LOS PLANOS DE EXISTENCIA EXPLICADOS POR WILLIAM ATKINSON

Acerca de los planos sutiles, William Atkinson en su libro “La vida después de la muerte”, mencionó lo siguiente:

 

« Una de las ideas elementales de la Filosofía Yogi más difíciles de captar y asimilar para la mente occidental común, es la de los "planos" de la vida. Y esta dificultad es más evidente cuando el estudiante occidental intenta captar las enseñanzas yoguis con respecto al "otro lado".

 

El pensamiento occidental insiste en el concepto del reino de la vida del alma incorpórea como un lugar o lugares. Y la teología occidental es responsable de esto en gran medida, aunque también hay que considerar la tendencia de la mente occidental a pensar en términos de existencia objetiva, incluso cuando se considera la vida en el más allá.

 

El religioso occidental insiste en pensar en el "cielo" como si se tratase de una región situada en algún lugar del espacio que contiene hermosas mansiones de piedras preciosas y cuyas calles están pavimentadas con oro. Pero incluso a aquellos que han superado esta idea infantil les resulta difícil concebir el mundo celestial como un estado en vez de un lugar, debido a que la mente occidental tiene dificultad para concebir ese concepto abstracto, y es por eso que recurre a la vieja idea de un cielo situado en el espacio.

 

La mente oriental por el contrario encuentra muy fácil captar la idea de los varios planos de existencia, debido a que siglos de pensamiento asociado sobre el tema han hecho que el concepto les sea tan claro y definido como el de lugar.

 

Hemos conocido a pensadores occidentales que nos confesaron sonriendo que no podían despojar su concepto de “planos” por el de un estrato nivelado, o capa de algún tipo de sustancia material. Pero esta concepción está tan lejos de la verdad como la idea del mero lugar. Un plano es un estado, no un lugar en el sentido de la palabra. Y el alumno de esoterismo debe aprender a eliminar esa idea de lugar en su concepto de plano.

 

Un plano es una condición o estado de actividad en la energía eterna del Espíritu en el que el Cosmos vive, se mueve y tiene su ser. Por lo que en cualquier punto del espacio puede haber muchos planos de actividad. Y tomando nuestros ejemplos del mundo físico, usaremos a continuación la vibración ordinaria del sonido como un ejemplo ilustrativo.

 

 

1. El aire puede estar lleno de muchas notas de la escala musical, y cada nota es simplemente un cierto grado de vibración del aire. Las notas ocupan la misma posición en el espacio, y sin embargo no entran en conflicto entre sí en lo que respecta a las cualidades de llenado del espacio.

 

Es un axioma de la física que dos cuerpos de materia no pueden ocupar el mismo espacio al mismo tiempo. Pero miles de estas notas vibratorias pueden ocupar el mismo espacio al mismo tiempo.

 

(El detalle es que las notas musicales no son objetos sino ondas.)

 

Y esto lo constata uno cuando escucha una gran interpretación orquestal de una composición musical. Ahí muchos instrumentos están tocando al mismo tiempo y el aire está lleno de innumerables vibraciones, pero a pesar de ello uno puede elegir cualquier instrumento en particular si lo desea, e incluso se pueden distinguir notas particulares. No se pierde ninguna nota, y sin embargo todo el volumen se manifiesta en el pequeño espacio del tímpano.

 

Esta es una ilustración algo grosera, pero puede servir para acostumbrar la mente a formar el concepto adecuado.

 

 

2. Otro ejemplo para ilustrar este asunto lo podemos encontrar en una escala un poco más alta, que es en las vibraciones de la luz. La luz, sabemos que aparece como resultado de las ondas vibratorias del éter que entran en contacto con la materia física.

 

(Esto es falso ya que la luz no se genera por el contacto del éter con la materia, como lo asevera William Atkinson, sino que aparece cuando se efectúa un proceso que produce luminiscencia.

