(El siguiente
artículo fue escrito por Serapeum y le agradezco mucho que nos lo haya
enviado.)
Shankara fue una figura muy importante en la historia de
la India. Como reformador religioso escribió un buen número de obras; entre
estas están los comentarios de diversos Upanishads, algunos tratados breves
como “Viveka Chudamani”, himnos como el “Nirvana Shatakam”, y el comentario de
los Brahmasutras, que es una sistematización de las enseñanzas de las
Upanishads compuesta por Badarayana. Este último comentario es considerado su
obra más importante.
La tradición más difundida indica el año 788 d.C para su
nacimiento y el año 820 d.C para su muerte. Aunque cabe aclarar que la Teosofía
enseña que nació hace 2.500 años, concretamente en el 510 a.C., sólo 51 años y
2 meses después de la muerte de Buddha. Pero en esta ocasión no se hará un
repaso de su biografía, sino más bien se intentará dar a conocer los delineamientos
generales de su doctrina.
Shankara es el fundador de la Escuela Vedanta No-dualista
(Advaita Vedanta) que es una de las escuelas más importantes dedicadas a la
interpretación de las Upanishads y una de las que mayor presencia tienen en el
pensamiento filosófico y religioso de la India.
A la doctrina de Shankara se le aplica el nombre de
“Advaita” (No-dualidad) porque sostiene por un lado, la existencia a de una
sola y única realidad: Brahman/Atman; y por otro lado que todo lo que no es
Brahman/Atman es sólo ilusión (Maya), un producto de la ignorancia (Avidya) que
domina la mente humana.
Delineamiento
general del sistema de Shankara
En el sistema de Shankara tenemos enfrentadas de un lado
una realidad verdadera, una y única, designada con el nombre de Brahman, y de
otro lado una ilusión (Maya) que se manifiesta bajo tres formas o aspectos, el
Jiva (Alma individual), el mundo (Samsara) e Ishvara (el Señor o Dios).
No se puede argumentar que Brahman, la única realidad,
queda invalidada por la triple ilusión del Jiva, Samsara e Ishvara, ya que para
el pensamiento indio la unicidad de una realidad verdadera postulada como única
sólo puede ser derogada por otra realidad verdadera; es decir, la existencia de
una “realidad” ilusoria no deroga ni se contrapone a esa realidad verdadera y
única.
Un ejemplo que usa a menudo el Advaita Vedanta es el de
la cuerda y la serpiente; si ante nosotros tenemos una cuerda, pero confundimos
a esa cuerda con una serpiente, la autenticidad de la cuerda como algo real no
es destruida por la ilusión representada en nuestra mente de esa cuerda como
una serpiente. A esto, Shankara lo llama una superimposición, en este caso, la
serpiente (ilusión) se sobreimpone sobre la cuerda (realidad).
« Mediante el discernimiento adecuado se
obtiene el conocimiento de qué es la Realidad, del mismo modo que se pone fin
al tremendo miedo y angustia que causa en una mente confusa la forma de una
soga al confundirla con una serpiente. »
(Viveka Chudamani, 12)
El «ilusionismo» de Shankara no ha sido del agrado de
muchos intérpretes antiguos y también modernos, indios u occidentales, de
profunda convicción teísta. En algunos casos hasta se han esforzado por
debilitar, disimular o negar la concepción de Shankara de que el Alma
individual (Jiva), el mundo (Samsara) y el Señor o Dios (Ishvara) son meras
ilusiones creadas por la ignorancia o el error que domina la mente del hombre.
« Sea cual fuera la ilusión que un hombre
confundido erróneamente perciba, en esencia es Brahman y solamente Brahman. Lo
que siempre se ha considerado como el universo no es otra cosa más que Brahman,
dado que el universo, que es la sobreimposición de Brahman no es más que un
nombre. »
(Viveka Chudamani, 236)
La interpretación “no-ilusionista” del sistema de
Shankara es un error. Aunque Shankara no niega la existencia del yo individual
y del mundo, sí que considera que se trata de una existencia ilusoria.
