En este artículo les hago un resumen de ese libro.
INTRODUCCIÓN
En esta primera
sección el autor del Kybalión enuncia que esta obra se encuentra basada en las
antiquísimas enseñanzas herméticas, pero que el objetivo en este libro no es de
profundizar en ellas, sino solo de hacer un pequeño esclarecimiento al
respecto.
Y también precisó
que el fundador del Hermetismo fue Hermes Trismegisto, un ser misterioso quien
residió en el Antiguo Egipto y quien fue divinizado por los egipcios y los
griegos. Se dice que él instruyó a Abraham y que:
« Todas las enseñanzas fundamentales y
básicas contenidas en las enseñanzas esotéricas de toda raza pueden ser
atribuidas a Hermes. Incluso las más antiguas enseñanzas de la India tienen
indudablemente sus raíces en las enseñanzas herméticas originales. »
Pero esto es
incorrecto, porque los maestros explicaron que ellos cíclicamente envían
emisarios a diferentes partes del mundo para que sus mensajeros transmitan la
enseñanza oculta entre los humanos, y Hermes fue solamente uno de ellos.
Luego el autor
del Kybalión dice que muchos sabios fueron a Egipto para instruirse y que el
hermetismo influyó en muchas doctrinas esotéricas, filosóficas y religiosas, lo
cual si es cierto. Pero que desafortunadamente ese conocimiento en gran medida
se ha tergiversado, sin embargo siempre ha habido un pequeño grupo de humanos
que han guardado intacta la verdadera enseñanza y en este libro ellos (los tres
iniciados) van a revelarla para quienes estén listos para recibirla.
Capítulo
1
LA FILOSOFÍA HERMÉTICA
En
este capítulo el autor del
Kybalión vuelve
a repetir de manera más detallada lo que dijo en la introducción, y añade que:
« En los primeros días hubo una
compilación de ciertas doctrinas herméticas básicas, pasadas de instructor a
estudiante, que fue conocida como “El Kybalión”, pero habiendo sido perdido por
varios siglos el significado y la importancia exacta del término.
Esta enseñanza,
sin embargo, es conocida por muchos a quienes ha llegado, de boca a oído,
continuamente a lo largo de los siglos. Sus preceptos nunca han sido escritos o
impresos, hasta donde nosotros sabemos. Era solamente una colección de máximas,
axiomas y preceptos, que eran ininteligibles para los intrusos, pero que eran
fácilmente entendidos por los estudiantes después que esos axiomas, máximas y
preceptos hubiesen sido explicados y ejemplificados por los iniciados
herméticos a sus neófitos. »
Ahora bien, como
ningún instructor había mencionado esto antes, y dado que el autor del Kybalión
mostró ser muy propenso a inventar historias, lo más seguro es que esto él lo
haya inventado para darle más prestigio a su libro.
Luego el autor
del Kybalión continúa explicando que:
« Estas enseñanzas constituían realmente
los principios básicos del “arte de la alquimia hermética”, el cual,
contrariamente a la creencia general, trataba del dominio de las fuerzas
mentales, antes que de los elementos materiales, y con esto me refiero a la
transmutación de una clase de vibraciones mentales en otras, en vez del cambio
de una clase de metal en otro. »
Pero esto
también es falso porque la alquimia hermética si tiene que ver con el manejo de
la naturaleza, y es solo en una segunda interpretación que se le añadió esa
connotación de transmutar nuestras vibraciones mentales.
Y el autor del
Kybalión termina este capítulo diciendo de nuevo que estas enseñanzas están
reservadas solo para aquellos que ya se encuentran listos para recibirlas.
Capítulo 2
LOS SIETE PRINCIPIOS
HERMÉTICOS
Este es el capítulo
más relevante del libro, ya que aquí el autor del Kybalión enumera “las siete
leyes universales que gobiernan a la creación”, y sobre este asunto él escribió
lo siguiente:
« Los
principios de la verdad son siete,
y aquel que los comprende
realmente posee la llave mágica ante la cual todas las puertas del
templo se abren de repente. »
(El
Kybalión)
Y los siete
principios herméticos sobre los cuales está basada toda la filosofía hermética,
son los siguientes:
1. El principio de mentalismo
« El TODO es MENTE; el Universo es Mental. »
(El
Kybalión)
Este principio
incorpora la verdad de que todo es mente y explica que el TODO (que es la
realidad sustancial que subyace a todas las manifestaciones y apariencias externas
que conocemos bajo los términos
de “el universo material”, “el fenómeno de la vida”, “la materia”, “la
energía”, o sea en resumen, todo lo que es evidente a nuestros sentidos
materiales) es ESPÍRITU, y que en sí mismo es INCOGNOSCIBLE e INDEFINIBLE, pero
que puede ser considerado y concebido como UNA MENTE UNIVERSAL, INFINITA Y
VIVIENTE.
(Aquí
el autor del Kybalión confunde al Espíritu de Dios, con la Mente de Dios, con
la Totalidad de Dios.)
Y este axioma
explica también que todo el Universo fenomenal es simplemente una creación
mental del TODO, sujeto a las leyes de las cosas creadas, y que el Universo,
como conjunto, y en sus partes o unidades, tiene su existencia en la mente del
TODO, y en cuya mente “vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser”.
(Esto
también es falso porque si bien el Universo se originó en “la mente de Dios”,
claramente el Universo es físico y no mental, ya que está constituido por
materia física y no por substancia mental, y por lo tanto el Universo que
percibimos tiene su existencia en el “cuerpo físico de Dios” y no en la “mente
de Dios”.)
