Contenido:
V
- Sitios “incas”
VI
- Tiahuanacu
VII -
Las figuras de Nazca
V - SITIOS “INCAS”
(Nota: el investigador David Pratt pone la palabra
“incas” entre comillas porque hay argumentos para considerar que los antiguos habitantes
andinos seguido edificaron sus construcciones en cimientos todavía más
antiguos. Y esto es algo que la arqueología moderna repudia pero en cambio no
logra explicar cómo pueblos tan rudimentarios pudieron mover y esculpir bloques
tan inmensos que incluso con nuestra tecnología moderna nos costaría mucho
trabajo poder igualar. Y la teosofía explica que no fueron los incas quienes
construyeron esas estructuras megalíticas sino una civilización actualmente
desaparecida a la que en el esoterismo se le conoce como: los atlantes.)
1. CUZCO
A
menudo se afirma que la palabra Cuzco
(o también Cusco, o en quechua Qosqo) y que es el nombre de la capital
inca, significa “el ombligo del mundo”,
aunque sería más exacto traducirlo como “la
placenta del mundo” [1].
La
ciudad está situada a una altitud de 3’300 m y se diseñó en la forma de un
puma (que es el animal que simbolizaba a la dinastía inca).
Su
“cuerpo” se extiende entre los ríos canalizados de Tullumayo y Saphimayo, y
el área de la “cola” está formada por la confluencia de ambos, teniendo por
nombre Pumaqchupan (que significa “cola
del puma”) y en la que también existe una calle llamada Pumakurko (que significa “columna vertebral del puma”).
Huacaypata
era una plaza ceremonial de la que salían cuatro caminos principales hacia cada
esquina del imperio y la cual marca el “vientre” del felino, y su cabeza es el cerro de Sacsayhuamán, con las tres murallas en zigzag de la “fortaleza” que
dibujan su perfil (y no sus dientes como se afirma a menudo).
Sin
embargo, el nombre de Sacsayhuamán se
interpreta usualmente como “halcón moteado” o “halcón satisfecho” (lo que no
tiene nada que ver con un mamífero) aunque el largo perfil es más parecido al
de un perro [2], lo cual es
consistente con la idea de que Sacsayhuamán
no fue construida por los incas y que probablemente Cuzco fue elaborada a
partir de una estructura ya preexistente.
El antiguo Cuzco con
la forma de un puma se encuentra sumergido dentro de la actual ciudad de Cuzco y
quedan pocos vestigios de la antigua capital inca [3].
Uno
de estos son los restos de lo que fue el Templo del Sol.
Cuando
los españoles llegaron a Cuzco quedaron deslumbrados por su belleza y
especialmente por el Templo del Sol, el cual originalmente era llamado Inti Kancha y actualmente se le conoce
como Coricancha (o en quechua Qoriqancha que significa “recinto dorado”).
Estaba compuesto de cuatro pequeños santuarios y un templo más grande situado
alrededor de un patio central.
El
templo del Sol era el lugar más importante del imperio inca y fue construido
sobre un sitio sagrado aún más antiguo. El templo estaba dedicado
principalmente a Viracocha (el dios
creador) y a Inti (la divinidad solar)
y tenía santuarios subsidiarios para la luna, Venus, las Pléyades y varias
deidades del clima.
Las
murallas de granito maravillosamente esculpidas del templo estaban recubiertas
con más de 700 hojas de oro puro que pesaban alrededor de dos kilogramos cada
una. Mientras que el espacioso patio estaba repleto de esculturas zoomorfas en tamaño
real y albergaba un campo de maíz (todo fabricado del mismo metal). Los pisos
también estaban cubiertos de oro sólido, y mirando al lugar del sol naciente
había una enorme imagen dorada del astro rey incrustado en esmeraldas y otras
piedras preciosas.
Todo
este trabajo áureo fue rápidamente robado y derretido por los españoles,
quienes posteriormente construyeron sobre lo que quedó de los cimientos del
templo: la iglesia de Santo Domingo. Sin embargo, en el centro del Coricancha y señalando un lugar conocido
como Cuzco Cara Urumi (“piedra
ombligo descubierta”) existe un cofre de piedra octogonal que una vez estuvo
revestido con 55 kg de oro puro [4].
El
Coricancha fue dañado considerablemente por los españoles en el siglo XVII, y aunque
la iglesia que construyeron encima ha sufrido varias veces fuertes daños por los
terremotos que ha habido, en cambio las murallas de piedra “incas” originales y
magníficamente construidas todavía permanecen en pie.
Nótese
la pequeña piedra del tamaño de un dedo pulgar (el área se ha ennegrecido por
haber sido tocada muchísimas veces). La piedra mantiene su forma trapezoidal en
toda su extensión a través de la muralla exterior la cual tiene casi un metro
de espesor [5].
Arquitectura lítica
en el Coricancha.
La famosa piedra de
12 ángulos situada en la calle Hatunrumiyoc en Cuzco.
Detalle de un muro en
Cuzco.
2. SACSAYHUAMÁN
Sacsayhuamán
(o también Saqsaywaman) es una de las
maravillas de la antigua Sudamérica y de hecho, es una de las construcciones antiguas
más formidables que se encuentran en el mundo.
Ubicado
en la cima de un alto cerro. Por un lado está compuesto por un complejo que se
extiende a lo largo de un acantilado con una imponente vista hacia Cuzco. Mientras
que del lado opuesto se alzan tres terrazas sostenidas por tres imponentes muros
megalíticos de hasta 6 m de altura, hechos con bloques poligonales
ciclópeos y perfectamente ensamblados, los cuales zigzaguean a través de la
meseta por cerca de 400 m.
Se
estima que Sacsayhuamán tiene un volumen total de piedra de más de 6’000 m3 y cada bloque tiene
una forma diferente.
Los
muros contienen las piedras más monumentales jamás usadas en el antiguo Perú (y
en particular en la más externa de las tres murallas).
Algunas
de las rocas más grandes miden:
- 3,1 m de alto por 1,8 m de ancho.
- 4.3 m de alto por 2.4 m de ancho,
- 4.3 m de alto por 3.7 m de ancho,
- 5.0 m de alto por 1.9 m de ancho,
Mientras
que otras piedras tienen incluso 2.7 m de espesor y pueden exhibir hasta
12 ángulos. Y los bloques más pesados llegan hasta las 150 toneladas
E incluso existe un
bloque de 8.5 m de alto con una masa estimada en 355 toneladas !!! [1]
Los
españoles destruyeron muchos de los edificios interiores de Sacsayhuamán, pero
sólo consiguieron demoler los tres metros superiores de los muros en zigzag, para
utilizar los bloques más pequeños para sus propias edificaciones, Mientras que
las gigantescas rocas que se encuentran las gradas más bajas son prácticamente
inamovibles.
Algunos
autores sostienen que las paredes externas en zigzag imitan la lejana cadena
montañosa, o que quizás simbolizan a Illapa
que es la deidad del trueno y del relámpago.
También
se afirma que representa los tres niveles del cosmos andino:
- el inframundo
- la superficie de la tierra
- y el cielo
Los
cuales son identificados por los tres animales sagrados de los incas que son:
la serpiente, el puma y el cóndor respectivamente [2].
Se
emplearon varios tipos de roca para edificar las murallas externas, incluyendo
enormes bloques de diorita procedente de las cercanías, y también caliza de
Yucay traída desde más de 15 km para los cimientos, y también un tipo de
andesita negra para los edificios interiores, la cual fue transportada desde 30 km
de distancia.
Y
aunque los bloques gigantescos fueron ensamblados con un grado impresionante de
exactitud, sus superficies externas se dejaron toscas deliberadamente y muchas
muestran extrañas huellas de “rasguños” por lo que parecen estar sin terminar.
De
esta forma, se aprecia un gran contraste entre los lados pulidos a la
perfección (ocultos) que calzan ininterrumpidamente, y las caras más toscas del
exterior, quizás simbolizando al espíritu y a la materia respectivamente.
El
escritor Garcilaso de la Vega describió a la
fortaleza de Sacsayhuamán como “la obra mayor y más soberbia construida por
los incas”.
«
La obra mayor y más soberbia que mandaron hacer para
mostrar su poder y majestad, fue la fortaleza que se encuentra a lado de la
ciudad de Cuzco, y cuyas grandezas son increíbles a quien no las haya todavía
visto, y al que ya las haya visto y mirado con atención le hacen imaginar (y
aun creer) que son hechas por vía de encantamiento, y que las hicieron demonios
y no hombres, porque la multitud de las piedras, tantas y tan grandes, como las
que hay puestas en las tres cercas (que más son peñas que piedra) causa
admiración imaginar cómo las pudieron cortar de las canteras de donde las
sacaron, porque los incas no tuvieron ni hierro ni acero para cortarlas ni tampoco
para labrarlas. » [3]
Sin
embargo y en vista de la gran variedad de objetos sagrados y rituales hallados
en Sacsayhuamán, en la actualidad se lo considera más un centro ceremonial que
una fortaleza.
Y
el escritor Garcilaso de la Vega también relató que sólo los miembros de la
realeza podían ingresar al complejo sacrosanto, porque esta era una casa
dedicada al sol, y también aseveró que su edificación fue iniciada bajo el
reinado de Pachacútec (muerto en
torno al año 1471) o de su hijo Yupanqui,
y que tardaron 50 años para completarlo [4].
Y
el historiador Cieza de León pensaba que habrían participado unos 20’000
hombres en su construcción: 4’000 que cortaban rocas en las canteras, 6’000 que
las arrastraban en rodados de madera hacia el sitio, y otros 10’000 que
terminaban los bloques y los calzaban.
Pero
el cronista Pedro Sancho de la Hoz sostuvo que los habitantes le dijeron que Sacsayhuamán
fue construido por el hombre que fundó Cuzco y que vino desde el Contisuyu (la región suroeste del
imperio) en dirección al Océano Pacífico [5].
La
idea de que el Templo en Sacsayhuamán fue construido en su totalidad hace sólo
unos pocos de cientos de años atrás usando nada más que herramientas
primitivas, es tan incongruente que sólo un arqueólogo intransigente podría defender
esa hipótesis.
No
se han dejado registros que describan cuándo y cómo fue construido, pues
únicamente hay deducciones hechas por los escritores posteriores, y como ya se
sabe: las murallas externas podrían tener cientos de miles de años de
antigüedad. Por lo que los incas pueden haber solamente reparado las secciones
superiores de los muros zigzagueantes y construido las estructuras menores
dentro de las paredes.
El
ingeniero civil Carlos Fernández-Baca Tupayachi considera que las murallas
megalíticas datan de una era mucho más remota de la que se considera
oficialmente, y sugirió que los bloques fueron realizados al rellenar moldes
con piezas líticas suavizadas, y que dichos moldes consistían en marcos de
madera con pieles de animales extendidas sobre ellos.
En
su opinión, las marcas circulares y rectangulares en la cara de las piedras se
produjeron cuando los bloques estaban aún en estado plástico. Y también indica
que hay que prestar atención a las señales que apuntarían a burbujas de aire
que quedaron atrapadas en los bloques durante el proceso de manufacturación, y en
particular a un bloque con una cavidad en la que se inserta una piedra más
pequeña [6].
En
la cumbre aplanada del cerro situada dentro de los muros existían varios
edificios de sillar fino, incluyendo la torre circular de Muyu Marca y otras dos rectangulares, pero de las cuales hoy sólo
permanecen sus cimientos.
Muyu
Marca tenía 30 m de alto y tres murallas concéntricas, de las que la pared
exterior medía 24 m de diámetro. Este sitio fue construido como residencia
imperial y se cuenta que también estaba cubierta con láminas de oro y además
gozaba de un constante suministro de agua fresca canalizada mediante un
elaborado sistema de canales de piedra finamente trabajada desde un acueducto
subterráneo que conducía a un manantial a tres kilómetros de distancia. Y según
Garcilaso, las torres estaban conectadas una con otra por túneles subterráneos
(“chincanas”).
Algunos
escritores piensan que Muyu Marca pudo haber tenido un parecido muy
significativo con la estructura de Poseidonis tal como la describe Platón.
Opuesto
a las tres murallas de Sacsayhuamán, se ubica un gran afloramiento de diorita
volcánica conocido como el Rodadero
(o "lugar de deslizamiento") parte del cual está desgarrado con
profundas estriaciones glaciales que actualmente sirven como toboganes, y tiene
sectores que están intrincadamente esculpidos en forma de escaleras, banquillos
y tronos.
El Rodadero.
Toboganes
“Banquillos”
cuidadosamente cortados en la roca sólida.
