LOS IMPRESIONANTES SITIOS ARQUEOLÓGICOS DE LOS ANDES



 Contenido:

   V   -  Sitios “incas”
   VI  -  Tiahuanacu
   VII -  Las figuras de Nazca



V - SITIOS “INCAS”



(Nota: el investigador David Pratt pone la palabra “incas” entre comillas porque hay argumentos para considerar que los antiguos habitantes andinos seguido edificaron sus construcciones en cimientos todavía más antiguos. Y esto es algo que la arqueología moderna repudia pero en cambio no logra explicar cómo pueblos tan rudimentarios pudieron mover y esculpir bloques tan inmensos que incluso con nuestra tecnología moderna nos costaría mucho trabajo poder igualar. Y la teosofía explica que no fueron los incas quienes construyeron esas estructuras megalíticas sino una civilización actualmente desaparecida a la que en el esoterismo se le conoce como: los atlantes.)



1. CUZCO


A menudo se afirma que la palabra Cuzco (o también Cusco, o en quechua Qosqo) y que es el nombre de la capital inca, significa “el ombligo del mundo”, aunque sería más exacto traducirlo como “la placenta del mundo” [1].

La ciudad está situada a una altitud de 3’300 m y se diseñó en la forma de un puma (que es el animal que simbolizaba a la dinastía inca).

Su “cuerpo” se extiende entre los ríos canalizados de Tullumayo y Saphimayo, y el área de la “cola” está formada por la confluencia de ambos, teniendo por nombre Pumaqchupan (que significa “cola del puma”) y en la que también existe una calle llamada Pumakurko (que significa “columna vertebral del puma”).

Huacaypata era una plaza ceremonial de la que salían cuatro caminos principales hacia cada esquina del imperio y la cual marca el “vientre” del felino, y su cabeza es el cerro de Sacsayhuamán, con las tres murallas en zigzag de la “fortaleza” que dibujan su perfil (y no sus dientes como se afirma a menudo).

Sin embargo, el nombre de Sacsayhuamán se interpreta usualmente como “halcón moteado” o “halcón satisfecho” (lo que no tiene nada que ver con un mamífero) aunque el largo perfil es más parecido al de un perro [2], lo cual es consistente con la idea de que Sacsayhuamán no fue construida por los incas y que probablemente Cuzco fue elaborada a partir de una estructura ya preexistente.


El antiguo Cuzco con la forma de un puma se encuentra sumergido dentro de la actual ciudad de Cuzco y quedan pocos vestigios de la antigua capital inca [3].

Uno de estos son los restos de lo que fue el Templo del Sol.

Cuando los españoles llegaron a Cuzco quedaron deslumbrados por su belleza y especialmente por el Templo del Sol, el cual originalmente era llamado Inti Kancha y actualmente se le conoce como Coricancha (o en quechua Qoriqancha que significa “recinto dorado”). Estaba compuesto de cuatro pequeños santuarios y un templo más grande situado alrededor de un patio central.

El templo del Sol era el lugar más importante del imperio inca y fue construido sobre un sitio sagrado aún más antiguo. El templo estaba dedicado principalmente a Viracocha (el dios creador) y a Inti (la divinidad solar) y tenía santuarios subsidiarios para la luna, Venus, las Pléyades y varias deidades del clima.

Las murallas de granito maravillosamente esculpidas del templo estaban recubiertas con más de 700 hojas de oro puro que pesaban alrededor de dos kilogramos cada una. Mientras que el espacioso patio estaba repleto de esculturas zoomorfas en tamaño real y albergaba un campo de maíz (todo fabricado del mismo metal). Los pisos también estaban cubiertos de oro sólido, y mirando al lugar del sol naciente había una enorme imagen dorada del astro rey incrustado en esmeraldas y otras piedras preciosas.


Todo este trabajo áureo fue rápidamente robado y derretido por los españoles, quienes posteriormente construyeron sobre lo que quedó de los cimientos del templo: la iglesia de Santo Domingo. Sin embargo, en el centro del Coricancha y señalando un lugar conocido como Cuzco Cara Urumi (“piedra ombligo descubierta”) existe un cofre de piedra octogonal que una vez estuvo revestido con 55 kg de oro puro [4].

El Coricancha fue dañado considerablemente por los españoles en el siglo XVII, y aunque la iglesia que construyeron encima ha sufrido varias veces fuertes daños por los terremotos que ha habido, en cambio las murallas de piedra “incas” originales y magníficamente construidas todavía permanecen en pie.



Nótese la pequeña piedra del tamaño de un dedo pulgar (el área se ha ennegrecido por haber sido tocada muchísimas veces). La piedra mantiene su forma trapezoidal en toda su extensión a través de la muralla exterior la cual tiene casi un metro de espesor [5].

Arquitectura lítica en el Coricancha.



La famosa piedra de 12 ángulos situada en la calle Hatunrumiyoc en Cuzco.



Detalle de un muro en Cuzco.






2. SACSAYHUAMÁN


Sacsayhuamán (o también Saqsaywaman) es una de las maravillas de la antigua Sudamérica y de hecho, es una de las construcciones antiguas más formidables que se encuentran en el mundo.

Ubicado en la cima de un alto cerro. Por un lado está compuesto por un complejo que se extiende a lo largo de un acantilado con una imponente vista hacia Cuzco. Mientras que del lado opuesto se alzan tres terrazas sostenidas por tres imponentes muros megalíticos de hasta 6 m de altura, hechos con bloques poligonales ciclópeos y perfectamente ensamblados, los cuales zigzaguean a través de la meseta por cerca de 400 m.



Se estima que Sacsayhuamán tiene un volumen total de piedra de más de 6’000 m3 y cada bloque tiene una forma diferente.

Los muros contienen las piedras más monumentales jamás usadas en el antiguo Perú (y en particular en la más externa de las tres murallas).

Algunas de las rocas más grandes miden:

  - 3,1 m de alto por 1,8 m de ancho.
  - 4.3 m de alto por 2.4 m de ancho,
  - 4.3 m de alto por 3.7 m de ancho,
  - 5.0 m de alto por 1.9 m de ancho,



Mientras que otras piedras tienen incluso 2.7 m de espesor y pueden exhibir hasta 12 ángulos. Y los bloques más pesados llegan hasta las 150 toneladas


E incluso existe un bloque de 8.5 m de alto con una masa estimada en 355 toneladas !!! [1]


Los españoles destruyeron muchos de los edificios interiores de Sacsayhuamán, pero sólo consiguieron demoler los tres metros superiores de los muros en zigzag, para utilizar los bloques más pequeños para sus propias edificaciones, Mientras que las gigantescas rocas que se encuentran las gradas más bajas son prácticamente inamovibles.


Algunos autores sostienen que las paredes externas en zigzag imitan la lejana cadena montañosa, o que quizás simbolizan a Illapa que es la deidad del trueno y del relámpago.

También se afirma que representa los tres niveles del cosmos andino:

  - el inframundo
  - la superficie de la tierra
  - y el cielo

Los cuales son identificados por los tres animales sagrados de los incas que son: la serpiente, el puma y el cóndor respectivamente [2].



Se emplearon varios tipos de roca para edificar las murallas externas, incluyendo enormes bloques de diorita procedente de las cercanías, y también caliza de Yucay traída desde más de 15 km para los cimientos, y también un tipo de andesita negra para los edificios interiores, la cual fue transportada desde 30 km de distancia.

Y aunque los bloques gigantescos fueron ensamblados con un grado impresionante de exactitud, sus superficies externas se dejaron toscas deliberadamente y muchas muestran extrañas huellas de “rasguños” por lo que parecen estar sin terminar.

De esta forma, se aprecia un gran contraste entre los lados pulidos a la perfección (ocultos) que calzan ininterrumpidamente, y las caras más toscas del exterior, quizás simbolizando al espíritu y a la materia respectivamente.



El escritor Garcilaso de la Vega describió a la fortaleza de Sacsayhuamán como “la obra mayor y más soberbia construida por los incas”.

« La obra mayor y más soberbia que mandaron hacer para mostrar su poder y majestad, fue la fortaleza que se encuentra a lado de la ciudad de Cuzco, y cuyas grandezas son increíbles a quien no las haya todavía visto, y al que ya las haya visto y mirado con atención le hacen imaginar (y aun creer) que son hechas por vía de encantamiento, y que las hicieron demonios y no hombres, porque la multitud de las piedras, tantas y tan grandes, como las que hay puestas en las tres cercas (que más son peñas que piedra) causa admiración imaginar cómo las pudieron cortar de las canteras de donde las sacaron, porque los incas no tuvieron ni hierro ni acero para cortarlas ni tampoco para labrarlas. » [3]

Sin embargo y en vista de la gran variedad de objetos sagrados y rituales hallados en Sacsayhuamán, en la actualidad se lo considera más un centro ceremonial que una fortaleza.

Y el escritor Garcilaso de la Vega también relató que sólo los miembros de la realeza podían ingresar al complejo sacrosanto, porque esta era una casa dedicada al sol, y también aseveró que su edificación fue iniciada bajo el reinado de Pachacútec (muerto en torno al año 1471) o de su hijo Yupanqui, y que tardaron 50 años para completarlo [4].

Y el historiador Cieza de León pensaba que habrían participado unos 20’000 hombres en su construcción: 4’000 que cortaban rocas en las canteras, 6’000 que las arrastraban en rodados de madera hacia el sitio, y otros 10’000 que terminaban los bloques y los calzaban.

Pero el cronista Pedro Sancho de la Hoz sostuvo que los habitantes le dijeron que Sacsayhuamán fue construido por el hombre que fundó Cuzco y que vino desde el Contisuyu (la región suroeste del imperio) en dirección al Océano Pacífico [5].


La idea de que el Templo en Sacsayhuamán fue construido en su totalidad hace sólo unos pocos de cientos de años atrás usando nada más que herramientas primitivas, es tan incongruente que sólo un arqueólogo intransigente podría defender esa hipótesis.

No se han dejado registros que describan cuándo y cómo fue construido, pues únicamente hay deducciones hechas por los escritores posteriores, y como ya se sabe: las murallas externas podrían tener cientos de miles de años de antigüedad. Por lo que los incas pueden haber solamente reparado las secciones superiores de los muros zigzagueantes y construido las estructuras menores dentro de las paredes.

El ingeniero civil Carlos Fernández-Baca Tupayachi considera que las murallas megalíticas datan de una era mucho más remota de la que se considera oficialmente, y sugirió que los bloques fueron realizados al rellenar moldes con piezas líticas suavizadas, y que dichos moldes consistían en marcos de madera con pieles de animales extendidas sobre ellos.

En su opinión, las marcas circulares y rectangulares en la cara de las piedras se produjeron cuando los bloques estaban aún en estado plástico. Y también indica que hay que prestar atención a las señales que apuntarían a burbujas de aire que quedaron atrapadas en los bloques durante el proceso de manufacturación, y en particular a un bloque con una cavidad en la que se inserta una piedra más pequeña [6].


En la cumbre aplanada del cerro situada dentro de los muros existían varios edificios de sillar fino, incluyendo la torre circular de Muyu Marca y otras dos rectangulares, pero de las cuales hoy sólo permanecen sus cimientos.


Muyu Marca tenía 30 m de alto y tres murallas concéntricas, de las que la pared exterior medía 24 m de diámetro. Este sitio fue construido como residencia imperial y se cuenta que también estaba cubierta con láminas de oro y además gozaba de un constante suministro de agua fresca canalizada mediante un elaborado sistema de canales de piedra finamente trabajada desde un acueducto subterráneo que conducía a un manantial a tres kilómetros de distancia. Y según Garcilaso, las torres estaban conectadas una con otra por túneles subterráneos (“chincanas”).


Algunos escritores piensan que Muyu Marca pudo haber tenido un parecido muy significativo con la estructura de Poseidonis tal como la describe Platón.


Opuesto a las tres murallas de Sacsayhuamán, se ubica un gran afloramiento de diorita volcánica conocido como el Rodadero (o "lugar de deslizamiento") parte del cual está desgarrado con profundas estriaciones glaciales que actualmente sirven como toboganes, y tiene sectores que están intrincadamente esculpidos en forma de escaleras, banquillos y tronos.


El Rodadero.



Toboganes



“Banquillos” cuidadosamente cortados en la roca sólida.

Y sería interesante ver al arquitecto Jean-Pierre Protzen intentando emular este extraordinario trabajo con su técnica de machacado, la cual según él fue la que se utilizó para moldear las rocas.






3. KENKO


Kenko (o Qenko, derivado de un vocablo quechua que quiere decir “laberinto” o “zigzag”) se localiza a 1.5 km al este de Sacsayhuamán y consiste en formaciones de caliza seriamente erosionadas y esculpidas con una gran variedad de escalones y terrazas, estrechos canales en zigzag y figuras de animales tales como un puma, un cóndor y una llama. Y también contiene cuevas, túneles, escaleras y nichos.

