fundó Nueva Acrópolis a pedido de Sri Ram, Presidente de la Sociedad Teosófica (más tarde supe que la Sociedad Teosófica en realidad expulsó a JAL por mal comportamiento) la cual fue fundada por Helena Petrovna Blavatsky (HPB para los discípulos).
 
Algún tipo de misterio comenzó a planearse en el aire, alguna promesa oculta de que cuanto más se profundice en Nueva Acrópolis, más se desentrañará. En ese momento yo era confiada y no intentaba buscar en internet información sobre la organización.
 
Empecé a invertir más y más tiempo con el grupo, sintiéndome vinculada emocionalmente como en una familia del alma y creyendo genuinamente que juntos haríamos del mundo un lugar mejor. No vivíamos juntos pero pasábamos mucho tiempo juntos, casi a diario teníamos nuestras canciones, algún tipo de lenguaje específico y muchas actividades culturales, espirituales y de servicio público.
 
 
Una sombra apareció durante un curso (introducción a la sabiduría del Oriente y Occidente) hablando sobre la evolución de la raza, donde el instructor nos dijo claramente sobre la superioridad de la raza blanca, pero esto se ha desdibujado después como si no lo entendimos bien (como nuestro “nivel de conciencia todavía es bajo” – como se repetirá a menudo después, también “mira, Nueva Acrópolis está en todos los países y tiene miembros de piel de color”). Más tarde encontré este curso escrito y literalmente menciona la superioridad de la raza blanca.
 
También nos dijeron que la historia oficial no es la real, que los sistemas políticos actuales son todos un fracaso, que nos vamos a un mundo decadente donde, como “acropolitanos” o “filósofos” tendremos un impacto significativo (como la historia siempre está formado por pequeños grupos de élite, ¿no?).
 
Le pregunté al instructor si Nueva Acrópolis tiene algún plan político, él me dijo "no, somos una escuela de filosofía, del tipo clásico".
 
 
Con el tiempo, comencé a descuidar significativamente a mi familia y a mis amigos que no son de Nueva Acrópolis (esto en realidad fue alentado por los dirigentes de Nueva Acrópolis, pero también fue algo natural ya que quería alejarme de mi vida anterior, como de un trapo inútil, debido a que la "semilla necesita morir para convertirse en árbol”).
 
Los días que pasé en Nueva Acrópolis fueron algo mágicos, fuera de tiempo, me sentía feliz de pertenecer allí, y poco a poco comencé a adoptar nuevas ideas como la existencia potencial de un mundo invisible con el que podríamos estar en contacto (por qué no, dijo mi cerebro científico, como la electricidad que no podemos ver pero que realmente existe), que somos kshatriyas, una especie de guerreros pacíficos dirigidos desde arriba por la Jerarquía Blanca, y muchas otras creencias de pensamiento mágico.
 
Tenía la impresión de que se me abría una nueva realidad, eso fue muy enriquecedor. Siempre he sido una persona dedicada y con mucha energía, pero durante esos años mi vida fue extremadamente intensa, como en una película de fantasía pero sintiéndome real.
 
La conexión con el grupo también se reforzó continuamente por un sentimiento de peligro alimentado por los miembros mayores de Nueva Acrópolis que nos decían que los enemigos de Nueva Acrópolis están en todas partes, dirigidos por fuerzas oscuras (incluido el gobierno existente), por lo que deberíamos mantener en secreto lo que sucede dentro de Nueva Acrópolis, así como mantenerse alejado de la influencia detractora.
 
En ese momento hubiera sacado mi escudo de fiel adepto ante cualquier ataque a mi amada Nueva Acrópolis, ya fuera un amigo diciéndome que estaba en una secta o cualquier tipo de crítica. Y también estaba de acuerdo con actividades internas como infiltrarme en Wikipedia para asegurarme de que se mantuviera la imagen pública adecuada.
 