Este primer
principio hermético, al establecer la naturaleza mental del Universo, explica
fácilmente todos los variados fenómenos mentales y psíquicos que ocupan una
porción tan grande de la atención pública, y que sin tal explicación son
incomprensibles y desafían el tratamiento científico.
Y una
comprensión de este gran principio hermético de mentalismo capacita
al individuo para captar fácilmente las leyes del Universo mental,
y para aplicar las mismas a su bienestar y avance.
El estudiante
hermético está capacitado para aplicar inteligentemente las grandes leyes
mentales, en vez de usarlas de una manera fortuita; y con la llave maestra en
su posesión, el estudiante puede abrir las muchas puertas del templo mental y
psíquico del conocimiento, y entrar al mismo libre e inteligentemente.
Este principio
explica la verdadera naturaleza de “energía”, “poder” y “materia”, y por qué y
cómo están todos éstos aspectos subordinados a la maestría de la mente. Por lo
que uno de los viejos maestros herméticos escribió hace mucho tiempo:
« El que capta la verdad de la naturaleza
mental del Universo está bien avanzado en el sendero hacia la maestría. »
Y estas
palabras son tan verdaderas hoy como en el
tiempo en que fueron escritas por primera vez, ya que sin esta llave maestra,
la maestría es imposible, y el estudiante llama en vano a las muchas puertas
del templo.
Nota
Al enunciar
este primer principio, el autor del Kybalión busca que sus lectores trasciendan
la visión materialista que se tenía a inicios del siglo XX en donde se
consideraba que el Universo solo era algo físico, pero él lo hace de una manera
incorrecta porque el Universo tampoco es solamente mental, ni tampoco es
únicamente controlado por el mental, como él pretende; ya que en realidad el
Universo es ante todo energía, y la energía toma diferentes formas y
características conforme se va densificando.
Por lo tanto,
el Universo es mente, pero también es emoción, y también es vida, y también es
materia, y es muchos otros estados que los humanos todavía no conocemos.
La mente solo
es una pequeñísima porción del TODO, y los maestros explicaron que la mente
solamente tiene influencia en los cinco planos más densos de la existencia,
pero que en cambio la mente no interviene en los 338 planos superiores que
también forman parte del TODO, y en donde se manifiestan otros tipos de
expresiones de la existencia que actualmente rebasan nuestra comprensión.
2. El principio de correspondencia
« Como es arriba, es abajo; como es
abajo, es arriba. »
(El
Kybalión)
Este principio
incorpora la verdad de que hay siempre una correspondencia entre las leyes y
fenómenos de los diversos planos de existencia y la vida. El viejo axioma
hermético lo ponía en estas palabras: «Como es arriba, es abajo; como es abajo,
es arriba.» Y la captación de este principio da uno de los medios de solucionar
muchas oscuras paradojas y secretos escondidos de la Naturaleza.
Hay planos más
allá de nuestro conocimiento, pero cuando les aplicamos el principio de
correspondencia somos capaces de entender mucho más que de otro modo nos habría
sido incognoscible.
Este principio
es de aplicación y manifestación universal en los diversos planos del Universo
material, mental y espiritual; y es una ley universal. Los antiguos hermetistas
consideraban este principio como uno de los más importantes instrumentos
mentales que el hombre dispone para atisbar a un lado los obstáculos que le
ocultan lo desconocido a la vista. Y su uso incluso permite rasgar el velo de
Isis hasta el punto de poder ver un vislumbre de la cara de la diosa.
Porque al igual
que un conocimiento de los principios de la geometría capacita al hombre para
medir soles distantes y sus movimientos, mientras está sentado en su observatorio,
de la misma manera un conocimiento del principio de correspondencia capacita al
hombre para razonar inteligentemente desde lo conocido hacia lo desconocido, ya
que estudiando a la mónada se entiende al arcángel.
Nota
Concuerdo con
este segundo principio, pero el autor del Kybalión se quedó muy corto en su
explicación porque él solamente señaló la correspondencia que existe entre los
diferentes planos de existencia, pero en realidad no solo hay correspondencia
entre los planos, sino que también hay correspondencia entre las diferentes
escalas del Universo, y también hay correspondencia entre los diferentes
reinos, y de hecho hay correspondencia entre todo lo que existe en el Universo,
como por ejemplo, también hay correspondencia con las notas musicales, con los
colores, con los chakras, con los ciclos, etc.
Hay
correspondencia con todo, y esto se debe porque la misma estructura septenaria
se manifiesta en todos los aspectos de la Creación.
3. El principio de vibración
« Nada descansa; todo se mueve; todo vibra. »
(El
Kybalión)
Este principio
incorpora la verdad de que todo está en movimiento, todo vibra, nada está en
reposo. Y esto es un hecho que la ciencia moderna refrenda, y que cada nuevo
descubrimiento científico tiende a verificar. Y sin embargo este principio
hermético fue enunciado hace miles de años por los maestros del antiguo Egipto.
Este principio
explica que las diferencias que existen entre las diferentes manifestaciones de
materia, energía, mente e incluso espíritu, resultan mayormente de frecuencias
de vibración variables. Desde el TODO (que es el Espíritu puro) hasta bajando a
la forma más grosera de la materia, todo está en vibración, y cuanta más alta
es la vibración, más alta es la posición en la escala.
La vibración
del Espíritu se encuentra en un rango de intensidad y rapidez tan infinitas que
está prácticamente en reposo (igual que una rueda moviéndose rápidamente parece
inmóvil). Y en el otro extremo de la escala, hay formas groseras de materia
cuyas vibraciones son tan bajas como para parecer en reposo. Y entre estos dos
polos hay millones y millones de grados variables de vibración.
