(Observación:
esta es la quinta parte de la investigación de David Pratt sobre el continente
americano y cuyo inicio lo pueden encontrar aquí,
y le agradezco enormemente a Nicolás por haber traducido un artículo tan grande
pero a la vez tan cautivante de leer.)
ÍNDICE
1. La
civilización Olmeca
2. Contacto
con otros continentes
3. Influencias
de África
4. Influencias
de Asia
5. Minería
y trabajo metalúrgico
1 - LA CIVILIZACIÓN
OLMECA
Hasta
la década de 1930 se pensaba que los mayas constituían la civilización más
antigua en Mesoamérica, pero actualmente se considera que los olmecas fueron la
cultura matriz.
Se
afirma que el periodo clásico de los olmecas comprendió entre el 1200 al 400 a. de C.,
pero los artefactos homónimos anteriores se remontan al menos hacia el 1800 a. de C.,
mientras que los precursores más antiguos del estilo de arte olmeca son
observables desde hace 4000 años.
La
civilización olmeca declinó en torno al 400 a. de C. y fue seguida
por los epi-olmecas, zapotecas, mixtecas, mayas, toltecas y aztecas, quienes
poblaron muchos de los mismos lugares.
En
cuatro sitios olmecas se han encontrado 17 cabezas colosales esculpidas en
piezas únicas de basalto y se asume que fueron elaboradas por este pueblo.
También
los olmecas construyeron complejos de ciudades-templos, pirámides y
sofisticados sistemas de desagüe, inventaron el sistema numérico, el calendárico
y la escritura, los cuales fueron más tarde refinados por los mayas, y también se
les atribuye la creación del "juego de pelota" que tuvo un rol
significativo en todas las civilizaciones mesoamericanas y del cual ahora se
sabe que connotaba profundos significados astronómicos y mitológicos (1).
En
la lengua azteca, "olmeca" quiere decir "gente de caucho", haciendo
una referencia a los árboles del mismo nombre que crecen en el área central de
dicha civilización, ya que a este pueblo se le confiere el descubrimiento del
método para elaborar pelotas de caucho.
Los
olmecas también practicaban sacrificios humanos y esta sangrienta tradición fue
pasada a las culturas mesoamericanas posteriores, alcanzando su ápice con los
aztecas.
La
tierra central olmeca estaba localizada en los estados mexicanos del sur de
Veracruz y Tabasco en el Istmo Tehuantepec, pero su influencia cultural se
extendió por vastas áreas de América Central, desde Guatemala y El Salvador
hasta Nicaragua, Costa Rica y más allá.
El
istmo constituye la ruta comercial terrestre más corta entre los puertos del
Atlántico y del Pacífico, y puesto que el intercambio transoceánico parece
haber sido muy extenso durante milenios, el territorio olmeca pudo ser un
centro cosmopolita donde se entremezclaban culturas de todo el mundo.
2 - CONTACTO CON
OTROS CONTINENTES
El
arte y los artefactos olmecas muestran a personas con rasgos negroides,
orientales y europeos, pero los académicos ortodoxos insisten que esto no es
evidencia de antiguos exploradores y comerciantes precolombinos.
Y
de hecho estos académicos creen que es "racista" e
"insultante" sugerir que los centroamericanos fueron influenciados
por otras culturas,
¡Pero aparentemente no es "racista" e
"insultante" insistir en que las culturas antiguas eran incapaces de
realizar viajes transoceánicos!
Monumento n° 13,
originalmente de La Venta, que muestra a un hombre barbado usando un turbante
que lo asemeja más a un fenicio que a un mexicano. Pero resulta que los
calzados vueltos hacia arriba eran usados en tres civilizaciones mediterráneas:
etruscos, hititas y fenicios, mientras que los pueblos nativos de Centroamérica
no tenían vello facial poblado.
Las
famosas cabezas de basalto varían entre 1.5 y 3.4 m de altura, pesan hasta
50 toneladas y se desconoce cómo fueron esculpidas a partir de una roca tan
dura y transportadas a más de 80 km hasta sus destinos finales.