En la base y rodeado por un muro elíptico de baja altura, se sitúa un monolito dentado de 4 m de alto, un poco parecido al “heelstone” de Stonehenge.



En tiempos de los incas, se celebraba un festival anual en que los sacerdotes derramaban sangre de llama sacrificada contenida en un cuenco sobre la cumbre serpenteante del canal principal, que también corría en zigzag. Si la sangre fluía por la bifurcación de la izquierda, era un mal presagio para la fertilidad del año venidero, pero si rezumaba a lo largo del canal y hacia las rocas de más abajo, era considerado como buen augurio.


Canal ritual en zigzag.

Kenko comparte algunos rasgos con el Rodadero. En el primero, las rocas configuradas a más pequeña escala incluyen el monolito Sayhuite, una piedra que presenta más de 200 figuras geométricas y zoomorfas que se ubica cerca del pueblo de Abancay.


También existe otra piedra esculpida en el pueblo de Concacha, cerca de Abancay. Y también existen estructuras similares en donde se labraron las rocas en otras partes del mundo como son por ejemplo las cavernas, las plataformas y las escaleras esculpidas de Udayagiri/Khandagiri cerca de Bhuvaneswar en la India. [1].



Y el enorme monumento submarino fuera de la costa de Yonaguni, en la más austral de las islas japonesas de Ryukyu [2].








4. TAMBO MACHAY


Tambo Machay es un sitio para baños rituales, el cual consiste en enormes muros de piedra adornados con elegantes nichos y tiene una serie de cascadas de agua proveniente de canales ocultos al interior de la estructura.


Detalle del impecable trabajo en piedra [1].






5. PISAC


La ciudadela en ruinas de Pisac. El Templo del Sol está construido alrededor de un afloramiento volcánico transformado en un intihuatana o “lugar para atar al sol”. Y los ángulos de su base sugieren que sirvió para alguna función astronómica.






6. OLLANTAYTAMBO

Ollantaytambo, localizado a 50 km de Macchu Picchu en el extremo norte del Valle Sagrado, comprende una propiedad real, un centro ceremonial y un pueblo distribuido en forma de malla. El centro ceremonial comúnmente se le conoce como “la fortaleza” y adopta la forma de un vasto “anfiteatro” de andenería que se extiende en una ladera cóncava y empinada a una cresta plana a 80 m de altura.

Una serie de escaleras conducen a la cima del complejo de terrazas, donde el sitio se divide en tres áreas principales: el sector sur del templo (izquierda), el sector central directamente en frente de las terrazas y el sector norte funerario (derecha).


Las terrazas de Pumatallis, las cuales se encuentran circundadas por flancos de roca al sur y al norte, formando un magnifico “anfiteatro”.

La destacada mampostería de rocas poligonales cortadas en el sector del templo contrasta con los edificios de los otros dos sectores, que están hechos en piedra bruta y mortero. La sección del templo tiene su acceso a través de una escalera que termina en una terraza con el Muro de la Puerta Inconclusa y en el Recinto de los Diez Nichos (el cual consta de una habitación).

Tras ellos hay un espacio abierto con la Plataforma del Sillón Esculpido y dos paredes monumentales sin terminar (la Primera y Segunda Murallas). Más arriba se ubica la principal estructura de todo el sector, el Templo del Sol, una edificación inconclusa de la que destaca el Muro de los Seis Monolitos, considerado “la joya de Ollantaytambo”.

Las estructuras inconclusas en el Templo del Cerro y los numerosos bloques de piedra abandonados (algunos pesando unas 100 toneladas) indican que la construcción estaba aún en progreso durante la época en que se desalojó el sitio. Y claramente ciertos bloques han sido removidos de otras murallas terminadas, demostrando que estaba teniendo lugar una gran reconstrucción.

Los incas usaron Ollantaytambo como fuerte para proteger la entrada a Cuzco desde el valle de Urubamba, pero no hay razón para creer que el complejo en su totalidad haya sido construido por ellos en el siglo XV, pues es mucho más probable que, y al igual que con Sacsayhuamán, los incas solamente remodelaran y agregaran secciones a las obras que ya existían en ese lugar.


El Muro de la Puerta Inconclusa, adyacente al Recinto de los Diez Nichos.



El Recinto de los Diez Nichos.



Parte del Recinto de los Diez Nichos.



Detalle del Muro de la Puerta Inconclusa.



El Muro de los Seis Monolitos (pared sureste del Templo del Sol).

La piedra de mayor tamaño en el Muro de los Seis Monolitos tiene cerca de 4.3 m de alto por 2.1 m de ancho y 1.8 m de espesor y pesa alrededor de 50 toneladas. Los monolitos están unidos con estrechas piedras laminadas, lo cual es un estilo que no se encuentra en ninguna otra parte del imperio inca y una gran parte de su superficie presenta un pulido muy fino, como también una variedad de picaportes, protuberancias, marcas de trabajo e indentaciones.

El motivo escalonado que aparece en bajorrelieve de una de las piedras se encuentra ampliamente difundido en Tiwanaku, pero no así en el área de Cuzco. Y curiosamente en Egipto se usó el mismo motivo como jeroglífico y símbolo para la piedra Benben, el emblema de la vida inmortal.


Las otras murallas del Templo del Sol están toscamente construidas con bloques reciclados, y los amplios espacios están rellenados con trabajo de escombros.

En Ollantaytambo se utilizó una asombrosa variedad de rocas como riolita, riolita de toba volcánica, riolita breccia, andesita, andesita fuertemente alterada, piedra caliza e ignimbrita.

La riolita rosada (porfirio o granito rojo), una roca ígnea muy dura, fue empleada en el Templo del Sol y en la Primera y Segunda Murallas, mientras que la riolita volcánica se destinó para construir los muros de piedra cortada de la terraza y el Recinto de los Diez Nichos. Entretanto, la riolita rosada se trajo desde las canteras de Kachiqhata, a unos 5 km de distancia, pero aún no se ha identificado el origen de los tipos restantes.

Los bloques de Kachiqhata tuvieron que ser traídos desde la parte inferior del escarpado flanco de la cantera, bajando por un cañón de pared vertical y luego llevados a través del río y colocados en su posición actual.

En 1996, un grupo de arqueólogos intentó demostrar cómo se hizo este procedimiento con una piedra relativamente débil de una tonelada que resbaló de las cuerdas que la sostenían cerro abajo camino de la cantera y rodó hasta el río. El equipo consiguió arrastrarla sobre los adoquines en el fondo del río de poca profundidad, pero entonces la abandonaron en el agua, declarando que habían demostrado la manera en que fueron transportados los bloques [1].

Como se mencionó anteriormente, las cavidades en T para las grapas de metal en I se encuentran en varios de los bloques en Ollantaytambo. Y las grandes piezas líticas desprendidas halladas en el Coricancha muestran moldes en forma de T, doble T y U para ganchos metálicos, y el mismo método también fue usado en Tiwanaku.

El arquitecto Jean-Pierre Protzen puntualiza que bajo una rústica muralla de Ollantaytambo hay una fila de cuatro rocas de andesita verde y fuertemente alterada, con caras perfectamente planas y de igual altura sobre un cimiento de piedras similares y pulcramente recubiertas, lo cual no encaja con el estilo normal inca, pero sí muestra un asombroso parecido con la mampostería de la pirámide Akapana en Tiwanaku [2].






7. MACCHU PICCHU


La impresionante ciudadela de Macchu Picchu se extiende en una cresta estrecha a 2’450 m sobre el nivel del mar, entre las montañas de Macchu Picchu ("picacho viejo") y Huanyna Picchu ("picacho joven"), y tiene vista al río Urubamba que corre 450 m más abajo.

Supuestamente, Macchu Picchu fue construida por órdenes del inca Pachacuti como retiro real y centro sagrado, comenzando en torno al año 1450 d. de C., y menos de 100 años después fue abandonada en tiempos de la conquista española antes que las obras estuviesen terminadas. Aunque sólo se ubica a unos 75 km de Cuzco, la remota e inaccesible locación nunca fue descubierta por los españoles.

El sitio permaneció olvidado por muchos siglos, conocido sólo para los lugareños, hasta que fue redescubierta en 1911 por el explorador norteamericano Hiram Bingham, quien pasó los siguientes años rescatándola de la selva.


La citadela de Macchu Picchu, con el Huayna Picchu al fondo.

Las construcciones están hechas de granito gris-blanco regional, y la calidad del trabajo lítico varía considerablemente, lo que no se debe necesariamente a que las edificaciones sagradas siempre tengan una mayor elaboración que las de tipo residencial o más mundano. Los bloques megalíticos más grandes y el trabajo de mayor finura siempre se localizan en los niveles más bajos de las construcciones, y como en otros sitios, ciertas estructuras o partes de ellas indudablemente son anteriores a los incas.



Diferentes estilos de mampostería.



El exquisito mosaico en el Muro de los Artesanos.



Mampostería ciclópea.



Una enorme pieza lítica en la Sacristía y otro bloque poligonal tiene 32 ángulos.


El sistema para el manejo del agua en Macchu Picchu es una obra maestra. Existe una fuente natural cuyo rendimiento está aumentado por una muralla de piedra permeable cuidadosamente diseñada y construida que se sitúa al interior de la escarpada ladera.

Los ingenieros construyeron un canal de 749 m de largo (comúnmente de 4 a 5 pulgadas en tamaño) y capaz de llevar 300 litros por minuto a Macchu Picchu en un gradiente relativamente estable de un 3%.

Si la pendiente hubiera sido demasiado escarpada, el agua habría saltado fuera del canal, y si el conducto fuera muy poco profundo, el agua fluiría más lentamente a la primera de las 16 fuentes expertamente diseñadas.

Y el sistema de drenaje es otro impresionante rasgo de ingeniería y se estima que un 60% del trabajo de construcción en Macchu Picchu fue subterráneo, incluyendo los drenajes y las bases para los cientos de murallas requeridas para crear espacios planos y construibles [1].


El primer manantial y situado a más altura, magníficamente construido.


Más de 100 tramos de empinados escalones de piedra, a menudo esculpidos en un solo bloque de granito, conectan palacios, templos, almacenes y terrazas.

El trabajo en piedra más fino se halla en el Distrito Sagrado. El Templo del Sol (o Torreón) es un edificio en forma de torre semicircular, cuyos escalones esculpidos y bloques líticos suavemente unidos calzan prolijamente en el relieve de un canto rodado natural que servía como una especie de altar.

Una ventana provee vistas del amanecer en el solsticio de junio y la constelación de las Pléyades. Además, bajo el templo existe una caverna conocida como la Tumba Real, que exhibe más labor en piedra e igualmente espléndida.



El Templo del Sol [2].



La “Tumba Real”.



El Templo de las Tres Ventanas. Nótese la mampostería inferior en la cima de los bloques megalíticos.



El Templo Principal. La muralla este (derecha) ha cedido, causando que se inclinara hacia fuera y empujando con ella parte del muro trasero [3].

Desde el Templo Principal una escalera de piedra conduce a la cumbre del montículo piramidal central, coronado por el intihuatana (“lugar donde se ata al sol”) y esculpido fuera de la roca firme. Y aunque muestra alineamientos solares con los equinoccios y solsticios cuando se empleaba como punto de avizoramiento hacia las montañas distantes, no constituye en absoluto un proyector de sombras ideal o un lugar de vigilancia.

En su base hay representaciones esculpidas de las cuatro principales constelaciones que se cree regían las cuatro esquinas del imperio inca: la Cruz del Sur, el Triángulo estival, los brillantes “ojos estelares” en la constelación de la nube oscura en la Vía Láctea (conocidas por los incas como la “Llama”) y las Pléyades [4].


La intihuatana. En el año 2000 una grúa cayó sobre ella durante la filmación de un comercial de cerveza y rompió un fragmento de roca.



El Templo de la Luna, localizado en una gruta a 400 m bajo la cumbre del Huayna Picchu [5].






8. RAQCHI


Templo de Viracocha en Raqchi, a medio camino entre Cuzco y Juliaca. El muro central tiene 92 m de largo y 12 m de alto, aunque solía ser de mayor envergadura. La parte inferior está hecha de andesita y la parte superior de adobe. El templo tenía un ancho de 25.5 m [1].






10. SILLUSTANI Y CUTIMBO

Las chullpas (o chulpas), comúnmente descritas como torres sepulcrales o de enterramiento para los nobles y sus familias, se encuentran a través del altiplano en Perú y Bolivia y muchas son atribuidas al pueblo aymara  [1].

Estas torres pueden ser cilíndricas o rectangulares, altas o bajas, y elaboradas en piedra o adobe. El grueso de las estructuras es sólido, y tienen pequeñas entradas de cara al este, hacia el lugar del sol naciente. Se encontraron cuerpos de adultos y niños en muchas de las chullpas, usualmente en posición fetal, y algunos piensan que las torres comenzaron a construirse alrededor del año 1000 d. de C. y que su utilización continuó durante la ocupación inca en los años 1400 d. de C.

