(Este
artículo fue elaborado por la Logia Unida de Teósofos de Inglaterra y le
agradezco mucho a Alexander por haberlo traducido y el texto original en inglés
lo pueden leer aquí.)
Uno
de los términos y conceptos más frecuentemente mencionados en las enseñanzas teosóficas
es el término de “Logos”.
Y
este término ha sido una fuente de confusión y equivocación para algunos
estudiantes de la Filosofía Esotérica, y generalmente esto se ha debido a que ellos
han sido influenciados por las ideas incorrectas de lo que sólo puede llamarse
pseudo-esoterismo.
Ideas
erróneas tales como la noción de que el Logos es una Entidad o algún tipo de rol alcanzado a través de un alto grado de iniciación.
Todas
estas nociones son falsas, inmaduras y no filosóficas, y no tienen su origen en
ninguna Sabiduría Eterna, sino en la imaginación y en la ignorancia de sus
diversos exponentes.
En
cambio, las enseñanzas de H.P. Blavatsky, William Judge y los mismos Maestros
con respecto al Logos son bastante diferentes y están firmemente enraizadas en
la antigua filosofía de la verdadera Sabiduría Eterna.
A
lo largo de los milenios, toda filosofía espiritual (tanto oriental como
occidental) han enseñado claramente la existencia y la necesidad del Logos.
Y
la clave para la comprensión de este concepto se encuentra en la palabra “Logos”,
que es una palabra griega que equivale a “Lenguaje”, “Palabra”, “Verbo” y
“Voz”.
En
realidad es un término platónico, aunque el concepto mismo precede a Platón por
largas edades. Y la idea completa detrás del significado literal de la palabra
“Logos” es que es la expresión manifestada del subjetivo, silencioso y siempre
oculto Absoluto.
El
Absoluto es el Principio Único Divino Eterno Infinito, la Realidad Suprema y
Última, que está más allá de toda definición, descripción y comprensión. Es la
Vida Una, el Elemento Uno, la Esencia y la Energía Inmutable, la cual es la Existencia Misma, y es impasible y no
se ve afectada por nada, independientemente de si el Universo existe en ese
momento o no. Es el verdadero Ser Divino o Ser Superior de todos, porque
verdaderamente es la Realidad una y única.
El
Infinito, para ser realmente infinito, no puede tener nada finito en Sí Mismo,
o dejaría de ser el Infinito, ya que esa palabra literalmente significa “no
finito de ninguna manera”. Y por lo tanto, es absoluto, lo cual –en
terminología filosófica– significa: completamente diferente y no relacionado
con lo relativo.
“Relativo”
significa la totalidad de la existencia manifestada, pero al mismo tiempo es la
fuente y el sustrato de toda la existencia manifestada.
Por
lo tanto, la Teosofía enseña que el Infinito es siempre inmanifestado,
inmanifestable, incondicionado, indiferenciado, y sin ningún atributo,
característica, forma o personalidad de ningún tipo. Pensar o referirse a Ello
como a un “Él” o una “Ella” es negar toda la filosofía teosófica.
Casi
todo lo que se puede decir sobre ello es que es la Conciencia suprema, pura y
absoluta. Y como es Conciencia absoluta, está inconmensurablemente más
allá incluso del tipo de conciencia más elevado y más sublime que podamos
concebir.
Para
nuestras percepciones inevitablemente relativas, no puede sino parecer más bien
como Inconsciencia perfecta, ya que no podemos comprenderla o entenderla de
ninguna manera, más que simplemente saber que «ES».
Y
de igual modo, siendo La Luz Absoluta,
para nosotros no puede sino parecer más bien como Oscuridad perfecta, debido a
Su naturaleza completamente insondable e infinita.
El Infinito es la
Infinidad misma.
En
la Teosofía, el nombre más frecuentemente aplicado para designar al Absoluto es
“Parabrahm” o “Parabrahman”, el cual es un término hindú sánscrito que
significa «Brahman Supremo» o «Brahman Infinito».