Y
sería interesante ver al arquitecto Jean-Pierre Protzen intentando emular este
extraordinario trabajo con su técnica de machacado, la cual según él fue la que
se utilizó para moldear las rocas.
3. KENKO
Kenko
(o Qenko, derivado de un vocablo
quechua que quiere decir “laberinto” o “zigzag”) se localiza a 1.5 km al
este de Sacsayhuamán y consiste en formaciones de caliza seriamente erosionadas
y esculpidas con una gran variedad de escalones y terrazas, estrechos canales
en zigzag y figuras de animales tales como un puma, un cóndor y una llama. Y también
contiene cuevas, túneles, escaleras y nichos.
En
la base y rodeado por un muro elíptico de baja altura, se sitúa un monolito
dentado de 4 m de alto, un poco parecido al “heelstone” de Stonehenge.
En
tiempos de los incas, se celebraba un festival anual en que los sacerdotes
derramaban sangre de llama sacrificada contenida en un cuenco sobre la cumbre
serpenteante del canal principal, que también corría en zigzag. Si la sangre
fluía por la bifurcación de la izquierda, era un mal presagio para la
fertilidad del año venidero, pero si rezumaba a lo largo del canal y hacia las
rocas de más abajo, era considerado como buen augurio.
Canal ritual en
zigzag.
Kenko
comparte algunos rasgos con el Rodadero. En el primero, las rocas configuradas
a más pequeña escala incluyen el monolito
Sayhuite, una piedra que presenta más de 200 figuras geométricas y
zoomorfas que se ubica cerca del pueblo de Abancay.
También
existe otra piedra esculpida en el pueblo de Concacha, cerca de Abancay. Y
también existen estructuras similares en donde se labraron las rocas en otras
partes del mundo como son por ejemplo las cavernas, las plataformas y las
escaleras esculpidas de Udayagiri/Khandagiri cerca de Bhuvaneswar en la India. [1].
Y
el enorme monumento submarino fuera de la costa de Yonaguni, en la más austral
de las islas japonesas de Ryukyu [2].
4. TAMBO MACHAY
Tambo
Machay es un sitio para baños rituales, el cual consiste en enormes muros de
piedra adornados con elegantes nichos y tiene una serie de cascadas de agua
proveniente de canales ocultos al interior de la estructura.
Detalle del impecable
trabajo en piedra [1].
5. PISAC
La
ciudadela en ruinas de Pisac. El Templo del Sol está construido alrededor de un
afloramiento volcánico transformado en un intihuatana
o “lugar para atar al sol”. Y los ángulos de su base sugieren que sirvió para
alguna función astronómica.
6. OLLANTAYTAMBO
Ollantaytambo,
localizado a 50 km de Macchu Picchu en el extremo norte del Valle Sagrado,
comprende una propiedad real, un centro ceremonial y un pueblo distribuido en
forma de malla. El centro ceremonial comúnmente se le conoce como “la fortaleza”
y adopta la forma de un vasto “anfiteatro” de andenería que se extiende en una
ladera cóncava y empinada a una cresta plana a 80 m de altura.
Una
serie de escaleras conducen a la cima del complejo de terrazas, donde el sitio
se divide en tres áreas principales: el sector sur del templo (izquierda), el
sector central directamente en frente de las terrazas y el sector norte
funerario (derecha).
Las terrazas de
Pumatallis, las cuales se encuentran circundadas por flancos de roca al sur y
al norte, formando un magnifico “anfiteatro”.
La
destacada mampostería de rocas poligonales cortadas en el sector del templo
contrasta con los edificios de los otros dos sectores, que están hechos en
piedra bruta y mortero. La sección del templo tiene su acceso a través de una
escalera que termina en una terraza con el Muro de la Puerta Inconclusa y en el
Recinto de los Diez Nichos (el cual consta de una habitación).
Tras
ellos hay un espacio abierto con la Plataforma del Sillón Esculpido y dos
paredes monumentales sin terminar (la Primera y Segunda Murallas). Más arriba
se ubica la principal estructura de todo el sector, el Templo del Sol, una
edificación inconclusa de la que destaca el Muro de los Seis Monolitos,
considerado “la joya de Ollantaytambo”.
Las
estructuras inconclusas en el Templo del Cerro y los numerosos bloques de piedra
abandonados (algunos pesando unas 100 toneladas) indican que la construcción
estaba aún en progreso durante la época en que se desalojó el sitio. Y
claramente ciertos bloques han sido removidos de otras murallas terminadas,
demostrando que estaba teniendo lugar una gran reconstrucción.
Los
incas usaron Ollantaytambo como fuerte para proteger la entrada a Cuzco desde
el valle de Urubamba, pero no hay razón para creer que el complejo en su
totalidad haya sido construido por ellos en el siglo XV, pues es mucho más
probable que, y al igual que con Sacsayhuamán, los incas solamente remodelaran
y agregaran secciones a las obras que ya existían en ese lugar.
El Muro de la Puerta
Inconclusa, adyacente al Recinto de los Diez Nichos.
El Recinto de los
Diez Nichos.
Parte del Recinto de
los Diez Nichos.
Detalle del Muro de
la Puerta Inconclusa.
El Muro de los Seis
Monolitos (pared sureste del Templo del Sol).
La
piedra de mayor tamaño en el Muro de los Seis Monolitos tiene cerca de 4.3 m
de alto por 2.1 m de ancho y 1.8 m de espesor y pesa alrededor de 50
toneladas. Los monolitos están unidos con estrechas piedras laminadas, lo cual
es un estilo que no se encuentra en ninguna otra parte del imperio inca y una
gran parte de su superficie presenta un pulido muy fino, como también una
variedad de picaportes, protuberancias, marcas de trabajo e indentaciones.
El
motivo escalonado que aparece en bajorrelieve de una de las piedras se
encuentra ampliamente difundido en Tiwanaku, pero no así en el área de Cuzco. Y
curiosamente en Egipto se usó el mismo motivo como jeroglífico y símbolo para
la piedra Benben, el emblema de la vida inmortal.
Las
otras murallas del Templo del Sol están toscamente construidas con bloques
reciclados, y los amplios espacios están rellenados con trabajo de escombros.
En
Ollantaytambo se utilizó una asombrosa variedad de rocas como riolita, riolita
de toba volcánica, riolita breccia, andesita, andesita fuertemente alterada,
piedra caliza e ignimbrita.
La
riolita rosada (porfirio o granito rojo), una roca ígnea muy dura, fue empleada
en el Templo del Sol y en la Primera y Segunda Murallas, mientras que la
riolita volcánica se destinó para construir los muros de piedra cortada de la
terraza y el Recinto de los Diez Nichos. Entretanto, la riolita rosada se trajo
desde las canteras de Kachiqhata, a unos 5 km de distancia, pero aún no se
ha identificado el origen de los tipos restantes.
Los
bloques de Kachiqhata tuvieron que ser traídos desde la parte inferior del
escarpado flanco de la cantera, bajando por un cañón de pared vertical y luego
llevados a través del río y colocados en su posición actual.
En
1996, un grupo de arqueólogos intentó demostrar cómo se hizo este procedimiento
con una piedra relativamente débil de una tonelada que resbaló de las cuerdas
que la sostenían cerro abajo camino de la cantera y rodó hasta el río. El
equipo consiguió arrastrarla sobre los adoquines en el fondo del río de poca
profundidad, pero entonces la abandonaron en el agua, declarando que habían
demostrado la manera en que fueron transportados los bloques [1].
Como
se mencionó anteriormente, las cavidades en T para las grapas de metal en I se
encuentran en varios de los bloques en Ollantaytambo. Y las grandes piezas
líticas desprendidas halladas en el Coricancha muestran moldes en forma de T,
doble T y U para ganchos metálicos, y el mismo método también fue usado en
Tiwanaku.
El
arquitecto Jean-Pierre Protzen puntualiza que bajo una rústica muralla de
Ollantaytambo hay una fila de cuatro rocas de andesita verde y fuertemente
alterada, con caras perfectamente planas y de igual altura sobre un cimiento de
piedras similares y pulcramente recubiertas, lo cual no encaja con el estilo
normal inca, pero sí muestra un asombroso parecido con la mampostería de la pirámide
Akapana en Tiwanaku [2].
7. MACCHU PICCHU
La
impresionante ciudadela de Macchu Picchu se extiende en una cresta estrecha a 2’450 m
sobre el nivel del mar, entre las montañas de Macchu Picchu ("picacho viejo")
y Huanyna Picchu ("picacho joven"), y tiene vista al río Urubamba que
corre 450 m más abajo.
Supuestamente,
Macchu Picchu fue construida por órdenes del inca Pachacuti como retiro real y
centro sagrado, comenzando en torno al año 1450 d. de C., y menos de
100 años después fue abandonada en tiempos de la conquista española antes que
las obras estuviesen terminadas. Aunque sólo se ubica a unos 75 km de
Cuzco, la remota e inaccesible locación nunca fue descubierta por los
españoles.
El
sitio permaneció olvidado por muchos siglos, conocido sólo para los lugareños,
hasta que fue redescubierta en 1911 por el explorador norteamericano Hiram
Bingham, quien pasó los siguientes años rescatándola de la selva.
La citadela de Macchu
Picchu, con el Huayna Picchu al fondo.
Las
construcciones están hechas de granito gris-blanco regional, y la calidad del
trabajo lítico varía considerablemente, lo que no se debe necesariamente a que
las edificaciones sagradas siempre tengan una mayor elaboración que las de tipo
residencial o más mundano. Los bloques megalíticos más grandes y el trabajo de
mayor finura siempre se localizan en los niveles más bajos de las
construcciones, y como en otros sitios, ciertas estructuras o partes de ellas
indudablemente son anteriores a los incas.
Diferentes estilos de
mampostería.
El exquisito mosaico
en el Muro de los Artesanos.
Mampostería ciclópea.
Una enorme pieza
lítica en la Sacristía y otro bloque poligonal tiene 32 ángulos.
El
sistema para el manejo del agua en Macchu Picchu es una obra maestra. Existe
una fuente natural cuyo rendimiento está aumentado por una muralla de piedra
permeable cuidadosamente diseñada y construida que se sitúa al interior de la
escarpada ladera.
Los
ingenieros construyeron un canal de 749 m de largo (comúnmente de 4 a 5
pulgadas en tamaño) y capaz de llevar 300 litros por minuto a Macchu Picchu en
un gradiente relativamente estable de un 3%.
Si
la pendiente hubiera sido demasiado escarpada, el agua habría saltado fuera del
canal, y si el conducto fuera muy poco profundo, el agua fluiría más lentamente
a la primera de las 16 fuentes expertamente diseñadas.
Y
el sistema de drenaje es otro impresionante rasgo de ingeniería y se estima que
un 60% del trabajo de construcción en Macchu Picchu fue subterráneo, incluyendo
los drenajes y las bases para los cientos de murallas requeridas para crear
espacios planos y construibles [1].
El
primer manantial y situado a más altura, magníficamente construido.
Más
de 100 tramos de empinados escalones de piedra, a menudo esculpidos en un solo
bloque de granito, conectan palacios, templos, almacenes y terrazas.
El
trabajo en piedra más fino se halla en el Distrito Sagrado. El Templo del Sol
(o Torreón) es un edificio en forma de torre semicircular, cuyos escalones
esculpidos y bloques líticos suavemente unidos calzan prolijamente en el
relieve de un canto rodado natural que servía como una especie de altar.
Una
ventana provee vistas del amanecer en el solsticio de junio y la constelación de
las Pléyades. Además, bajo el templo existe una caverna conocida como la Tumba
Real, que exhibe más labor en piedra e igualmente espléndida.
El Templo del Sol [2].
La “Tumba Real”.
El Templo de las Tres
Ventanas. Nótese la mampostería inferior en la cima de los bloques megalíticos.
El
Templo Principal. La muralla este (derecha) ha cedido, causando que se
inclinara hacia fuera y empujando con ella parte del muro trasero [3].
Desde
el Templo Principal una escalera de piedra conduce a la cumbre del montículo
piramidal central, coronado por el intihuatana
(“lugar donde se ata al sol”) y esculpido fuera de la roca firme. Y aunque
muestra alineamientos solares con los equinoccios y solsticios cuando se
empleaba como punto de avizoramiento hacia las montañas distantes, no
constituye en absoluto un proyector de sombras ideal o un lugar de vigilancia.
En
su base hay representaciones esculpidas de las cuatro principales
constelaciones que se cree regían las cuatro esquinas del imperio inca: la Cruz
del Sur, el Triángulo estival, los brillantes “ojos estelares” en la
constelación de la nube oscura en la Vía Láctea (conocidas por los incas como la
“Llama”) y las Pléyades [4].