Varias de estas tumbas han sido dinamitadas por saqueadores, mientras que otras fueron dejadas sin terminar. Es interesante destacar que también se encuentran estructuras similares (llamadas "tupas") en la Isla de Pascua [2].


Chullpa en Macaya, Bolivia.



Chullpa en Sillustani, Perú.

Sillustani es un sitio con vista al lago Umayo a unos 35 km al noroeste de Puno, un pueblo en las costas del lago Titicaca. En este sitio no hay solamente chullpas de aspecto tosco como en la figura anterior, sino también varias otras que exhiben una destacada mampostería. Ciegamente, los principales arqueólogos asignan la totalidad de ellas a los kollas, una tribu aymara que pobló el sitio.


La Torre del Lagarto en Sillustani de 12 m de alto. En una de las piedras se ve un lagarto esculpido, símbolo de la regeneración (ver foto siguiente).


Acercamientos de los bloques de andesita minuciosamente cortados.



Otra torre en Sillustani.


Entradas de cara al este [3].



Estas dos chullpas se encuentran en el sitio de Cutimbo, a unos 30 km al suroeste de Puno. Nótese la mampostería poligonal [4].


Es interesante establecer una comparación con las numerosas torres cilíndricas de Irlanda, que son más altas (de 18 a 40 m) y contienen dos o más pisos con ventanas. La porción más baja es de mampostería sólida, y la puerta de cara al este se alza hasta 5 metros sobre el suelo, a menudo sólo accesible por una escalera.

Se piensa que las torres fueron construidas entre los siglos IX y XII, principalmente para funcionar como campanario de una iglesia o monasterio vecinos [5].

Pero por otro lado, Helena P. Blavatsky [6] dice que, aunque más tarde consideradas como símbolos fálicos, eran originalmente lugares sagrados de iniciación, y que esto también se aplica, por ejemplo, a ciertas torres en Asia y a los “nuraghes” de Cerdeña, de los cuales el más antiguo data oficialmente del año 3500 a. de C.


Torre cilíndrica y patio circundante en Turlough, Count Mayo, Irlanda.



Nuraghe Losa, Cerdeña [7].



Otro nuraghe [8].






11. TÚNELES

Hablando acerca de las tres torres que solían existir en Sacsayhuamán, Garcilaso de la Vega escribe:

« Debajo de los torreones se encontraba labrado otro tanto debajo de tierra como encima. Y pasaban las bóvedas de un torreón a otro, por las cuales se comunicaban los torreones también por abajo como por cima.

En aquellos soterraños mostraron grande artificio; estaban labrados con tantas calles y callejas, que cruzaban de una parte a otra con vueltas y revueltas, y tantas puertas, unas en contra de otras, y todas de un tamaño, que a poco trecho que entraban en el laberinto perdían el tino y no acertaban a salir, y aun los muy hábiles no usaban entrar sin guía, la cual había de ser un ovillo de hilo grueso que al entrar dejaban atado a la puerta para salir guiándose por él.

Bien muchacho, con otros de mi edad, subí muchas veces a la fortaleza, y con estar ya arruinado todo el edificio pulido (digo lo que estaba sobre la tierra, y aun mucho de los que estaba debajo) no osábamos entrar en algunos pedazos de aquellas bóvedas que habían quedado, sino hasta donde alcanzaba la luz del sol, para no perdernos dentro, según el miedo que los indios nos ponían.

No supieron hacer bóvedas de arco. Yendo labrando las paredes, dejaban para los soterraños unos canecillos de piedra, sobre los cuales echaban en lugar de vigas piedras largas, labradas a todas seis haces, muy ajustadas, que alcanzaban de una pared a otra. » [1]


Hay varias entradas a túneles en lugares como Sacsayhuamán y Kenko, pero tienden a estar bloqueados después de recorrer 5 ó 10 m. Y existen antiguos relatos sobre túneles que estaban conectados con el Coricancha y otros sitios, y se habla de fabulosas cantidades de oro “inca” que todavía permanecen escondidas bajo tierra.

Se cuenta que en el siglo XVII un equipo pasó varios días bajo Cuzco buscando un tesoro, y supuestamente sólo un miembro salió vivo desde una abertura bajo el altar principal de la iglesia de Santo Domingo, en el sitio del Coricancha, llevando una espiga de maíz hecha de oro. Y en 2000, investigadores que usaban un radar penetrante de tierra localizaron una cavidad de 2 m de ancho a unos 4 ó 5 m bajo el altar [2].

Además, se cuenta la historia de que luego de recibir el rescate de Atahualpa, Francisco Pizarro aún no estaba satisfecho con el botín y supo que las riquezas acumuladas de Perú estaban ocultas en un túnel subterráneo y amenazó con asesinar a Atahualpa a menos que la localización le fuera revelada.

Entonces el sumo sacerdote le mostró a la reina por medio de un mágico “espejo negro” que su esposo sería asesinado sin importar si ella divulgaba o no el secreto. Al saber esto, la reina dio la orden de cerrar la entrada al túnel, que era una puerta labrada en el muro rocoso de un abismo que fue rellenado con piedras, y se cubrió la superficie para ocultar los rastros del trabajo.

Después de que su esposo fuera ejecutado, la reina se suicidó. Los incas entonces enterraron otro tesoro que estaba justo en camino de Pizarro, y según Cieza de León, este se encuentra ahora perdido en las entrañas de la tierra [3].


Túneles cerca de Sacsayhuamán [4].



Entrada de un túnel en ruinas justo al norte de Cuzco [5].

En casi todos los continentes existen leyendas sobre redes de túneles y cavernas a mucha profundidad, tanto naturales como artificiales, y algunos de ellos se extenderían por cientos de kilómetros. Se dice que en Sudamérica se prolongan desde Colombia en el norte a través de Perú y Chile al sur, y a la jungla amazónica en el este. El gran terremoto de Lima en 1972 dejó al descubierto varios túneles bajo la ciudad, pero la exploración se vio impedida por colapso de los techos [6].

Helena Blavatsky menciona de un inmenso túnel que va de Cuzco a Lima y luego se extiende por el sur hacia el norte de Chile (que en la época de Blavatsky era parte de Bolivia). Y narra que un anciano peruano le contó que se almacenaba un fabuloso tesoro inca en una gran cámara subterránea cerca del pueblo costero de Arica, el cual fue una vez parte de Perú y ahora se sitúa en el extremo norte de Chile. Mientras que en otros sectores del sistema de túneles aún se esconderían tesoros más pequeños [7].

Petronio Jaramillo, un ecuatoriano que en 1946 tenía 16 años, fue llevado a una biblioteca subterránea por su tío, quien convivía amistosamente con los indígenas shuar, y Jaramillo afirmaba haber estado en esa red de cavernas al menos una vez después del primer ingreso.

En esa ocasión él pudo apreciar una biblioteca consistente en miles y grandes libros de metal apilados en estantes, cada uno con un peso promedio de unos 20 kg.

Cada página estaba impresa en una cara con ideogramas, diseños geométricos e inscripciones. Y había también una segunda biblioteca que almacenaba tablas pequeñas, duras, suaves y traslúcidas (que parecían ser de cristal) y grabadas con canales paralelos incrustados, apilados en estantes inclinados cuyas unidades estaban recubiertas en hojas de oro.

También vio estatuas humanas y zoomórficas (algunas en plintos de pesadas columnas) y también barras de metal de diferentes formas y algo que parecían puertas selladas y que posiblemente eran tumbas, las cuales estaban cubiertas en mezclas de piedras coloridas y semipreciosas. También vio un gran sarcófago esculpido en un material duro y traslúcido, el cual contenía el esqueleto de un gran ser humano cubierto en hojas de oro. En síntesis, había ahí un increíble tesoro ocultado en preparación de algún desastre venidero [8].

En las décadas que siguieron, Jaramillo habló de las bibliotecas con varias personas, pero sin divulgar la localización exacta ni mostrar alguna evidencia fotográfica o física para respaldar sus aseveraciones.

En 1991, Stan Hall lo encontró y comenzaron a hacer planes para montar una expedición, pero Jaramillo fue asesinado por ladrones en 1998.

Se piensa que las bibliotecas están situadas en el sistema de cavernas de los Tayos, cerca del río Pastaza, y en 2005 Hall informó al gobierno ecuatoriano de la localización del sitio que mejor se ajustaba a la descripción de Jaramillo:

     -  77°47'34" O, y 1°56'00" S.

Y aquí termina la historia... por ahora.


Stan Hall cerca de la entrada a un sistema de cavernas que puede incluir las bibliotecas [9].





Referencias

 Cuzco

1.    Hugh Thomson, The White Rock: An exploration of the Inca heartland, Woodstock & New York: Overlook, 2001, pág. 202.
2.    Carlos Fernández-Baca Tupayachi, El Otro Saqsaywamán: La historia no contada, Lima: DFBS, 2000, págs. 61-75.
3.    www.arqueologiadelperu.com.ar/qosqo.htm.
4.    "Church of Santo Domingo and Coricancha temple", www.sacredsites.com/americas/peru/santo_domingo.html.
5.    http://members.cox.net/ancient-sites/inca/day6_Cuzco.htm.

 Sacsayhuamán

1.   Garcilaso de la Vega, Primera parte de los Reales Comentarios de los Incas (volumen 2), New York: Burt Franklin, 1869-71, 2:310-11; John Hemming, The Conquest of the Incas, London: Macmillan, 1993, pág. 91.
2.   "Sacsayhuaman", www.world-mysteries.com/mpl_9.htm.
3.   Primera parte de los Reales Comentarios de los Incas, 2:305.
4.   Ibid., 2:318.
5.   El Otro Saqsaywamán, pags. 166-7.
6.   Ibid., págs. 31, 175-9, 184-6.

 Kenko

1.    http://static.panoramio.com/photos/original/3424229.jpg; http://orissa.info/photo_gallery/monuments/hills_at_khandagiri_-_udaya.html.
2.    W.R. Corliss (compilación), Ancient Infrastructure: Remarkable roads, mines, walls, mounds, stone circles, Glen Arm, MD: Sourcebook Project, 1999, págs. 309-11; Graeme R. Kearsley, Inca Origins: Asian influences in early South America in myth, migration and history, London: Yelsraek Publishing, 2003, págs. 219-20.

 Tambo Machay

1.   http://members.cox.net/ancient-sites/inca/day6_Cuzco.htm.

 Ollantaytambo

1.   "Science Frontiers", no. 142, 2002, pág. 1.
2.   Jean-Pierre Protzen, Inca Architecture and Construction at Ollantaytambo, New York: Oxford University Press, 1993, págs. 89-90,259.

 Machu Picchu

1.   R.M. Wright y A. Valencia Zegarra, The Machu Picchu Guidebook, Boulder, CO: Johnson Books, 2004, págs. 106-11.
2.   http://static.panoramio.com/photos/original/5910735.jpg; www.imagesofanthropology.com/images/The_sun_temple_at_Machu_Picchu.jpg.
3.   www.worldisround.com/photos/28/284/286_o.jpg.
4.   Graham Hancock y Santha Faiia, Heaven’s Mirror: Quest for the lost civilization, London: Michael Joseph, 1998, pág. 293.
5.   www.inkas.com/tours/cuzco_machu_picchu/santillan_photos.html.

 Raqchi

1.   www.delange.org/Raqchi/Dsc01218.jpg

 Sillustani y Cutimbo

1.   W.R. Corliss (compilación), Ancient Structures: Remarkable pyramids, forts, towers, stone chambers, cities, complexes, Glen Arm, MD: Sourcebook Project, 2001, págs. 265-7.
2.   "Easter Island: land of mystery", sección 3, http://davidpratt.info.
3.   www.delange.org/Sillustani/Sillustani.htm.
4.   http://inkasnews.files.wordpress.com/2007/11/chullpa-mayor-y-cilindrica.jpg; www.bylandwaterandair.com/zz_peru04/peruphoto/04040501.php.
5.   "Irish round tower", http://en.wikipedia.org/wiki/Irish_round_tower; "Irish round towers", www.roundtowers.org.
6.   H.P. Blavatsky Collected Writings, TPH, 1950-91, 14:281-2.
7.   "Nuraghe", http://en.wikipedia.org/wiki/Nuraghes.
8.   http://mysardinia.com/19/sardinia%E2%80%99s-stronghold.