Parabrahman
y Brahman son sinónimos, pero el término «Parabrahm» es el que Blavatsky y los
Maestros usan con más frecuencia. Y se admite de manera natural que en realidad
el Absoluto es inexpresable e innombrable, pero, sin embargo, cada religión de
cada nación ha aplicado su propio término al Principio Supremo para facilitar
la comprensión.
En
el hinduismo esotérico, es Brahman o Parabrahman. En el budismo esotérico, es
Adi-Buddha o Adi-Buddhi, que significa literalmente «Sabiduría Primordial»,
mientras que la Cábala usa el término Ein-Soph (también escrito como Ain-Soph) y
que literalmente significa «La Nada Infinita e Ilimitada».
El
Logos, entonces, es la expresión objetiva del Absoluto subjetivo y abstracto, o
la Palabra que proviene del Silencio. Y esto tiene que suceder así para
crear el Universo, ya que el Absoluto (debido al hecho de Su Absolutez) no
puede crear nada por sí mismo.
E
incluso le es indiferente que haya un Universo, pero los Maestros enseñan que
la aparición y la evolución periódica y cíclica del Universo se debe a una Ley
inherente y automáticamente operativa.
Ellos
explican que es como si hubiera un gran reloj divino, o lo que podríamos llamar
con alguna libertad de expresión: “un computador cósmico” que está eternamente girando y que
impulsa al Universo a manifestarse y a desmanifestarse una y otra vez, siempre
en el momento correcto.
Y
la Teosofía sostiene que ciertamente no hay ninguna “Voluntad Divina” personal
ni inteligencia consciente detrás de todo ello.
Los
Maestros de la Fraternidad Transhimaláyica han declarado que niegan la
existencia de Dios tal como lo concibe la religión, y evitan usar ese término
por completo y Blavatsky lo reiteró en La Doctrina Secreta al declarar
que considerar o referirse al Absoluto como «Dios» es malinterpretarlo por
completo.
Sin
embargo, a pesar de emplear ese término, los primeros versículos del Evangelio
de Juan en el Nuevo Testamento cristiano expresan muy claramente este concepto
del Absoluto y del Logos, ya que dicen:
«
En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra
era Dios. Ella estaba en el principio con Dios. Todo se hizo por ella y sin
ella no se hizo nada de cuanto existe. En ella estaba la vida y la vida era la
luz de los hombres, y la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la
vencieron. »
Estas
famosas palabras, en las que se usa el término griego “Logos” (en su sentido exclusivamente
platónico) y que nadie puede negar que tiene todas las características del
platonismo, han sido distorsionadas a propósito, y la teología cristiana les ha
dado nuevos significados, tal como ha sucedido con todos los textos del Nuevo
Testamento original.
La
interpretación o explicación esotérica sería la siguiente:
« En
el principio de este Universo existía el Logos, y el Logos estaba con el
Absoluto, y el Logos era la radiación directa del Absoluto. El Logos estaba en
el principio con el Absoluto. Todas las cosas en este Universo han sido
emanadas y han evolucionado a partir del Logos; y nada ha existido aquí
excepto mediante el Logos.
En
el Logos estaba la Vida Divina misma; y esa Vida es la Luz espiritual en el
hombre. La Luz del Logos brilló a partir de la oscuridad del Absoluto; y el
Absoluto permaneció completamente inalterado e impasible por ello, siendo la
Absolutez Misma. »
La
declaración atribuida a Jesús en otra parte del Evangelio de Juan de que “Nadie
ha visto al Padre excepto el Hijo”, tiene también las características
distintivas del esoterismo platónico, neoplatónico y pitagórico, aunque esta
afirmación probablemente será negada o puesta en duda por la mayoría hasta que
realmente se encarguen de realizar una investigación adecuada e imparcial sobre
el asunto.
Y
la conclusión es que el Absoluto nunca ha sido visto o percibido directamente
por nadie, excepto por el Logos, quien es el “primer engendrado del Padre”.
Por
lo tanto, en pocas palabras, el Logos es la Luz y la Vida del Universo que todo
lo anima. Es el Universo Viviente mismo. Es la radiación primordial del
Absoluto en el amanecer del Maha-Manvantara o ciclo de la Vida Universal. Es la
Luz que irradia desde la Oscuridad Desconocida del Absoluto. Es Tiempo,
resurgiendo del seno infinito de la Eternidad. Es el Anima Mundi o Alma
Universal. Es la Ideación Divina misma. Es Alaya y se convierte en la Mente
Universal.