La intihuatana. En el
año 2000 una grúa cayó sobre ella durante la filmación de un comercial de
cerveza y rompió un fragmento de roca.
El Templo de la Luna,
localizado en una gruta a 400 m bajo la cumbre del Huayna Picchu [5].
8. RAQCHI
Templo
de Viracocha en Raqchi, a medio camino entre Cuzco y Juliaca. El muro central
tiene 92 m de largo y 12 m de alto, aunque solía ser de mayor
envergadura. La parte inferior está hecha de andesita y la parte superior de
adobe. El templo tenía un ancho de 25.5 m [1].
10. SILLUSTANI Y CUTIMBO
Las
chullpas (o chulpas), comúnmente descritas como torres sepulcrales o de
enterramiento para los nobles y sus familias, se encuentran a través del
altiplano en Perú y Bolivia y muchas son atribuidas al pueblo aymara [1].
Estas
torres pueden ser cilíndricas o rectangulares, altas o bajas, y elaboradas en
piedra o adobe. El grueso de las estructuras es sólido, y tienen pequeñas
entradas de cara al este, hacia el lugar del sol naciente. Se encontraron
cuerpos de adultos y niños en muchas de las chullpas, usualmente en posición
fetal, y algunos piensan que las torres comenzaron a construirse alrededor del año
1000 d. de C. y que su utilización continuó durante la ocupación inca
en los años 1400 d. de C.
Varias
de estas tumbas han sido dinamitadas por saqueadores, mientras que otras fueron
dejadas sin terminar. Es interesante destacar que también se encuentran
estructuras similares (llamadas "tupas") en la Isla de Pascua [2].
Chullpa en Macaya,
Bolivia.
Chullpa en
Sillustani, Perú.
Sillustani
es un sitio con vista al lago Umayo a unos 35 km al noroeste de Puno, un
pueblo en las costas del lago Titicaca. En este sitio no hay solamente chullpas
de aspecto tosco como en la figura anterior, sino también varias otras que
exhiben una destacada mampostería. Ciegamente, los principales arqueólogos
asignan la totalidad de ellas a los kollas, una tribu aymara que pobló el
sitio.
La Torre del Lagarto
en Sillustani de 12 m de alto. En una de las piedras se ve un lagarto
esculpido, símbolo de la regeneración (ver foto siguiente).
Acercamientos de los
bloques de andesita minuciosamente cortados.
Otra torre en
Sillustani.
Entradas de cara al
este [3].
Estas dos chullpas se
encuentran en el sitio de Cutimbo, a unos 30 km al suroeste de Puno. Nótese
la mampostería poligonal [4].
Es
interesante establecer una comparación con las numerosas torres cilíndricas de
Irlanda, que son más altas (de 18 a 40 m) y contienen dos o más pisos con
ventanas. La porción más baja es de mampostería sólida, y la puerta de cara al
este se alza hasta 5 metros sobre el suelo, a menudo sólo accesible por una
escalera.
Se
piensa que las torres fueron construidas entre los siglos IX y XII,
principalmente para funcionar como campanario de una iglesia o monasterio
vecinos [5].
Pero
por otro lado, Helena P. Blavatsky [6] dice que, aunque más
tarde consideradas como símbolos fálicos, eran originalmente lugares sagrados
de iniciación, y que esto también se aplica, por ejemplo, a ciertas torres en
Asia y a los “nuraghes” de Cerdeña, de
los cuales el más antiguo data oficialmente del año 3500 a. de C.
Torre cilíndrica y
patio circundante en Turlough, Count Mayo, Irlanda.
Nuraghe Losa, Cerdeña [7].
Otro nuraghe [8].
11. TÚNELES
Hablando
acerca de las tres torres que solían existir en Sacsayhuamán, Garcilaso de la
Vega escribe:
« Debajo de los torreones se encontraba labrado otro tanto debajo de tierra como
encima. Y pasaban las bóvedas de un torreón a otro, por las cuales se
comunicaban los torreones también por abajo como por cima.
En aquellos soterraños mostraron grande artificio;
estaban labrados con tantas calles y callejas, que cruzaban de una parte a otra
con vueltas y revueltas, y tantas puertas, unas en contra de otras, y todas de
un tamaño, que a poco trecho que entraban en el laberinto perdían el tino y no
acertaban a salir, y aun los muy hábiles no usaban entrar sin guía, la cual
había de ser un ovillo de hilo grueso que al entrar dejaban atado a la puerta
para salir guiándose por él.
Bien muchacho, con otros de mi edad, subí muchas veces a
la fortaleza, y con estar ya arruinado todo el edificio pulido (digo lo que
estaba sobre la tierra, y aun mucho de los que estaba debajo) no osábamos
entrar en algunos pedazos de aquellas bóvedas que habían quedado, sino hasta
donde alcanzaba la luz del sol, para no perdernos dentro, según el miedo que
los indios nos ponían.
No supieron hacer bóvedas de arco. Yendo labrando las
paredes, dejaban para los soterraños unos canecillos de piedra, sobre los
cuales echaban en lugar de vigas piedras largas, labradas a todas seis haces,
muy ajustadas, que alcanzaban de una pared a otra. » [1]
Hay
varias entradas a túneles en lugares como Sacsayhuamán y Kenko, pero tienden a
estar bloqueados después de recorrer 5 ó 10 m. Y existen antiguos relatos sobre
túneles que estaban conectados con el Coricancha y otros sitios, y se habla de
fabulosas cantidades de oro “inca” que todavía permanecen escondidas bajo
tierra.
Se
cuenta que en el siglo XVII un equipo pasó varios días bajo Cuzco buscando un
tesoro, y supuestamente sólo un miembro salió vivo desde una abertura bajo el
altar principal de la iglesia de Santo Domingo, en el sitio del Coricancha,
llevando una espiga de maíz hecha de oro. Y en 2000, investigadores que usaban
un radar penetrante de tierra localizaron una cavidad de 2 m de ancho a unos 4
ó 5 m bajo el altar [2].
Además,
se cuenta la historia de que luego de recibir el rescate de Atahualpa,
Francisco Pizarro aún no estaba satisfecho con el botín y supo que las riquezas
acumuladas de Perú estaban ocultas en un túnel subterráneo y amenazó con
asesinar a Atahualpa a menos que la localización le fuera revelada.
Entonces
el sumo sacerdote le mostró a la reina por medio de un mágico “espejo negro”
que su esposo sería asesinado sin importar si ella divulgaba o no el secreto. Al
saber esto, la reina dio la orden de cerrar la entrada al túnel, que era una
puerta labrada en el muro rocoso de un abismo que fue rellenado con piedras, y
se cubrió la superficie para ocultar los rastros del trabajo.
Después
de que su esposo fuera ejecutado, la reina se suicidó. Los incas entonces
enterraron otro tesoro que estaba justo en camino de Pizarro, y según Cieza de
León, este se encuentra ahora perdido en las entrañas de la tierra [3].
Túneles cerca de
Sacsayhuamán [4].
Entrada de un túnel
en ruinas justo al norte de Cuzco [5].
En
casi todos los continentes existen leyendas sobre redes de túneles y cavernas a
mucha profundidad, tanto naturales como artificiales, y algunos de ellos se
extenderían por cientos de kilómetros. Se dice que en Sudamérica se prolongan
desde Colombia en el norte a través de Perú y Chile al sur, y a la jungla
amazónica en el este. El gran terremoto de Lima en 1972 dejó al descubierto
varios túneles bajo la ciudad, pero la exploración se vio impedida por colapso
de los techos [6].
Helena
Blavatsky menciona de un inmenso túnel que va de Cuzco a Lima y luego se
extiende por el sur hacia el norte de Chile (que en la época de Blavatsky era parte
de Bolivia). Y narra que un anciano peruano le contó que se almacenaba un
fabuloso tesoro inca en una gran cámara subterránea cerca del pueblo costero de
Arica, el cual fue una vez parte de Perú y ahora se sitúa en el extremo norte
de Chile. Mientras que en otros sectores del sistema de túneles aún se esconderían
tesoros más pequeños [7].
Petronio
Jaramillo, un ecuatoriano que en 1946 tenía 16 años, fue llevado a una
biblioteca subterránea por su tío, quien convivía amistosamente con los
indígenas shuar, y Jaramillo afirmaba
haber estado en esa red de cavernas al menos una vez después del primer ingreso.
En
esa ocasión él pudo apreciar una biblioteca consistente en miles y grandes
libros de metal apilados en estantes, cada uno con un peso promedio de unos 20 kg.
Cada
página estaba impresa en una cara con ideogramas, diseños geométricos e
inscripciones. Y había también una segunda biblioteca que almacenaba tablas
pequeñas, duras, suaves y traslúcidas (que parecían ser de cristal) y grabadas
con canales paralelos incrustados, apilados en estantes inclinados cuyas
unidades estaban recubiertas en hojas de oro.
También
vio estatuas humanas y zoomórficas (algunas en plintos de pesadas columnas) y también
barras de metal de diferentes formas y algo que parecían puertas selladas y que
posiblemente eran tumbas, las cuales estaban cubiertas en mezclas de piedras
coloridas y semipreciosas. También vio un gran sarcófago esculpido en un
material duro y traslúcido, el cual contenía el esqueleto de un gran ser humano
cubierto en hojas de oro. En síntesis, había ahí un increíble tesoro ocultado
en preparación de algún desastre venidero [8].
En
las décadas que siguieron, Jaramillo habló de las bibliotecas con varias
personas, pero sin divulgar la localización exacta ni mostrar alguna evidencia
fotográfica o física para respaldar sus aseveraciones.
En
1991, Stan Hall lo encontró y comenzaron a hacer planes para montar una
expedición, pero Jaramillo fue asesinado por ladrones en 1998.
Se
piensa que las bibliotecas están situadas en el sistema de cavernas de los
Tayos, cerca del río Pastaza, y en 2005 Hall informó al gobierno ecuatoriano de
la localización del sitio que mejor se ajustaba a la descripción de Jaramillo:
-
77°47'34" O, y 1°56'00" S.
Y aquí termina la
historia... por ahora.
Stan Hall cerca de la
entrada a un sistema de cavernas que puede incluir las bibliotecas [9].
Referencias
Cuzco
1.
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exploration of the Inca heartland, Woodstock & New York: Overlook,
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2.
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3.
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4.
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2.
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3.
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4.
Ibid.,
2:318.
5.
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6.
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4.
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5.
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6.
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83-4, 200-1, 213-4, 256-7, 302-3, 316-20, 390-1; David Hatcher Childress,
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vol. 2, no. 3, 1998, www.bibliotecapleyades.net/sociopolitica/esp_sociopol_underground14.htm.
7.
Isis sin Velo, 1:546-7, 595-8; Blavatsky Collected Writings, 2:339-43, y
diagrama frente a pág. 336; Mysteries of Ancient South America, págs.
167-73.
8.
Philip Coppens, "The quest for the metal library", Nexus, junio-julio de 2006, www.philipcoppens.com/metal_libr.html.
9.
"Metal
library", www.goldlibrary.com/Metal_Library.html.
VI -
TIWANAKU
El
lago Titicaca yace en la cuenca del altiplano entre los Andes orientales y
occidentales, en el límite de Perú y Bolivia y a 3’812 m sobre el nivel del
mar. Además debido a su longitud máxima de 190 km, es considerado el lago más
grande de Sudamérica.
Ciertas
secciones de los Andes se hallaban a nivel del mar en el Cretácico (145 a 65
millones de años atrás*), e incluso hasta el Mioceno (que comenzó hace 23
millones de años*), luego de lo cual la orogénesis procedió de manera
intermitente y cuya mayor actividad ocurrió durante el Plioceno y Pleistoceno,
es decir, en los últimos 5,3 millones de años*.
Se
cree que en el Pleistoceno dicha elevación se prolongó por varios cientos de
metros, contradiciendo así la teoría principal de que los Andes se levantaron
por subducción de la "placa" del Pacífico bajo la sudamericana, ya
que se supone que dicho proceso continuó sin variaciones a lo largo de los
pasados 200 millones de años [1].
(*
Para las fechas teosóficas correspondientes, ver link.)
Hace
unos dos mil años el nivel del agua en el Titicaca era unos 30 m más alto
que hoy y se extendía hasta el borde de la antigua ciudad de Tiwanaku, aunque
durante los últimos 100’000 años ha tenido más de 100 m sobre su nivel
actual y también niveles mucho más bajos, ya que se han encontrado varias
ruinas y artefactos en el lago a profundidades de hasta 70 m o más,
incluyendo un ídolo dorado de 30 kg, múltiples vasijas, un templo de 200 m
de largo y 50 m de ancho, una terraza para cultivos, un camino pre-inca, y
un muro de contención de 800 m de largo. Se piensa que podrían estar
asociados con la cultura Chiripa, y que datan de entre el año 2000 al año 1500
a. de C [2].