 

Y el éter que menciona Atkinson es una substancia que teorizaron los científicos que tal vez existía y servía para transportar la luz y otras ondas magnéticas, pero la teoría de la relatividad publicada en 1905 por Albert Einstein les hizo desechar completamente esa idea.

 

Y esto muestra que William Atkinson no se actualizaba porque para cuando él publicó este libro en 1909, lo que escribió ya estaba obsoleto.)

 

Cada color tiene su propio lugar en la escala vibratoria. Cada rayo de sol que nos llega está compuesto por una gran variedad de colores, los colores del espectro, que pueden separarse mediante ciertos instrumentos prismáticos. Todos los colores se encuentran en cada punto del espacio en el que aparece el rayo de sol, pero están todos allí, y pueden ser separados y registrados aparte de los demás.

 

Además, más allá del ámbito de la luz visible para el ojo humano, hay muchos colores invisibles para la vista humana debido a que sus vibraciones son demasiado altas o demasiado bajas. Estos colores invisibles pueden detectarse mediante instrumentos. Quizás estas tasas variables de vibraciones de color puedan ayudarlo a formarse la idea de los planos de existencia sin espacio.

 

 

3. Otro ejemplo se puede encontrar en el campo de la electricidad, en el que encontramos nuevos casos de diversos grados y condiciones de energía que ocupan el mismo espacio al mismo tiempo.

 

Por ejemplo, en aparatos telegráficos mejorados encontramos muchos mensajes que pasan en cada dirección por el mismo cable, cada uno de manera independiente y ninguno interfiere con los demás. Y de la misma manera, el aire puede llenarse de mil mensajes telegráficos inalámbricos sintonizados con diferentes claves, y en consecuencia, sin interferir entre sí.

 

 

Las diversas vibraciones en estos diferentes ejemplos que hemos dado se compenetran entre sí, cada una aparentemente sin darse cuenta de la presencia de la otra y sin ser afectada por la otra.

 

(Estos ejemplos que dio William Atkinson son incorrectos porque tanto los sonidos, como las luces, como las corrientes eléctricas si pueden interferir entre ellas cuando hacen contacto.

 

Por ejemplo si ustedes juntan una carga eléctrica positiva con una carga eléctrica negativa, eso va a producir un corto circuito. En cambio entre los diferentes planos de existencia eso no sucede, y es así como un plano “cargado de energía positiva” ocupa el mismo espacio que un plano “cargado de energía negativa” sin que ningún corto circuito se produzca.

 

Y esto se debe porque los planos de existencia ocupan el mismo lugar, pero se encuentran en diferentes dimensiones. Y esto último William Atkinson si lo comprendió, pero no lo supo explicar.)

 

 

Incluso es concebible que haya una docena de mundos que ocupen la misma porción de espacio, pero cada uno de ellos esté sincronizado en una escala vibratoria de materia muy diferente, y sin embargo ninguno interfiera con el otro, ya que los seres vivos de cada uno de ellos desconocen totalmente la existencia de los planos.

 

Los escritores científicos se han divertido escribiendo historias fantásticas de semejante serie de mundos, y de hecho, ellos atinaron más de lo que se imaginaban porque ilustraron una verdad metafísica en términos físicos.

 

 

Pero algunos podrán preguntarse:

 

¿Enseña la Filosofía Yogi que estos planos de vida no son más que formas variables de vibraciones de la materia?

 

 

A lo que les respondemos:

 

De ningún modo. Lejos de eso, ya que lo que enseña la Filosofía Yogi es que cada plano representa un grado diferente de energía vibratoria, pero no de materia. La materia (incluso la forma más fina de materia) es simplemente una forma muy baja de energía vibratoria.

 

Hay formas de materia mucho más elevadas que las más finas de las que el científico ordinario tiene conocimiento, ya que su materia más fina es más alta que la roca más dura. Y más allá del plano de la materia se elevan, plano tras plano de energía supra material con el que la mente de la ciencia física ni siquiera se atreve a soñar.