 Túneles

1.    Garcilaso de la Vega, Primera parte de los Reales Comentarios de los Incas, 2:314.
2.    Philip Coppens, "As we walked through the tunnels of gold ...", www.bibliotecapleyades.net/arqueologia/esp_akakor02.htm; Enrico Mattievich, Journey to the Mythological Inferno: America’s discovery by the ancient Greeks, Denver, CO: Rogem Press, 2010, págs. 171-2.
3.    H.P. Blavatsky, Isis Sin Velo, TUP, 1972 (1877), 1:596-7; Harold T. Wilkins, Mysteries of Ancient South America, Kempton, IL: Adventures Unlimited Press, 2005 (1947), págs. 157-61.
4.   www.flickr.com/photos/zenman/2762544090; www.flickr.com/photos/8825235@N02/2977493788.
5.   www.flickr.com/photos/mythousandwords/3905239000.
6.    David Hatcher Childress, Lost Cities and Ancient Mysteries of South America, Kempton, IL: Adventures Unlimited, 1986, págs. 63-7, 72, 172-5; David Hatcher Childress, Lost Cities of North & Central America, Kempton, IL: Adventures Unlimited Press, 1992, págs. 83-4, 200-1, 213-4, 256-7, 302-3, 316-20, 390-1; David Hatcher Childress, "Subterranean tunnels and the hollow earth", World Explorer, vol. 2, no. 3, 1998, www.bibliotecapleyades.net/sociopolitica/esp_sociopol_underground14.htm.
7.    Isis sin Velo, 1:546-7, 595-8; Blavatsky Collected Writings, 2:339-43, y diagrama frente a pág. 336; Mysteries of Ancient South America, págs. 167-73.
8.    Philip Coppens, "The quest for the metal library", Nexus, junio-julio de 2006, www.philipcoppens.com/metal_libr.html.
9.    "Metal library", www.goldlibrary.com/Metal_Library.html.








VI  -  TIWANAKU


El lago Titicaca yace en la cuenca del altiplano entre los Andes orientales y occidentales, en el límite de Perú y Bolivia y a 3’812 m sobre el nivel del mar. Además debido a su longitud máxima de 190 km, es considerado el lago más grande de Sudamérica.

Ciertas secciones de los Andes se hallaban a nivel del mar en el Cretácico (145 a 65 millones de años atrás*), e incluso hasta el Mioceno (que comenzó hace 23 millones de años*), luego de lo cual la orogénesis procedió de manera intermitente y cuya mayor actividad ocurrió durante el Plioceno y Pleistoceno, es decir, en los últimos 5,3 millones de años*.

Se cree que en el Pleistoceno dicha elevación se prolongó por varios cientos de metros, contradiciendo así la teoría principal de que los Andes se levantaron por subducción de la "placa" del Pacífico bajo la sudamericana, ya que se supone que dicho proceso continuó sin variaciones a lo largo de los pasados 200 millones de años [1].

(* Para las fechas teosóficas correspondientes, ver link.)

Hace unos dos mil años el nivel del agua en el Titicaca era unos 30 m más alto que hoy y se extendía hasta el borde de la antigua ciudad de Tiwanaku, aunque durante los últimos 100’000 años ha tenido más de 100 m sobre su nivel actual y también niveles mucho más bajos, ya que se han encontrado varias ruinas y artefactos en el lago a profundidades de hasta 70 m o más, incluyendo un ídolo dorado de 30 kg, múltiples vasijas, un templo de 200 m de largo y 50 m de ancho, una terraza para cultivos, un camino pre-inca, y un muro de contención de 800 m de largo. Se piensa que podrían estar asociados con la cultura Chiripa, y que datan de entre el año 2000 al año 1500 a. de C [2].

Todas las civilizaciones andinas creían que el lago Titicaca es el lugar legendario de la Creación. En una versión de la leyenda, el dios creador Viracocha emergió de la Isla del Sol durante un tiempo de oscuridad y creó el sol, la luna y las estrellas, y luego formó a los humanos al dar su aliento de vida a las piedras. Primero concibió gigantes que fueran capaces de mover las enormes rocas para muchas de sus construcciones, pero más tarde se sintió insatisfecho con ellos y decidió destruirlos con una inundación para dar lugar a una raza mejor y más pequeña [3].

Las ruinas de Tiwanaku (o también Tiahuanaco) están situadas a 21 km al noreste del lago Titicaca, en la actual Bolivia. Y un nombre más antiguo para Tiwanaku fue Taypikala, el cual es un término aymara que significa “piedra en el centro” debido a que los nativos consideraban que la ciudad se hallaba en el centro del mundo y creían que fue repoblado desde allí luego del diluvio.

Entre el año 300 a. de C. y el año 300 d. de C., Tiwanaku se convirtió en el principal centro ritual y administrativo de la cuenca del Titicaca, y dado que se ubica a 3’850 m sobre el nivel del mar, fue el asentamiento urbano más alto del mundo antiguo.

En su apogeo se cree que la ciudad tuvo una población de 30 a 40 mil habitantes y la ciudad estaba gobernada por la élite de los guerreros, quienes detentaban cargos políticos y religiosos. Inmediatamente después de ellos había una clase media de artesanos y otra inferior de granjeros, pastores y pescadores. Los especialistas suponen además que se llevaron a cabo grandes proyectos de construcción de tipo arquitectónico y agrario en Tiwanaku desde los años 100 a 700 d. de C.

En torno al año 400 d. de C., Tiwanaku se convirtió en un Estado invasor y su imperio se expandió hasta cubrir casi la mitad de la actual Bolivia, la parte sur de Perú, el noroeste de Argentina y casi la mitad de Chile. Pero no obstante toda esa gloria, Tiwanaku comenzó a declinar después del año 1000 d. de C., principalmente debido a prolongadas sequías y así la metrópoli colapsó poco tiempo después.

Los mayores edificios sufrieron una seria destrucción, aunque algunos más tarde fueron reparados, pero en una forma desordenada y poco hábil. Más tarde, los incas tomaron el control del área en torno al año 1450 y los conquistadores españoles en el año 1532, y quienes trajeron consigo el flagelo de las enfermedades contagiosas (viruela y sarampión) contra las que los nativos no tenían resistencia, y los que sobrevivieron los enviaron a trabajar en las mortales minas de plata de Potosí del sur boliviano. Se estima que en algunas partes del altiplano más del 90% de la población indígena fue eliminada durante los 50 años de la conquista española.

A pesar de su clima severo y árido, en la antigüedad la región del lago Titicaca pudo haber albergado poblaciones humanas de 20 a 30 veces más grandes que en la actualidad, gracias al sofisticado sistema de agricultura de campo levantado.

Los campos elevados o “camellones” tienen más de 1 m de alto, 5 a 10 m de ancho y hasta 200 m de largo, que consisten en una capa basal de arcilla impermeable, otra de gravilla áspera, otra de gravilla fina y finalmente la tierra cultivable. Y los campos estaban separados por una red de canales que proveían humedad para los cultivos y recibían suficiente calor por el día para proteger las plantaciones de la congelación durante las noches extremadamente frías.

En el fondo de dichos canales se formaba un rico fango de deposiciones de patos, algas descompuestas y remanentes de peces que se usaba como fertilizante. Los campos y canales cubrían casi 50 km2, y al crear este sistema los antiguos ingenieros enderezaron el río Catari y lo trasladaron 1.5 km al este, pero aunque se dice que la cultura Tiwanaku de los últimos 2’000 años concibió el sistema de campos levantados, sigue siendo sólo una suposición.

Los experimentos han demostrado que los campos levantados eran significativamente mejores que los comunes, incluyendo aquellos tratados con fertilizantes o pesticidas. Por ejemplo, los campos de papas rendían casi el doble que los tradicionales tratados con fertilizantes químicos, y más de siete veces que el campo de cultivo común subdesarrollado.

Y sobre este aspecto, Alan Kolata comenta:

-      "Para aquéllos que se aferran a las queridas nociones del progreso humano inexorable gracias a la aplicación de tecnología moderna occidental, la disyuntiva entre un lejano pasado sustancialmente mejor en términos económicos y el presente representa un problema molesto que no fue previsto". [4]

Se han descubierto ejemplos de escritura bustrófedon cerca de Tiwanaku (y compuestos alternativamente de izquierda a derecha) a fines de la década de 1940 y comienzos de los años 1950, y los cuales se asemejan una versión simplificada de la escritura de Isla de Pascua (“rongorongo”), la que a su vez muestra muchas similitudes a la utilizada por la civilización del Valle del Indo en el lado opuesto del mundo. Y también en Panamá se han encontrado ejemplares de caligrafía bustrofedónica [5].




1. CENTRO CEREMONIAL

El principal sitio arqueológico en Tiwanaku tiene cinco estructuras primarias, incluyendo la pirámide Akapana y el templo Kalasasaya, y menos de un kilómetro hacia el sur se ubica Puma Punku, con su plataforma hecha artificialmente y ruinas megalíticas. Por varios siglos los sitios fueron saqueados, vandalizados y destruidos para obtener rocas, y en la actualidad todas las murallas que permanecen en pie han sido reconstruidas. También muchas de las estatuas fueron demolidas durante una campaña de la iglesia católica para desterrar la idolatría.


Reconstrucción del sitio de Tiwanaku en la parte trasera del boleto de entrada.

El núcleo ceremonial de Tiwanaku estaba rodeado por un inmenso foso artificial que Alan Kolata cree que fue diseñado “no tanto para proveer de una estructura defensiva a la élite”, sino “para evocar la imagen del núcleo de la ciudad como una isla”, y más específicamente, para crear una imagen de las islas sagradas del lago Titicaca que fueron los sitios legendarios de la creación del mundo y la aparición humana [1].

Las estructuras muestran una impresionante mampostería ciclópea, que consiste a menudo en bloques rectangulares de sillar colocados en trayectorias regulares. Por ejemplo, una de las piedras tiene 11 m de largo, 2.1 m de ancho y pesa 154 toneladas, y otra mide 8 por 5 por 1.8 m. Y la mayor parte de la andesita utilizada vino desde canteras localizadas a 60 km de distancia, mientras que la arenisca roja se trajo desde unos 15 km [2].

Las rocas de andesita verde usadas para las esculturas y monolitos más elaborados tuvieron su origen en la península de Copacabana, y según una teoría, estas piedras gigantes y que pesaban hasta 40 toneladas se transportaron a unos 90 km a través del lago Titicaca en botes de juncos y luego fueron arrastradas otros 10 km a la ciudad. Hay que tener en cuenta que a la altitud de Tiwanaku el aire está tan enrarecido que los habitantes de las tierras bajas resuellan al respirar cuando incluso sólo pasean en torno al sitio.

Originalmente se pensaba que la pirámide Akapana era un cerro natural, pero en realidad es un montículo artificial hecho de tierra, arcilla, gravilla y piedra cortada. El grueso de la arcilla y la tierra fue excavado desde el gran foso, y contando con cerca de 200 m en un costado, la pirámide se alza en siete escalones a una altura de 17 m.

En el centro de la cumbre aplanada había un patio hundido, del cual ahora sólo existe un gran cráter horadado por cazadores de tesoros. Los muros de terraza consisten en una serie de pilares entre los que se colocaron bloques de andesita muy bien cortados y unidos con precisión. Las dos paredes inferiores contienen los bloques más grandes, mientras que la cumbre y las terrazas superiores estaban cubiertas con gravilla verde de las montañas.


Reconstrucción del Akapana por Javier Escalante, vista desde el noreste.



Excavaciones a los pies del Akapana.

Las excavaciones del Akapana han descubierto un sofisticado y monumental sistema de canales hídricos subterráneos y de superficies interconectadas. Y Alan Kolata comenta que el sistema, “aunque magníficamente funcional, es innecesariamente complicado, una pieza de técnica de cortado en piedra y ensamble que es pura virtuosidad” [3].

Los canales llevaban el agua recolectada en la cumbre por debajo y a través de siete niveles, y luego salía para desembocar en un sistema de drenaje subterráneo mayor situado bajo el núcleo ceremonial-cívico de Tiwanaku, para fluir finalmente hacia el lago Titicaca.


Un agujero de drenaje en la base del Akapana.

El Akapana era la montaña sagrada y el principal santuario en tierra de Tiwanaku.

Kolata escribe:

« Formaba parte de la esencia espiritual del cordón montañoso llamado Quimsachata, y cuya imagen era evocada por la forma de los andenes escalonados del Akapana, su manto de grava verde e imitación inteligente de la circulación natural de las aguas montañosas en la estación de lluvias.

El curso del flujo hídrico en el Akapana replicaba el patrón de la naturaleza, primero almacenándose, después precipitando en las profundidades y saliendo a borbotones en las terrazas para emerger a los pies del montículo.

En una tormenta altiplánica torrencial, los grandes drenajes subterráneos dentro del Akapana pueden haber generado incluso un efecto acústico, un rugido vibrante del agua que se abalanzaba y sacudía la montaña piramidal, igual que el trueno de las tormentas que retumbaba en los picachos del Quimsachata. » [4]

Bert Thurlings acusa a Kolata de recurrir a "fantasías extrañas" por sugerir que el Akapana y también Puma Punku representaban montículos sagrados.