Todas
las civilizaciones andinas creían que el lago Titicaca es el lugar legendario
de la Creación. En una versión de la leyenda, el dios creador Viracocha emergió
de la Isla del Sol durante un tiempo de oscuridad y creó el sol, la luna y las
estrellas, y luego formó a los humanos al dar su aliento de vida a las piedras.
Primero concibió gigantes que fueran capaces de mover las enormes rocas para
muchas de sus construcciones, pero más tarde se sintió insatisfecho con ellos y
decidió destruirlos con una inundación para dar lugar a una raza mejor y más
pequeña [3].
Las
ruinas de Tiwanaku (o también Tiahuanaco) están situadas a 21 km al
noreste del lago Titicaca, en la actual Bolivia. Y un nombre más antiguo para
Tiwanaku fue Taypikala, el cual es un
término aymara que significa “piedra en el centro” debido a que los nativos
consideraban que la ciudad se hallaba en el centro del mundo y creían que fue
repoblado desde allí luego del diluvio.
Entre
el año 300 a. de C. y el año 300 d. de C., Tiwanaku se
convirtió en el principal centro ritual y administrativo de la cuenca del
Titicaca, y dado que se ubica a 3’850 m sobre el nivel del mar, fue el
asentamiento urbano más alto del mundo antiguo.
En
su apogeo se cree que la ciudad tuvo una población de 30 a 40 mil habitantes y
la ciudad estaba gobernada por la élite de los guerreros, quienes detentaban
cargos políticos y religiosos. Inmediatamente después de ellos había una clase
media de artesanos y otra inferior de granjeros, pastores y pescadores. Los
especialistas suponen además que se llevaron a cabo grandes proyectos de
construcción de tipo arquitectónico y agrario en Tiwanaku desde los años 100 a
700 d. de C.
En
torno al año 400 d. de C., Tiwanaku se convirtió en un Estado invasor y su
imperio se expandió hasta cubrir casi la mitad de la actual Bolivia, la parte
sur de Perú, el noroeste de Argentina y casi la mitad de Chile. Pero no
obstante toda esa gloria, Tiwanaku comenzó a declinar después del año 1000
d. de C., principalmente debido a prolongadas sequías y así la
metrópoli colapsó poco tiempo después.
Los
mayores edificios sufrieron una seria destrucción, aunque algunos más tarde
fueron reparados, pero en una forma desordenada y poco hábil. Más tarde, los
incas tomaron el control del área en torno al año 1450 y los conquistadores
españoles en el año 1532, y quienes trajeron consigo el flagelo de las
enfermedades contagiosas (viruela y sarampión) contra las que los nativos no
tenían resistencia, y los que sobrevivieron los enviaron a trabajar en las
mortales minas de plata de Potosí del sur boliviano. Se estima que en algunas
partes del altiplano más del 90% de la población indígena fue eliminada durante
los 50 años de la conquista española.
A
pesar de su clima severo y árido, en la antigüedad la región del lago Titicaca
pudo haber albergado poblaciones humanas de 20 a 30 veces más grandes que en la
actualidad, gracias al sofisticado sistema de agricultura de campo levantado.
Los
campos elevados o “camellones” tienen más de 1 m de alto, 5 a 10 m de
ancho y hasta 200 m de largo, que consisten en una capa basal de arcilla
impermeable, otra de gravilla áspera, otra de gravilla fina y finalmente la
tierra cultivable. Y los campos estaban separados por una red de canales que
proveían humedad para los cultivos y recibían suficiente calor por el día para
proteger las plantaciones de la congelación durante las noches extremadamente
frías.
En
el fondo de dichos canales se formaba un rico fango de deposiciones de patos,
algas descompuestas y remanentes de peces que se usaba como fertilizante. Los
campos y canales cubrían casi 50 km2, y al crear este
sistema los antiguos ingenieros enderezaron el río Catari y lo trasladaron 1.5 km
al este, pero aunque se dice que la cultura Tiwanaku de los últimos 2’000 años
concibió el sistema de campos levantados, sigue siendo sólo una suposición.
Los
experimentos han demostrado que los campos levantados eran significativamente
mejores que los comunes, incluyendo aquellos tratados con fertilizantes o
pesticidas. Por ejemplo, los campos de papas rendían casi el doble que los
tradicionales tratados con fertilizantes químicos, y más de siete veces que el
campo de cultivo común subdesarrollado.
Y
sobre este aspecto, Alan Kolata comenta:
-
"Para
aquéllos que se aferran a las queridas nociones del progreso humano inexorable
gracias a la aplicación de tecnología moderna occidental, la disyuntiva entre
un lejano pasado sustancialmente mejor en términos económicos y el presente
representa un problema molesto que no fue previsto". [4]
Se
han descubierto ejemplos de escritura bustrófedon cerca de Tiwanaku (y
compuestos alternativamente de izquierda a derecha) a fines de la década de
1940 y comienzos de los años 1950, y los cuales se asemejan una versión
simplificada de la escritura de Isla de Pascua (“rongorongo”), la que a su vez
muestra muchas similitudes a la utilizada por la civilización del Valle del
Indo en el lado opuesto del mundo. Y también en Panamá se han encontrado
ejemplares de caligrafía bustrofedónica [5].
1. CENTRO CEREMONIAL
El
principal sitio arqueológico en Tiwanaku tiene cinco estructuras primarias,
incluyendo la pirámide Akapana y el templo Kalasasaya, y menos de un kilómetro
hacia el sur se ubica Puma Punku, con su plataforma hecha artificialmente y
ruinas megalíticas. Por varios siglos los sitios fueron saqueados, vandalizados
y destruidos para obtener rocas, y en la actualidad todas las murallas que
permanecen en pie han sido reconstruidas. También muchas de las estatuas fueron
demolidas durante una campaña de la iglesia católica para desterrar la
idolatría.
Reconstrucción del
sitio de Tiwanaku en la parte trasera del boleto de entrada.
El
núcleo ceremonial de Tiwanaku estaba rodeado por un inmenso foso artificial que
Alan Kolata cree que fue diseñado “no tanto para proveer de una estructura
defensiva a la élite”, sino “para evocar la imagen del núcleo de la ciudad como
una isla”, y más específicamente, para crear una imagen de las islas sagradas
del lago Titicaca que fueron los sitios legendarios de la creación del mundo y
la aparición humana [1].
Las
estructuras muestran una impresionante mampostería ciclópea, que consiste a
menudo en bloques rectangulares de sillar colocados en trayectorias regulares.
Por ejemplo, una de las piedras tiene 11 m de largo, 2.1 m de ancho y
pesa 154 toneladas, y otra mide 8 por 5 por 1.8 m. Y la mayor parte de la
andesita utilizada vino desde canteras localizadas a 60 km de distancia,
mientras que la arenisca roja se trajo desde unos 15 km [2].
Las
rocas de andesita verde usadas para las esculturas y monolitos más elaborados
tuvieron su origen en la península de Copacabana, y según una teoría, estas
piedras gigantes y que pesaban hasta 40 toneladas se transportaron a unos
90 km a través del lago Titicaca en botes de juncos y luego fueron
arrastradas otros 10 km a la ciudad. Hay que tener en cuenta que a la
altitud de Tiwanaku el aire está tan enrarecido que los habitantes de las
tierras bajas resuellan al respirar cuando incluso sólo pasean en torno al
sitio.
Originalmente
se pensaba que la pirámide Akapana era un cerro natural, pero en realidad es un
montículo artificial hecho de tierra, arcilla, gravilla y piedra cortada. El
grueso de la arcilla y la tierra fue excavado desde el gran foso, y contando
con cerca de 200 m en un costado, la pirámide se alza en siete escalones a
una altura de 17 m.
En
el centro de la cumbre aplanada había un patio hundido, del cual ahora sólo
existe un gran cráter horadado por cazadores de tesoros. Los muros de terraza
consisten en una serie de pilares entre los que se colocaron bloques de
andesita muy bien cortados y unidos con precisión. Las dos paredes inferiores
contienen los bloques más grandes, mientras que la cumbre y las terrazas
superiores estaban cubiertas con gravilla verde de las montañas.
Reconstrucción del
Akapana por Javier Escalante, vista desde el noreste.
Excavaciones a los
pies del Akapana.
Las
excavaciones del Akapana han descubierto un sofisticado y monumental sistema de
canales hídricos subterráneos y de superficies interconectadas. Y Alan Kolata
comenta que el sistema, “aunque magníficamente funcional, es innecesariamente
complicado, una pieza de técnica de cortado en piedra y ensamble que es pura
virtuosidad” [3].
Los
canales llevaban el agua recolectada en la cumbre por debajo y a través de
siete niveles, y luego salía para desembocar en un sistema de drenaje
subterráneo mayor situado bajo el núcleo ceremonial-cívico de Tiwanaku, para
fluir finalmente hacia el lago Titicaca.
Un agujero de drenaje
en la base del Akapana.
El
Akapana era la montaña sagrada y el principal santuario en tierra de Tiwanaku.
Kolata
escribe:
« Formaba
parte de la esencia espiritual del cordón montañoso llamado Quimsachata, y cuya imagen era evocada
por la forma de los andenes escalonados del Akapana, su manto de grava verde e
imitación inteligente de la circulación natural de las aguas montañosas en la
estación de lluvias.
El
curso del flujo hídrico en el Akapana replicaba el patrón de la naturaleza,
primero almacenándose, después precipitando en las profundidades y saliendo a
borbotones en las terrazas para emerger a los pies del montículo.
En
una tormenta altiplánica torrencial, los grandes drenajes subterráneos dentro
del Akapana pueden haber generado incluso un efecto acústico, un rugido
vibrante del agua que se abalanzaba y sacudía la montaña piramidal, igual que
el trueno de las tormentas que retumbaba en los picachos del
Quimsachata. » [4]
Bert
Thurlings acusa a Kolata de recurrir a "fantasías extrañas" por
sugerir que el Akapana y también Puma Punku representaban montículos sagrados.
-
se
pregunta: “¿Cómo se metió eso en la
cabeza?”
Y
en lugar de aquello, Thurlings plantea que, dado el magnífico trabajo en piedra
y el uso de piedrecillas verdes, estos montículos eran probablemente plantas de
purificación de agua construidas por extraterrestres que llegaron a la Tierra
en un “superplaneador interestelar de antigravedad”. [5]
¡Gracias, Bert!
Antiguamente
había una puerta en la cima del Akapana, y la parte inferior de su dintel
estaba cortada en un ángulo que unía la cima de la jamba debajo de él, lo que
requería que el fondo de la escalinata fuera moldeado en el dintel a ser
esculpido en la superficie biselada de la jamba.
Jean-Pierre
Protzen escribe:
-
"Estos
detalles indican una destacada sofisticación en estereotomía, o el arte de
cortar la piedra, evidenciando así un entendimiento y profundo conocimiento de
geometría descriptiva" [6].
Detalle de la puerta
del Akapana.
El
templo semi-subterráneo es un patio rectangular hundido que mide 26 por 28 m,
hecho de mampostería en arenisca, y además se colocaron ciento setenta cabezas
esculpidas en las murallas que presentan rasgos caucásicos, negros, asiáticos y
semíticos [7].
Una
vez el recinto contuvo varias estelas de piedra y esculturas dispuestas
alrededor de la estela central Bennett de 7 m de altura. Las complejas
marcas en dicha obra han sido interpretadas como un calendario agrícola solar y
lunar más exacto que el actual [8], y en nuestros días
el patio contiene tres estelas, una de ellas esculpida con la figura de un
hombre barbado, probablemente Viracocha en su forma humana.
En
dos lados de este monolito se pueden apreciar serpientes talladas verticalmente
y que son el símbolo universal de la sabiduría (ver figura de abajo).
La
estela Bennett, o “Pachamama”. La mitad inferior de su cuerpo se encuentra
cubierta con cabezas de pescado (más similares a escamas) y recuerda a la
deidad mesopotámica Oannes con cabeza de pez, quien trajo conocimiento especial
para la humanidad [9].
Hacia
el oeste del templo semi-subterráneo yace el templo Kalasasaya, un recinto
rectangular que mide cerca de 130 por 120 m. Rodeando una plataforma
levantada y con un patio central hundido, presenta muros muy elevados
compuestos por pilares de arenisca roja cortados en forma tosca y que se
alternan con secciones de bloques de sillar más pequeños elaborados con mampostería
de alta calidad.