 

Y sin embargo, a los efectos de la ilustración, podemos decir que es posible pensar en cada uno de los planos manifestándose en el mismo punto del espacio al mismo tiempo. Así que como se puede constatar, la concepción de los planos no tiene nada que ver con la del espacio.

 

 

En vista de lo anterior, el alumno comprenderá que cuando hablamos de los planos de existencia del “otro lado”, estamos lejos de querer indicar lugares o regiones del espacio. La Filosofía Yogi no tiene nada que ver con las doctrinas de los cielos o infiernos o purgatorios en el sentido de lugares. Y no acepta tales lugares o regiones, aunque reconoce la base real de las enseñanzas que los sostienen.

 

En este libro en particular, no intentaremos considerar la cuestión general de los innumerables planos de existencia que se manifiestan en el Universo, debido a que el propósito de esta obra nos limita solamente a la consideración y descripción de aquellos planos particulares del Mundo Astral que están relacionados con la manifestación de la existencia de las almas desencarnadas de los habitantes de la Tierra, o sea el llamado "mundo espiritual" de la raza humana.

 

Veremos que hay muchos planos y sub-planos de existencia en el gran Plano Astral de Vida, generalmente conocido como El Mundo Astral, para distinguirlo del Mundo Físico que se encuentra debajo de él en la escala vibratoria.

 

Cada plano y sub-plano tiene sus propias características y fenómenos distintivos, como veremos a medida que avancemos. Y sin embargo las mismas leyes generales, principios y cualidades características son comunes a todos.

 

 

Finalmente, antes de pasar a la consideración del Plano Astral, esforcémonos una vez más por fijar en sus mentes la concepción adecuada de la naturaleza real de lo que conocemos como "planos".

 

Cuando hablamos de "ascender" de un plano inferior a uno superior, o de "descender" de un plano superior a otro inferior, no deseamos que se nos entienda como una imagen de un ascenso o de un descenso de pasos. Y tampoco estamos imaginando un ascenso o descenso de una capa o estrato a otro. Por que incluso el símbolo familiar de elevarse desde las profundidades del océano hasta su superficie es incorrecto.

 

La imagen mental más cercana que se puede hacer de la transición de un plano a otro es la del aumento o disminución de las vibraciones, como se evidencia en las ondas sonoras, las ondas luminosas o las ondas eléctricas.

 

Al apretar la cuerda de un violín, se puede aumentar su grado de vibración y por lo tanto su nota. Y se puede hacer lo mismo calentando una barra de hierro haciendo que su color cambie gradualmente de un rojo apagado a un delicado violeta o blanco. O en el caso de una corriente eléctrica, la potencia puede aumentarse o disminuirse a voluntad.

 

Si se requiere una ilustración aún más material, tenemos el caso del mineral más duro que puede transformarse en un vapor invisible simplemente aumentando su grado de vibraciones por el calor.

 

Y lo que es verdad en los planos inferiores de manifestación, es verdad en los superiores. La transición de más alto a más bajo, o de más bajo a más alto, se puede pensar (si se desea) como un cambio de vibración en la energía de la que están compuestas todas las cosas. Y esto llegará tan cerca de la verdad como lo permitan nuestros imperfectos poderes de concepción y comparación.

 

No hay palabras para expresar los fenómenos superiores; toda ilustración en términos de los planos inferiores es tosca, imperfecta e insatisfactoria. Pero incluso mediante estos humildes símbolos, la mente del hombre puede aprender a captar las ideas de las cosas por encima de los sentidos ordinarios y más allá del poder de expresión de los términos ordinarios.

 

Y ahora, con lo anterior firmemente fijado en vuestras mentes, procedamos a considerar el Gran Plano Astral de Existencia. »

(Capítulo 3)

 

 

 

 

 

 

OBSERVACIÓN

 

La explicación que dio William Atkinson sobre lo que son los diferentes planos de existencia es bastante confusa, y si ustedes leen lo que él detalló al respecto en el capítulo ocho de su libro “El Kybalión”, constatarán que los conocimientos que él tenía sobre este tema estaban muy mal estructurados y en gran medida equivocados (ver link).