Cuando me preguntaron si me gustaría involucrarme más (convertirme en una Fuerza Viva), queriendo saber qué implicaría eso desde la perspectiva del tiempo, me dijeron que eso no me volvería mucho más ocupada de lo que ya estaba, que todavía seguiría siendo dueña de mi vida.
 
Un curso intenso de unos días en un entorno aislado perteneciente a Nueva Acrópolis (La Cour Petral) y algunas experiencias insólitas (que me parecían “espirituales”, pero ahora las llamo estados de conciencia modificados, parecidos a la hipnosis) me convencieron de que iba por el buen camino, así que acepté pasar por el período de solicitud y prueba.
 
Pasé un par de pruebas que llevan el nombre de los cuatro elementos (tierra, agua, aire, fuego) y que esencialmente implicaron mucho tiempo y dedicación, incluidas noches sin dormir, limpiar durante horas el centro de Nueva Acrópolis, bañarme con agua muy fría, escribir ensayos y presentar uno de ellos frente a una intimidante reunión de las Fuerzas Vivas; y por último, pero no menos importante, la prueba de militancia: hablar sobre Nueva Acrópolis a la gente en la calle, convencerlos de que compren productos de Nueva Acrópolis.
 
Me enteré de la existencia de símbolos e himnos de Nueva Acrópolis, uniformes y una jerarquía estricta, y por primera vez leí algunos "Bastidores" seleccionados, menos duros, de JAL (escritos internos, algunos de los cuales descubrí más tarde que son realmente preocupantes, con totalitarismo), frases megalómanas, violentas que defienden por ejemplo la esterilización forzada de algunos grupos humanos o el asesinato en nombre de un ideal).
 
Mi progresión fue seguida muy de cerca por algún alto miembro de la jerarquía de Nueva Acrópolis, por lo que cada duda que surgía se abordaba con cuidado, así que finalmente estaba casi convencida de que me unía a una especie de ejército espiritual (caballeros y damas) que luchaba por un mundo nuevo y mejor.
 
Así me levanté una madrugada, después de una noche de insomnio de muchas pruebas y rituales (uno de ellos fue ser completamente enterrada) en el Cour Petral, con mi uniforme azul nuevo, ¡haciendo el saludo “romano”! (igual que el fascista), arrodillarme en el suelo frente a una bandera de águila solar (muy similar a la nazi), obtener un nuevo nombre (conocido solo por las Fuerzas Vivas de Nueva Acrópolis) (como una especie de renacimiento), hacer un voto que escuchaba por primera vez: que juro frente a mi alma eterna servir a las Fuerzas Vivas, porque si no Dios, el Karma y los Maestros me lo “recordarán”.
 
Estaba bajo una especie de hipnosis, pero todavía podía pensar que no iba a firmar ese cheque blanco y mientras pronunciaba el voto como se me pidió, me dije a mí misma que me mantendría fiel en primer lugar a mis valores y no obedecería o haría algo que fuera en contra.
 
 
Lo que sucedió después de eso, durante mi pertenencia al primer círculo (Fuerzas Vivas), fue principalmente una cadena de malas experiencias y profundas desilusiones que me hicieron pasar consecutivamente por la ira, profundos sentimientos de injusticia y finalmente desesperación.
 
La mayor parte del tiempo de las Fuerzas Vivas (que era todos los fines de semana, noches, días festivos nacionales) se dedicaba a tareas relacionadas con la "integración" (aprender y planificar cómo atraer a nuevos miembros), algunas éticamente muy cuestionables como acercarse a las personas que tienen este propósito en mente (se dedicaron capacitaciones especiales para eso), hacer vistas, poner “me gusta” y comentarios en los sitios web de Nueva Acrópolis o actividades de redes sociales (incluso si no participamos), como si fuéramos extraños ("oh, estos tipos son fantásticos, este lugar es maravilloso”, etc., eso me enfermó).
 