Desde el
corpúsculo y el electrón, el átomo y la molécula, hasta los mundos y universos,
todo está vibrando. Y esto también es verdad en los planos de energía y fuerza
(que no son sino grados diversos de vibración), y también en los planos
mentales (cuyos estados dependen de vibraciones), e incluso en los planos
espirituales.
Y un
entendimiento de este principio con las fórmulas apropiadas, capacita a los
estudiantes hermetistas a controlar sus propias vibraciones mentales, así como
las de los demás. Y los maestros también aplican en diversos modos este
principio a la conquista de los fenómenos naturales.
Y es por eso
que uno de los viejos sabios dijo:
« Aquel que entiende el principio de
vibración, ha agarrado el cetro del poder. »
Nota
Concuerdo con
este tercer principio, pero el autor del Kybalión confunde la vibración con la
rotación, y es que un ser puede encontrarse muy quieto pero aún así estar
vibrando muy elevadamente (como por ejemplo un maestro meditando); y por el
contrario un objeto puede estar girando muy rápidamente pero aun así estar
vibrando muy mínimamente (como por ejemplo un asteroide rotando).
4. El principio de polaridad
« Todo
es dual; todo tiene dos polos; todo tiene su par de opuestos; semejante y desemejante son lo mismo;
los opuestos son idénticos en naturaleza, pero diferentes en grado: los extremos se encuentran; todas las verdades
no son sino medias verdades; todas las paradojas pueden ser reconciliadas. »
(El
Kybalión)
Este principio
incorpora la verdad de que “todo es dual”, “todo tiene dos polos”, “todo tiene
su par de opuestos”, todos los cuales son viejos axiomas herméticos.
Y también
explica las viejas paradojas que han dejado perplejos a tantísimos individuos y
que han sido establecidas como sigue: “tesis y antítesis son idénticas en
naturaleza, pero diferentes en grado”, “los opuestos son lo mismo, difiriendo
sólo en grado”, “los pares de opuestos pueden ser reconciliados”, “los extremos
se encuentran”, “todo es y no es al mismo tiempo”, “todas las verdades no son
sino medias verdades”, “toda verdad es medio falsa”, “hay dos lados para todo”,
etc.
Este principio
explica que en todo hay dos polos o aspectos opuestos, y que los “opuestos” son
realmente sólo los dos extremos de la misma cosa, con muchos grados variables
entre ellos. Y para ilustrar esto, consideremos el calor y el frío, que aunque
“opuestos”, son realmente la misma cosa, consistiendo la diferencia meramente
en grados de la misma cosa.
¡Mirad a vuestro termómetro y ved si podéis descubrir
dónde termina el “calor” y dónde comienza el “frío”!
No hay tal cosa
como el “calor absoluto” o el “frío absoluto” — los dos términos “calor” y
“frío” indican simplemente grados variables de la misma cosa, y esa misma cosa
que se manifiesta como calor y frío es meramente
una forma, una variedad y una frecuencia de vibración. Así que calor y frío son simplemente los dos
polos de eso que llamamos “temperatura”, y los fenómenos que le acompañan en consecuencia son manifestaciones del principio de polaridad.
Y el mismo principio se manifiesta también en
el caso de la luz y la oscuridad, que son la misma cosa, consistiendo la
diferencia simplemente en los grados variables entre los dos polos de ese
fenómeno.
¿Dónde cesa la
oscuridad y dónde comienza la luz? ¿Cuál
es la diferencia entre grande y pequeño? ¿Entre duro y blando? ¿Entre negro y blanco? ¿Entre agudo y romo? ¿Entre bulla y calma? ¿Entre alto y bajo? ¿Entre positivo
y negativo?
El principio de
polaridad explica estas paradojas y ningún otro principio puede suplantarlo. Y
este mismo principio opera en el plano mental. Tomemos un ejemplo radical y extremo:
el del amor y el odio, aparentemente son dos estados mentales totalmente
diferentes, y sin embargo hay grados de odio y grados de amor, y un punto medio
en el que usamos los términos de “gusto” y “disgusto” que se solapan
tan gradualmente, que a veces
no atinamos a saber si gustamos
o disgustamos, o ninguna de ambas
cosas.
Y todos son
simplemente grados de la misma cosa, como ustedes mismos veréis si tan sólo
queréis pensar en ello por un momento. Y más que esto (y lo siguiente es
considerado de gran importancia por los hermetistas) es posible cambiar las
vibraciones de odio a las vibraciones de amor, en la propia mente de uno y en
las mentes de las otras personas.
Muchos de
vosotros que leéis estas líneas, habéis tenido experiencias personales de la
rápida transición involuntaria del amor al odio, y también en sentido opuesto,
del odio al amor, tanto en vuestro propio caso como en el de otros. Y realicéis
por lo tanto la posibilidad de que esto se consiga por el uso de la voluntad,
por medio de las fórmulas herméticas.
Por
consiguiente bien y mal no son sino los polos de la misma cosa, y el hermetista
entiende el arte de transmutar el mal en bien, por medio de una aplicación del
principio de polaridad. Y así el «arte de polarización» se convierte en una
fase de la «alquimia mental» conocida y practicada por los maestros herméticos
antiguos y modernos.
Y un
entendimiento de este principio les capacitará a cambiar vuestra propia
polaridad, así como la de los demás, si queréis dedicar el tiempo y el estudio
necesarios para amaestrar este arte.
Nota
Aquí el autor
del Kybalión confunde la polaridad con la ausencia de una energía, ya que no es
lo mismo dos polos opuestos, como pueden ser por ejemplo: una carga positiva y una carga
negativa, o lo masculino y lo femenino, etc., en donde si hay dos polaridades
que se contraponen; pero que es algo diferente al calor y el frío, o la luz y
la oscuridad, etc., en donde hay ausencia de una energía.
¿Cuál es la diferencia?