Shankara acepta la existencia de un Dios (el Señor),
creador y gobernante del mundo y que puede ser objeto de una profunda y
verdadera piedad, pero piensa que esa existencia es una existencia ilusoria,
como la del yo individual y la del mundo. La imponente y excluyente realidad de
Brahman impide que a su lado surja o se mantenga otra realidad. Si la
ignorancia o error del hombre construye otra realidad al lado de Brahman, esta
desaparece cuando el hombre llega al conocimiento, al conocimiento de Brahman.
Brahman
Brahman es, como se dijo, lo único realmente existente.
Fuera de Brahman no existe nada dotado de una naturaleza que no sea ilusoria.
Esta característica debe ser tenida en cuenta cuando se expone la doctrina de
Shankara, y todo lo que se diga respecto de ella debe adecuarse estrictamente a
esa característica.
« Al firme estado de convicción de que Brahman
es lo real y que el universo es lo irreal, se le llama Viveka (discernimiento
entre lo real y lo irreal). »
(Viveka Chudamani, 20)
La unicidad de Brahman elimina toda posibilidad de
dualidad. Ni en Brahman ni en relación a Brahman ni junto a Brahman puede
postularse o aceptarse la existencia de algo que en alguna medida elimine,
limite, menoscabe o afecte esa unicidad.
Una consecuencia directa de la unicidad de Brahman es la
imposibilidad de conocerlo y de definirlo, ya que todo conocimiento implica una
dualidad, la dualidad sujeto-objeto; y, en el caso del conocimiento de Brahman,
en el momento en que ese conocimiento surge, simultáneamente toda dualidad
sujeto-objeto desaparece y se ve absorbida en la suprema unicidad de Brahman.
« Desechando la irrealidad mediante el proceso
de reducción al absurdo (“Neti, neti”), se llega al reconocimiento de que el
Atman es autoexistente y autosuficiente, permanece separado de todo, como el
cielo, y está más allá del alcance del pensamiento. Hay pasajes que afirman:
“no es grosero ni sutil, etcétera”. Por lo tanto desecha el fantasma de este
cuerpo, que tú percibes y aceptas como tu propio ser, y mediante el puro
entendimiento comprende que tú eres Brahman; experimenta tu propio ser; el
Conocimiento Absoluto. »
(Viveka Chudamani, 250)
Por esto, Shankara, para dar una idea acerca de lo que es
Brahman utiliza la vía negativa (Via Negationis), es decir, sólo puede indicar
lo que Brahman no es. Si bien semánticamente las determinaciones negativas no
definen o describen a lo Absoluto, el efecto final al que llega la Via Negationis
es el de dar las herramientas para discernir entre lo Real y lo irreal.
El Jiva
El término Jiva designa al alma individual o encamada que
se concibe a sí misma como un individuo viviente y consciente, como un yo
empírico, como un ser que transmigra.
El Jiva tiene una singular idea de sí mismo: considera
que su cuerpo, su mente y sus emociones son él mismo como persona y que no es
nada más que un ser singular y limitado; se imagina que está encarnado; que
está sometido al dolor y a la ignorancia; que es el “hacedor” y que está sujeto
a todo tipo de experiencias; que transmigra naciendo y muriendo una y otra vez
en una larga cadena de reencarnaciones.