Tuvimos reuniones interminables en las que los miembros de la jerarquía a menudo trataban a los Fuerzas Vivas de grados inferiores como perros. He visto a ancianas llorando (ya que fueron severamente criticadas o incluso humilladas frente al grupo) Y NADIE SE ATREVIÓ A DECIR ALGO (ni siquiera yo).
 
Me sorprendió la sumisión ciega, las Fuerzas Vivas eran todos policías entre sí (sobre lo que hacían en el tiempo libre o la ropa que vestían, por ejemplo) pero obligados a lucir felices, realizados como parte de una élite espiritual. La vida humana no tenía valor más allá de lo que puede brindar a la causa. Me di cuenta de que estas personas ya no sienten la injusticia e internalizaron su miedo.
 
El principio secreto tenía dimensiones paranoicas, estábamos usando correos electrónicos encriptados especiales (acropolis.org). Una llave perdida del templo (habitación donde solo las Fuerzas Vivas tienen acceso) era un verdadero drama. Cada vez que venía el director del país, la seguridad se reforzaba y todos se ponían bajo mucho estrés, se prohibieron las fotos y videos durante los rituales o las reuniones de las Fuerzas Vivas, se estudiaron los textos internos pero los papeles se devolvieron al entrenador al final (no podía llevárselos a casa).
 
El culto a la personalidad era imprescindible, para HPB, JAL (días y noches completos con rituales dedicados, canciones, poemas), mientras que olvidar qué tipo exacto de té prefiere el director nacional era un crimen de lesa majestad.
 
Había un aumento en la cuota de membrecía, proporcional al nivel de compromiso, y también una mayor presión para donar dinero, estábamos pagando nuestra presencia en capacitaciones obligatorias además de mucho trabajo voluntario (cocinar, limpiar), comprando productos de Nueva Acrópolis (también había algo de presión en ese nivel).
 
Los cursos para las Fuerzas Vivas eran de mala calidad desde el punto de vista intelectual (los mejores entrenadores estaban involucrados con miembros de "buen perfil" que pueden convertirse en nuevos Fuerzas Vivas), mucho adoctrinamiento, rituales esotéricos y ejercicios espirituales que se supone que conectan uno mismo con verdades superiores.
 
Fue particularmente divertido ver a los miembros de la jerarquía peleándose entre sí sobre qué gesto exacto es el correcto durante algunos rituales o ejercicios, que me dieron la impresión de que realmente no sabían lo que estaban haciendo.
 
Cada tentativa de cuestionamiento (ideología, jerarquía) fue tratada como una prueba de “bajo nivel de conciencia” (¿cómo contradecir la “sabiduría universal”?), cada inobediencia (real o imaginaria) era castigada (más trabajo, exclusión de algunas actividades, realizar tareas humillantes).
 
Poco a poco me he dado cuenta de que las respuestas a las preguntas existenciales provenientes de los miembros de las Fuerzas Vivas más antiguos eran siempre las mismas, como si fueran clones recitando el texto de otra persona (como por ejemplo, a la pregunta sobre la sumisión, la respuesta era que deberíamos no confundir la sumisión con la obediencia voluntaria que es una “cualidad de discípulo”).
 
Nos sugirieron más o menos directamente que no tuviéramos hijos, que trabajáramos a tiempo parcial (algo que algunos miembros obedecieron), eventualmente se hicieron "contratos de trabajo" muy mal pagados para algunos miembros jóvenes (¡estuvieron muy agradecidos!) haciéndolos totalmente dependientes y que estuvieran disponibles las 24 horas del día, los 7 días de la semana.
 
Los jóvenes veinteañeros son especialmente importantes para Nueva Acrópolis, especialmente los idealistas propensos a culparse a sí mismos con facilidad, amables y dispuestos a servir en algo que perciben como la causa correcta. Se hacen atajos especiales para que lleguen fácilmente al primer círculo, como el campamento de verano de Perseus.
 