Pues bien, que
cuando aparece el calor, el frio desaparece; y de igual manera cuando aparece
la luz, la oscuridad desaparece. En cambio cuando un hombre aparece, la mujer
no desaparece porque ahí estamos hablando de dos entidades que tienen su propia
existencia.
Y esta
diferencia entres esas dos nociones si es importante porque cuando se trata de
una verdadera polaridad, en esos casos hay que buscar el equilibrio entre esos
dos polos (y no aferrarse al polo positivo como lo asegura el autor del
Kybalión). En cambio cuando se trata de una ausencia de energía, hay que
aprender a vivir cada vez más en mayores grados de esa energía.
5. El principio de ritmo
« Todo
fluye, fuera y dentro; todo tiene sus mareas; todas las cosas suben y bajan; la oscilación del péndulo se manifiesta en todo; la medida de la oscilación hacia la derecha
es la medida de la oscilación hacia
la izquierda; el ritmo
compensa. »
(El
Kybalión)
Este principio
incorpora la verdad de que en todo hay manifestada una moción medida, a un lado
y otro; un flujo y un reflujo; un vaivén hacia atrás y hacia adelante; una
mengua y una crecida como una marea; una pleamar y una bajamar; y esto sucede
entre los dos polos que existen de acuerdo con el principio de polaridad
descrito hace un momento.
Hay siempre una
acción y una reacción; un avance y un retroceso; una elevación y un
hundimiento. Esto es así en los asuntos del universo, soles, mundos, hombres,
animales, mente, energía y materia. Esta ley está manifiesta en la creación y
destrucción de mundos; en la elevación y caída de las naciones; en la vida de
todas las cosas; y finalmente en los estados mentales del hombre (y es con este
último que los hermetistas encuentran el entendimiento de este principio
sumamente importante).
Los hermetistas
han captado este principio, encontrando su aplicación universal, y han descubierto
también ciertos medios de superar
sus efectos en ellos mismos por el uso de las fórmulas y métodos apropiados.
Ellos aplican la ley mental de la neutralización, y aunque no pueden anular el principio
o hacerle cesar su operación, si han aprendido cómo escapar a sus efectos sobre
ellos mismos hasta un cierto grado dependiendo de la maestría que tengan de ese
principio.
Han aprendido
cómo usarlo en vez de ser usados por él, y en este método y en otros similares,
consiste el arte de los hermetistas. El maestro de las enseñanzas herméticas se
polariza en el punto en el que desea reposar, y neutraliza entonces la
oscilación rítmica del péndulo que tendería a conducirle hacia el otro polo.
Todos los
individuos que han alcanzado cualquier grado de auto-maestría hacen esto hasta
un cierto grado, más o menos inconscientemente, pero el maestro hace esto
conscientemente y con el uso de su voluntad, y de esta manera alcanza un grado
de aplomo y firmeza mental casi imposible de creer por parte de las masas que
son balanceadas hacia atrás y hacia adelante como un péndulo.
Este principio
y el de polaridad han sido estudiados estrechamente por los hermetistas, y los
métodos de contrarrestarlos, neutralizarlos y usarlos forman una parte
importante de la alquimia mental hermética.
Nota
Aquí el autor
del Kybalión hizo mucho
revoltijo con los conceptos, porque el ritmo no es necesariamente un movimiento
oscilatorio como él pretende, ya que por ejemplo, si ustedes amarran un pequeño
pedazo de papel con un listón a la rama de un árbol, ustedes van a constatar
que el papel va a estar oscilando pero sin un ritmo determinado debido a que se
va a mover de manera aleatoria en función del viento.
En cambio en
el movimiento de un péndulo si hay un ritmo, pero no es porque el péndulo esté
oscilando, sino porque ese movimiento oscilatorio tiene una cadencia
repetitiva.
Y el ritmo
tampoco es acción y
reacción (como también lo afirma el autor del Kybalión) porque por ejemplo, si
con un martillo ustedes golpean un vidrio, el vidrio se va a romper. ¿Pero
dónde esta el ritmo en eso? No hay ritmo en esa acción porque una vez efectuada
la reacción, el vidrio simplemente queda destruido.
Y tampoco la
alternancia a fuerza tiene que tener un ritmo, porque por ejemplo, si las
mareas se mueven de forma rítmica, eso se debe porque la Luna orbita de manera
estable alrededor de la Tierra, pero si la Luna orbitara de forma inestable,
entonces las mareas no tendrían un ritmo establecido.
¿Entonces qué es el ritmo?
El ritmo es
simplemente una serie de eventos que se repiten de una cierta forma y de manera
periódica durante un determinado intervalo de tiempo. Por ejemplo cuando
ustedes escuchan una canción, ustedes perciben que la melodía tiene una cierta
cadencia, y esa cadencia que se repite es lo que le da el ritmo a esa canción.
Entonces el
ritmo es una peculiaridad que tiende a manifestarse en una sucesión de
acontecimientos, pero el ritmo no es un principio universal, ya que hay muchas
series de acontecimientos que se efectúan de manera variable, irregular,
discontinua, aleatoria e incluso caótica, y que por lo tanto no tienen ritmo.
6. El principio de causa y efecto
« Toda
causa tiene su efecto; todo efecto tiene su causa; todo sucede de acuerdo
con la ley. La suerte no es sino un nombre
para la ley
que no es reconocida; hay muchos planos de causación, pero nada se escapa a la ley. »
(El
Kybalión)
Este principio
incorpora el hecho de que hay una causa para todo efecto, y un efecto a partir
de toda causa. Y también explica que
todo sucede de acuerdo con la ley, que nada nunca “meramente sucede”; que no hay tal cosa como el azar; que hay diversos planos de
causa y efecto (aunque los planos superiores dominen a los inferiores) pero a
pesar de eso nada se escapa nunca enteramente a la ley.