La
entrada megalítica reconstruida al Kalasasaya, vista desde el templo
semisubterráneo. La escalera es un bloque deteriorado de arenisca esculpida, y
la puerta del fondo enmarca la estela Ponce que se yergue en el patio hundido [10].
Cabezas
esculpidas en piedra sobre los muros del palacio parto de Hatra, Mesopotamia.
También se encuentran formas similares en los santuarios esculpidos sobre roca
viva del oeste de India (por ejemplo, Chaitya) [11].
Dibujo del Kalasasaya
por Squier, 1873 [12].
Un muro reconstruido
del Kalasasaya. Se aprecia que falta uno de los pilares y que permanece en las
cercanías [13].
La estela Ponce, un
monolito en andesita de 3.7 m de alto.
La
Puerta del Sol está esculpida con extrema precisión en un solo bloque de
granito de andesita muy duro. Tiene 4.7 m de largo y 2.2 m de alto,
pesa unas 10 toneladas y su cima está dañada, quizás producto de un terremoto.
La
puerta muestra intrincados tallados y cuatro profundos nichos rectangulares,
cortados a una exactitud de medio milímetro [14], y sobre ella se ve
un friso compuesto de cuatro líneas de escultura en bajorrelieve y una figura
central tallada en altorrelieve erguida en una pirámide de tres gradas. Se cree
generalmente que la figura representa a Viracocha o al dios aymara del clima
Thunupa, y a veces se denomina el "dios acongojado" relacionándolo
con el "grupo de dioses" de la cultura Chavín [15].
El
elaborado adorno de su cabeza tiene 19 proyecciones parecidas a rayos que terminan
en círculos o cabezas de puma, y la figura sostiene dos cetros con cabezas de
cóndor. En cada lado de la deidad central hay 48 figuras dispuestas en tres
filas; las decoraciones más externas están inconclusas e incluyen 30 asistentes
alados o "ángeles" con cabezas humanas o aviares, que están
arrodilladas o corriendo.
Además
de la figura central, existen otras 11 caras frontales con máscaras solares
localizadas en la fila más baja del friso (o "serpenteo"). Algunos
científicos creen que estas figuras representan un calendario solar con 12
meses de 30 días cada uno [16], y asimismo se
piensa que la Puerta del Sol originalmente se ubicaba en Puma Punku, donde
existen portales similares, aunque reducidos a escombros.
El lado este
(probablemente el interior) de la Puerta del Sol.
Figuras aladas que
convergen en la deidad central.
La interpretación
calendárica de Arthur Posnansky del friso [17].
Como
se mencionó, la Puerta del Sol está sin terminar, como muchas construcciones
antiguas en Sudamérica y otras partes del mundo. Hay dos posibles razones para
este fenómeno:
Condiciones
súbitas que hicieron imposible terminar el trabajo, y
Que
la obra deliberadamente se dejó inconclusa por razones simbólicas, por ejemplo,
para denotar que nuestra evolución es una empresa interminable, y según la
tradición de la Sabiduría Antigua, apenas nos encontramos en el punto medio de
nuestro viaje evolutivo en este planeta.
Igualmente,
la Gran Pirámide de Egipto probablemente nunca recibió su sillar de
coronamiento final, y es más pequeña que el diseño total señalado por las
cavidades de las cuatro esquinas [18].
2. PUMA PUNKU
Puma
Punku (“puerta del puma”) se emplaza a poca distancia de Tiwanaku. Su
plataforma-pirámide mide unos 150 m2 y tiene 5 m de
altura, pero actualmente ninguna de las construcciones que antes se alzaban en
él está intacta.
Alrededor
del sitio hay bloques mezclados de andesita y arenisca, posiblemente como
resultado de un desastre natural y que están cortados con asombrosa exactitud.
Algunos de ellos tienen más de 8 m de largo y pesan hasta 120
toneladas [1].
Y
las estructuras que una vez se erguían en el sitio claramente fueron elaboradas
con una tecnología altamente avanzada, pues muchas de las piezas labradas
muestran una pasmosa similitud entre sí, tanto en diseño como en dimensiones,
sugiriendo que las piedras fueron prefabricadas y que los arquitectos usaron un
sistema de medidas y proporciones escogidas [2].
Los
motivos ornamentales son comunes e incluyen cruces, flechas, círculos, rombos,
moldeado de escalinatas y nichos, y el estilo de mampostería utilizado muestra
un leve parecido con aquél de Tiwanaku.
Ruinas megalíticas en
Puma Punku.
F
Reconstrucción de
Puma Punku por Javier Escalante.
Como
el Akapana, Puma Punku era un emblema de la montaña sagrada. Un complejo
sistema de canales transportaba el agua de lluvia desde un patio hundido en la
cima hacia el interior de la pirámide y repartiéndola de una terraza a la
siguiente. Por último, el agua caía en cascadas desde túneles dispuestos
horizontalmente en los cimientos de la estructura.
Reconstrucción de una
de las puertas, vista desde atrás [3].
En Irán e India se
encuentran portales similares con arquitraves esculpidos. A la izquierda:
palacio de Darío, en Persépolis, y a la derecha: Udayagiri en la India [4].
Piedras en forma de H
elaboradas con gran precisión (dimensiones en mm.). Cada una tiene cerca de 80
superficies [5].
Configuración
hipotética de bloques aislados encontrados en Puma Punku. La imagen de
arriba es la parte trasera y la imagen de abajo es el frente [6].
Otra piedra cuya
intrincada geometría desafía las explicaciones facilistas.
Este
bloque de piedra tiene una ranura de 6 mm de ancho que contiene agujeros
taladrados, y no pudo haber sido hecha
con simples herramientas de piedra o cobre. El diámetro de los pequeños hoyos
varía en no más de 0,1 mm., y ya que la roca es quebradiza, debe haber
sido taladrada con una herramienta fija en un portabrocas pues cualquier
bamboleo habría dejado trazos visibles [7].
En
Tiwanaku y Puma Punku se hizo un uso selectivo de grapas metálicas. Por
ejemplo, los muros laterales de los canales hídricos en el Akapana y Puma Punku
están construidos con bloques de piedra verticales unidos con ganchos en forma
de I, y Protzen piensa que esto se hizo para sostener los bloques en la
alineación correcta.
Los
metales también enlazaban los enormes bloques de arenisca usados en la
construcción de las cuatro plataformas en Puma Punku, siendo su rasgo único el
uso del engrapado de nicho.
Los
enganches usados tenían una amplia variedad de formas y tamaños, y el hecho de
que estén nivelados incluso cuando las paredes del canal y las cavidades de
esos artefactos tienen una pendiente de 12° se interpreta usualmente como un
indicio de que fueron moldeados directamente en los surcos [8].
Un
análisis espectrográfico de una grapa encontrada develó que estaba elaborada
con una aleación inusual: 95,15% de cobre, 2,05% de arsénico, 1,70% de níquel,
0,84% de silicona y 0,26% de hierro [9], por lo que se
habría requerido un fundidor móvil que operara a temperaturas extremadamente
altas.
Jamba
derecha de una puerta en Puma Punku que muestra una variedad de rasgos
vinculantes. A: cavidad de grapas simple en forma de T; B: cavidad de grapa
ahuecada en T en un pequeño nicho; C: compartimiento rectangular con cavidades
de enganches en T apuntando en dos direcciones diferentes, sugiriendo la
añadidura de bloques de construcción paralelos y perpendiculares a las puertas;
D: cono.
Jean-Pierre
Protzen puntualiza que las marcas de hoyos y los patrones de depresiones
ahuecadas o canales se encuentran en varias piedras rústicamente labradas en
Tiwanaku, lo que para él significa que se usaron martillos de piedra. Sin
embargo, admite enseguida que se necesitaron herramientas más avanzadas “para
obtener las terminaciones suaves, las caras perfectamente planas y los ángulos
rectos interiores y exteriores precisos en las piedras finamente revestidas,
recurrieron a técnicas desconocidas para los incas y para nosotros en esta
época”.
Quizás
el rasgo más destacable en el esculpido lítico de Puma Punku se aprecia en las
denominadas “piedras-flecha”. Los ápices en la base de la flecha se proyectan en
la piedra y bajo la superficie del diseño, con cuatro caras perfectamente
planas, tres de ellas distribuidas a pares en los ángulos rectos y que
eventualmente se unen a la cuarta en un punto [10].
Diagrama del
esculpido en una “piedra-flecha”.
Según
Protzen, el conjunto de herramientas de los constructores debe haber incluido
escuadras, reglas de borde recto, taladros y artefactos en forma de cincel y
punzones. No obstante, no dice de qué material estaban hechos los últimos
objetos, porque los utensilios de cobre no habrían dejado impresiones en el
granito, por lo que es difícil saber cómo se hizo el trabajo de precisión en
granito que vemos en Puma Punku sin la ayuda de maquinaria avanzada.
Otra
posibilidad es el moldeado de piedra, pero eso requeriría un método para
reducir el granito a polvo o pasta y luego endurecerlo con un aglutinante y aún
así se necesitarían herramientas sofisticadas para la terminación o para
producir un molde de precisión, el cual probablemente tiene que ser hecho de
metal.
Puma
Punku pudo haber sido destruido por un terremoto, quizás acompañado de una
marejada desde el lago Titicaca, y algunas de las estructuras en el terreno más
alto estuvieron cubiertas con unos 2 m de tierra [11].
En
cualquier caso, la versión oficial de que el complejo fue construido entre los
siglos VII y VIII d. de C. con herramientas simples puede ser
desestimada, y de esta manera las ruinas podrían tener una antigüedad indecible
al haber sido preservadas por el prolongado enterramiento.
3. CRONOLOGÍA
Actualmente
existen 29 dataciones oficiales de radiocarbono para Tiwanaku y ninguna de
ellas señala actividad humana antes del año 1500 a. de C. [1].
Los
arqueólogos de cabecera creen que esto “prueba” que no hubo presencia de
personas en el sitio antes de esa fecha, pero bien puede ser sólo un
pensamiento fantasioso.
La
versión convencional es que primero hubo asentamientos humanos cerca del lago
Titicaca hace unos 14’000 años atrás [2], pero en Bolivia
existe la creencia general de que la región fue ocupada por culturas que datan
desde hace 60’000 años., tales como la Vicachanense [3]. Y por otra parte (y
como se demuestra en el libro “The
Ancient Americas”) hay evidencia de que el continente estuvo siendo
habitado por millones de años.
El
cronista Cieza de León relató que, cuando preguntó a los aymaras locales si los
edificios en Tiwanaku eran obra de los incas, se rieron de la pregunta
repitiendo que las obras fueron construidas antes que ellos reinaran y que no
podían afirmar o sostener quiénes las hicieron. Sin embargo, escucharon de sus
ancestros que todo ello había aparecido de la noche a la mañana. También dicen
que se vieron hombres barbados en la isla del Titicaca y que estas gentes
construyeron el edificio de Viñaque [4].
De
acuerdo a una tradición local, el complejo de Tiwanaku fue edificado “en el
comienzo del tiempo” por el dios fundador Viracocha y sus seguidores, quienes
hicieron que las piedras “fueran llevadas por el aire al sonido de una
trompeta”, y otra historia habla del dios creador provocando un “fuego
celestial" que consumió las piedras y permitió que grandes bloques fueran
levantados a mano “como si fueran de corcho” [5].
En
la actualidad, la versión oficial es que las estructuras en Tiwanaku y Puma
Punku fueron construidas entre los siglos II y IX d. de C., a menudo
en varias fases.
A
comienzos del siglo XX, el arqueólogo boliviano Arthur Posnansky planteó un
escenario mucho más radical, y descubrió que el Kalasasaya fue diseñado de
manera que, visto desde la mitad del muro oeste, el sol se habría levantado
sobre los megalitos en las esquinas sureste y noreste del templo en los
solsticios de verano e invierno respectivamente. Y para que eso ocurriera, la
inclinación de la tierra debiera haber tenido 23°8'48" (o 23°09'54"
de acuerdo a un cálculo reciente), mientras que en nuestros días es de
23°26'21".
Basado
en la teoría científica actual de que la inclinación del planeta oscila entre
21.6° y 24.6° en un período de 41’000 años, Posnansky calculó que las
alineaciones solsticiales tuvieron lugar alrededor del año 15’000
a. de C., aunque después lo redujo al año 10’000 a. de C.,
y más recientemente Neil Steede propuso como fecha el año 7’000
a. de C.) [6]
Pero
según la Teosofía, la inclinación del eje gradualmente se traslada a través de
360° completos en una tasa de 4° por cada ciclo precesional de 25’920
años [7], lo cual ubicaría la
fecha de dichos alineamientos en aproximadamente el año ¡865’000 años
a. de C.!, pero no podemos asegurar que la premisa básica de
Posnansky sea correcta, o que la Kalasasaya reconstruida calce con la original.