-      se pregunta: “¿Cómo se metió eso en la cabeza?

Y en lugar de aquello, Thurlings plantea que, dado el magnífico trabajo en piedra y el uso de piedrecillas verdes, estos montículos eran probablemente plantas de purificación de agua construidas por extraterrestres que llegaron a la Tierra en un “superplaneador interestelar de antigravedad”. [5]

¡Gracias, Bert!


Antiguamente había una puerta en la cima del Akapana, y la parte inferior de su dintel estaba cortada en un ángulo que unía la cima de la jamba debajo de él, lo que requería que el fondo de la escalinata fuera moldeado en el dintel a ser esculpido en la superficie biselada de la jamba.

Jean-Pierre Protzen escribe:

-      "Estos detalles indican una destacada sofisticación en estereotomía, o el arte de cortar la piedra, evidenciando así un entendimiento y profundo conocimiento de geometría descriptiva" [6].


Detalle de la puerta del Akapana.

El templo semi-subterráneo es un patio rectangular hundido que mide 26 por 28 m, hecho de mampostería en arenisca, y además se colocaron ciento setenta cabezas esculpidas en las murallas que presentan rasgos caucásicos, negros, asiáticos y semíticos [7].

Una vez el recinto contuvo varias estelas de piedra y esculturas dispuestas alrededor de la estela central Bennett de 7 m de altura. Las complejas marcas en dicha obra han sido interpretadas como un calendario agrícola solar y lunar más exacto que el actual [8], y en nuestros días el patio contiene tres estelas, una de ellas esculpida con la figura de un hombre barbado, probablemente Viracocha en su forma humana.

En dos lados de este monolito se pueden apreciar serpientes talladas verticalmente y que son el símbolo universal de la sabiduría (ver figura de abajo).


La estela Bennett, o “Pachamama”. La mitad inferior de su cuerpo se encuentra cubierta con cabezas de pescado (más similares a escamas) y recuerda a la deidad mesopotámica Oannes con cabeza de pez, quien trajo conocimiento especial para la humanidad [9].

Hacia el oeste del templo semi-subterráneo yace el templo Kalasasaya, un recinto rectangular que mide cerca de 130 por 120 m. Rodeando una plataforma levantada y con un patio central hundido, presenta muros muy elevados compuestos por pilares de arenisca roja cortados en forma tosca y que se alternan con secciones de bloques de sillar más pequeños elaborados con mampostería de alta calidad.


La entrada megalítica reconstruida al Kalasasaya, vista desde el templo semisubterráneo. La escalera es un bloque deteriorado de arenisca esculpida, y la puerta del fondo enmarca la estela Ponce que se yergue en el patio hundido [10].



Cabezas esculpidas en piedra sobre los muros del palacio parto de Hatra, Mesopotamia. También se encuentran formas similares en los santuarios esculpidos sobre roca viva del oeste de India (por ejemplo, Chaitya) [11].


Dibujo del Kalasasaya por Squier, 1873 [12].



Un muro reconstruido del Kalasasaya. Se aprecia que falta uno de los pilares y que permanece en las cercanías [13].



La estela Ponce, un monolito en andesita de 3.7 m de alto.


La Puerta del Sol está esculpida con extrema precisión en un solo bloque de granito de andesita muy duro. Tiene 4.7 m de largo y 2.2 m de alto, pesa unas 10 toneladas y su cima está dañada, quizás producto de un terremoto.

La puerta muestra intrincados tallados y cuatro profundos nichos rectangulares, cortados a una exactitud de medio milímetro [14], y sobre ella se ve un friso compuesto de cuatro líneas de escultura en bajorrelieve y una figura central tallada en altorrelieve erguida en una pirámide de tres gradas. Se cree generalmente que la figura representa a Viracocha o al dios aymara del clima Thunupa, y a veces se denomina el "dios acongojado" relacionándolo con el "grupo de dioses" de la cultura Chavín [15].

El elaborado adorno de su cabeza tiene 19 proyecciones parecidas a rayos que terminan en círculos o cabezas de puma, y la figura sostiene dos cetros con cabezas de cóndor. En cada lado de la deidad central hay 48 figuras dispuestas en tres filas; las decoraciones más externas están inconclusas e incluyen 30 asistentes alados o "ángeles" con cabezas humanas o aviares, que están arrodilladas o corriendo.

Además de la figura central, existen otras 11 caras frontales con máscaras solares localizadas en la fila más baja del friso (o "serpenteo"). Algunos científicos creen que estas figuras representan un calendario solar con 12 meses de 30 días cada uno [16], y asimismo se piensa que la Puerta del Sol originalmente se ubicaba en Puma Punku, donde existen portales similares, aunque reducidos a escombros.


El lado este (probablemente el interior) de la Puerta del Sol.


Figuras aladas que convergen en la deidad central.



La interpretación calendárica de Arthur Posnansky del friso [17].


Como se mencionó, la Puerta del Sol está sin terminar, como muchas construcciones antiguas en Sudamérica y otras partes del mundo. Hay dos posibles razones para este fenómeno:

Condiciones súbitas que hicieron imposible terminar el trabajo, y
Que la obra deliberadamente se dejó inconclusa por razones simbólicas, por ejemplo, para denotar que nuestra evolución es una empresa interminable, y según la tradición de la Sabiduría Antigua, apenas nos encontramos en el punto medio de nuestro viaje evolutivo en este planeta.

Igualmente, la Gran Pirámide de Egipto probablemente nunca recibió su sillar de coronamiento final, y es más pequeña que el diseño total señalado por las cavidades de las cuatro esquinas [18].




2. PUMA PUNKU

Puma Punku (“puerta del puma”) se emplaza a poca distancia de Tiwanaku. Su plataforma-pirámide mide unos 150 m2 y tiene 5 m de altura, pero actualmente ninguna de las construcciones que antes se alzaban en él está intacta.

Alrededor del sitio hay bloques mezclados de andesita y arenisca, posiblemente como resultado de un desastre natural y que están cortados con asombrosa exactitud. Algunos de ellos tienen más de 8 m de largo y pesan hasta 120 toneladas [1].

Y las estructuras que una vez se erguían en el sitio claramente fueron elaboradas con una tecnología altamente avanzada, pues muchas de las piezas labradas muestran una pasmosa similitud entre sí, tanto en diseño como en dimensiones, sugiriendo que las piedras fueron prefabricadas y que los arquitectos usaron un sistema de medidas y proporciones escogidas [2].

Los motivos ornamentales son comunes e incluyen cruces, flechas, círculos, rombos, moldeado de escalinatas y nichos, y el estilo de mampostería utilizado muestra un leve parecido con aquél de Tiwanaku.


Ruinas megalíticas en Puma Punku.

F

Reconstrucción de Puma Punku por Javier Escalante.

Como el Akapana, Puma Punku era un emblema de la montaña sagrada. Un complejo sistema de canales transportaba el agua de lluvia desde un patio hundido en la cima hacia el interior de la pirámide y repartiéndola de una terraza a la siguiente. Por último, el agua caía en cascadas desde túneles dispuestos horizontalmente en los cimientos de la estructura.



Reconstrucción de una de las puertas, vista desde atrás [3].



En Irán e India se encuentran portales similares con arquitraves esculpidos. A la izquierda: palacio de Darío, en Persépolis, y a la derecha: Udayagiri en la India [4].




Piedras en forma de H elaboradas con gran precisión (dimensiones en mm.). Cada una tiene cerca de 80 superficies [5].


Configuración hipotética de bloques aislados encontrados en Puma Punku. La imagen de arriba es la parte trasera y la imagen de abajo es el frente [6].



Otra piedra cuya intrincada geometría desafía las explicaciones facilistas.


Este bloque de piedra tiene una ranura de 6 mm de ancho que contiene agujeros taladrados,  y no pudo haber sido hecha con simples herramientas de piedra o cobre. El diámetro de los pequeños hoyos varía en no más de 0,1 mm., y ya que la roca es quebradiza, debe haber sido taladrada con una herramienta fija en un portabrocas pues cualquier bamboleo habría dejado trazos visibles [7].


En Tiwanaku y Puma Punku se hizo un uso selectivo de grapas metálicas. Por ejemplo, los muros laterales de los canales hídricos en el Akapana y Puma Punku están construidos con bloques de piedra verticales unidos con ganchos en forma de I, y Protzen piensa que esto se hizo para sostener los bloques en la alineación correcta.

Los metales también enlazaban los enormes bloques de arenisca usados en la construcción de las cuatro plataformas en Puma Punku, siendo su rasgo único el uso del engrapado de nicho.

Los enganches usados tenían una amplia variedad de formas y tamaños, y el hecho de que estén nivelados incluso cuando las paredes del canal y las cavidades de esos artefactos tienen una pendiente de 12° se interpreta usualmente como un indicio de que fueron moldeados directamente en los surcos [8].

Un análisis espectrográfico de una grapa encontrada develó que estaba elaborada con una aleación inusual: 95,15% de cobre, 2,05% de arsénico, 1,70% de níquel, 0,84% de silicona y 0,26% de hierro [9], por lo que se habría requerido un fundidor móvil que operara a temperaturas extremadamente altas.


Jamba derecha de una puerta en Puma Punku que muestra una variedad de rasgos vinculantes. A: cavidad de grapas simple en forma de T; B: cavidad de grapa ahuecada en T en un pequeño nicho; C: compartimiento rectangular con cavidades de enganches en T apuntando en dos direcciones diferentes, sugiriendo la añadidura de bloques de construcción paralelos y perpendiculares a las puertas; D: cono.


Jean-Pierre Protzen puntualiza que las marcas de hoyos y los patrones de depresiones ahuecadas o canales se encuentran en varias piedras rústicamente labradas en Tiwanaku, lo que para él significa que se usaron martillos de piedra. Sin embargo, admite enseguida que se necesitaron herramientas más avanzadas “para obtener las terminaciones suaves, las caras perfectamente planas y los ángulos rectos interiores y exteriores precisos en las piedras finamente revestidas, recurrieron a técnicas desconocidas para los incas y para nosotros en esta época”.

Quizás el rasgo más destacable en el esculpido lítico de Puma Punku se aprecia en las denominadas “piedras-flecha”. Los ápices en la base de la flecha se proyectan en la piedra y bajo la superficie del diseño, con cuatro caras perfectamente planas, tres de ellas distribuidas a pares en los ángulos rectos y que eventualmente se unen a la cuarta en un punto [10].



Diagrama del esculpido en una “piedra-flecha”.

Según Protzen, el conjunto de herramientas de los constructores debe haber incluido escuadras, reglas de borde recto, taladros y artefactos en forma de cincel y punzones. No obstante, no dice de qué material estaban hechos los últimos objetos, porque los utensilios de cobre no habrían dejado impresiones en el granito, por lo que es difícil saber cómo se hizo el trabajo de precisión en granito que vemos en Puma Punku sin la ayuda de maquinaria avanzada.

Otra posibilidad es el moldeado de piedra, pero eso requeriría un método para reducir el granito a polvo o pasta y luego endurecerlo con un aglutinante y aún así se necesitarían herramientas sofisticadas para la terminación o para producir un molde de precisión, el cual probablemente tiene que ser hecho de metal.

Puma Punku pudo haber sido destruido por un terremoto, quizás acompañado de una marejada desde el lago Titicaca, y algunas de las estructuras en el terreno más alto estuvieron cubiertas con unos 2 m de tierra [11].

En cualquier caso, la versión oficial de que el complejo fue construido entre los siglos VII y VIII d. de C. con herramientas simples puede ser desestimada, y de esta manera las ruinas podrían tener una antigüedad indecible al haber sido preservadas por el prolongado enterramiento.




3. CRONOLOGÍA

Actualmente existen 29 dataciones oficiales de radiocarbono para Tiwanaku y ninguna de ellas señala actividad humana antes del año 1500 a. de C. [1].

Los arqueólogos de cabecera creen que esto “prueba” que no hubo presencia de personas en el sitio antes de esa fecha, pero bien puede ser sólo un pensamiento fantasioso.

La versión convencional es que primero hubo asentamientos humanos cerca del lago Titicaca hace unos 14’000 años atrás [2], pero en Bolivia existe la creencia general de que la región fue ocupada por culturas que datan desde hace 60’000 años., tales como la Vicachanense [3]. Y por otra parte (y como se demuestra en el libro “The Ancient Americas”) hay evidencia de que el continente estuvo siendo habitado por millones de años.

El cronista Cieza de León relató que, cuando preguntó a los aymaras locales si los edificios en Tiwanaku eran obra de los incas, se rieron de la pregunta repitiendo que las obras fueron construidas antes que ellos reinaran y que no podían afirmar o sostener quiénes las hicieron. Sin embargo, escucharon de sus ancestros que todo ello había aparecido de la noche a la mañana. También dicen que se vieron hombres barbados en la isla del Titicaca y que estas gentes construyeron el edificio de Viñaque [4].