Los hermetistas
entienden el arte y los métodos para elevarse por encima del plano ordinario de
causa y efecto, hasta un cierto grado, y elevándose mentalmente a un plano
superior, ellos se vuelven las causas en vez de los efectos.
Las masas de
gente se dejan ser manipuladas, obedientes al entorno, a las voluntades y
deseos de otros más fuertes que ellos, a la herencia, a la sugestión, y a otras
causas externas que las mueven de un lado para otro como peones en el tablero
de ajedrez de la vida.
Pero en cambio
los maestros, elevándose al plano superior, dominan sus humores, caracteres,
cualidades, poderes, así como el entorno que los rodea, y de esa manera ellos
se convierten en movedores en vez de ser peones.
Ellos concurren
a jugar el juego de la vida, en vez de ser jugados y movidos de un lado para
otro por las voluntades de los otros y del entorno. Y usan este principio en
vez de ser sus herramientas. Sin embargo los maestros siguen obedeciendo a la
causación de los planos superiores, pero la ayudan a regir en su propio plano.
Y en esta afirmación está condensado todo un tesoro de conocimiento hermético,
así que cáptelo el que pueda.
Nota
Concuerdo en
general con lo que al autor del Kybalión dijo acerca de este principio, pero no
estoy de acuerdo cuando él asegura que el azar no existe, porque el hecho que un resultado
sea aleatorio, no significa que no tenga una causa, sino que esa causa no esta
predeterminada.
7. El principio de género
« El género está en todo; todo tiene sus principios masculino y femenino:
el género se manifiesta en todos los planos. »
(El
Kybalión)
Este principio
incorpora la verdad de que hay un género manifestado en todo lo que existe y que
los principios masculino y femenino están siempre en funcionamiento. Y esto es
verdadero no sólo en el plano físico, sino también en los planos mentales e
incluso espirituales.
Sobre el plano
físico, el principio se manifiesta como SEXO, mientras que sobre los planos
superiores toma formas más ligeras, pero el principio es siempre el mismo.
Ninguna
creación física, mental o espiritual, es posible sin este principio. Y un
entendimiento de sus leyes arrojará luz sobre muchos temas que han dejado perplejas
a las mentes de los hombres.
El principio de
género trabaja siempre en la dirección de la generación y la creación. Toda
cosa y toda persona contienen los dos elementos o principios, o este gran
principio, dentro de sí, de él o de ella. Toda cosa macho tiene también el
elemento hembra, y toda hembra contiene también el elemento macho.
Por lo que si queréis entender la filosofía de la
creación, la generación y la regeneración mentales y espirituales, debéis
entender y estudiar este principio hermético, ya que contiene la solución de
muchos misterios de la vida.
Pero os
advertimos que este principio nada tiene que ver con las perniciosas y
degradantes teorías, enseñanzas y prácticas, que se anuncian con llamativos
títulos, pero que no son más que una prostitución del gran principio natural de
género. Tales teorías y prácticas no son más que la resurrección de las
antiguas doctrinas fálicas, que sólo pueden producir la ruina de la mente, del
alma y del cuerpo.
Y la filosofía
hermética siempre ha alzado su verbo de protesta contra esas repugnantes
enseñanzas, la filosofía hermética siempre ha hecho sonar la nota de
advertencia contra esas enseñanzas degradadas que tienden hacia la lujuria, la
licenciosidad y la perversión de los principios de la Naturaleza.
Por lo que si
ustedes buscáis tales enseñanzas, debéis ir a otra parte por ellas, ya que el
hermetismo no contiene nada para vosotros a lo largo de esas líneas. Pero para
el quien es puro, todas las cosas son puras, mientras que para quien es vil,
todas las cosas son viles.
Nota
Aquí el autor
del Kybalión está muy
equivocado porque los maestros explicaron que los seres que habitan en los
planos sutiles (y también los humanos cuando desencarnan) son asexuales. Así
que no existe el género en los otros planos de existencia.
Pero tampoco
el género permea todo el plano físico (como lo pretende el autor del Kybalión) ya que por ejemplo: no existen
átomos machos que se unan con átomos hembras para procrear átomos bebés. Ni
tampoco existen cuerpos celestes machos y cuerpos celestes hembras.
Por lo tanto
el género solo es una de las modalidades que tienen los seres orgánicos para
procrear, y preciso “una” porque también existen otras maneras de reproducirse
como por ejemplo lo son: la gemación, la fragmentación, la bipartición, la
esporulación, la partenogénesis, etc.
OBSERVACIONES
El autor del
Kybalión puso en su libro estos siete principios como si se trataran de “Las
Siete Grandes Leyes Universales reveladas por el Hermetismo”, pero eso no es
cierto, y en realidad se nota que él mismo elaboró esa lista en base a sus
propias suposiciones, pero infortunadamente mostró tener poco conocimiento en
asuntos esotéricos debido a que varios de esos principios que enunció no son
universales, y en cambio si le faltó mencionar a otros principios que si son
universales y que además son muy importantes.
1) El primer
principio que menciona (el principio de mentalismo)
como se los indiqué arriba, no es un principio universal ya que la mente solo
es una pequeñísima porción del TODO, y por consiguiente lo que en realidad
debió de haber puesto en vez de mente, es la conciencia, ya que todo lo que
existe está dotado de conciencia, solo que esta se encuentra en una infinidad
de grados y de formas.
2) El segundo
principio que menciona (el principio de correspondencia),
ahí no tengo nada que decir en contra, pero yo pondría ese principio más abajo
porque hay otros principios que son más fundamentales debido a que explican la
esencia misma de la Creación, mientras que el principio de correspondencia
explica como se interrelaciona la Creación en sus diferentes aspectos.