En
el lado este de la Puerta del Sol y en la fila más baja del friso, se aprecian
varios diseños que parecen dibujar la cabeza, orejas, colmillos y trompa de una
criatura similar a un elefante, la cual algunos dicen podría representar el Cuvieronius
proboscídeo del Nuevo Mundo y el cual
se extinguió hace unos 12’000 años atrás al término de la última era glacial.
Cada
“elefante” está compuesto en realidad por las cabezas de dos cóndores crestados
unidos por el cuello; las crestas forman las “orejas” y la parte superior de
los cuellos delinean los “colmillos” (los cóndores que determinan el centro de
los dos “elefantes” pueden verse en las esquinas izquierda y derecha de las
imágenes siguientes).
Graham
Hancock, sin embargo, afirma que el “elefante” puede ser intencional ya que los
escultores de Tiwanaku a menudo empleaban una imagen para representar otra; por
ejemplo, una oreja de una cara humana aparente puede convertirse en el ala de
un pájaro [8].
Fotografía de la
Puerta del Sol tomada en 1904 [9].
Ampliación del
“elefante” en el lado derecho.
Dos
animales de cola larga y no identificados están esculpidos en un costado de
esta estatua de 2.13 m encontrada en el templo semi-subterráneo en 1934
(izquierda). Algunos sostienen que las figuras representan al toxodon
(derecha), un gran animal parecido a un hipopótamo que se extinguió en el área
de Tiwanaku hace más de 12’000 años, pero el parecido está lejos de ser
perfecto.
Se
dice que el toxodon ha sido “identificado” en varios fragmentos alfareros de
Tiwanaku y piezas de escultura, y Posnansky menciona que algunas de las figuras
en la Puerta del Sol están representadas con tres dedos en los pies, quizás
para distinguir a los humanos de los dioses.
El
autor también plantea que esto puede relacionarse con el conocimiento del
toxodon, del que precisamente algunos ejemplares tenían tres dedos, o del Macrauchenia,
un mamífero tridáctilo, de largo cuello y grandes miembros que se extinguió
hace unos 20’000 años [10]. No obstante, y como de costumbre, estas
hipótesis son combatidas denodadamente por los científicos de cabecera.
El
escritor teósofo Fred J. Dick prestó atención a la siguiente tradición andina,
como fue registrada por Cieza de León:
« Antes
que los Incas reinasen en estos reinos ni en ellos fuesen conocidos, cuentan
estos indios otra cosa muy mayor que todas las que ellos dicen, porque afirman
que estuvieron mucho tiempo sin ver el sol, y que padeciendo gran trabajo con
esta falta, hacían grandes votos y plegarias á los que ellos tenían por dioses,
pidiéndoles la lumbre de que carecían; y de esta suerte salió de la isla de
Titicaca, que está dentro de la gran laguna del Collao, el sol muy
resplandeciente, con que todos se alegraron. » [11]
Una
interpretación es que esta historia se refiera a una época cuando, como
resultado del cambio continuo en la inclinación del eje planetario, la Tierra
estaba “recostada” hacia un lado. En la latitud de Tiwanaku (16,5°S) la
alternación normal del día y la noche habría continuado hace unos 325’000 años,
luego de un periodo de otros 214’000 años en que los ciclos continuos de luz y
oscuridad cada año habrían tenido hasta varios meses de duración [12].
En
varios continentes se han hallado esqueletos humanos gigantescos. De acuerdo a
la literatura teosófica, los humanos tuvieron ancestros titánicos, como también
muchas especies de animales y plantas. La humanidad ha estado declinando
gradualmente en altura a partir de los atlantes, y desde hace unos 500’000 años
muchos humanos no tenían más de 3 ó 3.7 m de altura [13].
Blavatsky
afirma que las ruinas megalíticas que existen por todo el mundo, incluyendo las
de Stonehenge en Inglaterra, Carnac en Bretaña y las de América fueron el
trabajo de gigantes. También menciona una tradición americana local de que
seres de estatura muy elevada invadieron América tan pronto cuando ésta se alzó
de las aguas. Como ya se mencionó, hay leyendas que cuentan que las estructuras
más antiguas de Tiwanaku y también la enorme pirámide de Cholula en México, por
ejemplo, fueron construidas por una raza colosal [14].
Según
Posnansky, el Kalasasaya está orientado a 1° al este, mientras que el Akapana,
el templo semisubterráneo y las plataformas de Puma Punku están situadas a 2,8°
este [15], aseverando que las
últimas estructuras son más antiguas que el Kalasasaya, pero que fueron
modificadas en tiempos posteriores.
Posnansky
presta atención al extremo nivel de erosión mostrado por algunas de las piedras
en Tiwanaku y Puma Punku, concluyendo que deben haber estado expuestas a los
elementos por muchos miles de años y que desde entonces muchas fueron
encontradas totalmente cubiertas con lodo aluvial, y en los lugares donde esas
rocas pueden haber permanecido por largas eras, bien podrían tener en realidad
una extrema antigüedad [16].
La
Puerta del Sol fue redescubierta yaciendo “boca abajo” en el suelo, y su lado
oeste (probablemente el exterior, aunque a menudo llamado la “parte trasera”)
está mucho más erosionado que el oriental. Fred Dick pensaba que podría tener
al menos 10’000 años de antigüedad, pero que es improbable atribuirle más de
80’000 dado que la puerta tiene menos de 2 m de alto, pero otras ruinas en
Tiwanaku y otros sitios peruanos “incas” podrían datar de cientos de miles de
años y constituir el trabajo de gigantes auténticos [17].
Todo
lo que se puede decir con certeza es que todavía existen muchísimos aspectos
por aprender sobre la cronología, costumbres y métodos de construcción de las
culturas que ocuparon el área de Tiwanaku.
El lado este de la
Puerta del Sol [18].
Referencias
1.
Cliff Ollier y Colin
Pain, The Origin of Mountains, London: Routledge, 2000, págs. 112-27;
"Sunken continents versus continental drift", http://davidpratt.info.
2.
"Hallan
civilización perdida en Bolivia", 2004,
http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/latin_america/newsid_3587000/3587708.stm;
"Hallazgo milenario en el Titicaca", 2001,
www.rionegro.com.ar/arch200111/s23g01.html.
3.
"Viracocha",
http://en.wikipedia.org/wiki/Viracocha; "Tiwanaku",
http://en.wikipedia.org/wiki/Tiwanaku.
4.
Alan L. Kolata, The
Tiwanaku: Portrait of an Andean civilization, Cambridge, MA: Blackwell,
1993, pág. 204.
5.
Igor Witkowski, Axis
of the World: The search for the oldest American civilization, Kempton, IL:
Adventures Unlimited Press, 2008, pág. 186; "Easter Island: land of
mystery", sección 7, http://davidpratt.info.
Centro ceremonial
1.
Kolata, The
Tiwanaku, pág. 90.
2.
Graham Hancock y
Santha Faiia, Heaven’s Mirror: Quest for the lost civilization, London:
Michael Joseph, 1998, págs. 271, 304.
3.
The Tiwanaku, pág. 115.
4.
Ibid.,
pág. 116.
5.
Bert
Thurlings, Verborgen geheimen van de mensheid ("Secretos escondidos
de la humanidad"), vol. 2, Soesterberg: Aspekt, 2008, págs. 276-7.
6.
Jean-Pierre Protzen y
Stella E. Nair, "On reconstructing Tiwanaku architecture", The
Journal of the Society of Architectural Historians, v. 59, no. 3, 2000,
págs. 358-71 (pág. 367).
7.
"Akapana
2008 Expedition", www.akakor.com/english/akap-uk.htm.
8.
Alan Murphy, Bolivia
Handbook, Lincolnwood, IL: Passport Books, 1997, pág. 115.
9.
www.ancient-wisdom.co.uk/Boliviatiahuanaco.htm.
10.
www.pbase.com/mr2c280/image/17018340.
11.
www.gerty.ncl.ac.uk/images/R_009.jpg;
Graeme R. Kearsley, Inca Origins: Asian influences in early South America in
myth, migration and history, London: Yelsraek Publishing, 2003, pág. 291.
12.
http://cg.cis.upenn.edu/tiwanaku/Timeline.pdf.
13.
www.atlantisbolivia.org/tiwanakucalendar.htm.
14.
W.R. Corliss
(compilación), Ancient Infrastructure: Remarkable roads, mines, walls,
mounds, stone circles, Glen Arm, MD: Sourcebook Project, 1999, págs.
314-17.
15.
"Glossary of
terminology of the shamanic & ceremonial traditions of the Inca medicine
lineage", www.incaglossary.org/fg.html. Para una interpretación
"teosófica" de las imágenes, ver: Fred J. Dick, "Tiahuanaco,
Bolivia, and its significance", The Theosophical Path, agosto 1925,
págs. 118-25; Fred J. Dick, "Studies in symbolism", The
Theosophical Path, julio 1915, págs. 6-13.
16.
The Tiwanaku, pág. 148; Michael E. Moseley, The Incas and their Ancestors: The
archaeology of Peru, London: Thames & Hudson, 2001, págs. 219-20;
Arthur Posnansky, Tihuanacu: The cradle of American man, New York: J.J.
Augustin Publisher, 1945, 2:3-43.
17. Tihuanacu, v. 2, fig. 5.
18. The Great Pyramid
("La Gran Pirámide"), http://davidpratt.info.
Puma Punku
1.
W.R. Corliss
(compilación), Ancient Structures: Remarkable pyramids, forts, towers, stone
chambers, cities, complexes, Glen Arm, MD: Sourcebook Project, 2001, págs.
52-60.
2.
Jean-Pierre Protzen y
Stella Nair, "Who taught the Inca stonemasons their skills? A comparison
of Tiahuanaco and Inca cut-stone masonry", Journal of the Society of
Architectural Historians, v. 56, no. 2, 1997, págs. 146-67.
3.
Protzen y Nair,
"On reconstructing Tiwanaku architecture", pág. 365.
4.
Kearsley, Inca
Origins, págs. 289-90.
5.
Witkowski, Axis of
the World, pág. 228.
6.
"On
reconstructing Tiwanaku architecture", pág. 370.
7.
Axis of the World, págs. 216, 222-3.
8.
"Who taught the
Inca stonemasons their skills?", págs. 162-3.
9.
Hancock y Faiia, Heaven’s
Mirror, pág. 304.
10.
"Who taught the
Inca stonemasons their skills?", págs. 156-7.
11.
Ancient Structures, págs. 55-6.
Cronología
1.
Sean Hancock,
"An interpretation and critique of the radiocarbon database for
Tiahuanaco", 2001, www.grahamhancock.com/forum/HancockS2-p1.htm; Garrett
Fagan, "An answer to Graham Hancock",
www.hallofmaat.com/modules.php?name=Articles&file=article&sid=18.
2.
Kolata, The
Tiwanaku, pág. 56.
3.
Bolivia Diplomatic
Handbook, Washington, DC: International Business Publications,
2008, pág. 36 (http://books.google.co.uk).
4. Citado en The
Tiwanaku, pág. 3.
5.
Andrew Collins, Gods
of Eden: Egypt’s lost legacy and the genesis of civilisation, London:
Headline, 1998, págs. 58-60; "Gravity and antigravity", sección 4,
http://davidpratt.info.
6.
Posnansky,
Tihuanacu, 2:87-105; Thurlings, Verborgen geheimen van de mensheid,
págs. 286-90; "From Tiahuanaco to the Giza
Plateau", www.andrewcollins.com/page/conference/Qc00/speakers/speaker_steede.html.
7.
"Poleshifts:
theosophy and science contrasted", http://davidpratt.info.
8.
Graham Hancock, Fingerprints
of the Gods: A quest for the beginning and the end, London: Heinemann,
1995, págs. 84-6.
9.
Tihuanacu, v. 2, lámina 45.
10.
Ibid., 2:134-7.
11.
Fred J. Dick,
"Notes on Peruvian antiquities", The Theosophical Path, dic.
1915, págs. 441-51 (pág. 447); "Tiahuanaco, Bolivia, and its
significance", pág. 123.
12.
"Poleshifts",
parte 3, http://davidpratt.info.
13.
H.P. Blavatsky, La
Doctrina Secreta, TUP, 1977 (1888), 2:276-80, 293, 336-40, 753-6; H.P.
Blavatsky Collected Writings, TPH, 1950-91, 13:111-13; "Human origins:
the ape-ancestry myth", sección 4, y "Secret cycles", sección 2,
http://davidpratt.info.