« Así pues, si al estado de Jiva al cual se
halla sometido el Atman no es su verdadera naturaleza —tal como imaginamos— ese
estado se debe a la relación que ha establecido con los atributos
sobreimpuestos (upadhis), tales como el intelecto, la mente, el ego, etc.; pero
este estado no es real y, por consiguiente, la naturaleza del Atman es
completamente diferente de la conciencia del Jiva. La relación que se establece
entre el Atman y los upadhis es debida exclusivamente a la ignorancia. »
(Viveka Chudamani, 200-201)
Esta idea que el Jiva es todo esto que se acaba de
mencionar no corresponde con la verdad; porque el Jiva en su verdadera y
auténtica naturaleza no es otra cosa que Brahman, en esencia es idéntico a
Brahman. Desde el punto de vista de la Verdad Absoluta no existe diferencia
entre Brahman/Atman y el Jiva. Pero esto el Jivalo ignora, no lo percibe. Sobreimpone
la errónea imagen del individuo que él cree ser sobre Brahman.
Y lo peor es que el Jiva existe, vive y actúa sobre la
base de este error. El Jiva, en cuanto realiza su verdadera identidad se da
cuenta que está realmente al margen del sufrimiento, pero que se imaginaba
equivocadamente que era un ser sometido al dolor y al miedo, y así sufría y
este sufrimiento lo afectaba, aunque ese dolor y ese sufrimiento solo fueran de
naturaleza ilusoria.
Lamentablemente, el Jiva y la ignorancia que lo afecta
existen, se podría decir, conjuntamente desde una eternidad. Por tal razón es
inapropiado preguntar por qué, cuándo y cómo el Jiva cayó bajo el poder de la
ignorancia, porque siempre estuvo sometido a ella.
De todas maneras, en última instancia, lo único existente
es Brahman, ya que el Jiva nunca ha dejado de ser Brahman, aunque tuviera una
idea errónea acerca de sí mismo, de la misma manera como la cuerda nunca ha
dejado de ser cuerda, aunque fuera percibida como una serpiente.
« ¿Qué más hay que decir sobre esta Esencia? El
Jiva no es otra cosa sino Brahman; este inmenso universo no es otra cosa más
que Brahman mismo; los Shrutis enseñan que Brahman es lo único sin segundo; y
es un hecho indudable que la gente iluminada que conoce su identidad con
Brahman y que ha renunciado a su conexión con el mundo objetivo, vive
palpablemente unida con Brahman; que es el eterno Conocimiento de la Dicha. »
(Viveka Chudamani, 394)
Tal vez el Jiva sea el “personaje” más importante del
drama que describe el Vedanta de Shankara. No sólo porque todo el sistema de
Shankara tiene como fin hacer que el Jiva llegue a la liberación, es decir, que
se reconozca como Brahman, sino porque también toda irrealidad, toda ilusión
que se manifiesta en ese sistema, tiene su origen en el Jiva y en el error
(avidya) que lo domina, y es desde la perspectiva del Jiva que debe ser
enfocado.
Avidya
La causa por la que el Jiva no se percibe como lo que es
en realidad (como Brahman) es simplemente la ignorancia (avidya). Y para el
Vedanta Advaita la ignorancia a la que está sometido el Jíva no es una entidad
sobrenatural, un poder metafísico maléfico, un factor cósmico con existencia
propia y autónoma, algo contrapuesto a Brahman.
« El Conocimiento de la identidad entre Jiva y
Brahman, destruye completamente el impenetrable bosque de Avidya (ignorancia).
Porque en aquél que ha experimentado el estado de unidad ¿queda acaso alguna
semilla que le obligue a someterse a futuras transmigraciones? »
(Viveka Chudamani, 346)
Además, con relación a la naturaleza verdadera del Jiva,
la ignorancia, por un lado, oculta la naturaleza real y por otro lado proyecta
una falsa imagen, como el conocido error que surge con respecto de la cuerda en
la oscuridad, a la vez que la ignorancia oculta su verdadero ser (como cuerda)
proyecta una falsa idea de la misma (como serpiente). Utilizando la
terminología propia del Advaita Vedanta se puede decir que el hombre sobreimpone
sobre Brahman la falsa idea construida por la ignorancia (avidya).