Los
intentos modernos (incluso por distancias bastante cortas) fallaron para
trasladar rocas similares por tierra con la tecnología que se cree habían
utilizado los olmecas, y también fracasaron las tentativas para llevar los
monolitos por el agua porque las balsas y los botes se hundían.
(A
mi me hace sonreír la actitud infantil que muestran los arqueólogos ortodoxos
que por un lado consideran que los olmecas eran demasiado “primitivos” para
poder navegar a otros continentes, pero por el otro lado no logran
explicar como pudieron mover rocas tan pesadas…)
Las
esculturas tienen caras amplias, mejillas anchas, labios gruesos, narices
achatadas, cabello trenzado, fruncido de ceño distintivo y usan cascos, y
antaño se localizaban en grandes plazas al frente de templos, plataformas
ceremoniales y altares.
Algunos
investigadores sostienen que lucen como africanos occidentales, mientras que
otros observan que algunas cabezas tienen los ojos plegados característicos de
los asiáticos.
Las
estatuas se situaban al este, mirando hacia el Atlántico próximo y África, por
lo que se piensa que podrían representar dioses, ancestros reverenciados o
reyes-sacerdotes vestidos para el juego de pelota ritual.
Cabezas de basalto
"olmecas".
3 - INFLUENCIAS DE ÁFRICA
En
varios sitios se han hallado estatuas de terracota más pequeñas que también
parecen encarnar a negros africanos, reliquias pertenecientes no sólo a los
olmecas sino también a otras culturas mexicanas más antiguas.
Un
estudio de 98 esqueletos reveló que el 13,5% podría compararse a restos de
individuos negroides, y otro examen de 25 osamentas de un cementerio olmeca más
tardío indicó que sólo el 4.5% mostraba rasgos africanos, sugiriendo de este
modo que la influencia del continente negro había declinado en el intervalo.
La
evidencia también apunta a un contacto transoceánico entre África y el Golfo de
México aproximadamente entre los años 1200 y el 400 a. de C.
Algunos
investigadores creen que los africanos llegaron a México desde Egipto y que las
cabezas líticas pueden representar a reyes nubios que gobernaron esa comarca
mediterránea en torno al 751-656 a. de C. (2).
Esta estatua olmeca
es uno de los "gemelos", proveniente de Azuzul, Veracruz. Nótese el
inusual tocado tipo egipcio y la curiosa "caja" en su frente, similar
a las costumbres hebreo-fenicias, pues la caja contenía escritos mágicos o
partes de la Torah.
Patrick
Huyghe sostiene que los cascos en forma de "tetera" que aparecen en
las cabezas olmecas de basalto son símbolos de poder y se asemejan a los usados
por los nubios y egipcios de aquella era:
« El
impacto cultural de los nubios-egipcios es evidente sobre todo en las
vestimentas regias y sacerdotales y los emblemas olmecas de poder. En ambas civilizaciones
aparece un completo conjunto de rasgos tales como la corona doble, la barca
sagrada, la barba artificial, los abanicos emplumados y las sombrillas
ceremoniales, pero quizá el aspecto compartido más significativo es el uso del
color púrpura.
Los
egipcios, a quienes los fenicios suministraban el teñido de esta tonalidad,
estuvieron entre los primeros en asociarla con la religión y la utilizaban para
distinguir a los sacerdotes y la realeza. »
Asimismo,
en México se han hallado usos similares de este color y es interesante
constatar que en una cabeza basáltica se encontró un remiendo púrpura muy
distintivo (3).
En
el mismo país han sido desenterradas algunas momias, como por ejemplo la figura
embalsamada que se localizó en un sarcófago de Palenque y que usaba una máscara
de jade, como era costumbre en Egipto. La base del sarcófago era iluminada y
los ataúdes de piedra egipcios también lo eran pues estaban colocados de pie,
pero esto no revestía función alguna para los mexicanos quienes enterraban a
sus muertos en posición horizontal.
En
La Venta, los olmecas construyeron la que es considerada una de las pirámides
más antiguas en Mesoamérica, y es una de tipo escalonada de 33 m de alto
que contiene 100’000 m3 estimados de relleno térreo y orientada
en un eje norte-sur.
En
Monte Albán existen esculturas que son muy parecidas a la esfinge egipcia y al
dios Ra. Se han hallado igualmente varias estatuillas con apariencia de dicha
cultura norafricana en San Salvador, a donde eventualmente se extendió la
cultura olmeca (4).