14.
La Doctrina Secreta, 2:276 pie de página, 337-8, 341.
15.
Tihuanacu, 2:54-6.
16.
Ibid.,
2:96-9.
17.
"Notes
on Peruvian antiquities", págs. 445-7.
18.
www.archaeology.org/interactive/tiwanaku/qanda.html.
VII - LAS FIGURAS DE NAZCA
La
llanura de Nazca, situada unos 400 km al sur de Lima, está cubierta con
docenas de dibujos de criaturas y plantas, varios miles de líneas rectas y
cientos de figuras geométricas tales como trapezoides y zigzags [1].
Las
líneas de Nazca pueden ser totalmente apreciadas sólo desde el aire, y fueron
descubiertas por un piloto en 1927. En la Pampa de San José los geoglifos abarcan
un área total de más de 500 km2, aunque los vuelos
turísticos se concentran en un pequeño número de dibujos de criaturas en esta
área; sin embargo, los geoglifos también se ubican en los valles circundantes y
las cumbres montañosas.
Hay
una increíble profusión de líneas y diseños de variados tamaños y calidad,
algunos sobrepuestos en los más antiguos, como si hubieran sido hechos por
diferentes grupos de personas durante un largo periodo sin seguir un plan
general.
La “araña” (46 m de
largo).
Debido
a la pata extendida que termina con lo que podría ser un órgano genital,
algunos investigadores creen que representa a una araña Ricinulei, que habita
sólo en partes remotas de la jungla amazónica y la cual mide de 5 a 10 mm
de largo, y el órgano genital del macho es visible sólo con la ayuda de un
microscopio.
Foto y esquema del "mono" de 9 dedos, de tosca elaboración
(80 m el cuerpo y 30 m la cola), con su extremidad prensil curvándose
en la dirección equivocada. Parte del diseño geométrico está sobrepuesto en la
figura zoomorfa [2].
Una
de las manos del mono como se ve desde el suelo [2].
Líneas rectas.
Muchas
de las líneas fueron elaboradas al remover la capa superficial de piedrecillas
más oscuras y cubiertas de óxido de hierro (hasta una profundidad de 30 cm),
dejando expuesta la tierra más brillante y amarillenta. Es necesario señalar,
no obstante, que desde la década de 1950 las motocicletas y los autos han
dejado sus marcas de neumáticos en todo el suelo bajo la forma de líneas
blanco-amarillentas.
En
algunos casos, las piedras fueron apiladas a lo largo de los bordes de las
líneas, y en otros, las piedras fueron removidas desde los bordes por lo que
las figuras se destacan en altorrelieve. Las líneas se conservan debido al
clima constante y extremadamente seco y sin viento de la región de Nazca.
Otros
geoglifos gigantes pueden encontrarse en acantilados y laderas en todas partes
de la región costera peruana, y también en Chile, Bolivia, los Estados Unidos,
Egipto y Malta, pero los de Nazca son los más impresionantes, ya que es el
único lugar en el mundo donde se encuentran múltiples líneas que miden varios
kilómetros de largo.
Un camino despejado.
Además
de los dibujos estilizados de pájaros y animales, y muchos de los cuales no son
originarios del área, existen representaciones de flores y plantas. Casi todas
las figuras biomórficas están localizadas en un 5% de la esquina noroeste de la
pampa y son más pequeñas en comparación con las líneas rectas; éstas últimas
consisten en una sola línea y continua que no se intersecta a sí misma,
exceptuando tres figuras de “ballenas asesinas” (formadas con una línea tanto
en el interior como en el exterior) y dos llamas sólidas rellenas (que
representan patrones de nubes oscuras en la Vía Láctea).
Aparte
de todo esto, existe un número de extrañas figuras tales como un ser con dos
enormes manos, una de las cuales tiene sólo cuatro dedos, y dibujos de objetos
hechos por el hombre. Las pocas figuras humanas, de hasta 40 m de alto,
están situadas en laderas de cerros y presentan una tosca apariencia.
El “cóndor” (134 m
de largo).
El “alcatraz”,
“fénix” o “flamenco”, con cuello en zigzag y largo pico, tiene más de 610 m
de largo.
Figura interpretada
como una aguja e hilo de coser o un anzuelo de pesca, que mide una media milla
de largo (800 m).
“Manos” con nueve
dedos de unos 9 m de largo.
El “astronauta” u
“hombre-búho”, toscamente realizado (32 m de largo) [3].
El
“gigante del cerro Unitas” o “robot”, 121 m de alto, en una ladera del
desierto de Atacama, Chile [4]. Se dice a veces que representa a un líder con
un tocado de plumas y una máscara felina. Los rayos, proyecciones o halos
alrededor de la cabeza a veces se interpretan como una señal de que la figura
es un “extraterrestre”, aunque también es posible una hipótesis más espiritual.
Esta
gigantesca figura, de 65 m de largo, situada al sur de la meseta de Nazca,
fue descubierta en 2006. Parece ser un animal con cuernos, o algo parecido a
una langosta. Los vehículos han destruido parte del glifo [5].
Hay
más de 2’000 líneas rectas y estrechas de hasta 23 km de largo que van en
todas direcciones, y a menudo se entrecruzan unas con otras. Muchas de ellas
pasan sobre grietas y cumbres de cerros, y algunas pasan a través de las
figuras animales.
Existen
cerca de 62 “centros de rayos” que son cerros naturales, montículos de tierra
artificiales, o túmulos de roca donde convergen algunas de dichas líneas.
También
se aprecian trazados más amplios o “pistas de aterrizaje”, de 30 a 110 m
de ancho y hasta 1.4 km de largo, las que a menudo se superponen en
zigzags y otras formas geométricas, aunque en algunos casos los patrones
ondulantes pasan sobre una
“pista”. Y se aprecian además trazados de este tipo que se extienden sobre
otros.
Líneas de Nazca
vistas desde el satélite SPOT [6]. No confundir con
los patrones de erosión ondulados.
Imagen satelital de un
área que contiene líneas [7].
Dos “pistas de
aterrizaje” de 50 m de ancho y 21 líneas más estrechas convergentes [8]. Cortesía de Erich
von Däniken.
Un
tramo de 62 m de ancho asciende por un pequeño cerro y luego se extiende
desde la cumbre dividiéndose en varias líneas más estrechas. La mitad de estas
5 líneas más estrechas continúa por 10 km a través de la planicie [9]. Cortesía de Erich
von Däniken.
Las
figuras geométricas incluyen trapezoides, triángulos, espirales y zigzags, y
existen cerca de 300 áreas trapezoidales y espacios triangulares. Las figuras
de cuadriláteros miden unos 40 por 400 m en promedio, mientras que las más
largas poseen 92 por 869 m.
Trapezoide.
Trapezoides y pistas
en la Pampa de Jumana [10]. Cortesía de Erich von Däniken.
Un trapezoide
sobrepuesto en una figura [11].
Líneas y trapezoide.
El “mandala” consiste
en tres glifos interconectados, esculpidos con gran precisión en una remota
meseta en las montañas Palpa (14° 38,65' S, 75° 10,27' O), a poca distancia de
Nazca.
El
círculo central, de unos 55 m de diámetro, está inscrito en un cuadrado
del mismo ancho y por un segundo ligeramente más grande, inclinado
diagonalmente con respecto al primero. Y dentro del círculo hay otros más pequeños,
y en el medio hay dos rectángulos superpuestos, cada uno dividido en ocho
cuadrados.
Los
varios círculos están marcados con pequeños agujeros, estacas o piedras. Una
grieta geológica pasa por el centro del
patrón. En cada lado del círculo principal hay un grupo más pequeño de círculos
concéntricos (en la foto sólo se aprecia un conjunto), y las líneas rectas unen
varias partes de los patrones geométricos [12].
CONSTRUCCIÓN
Se
cree generalmente que el uso de estacas, varas de medida y cordeles fue
suficiente para realizar las líneas y geoglifos en la llanura de Nazca. Se han
encontrado restos de estacas en la superficie del desierto, y a lo largo de
algunas líneas en intervalos de aproximadamente 1.6 km.
Maria
Reiche, la renombrada investigadora fallecida en 1998, pensaba que los artistas
de Nazca primero elaboraron un bosquejo en un área de unos 2 m2, ya que algunos de
ellos todavía son visibles cerca de figuras más grandes. Luego, los antiguos
habitantes enfrentaron la tarea de llevar el dibujo en pequeña escala a un área
gigantesca.
Una
hipótesis plantea que emplearon globos de aire caliente construidos con pieles
animales o textiles como plataformas de vigilancia, pero no existe evidencia
consistente [1].
También
pudieron haber recurrido a técnicas de seguimiento que incluían mediciones
exactas de los ángulos, pero esto es rechazado por los arqueólogos ortodoxos
porque presumen que las líneas fueron hechas por la cultura Nazca, de la cual
no se sabe si poseyó tales capacidades.
El
trazado de las figuras más grandes y exactas, la construcción de las amplias
"pistas" de varios kilómetros en extensión, los trapezoides y líneas
rectas que atraviesan cumbres de cerros y grietas, habrían planteado el desafío
más difícil, pues se estima que cerca de 10’000 m3 de piedras tuvieron
que ser transportados por los fabricantes de los glifos. La cantidad
probablemente fue mucho mayor, ya que varias cumbres de montaña en la región
tuvieron que ser niveladas [2].
En
1977, un arqueólogo y 30 jóvenes indios, usando tres estacas de madera y
cuerdas, consiguieron en menos de tres días trazar una línea recta y estrecha
de 150 m de largo en la superficie de la pampa.
En
1981, voluntarios de Earthwatch hicieron una línea con una espiral en un
extremo, e intentaron hacer la primera curva simplemente poniendo al ojo las
cuerdas en capas, cuyo resultado fue un círculo pequeño e imperfecto de apenas
3 m de diámetro [3].
En
1982, un equipo de seis personas recreó exitosamente el cóndor de 134 m de
largo en un campo de Kentucky, EEUU, dibujando una línea central en un pequeño
diseño de la figura, y midiendo las distancias perpendiculares desde la línea a
diferentes puntos del pictograma. Luego crearon una línea central en el suelo y
trazaron puntos clave en la figura por escalamiento de sus medidas. En total,
tardaron nueve horas en trazar y marcar 165 puntos y conectarlos con más de una
milla de cordel, usando caliza blanca para dibujar las líneas [4].
Esta “pista” de
aproximadamente de 60 m de ancho, superpuesta en zigzags, se extiende por
varias cumbres de montaña, que primero tuvieron que ser niveladas [5]. Cortesía de Erich
von Däniken.
DATACIÓN
Usualmente,
se dice que las líneas fueron creadas por la cultura Nazca entre los años 200 y
700 d. de C., y algunos investigadores sostienen que la más temprana
puede datar desde el año 500 a. de C., mientras que de acuerdo a la
tradición local, las líneas fueron trazadas por los “viracochas”. Debido a que
algunos diseños geométricos están superpuestos en los dibujos zoomorfos, se
suele argumentar que todos los diseños geométricos fueron hechos después de las
figuras animales, pero no hay evidencia llamativa para sostener esta hipótesis.
Hay
cerámicas de Nazca que muestran diseños similares a aquéllos en la superficie
del desierto, incluyendo arañas, lagartos, colibríes y ballenas. Sin embargo,
las similitudes son generalmente más bien tenues y están lejos de ser exactas.
Pero
incluso si asumimos que las similitudes son intencionales, eso no probaría
automáticamente que los antiguos nazqueños trazaran esos glifos particulares,
si de dejan de lado, lo cual también podría indicar que simplemente los habían
visto (desde cerros cercanos, si no desde el aire), trabajaron sus formas a
partir de las líneas en el suelo, o que habían preservado tradiciones sobre
figuras que fueron elaboradas en una época más temprana.
Arriba: glifo de una "ballena" y una figura de pez, y abajo: "ballena
asesina" retratada en una cerámica de Nazca [1].
Cuenco de Nazca con
dibujos de arañas [2].
El “hombre con
sombrero” (izquierda), de 20 m de alto, se sitúa a los pies de una ladera,
y exhibe un razonable parecido con una figura iconográfica de Paracas
(derecha) [3].
¿Ilustra acaso este
glifo rústico las habilidades limitadas de los antiguos nazqueños para formar
pictogramas, o las de la cultura Paracas precedente?
Los
restos de alfarería encontrados en las líneas sólo son una prueba de que los
habitantes de Nazca las habían transitado por un periodo de cientos de años.
Una estaca de madera en mitad de una pila de piedras ha sido datada con carbono
en el año 525 d. de C., lo que no confirma que muchas de las líneas
fueran creadas en el mismo periodo.