Samsara
La idea de Shankara referente al mundo (samsara) es
similar a aquella referente al Jiva, el mundo es irreal, tiene el status de una
ilusión creada por el Jiva debido a la ignorancia o al error y a la
superimposición sobre Brahman.
« Al igual que es irreal todo cuanto aparece en
un sueño, los objetos, el lugar, etc., también es irreal el mundo que
experimentamos aquí, en estado de vigilia, porque no es más que el efecto de
nuestra propia ignorancia. De la misma manera, este cuerpo, los órganos, los
pranas, el ego, etc., son también irreales, pues tú eres el sereno, puro,
supremo Brahman, el primero sin segundo. »
(Viveka Chudamani, 252)
El mundo imaginado por el Jiva no es algo estático, es un
mundo provisto de un funcionamiento tan ilusorio como su existencia; en el
mundo ilusorio se percibe el movimiento, los fenómenos físicos, las leyes
naturales y todo lo demás que se da en el mundo en que vivimos; sin embargo, el
Jiva se imagina que ese mundo existe, lo percibe de este modo, piensa que él
vive en ese mundo y que también está sometido a las leyes físicas y a las
normas sociales que rigen en ese mundo ilusorio. Toda experiencia del Jiva y su
existencia se desarrollan en ese mundo irreal como si realmente existiera.
Como en el caso de la falsa imagen que el Jiva tiene de
sí mismo, el surgimiento de la imagen del mundo (samsara) se debe a la
ignorancia. Avidya proyecta ante el hombre la imagen engañosa de ese mundo
múltiple y variado; esa imagen se interpone entre el Jiva y Brahman; el error o
ilusión se sobreimpone sobre Brahman, impidiéndole al Jiva percibir la única
realidad, la unidad y unicidad de Brahman. Sólo cuando en el Jiva surge el
conocimiento de su verdadera naturaleza, o sea cuando conoce que él es Brahman,
lo único existente, la ilusión de ese mundo falaz se esfuma, la ilusión se
desvanece.
Ishvara
El Señor (Dios) es el tercer elemento de la gran ilusión
que se sobreimpone entre el Jiva y Brahman. Todo lo expresado por Shankara
respecto de Ishvara debe ser interpretado en función de dicho principio
fundamental de su sistema.
Ya que no puede postularse un creador y gobernante real
de un mundo que es irreal y cuyo funcionamiento es asimismo irreal.
« Esta aparente contradicción que pudiera
apreciarse entre ellos es sólo una consecuencia de la sobreimposición con la
que se les ha asociado, pero esto no es real. Esta sobreimposición, en el caso
de Isvara (el Señor) es Maya, que es la causa del Mahat (la inteligencia
cósmica de la naturaleza) y las demás modificaciones que proceden del Mahat. Y
en el caso del Jiva, la sobreimposición consiste en las cinco envolturas que son
también producidas por Maya.
Estas
dos son las sobreimposiciones de Ishvara y de Jiva. Y una vez que ambas son eliminadas
ya no queda ni Ishvara ni Jiva. Un reino es símbolo de rango para un rey, y
para un soldado su escudo, pero cuando el rey pierde su reino y el soldado su
escudo, ya no son ni rey ni soldado; son lo mismo. »
(Viveka Chudamani, 243-44)
A pesar de esto, los atributos del Señor han sido superimpuestos
sobre Brahman y han hecho de éste un objeto de culto y veneración. La
caracterización de este Dios no difiere de la caracterización del Dios personal
que se tiene en Occidente. Ambas son similares y hasta se podría decir que son
idénticas.
Además, Ishvara no es una imagen estática como no lo son
ni el Jiva ni el samsara. Así como el mundo se presenta ante el Jiva
funcionando como funciona el mundo en que vivimos, así Ishvara se presenta ante
la imaginación del Jiva realizando todas las acciones de un Dios personal, es
decir, crea el mundo, lo vigila, pone en movimiento lo que debe moverse, etc.