Izquierda: una cabeza de
estilo africano proveniente de Veracruz. Derecha: cabeza cerámica de
apariencia mediterránea con barba y bigote, Tres Zapotes, Veracruz.
Estatua de apariencia
oriental conocida como "El Luchador", encontrada en Uxpanapán,
Veracruz.
4 - INFLUENCIAS DE ASIA
Parece
existir un fuerte vínculo entre los olmecas y la civilización Shang de China
(1600-1046 a. de C.) pues las similitudes incluyen estilos de
escritura, uso del jade, empleo de bastones como símbolos de rango, patrones de
asentamiento, estilos de arquitectura, culto a deidades felinas y uso de la
deformación craneal (o "aplanamiento de cabezas").
La
aplicación de este método en los niños también era practicada por mayas,
aztecas, antiguos peruanos, indígenas flathead, antiguos egipcios, pascuenses,
la cultura auriñaciense de Cro-Magnon, vascos y aborígenes de las Antillas.
La
deformación se utilizaba con la finalidad de denotar estatus de élite,
enfatizar diferencias étnicas o para propósitos religiosos, mágicos o
estéticos.
Ciertos
jeroglíficos olmecas muestran un enorme parecido con los caracteres chinos, y
un experto en esa lengua ha sostenido que aquéllos emplearon la antigua
escritura del oráculo Shang temporalmente, la cual más tarde evolucionó a la
escritura epi-olmeca y posiblemente la de tipo maya (5); otros
indican que la escritura olmeca fue traída desde el oeste de África o se
desarrolló localmente.
Estatua olmeca
(izquierda) y estatua shang (derecha) en posición arrodillada (quizuo) y con
corte de cabello mohicano. Este estilo de peinado también era exhibido por
colombinos, africanos e indígenas mohawk del río St. Lawrence, mientras que en
China se asociaba con los magos antiguos.
El arte olmeca
incluye figuras de bebés con ceño fruncido sin genitales que se asemejan a
eunucos chinos. Igualmente, los almirantes y embajadores de Shang eran de la
misma condición (6).
En
el sitio olmeca mexicano de Las Bocas y datado de 3000 años de antigüedad, se
encontró un artefacto que mide 8 por 14 cm e incluye un ingenioso mosaico
compuesto por 325 baldosas de pirita, y se cree que puede simbolizar un
calendario lunar o venusino. Y también son conocidos otros mosaicos más
primitivos de la historia olmeca tardía y de la dinastía china de Shang (7).
Los
olmecas a menudo representaban cabezas humanas con una hendedura en forma de V
en la parte superior, lo cual puede simbolizar al chakra corona vinculado a la
glándula pineal, y que es uno de los principales puntos donde entran al cuerpo
físico las energías de niveles espirituales más sutiles.
John
Major Jenkins afirma por su parte que dicho motivo artístico encarna un
"portal" hacia otro ámbito o un "lugar de origen", y
astronómicamente significa la "Gran Grieta" o rasgo semejante a una
hendedura en la Vía Láctea, situada cerca de uno de los puntos donde ésta se
cruza con la eclíptica y en las proximidades del centro galáctico (8).
Y
coincidentemente, el motivo ornamental de esta hendedura en la cabeza puede
apreciarse además en el arte chino.
Eje ceremonial olmeca
esculpido en serpentina verde, con la "marca registrada" del ceño
fruncido y la hendedura en forma de V (9).
Izquierda: motivos olmecas de
hendedura en la cabeza (900-600 a. de C.). Derecha: representaciones
chinas antiguas para la misma característica (4000 a. de C.) (10).
A
veces, en imágenes modernas de Buda el chakra corona y su irradiación están
representados por una protuberancia (ushnisha) en la coronilla, y así se
pueden observar tanto la hendedura como el abultamiento en estas figuras.
Las
esferas de piedra descubiertas en Costa Rica son otro misterio intrigante
asociado con lo que fue una vez el territorio olmeca. Existen varios centenares
de estos objetos, que van de unos pocos centímetros hasta los 2.15 m en
diámetro y casi todos ellos están hechos de granodiorita, una piedra ígnea muy
dura.