 
Nueva Acrópolis cultiva mucho el heroísmo, el espíritu de sacrificio, nos dijeron que matemos nuestros instintos de supervivencia, mientras que personajes históricos como Leónidas están en lo alto de los corazones y las canciones de los “acropolitanos”. Más tarde he leído los escritos de JAL donde oponía a estos valores viriles la “blandura homosexual” y los rasgos “feminoides”.
 
Cada Fuerza Viva estaba obligada a escribir una carta "espiritual" semanal (principalmente autocrítica) a su "maestro", donde se brindaban muchos pensamientos íntimos y otra información, la relación maestro-discípulo es muy fuerte en esa organización.
 
El maestro acropolitano puede ser a veces amable y comprensivo, a veces brusco, duro, incluso insultante o humillante, confundiendo mucho a los discípulos (he visto esto en otros y me pasó a mí también, puede ser una experiencia extremadamente traumática).
 
 
¿Por qué quedarse?
 
Uno preguntaría, bueno, te preocupas por esa gente, crees que el “Ideal es perfecto pero los idealistas no”, siempre cuestionándote (también como consecuencia del adoctrinamiento) que tal vez es tu culpa, que tal vez no estés entendiendo bien, que tal vez no eres lo suficientemente amable o espiritualmente elevado... o tal vez "algo está mal dentro de Nueva Acrópolis, pero tal vez pueda cambiarlo" (muchos jóvenes de las Fuerzas Vivas piensan eso).
 
Finalmente me diagnosticaron “dificultades de integración”, egoísmo, a veces me dijeron que es una crisis espiritual normal que se me pasará (si decido crecer espiritualmente).
 
Hubo numerosas situaciones en las que intentaron usar el voto y el miedo metafísico implantado en mi cabeza en mi contra, cada vez que no me estaba comportando como ellos esperaban.
 
Una vez, después de un accidente real que tuve, me dijo un miembro de la jerarquía acropolitana, un "hachado" (símbolo similar al de la bandera de la Italia fascista, solo que con dos lames, estos miembros lo llevan como una especie de objeto mágico) que casi muero, una señal de karma, porque no estoy cumpliendo correctamente con mi deber de las Fuerzas.
 
Ese enfoque, más allá del efecto de manipulación mental, es particularmente peligroso (es fácil entender por qué, teniendo en cuenta el fenómeno de la profecía autocumplida).
 
Junto con otras señales de luz roja, esto fue para mí una prueba de que las creencias que ponen en tu cerebro pueden usarse más tarde para manipularte.
 
Aún teniendo todo esto en cuenta fue muy difícil para mí dejar el grupo, lo he hecho poco a poco, paso a paso, pero una vez que comencé a leer libros de especialistas sobre la influencia no ética mental, entendí en lo que me había metido y pude separarme por completo de Nueva Acrópolis, en cuerpo y alma. Es un proceso largo y doloroso, pero ahora siento que mi vida ha regresado, así como mi libertad mental.
 
Desde que he estado en contacto con muchos antiguos miembros de Nueva Acrópolis en todo el mundo, los problemas son los mismos en todas partes, no están relacionados con los valores predeterminados de algunos líderes (como se nos dice a menudo) sino que tienen sus raíces en los planes y en la personalidad del creador de Nueva Acrópolis.
 
A esos miembros de Nueva Acrópolis que dicen: “bueno, me gustan las actividades y la gente es agradable, por lo que está bien involucrarme”, yo les respondo que lean atentamente los escritos internos de JAL (disponibles en Internet, sí, sé que Nueva Acrópolis dice que no son ciertos... pero usted puedes vincular esos textos con el comportamiento que estáis presenciando) y piensen bien si esa es la organización a la que les gustaría unirse.
 
Las actividades públicas son solo plataformas de reclutamiento, participar en ellas es ayudar a Nueva Acrópolis a crecer y difundir su ideología totalitarista.
 
Marzo 2022
 
 
 
(www.nuevaacropolissecta.blogspot.com/2021/09/testimonio-de-liliana.html)
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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