3) El tercer
principio que menciona (el principio de vibración),
estoy de acuerdo que todo vibra, pero dado que se requiere solo mencionar los siete
principios más importantes, yo uniría este principio con un principio más
grande que es el principio de movimiento.
Y es que todo
se mueve, desde lo más pequeño hasta lo más inmenso, pero resulta que existen
tres principales tipos de movimientos:
A) Existe
un movimiento interno al cual se le conoce como “vibración”.
B) Existe
un movimiento externo al cual se le conoce como “desplazamiento”.
C) Y
existe un tercer tipo de movimiento más trascendental al cual se le conoce como
“involución y evolución”, y este movimiento implica que todo lo que existe se
encuentra ya sea:
-
en el arco ascendente dirigiéndose hacia el Espíritu Divino, o
-
en el arco descendente dirigiéndose hacia la materia.
Entonces en vez
de haber solo señalado el principio de vibración, el autor del Kybalión debió
de haber ido más lejos y por consiguiente debió de haber hablado del principio
de movimiento.
4) El cuarto
principio que menciona (el principio de polaridad)
no es un principio universal ya que no todo lo que existe tiene una polaridad
(comenzando por el propio Dios quien es unidad y no dualidad), y en realidad la
polaridad es una característica que frecuentemente toma la energía para poder
crear.
5) El quinto
principio que menciona (el principio de ritmo),
como se los indiqué arriba, tampoco es un principio universal, y el autor del
Kybalión debió de haber aumentado su percepción y haber considerado el
principio de periodicidad que dice que todo en el Universo se desarrolla a
través de ciclos (y seguido esos ciclos adquieren un ritmo, pero no
necesariamente).
6) El sexto
principio que menciona (el principio de causa
y efecto), no tengo nada en contra
que decir al respecto. Pero en cambio.
7) El séptimo
principio que menciona (el principio de género),
ahí si estoy muy en desacuerdo porque como se los mostré arriba, el género solo
es una forma de reproducción física y el verdadero principio universal es el
principio de creación que dice que todo es creado por otra entidad.
8) Y al autor
del Kybalión se le olvidó enunciar el principio más fundamental de la enseñanza
esotérica que es el principio de unidad y el cual dice que todo es uno, ya que
todo está formado a partir de la misma energía divina.
Como lo precisó
Blavatsky:
« La unidad radical de la esencia
fundamental de cada parte constitutiva de los componentes de la Creación; desde
un átomo hasta una galaxia, y desde el ser material más bajo, hasta el ser
celestial más elevado, y ya sea que se aplique a los mundos físico, mental o
espiritual. Todo es Uno, y esta es la Ley fundamental de la Ciencia Oculta. »
(DS
I, p.120)
CONCLUSIÓN
Entonces una
lista más correcta de los Siete Principios Universales que rigen al Cosmos
sería la siguiente:
1. El principio de unidad
2. El principio de conciencia
3. El principio de movimiento
4. El principio de creación
5. El principio de causa y
efecto
6. El principio de
correspondencia
7. El principio de periodicidad
Capítulo 3
LA TRANSMUTACIÓN MENTAL
El
título de este capítulo es engañoso porque el autor del Kybalión habló muy poco
de la transmutación mental, resumiéndola con el siguiente axioma:
«
La mente (así como los metales y los elementos) puede ser transmutada, de estado en estado, de grado en grado,
de condición en condición, de polo en polo, de vibración en vibración. La
verdadera transmutación hermética es
un arte mental. »
(El Kybalión)
Pero
también él comete el error de confundir la transmutación mental con la magia y
el control de los elementos de la naturaleza. Y también describe a los
hermetistas de una manera demasiado pretenciosa e incorrecta, ya que los
presenta como si ellos hubieran sido los grandes fundadores de todos los
conocimientos, tanto científicos como esotéricos, cuando en realidad ellos solo
fueron un grupo de genuinos iniciados y ocultistas, pero como también lo fueron
los cabalistas, los rosacruces, etc.
Y
en la segunda parte del capítulo esencialmente repite lo que él ya había dicho
en el capítulo dos sobre el principio de mentalismo.
Capítulo 4
EL TODO
En
este capítulo el autor del Kybalión trata de profundizar sobre Dios (a quien él
llama el TODO) pero lo hace de una forma burda ya que primero critica a los
teólogos y a los metafísicos diciendo que:
« Los hermetistas creen y
enseñan que el TODO es y debe ser siempre incognoscible. Y por lo tanto no
tienen en cuenta todas las teorías, conjeturas y especulaciones que hacen
los teólogos y metafísicos concernientes a la naturaleza interna del TODO, ya que las
consideran como pueriles esfuerzos de mentes mortales por captar el secreto del
infinito.
Esos individuos son como una ardilla que corre
frenéticamente dando vueltas en la rueda de molino de su jaula, desplazándose
continuamente pero sin llegar a ninguna parte. »
Pero
luego cuando él describe a Dios, lo hace de la misma manera como lo hacen lo
teólogos y los metafísicos: “que Dios es infinito, que Dios es todopoderoso,
que Dios es eterno, que Dios es inmutable”, etc.
¿Entonces en qué
quedamos?
Por
un lado dice que los teólogos y metafísicos son torpes y pueriles, pero por el
otro lado él los imita.
Y
su explicación también es equívoca porque el autor del Kybalión pretende
revelar la enseñanza hermética sobre Dios, pero su explicación es muy diferente
a la que aportaron los verdaderos maestros esotéricos.