En
ocasiones, en la Teosofía se lo denomina simbólicamente como el Sol Espiritual
Central o el Gran Sol Central, el cual impregna y es todo el
Universo, y está compuesto por los Siete Rayos que son las siete fuerzas y
potencias ocultas (es decir, secretas y desconocidas, excepto para quien está
lo suficientemente iniciado) dentro del Universo.
Muchos
nombres diferentes utilizados en muchas tradiciones espirituales diferentes
pueden llegar a confundir a menos que tengamos en cuenta que casi siempre son
nombres meramente ilustrativos aplicados a este mismo Logos.
Así
como es Brahmā el que emerge como Logos del Brahman Absoluto en la filosofía de
los Upanishads, también es Adam Kadmon («Hombre Celestial») el que emerge como
Logos de Ein-Soph en la Cábala, y es Avalokiteshvara el que proviene de
Adi-Buddhi en el esoterismo del buddhismo tibetano.
Algunos
hindúes hablarán del Absoluto y de su Logos como Shiva y Shakti, mientras que
otros preferirán usar el término Vishnu, Narayana o Ishvara para el Logos. Y puede
que otros se refieran a ello como el Kundalini Universal o la Madre del
Universo, mientras que un verdadero gnóstico cristiano podría inclinarse a
llamarlo Sophia Divina.
Lo
que es importante recordar es que estos NO son una colección de diferentes
seres o entidades (y de hecho no son ni un ser ni una entidad), sino
simplemente son nombres y términos descriptivos para el Principio
Logoico que anima y da vida a este Universo entero.
Y
es por eso que Madame Blavatsky precisó que en la filosofía Esotérica, “el
Logos es simplemente un término abstracto”, y agregó que “el Logos no es
ninguna personalidad, sino el principio universal”.
El
símbolo arcaico universal relacionado con el Logos era el del círculo con el
punto en el centro.
Y
en un capítulo de La Doctrina Secreta titulado “Teogonía de los Dioses
Creadores”, leemos lo siguiente:
«
Ese Principio Primero, o mejor dicho, ÚNICO, era llamado “el círculo del
Cielo”, simbolizado por el hierograma de un punto dentro de un círculo o
triángulo equilátero, representando el punto al LOGOS.
Así,
en el Rig Veda, donde ni siquiera se nombra a Brahmā, comienza la Cosmogonía
con el Hiranyagarbha, el “Huevo Áureo” y Prajapati (Brahmā
posteriormente), de quien emanan todas las Jerarquías de “Creadores”.
.
. .
Este
Punto es la Causa Primera, pero AQUELLO de que emana, o más bien de lo cual es
la expresión o Logos, se deja en silencio.
A
su vez, el símbolo universal (el punto dentro del círculo) no era aún el
Arquitecto, sino la causa de aquel Arquitecto; y el último estaba precisamente
en la misma relación con aquella, como el punto con respecto a la circunferencia
del Círculo, que, según Hermes Trismegisto, no puede definirse. »
El
punto dentro del círculo también se ha representado como el número 1 dentro del
0, lo cual simboliza la Primera Causa (el Logos) que irradia desde la Causa sin
Causa (el Absoluto); el Uno Universal que irradia desde el Eterno Cero.
Como
se ha demostrado a lo largo de este artículo explicativo, el sistema definido
de la filosofía esotérica encarnada en la Teosofía siempre procede de los
universales a los particulares, en lugar de intentar ir de los particulares a
los universales. Comienza en el principio, en el punto de partida definido y
fijo del Absoluto, y luego procede progresivamente hacia abajo.
Este
es el famoso método oriental, el deductivo, conocido en occidente como el
método platónico debido a la insistencia de ese gran iniciado en él, mientras
que el método inductivo de los particulares a los universales es el método
aristotélico, el cual -junto con el propio Aristóteles- es criticado de manera
grave y justificada por Blavatsky y los Maestros.