Una
vez que las piedras desérticas fueron removidas, se desarrollan liquen, moho y
cianobacterias bajo ellas, y este material orgánico puede ser datado con el
método del carbono.
Las
pruebas hechas en nueve piedras recolectadas del borde de una "pista de
aterrizaje" develó edades entre el 190 a. de C. y el 600
d. de C. No obstante, es imposible asegurar que este material lítico
realmente fuera retirado por quienes trazaron originalmente las figuras y
líneas y que desde ese entonces dichas piedras nunca habían sido manipuladas.
En
otras palabras, no se puede descartar que algunos de los geoglifos en Nazca
sean más antiguos de lo que se cree actualmente, y que hayan sido restaurados y
modificados por culturas sucesivas durante miles de años.
PROPÓSITO
Se
piensa generalmente que muchas de las líneas y figuras de Nazca fueron usadas
para propósitos rituales y ceremoniales, y que se diseñaron para ser vistas por
los dioses celestiales.
Una
teoría dice que estaban conectadas con el culto a las deidades de las montañas
asociadas con el agua y la fertilidad, puesto que la suficiente caída de lluvia
en las montañas era crítica para la economía y agricultura de Nazca. Y de
acuerdo a esta hipótesis, las líneas se usaron originalmente como caminos
sagrados que conducían a lugares de culto a dichas deidades, y que las figuras
que representan animales y objetos significaban la invocación de su asistencia.
Los
“centros de rayos” donde convergen varias líneas son más bien pequeños y no son
aptos para grandes reuniones, pero esto no se aplica a los triángulos y
rectángulos más grandes. Las figuras podrían también haber sido transitadas, ya
que consisten en una sola línea que nunca se cruza.
Ciertos
sectores de la red de geoglifos todavía son utilizados por las gentes locales
para propósitos religiosos, y en Bolivia hay sistemas similares de radiación de
caminos que se destinan a caminatas ceremoniales.
Un
reciente estudio de variadas y grandes estructuras trapezoidales en Nazca
detectó numerosas anomalías magnéticas en su interior, que se piensa son
causadas por cambios en la densidad del suelo a varias profundidades.
Los
investigadores hipotetizan que el suelo fue compactado con el tiempo por gente
que caminaba hacia atrás y adelante durante los rituales de prerrogativas, y
que las anomalías representan líneas más antiguas y no visibles desde el
aire [1].
También
se ha encontrado alfarería que parece haber sido deliberadamente rota en la
llanura de Nazca, posiblemente como una ofrenda. En los montículos cerca de las
líneas y en sus extremos se encuentran a menudo conchas marinas, que eran
importantes ofrendas para la lluvia.
No
hay templos mayores en alguna parte cerca de las líneas o figuras, pero hay
montículos de piedras que pueden haber servido como templos. Los estudios han
mostrado que los geoglifos como triángulos y trapezoides a veces se asocian con
el flujo de agua tanto superficial como subterránea [2].
Johan
Reinhard afirma que muchas figuras pueden ser interpretadas en términos de un
culto a la fertilidad, aunque enfatiza que los geoglifos podrían haber servido
para fines múltiples [3].
Por
ejemplo, los colibríes están vinculados con la abundancia y son considerados
mensajeros de los dioses de las montañas en la costa norte de Perú, y asimismo
la aparición de muchas arañas y lagartos pueden ser una señal para la lluvia,
mientras que la tarántula igualmente es un símbolo de fertilidad en el sur
peruano.
La
“araña”, el “perro” y el “mono” son representados en la planicie de Nazca son
sus partes sexuales extendidas, y se sabe que tanto zorros como perros se asocian
con deidades de las montañas. Por otra parte, las ballenas y los peces se
conectan con el agua y los mariscos.
Algunas
figuras han sido han sido interpretadas como plantas, tales como flores, algas
y árboles, y en cuanto a las manos con nueve dedos, en tiempos de los incas se
pensaba comúnmente que las personas deformes eran hijas del trueno y del
relámpago. Otras sugerencias apuntan a que algunas figuras podían ser tótems de
clanes o encantamientos mágicos para los chamanes, y que ciertas líneas tendrían
funciones astronómicas.
El “colibrí” (93 m
de largo).
El “perro”.
Maria
Reiche fue una prominente defensora de la idea de que al menos algunas de las
líneas de Nazca tenían por función señalar los lugares en el horizonte donde el
sol y otros cuerpos celestes se alzaban o posaban, y que otras figuras
representaban constelaciones. Reiche propuso, por ejemplo, que la
"araña" representa a Orión, y el "mono" a la Osa Mayor.
El
astrónomo Phyllis Pitluga cree que la "araña" fue diseñada como una
imagen de Orión como aparecía en el horizonte oeste hace unos 2’000 años.
Los
estudios realizados por Gerald Hawkins en 1973 y Anthony Aveni en 1982
identificaron sólo unos pocos alineamientos específicos del sol, la luna y
ciertas estrellas. Por ejemplo, el pico del colibrí está intersectado por una
línea que señala el punto del amanecer en el solsticio de diciembre [4].
La flecha de doble
punta en el diagrama del pájaro indica un posible alineamiento
astronómico [5].
Figuras desordenadas.
El
rasgo más intrigante de las líneas de Nazca es su aparente profusión caótica.
John Neal ha adelantado una nueva sugerencia:
« El
desierto de Nazca en su totalidad puede ser terreno de pruebas y una escuela de
inspección.
Las
condiciones son ideales, y el investigador aprendiz primero tendría que
interpretar lo que ya estaba puesto allí en sus dimensiones exactas, luego
producir una representación a escala, quizá en el fantasmagórico recuadro bajo
la figura, y como evaluación final de sus habilidades, producir su propia
figura en el suelo del desierto, alineada con una fecha calendárica que debería
calcular.
Uno
puede imaginar las múltiples dificultades que enfrentaría un joven
investigador, quizás llevado a las profundidades al tener que inspeccionar un
grado de longitud en las montañas y junglas de Perú y Ecuador.
Es
probable que los estudiantes no realizaran un viaje especial a Nazca para tomar
un curso de investigación, pues la ruta en sí misma puede tener un objeto
educacional.
Un
doctorado en el mundo antiguo puede suponer un recorrido completo del globo por
tierra y mar, por lo cual el estudiante aprendería y aplicaría técnicas de
navegación, astronomía e inspección en todas las latitudes concebibles.
Algo
en la extensión de estos trazados puede explicar el gran número de líneas donde la tierra sólo albergó una vez un
nivel de población relativamente bajo; el grueso de esos aprendices
permanecería temporalmente en ese sector, y estrictamente por razones de
geografía. » [6]
Referencias
1.
W.R. Corliss
(compilación), Archeological Anomalies: Graphic artifacts I – coins,
calendars, geoforms, maps, quipus, Glen Arm, MD: Sourcebook Project, 2005,
págs. 23-32; Erich Von Däniken, Arrival of the Gods: Revealing the alien
landing sites of Nazca, Shaftesbury, Dorset: Element, 2000,
www.daniken.com.
2.
www.nazcamystery.com/nazca_symbol_ape.htm.
3.
Ibid.
4.
http://img81.imageshack.us/i/tara6jy3.jpg.
5.
Heraldo Fuenets,
"Walking the line", www.viewzone.com/nazcatheories.html.
6.
http://en.wikipedia.org/wiki/Nazca_Lines.
7.
Ibid.
8.
Arrival of the Gods, pág. 11, www.legendarytimes.com.
9.
Ibid., pág. 14.
10.
Ibid., pág. 10.
A.
Dukszto & J.M.
Helfer, The Essential Guide: Secrets and Mysteries, the Nasca Lines,
Lima: Ediciones del Hipocampoc S.A.C., 2001, pág. 6.
11.
Walking the line";
Arrival of the Gods, págs. 128-34; "Nazca lines-theories",
www.worldmysteries.com/mpl_1_2.htm.
Construcción
1.
Katherine Reece,
"Grounding the Nasca balloon", www.hallofmaat.com/modules.php?
name=Articles&file=article&sid=96; W.R. Corliss (compilación), Archeological
Anomalies: Small artifacts – bone, stone, metal artifacts, prints,
high-technology, Glen Arm, MD: Sourcebook Project, 2003, pág. 287.
2.
Arrival of the Gods, págs. 102-3.
3.
Ibid.
4.
Joe Nickell,
"The Nazca Lines revisited: creation of a full-sized duplicate", The
Skeptical Inquirer, 1983, www.onagocag.com/nazca.html.
5.
Ibid.,
pág. 43, www.legendarytimes.com.
Datación
1.
Michael E. Moseley, The
Incas and their Ancestors: The archaeology of Peru, London: Thames &
Hudson, 2001, pág. 201.
2.
The Essential Guide:
Secrets and Mysteries, the Nasca Lines, pág. 14.
3.
Ibid., pág. 21.
Propósito
1.
Linda Geddes,
"Peruvians walked their prayers into the earth", 2009,
www.newscientist.com/article/mg20126924.200-peruvians-walked-their-prayers-into-theearth.html.
2.
Rachel Baar,
"The mystery of the Nazca Lines",
www.dreamscape.com/morgana/nazca.htm; Don Proulx, "The Nasca Lines Project
(1996-2000)", wwwunix.oit.umass.edu/~proulx/Nasca_Lines_Project.html.
3.
Johan Reinhard, The
Nazca Lines: A new perspective on their origin and meaning, Lima: Editorial
Los Pinos, 2a ed., 1986, págs. 42-54.
4.
Graham Hancock y
Santha Faiia, Heaven’s Mirror: Quest for the lost civilization, London:
Michael Joseph, 1998, págs. 262-7.
5.
Corliss, Archeological
Anomalies: Small artifacts, pág. 27.
6.
John Neal, All
Done With Mirrors: An exploration of measure, proportion, ratio and number,
The Secret Academy, 2000, pág. 199.
OBSERVACIONES
Este texto es la
traducción del artículo elaborado por el investigador David Pratt (ver link) y le agradezco muchísimo a Nicolás
por haber traducido un texto tan largo pero a la vez tan interesante.
Y
las otras partes del artículo las pueden ver en:
- La misteriosa civilización inca
- La extraordinaria masonería inca
Maravilloso, lástima que lo creado por el hombre también sea destruido por él.
ResponderBorrarDonde deberíamos de poner el progreso y donde el retroceso de todo.
Hola cid en esta parte """En una versión de la leyenda, el dios creador Viracocha emergió de la Isla del Sol durante un tiempo de oscuridad y creó el sol, la luna y las estrellas, y luego formó a los humanos al dar su aliento de vida a las piedras. Primero concibió gigantes que fueran capaces de mover las enormes rocas para muchas de sus construcciones, pero más tarde se sintió insatisfecho con ellos y decidió destruirlos con una inundación para dar lugar a una raza mejor y más pequeña """ podria estar relacionado ala gran inundacion que surgio que casi la mayoria de las civilizaciones cuenta y acerca de los gigantes seria los atlantianos ¿? Muchas gracias por este capitulo saludos desde Peru :)
ResponderBorrarPodría ser ya que como tú mismo lo señalas, leyendas parecidas se encuentran en diferentes civilizaciones antiguas.
BorrarEfectivamente, yo creo que los gigantes a los que se refiere el texto son los atlantes, y la raza mejor y mas pequeña que menciona, seriamos nosotros, la raza aria.
ResponderBorrarPeyote
ResponderBorrarHola, me gusta toda esta información acerca de esto, y estoy muy interesado en aprender, pero también tengo mis dudas, y me gustaría que me enseñarás algo sobre la torre de Babel, o hicieras un estudio sobre ello y esa civilización con esa construcción que se alzaba en tiempo antaño muy alta y donde fueron confundidos muchos, de donde supuestamente salieron los idiomas, gracias.
ResponderBorrarPienso que la historia de la Torre de Babel hay que considerarla de manera simbólica y no de manera literal. Y en este capítulo pongo la explicación esotérica que se le da:
Borrar• EXPLICACIÓN ESOTÉRICA DE LA TORRE DE BABEL
http://esoterismo-guia.blogspot.com/2013/04/torre-babel-explicacion-significado.html
Realmente no se si pueda pero diría que lo que una vez fue desierto antes tuvo que haber sido algo fértil el desierto de nasca ya tiene mucho tiempo en esa condición si pasa mas tiempo estoy seguro que desapaeceran mas lineas de las que se puede ver y de las que el ojo del hombre puede ver realmente es un misterio que me causa mucho interés no se que os parezca pero aquellos que vivían por decirlo de algún modo se me escapa de la imaginación.
ResponderBorrar