De acuerdo a una tradición local, el complejo de Tiwanaku fue edificado “en el comienzo del tiempo” por el dios fundador Viracocha y sus seguidores, quienes hicieron que las piedras “fueran llevadas por el aire al sonido de una trompeta”, y otra historia habla del dios creador provocando un “fuego celestial" que consumió las piedras y permitió que grandes bloques fueran levantados a mano “como si fueran de corcho” [5].

En la actualidad, la versión oficial es que las estructuras en Tiwanaku y Puma Punku fueron construidas entre los siglos II y IX d. de C., a menudo en varias fases.

A comienzos del siglo XX, el arqueólogo boliviano Arthur Posnansky planteó un escenario mucho más radical, y descubrió que el Kalasasaya fue diseñado de manera que, visto desde la mitad del muro oeste, el sol se habría levantado sobre los megalitos en las esquinas sureste y noreste del templo en los solsticios de verano e invierno respectivamente. Y para que eso ocurriera, la inclinación de la tierra debiera haber tenido 23°8'48" (o 23°09'54" de acuerdo a un cálculo reciente), mientras que en nuestros días es de 23°26'21".

Basado en la teoría científica actual de que la inclinación del planeta oscila entre 21.6° y 24.6° en un período de 41’000 años, Posnansky calculó que las alineaciones solsticiales tuvieron lugar alrededor del año 15’000 a. de C., aunque después lo redujo al año 10’000 a. de C., y más recientemente Neil Steede propuso como fecha el año 7’000 a. de C.) [6]

Pero según la Teosofía, la inclinación del eje gradualmente se traslada a través de 360° completos en una tasa de 4° por cada ciclo precesional de 25’920 años [7], lo cual ubicaría la fecha de dichos alineamientos en aproximadamente el año ¡865’000 años a. de C.!, pero no podemos asegurar que la premisa básica de Posnansky sea correcta, o que la Kalasasaya reconstruida calce con la original.

En el lado este de la Puerta del Sol y en la fila más baja del friso, se aprecian varios diseños que parecen dibujar la cabeza, orejas, colmillos y trompa de una criatura similar a un elefante, la cual algunos dicen podría representar el Cuvieronius proboscídeo del Nuevo Mundo y el cual se extinguió hace unos 12’000 años atrás al término de la última era glacial.

Cada “elefante” está compuesto en realidad por las cabezas de dos cóndores crestados unidos por el cuello; las crestas forman las “orejas” y la parte superior de los cuellos delinean los “colmillos” (los cóndores que determinan el centro de los dos “elefantes” pueden verse en las esquinas izquierda y derecha de las imágenes siguientes).

Graham Hancock, sin embargo, afirma que el “elefante” puede ser intencional ya que los escultores de Tiwanaku a menudo empleaban una imagen para representar otra; por ejemplo, una oreja de una cara humana aparente puede convertirse en el ala de un pájaro [8].


Fotografía de la Puerta del Sol tomada en 1904 [9].


Ampliación del “elefante” en el lado derecho.



Dos animales de cola larga y no identificados están esculpidos en un costado de esta estatua de 2.13 m encontrada en el templo semi-subterráneo en 1934 (izquierda). Algunos sostienen que las figuras representan al toxodon (derecha), un gran animal parecido a un hipopótamo que se extinguió en el área de Tiwanaku hace más de 12’000 años, pero el parecido está lejos de ser perfecto.

Se dice que el toxodon ha sido “identificado” en varios fragmentos alfareros de Tiwanaku y piezas de escultura, y Posnansky menciona que algunas de las figuras en la Puerta del Sol están representadas con tres dedos en los pies, quizás para distinguir a los humanos de los dioses.

El autor también plantea que esto puede relacionarse con el conocimiento del toxodon, del que precisamente algunos ejemplares tenían tres dedos, o del Macrauchenia, un mamífero tridáctilo, de largo cuello y grandes miembros que se extinguió hace unos 20’000 años [10]. No obstante, y como de costumbre, estas hipótesis son combatidas denodadamente por los científicos de cabecera.


El escritor teósofo Fred J. Dick prestó atención a la siguiente tradición andina, como fue registrada por Cieza de León:

« Antes que los Incas reinasen en estos reinos ni en ellos fuesen conocidos, cuentan estos indios otra cosa muy mayor que todas las que ellos dicen, porque afirman que estuvieron mucho tiempo sin ver el sol, y que padeciendo gran trabajo con esta falta, hacían grandes votos y plegarias á los que ellos tenían por dioses, pidiéndoles la lumbre de que carecían; y de esta suerte salió de la isla de Titicaca, que está dentro de la gran laguna del Collao, el sol muy resplandeciente, con que todos se alegraron. » [11]

Una interpretación es que esta historia se refiera a una época cuando, como resultado del cambio continuo en la inclinación del eje planetario, la Tierra estaba “recostada” hacia un lado. En la latitud de Tiwanaku (16,5°S) la alternación normal del día y la noche habría continuado hace unos 325’000 años, luego de un periodo de otros 214’000 años en que los ciclos continuos de luz y oscuridad cada año habrían tenido hasta varios meses de duración [12].

En varios continentes se han hallado esqueletos humanos gigantescos. De acuerdo a la literatura teosófica, los humanos tuvieron ancestros titánicos, como también muchas especies de animales y plantas. La humanidad ha estado declinando gradualmente en altura a partir de los atlantes, y desde hace unos 500’000 años muchos humanos no tenían más de 3 ó 3.7 m de altura [13].

Blavatsky afirma que las ruinas megalíticas que existen por todo el mundo, incluyendo las de Stonehenge en Inglaterra, Carnac en Bretaña y las de América fueron el trabajo de gigantes. También menciona una tradición americana local de que seres de estatura muy elevada invadieron América tan pronto cuando ésta se alzó de las aguas. Como ya se mencionó, hay leyendas que cuentan que las estructuras más antiguas de Tiwanaku y también la enorme pirámide de Cholula en México, por ejemplo, fueron construidas por una raza colosal [14].

Según Posnansky, el Kalasasaya está orientado a 1° al este, mientras que el Akapana, el templo semisubterráneo y las plataformas de Puma Punku están situadas a 2,8° este [15], aseverando que las últimas estructuras son más antiguas que el Kalasasaya, pero que fueron modificadas en tiempos posteriores.

Posnansky presta atención al extremo nivel de erosión mostrado por algunas de las piedras en Tiwanaku y Puma Punku, concluyendo que deben haber estado expuestas a los elementos por muchos miles de años y que desde entonces muchas fueron encontradas totalmente cubiertas con lodo aluvial, y en los lugares donde esas rocas pueden haber permanecido por largas eras, bien podrían tener en realidad una extrema antigüedad [16].

La Puerta del Sol fue redescubierta yaciendo “boca abajo” en el suelo, y su lado oeste (probablemente el exterior, aunque a menudo llamado la “parte trasera”) está mucho más erosionado que el oriental. Fred Dick pensaba que podría tener al menos 10’000 años de antigüedad, pero que es improbable atribuirle más de 80’000 dado que la puerta tiene menos de 2 m de alto, pero otras ruinas en Tiwanaku y otros sitios peruanos “incas” podrían datar de cientos de miles de años y constituir el trabajo de gigantes auténticos [17].

Todo lo que se puede decir con certeza es que todavía existen muchísimos aspectos por aprender sobre la cronología, costumbres y métodos de construcción de las culturas que ocuparon el área de Tiwanaku.


El lado este de la Puerta del Sol [18].




Referencias

1.   Cliff Ollier y Colin Pain, The Origin of Mountains, London: Routledge, 2000, págs. 112-27; "Sunken continents versus continental drift", http://davidpratt.info.
2.   "Hallan civilización perdida en Bolivia", 2004, http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/latin_america/newsid_3587000/3587708.stm; "Hallazgo milenario en el Titicaca", 2001, www.rionegro.com.ar/arch200111/s23g01.html.
3.   "Viracocha", http://en.wikipedia.org/wiki/Viracocha; "Tiwanaku", http://en.wikipedia.org/wiki/Tiwanaku.
4.   Alan L. Kolata, The Tiwanaku: Portrait of an Andean civilization, Cambridge, MA: Blackwell, 1993, pág. 204.
5.   Igor Witkowski, Axis of the World: The search for the oldest American civilization, Kempton, IL: Adventures Unlimited Press, 2008, pág. 186; "Easter Island: land of mystery", sección 7, http://davidpratt.info.

Centro ceremonial

  1.   Kolata, The Tiwanaku, pág. 90.
  2.   Graham Hancock y Santha Faiia, Heaven’s Mirror: Quest for the lost civilization, London: Michael Joseph, 1998, págs. 271, 304.
  3.   The Tiwanaku, pág. 115.
  4.   Ibid., pág. 116.
  5.   Bert Thurlings, Verborgen geheimen van de mensheid ("Secretos escondidos de la humanidad"), vol. 2, Soesterberg: Aspekt, 2008, págs. 276-7.
  6.   Jean-Pierre Protzen y Stella E. Nair, "On reconstructing Tiwanaku architecture", The Journal of the Society of Architectural Historians, v. 59, no. 3, 2000, págs. 358-71 (pág. 367).
  7.   "Akapana 2008 Expedition", www.akakor.com/english/akap-uk.htm.
  8.   Alan Murphy, Bolivia Handbook, Lincolnwood, IL: Passport Books, 1997, pág. 115.
  9.   www.ancient-wisdom.co.uk/Boliviatiahuanaco.htm.
10.   www.pbase.com/mr2c280/image/17018340.
11.   www.gerty.ncl.ac.uk/images/R_009.jpg; Graeme R. Kearsley, Inca Origins: Asian influences in early South America in myth, migration and history, London: Yelsraek Publishing, 2003, pág. 291.
12.   http://cg.cis.upenn.edu/tiwanaku/Timeline.pdf.
13.   www.atlantisbolivia.org/tiwanakucalendar.htm.
14.   W.R. Corliss (compilación), Ancient Infrastructure: Remarkable roads, mines, walls, mounds, stone circles, Glen Arm, MD: Sourcebook Project, 1999, págs. 314-17.
15.   "Glossary of terminology of the shamanic & ceremonial traditions of the Inca medicine lineage", www.incaglossary.org/fg.html. Para una interpretación "teosófica" de las imágenes, ver: Fred J. Dick, "Tiahuanaco, Bolivia, and its significance", The Theosophical Path, agosto 1925, págs. 118-25; Fred J. Dick, "Studies in symbolism", The Theosophical Path, julio 1915, págs. 6-13.
16.   The Tiwanaku, pág. 148; Michael E. Moseley, The Incas and their Ancestors: The archaeology of Peru, London: Thames & Hudson, 2001, págs. 219-20; Arthur Posnansky, Tihuanacu: The cradle of American man, New York: J.J. Augustin Publisher, 1945, 2:3-43.
17.   Tihuanacu, v. 2, fig. 5.
18.   The Great Pyramid ("La Gran Pirámide"), http://davidpratt.info.

Puma Punku

  1.   W.R. Corliss (compilación), Ancient Structures: Remarkable pyramids, forts, towers, stone chambers, cities, complexes, Glen Arm, MD: Sourcebook Project, 2001, págs. 52-60.
  2.   Jean-Pierre Protzen y Stella Nair, "Who taught the Inca stonemasons their skills? A comparison of Tiahuanaco and Inca cut-stone masonry", Journal of the Society of Architectural Historians, v. 56, no. 2, 1997, págs. 146-67.
  3.   Protzen y Nair, "On reconstructing Tiwanaku architecture", pág. 365.
  4.   Kearsley, Inca Origins, págs. 289-90.
  5.   Witkowski, Axis of the World, pág. 228.
  6.   "On reconstructing Tiwanaku architecture", pág. 370.
  7.   Axis of the World, págs. 216, 222-3.
  8.   "Who taught the Inca stonemasons their skills?", págs. 162-3.
  9.   Hancock y Faiia, Heaven’s Mirror, pág. 304.
10.   "Who taught the Inca stonemasons their skills?", págs. 156-7.
11.   Ancient Structures, págs. 55-6.