El
Maestro Kuthumi escribió:
«
¡Qué artimaña más vulgar la de sus aristotélicos! Con la persistencia de
un perro sabueso persiguen una idea hasta el mismo borde del “abismo
infranqueable”, y después, acorralados, dejan que los metafísicos descubran la
pista, si pueden, o que la dejen perder. »
Y
Blavatsky dijo en su obra Isis Desvelada que el sistema platónico debe
triunfar sobre el aristotélico, por el bien del mundo occidental. Pero,
¿Cuántos de los que
hoy se llaman a sí mismos teósofos tienen siquiera la más mínima comprensión o
conocimiento de alguno de los dos?
Pensemos
por un momento y consideremos el hecho de que incluso las matemáticas básicas
proceden de las universales a las particulares, indicando claramente que esta
es la forma correcta, natural, lógica y precisa de proceder, en lugar de ir de
los particulares a los universales.
Siempre
comenzamos con el 0, luego con el 1, y luego «los muchos» surgen del 1 de
manera eventual y progresiva. En cambio sería incoherente, así como imposible, que las
matemáticas comenzaran en algún lugar que no fuera el punto de partida
definitivo y último.
Y de
manera similar, la Teosofía genuina trata del Absoluto (el «Eterno Cero», el
TODO Abstracto Ilimitado) y del Logos Universal (el 1) que irradia de Él, en
lugar de interesarse por las manifestaciones inferiores, posteriores y
temporales (y por lo tanto ilusorias), tales como el llamado Logos Planetario o
Logos Solar, los cuales son los principales objetos de atención entre los
pseudo-esoteristas, quienes también dicen que los diversos Logos han progresado hasta alcanzar la
posición del Logos a través del sendero de la iniciación.
En
todas las más de 10’000 páginas de los escritos de H.P. Blavatsky, que abarcan
más de quince años, el término “Logos Solar” es usado solamente una vez (e
incluso esa vez se utiliza en un sentido muy diferente a la forma en que los instructores
posteriores han usado ese término) y el “Logos Planetario” no es usado
en absoluto.
Y tales
términos tampoco son usados por William Judge ni por ninguno de los Maestros,
tales como el Maestro M. y el Maestro K.H., y cuyos extensos escritos han sido
dejados para nosotros y puestos a disposición fácilmente para la lectura y el
estudio de cualquier persona suficientemente interesada en saber lo que verdaderamente
enseñan los genuinos Maestros.
La
Teosofía, al hablar del Logos, casi siempre habla exclusivamente del Logos
Universal. Y «Caos-Theos-Kosmos» es una frase utilizada por Blavatsky y los Maestros en
una parte de La Doctrina Secreta cuando hablan de los orígenes y la
manifestación del Universo.
«Caos-Theos-Kosmos»
significa el Absoluto, y el Logos significa el Universo Manifestado. Esa es la
forma en que todo avanza y progresa.
Filosóficamente
hablando, la palabra griega “Caos” no tiene el mismo significado que cuando
usamos ese término en el habla cotidiana moderna, sino que se refiere al estado
sin forma de la Absolutez.
“Theos”
se traduce como «Dios» y «Kosmos» (escrito con una K en vez de con una C), y en
enseñanzas Teosóficas hace referencia al Universo en lugar de solamente al
cosmos de nuestro sistema solar, aunque por supuesto este se encuentra incluido en él.
Y
por supuesto, hay mucho más que se podría decir sobre este tema, y se ha dicho
mucho más, particularmente en La Doctrina Secreta, a la cual el Maestro
Kuthumi describió como el «epítome de las verdades ocultas», y dijo que iba a ser
la fuente «de información e instrucción para el estudiante sincero» durante
muchos años por venir.
La
Doctrina Secreta en sí –y al igual que en la Enseñanza esotérica que subyace a
todas las religiones del mundo–- es descrita en esa obra como «la síntesis de la
religión, la filosofía y la ciencia»... porque es la fuente arcaica y
primordial de toda la Verdad que existe en las diversas religiones, filosofías
y ciencias del mundo.