La ilusión no es sólo la de un Dios, sino que es también la
ilusión de la actividad que ese Dios realiza. Después de todo, sería difícil
admitir en un creador irreal un poder real destinado a crear un mundo irreal.
La naturaleza ilusoria de Ishvara, de su actividad y de su poder, en el sistema
de Shankara, es, como se dijo, difícil de ser admitida por personas de profunda
convicción teísta.
El
perspectivismo de Shankara
Se puede considerar, dependiendo la perspectiva, a Brahman
y a Ishvara como dos aspectos compuestos; Brahman sería el aspecto real carente
de características (nirguna), e Ishvara, vendría a ser el aspecto ilusorio
dotado de los más excelentes atributos (saguna), aunque superimpuesto sobre
Brahman por el Jíva dominado por el error.
Los textos que hablan de Brahman sin cualidades (nirguna)
y Brahman con cualidades (saguna) no deben inducir a pensar que existen dos
“Brahmans”, lo cual destruiría el no-dualismo absoluto que domina el sistema de
Shankara.
Brahmansaguna (con cualidades) no es sino la imagen
ilusoria que el Jiva se forma de Brahman, configurada como un Dios personal y
que él sobreimpone sobre Brahman al que no puede llegar debido a la ignorancia.
En este punto nos encontramos nuevamente con la contraposición de una única
Realidad, Brahmannirguna, y una ilusión, Brahmansaguna, el Señor (Ishvara).
Shankara tiene, por lo tanto, una posición abiertamente
perspectivita. Colocándose en la “perspectiva del conocimiento” (o sea de la
verdad), Brahman es concebido como lo único real; adoptando, por el contrario,
la «perspectiva de la ignorancia» (o sea del error), Brahman es captado bajo la
imagen ilusoria de un Dios personal dotado de excelsas cualidades, de la misma
manera como con una percepción verdadera vemos a la cuerda como cuerda y con
una percepción falsa vemos a la cuerda como serpiente.
Conclusión
Sankara, como todos los Maestros que ha conocido la
humanidad, realizó una labor muy importante y necesaria, tal es así que su
nombre perdura, respetado y venerado, hasta nuestros días.
El Advaita Vedanta no es un sistema que viene a rivalizar
con las otras escuelas ortodoxas y heterodoxas; sin combatirlas expresamente, Shankara
aclara su verdadero significado interno y muestra a todos que la Verdad yace
detrásdel conjunto de creencias.
En todas las regiones de la India que Shankara visitó,
grupos de fieles adoraban exclusivamente alguna forma de la divinidad. En
algunos lados era soberano Vishnu, en otras partes Prajapati, más lejos no se
podía acceder a la Verdad más que por Ganesha; a pesar de esto, en sus
encuentros con los diversos grupos de fieles, Shankara no puso en duda la
identidad de su fe y la sinceridad de sus creencias, pero les predicaba la unicidad
del Ser. El gran principio de la doctrina, afirmado en todas partes por Shankara,
no era el vacío (Shunyata) de los buddhistas, sino por el contrario el Ser
único, inconcebible para la limitada mente humana, Brahman.
De ahí que en Shankara se da una paradoja ya que su vida
aparentemente contradice su enseñanza. El Maestro que predicaba la renuncia al
mundo, no se encerró en una gruta del Himalaya. El recorrió sin tregua el país,
escribió prolíficamente e instruyó a sus discípulos, propagando su doctrina.
Buena introducción a la doctrina de Shankara.
ResponderBorrarComo dato de color, fijate que en una parte dice alma "encamada", supongo que va "encarnada" porque si no es una alma que esta pasando un "buen momento"... =)
Gracias cid un gusto saludarte
ResponderBorrarIshvara se podría relacionar al cristo cósmico ? es comparable a purusha ? ¿se puede relacionar con paramatma ? la superalma o esta esta en un descenso a un mas abajo ?
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