Cronología

  1.   Sean Hancock, "An interpretation and critique of the radiocarbon database for Tiahuanaco", 2001, www.grahamhancock.com/forum/HancockS2-p1.htm; Garrett Fagan, "An answer to Graham Hancock", www.hallofmaat.com/modules.php?name=Articles&file=article&sid=18.
  2.   Kolata, The Tiwanaku, pág. 56.
  3.   Bolivia Diplomatic Handbook, Washington, DC: International Business Publications, 2008, pág. 36 (http://books.google.co.uk).
  4.   Citado en The Tiwanaku, pág. 3.
  5.   Andrew Collins, Gods of Eden: Egypt’s lost legacy and the genesis of civilisation, London: Headline, 1998, págs. 58-60; "Gravity and antigravity", sección 4, http://davidpratt.info.
  6.   Posnansky, Tihuanacu, 2:87-105; Thurlings, Verborgen geheimen van de mensheid, págs. 286-90; "From Tiahuanaco to the Giza Plateau", www.andrewcollins.com/page/conference/Qc00/speakers/speaker_steede.html.
  7.   "Poleshifts: theosophy and science contrasted", http://davidpratt.info.
  8.   Graham Hancock, Fingerprints of the Gods: A quest for the beginning and the end, London: Heinemann, 1995, págs. 84-6.
  9.   Tihuanacu, v. 2, lámina 45.
10.   Ibid., 2:134-7.
11.   Fred J. Dick, "Notes on Peruvian antiquities", The Theosophical Path, dic. 1915, págs. 441-51 (pág. 447); "Tiahuanaco, Bolivia, and its significance", pág. 123.
12.   "Poleshifts", parte 3, http://davidpratt.info.
13.   H.P. Blavatsky, La Doctrina Secreta, TUP, 1977 (1888), 2:276-80, 293, 336-40, 753-6; H.P. Blavatsky Collected Writings, TPH, 1950-91, 13:111-13; "Human origins: the ape-ancestry myth", sección 4, y "Secret cycles", sección 2, http://davidpratt.info.
14.   La Doctrina Secreta, 2:276 pie de página, 337-8, 341.
15.   Tihuanacu, 2:54-6.
16.   Ibid., 2:96-9.
17.   "Notes on Peruvian antiquities", págs. 445-7.
18.   www.archaeology.org/interactive/tiwanaku/qanda.html.








VII  -  LAS FIGURAS DE NAZCA


La llanura de Nazca, situada unos 400 km al sur de Lima, está cubierta con docenas de dibujos de criaturas y plantas, varios miles de líneas rectas y cientos de figuras geométricas tales como trapezoides y zigzags [1].

Las líneas de Nazca pueden ser totalmente apreciadas sólo desde el aire, y fueron descubiertas por un piloto en 1927. En la Pampa de San José los geoglifos abarcan un área total de más de 500 km2, aunque los vuelos turísticos se concentran en un pequeño número de dibujos de criaturas en esta área; sin embargo, los geoglifos también se ubican en los valles circundantes y las cumbres montañosas.

Hay una increíble profusión de líneas y diseños de variados tamaños y calidad, algunos sobrepuestos en los más antiguos, como si hubieran sido hechos por diferentes grupos de personas durante un largo periodo sin seguir un plan general.


La “araña” (46 m de largo).

Debido a la pata extendida que termina con lo que podría ser un órgano genital, algunos investigadores creen que representa a una araña Ricinulei, que habita sólo en partes remotas de la jungla amazónica y la cual mide de 5 a 10 mm de largo, y el órgano genital del macho es visible sólo con la ayuda de un microscopio.




Foto y esquema del "mono" de 9 dedos, de tosca elaboración (80 m el cuerpo y 30 m la cola), con su extremidad prensil curvándose en la dirección equivocada. Parte del diseño geométrico está sobrepuesto en la figura zoomorfa [2].


Una de las manos del mono como se ve desde el suelo [2].



Líneas rectas.

Muchas de las líneas fueron elaboradas al remover la capa superficial de piedrecillas más oscuras y cubiertas de óxido de hierro (hasta una profundidad de 30 cm), dejando expuesta la tierra más brillante y amarillenta. Es necesario señalar, no obstante, que desde la década de 1950 las motocicletas y los autos han dejado sus marcas de neumáticos en todo el suelo bajo la forma de líneas blanco-amarillentas.

En algunos casos, las piedras fueron apiladas a lo largo de los bordes de las líneas, y en otros, las piedras fueron removidas desde los bordes por lo que las figuras se destacan en altorrelieve. Las líneas se conservan debido al clima constante y extremadamente seco y sin viento de la región de Nazca.

Otros geoglifos gigantes pueden encontrarse en acantilados y laderas en todas partes de la región costera peruana, y también en Chile, Bolivia, los Estados Unidos, Egipto y Malta, pero los de Nazca son los más impresionantes, ya que es el único lugar en el mundo donde se encuentran múltiples líneas que miden varios kilómetros de largo.


Un camino despejado.

Además de los dibujos estilizados de pájaros y animales, y muchos de los cuales no son originarios del área, existen representaciones de flores y plantas. Casi todas las figuras biomórficas están localizadas en un 5% de la esquina noroeste de la pampa y son más pequeñas en comparación con las líneas rectas; éstas últimas consisten en una sola línea y continua que no se intersecta a sí misma, exceptuando tres figuras de “ballenas asesinas” (formadas con una línea tanto en el interior como en el exterior) y dos llamas sólidas rellenas (que representan patrones de nubes oscuras en la Vía Láctea).

Aparte de todo esto, existe un número de extrañas figuras tales como un ser con dos enormes manos, una de las cuales tiene sólo cuatro dedos, y dibujos de objetos hechos por el hombre. Las pocas figuras humanas, de hasta 40 m de alto, están situadas en laderas de cerros y presentan una tosca apariencia.


El “cóndor” (134 m de largo).



El “alcatraz”, “fénix” o “flamenco”, con cuello en zigzag y largo pico, tiene más de 610 m de largo.



Figura interpretada como una aguja e hilo de coser o un anzuelo de pesca, que mide una media milla de largo (800 m).



“Manos” con nueve dedos de unos 9 m de largo.



El “astronauta” u “hombre-búho”, toscamente realizado (32 m de largo) [3].



El “gigante del cerro Unitas” o “robot”, 121 m de alto, en una ladera del desierto de Atacama, Chile [4].  Se dice a veces que representa a un líder con un tocado de plumas y una máscara felina. Los rayos, proyecciones o halos alrededor de la cabeza a veces se interpretan como una señal de que la figura es un “extraterrestre”, aunque también es posible una hipótesis más espiritual.



Esta gigantesca figura, de 65 m de largo, situada al sur de la meseta de Nazca, fue descubierta en 2006. Parece ser un animal con cuernos, o algo parecido a una langosta. Los vehículos han destruido parte del glifo [5].


Hay más de 2’000 líneas rectas y estrechas de hasta 23 km de largo que van en todas direcciones, y a menudo se entrecruzan unas con otras. Muchas de ellas pasan sobre grietas y cumbres de cerros, y algunas pasan a través de las figuras animales.

Existen cerca de 62 “centros de rayos” que son cerros naturales, montículos de tierra artificiales, o túmulos de roca donde convergen algunas de dichas líneas.

También se aprecian trazados más amplios o “pistas de aterrizaje”, de 30 a 110 m de ancho y hasta 1.4 km de largo, las que a menudo se superponen en zigzags y otras formas geométricas, aunque en algunos casos los patrones ondulantes pasan sobre una “pista”. Y se aprecian además trazados de este tipo que se extienden sobre otros.


Líneas de Nazca vistas desde el satélite SPOT [6]. No confundir con los patrones de erosión ondulados.



Imagen satelital de un área que contiene líneas [7].



Dos “pistas de aterrizaje” de 50 m de ancho y 21 líneas más estrechas convergentes [8]. Cortesía de Erich von Däniken.



Un tramo de 62 m de ancho asciende por un pequeño cerro y luego se extiende desde la cumbre dividiéndose en varias líneas más estrechas. La mitad de estas 5 líneas más estrechas continúa por 10 km a través de la planicie [9]. Cortesía de Erich von Däniken.


Las figuras geométricas incluyen trapezoides, triángulos, espirales y zigzags, y existen cerca de 300 áreas trapezoidales y espacios triangulares. Las figuras de cuadriláteros miden unos 40 por 400 m en promedio, mientras que las más largas poseen 92 por 869 m.


Trapezoide.



Trapezoides y pistas en la Pampa de Jumana [10]. Cortesía de Erich von Däniken.


Un trapezoide sobrepuesto en una figura [11].



Líneas y trapezoide.



El “mandala” consiste en tres glifos interconectados, esculpidos con gran precisión en una remota meseta en las montañas Palpa (14° 38,65' S, 75° 10,27' O), a poca distancia de Nazca.

El círculo central, de unos 55 m de diámetro, está inscrito en un cuadrado del mismo ancho y por un segundo ligeramente más grande, inclinado diagonalmente con respecto al primero. Y dentro del círculo hay otros más pequeños, y en el medio hay dos rectángulos superpuestos, cada uno dividido en ocho cuadrados.

Los varios círculos están marcados con pequeños agujeros, estacas o piedras. Una grieta geológica pasa  por el centro del patrón. En cada lado del círculo principal hay un grupo más pequeño de círculos concéntricos (en la foto sólo se aprecia un conjunto), y las líneas rectas unen varias partes de los patrones geométricos [12].




CONSTRUCCIÓN

Se cree generalmente que el uso de estacas, varas de medida y cordeles fue suficiente para realizar las líneas y geoglifos en la llanura de Nazca. Se han encontrado restos de estacas en la superficie del desierto, y a lo largo de algunas líneas en intervalos de aproximadamente 1.6 km.

Maria Reiche, la renombrada investigadora fallecida en 1998, pensaba que los artistas de Nazca primero elaboraron un bosquejo en un área de unos 2 m2, ya que algunos de ellos todavía son visibles cerca de figuras más grandes. Luego, los antiguos habitantes enfrentaron la tarea de llevar el dibujo en pequeña escala a un área gigantesca.

Una hipótesis plantea que emplearon globos de aire caliente construidos con pieles animales o textiles como plataformas de vigilancia, pero no existe evidencia consistente [1].

También pudieron haber recurrido a técnicas de seguimiento que incluían mediciones exactas de los ángulos, pero esto es rechazado por los arqueólogos ortodoxos porque presumen que las líneas fueron hechas por la cultura Nazca, de la cual no se sabe si poseyó tales capacidades.

El trazado de las figuras más grandes y exactas, la construcción de las amplias "pistas" de varios kilómetros en extensión, los trapezoides y líneas rectas que atraviesan cumbres de cerros y grietas, habrían planteado el desafío más difícil, pues se estima que cerca de 10’000 m3 de piedras tuvieron que ser transportados por los fabricantes de los glifos. La cantidad probablemente fue mucho mayor, ya que varias cumbres de montaña en la región tuvieron que ser niveladas [2].

En 1977, un arqueólogo y 30 jóvenes indios, usando tres estacas de madera y cuerdas, consiguieron en menos de tres días trazar una línea recta y estrecha de 150 m de largo en la superficie de la pampa.

En 1981, voluntarios de Earthwatch hicieron una línea con una espiral en un extremo, e intentaron hacer la primera curva simplemente poniendo al ojo las cuerdas en capas, cuyo resultado fue un círculo pequeño e imperfecto de apenas 3 m de diámetro [3].

En 1982, un equipo de seis personas recreó exitosamente el cóndor de 134 m de largo en un campo de Kentucky, EEUU, dibujando una línea central en un pequeño diseño de la figura, y midiendo las distancias perpendiculares desde la línea a diferentes puntos del pictograma. Luego crearon una línea central en el suelo y trazaron puntos clave en la figura por escalamiento de sus medidas. En total, tardaron nueve horas en trazar y marcar 165 puntos y conectarlos con más de una milla de cordel, usando caliza blanca para dibujar las líneas [4].


Esta “pista” de aproximadamente de 60 m de ancho, superpuesta en zigzags, se extiende por varias cumbres de montaña, que primero tuvieron que ser niveladas [5]. Cortesía de Erich von Däniken.




DATACIÓN

Usualmente, se dice que las líneas fueron creadas por la cultura Nazca entre los años 200 y 700 d. de C., y algunos investigadores sostienen que la más temprana puede datar desde el año 500 a. de C., mientras que de acuerdo a la tradición local, las líneas fueron trazadas por los “viracochas”. Debido a que algunos diseños geométricos están superpuestos en los dibujos zoomorfos, se suele argumentar que todos los diseños geométricos fueron hechos después de las figuras animales, pero no hay evidencia llamativa para sostener esta hipótesis.

Hay cerámicas de Nazca que muestran diseños similares a aquéllos en la superficie del desierto, incluyendo arañas, lagartos, colibríes y ballenas. Sin embargo, las similitudes son generalmente más bien tenues y están lejos de ser exactas.

Pero incluso si asumimos que las similitudes son intencionales, eso no probaría automáticamente que los antiguos nazqueños trazaran esos glifos particulares, si de dejan de lado, lo cual también podría indicar que simplemente los habían visto (desde cerros cercanos, si no desde el aire), trabajaron sus formas a partir de las líneas en el suelo, o que habían preservado tradiciones sobre figuras que fueron elaboradas en una época más temprana.


Arriba: glifo de una "ballena" y una figura de pez, y abajo: "ballena asesina" retratada en una cerámica de Nazca [1].



Cuenco de Nazca con dibujos de arañas [2].