El
lado filosófico de la Teosofía es una parte vital y esencial de ella. La
palabra «filosofía» literalmente significa «Amor a la Sabiduría» o «Amor a la
Verdad», siendo sabiduría y verdad palabras sinónimas en los tiempos antiguos, aunque desafortunadamente ese término ha desarrollado una connotación más bien negativa aquí en Occidente,
debido a la filosofía especulativa seca, polvorienta, sin alma y demasiado
intelectual que surgió y se marchitó aquí en los últimos siglos.
En su obra Estudios sobre La Doctrina Secreta, B.P. Wadia escribió:
«
Durante los últimos siglos, la filosofía metafísica ha sido una clase muy
inútil de sofistería especulativa en toda Europa. El mundo occidental primero
tiene que entrenarse en la idea de que la filosofía de los Antiguos está lejos
de ser especulativa, y que la metafísica Oriental es una ciencia que es
altamente práctica.
Los
escritos de Blavatsky muestran esto de manera ampliamente clara. En nuestro
propio Movimiento Teosófico hemos sufrido por la torpeza de muchos estudiantes
precoces que no vieron las razones para inspeccionar, estudiar y examinar las
enseñanzas de los Maestros a través de Blavatsky en su verdadera posición y
perspectiva, es decir, la metafísica y la filosófica. »
La
espiritualidad separada de la filosofía a menudo es poco más que torpeza, tal
como lo ha demostrado dolorosamente el movimiento espiritista, las enseñanzas y
mensajes canalizados, y la manía con los ángeles que caracterizan al movimiento
New Age. Pero mientras tales cosas van y vienen, la Sabiduría Antigua y Eterna
siempre permanece, porque es la Verdad Eterna, y la Verdad nunca cambia.
La
Teosofía está aquí para cualquiera y para todos los que la deseen. La puerta
está abierta... ¿Entonces por qué no entras y encuentras las respuestas a tus preguntas?
Estimado Cid,
ResponderEliminarEn verdad gracias por esta gran labor que realizas. Hace un año hice una petición y a partir de ahí me han tocado una serie de eventos bastante afortunados y uno de ellos fue encontrar tu sitio.
Para quien desee entender mejor los Logos, a mí me ayudó mucho estudiar las notas sobre el Bhagavad Gita de T. Subba Row. Personaje claro que polémico y que da para un extenso debate, sin embargo me ocuparé mejor en resumir algunos puntos de su enseñanza para este tema:
- Coincidiendo con este artículo, al Logos se le describe como un Centro de Energía que emerge de Parabrahman.
- El Logos en tres modos:
-- Como una condición latente (potencialidad, ej. Brahman-neutro) durante un Pralaya.
-- Como Centro de Energía consciente (potencia, ej. Brahmâ) durante un periodo de actividad cósmica.
-- Como manifestación concreta (ej. Buddha).
- Igualmente se aclara que el Logos, más que una entidad concreta es más bien un concepto abstracto. De hecho se aclara que en el seno de Parabrahman pueden descansar innumerables Centros de Energía diferentes.
- Aunque es de la misma naturaleza del Absoluto(Parabrahman), es el Ego el que le da su condición de Sujeto (Pensamiento Divino), siendo a partir de él que se origina el velo sobre Parabrahman y por tanto la realidad Objetiva o ilusión.
El artículo completo de T. Subba Row se encuentra en la siguiente liga:
http://www.theosociety.org/pasadena/gita-sr/nbg-hp.htm
P.D. Cid, tú tienes mucho más recorrido en esto, si vieras que esta nota pudiera confundir más que aclarar siéntete en libertad de borrarla.
Saldos
Al contrario, gracias por aportar más información sobre este tema.
EliminarCid, buenas tardes. Este mismo artículo lo he leído hoy en un blog llamado "Maestroviejo", idéntico en su totalidad. Si me permites la pregunta, ¿tienes algo que ver con el mismo?
ResponderEliminarUn saludo.
Alguien me lo ha de haber copiado, pero no hay problema porque a mí lo que me interesa es difundir la enseñanza y no debatir derechos de autor.
EliminarBuen aporte, gracias por difundir parte de la Teosofía Original :)
ResponderEliminarGracias por compartir estos conceptos. Saludos desde Quito - Ecuador
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