Y
para empeorar aún más el asunto, él hace un tremendo revoltijo con las
diferentes naturalezas de Dios, provocando con ello que su explicación sea
profundamente embrollada, y es por eso que no tiene caso que se las resuma,
porque solo los va a confundir, pero para quienes estén interesados en conocerla, se las
detallo en este otro artículo (link).
Capítulo 5
EL UNIVERSO MENTAL
En
este capítulo el autor del Kybalión pretende elucidar cómo Dios creó el
Universo, pero él sigue muy perdido en sus razonamientos distorsionados, ya que
la explicación que dieron los maestros y que consiste en que la substancia de
Dios se fue densificando para formar los diferentes planos de existencia.
Pues
resulta que el autor del Kybalión la rechaza inmediatamente con el pretexto que
para él eso le parece imposible (lo que me confirma que no estudió a los
maestros). Y concluye que el Universo solo puede ser una creación mental creada
por la mente de Dios.
Lo
cual solo es una verdad a medias, porque si bien es cierto que la jerarquía
divina que constituye la “Mente de Dios” fue la que inició la elaboración del
Universo, también se involucraron muchas otras jerarquía pertenecientes a otros
planos de existencia para poder así llevar a cabo ese inmenso proyecto. Y en la
Teosofía a esas jerarquías se les denomina «Los
Dhyani-Chohanes Constructores.»
Luego
el autor del Kybalión añade que si el Universo es una creación mental, entonces
el Universo tiene que ser mental. Pero eso es falso porque claramente el
Universo está constituido por materia física y no por substancia mental.
Y
luego el autor del Kybalión trata de incrustar el principio de género en el
asunto, afirmando que el Universo fue creado por “el Padre Mente y la Madre
Mente”, lo cual también es falso, porque esas jerarquías que construyeron el
Universo (y que no solamente son mentales) no tienen género debido a que los
maestros explicaron que los seres celestiales son asexuales.
Capítulo 6
LA PARADOJA DIVINA
En este
capítulo, el autor del Kybalión quiere advertirles a sus lectores que no porque
el Universo sea mental, hay que abordarlo como si fuese una ilusión, y para
ello comienza mencionando el siguiente axioma:
« Los
hombres que son sabios a medias, reconociendo la
comparativa irrealidad del Universo, se imaginan que pueden
desafiar sus leyes, pero tales hombres no son más que tontos vanos y presuntuosos
que se estrellan contra las rocas y son aplastado por los elementos en razón de su locura.
En cambio los
hombres que son verdaderamente sabios, conociendo la naturaleza del Universo,
ellos emplean la Ley contra las leyes; la superior
contra la inferior; y por el arte de la alquimia
transmutan lo que es indeseable en lo que si es apreciable, y de esa manera ellos
triunfan.
Por lo tanto la
maestría no consiste en sueños anormales, visiones, e imaginaciones o vivencias fantasiosas, sino en usar las fuerzas
superiores contra las inferiores, escapando así a los sufrimientos de los planos
inferiores, vibrando en los planos superiores. Y por consiguiente
es la transmutación, y no la negación presuntuosa, el arma del Maestro. »
(El Kybalión)
Y luego él trata
de disertar al respecto, pero embrolla mucho los conceptos haciendo que su
explicación sea muy confusa y contradictoria, por lo que no tiene caso que se
la resuma, pero para quienes estén interesados en conocerla, se las detallo en
este otro artículo (link).
Capítulo 7
“EL TODO” EN TODO
En
este capítulo el autor del Kybalión busca explicar que Dios está omnipresente
en toda su Creación, y para ello comienza enunciando el siguiente axioma:
« Si bien es cierto que todo está en
el TODO, es igualmente cierto que el TODO está en todo. Y para aquel que ha
comprendido debidamente esto, él ha adquirido un gran conocimiento. »
(El Kybalión)
Y luego
busca explicar este axioma, pero lo hace de una manera tan errónea que tampoco tiene caso que se las
resuma, pero para quienes estén interesados en conocerla, se las detallo en
este otro artículo (link).
Capítulo 8
LOS PLANOS DE CORRESPONDENCIA
En
este capítulo el autor del Kybalión describe los planos de existencia tal como
él se los imagina.
Comienza
dando una definición muy confusa sobre lo que son los planos:
« No es un lugar, ni una dimensión
ordinaria del espacio; y sin embargo es más que un estado o condición. Puede
ser considerado como un estado o condición, y sin embargo el estado o condición
es un grado de dimensión, en una escala que está sujeto a medición. »
Luego
dice que el Universo
puede ser dividido en tres grandes planos que son:
1. El gran plano físico
2. El gran plano mental y
3. El gran plano espiritual
Luego
explica que los hermetistas
subdividen cada uno de estos tres grandes planos en siete planos menores, y
cada uno de esos planos menores a su vez se subdividen en siete sub-planos.
Y luego se pone
a hacer una descripción de esos planos, pero la descripción que da se encuentra
tan llena de errores y de falsedades que es un verdadero desastre, por lo que
no tiene caso que se la resuma, pero para quienes estén interesados en conocerla,
se las detallo en este otro artículo (link).
Capítulo 9
VIBRACIÓN
En
este capítulo el autor del Kybalión vuelve a repetir de manera más detallada lo
que él ya había dicho en el capítulo dos, y sigue cometiendo errores ya que
pretende que mientras más rápidamente gira un objeto, más va a emitir ondas
electromagnéticas de mayor frecuencia, pero eso es falso.
Capítulo 10
POLARIDAD
En
este capítulo el autor del Kybalión vuelve a repetir de manera más detallada lo
que él ya había dicho en el capítulo dos.
Capítulo 11
RITMO
En
este capítulo el autor del Kybalión vuelve a repetir de manera más detallada lo
que él ya había dicho en el capítulo dos.