El “hombre con sombrero” (izquierda), de 20 m de alto, se sitúa a los pies de una ladera, y exhibe un razonable parecido con una figura iconográfica de Paracas (derecha) [3].

¿Ilustra acaso este glifo rústico las habilidades limitadas de los antiguos nazqueños para formar pictogramas, o las de la cultura Paracas precedente?


Los restos de alfarería encontrados en las líneas sólo son una prueba de que los habitantes de Nazca las habían transitado por un periodo de cientos de años. Una estaca de madera en mitad de una pila de piedras ha sido datada con carbono en el año 525 d. de C., lo que no confirma que muchas de las líneas fueran creadas en el mismo periodo.

Una vez que las piedras desérticas fueron removidas, se desarrollan liquen, moho y cianobacterias bajo ellas, y este material orgánico puede ser datado con el método del carbono.

Las pruebas hechas en nueve piedras recolectadas del borde de una "pista de aterrizaje" develó edades entre el 190 a. de C. y el 600 d. de C. No obstante, es imposible asegurar que este material lítico realmente fuera retirado por quienes trazaron originalmente las figuras y líneas y que desde ese entonces dichas piedras nunca habían sido manipuladas.

En otras palabras, no se puede descartar que algunos de los geoglifos en Nazca sean más antiguos de lo que se cree actualmente, y que hayan sido restaurados y modificados por culturas sucesivas durante miles de años.




PROPÓSITO

Se piensa generalmente que muchas de las líneas y figuras de Nazca fueron usadas para propósitos rituales y ceremoniales, y que se diseñaron para ser vistas por los dioses celestiales.

Una teoría dice que estaban conectadas con el culto a las deidades de las montañas asociadas con el agua y la fertilidad, puesto que la suficiente caída de lluvia en las montañas era crítica para la economía y agricultura de Nazca. Y de acuerdo a esta hipótesis, las líneas se usaron originalmente como caminos sagrados que conducían a lugares de culto a dichas deidades, y que las figuras que representan animales y objetos significaban la invocación de su asistencia.

Los “centros de rayos” donde convergen varias líneas son más bien pequeños y no son aptos para grandes reuniones, pero esto no se aplica a los triángulos y rectángulos más grandes. Las figuras podrían también haber sido transitadas, ya que consisten en una sola línea que nunca se cruza.

Ciertos sectores de la red de geoglifos todavía son utilizados por las gentes locales para propósitos religiosos, y en Bolivia hay sistemas similares de radiación de caminos que se destinan a caminatas ceremoniales.

Un reciente estudio de variadas y grandes estructuras trapezoidales en Nazca detectó numerosas anomalías magnéticas en su interior, que se piensa son causadas por cambios en la densidad del suelo a varias profundidades.

Los investigadores hipotetizan que el suelo fue compactado con el tiempo por gente que caminaba hacia atrás y adelante durante los rituales de prerrogativas, y que las anomalías representan líneas más antiguas y no visibles desde el aire [1].

También se ha encontrado alfarería que parece haber sido deliberadamente rota en la llanura de Nazca, posiblemente como una ofrenda. En los montículos cerca de las líneas y en sus extremos se encuentran a menudo conchas marinas, que eran importantes ofrendas para la lluvia.

No hay templos mayores en alguna parte cerca de las líneas o figuras, pero hay montículos de piedras que pueden haber servido como templos. Los estudios han mostrado que los geoglifos como triángulos y trapezoides a veces se asocian con el flujo de agua tanto superficial como subterránea [2].

Johan Reinhard afirma que muchas figuras pueden ser interpretadas en términos de un culto a la fertilidad, aunque enfatiza que los geoglifos podrían haber servido para fines múltiples [3].

Por ejemplo, los colibríes están vinculados con la abundancia y son considerados mensajeros de los dioses de las montañas en la costa norte de Perú, y asimismo la aparición de muchas arañas y lagartos pueden ser una señal para la lluvia, mientras que la tarántula igualmente es un símbolo de fertilidad en el sur peruano.

La “araña”, el “perro” y el “mono” son representados en la planicie de Nazca son sus partes sexuales extendidas, y se sabe que tanto zorros como perros se asocian con deidades de las montañas. Por otra parte, las ballenas y los peces se conectan con el agua y los mariscos.

Algunas figuras han sido han sido interpretadas como plantas, tales como flores, algas y árboles, y en cuanto a las manos con nueve dedos, en tiempos de los incas se pensaba comúnmente que las personas deformes eran hijas del trueno y del relámpago. Otras sugerencias apuntan a que algunas figuras podían ser tótems de clanes o encantamientos mágicos para los chamanes, y que ciertas líneas tendrían funciones astronómicas.


El “colibrí” (93 m de largo).



El “perro”.

Maria Reiche fue una prominente defensora de la idea de que al menos algunas de las líneas de Nazca tenían por función señalar los lugares en el horizonte donde el sol y otros cuerpos celestes se alzaban o posaban, y que otras figuras representaban constelaciones. Reiche propuso, por ejemplo, que la "araña" representa a Orión, y el "mono" a la Osa Mayor.

El astrónomo Phyllis Pitluga cree que la "araña" fue diseñada como una imagen de Orión como aparecía en el horizonte oeste hace unos 2’000 años.

Los estudios realizados por Gerald Hawkins en 1973 y Anthony Aveni en 1982 identificaron sólo unos pocos alineamientos específicos del sol, la luna y ciertas estrellas. Por ejemplo, el pico del colibrí está intersectado por una línea que señala el punto del amanecer en el solsticio de diciembre [4].


La flecha de doble punta en el diagrama del pájaro indica un posible alineamiento astronómico [5].



Figuras desordenadas.


El rasgo más intrigante de las líneas de Nazca es su aparente profusión caótica. John Neal ha adelantado una nueva sugerencia:

« El desierto de Nazca en su totalidad puede ser terreno de pruebas y una escuela de inspección.

Las condiciones son ideales, y el investigador aprendiz primero tendría que interpretar lo que ya estaba puesto allí en sus dimensiones exactas, luego producir una representación a escala, quizá en el fantasmagórico recuadro bajo la figura, y como evaluación final de sus habilidades, producir su propia figura en el suelo del desierto, alineada con una fecha calendárica que debería calcular.

Uno puede imaginar las múltiples dificultades que enfrentaría un joven investigador, quizás llevado a las profundidades al tener que inspeccionar un grado de longitud en las montañas y junglas de Perú y Ecuador.

Es probable que los estudiantes no realizaran un viaje especial a Nazca para tomar un curso de investigación, pues la ruta en sí misma puede tener un objeto educacional.

Un doctorado en el mundo antiguo puede suponer un recorrido completo del globo por tierra y mar, por lo cual el estudiante aprendería y aplicaría técnicas de navegación, astronomía e inspección en todas las latitudes concebibles.

Algo en la extensión de estos trazados puede explicar el gran número de líneas donde la tierra sólo albergó una vez un nivel de población relativamente bajo; el grueso de esos aprendices permanecería temporalmente en ese sector, y estrictamente por razones de geografía. » [6]




Referencias

 1.   W.R. Corliss (compilación), Archeological Anomalies: Graphic artifacts I – coins, calendars, geoforms, maps, quipus, Glen Arm, MD: Sourcebook Project, 2005, págs. 23-32; Erich Von Däniken, Arrival of the Gods: Revealing the alien landing sites of Nazca, Shaftesbury, Dorset: Element, 2000, www.daniken.com.
 2.   www.nazcamystery.com/nazca_symbol_ape.htm.
 3.   Ibid.
 4.   http://img81.imageshack.us/i/tara6jy3.jpg.
 5.   Heraldo Fuenets, "Walking the line", www.viewzone.com/nazcatheories.html.
 6.   http://en.wikipedia.org/wiki/Nazca_Lines.
 7.   Ibid.
 8.   Arrival of the Gods, pág. 11, www.legendarytimes.com.
 9.   Ibid., pág. 14.
10.   Ibid., pág. 10.
A.  Dukszto & J.M. Helfer, The Essential Guide: Secrets and Mysteries, the Nasca Lines, Lima: Ediciones del Hipocampoc S.A.C., 2001, pág. 6.
11.   Walking the line"; Arrival of the Gods, págs. 128-34; "Nazca lines-theories", www.worldmysteries.com/mpl_1_2.htm.

Construcción

1.   Katherine Reece, "Grounding the Nasca balloon", www.hallofmaat.com/modules.php? name=Articles&file=article&sid=96; W.R. Corliss (compilación), Archeological Anomalies: Small artifacts – bone, stone, metal artifacts, prints, high-technology, Glen Arm, MD: Sourcebook Project, 2003, pág. 287.
2.   Arrival of the Gods, págs. 102-3.
3.   Ibid.
4.   Joe Nickell, "The Nazca Lines revisited: creation of a full-sized duplicate", The Skeptical Inquirer, 1983, www.onagocag.com/nazca.html.
5.   Ibid., pág. 43, www.legendarytimes.com.

Datación

1.   Michael E. Moseley, The Incas and their Ancestors: The archaeology of Peru, London: Thames & Hudson, 2001, pág. 201.
2.   The Essential Guide: Secrets and Mysteries, the Nasca Lines, pág. 14.
3.   Ibid., pág. 21.

Propósito

1.   Linda Geddes, "Peruvians walked their prayers into the earth", 2009, www.newscientist.com/article/mg20126924.200-peruvians-walked-their-prayers-into-theearth.html.
2.   Rachel Baar, "The mystery of the Nazca Lines", www.dreamscape.com/morgana/nazca.htm; Don Proulx, "The Nasca Lines Project (1996-2000)", wwwunix.oit.umass.edu/~proulx/Nasca_Lines_Project.html.
3.   Johan Reinhard, The Nazca Lines: A new perspective on their origin and meaning, Lima: Editorial Los Pinos, 2a ed., 1986, págs. 42-54.
4.   Graham Hancock y Santha Faiia, Heaven’s Mirror: Quest for the lost civilization, London: Michael Joseph, 1998, págs. 262-7.
5.   Corliss, Archeological Anomalies: Small artifacts, pág. 27.
6.   John Neal, All Done With Mirrors: An exploration of measure, proportion, ratio and number, The Secret Academy, 2000, pág. 199.




OBSERVACIONES

Este texto es la traducción del artículo elaborado por el investigador David Pratt (ver link) y le agradezco muchísimo a Nicolás por haber traducido un texto tan largo pero a la vez tan interesante.

Y las otras partes del artículo las pueden ver en:

   -  La misteriosa civilización inca
   -  La extraordinaria masonería inca




8 comentarios:

  1. Maravilloso, lástima que lo creado por el hombre también sea destruido por él.
    Donde deberíamos de poner el progreso y donde el retroceso de todo.

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  2. Hola cid en esta parte """En una versión de la leyenda, el dios creador Viracocha emergió de la Isla del Sol durante un tiempo de oscuridad y creó el sol, la luna y las estrellas, y luego formó a los humanos al dar su aliento de vida a las piedras. Primero concibió gigantes que fueran capaces de mover las enormes rocas para muchas de sus construcciones, pero más tarde se sintió insatisfecho con ellos y decidió destruirlos con una inundación para dar lugar a una raza mejor y más pequeña """ podria estar relacionado ala gran inundacion que surgio que casi la mayoria de las civilizaciones cuenta y acerca de los gigantes seria los atlantianos ¿? Muchas gracias por este capitulo saludos desde Peru :)

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    1. Podría ser ya que como tú mismo lo señalas, leyendas parecidas se encuentran en diferentes civilizaciones antiguas.

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  3. Efectivamente, yo creo que los gigantes a los que se refiere el texto son los atlantes, y la raza mejor y mas pequeña que menciona, seriamos nosotros, la raza aria.

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  4. Hola, me gusta toda esta información acerca de esto, y estoy muy interesado en aprender, pero también tengo mis dudas, y me gustaría que me enseñarás algo sobre la torre de Babel, o hicieras un estudio sobre ello y esa civilización con esa construcción que se alzaba en tiempo antaño muy alta y donde fueron confundidos muchos, de donde supuestamente salieron los idiomas, gracias.

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    1. Pienso que la historia de la Torre de Babel hay que considerarla de manera simbólica y no de manera literal. Y en este capítulo pongo la explicación esotérica que se le da:

      • EXPLICACIÓN ESOTÉRICA DE LA TORRE DE BABEL

      http://esoterismo-guia.blogspot.com/2013/04/torre-babel-explicacion-significado.html

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  5. Realmente no se si pueda pero diría que lo que una vez fue desierto antes tuvo que haber sido algo fértil el desierto de nasca ya tiene mucho tiempo en esa condición si pasa mas tiempo estoy seguro que desapaeceran mas lineas de las que se puede ver y de las que el ojo del hombre puede ver realmente es un misterio que me causa mucho interés no se que os parezca pero aquellos que vivían por decirlo de algún modo se me escapa de la imaginación.

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