Las
bolas fueron seccionadas, recortadas y luego pulidas, y las más grandes, que
pesan unas 15 toneladas, evidencian la artesanía más elaborada. La versión
oficial sostiene que todas las esferas fueron manufacturadas con herramientas
primitivas, cuyo trabajo se inició en una época no anterior al 200 a. de C. (11),
aunque su verdadero propósito y origen siguen siendo desconocidos.
Esfera lítica en
Costa Rica.
5 - MINERÍA Y TRABAJO
METALÚRGICO
El
empleo de metales en México ha sido situado cada vez más atrás en el tiempo, y
en la actualidad es virtualmente contemporáneo con el que se dio en Sudamérica,
donde las técnicas sofisticadas de trabajo metálico fueron desarrolladas
alrededor del 1200 a. de C.
Los
olmecas ya usaban un vocablo para "metal" hacia el 1500 a. de C.
y extraían hierro, jade, turquesa, obsidiana, esmeraldas y oro, por lo que
muchos de los yacimientos aztecas, toltecas, mayas y zapotecas pueden
originalmente haber sido olmecas. El jade era la más valiosa de todas las
piedras para los antiguos chinos y también para las culturas mesoamericanas.
Muchos
de los artefactos elaborados por las culturas mesoamericanas (u obtenidos por
ellas de otra parte) muestran un increíble nivel de destreza (1).
Los
zapotecas, por ejemplo, fueron famosos por su increíble artística y habilidades
metalúrgicas avanzadas, incluyendo fundido, moldeado, soldadura y
galvanoplastia. Sus artesanos eran hábiles en esculpir cristal de roca, jade y
turquesa, un material quebradizo que se usaba para crear mosaicos o piezas muy
delgadas.
Varios
artefactos zapotecas sólo podrían haber sido manufacturados con sofisticadas
herramientas de joyería, ya que algunas tazas líticas redondeadas tienen un
grueso inferior a un octavo de pulgada, un rasgo increíble que sólo puede ser
logrado utilizando una rueda de afilar, y de hecho, las marcas dejadas por
tales artefactos pueden ser identificadas en muchos vestigios exhibidos en
museos.
La
cultura zapoteca floreció alrededor del 200 a. de C., justo en torno
a la época que Tzu Fu establecía su colonia china en Fu Sang (2).
Los
aztecas de México y los incas peruanos elaboraron espejos aceptables de
obsidiana (vidrio volcánico), pero más difíciles técnicamente eran las
cristaleras cóncavas que los olmecas fabricaban con magnetita, y no se sabe
cómo trituraron a precisión y pulieron superficies simétricas exactas y
tridimensionales, suponiendo que ellos mismos lo hayan hecho.
Un
experto comentó que es simplemente imposible reconstruir la técnica empleada
para alcanzar tal perfección y así manufacturar espejos cóncavos con radios variables
de curvatura (3).
Referencias
Olmecas
- John Major Jenkins, Maya Cosmogenesis 2012: The true meaning of the Maya calendar end-date, Rochester, VT: Bear & Company, 1998, págs. 127-38.
- Collins, Gateway to Atlantis, págs. 132-3.
- Huyghe, Columbus Was Last, pág. 189.
- Ibid., págs. 186, 188.
- David Hatcher Childress, The Mystery of the Olmecs, Kempton, IL: Adventures Unlimited Press, 2007, págs. 209-11.
- www.latinamericanstudies.org/olmec-seated-figures.htm.
- W.R. Corliss (compilación), Archeological Anomalies: Graphic artifacts I, Glen Arm, MD: Sourcebook Project, 2005, págs. 99-101.
- Maya Cosmogenesis 2012, págs. 9-10, 131-2, 202.
- The Mystery of the Olmecs, pág. 196.
- www.chinese.tcu.edu/www_chinese3_tcu_edu.htm.
- http://web.ku.edu/~hoopes/balls/index.htm.
Minería y trabajo
metalúrgico
- The Mystery of the Olmecs, págs. 227-37.
- Secret Voyages to the New World, pág. 66.
- Corliss, Archeological Anomalies: Small artifacts, págs. 269-70.
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