Capítulo 12
CAUSALIDAD
En
este capítulo el autor del Kybalión vuelve a repetir de manera más detallada lo
que él ya había dicho en el capítulo dos.
Capítulo 13
GÉNERO
En
este capítulo el autor del Kybalión vuelve a repetir de manera más detallada lo
que él ya había dicho en el capítulo dos.
Capítulo 14
GÉNERO MENTAL
En
este capítulo el autor del Kybalión explica que la mente es dual, resumiéndolo de
la siguiente manera:
« Cada estudiante ve que su propia
conciencia le da como primer resultado la constatación de la existencia de su
yo: “Yo Soy”. Y estas palabras, en un inicio parece ser las palabras finales de
su conciencia, pero un estudio posterior desprende el hecho de que este “yo soy”
puede separarse en dos partes distintas (o aspectos) que si bien trabajan al
unísono y en conjunción, sin embargo puede ser separados en el interior de la
conciencia.
Mientras que al
principio parece haber sólo un “yo” existente, un examen más cuidadoso revela
el hecho de que en realidad existe un “yo” y un “mí”. Y estas dos partes
mentales difieren en sus características, y un examen de sus naturalezas
respectivas, así como de los fenómenos que surgen de la misma arrojará mucha
luz sobre muchos de los problemas causados por las influencias mentales ajenas.
Comencemos
considerando el “mí”, que generalmente se confunde con el “yo”, si no se
profundiza mucho en los estudios de la conciencia.
El humano
piensa de sí mismo (en su aspecto de “mí”) como si estuviera compuesto por
ciertos sentimientos, apetencias, gustos, disgustos, hábitos, ataduras
peculiares, características, etc. Todo lo cual forma su personalidad, o sea el
ser que él conoce y que él presenta a los demás.
El humano sabe
que estas emociones y sentimientos nacen, cambian y mueren, que están sujetos
al principio del ritmo y de la polaridad, y cuyos movimientos lo llevan de un
extremo a otro. Y también piensa de sí mismo como teniendo una cierta suma de
conocimientos agrupados en su mente, los cuales forman también una parte de su
ser. Este es el “mí” de una persona. »
Y
luego el autor del Kybalión se puso a profundizar más sobre este tema.
Capítulo 15
AXIOMAS HERMÉTICOS
En este último
capítulo, el autor
del Kybalión enumera varios axiomas, y les añade una pequeña explicación. Y los
primeros son:
« La posesión
del conocimiento, a no ser que vaya acompañada por una manifestación y una expresión en la acción, es
como el amontonamiento de metales preciosos, o sea una cosa vana y tonta. El conocimiento como la riqueza están destinados
a usarse. La ley del uso es universal, y aquel que la viola sufre por haberse
puesto en conflicto con las fuerzas naturales. »
(El Kybalión)
Las enseñanzas
herméticas han sido cuidadosamente mantenidas en secreto en el corazón de sus
afortunados poseedores por las razones ya expuestas anteriormente, pero nunca
se pensó en mantenerlas siempre así.
Por lo que estudien los
axiomas y aforismos, pero también practíquenlos.
« Para
cambiar vuestro humor
o estado mental,
cambiad vuestra vibración. »
(El Kybalión)
Uno puede cambiar sus vibraciones mentales
por medio de un esfuerzo
de la voluntad, fijando deliberadamente la atención en un estado de
ánimo más deseable, ya que la voluntad dirige la atención y la atención cambia la vibración. Por lo tanto cultivad el
arte de la atención por medio de vuestra voluntad y habréis solucionado el
secreto de la maestría de los humores y los estados mentales.
« Para
destruir una frecuencia indeseable de vibración
mental, poned en operación el principio de polaridad y concentraos sobre el polo opuesto a
aquel que deseáis suprimir. Matad lo indeseable cambiando su polaridad. »
(El Kybalión)
Ésta es una de
las fórmulas herméticas más importantes y está basada sobre verdaderos
principios científicos. Os hemos mostrado que un estado mental y su opuesto son
meramente los dos polos de una misma energía, y que por la transmutación
mental, la polaridad podía ser invertida.
(Estos
dos últimos axiomas corresponden a lo que se conoce como “transmutación mental”,
y luego el autor del Kybalión volvió a repetir varios de los axiomas que
ya había mencionado anteriormente.)
MI
OPINIÓN SOBRE
ESTE LIBRO
El
autor del Kybalión tuvo el mérito de tratar de exponer las enseñanzas ocultas
de una manera más sintetizada y comprensible para el público.
Y
aunque no fue muy ético de su parte que él inventara todas esas historias de que
él era un iniciado que estaba transcribiendo una enseñanza hermética antigua conocida
como el Kybalión. Eso todavía se lo perdono porque fue una forma de darle más prestigio,
misticismo y atractivo a su libro.
Pero
desafortunadamente él también mostró tener una gran ignorancia en asuntos científicos y
esotéricos, lo que provocó que su libro esté lleno de falsedades. Y eso si es grave
porque él está dando una enseñanza muy tergiversada y errónea que ha sido
aceptada por mucha gente.
Y también él mostró
muy poca disposición a analizar e investigar los temas que abordó con mayor profundidad
y seriedad, ya que frecuentemente sus explicaciones son confusas, superficiales,
equivocadas y mal redactadas.
Entonces mi
consejo es que consideren este libro simplemente como un acercamiento
imperfecto y con muchas mentiras de lo que es la verdadera enseñanza esotérica.
Sino fuera por este texto mi impresión sobre "El Kybalion" hubiese sido muy distinto. Uno de los mejores aportes a los cuales accedí en el curso de mi aprendizaje.
ResponderBorrarGracias.